Como una Estrella-Sol desciendo al mundo para iluminar los abismos de los corazones heridos y, así, rescatar a las almas de la perdición. A cada una de ellas le entrego la fuerza para poder proseguir, para que luego encuentren el nuevo camino que las llevará hasta Cristo.
Yo Soy la Estrella Universal que desciende sobre la humanidad para salvarla y volverla a colocar en el Propósito de Dios. Indico el camino a recorrer, así ninguna esencia de Dios pierde la Gracia de volver a reencontrarse con su cristo interior.
Yo Soy la Estrella del Mundo, la que señala el advenimiento de Cristo a los corazones, la que se suspende en el cosmos para irradiar el Amor de Dios y la que enciende el fuego de la nueva devoción.
Yo Soy la Estrella Guía de los navegantes, de las almas buscadoras de la redención, de los que esperan con paciencia la llegada de la Gracia y el gran día del perdón.
Yo Soy la Estrella del Cosmos, soy la Luz que proviene de Dios, soy el Espíritu de la Pureza, soy la Divinidad Espiritual del Creador, porque Mi Corazón brota de Su Amor Castísimo y Su Omnipotencia se expresa a través de la unidad perfecta de la Creación.
Yo Soy la Estrella de la Esperanza, soy la Madre que trae el espíritu de la redención, soy la que obra en nombre de Cristo y la que construye el nuevo templo interior.
Yo Soy la Estrella de las esferas celestes, soy aquella Ave que busca Su nido en la morada de los corazones humildes, soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad.
Yo Soy lo Puro, lo Invencible, soy lo Simple y lo Humilde, soy la Madre Curadora que cicatriza con Su Amor todo dolor. Soy la que guía a los perdidos, soy la que purifica el corazón, soy la Madre que limpia las manchas, soy la Reina del Amor.
Vengo a este mundo para buscar a Mis hijos. Desciendo en Gloria para llamarlos porque ya es la hora de despertar del sueño ilusorio. Vengo para establecer la paz en cada mundo interior. Vengo para que descubran la vida que se vive en las estrellas. Vengo por última vez para socorrerlos y para que emprendan vuelo hacia el Cielo. Vengo a buscar lo mejor de cada uno y a despertar las sagradas virtudes que Cristo les dejó.
En este tiempo vengo para que se preparen en consciencia y corazón para recibir a Cristo, vuestro Pastor. No dejaré sola a ningún alma, pero les pido que siempre recen Conmigo, para que todos sean merecedores de la paz y despierte en vuestra consciencia el arrepentimiento, así estarán libres del peligro y de los asechos del adversario. Sean inteligentes y buenos, sean mansos, humildes y verdaderos en este tiempo.
El mundo es una mentira, pero las almas son la plena verdad de Dios. Busquen los caminos correctos para tener resultados correctos. No se permitan ser engañados, el único consolador es Jesucristo. No busquen esperanza en nadie, sino solamente en Dios, el Padre Celestial. De Él recibirán la fuerza y el poder, de Él podrán tener esperanza para caminar. Solo sean verdaderos y nada les pasará. Pues el tiempo de la mentira mundial sucumbirá y vuestros corazones deberán estar prontos para orar con fervor y perseverar.
Únanse a Mi Hijo y adórenlo. En Él está la salida, en Él está el camino al Paraíso.
Agradezco a Brasilia, al Centro Mariano de Figueira y al Centro Mariano de Aurora por haber preparado este especial encuentro.
¡Bendiciones de Paz en este día para Mi hija María Shimani!
Les agradece,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en estos tiempos difíciles, sus corazones sean espejos sublimes de Mi Paz, para que así la Tierra alcance la redención.
Durante la hora de la purificación, que sus vidas vivan el tiempo de la liberación y de la búsqueda constante de la pureza que Dios desea depositar en sus corazones.
En esta hora, las almas del mundo se desesperan, porque sin oración no pueden vivir en paz.
Por eso, hijos, sean ese manantial de paz que brota de Mi Corazón y aproxímense a la vida de todos los que están ciegos espiritualmente.
A través del espejo de la paz de vuestros corazones, su Madre Celeste podrá llevar adelante el plan de rescate de todos aquellos que, por gravedad y pecado, no lo merecerían.
Su vida orante y simple será el verdadero motor para que Mis planes se puedan cumplir.
Por eso, en esta hora culminante, recibo la donación interna de todos Mis hijos, que creará las nuevas bases de la Nueva Humanidad.
Abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, Yo podré alcanzarlos y llevarlos a liberarse con paz de todo aquello que oprime a los corazones. Vayan al encuentro de la paz y crean que es posible vivirla.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en nombre de la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios Todopoderoso proclama el poder de Su Verbo a través de Mi Inmaculado Corazón. Este Poder Soberano los acoge en el seno predilecto de Su Corazón Purísimo.
Hijos, a través de la magnitud del Verbo Divino y Creador se construyen las formas y, así, la vida divina y superior se expresa por medio de la existencia de las criaturas de este vasto universo.
Es a través de las almas que Adonai realiza Su Obra Magnánima e Infinita, porque en toda ciencia espiritual la vida de todas las almas y de las esencias es el motivo principal de la existencia del Plan del Creador.
Es por la intervención divina, de los ángeles creadores y celestes, que el Pensamiento Divino se manifiesta en las moradas de todos los Cielos; desde allí provienen la esencia fundamental y el principio mayor que permiten la concreción de los proyectos pensados por Dios.
Y las almas de la Tierra, ¿cómo participan del origen de este principio?
Solo basta, hijos, que todos los días se reconozcan como dignos hijos de Dios y cumplan con los comandos que llegan directamente de la Mente Creadora hacia vuestros corazones.
Ustedes, hijos Míos, son una parte muy importante y destacada de la realización imprescindible de este proyecto; desde el principio de esta humanidad Dios pensó concretar Sus más íntimos deseos a través de la manifestación álmica de las criaturas.
Vuestra alma es el puente directo que los unirá a las infinitas moradas, en donde se expresa la vida del espíritu y la experiencia sublime con la ley del Amor y de la Unidad.
De vuestras raíces y de vuestros orígenes surge el principio del Todo y, de ese Todo nace la voluntad de realizar las obras que nunca terminan. Porque en el Corazón del Padre Celestial ustedes están en el primer lugar de Su Purísimo Propósito y sin ustedes, almas en redención y en rehabilitación, no podrá despertar la venida de la Nueva Humanidad y de la nueva alma.
Ustedes, Mis amados, están en el tiempo justo de una transición que todavía no ha comenzado. Abracen en vuestro interior la Gracia de pertenecer al Plan de Dios y, siendo conscientes de las leyes divinas que todos los días los rigen, sean agradecidos; así serán dignos y merecedores de esperar a Mi Hijo Amado en algún rincón de vuestras consciencias y almas.
Yo les doy a conocer, a través de Mi Espíritu Divinizado, la existencia y la realidad que los reúne y los espera encontrar preparados para testimoniar que ahora son fieles hijos del Creador.
Abriendo las puertas de los Cielos Infinitos, últimas oportunidades serán derramadas como Gracias en el corazón de los justos y de los sabios. Sean como Moisés, que fue fiel a los pedidos del Señor y que, a pesar de su caminata durante cuarenta años en el desierto, nunca perdió la fe y la esperanza.
A pesar de todo, Moisés no se sintió abandonado y construyó en su interior la unión perfecta que lo llevó a encontrar el Plan de Dios por encima de toda dificultad. La fe inquebrantable de Moisés mantuvo unidos a los pueblos de Dios en el origen y en el principio de su linaje y de su propósito.
Fue esta fe, la que una vez Jesús vivió por todos, y la esperanza, que permitieron cumplir, a pesar de todos los males, con el objetivo primordial: el futuro surgimiento de una Nueva Humanidad.
De esa forma, Mi Corazón silencioso y calmo aprendió que en la fe absoluta no existen barreras para concretar lo que Dios pide, aunque parezca imposible.
Ahora, hijos, están delante de una ciencia espiritual que los invita, por medio de la oración, a despertar a todo lo que existe en la morada de Dios. Si el mundo se abriera a reconocer su verdadera identidad para con el Universo, la raza entera ya estaría en la escuela de los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por abrirse a descubrir vuestro propio y verdadero llamado de Dios; el Universo los acoge siempre!
