APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, Mi Corazón recién llega de la Aparición anual de Medjugorje a Mi vidente Jacob. Durante esta noche, Yo lo visite para transmitirle Mi Mensaje de Paz. Por eso, el Santuario de Medjugorje está en celebración por esta Navidad y por la venida misericordiosa de Mi Corazón al mundo. 

Por eso, podrán comprender, queridos hijos, que Dios Me envía a dos lugares al mismo tiempo, principalmente, porque Yo los amo a todos ustedes y aspiro a que Mi Hijo pueda nacer en sus corazones en esta noche. Esa es la promesa que Yo hice ante Dios. 

Queridos hijos, hoy vengo a darle un Mensaje de esperanza al mundo, especialmente a todas las familias consagradas a Mi Inmaculado Corazón y también a todas aquellas familias que aún no lo están. Por eso, queridos hijos, Yo los invito a rezar por todas las familias; especialmente, por aquellas familias que, en este tiempo se separan de Dios.

La modernidad y la normalidad sofoca a los corazones. Ese es el principal mal que separa a los corazones de las familias.
 
Yo les anuncié, en Fátima, la importancia de la oración en el final de los tiempos y, a partir de Medjugorje, a lo largo de todo este tiempo, Yo los invito a recordar la importancia de la oración. 

Queridos hijos, ustedes ya saben orar con el corazón. Ahora, el Señor necesita que ustedes, en este tiempo tan importante, profundicen en la oración del corazón. 

Más allá de la repetición, a través de sus labios, esa oración se debe profundizar en sus esencias para que el Cristo Interno, que habita en cada uno de ustedes, se pueda manifestar y pueda irradiar, como Maestro Interior, todos Mis Atributos de Paz. 

Si se unen a su Cristo Interior, que se gesta en la oración diaria, Mi Hijo identificará la Luz de Su Corazón en todos Sus rebaños, en el momento en que Él descienda de los Cielos.

Queridos hijos, la Ley de la Justicia se aproxima a la humanidad y, como Madre y Mediadora, intento aliviar a todos los corazones del mundo para que sean tocados por la Compasión de Mi Corazón y de esa manera se puedan reparar rápidamente.

Este nuevo ciclo, que ha llegado al mundo, no es solo un ciclo de purificación; aún ustedes pueden confiar en la Misericordia de Mi Hijo y en Mi promesa de traerles Paz y Esperanza a todos ustedes. 

Queridos hijos, unan sus corazones a Mi Corazón. Deben realizar ese ejercicio de unión Conmigo todos los días. 

Sepan que el enemigo los intentará distraer en cada momento de la vida. Mantengan la armonía en sus hogares y en sus corazones para que se pueda manifestar la paz. Por eso, es importante la oración grupal en las familias, para que el pequeño Niño Rey también pueda nacer en ellas.

A partir de ahora, hijos Míos, todos ustedes son responsables de que Mi Hijo pueda retornar a la Tierra. 

Si su oración es perseverante y amorosa, todo podrá caer a sus lados, pero sus almas estarán firmes en Mi Corazón; porque Mi Concepción Maternal, Mi Amor Divino, Amor que pertenece al Único Dios, los podrá tocar y abrazar fuertemente, y así no temerán a nada, a pesar de todo lo que suceda en este nuevo ciclo.

Queridos hijos, Yo los estoy llamando a considerar la Ley de la Misericordia antes que todas las cosas de la vida. Muchos de Mis hijos aún no saben cómo beber de ese manantial de Luz que provee Mi Hijo Glorificado. Pero, si ustedes se unen a Mi Corazón Inmaculado, llamándome todos los días a sus vidas, Yo les enseñaré cómo hacer, cómo unirse a la Fuente de Mi Hijo.
 
Mi Hijo espera, de todos ustedes, una unión perfecta con Su Espíritu de Amor. 

Consideren, en estos tiempos, la Coronilla a la Divina Misericordia, que fue dictada con tanto Amor a Faustina. Allí, tienen un instrumento importante de conversión, de liberación y de perdón; al igual que en el Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Mi Hijo.

Los nuevos instrumentos que fueron entregados a la humanidad, como la Coronilla a la Divina Misericordia y el