Los reúne en el Cenáculo de los Ángeles de la Luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Queridos hijos, no tengan miedo!, siempre encontrarán refugio en la fortaleza de Mi Corazón. Allí nada malo sucederá, y sentirán el Amor Inmaculado que siempre los abrazará.
Viviendo el tiempo de vuestra purificación, que es el tiempo de vuestra constante preparación, tomen como instrumento invencible la oración del corazón; así descubrirán los dones internos de la fortaleza que constituye Mi Corazón Inmaculado.
Hijos Míos, que en estos tiempos difíciles, y al mismo tiempo decisivos, vuestra mirada solo se concentre en el Propósito que el Padre Celestial tiene pensado para cada uno de ustedes. De esa manera, concentrando vuestro sentir y vuestro mirar en el Corazón del Padre Eterno, estarán siendo guiados por los caminos correctos.
Queridos, que ni una pequeña parte de vuestros seres se sienta separada de Dios. Trabajen sin demora para construir una fortaleza semejante a la de Mi Inmaculado Corazón.
El Señor los espera en el regazo de Su Reino Celestial para tenerlos en brazos y así entregarles el legado eterno de Su Misericordioso Amor.
Con determinación y entrega al gran Propósito del Creador, ustedes fundarán las bases necesarias para la manifestación del espíritu de la Nueva Humanidad, que estará absuelta del pecado, de la negación y del sufrimiento.
La victoria de Mi Inmaculado Corazón y el triunfo de Mi presencia en el mundo y en toda la humanidad determinarán el gran paso evolutivo que Mis hijos deberán dar superándose a sí mismos. Esto librará a los inocentes de todos los ultrajes, y los más humildes serán los precursores de la Buena Nueva para el tiempo que llegará.
En el camino de la oración ardiente siempre Me encontrarán, rezando por ustedes y por el mundo.
¡No teman! Sean valientes y adquieran el don de Mi fortaleza para enfrentar el tiempo de cambios y definiciones.
Mi Amor siempre los impregnará a todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Amor Purísimo del Creador,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Cuando el Padre contempla el amor en el corazón de Sus Hijos, Sus Planes se multiplican dentro de Su Consciencia, reflejando el infinito amor que tiene por Sus Criaturas.
En este tiempo, Mis amados hijos, cada instante que pasa en vuestro tiempo, en cada movimiento interior humano, la Divinidad observa los pasos que cada corazón da hacia la evolución.
Cada vez que una plegaria sincera hecha con el corazón se eleva hacia las Puertas Celestiales, un acontecimiento incierto se revierte y los seres, los pueblos y las naciones cambian sus destinos.
He llegado hasta este rincón del mundo para traer Mi Paz, para que estas naciones recuerden a aquella Consciencia Universal que los guió en el principio. Hoy Mi Amor de Madre y de Instructora los llama, para que en este ciclo, Mi Consciencia de guardiana de las almas y de su evolución, pueda acercarse a ustedes y orientarlos para este tiempo que vendrá.
Será necesario que a través de ustedes, otras consciencias puedan descubrir esta Gracia que el Creador tiene para estos pueblos. A través de Mi presencia entre ustedes, vuestro Padre Dios quiere que un gran puente de luz se construya entre vuestros corazones y Su Poderoso Corazón. Un espacio interior y a la vez universal, que se expresará dentro de cada uno de ustedes y en todo lo que existe.
Desde el origen de este planeta, se han guardado en esta región del mundo grandes recursos energéticos y espirituales, que sustentados por las Jerarquías que conducen y resguardan a los Reinos de la Naturaleza, esperaban pacientemente activarse; Ellos han estado aquí en reposo y de ahora en adelante deben estar disponibles para toda la humanidad.
El Creador no solo construyó aquí un paraíso terrenal pleno de belleza, sino que encerró en él un tesoro espiritual, basado en el poder, la fortaleza y la armonía que la Consciencia Suprema de la Naturaleza, como Madre de todo lo que sustenta a los Hijos de Dios, puede expresar en un planeta diseñado para vivir un gran proyecto espiritual.
Deberá nacer aquí, en este tiempo, un nuevo espíritu, una chispa de luz que comience a encender corazón a corazón, donde los aspectos superiores de cada ser comiencen a despertar y encuentren ese camino hacia el Creador, camino que no ha sido transitado por muchas almas. Este camino lo recorrerán de Mi mano, una mano firme que los conducirá en esta nueva etapa.
Y cuando hayan sentido en vuestro corazón y en vuestra consciencia esta nueva vibración de amor aún no experimentada por la mayoría de ustedes, otras revelaciones llegarán. A través de Mí conocerán el Amor Universal, ese que Cristo vive en el universo, conocerán lo que representa la Redención y vivirán en sus seres ese Amor Redentor que Mi Hijo trae para todos los seres humanos en este tiempo.
Yo anunciaré a través de vuestras almas, el advenimiento de una nueva etapa espiritual para esta Nación, que mediante la experiencia de unos pocos, vivirá en el futuro próximo una nueva expresión, que formará las bases de la nueva civilización.
Y entonces, parte del Plan de Dios estará cumpliéndose en este mundo; como fue en el principio de todo, esta raza humana será una manifestación plena de la consciencia cósmica de este planeta, que a través de la integración verdadera, amorosa y armoniosa del ser humano con los Reinos, alabará al Creador y expresará gratitud por Su Creación.
Entonces, la Cruz de la Nueva Humanidad será el emblema que reinará de norte a sur y de este a oeste, su consciencia de plata brillará y manifestará la unidad de todo lo Creado por Dios. En ese futuro, el hombre será feliz, con una felicidad espiritual y evolutiva, lo que lo llevará a unirse al Universo en Fraternidad.
Pueblo de Noruega y de los países hermanos, hijos Míos:
Vuestra Suprema Madre Universal está aquí para protegerlos y resguardarlos de todo mal. Solo permitan que ingrese en vuestro corazón. Sean bienaventurados, defiendan siempre la paz entre todos los pueblos y esperen la llegada del Gran Redentor Universal, que traerá con Él otras Leyes y que espera encontrarlos preparados para vivirlas.
Permanezcan en la paz de Dios, que hoy recoge sus oraciones, para que con ellas se pueda diseñar un nuevo futuro para la humanidad.
Gracias por estar hoy Conmigo.
Vuestra Suprema Madre Universal, Madre de los Vikingos, pueblos de Dios
Quiero dejar Mi gesto de paz a todos, Mi Misericordia renovadora en este nuevo ciclo.
Hoy reúno a nuevas almas que son llamadas para la consagración interior.
Hoy consagro también nuevas familias que siguen el camino, que siguen el camino y el fiel ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret.
Pero hoy vengo a vuestro encuentro como el Sacerdote Mayor. Aquel que les dará la Vida después de la vida, la eternidad después de este mundo, el paraíso después de esta vida terrenal.
Caminen en dirección hacia ese propósito.
Mi Corazón hoy está muy agradecido, feliz y en gloria por vuestra respuesta.
Gracias, compañeros, por haberme acompañado durante un año de Gracias.
Que este hecho tan importante, para la vida del espíritu, nunca se borre de vuestras memorias, porque sabrán todo en el próximo tiempo.
Alegren vuestros corazones, canten junto a los ángeles, el Rey del universo ha traído su Misericordia a la Tierra.
Que se eleven los corazones caídos y que resuciten los que están muertos en vida.
Yo vengo en búsqueda de los más imperfectos, de los que no viven en Dios, pero también vengo en búsqueda de todos los que se unen a Mí a través del corazón. En el templo del corazón, siempre me encontrarán.
Hoy el universo está con ustedes.
Dios comulga de vuestros corazones y vuestras vidas comulgan de Dios.
Acepten vivir en la humildad para que puedan nacer los Nuevos Cristos, aquellos que Dios prevé que en el fin de los tiempos transmutarán la Tierra a través de la palabra de vida, la palabra renovadora que es la oración del corazón. La proclamación del Verbo Divino, entre el Cielo y la Tierra, entre los corazones y las almas de buena voluntad.
Que suenen las campanas porque ya he consagrado este pan como Mi Cuerpo vivo y este vino como Mi Sangre renovadora, símbolo perfecto de vuestra unión eterna con Dios a través de Mis aspectos sublimes que provienen de la Creación, de la Fuente Mayor.
Les agradezco, Mis pequeños apóstoles.
Hermana María Jerusalén:
Que suenen las campanas.
Todos los santos y bienaventurados han venido, en este momento de gloria, para bendecirlos.
Vean en esta noche estrellada la presencia de los ángeles y de los bienaventurados que vienen a bendecir las semillas de la Nueva Humanidad. Aquellas que brotarán en el nuevo ciclo de la Tierra para traer la paz sobre el mundo y el fin del sufrimiento humano; para que las almas se regocijen en Dios, en la victoria de Mi Misericordia y en el amor inmaculado de Mi Madre.
También vuestra Santa Madre está presente, con Sus santas consciencias de Luz. Aquellas santas que vivieron sobre la Tierra y expresaron sobre el mundo los Planes de Dios, los Dones de Dios, para alimentar de Luz a las almas y ayudar a los espíritus caídos a lo largo de los tiempos.
Vean hoy, queridos hermanos, que no estoy solo.
Mi Misericordia se expresa y se expande en todas estas consciencias que creyeron desde el principio en Mi manantial de vida y que vivieron por Mí hasta el fin de sus días.
Agradezcan a Dios esta coyuntura universal.
Emmanuel, vuestro Padre, está atento a este momento. Sientan su Presencia, el Amor expansivo de Su Luz, Su Sabiduría infinita en vuestros corazones y mentes.
Comulguen del Padre. Comulguen de Su Presencia. Él es el Eterno, Él es Sublime, Él siempre será vuestro amor.
Comulguen del universo en esta hora especial. Comulguen del universo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, bendigo esta Cruz, esta Cruz de Emmanuel, símbolo vivo de la nueva era. Que ella resplandezca en la noche de los Centros Marianos, que se le eleve el estandarte como un símbolo de la victoria de Dios sobre la Tierra y de la paz entre las consciencias.
Honren a Mi Presencia glorificada a través de la Cruz. Pues hoy les digo: ya no estoy más muerto, sino vivo en vuestros corazones. Soy vuestro Glorificado Corazón, vuestro Rey Universal de las alturas.
Aguarden Mi llegada. Aguarden Mi Retorno. El tiempo se acerca y la liberación se aproxima a todos los corazones.
Confíen en lo que les digo.
Todo tiene su tiempo, todo tiene su lugar. Así se cumplirá la misión en la vida de todos los seres.
El Cielo y la Tierra hoy están juntos, porque las almas son una sola. Guarden este momento en vuestros corazones.
Hoy quisiera estar más tiempo con ustedes, pero el mundo Me llama. Hay mucho que aliviar.
Vayan en paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Queríamos compartir con los hermanos algo que Cristo Jesús transmitió.
Cuando creímos que Él ya se había ido, en verdad, no se había ido. Apareció con muchas Jerarquías, con muchos santos, como Santa Teresa de Ávila, Santa Rosa de Lima, Santa Clara y muchas santas más. Apareció también San Francisco, Padre Pío, ángeles, el Arcángel Miguel, la Virgen Santísima que vino vestida de blanco como una novia, como una esposa fiel a esta ceremonia.
Hoy Cristo apareció como el Corazón Glorificado, pero llevaba una corona sobre Su Cabeza que simbolizaba Su reinado, según Él nos dijo, en todo este universo, entre todas las estrellas y todos los soles. Él nos trajo este símbolo no para mostrar Su poder, sino para mostrarnos Su humildad; porque a pesar de esa tarea, que Él tiene hoy, siempre se colocaba por debajo de todos nosotros.
Entonces, en un momento, Él comenzó a caminar por encima de los hermanos presentes, y sacaba muchas cosas de Su Corazón; vimos pétalos de varios colores que iba derramando sobre las cabezas de todos.
Después, en un momento, se elevó y el universo se abrió más ampliamente, llegando la visita de todos esos hermanos, de los bienaventurados, de los santos.
Madre María Shimani:
Bien, como era de prever en este final del tiempo, gracias a Dios cada día vamos a trabajar más y cada día vamos a comprobar mejor que el Amor de Cristo lo puede todo.
Esta Cruz Azul, que todos pueden contemplar detrás nuestro, fue algo que Él pidió que construyéramos porque a través de ese símbolo, durante la procesión que realizamos hoy, Él iba a recoger del planeta, a través del Amor del Creador, a todos los espíritus impuros. Y Él nos dijo que mañana volviéramos a hacer otra vez la procesión porque esa Luz azul, que representaba a la energía del Creador Emmanuel, iba a volver a recoger aquello que hubiera quedado en el planeta.
Por eso, nosotros nos adherimos totalmente a Su Pedido, de corazón. Y a partir de hoy, seguramente, una Cruz Azul resplandecerá en cada Centro Mariano, manifestando la victoria de Dios sobre la Tierra.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cristo nos pidió, en el Mensaje del 2 de enero de 2014, que construyéramos esa Cruz para la procesión. Y también nos dijo que los días 5 y 6 de todos los meses, en los Centros Marianos, realizáramos esa procesión.
Él pidió que la Cruz fuera construida perfectamente. Hoy dijo que le gustó la Cruz, pero que le pareció un poco pequeña, porque aquella que debe ser elevada en cada Centro Mariano, Él quiere que sea vista desde lejos, durante la noche, para iluminar el camino de las almas y principalmente de todos los que circulen cerca de los Centros Marianos, para que recordemos, decía Él, la Presencia de Emmanuel.
Quienes acompañan Mis Comandos Celestiales son los ángeles supremos, que liberan a las almas del mundo de las prisiones que les son impuestas cuando viven en constante pecado.
Esta misión angélica también irradia Mis Poderosos Rayos de Misericordia, los que ofrecen a todos la oportunidad de liberación. Ahora, los ángeles supremos del Cielo, se preparan para retirar de los ojos del mundo las vendas de la ilusión y del deseo material por las cosas banales.
Pero será necesario que los corazones orantes de la Tierra participen de estos comandos redentores a través de la oració misericordiosa del corazón; así sus pies caminarán por los senderos seguros para encontrar, en el próximo tiempo, el portal hacia el Paraíso.
Permitan que también las vendas de sus ojos sean retiradas por Mis Sagradas Manos. Yo les prometo que no sufrirán, sino que verán surgir la luz de Mi Misericordia como Gracia Solar en el horizonte.
Vean, en estos tiempos, la real necesidad de servir sin cansancio a sus semejantes, porque solamente entre ustedes y Yo construiremos el surgimiento de la Nueva Humanidad.
Que los ángeles supremos guíen el camino infinito de sus almas, que sus instrumentos sagrados estén preparados para la inusitada batalla contra las argucias del Infierno. Así como una vez estuve tres días en el Infierno, Yo volveré para llevar la Luz a la eterna oscuridad.
Imploren Piedad y Misericordia a su Padre; es hora de vivir en Mi vigilancia perpetua.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Corazón Guerrero.
Cristo Jesús
Con las simples y verdaderas ovejas, Mi Consciencia Sacerdotal ayuda a la gran Consciencia Planetaria.
Con los orantes y los adoradores de Mi Santísimo Cuerpo Glorificado, Yo construyo el camino para la Nueva Humanidad.
Con los silenciosos, los reverentes y los devotos, Yo construyo la fuente que dará de beber a todos los que tienen sed.
Con los Míos, Yo cumplo todas las obras y a ellos les doy Mi Sacrificio para que puedan formarse como Nuevos Cristos.
Porque con los humildes y los pacificadores, Yo logro llegar profundamente a los abismos de este mundo y recoger a las esencias que han caído en pecado mortal. Por eso, cada nuevo día Mi Corazón pedirá un poco más a Mis siervos, porque será necesario revertir la situación planetaria y como siempre lo he dicho: “Con los Míos Yo realizaré Mis grandes Obras”.
Por eso díganme sí, porque siempre los acompañaré.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por estar en Mi Sagrado Corazón de Paz.
Cristo Jesús
A las tres de la tarde, a Mi Corazón le agrada ingresar en todos los hogares en los que Mi Espíritu es bien recibido y esperado.
Este acto de parte de los fieles devotos de Mi Sagrado Corazón representa el verdadero misterio de la fe que brota de cada alma, y este acto de amor también representa para Mí un emblema de unidad entre el Cielo y la Tierra.
Mi Corazón prepara en estos tiempos, todos los días a las tres de la tarde, a los soldados de Mi Infinita Misericordia los que deberán dar testimonio al mundo de Mi aproximación inusitada a la Tierra, a Mi casa original.
Por sus preciosas oraciones, se preparará la Tierra en la que se colocará la semilla de la Nueva Humanidad que brotará como una flor hermosa de la cual emanarán los aromas de la redención.
Hoy les pido que perseveren en Mi Propósito para que Dios les envíe Sus Eternas Gracias, que los ayudarán a caminar entre los abismos y las grandes batallas. Pero para que eso sea posible deberán surgir los testimonios sinceros de su fe y amor por Mi Corazón Confiable.
En esta era de tribulación y de ausencia de luz, Dios llama a todos Sus hijos para que suban a tiempo a la barca de la salvación, aquella barca de la Divina Misericordia que pasa frente a sus hogares y toca la esencia de sus corazones.
Por eso Yo enviaré, como en el pasado, a los nuevos apóstoles; esta vez revestidos de paz y de misericordia para que, en humildad y en oración, den ejemplo de redención y de renacimiento a la vida del espíritu, a la Vida Universal de Dios.
Todo sucederá en la medida de la entrega de los que favorezcan en amor a Mi Sagrado Proyecto Redentor.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Como Madre de la Iglesia de Mi Hijo, Madre de aquella sagrada doctrina espiritual que Jesús estableció antes de Su Ascensión, hoy vengo a comunicarles que como su Madre del Cielo, estoy reuniendo a todos los soldados del mundo entero, principalmente a aquellos que provienen de diferentes caminos espirituales, con el fin de cumplir con las profecías de Mi hijo San Juan Apóstol, de poder unir en un solo rebaño espiritual la Nueva Humanidad, una humanidad de servicio, una humanidad orante y perdonada que en estos tiempos, bajo la intercesión de Mi Gracia, deberá responder al gran Llamado del Altísimo.
Por eso, por aquellos que aún duermen, ¡oren! Por aquellos que se separaron de Mi bendito Corazón materno, ¡oren! Por aquellos que sufren física y moralmente, ¡oren! Por aquellos que no viven en Dios, ¡oren! Oren por todos y por todas las causas.
Les pido, Mis queridos, que hoy ofrenden a Dios la oración del Santo Rosario para que Mi Corazón Inmaculado pueda implorar ante Él. Se aproxima un gran momento para todos Mis hijos de la humanidad, un momento al que ustedes llaman purificación.
A aquellos hijos que sostengan Conmigo la bandera de la paz y de la Divina Misericordia, Yo les prometo, como su Santísima Madre del Cielo, que podré mudar los acontecimientos, ofreciendo a Dios Padre Mi Corazón por todos ustedes.
Queridos hijos, hoy no vengo a traerles inquietud ni preocupación, hoy vengo a traerles consciencia planetaria de las cosas que aún la humanidad hace y repite sin prestar atención a la gravedad de su destino.
Por eso, fortalezcan sus grupos de oración, fortalezcan sus redes de fraternidad, preparen desde ahora el camino para lo que llegará. Ya no pierdan tiempo en ustedes mismos, sino dediquen su tiempo a estar unidos a los Cielos para que, durante este ciclo, ustedes estén dentro del Reino de Mi eterna Gracia.
Como Yo lo hice en el pasado, lo volveré a hacer en el presente, pisaré con Mis pies el mal del mundo y liberaré con Mis poderes a los corazones que solo me digan sí.
Súbanse a la barca salvadora que les está enviando Mi Hijo y, con atención, lean las señales de los acontecimientos.
Queridos hijos, antes de la venida gloriosa de Mi Hijo Jesús, el mundo deberá estar en otro punto; para eso, a los pocos rebaños con que cuento, Yo les daré las orientaciones sobre por dónde caminar hasta que puedan alcanzar el Cielo y el Paraíso.
Hijos, la humanidad necesita de mucha ayuda. Por eso, en todo el tiempo que dispongan, ofrezcan a Dios sus oraciones y sus sacrificios, ofrezcan al Padre su transformación y sus dolores internos; porque el mundo como un todo se está ahogando y necesita respirar con libertad y en su naturaleza, como lo fue en el principio del Génesis.
Queridos amados, su planeta es parte del gran Proyecto redentor de Dios, el universo está atento a la disposición de todos los servidores que, con amor, acepten sustentarlo y apoyarlo en el fin de los tiempos.
Sépanlo y recuérdenlo siempre, Yo estoy con ustedes y en ustedes. Mi Manto protege a los que se esfuerzan por estar en Dios Todopoderoso.
Estamos en el tiempo de la reparación del espíritu y del alma. Estamos en el tiempo de la liberación y de la cura para todas las consciencias.
Oremos con el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en Gracia y Amor,
María, Señora de las Gracias
Fray Elías:
Cuando la Virgen María apareció para transmitirnos el Mensaje para la Aparición, en la madrugada del 25 de julio, nuestra Madre se manifestó como siempre, pero esta vez trajo Consigo el símbolo de aparecer al lado de un gran árbol, con una gran copa verde. Era un árbol robusto, fuerte y lleno de frutos maduros. En ese momento, Ella nos dijo que era la Madre del Árbol de la Vida.
Queridos hijos:
Yo soy la fértil Semilla que se siembra en los corazones que se abren para escucharme. Cuando la Semilla de Mi Corazón se siembra, nace la nueva flor que da aromas sutiles a Dios; y el fruto crece y madura lentamente, dando así nuevas semillas de amor y de redención.
Yo soy el gran Árbol de la Vida. Yo soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad, porque a través de Mi Corazón ustedes llegarán a Dios y en consecuencia encontrarán en sus caminos la Presencia de Mi Hijo.
Algunas de las semillas que derramó Mi Árbol de la Vida eran para que nacieran otros nuevos frutos, pero estas se secaron. Por eso, Mis raíces se nutren y se alimentan de los frutos que nacieron, para fortalecer la gran copa que dará después nuevos frutos.
Si el Árbol de la Sabiduría no hubiera nacido, no podría haber nacido el Árbol de la Vida. Yo fui antes Semilla sagrada para después poder ser Flor y luego ser Fruto fecundado en el Corazón amoroso de Dios.
Dios después Me envío por el universo para sembrar las nuevas semillas de luz y, en esta trayectoria, Me envió en una gran misión a la Tierra, para que fuera sembrada en Mi interior la Segunda Persona de Dios, el Hijo Primogénito que era y es el gran Fruto de su salvación, porque es a través de Él que se encuentra la salida en este tiempo, solo en Él se encuentra la salida y la dirección para poder cumplir en vida con la Voluntad de Dios.
Ustedes, Mis queridos, son estos nuevos frutos que ya están por madurar en Mi Árbol de la Vida, porque los frutos nunca pueden estar separados de Su Árbol y el Árbol nunca podrá estar en esplendor si le faltan sus frutos.
Hoy los invito a descubrir los frutos de su conversión y de su redención. Aún el tiempo de que surjan las nuevas semillas está esperando despertar y esto será posible si sus frutos están bien maduros, para que den buenas semillas.
En todo este ciclo planetario, el poder de Mi Gracia y de Mi Misericordia está pasando ante sus vidas, para que antes de todo lo puedan percibir.
Dios espera que Sus hijos puedan ser árboles fuertes y maduros, que puedan dar frutos para que los más humildes se puedan servir de este sagrado alimento y así sus almas estén unidas a Mí por medio de la gran semilla del servicio y de la oración. Si esto no existiera, las semillas se secarían pronto.
Por eso, Mis queridos, en este Mensaje quiero hacerles comprender que ustedes están unidos al gran Árbol de la Vida, el Árbol de Dios que guarda la memoria de sus orígenes, un espacio interior al cual deberán retornar después de todo.
Es el gran Árbol de Mi Consciencia, el que se donó al Padre para dar semillas de luz y sembrarlas en los corazones que se unen en eterna oración. Ahora, el nuevo árbol de los frutos maduros deberá surgir en la próxima humanidad.
Ahora, ustedes son sagradas semillas en las Manos de Dios que, con tanto amor, espera sembrarlas en el nuevo mundo. Por eso, queridos hijos, comprendan que cada acto de amor, servicio y oración es un nuevo fruto para su redención y para la redención de la humanidad.
Sus pasos deberán dirigirse a Dios a través del corazón puro, la pureza hará madurar los frutos correctamente y así en sus seres reposará el Espíritu y la Sabiduría de Dios.
Gracias a todos los hijos que con amor, durante esta madrugada, han vigilado Conmigo en oración por el cumplimiento de Mis Planes de paz y de redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado, en fe y devoción!
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Una vez más les ruego que acompañen todos Mis Mensajes desde el corazón, porque ya es tiempo de que vivan Mis Palabras, ellas han intentado construir algo inquebrantable dentro de sus seres. Ahora, Dios Me ha pedido que, después de todo lo que les he entregado a Mis queridos hijos, Yo le entregue a Él los frutos que deposité en cada uno de sus corazones.
Por eso, Mi consciencia maternal se manifiesta a través de impulsos espirituales a todos los que se abren para recibir el conocimiento de otras Leyes, Leyes que no están presentes en sus seres, pero que ustedes sí pueden estar unidos a ellas.
Mi Obra es una obra de paz, de fraternidad y de hermandad.
Todas las piezas que Yo moldeo, día a día, son entregadas después a Mi Hijo, para que Él las encamine hacia su misión final. Pero algunas de estas piezas, que forman parte del Todo, son duras de pulir. Por eso, Mi Amor que es profundo y verdadero por todos ustedes, intenta desterrar aquello que ya debe morir para que así nazca el nuevo espíritu.
A lo largo de los siglos, siempre le advertí a la humanidad que si ella no cambiaba de actitud, tiempos difíciles llegarían a la puerta de la vida de cada ser. Ahora, estos tiempos ya llegaron, tiempos de equivocadas acciones en el aborto, el suicidio, la mentira, el poder y el deshonor; los que en algunos corazones desbordan más que un río.
Pero Mi Corazón, que es paciente y manso, los quiere llevar a encontrar la Verdad, la Verdad de Dios para sus vidas, porque será a través de su transparencia y de su oración que se transformarán en aquello que Dios tanto espera y, de esa forma, ustedes como parte de toda esta única humanidad ayudarán a que ella se convierta pronto.
No se olviden, Mis queridos hijos, de que lo que fue escrito en la Biblia Sagrada se está cumpliendo, de una forma que muchos no perciben por estar llenos de otras cosas en vez de aferrarse a los poderes de la oración.
Si en verdad el mundo quisiera estar en el Reino de Dios, ya no cometería algunas acciones que perjudican siempre a los más desprotegidos y pobres.
Por eso, Mi Amor ingresa al mundo como una nueva Ley para que Mis hijos reaccionen, ya no son tiempos de vivir en las pequeñas insignificancias, sino que es tiempo de adquirir a través del Espíritu Santo una fuerza mayor para ayudar a los Planes de Dios.
Por medio de la Gracia y de la Misericordia, sé que ustedes podrán acompañarme y darán los pasos maduros hacia la conversión que los llevará a vivir la liberación. Hoy, más que nunca, los rebaños de Cristo deberán ser uno solo para que, a través de la oración, creen un muro protector que los separe del mal y los una más a Dios Todopoderoso.
Queridos hijos, he querido ser fiel a ustedes ante la situación planetaria, pues es hora de vivir la vida desde otra postura interior, porque su universo interior en este tiempo debe colaborar con el Plan del universo. Ustedes deben ser portadores de los nuevos códigos crísticos que Mi Hijo está derramando en aquellos que le dijeron sí.
Por eso, es hora de retirar de ustedes lo viejo, aquello que duele en lo profundo de sus corazones, para que en la oración alcancen la fuerza preciosa que irradia el perdón.
Queridos hijos, Yo los quiero preparar e instruir, porque la Mujer Vestida de Sol se está anunciando al mundo por última vez antes del nacimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por madurar en la fe y en la confianza en Dios!
Los bendice siempre,
María, Madre y Reina de la Paz y de la Reconciliación
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos, con alegría nuevamente los llamo a la oración, porque a través de la oración encontrarán el perdón, el Perdón de Dios.
Queridos hijos, Dios Me ha concedido una Gracia especial de poder conocer desde el Cielo este hermoso lugar. Vean cómo a través de ese lago se extiende un gran portal de Luz, un portal de Luz que se eleva al Corazón de Dios.
Queridos hijos, honren las creaciones que el Padre ha hecho para ustedes. Oren por esas creaciones que el Padre le concedió a la humanidad, porque en ellas está la belleza y la Presencia de Dios.
La nueva civilización deberá nacer, queridos hijos. Una Nueva Humanidad que deberá vivir en la Paz y en el Amor de Dios. Por eso, queridos hijos, Yo les suplico que oren, para que esa Nueva Humanidad pueda despertar. Están a tiempo de cambiar los rumbos de la humanidad.
En honra a Nuestra Señora del Santo Rosario, los invito a venerar esta Presencia Maternal que, a partir de Dios, intercedió por el mundo, salvándolo de un grave error.
Puedo decirles, queridos hijos, que hace 2013 años Mi Hijo llegó al mundo y en 1917 llegó Mi Corazón Inmaculado para salvar a la humanidad y cambiar su destino.
Quiero decirles hoy, queridos hijos, que Dios ha escuchado sus oraciones. Es necesario que en este tiempo se puedan crear nuevos grupos de oración, para que Mi Corazón Materno esté presente entre ustedes.
¡Qué más quiero Yo, queridos hijos, que llevarlos a Jesús, a la presencia de Su Misericordia!
Ustedes saben, hijos Míos, que la humanidad toma decisiones erradas en este tiempo, decisiones que no están dentro de la Voluntad de Dios.
Por eso, hoy los invito, hijos Míos, a que a través de la oración tengan corazones mansos, para que a través de la mansedumbre pueda despertar la humildad.
Estoy aquí, queridos hijos, como su Madre. Yo reconozco a esta amada Argentina, porque está dentro de Mis planes de salvación.
Durante el mes de marzo de 2013, queridos hijos, llegué también aquí a través del Mensaje de Medjugorje, pero veo que muchos corazones aún no han despertado. Por eso, hoy Me atrevo, queridos hijos, a dictar las Palabras que siente Mi Corazón, para que ustedes las puedan escuchar con mucha atención y determinación.
Dios espera de esta nación buenos frutos. Para que eso suceda, hijos Míos, ustedes tienen en sus manos el rosario y la oración, que también ayudarán a su conversión y perdón, para que caminen por lugares seguros.
Hoy, estoy congregando a todas las naciones de América. Y también quiero agradecer, hijos Míos, a aquellos países distantes que Me escuchan. Mis Gracias también llegarán a cada uno de ellos. Brasil, Uruguay y Argentina deben estar consagrados a Mi Inmaculado Corazón.
Por eso, los invito a través de la fraternidad a que puedan aprender de la devoción que tiene el Brasil por Mi Corazón; aprendan también del servicio que prestan todos los argentinos; aprendan del cuidado que Uruguay tiene con todos los Reinos; y de aquellas consciencias que se ofertan para servir a Dios, a cuidar a sus semejantes y a no destruir Su Creación.
Como saben, hijos Míos, oro por ustedes en estos tiempos definitivos. Dios necesita que sus corazones despierten para que la consciencia alcance la Luz. Escuchen Mi llamado con devoción y amor. Dios necesita de todos ustedes en este tiempo.
A través de Mis visitas a cada una de las ciudades, estoy construyendo la Red-Luz de Oración, estoy tejiendo un nuevo Rosario de la Paz y ustedes, queridos hijos, son las cuentas de Mi contemplación. Vean así, hijos Míos, qué infinito es el Amor de Dios por ustedes, que les envía a Su Madre para darles una nueva oportunidad.
Si viven en la paz, la paz estará en sus familias, se disolverán los conflictos de los corazones de los hombres, las naciones vivirán en la luz y en la paz, y ustedes tendrán un tiempo más de paz.
La paz no existe en el mundo, queridos hijos, porque los corazones no oran verdaderamente. La oración debe brotar de su corazón y debe ser la palabra viva en sus vidas.
En ese sentido, hijos Míos, Yo los ayudaré. Cada vez que se coloquen a orar Conmigo, la Madre del Cielo los conducirá y los guiará porque, sobre todas las cosas, en este tiempo quiero que alcancen el Paraíso; y cuando Yo los llamo a la oración los llamo a vivir la redención.
¿Por qué, queridos hijos, repito todas estas cosas?
Sus corazones son corazones de niños que aún deben madurar y despertar a la Voluntad de Dios. Por eso, amen el Amor desconocido de Dios, lo verán en toda la belleza que Él ha creado.
Coloquen sus oraciones en lo profundo del corazón y, frente a la naturaleza que Dios creó, comulguen con el Infinito, con el Espíritu Santo. Ese Espíritu llegará a auxiliarlos, hijos Míos, principalmente a los corazones que oren con amor.
Hijos Míos, están a tiempo.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mis queridos, hoy vengo hasta ustedes, trayendo a muchos ángeles de Mi Reino, ángeles que no pertenecen a esta Tierra. También convoqué, para que reciba Mi Corazón, a cada ángel de sus seres, el que los acompaña día y noche. Hago esto, hijos Míos, para que tengan auxilio para despertar.
Hoy, Mis queridos, toco los corazones que no Me sienten y que Me encuentran por primera vez, que pueden oír Mi Voz y encontrar Mi Corazón.
Hijos Míos, quiero que Mi llamado recorra el mundo, porque Mi Presencia, en este tiempo, tiene un motivo espiritual de salvar el máximo de almas posibles, de traer a Mi Reino y a Mi Corazón a todos Mis hijos que se perdieron del camino, a todos Mis hijos que no encuentran la devoción y que tienen la llama del corazón apagándose.
No permitan, hijos Míos, que sus corazones se apaguen en este tiempo, que no encuentren la devoción y la fe para seguir fortalecidos rumbo al Paraíso.
En este tiempo, Mi Corazón espera que puedan encontrar Mi Reino en la Tierra, a través de una vida de paz, de comunión, de sinceridad y de fraternidad; porque si sus corazones pueden vivir estos atributos en sus casas, encontrarán un pedazo de Mi Reino y mantendrán siempre abierta la puerta para la llegada de Mi Corazón.
Hoy, Mis queridos, Yo los invito a acompañar a Mi Corazón en esta trayectoria, a ser soldados marianos de Mi Corazón, a comprender que Mi Presencia en este lugar es real; que la Reina del Universo, que fue consagrada por los ángeles y por el Señor, hoy visita sus corazones, consagra esta ciudad como un espacio más de esta nación que debe ser convertido.
Y cuando les hablo de conversión, hijos Míos, les hablo de corazones que oran con sinceridad, de una ciudad que siempre está abierta para recibirme, una ciudad que comulga de los Reinos, de la Creación Divina de Dios, este presente que el Señor les envía para que puedan mantener un corazón puro a través de la belleza de la naturaleza.
Mis amados, ¿comprenden Mi Presencia en este tiempo? Y, ¿aceptan responder a Mi llamado?
Caminen Conmigo, oren Conmigo con el corazón, llamen diariamente a Mi Presencia, porque Mi Corazón aspira profundamente a poder estar entre Mis hijos, acompañando a sus familias, bendiciendo sus hogares y conduciendo sus corazones hacia una Nueva Humanidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Como ustedes saben, queridos hijos, Mi Hijo siguió los pasos de la Cruz. Por eso, Yo vengo en este tiempo, a este lugar y a Medjugorje, para aliviar el peso de su cruz, el peso de la cruz de cada una de las almas, que a muchos está condenando.
Por eso, Yo los llamo urgentemente a la conversión y la llama de su fe será la oración, porque reconocerán en ella el Amor y el Poder de Dios.
En esta noche que termina, queridos hijos, vengo también a bendecir, a bendecir sus corazones y sus familias y, en honra al Corazón de Jesús, vengo a derramar Mis Gracias sobre ustedes, para que con la bendición del Padre siempre puedan ver la Luz en el camino y sepan que existe la esperanza en el Cielo por un mundo mejor, un mundo redimido, un mundo salvado por el Regreso del Redentor y de la Bienaventurada Madre de Dios que, como hace 2013 años, retornarán para convivir con ustedes en la promesa de la Tierra Prometida, porque lo que ya fue escrito, queridos hijos, poco a poco se está revelando.
Los tiempos son urgentes, es necesario despertar a la Consciencia Mayor.
Queridos hijos, cantemos.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cantar “Inmaculado Corazón de María”. La Madre está pidiendo que, del grupo de Mendoza, el grupo de Javier suba aquí.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Bendigo a este grupo, fiel devoto de Mi Inmaculado Corazón, en nombre de todos aquellos grupos de oración de Argentina que están despertando a la fidelidad de Mi llamado.
Que en esta noche de Gracias, reconciliación y alegría reverbere en sus corazones el eco de Mi Voz y que la Paz, queridos hijos, esté con todos ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cada vez que una Aparición termina, a veces recibimos el permiso de la Madre para hacer algunos comentarios. Así que ahora, Fray Elías nos va a comentar algo que la Madre le pidió.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, durante la Aparición, María vino acompañada por los ángeles y, a través de Su Aparición, citó a todos los ángeles de esta región de Bariloche, que eran muchos, ángeles guardianes que comenzaron a colaborar con esta ciudad.
No se percibía que hubiera un gran mal sobre este lugar, al contrario, había mucha armonía, mucha paz que ellos veían, porque el lugar ayuda a esa situación.
Y después que Nuestra Señora apareció como la Reina de la Paz, Ella hizo un trabajo interno con nuestra consciencia, algo que hoy desconocemos, que Ella no nos relató, pero sí nos dijo que trabajó con cada uno de nosotros y nos pidió que guardáramos ese trabajo interno que Ella hizo con cada uno de nosotros, porque Su Presencia transforma nuestras vidas.
Hoy, nos llamó mucho la atención el momento de la Aparición, porque Ella sostenía fuertemente el rosario como nunca. Y ese rosario, que Ella hoy trajo en Sus Manos, es el rosario que utiliza para orar por la Argentina, un gran rosario.
Y también nos dijo algo que queremos compartir con ustedes, como ustedes escucharon nos dijo que las oraciones fueron escuchadas y que esas oraciones llegaron al Corazón de Dios, en representación de todos los argentinos.
Cuando la Señora llamó al grupo de Mendoza, no solo lo llamó para bendecirlo, para derramar una Gracia en nombre de todos, sino también para hacerles un pedido. Ella les dijo que la próxima Aparición será en Mendoza y que antes de fin de año sabremos dónde, en qué fecha será.
Ella quiere hacer una tarea importante en Mendoza. Ella dijo que allí se encuentran cosas preciosas y, cuando Ella decía eso, se refería a la hermosura que tiene la Argentina como país y que nos invitó a que, a través de la oración, podamos cuidarla y protegerla, porque será necesario en este fin de tiempo.
Ella espera que pueda nacer algo importante aquí en América, y eso será posible a través de nuestro trabajo, de nuestra oración, de nuestra perseverancia.
Así, Ella nos invitaba, en síntesis, a que la ayudemos a concretar esos planes que tiene previstos, porque Ella espera que el mundo pueda vivir en profunda paz.
Madre María Shimani de Montserrat:
Nuestra Señora hace un tiempo ha comenzado a hacer algunas revelaciones a través de los Mensajes que, en forma semanal y mensual, Ella nos transmite a nosotros. Y como están publicados en la página de Divina Madre; si ustedes leen y estudian con atención, muchas cosas van a comprender, muchas cosas que nuestra Madre nos quiere alertar y muchas cosas que Ella quiere que nosotros sepamos que van a suceder.
En realidad, no hay ningún misterio, solo que nosotros somos un poco perezosos y no tenemos la constancia de escuchar verdaderamente las Palabras de Nuestra Señora; porque si nosotros estudiáramos las Palabras de Nuestra Señora, comprenderíamos la realidad que hoy vive este mundo, qué es lo que va a suceder y qué es lo que nosotros podemos impedir que suceda, qué es lo que tenemos que hacer para que eso no suceda y cómo lo tenemos que hacer.
No hay absolutamente nada escondido. Todo ha sido revelado, palabra por palabra, por nuestra Madre, solo que nosotros no estamos atentos y preferimos leer o estudiar otras cosas en vez de estudiar y leer las Palabras de Nuestra Señora.
Y, cuando haya pasado el tiempo y algunas cosas comiencen a acontecer, ya no habrá tiempo para lamentarse y no habrá tiempo para modificar los acontecimientos; pero ahora, todavía tenemos tiempo y tenemos que saber que estamos todos avisados.
Así que nosotros los invitamos a recorrer la página y a compenetrarnos de la información que Nuestra Señora nos ha dado.
Nosotros hemos podido ver y compartir con personas que han transformado su vida a través de los Mensajes de la Madre, con familias enteras que han transformado su vida a través de la devoción a Nuestra Señora; porque en este tiempo de tanta incertidumbre, si bien el mal tiene permiso para hacer algunas cosas, el bien tiene todo el permiso para hacer muchas más cosas.
Así que los milagros que nosotros esperamos que sucedan como cosas extrañas en el cielo, suceden dentro de nuestro ser, dentro de las familias, de los hogares; esos son los milagros y solo nos tenemos que abrir para permitir que Nuestra Señora reine en nuestra vida y que nos lleve hasta nuestro amado Cristo Jesús.
Mañana nos vamos a encontrar otra vez y vamos a ver qué es lo que Nuestra Señora tiene para decirnos. Mañana vamos a profundizar en este trabajo, así que los esperamos a todos.
Muchas gracias por habernos acompañado.
¡Madre, gracias por cuánto nos das!
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, Mi Corazón agradece la presencia de cada uno de sus corazones. Contemplo a cada uno de Mis pequeños hijos, a algunos que Me sienten por primera vez.
Queridos hijos, vengo a traerles Mi Paz y a aliviar el Corazón de Mi Hijo Jesús a través de la conversión de sus corazones.
Mis queridos, necesito la oración sincera de cada uno de ustedes, día tras día. Al descender a la Tierra, Mi Corazón aún encuentra mucho sufrimiento, muchas almas que esperan sus oraciones. Mi Corazón Inmaculado necesita de la intervención de cada uno de ustedes.
Queridos hijos, Mi Corazón conoce también el corazón de ustedes y sabe las pruebas que cada uno vive en este momento. Acojo en Mi Corazón los dolores que siente cada uno de ustedes.
Queridos hijos, oferten esos dolores al Corazón de Mi Hijo Jesús. Vacíen sus corazones a través de la humildad, para que Mi Hijo pueda convertir sus corazones en corazones mansos, en corazones fuertes, en corazones pacificadores para este final del tiempo.
Mi Inmaculado Corazón necesita columnas para derramar Mi Paz, soldados de la Luz que lleven Mi Paz a todos.
Necesito, de cada uno de ustedes, la apertura de sus corazones para que Mi Amor pueda llegar a los que no Me sienten ni Me escuchan.
Queridos hijos, necesito que sus corazones puedan vivir la caridad fraterna, la unidad entre todos ustedes, porque es a través de esa unidad que se construirá el camino para el Retorno de Mi Hijo.
La unidad construirá la mansedumbre en el corazón de cada uno de ustedes.
Por eso, hoy les pido que sean humildes y simples, que reciban Mi Amor sin crear barreras entre Mi Corazón y sus corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Los necesito a ustedes para poder consagrar el camino de la Nueva Humanidad.
A través de la Gracia de Dios, queridos hijos, una vez más, desciendo desde el Cielo. Sé que sus intelectos no lo comprenderán, pero sí sus corazones. Esta es una Obra verdaderamente de Dios para el fin de este tiempo.
Cuando llego del Cielo, vengo a compartir Mi Paz con ustedes. La paz se disuelve del corazón de muchos hombres; por eso, Yo estoy aquí. Por la falta de paz, queridos hijos, hay ausencia de amor.
Hoy, les traigo en Mis Manos el Corazón Eucarístico de Mi Hijo, para que siempre recuerden adorarlo y consagrarlo en sus vidas.
Mi Hijo quiere seguir derramando Su Misericordia, pero si las almas no creen en Mi Mensaje, podrá llegar la Justicia.
Hace tanto tiempo que estoy en Medjugorje proclamando Mis Palabras y, por Gracia de Dios, nuevamente Yo estoy aquí entre ustedes. Dios Me ha concedido la Gracia de realizar Apariciones en cada una de las ciudades, llevando un Mensaje renovador a cada uno de Mis hijos.
Cuando permitan abrirse a Mi Inmaculado Corazón, la Gracia de la cura sucederá y sus dolores se disolverán del corazón. Podrán renacer como nuevas familias consagradas a Dios; porque hoy, queridos hijos, Yo los invito a consagrarse como la Sagrada Familia.
En la adoración al Corazón Eucarístico, encontrarán las señales para el nuevo tiempo.
Ustedes saben, Mis hijos, que Yo les hablé del tiempo de los cambios, ese tiempo está llegando a la vida de cada uno de ustedes; porque, para Dios, Sus hijos deben dejar de hacer algunas cosas, perdonando totalmente el pasado y pudiendo nacer a la Luz de Cristo, Mi Hijo.
Recuerden que Yo los invité, hace unos días, también a la Confesión. Esa Confesión debe nacer de su corazón. Cuentan con la ayuda de todos los pastores consagrados a Mi Hijo, porque Mi Hijo está presente en la Confesión.
Queridos hijos, ante tantas maldades en el mundo, Yo los estoy invitando a la oración del corazón y a la confesión del corazón. Es necesario que sus corazones estén cristalinos delante de Dios, para que la Luz del Espíritu Santo pueda llegar a la Tierra.
Ustedes, queridos hijos, deben permitir el ejercicio de esa conversión. Ya no es momento, queridos hijos, de vivir en el tiempo de la normalidad. Es necesario que entren en Mi Corazón para poder alcanzar la paz, la paz que le fue prometida a la Tierra desde hace mucho tiempo, pero Mis hijos deben cambiar y poder caminar hacia la Luz.
Cuentan con cada uno de los Sacramentos que hoy Yo les revelo. Deben vivir, en esos Sacramentos, la renovación de sus consciencias. No es momento de juzgar esos Sacramentos, sino de vivirlos con el corazón.
Los Sacramentos que Mi Hijo les dejó son puertas hacia el Paraíso. Y hoy, en nombre del Corazón de Mi Hijo, los estoy reuniendo a todos para que sepan, hijos Míos, que el Reino de los Cielos es para todos.
Esperaba este momento para decirles que Soy la Madre de la humanidad y que debo llegar a los corazones más confusos, aquellos corazones que se han separado del Amor del Padre. Por eso, hoy estoy aquí, como también en Medjugorje, recorriendo cada punto de esta Tierra para llevarles salvación y Misericordia a Mis hijos.
Queridos hijos, si ustedes verdaderamente lograran vivir en fraternidad, también vivirán verdaderamente el regreso de Mi Hijo y sus corazones estarán preparados para recibirlo y percibirlo.
Lo que más quiero para ustedes, hijos Míos, es su salvación y si sus corazones viven en Mi humildad, reconocerán todo por lo que le deben pedir perdón a Dios. La Gracia de la conversión está disponible para todos; llamo conversión, redención, a la posibilidad de poder renacer dentro del Corazón de Mi Hijo.
Ahora, queridos hijos, ¿entienden la importancia de la oración y de los Sacramentos? El ministerio sacerdotal que dejó Mi Hijo es para toda la humanidad, humanidad que en este tiempo se debe preparar cada vez más para encontrar la Luz en todas las situaciones de la vida y sobre todo, Mis queridos hijos, estar dentro del Amor de Dios.
Hoy, bendigo especialmente a esta ciudad de Camboriú y las cuentas de Mi Rosario se difunden por toda esta región para que se puedan abrir las flores del nuevo tiempo, manifestarse la nueva Luz en el corazón de Mis hijos, la misma Luz que Yo vivo en la eternidad y de la que quiero que todos Mis hijos puedan participar, mientras estén aquí en la Tierra.
Reverencien a Dios a través del amor de sus corazones, porque en este tiempo definitivo, queridos hijos, Él los está observando paso a paso y Me envía como Mediadora para poder enseñarles y ayudarlos. Cuentan con la Luz de Mi Corazón Maternal.
Bajo la Paz y la Luz del Espíritu Santo, queridos hijos, los bendigo en esta noche.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Gracias por responder a Mi llamado y por renacer nuevamente a la vida.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a enviarle todo nuestro amor y nuestra gratitud a nuestra Madre.
Canción: “Ave María” (instrumental).
Tal como nuestra Madre nos pidió, hace algunas Apariciones atrás, vamos a hacer una reflexión sobre lo sucedido hoy.
Hoy, la Madre, en el Mensaje diario, hizo un llamado a la unidad de los grupos de oración en esta región y Ella hizo mucho énfasis en disolver aquellas situaciones que no permiten esa integración y esa unidad; nos llamó seriamente a la fraternidad y también nos dio una gran lección sobre el proceso del ayuno.
Entonces, tenemos que tener estas pautas claras en nuestro ser, porque es un pedido directo de Ella.
Cada vez que nosotros no podamos cumplir, tenemos que saber que es a Ella a la que le tenemos que responder. Lo importante es que hagamos, por lo menos, un pequeño esfuerzo y que ese esfuerzo sea sincero.
Necesitamos poder vivir esa fraternidad que es tan importante en este tiempo y ser fraternos significa aceptar al otro como es.
Durante la oración, los ejércitos angélicos hicieron una gran tarea en Camboriú y la Madre nos reveló que esa tarea no había terminado aún. Por eso, Ella nos preguntó si nosotros queremos seguir colaborando con esa tarea que necesita seguir haciendo en esta ciudad.
Nosotros le dijimos que sí, y Ella nos indicó que mañana a las 20 horas volverá a aparecer para proseguir realizando esa tarea que Ella necesita hacer.
Y como ha hecho en las últimas Apariciones, en los diferentes países, Ella pide ingresar a la casa de un colaborador, de un orante, que les ofrezca su casa a todos los que quieran participar. Por lo tanto, si aparece ese lugar, lo vamos a publicar en el sitio web esta noche.
Esas tareas que realiza la Madre con las huestes de Luz, con los ángeles, probablemente solo las podamos comprender cuando estemos allá, con Ella.
Otra de las cosas importantes es que Ella nos llamó a participar de los Sacramentos Sagrados y una de las cosas que nos ha querido transmitir, en este último tiempo, es que confiemos en los pastores de Cristo, porque Él está allí.
Cuando nosotros nos abrimos a la Confesión, primero hacemos un trabajo con nosotros mismos de una profunda humildad, algo que nos viene bien a todos; y después, con esa actitud reparamos el Corazón de Nuestro Señor. Son acciones que debemos hacer por amor a Él. Tenemos que aprender a tener actitudes que reparen Su Corazón y hacerlo solamente por amor a Él.
Es así que les dejamos estas reflexiones en este día.
Ella también nos habló de adorar al Corazón Eucarístico de Jesús. Es algo que nosotros necesitamos poner en práctica, necesitamos realizar, porque son dádivas que Nuestro Señor les dejó a todos.
Tenemos que aprender a adorar al Corazón Eucarístico de Jesús, porque la Madre nos dio las llaves de que en esos ejercicios está nuestra salvación. Aquel que nunca adoró al Corazón Eucarístico de Jesús, lo invitamos a realizarlo, a colocarse frente a la Custodia, en silencio, y entregarle el corazón a Nuestro Señor.
Mañana vamos a estar nuevamente profundizando en esa tarea que nuestra Madre quiere realizar en esta ciudad. Y pasado mañana, vamos a tener nuestro encuentro en Florianópolis, a la misma hora de hoy.
Lo importante en esta tarea es que nuestra Madre nos sorprende todos los días con algo nuevo, y cada vez que nos queremos ir de algún lugar, Ella nos pide que nos quedemos, y eso nos trae mucha alegría porque sabemos que muchas almas se activan y se unen a Su Corazón.
Entonces, nos vemos mañana.
Muchas gracias a todos por haber participado y esperamos que el Amor de nuestra Madre haya llegado a sus corazones.
Queridos hijos:
Delante de las Gracias recibidas durante todos estos días, Yo los invito a vivir el amor y la fraternidad para que todos Mis hijos puedan nacer a la nueva humanidad.
Queridos hijos, para que eso suceda, Yo los invito a persistir en el ejercicio de la oración del corazón; para ello, ustedes cuentan con la asistencia y el auxilio de Mi Inmaculado Corazón, quien los guía en vuestro camino de oración.
Hijos Míos, recordando la importancia de la oración en este final de los tiempos, vuestros corazones podrán recibir la asistencia espiritual del Espíritu Santo de Dios. Sepan que cuentan con la Sabiduría del Padre mediante la oración para tomar correctas decisiones en vuestras vidas.
Quiero ayudarlos a crecer desde la consciencia para que el verdadero corazón del amor pueda llegar a cada alma de la humanidad.
Quiero prepararlos como Mi Corazón Maternal preparó el camino para la venida de Jesús. Quiero que caminen directamente hacia el Corazón Divino de Mi Hijo recordando la importancia de la comunión con Su Sagrado Corazón.
Hijos Míos, como Madre, los acompaño por esta peregrinación hacia el universo, la que vuestras vidas están realizando en estos momentos.
Recuerden que la oración es la base para que la vida del espíritu de todos Mis hijos pueda despertar a tiempo y en consciencia.
Queridos hijos, en este tiempo en donde la realidad del mundo necesita de vuestra oración, Mi Corazón los está llamando a servir a Dios mediante la oración del corazón, mediante vuestra confianza plena en Mi Hijo.
Con la humanidad en Mis brazos, hoy les digo, queridos hijos, caminen hacia el perdón del corazón para que pueda brotar en las esencias Mi Inmaculada Paz.
Estoy con ustedes durante estos días de manera especial y maternal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
¡Descansen en Mis brazos confiando en la Luz del Redentor!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos de Dios:
Estando ya cerca del aniversario de las Apariciones de Fátima, hoy los invito a abrir sus corazones a través de Mi llamado universal y celestial para el mundo.
Como Reina de la Paz, como Madre Universal, hoy Me dirijo especialmente a todos Mis hijos que han dejado el camino de Cristo, que han abandonado las aspiraciones y las promesas de Mi Hijo. A todos ellos los coloco dentro de Mi amoroso y misericordioso Corazón de Paz y les digo que retomen el camino hacia Cristo porque, en estos tiempos, Él les servirá como un lucero durante la noche.
Por todo esto, quiero especialmente, dirigir Mi Corazón Inmaculado hacia todos Mis hijos que niegan Mi existencia. Yo les digo que los amo, que los amaré y los socorreré aún más después de este mundo.
Permitan que en este momento sus corazones se reconcilien y se unan con el Único Padre del Universo, el que desde hace tiempo aguarda vuestro retorno.
Queridos hijos, solo soy una Mensajera del Cielo que los quiere ayudar a ver y a encontrar el camino que muchos han perdido por ignorancia o por distanciamiento de la Voluntad del Padre.
Sepan, hijos Míos, que Mi Corazón no les hará mal. Él solo quiere hacerles descubrir cómo en la vida se ama a Dios desde el corazón.
Por eso, queridos hijos, Mi Corazón guardián persiste en este mundo desde hace tiempo porque él debe ver surgir la nueva y redimida humanidad. Pero para que eso suceda, amados hijos, ustedes deben dar el salto hacia la divinidad, que es la misma y la única a la cual vuestras vidas deben dirigirse.
Necesito de todos Mis hijos para que retomen el camino del amor que han perdido y se reencuentren con el perdón, que falta en muchos de Mis hijos por no permanecer en Dios.
Por eso, queridos hijos, ustedes deben aspirar a la humildad porque es en ella que podrán comprender los grandes Misterios de Dios, misterios que muchos intentan mentalizar.
La verdadera vía en este ciclo será curar el dolorido y enfermo corazón de la humanidad. Ella debe conocer la Eterna Paz y el Verdadero Amor que brotan desde la Fuente de Mis Gracias a la que llamamos Dios Padre.
Acompaño sus espíritus a través del gozo infinito del Espíritu Santo y de las oraciones que constantemente elevo al Padre por todos ustedes.
Que Mi pequeño Corazón de Sierva y de Madre Nazarena les ayude a revelar los verdaderos pasos que sus vidas tanto buscan. Vivan a Dios sin restricciones para que la sabiduría los oriente en el camino de Mi Absoluta Paz.
Quiero que puedan conocerme sin miedos porque muchos de Mis hijos aún le temen al poder de Mi Amor. Mi Corazón Inmaculado los reúne en esta vida y, en nombre de Mi Bienaventurado Hijo, Cristo Jesús, recuerden que Él es la Verdad que los une, Él es el Camino que los congrega y Él es la Vida nueva que los hará despertar por la presencia de Su Amor Misericordioso.
Bajo el espíritu de la paz, Mi Corazón los invita a ingresar en el Reino que siempre han buscado. Llegarán a la paz a través de Cristo, quien desde hace tiempo les abre una puerta nueva.
Sepan, hijos Míos, que los amo.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más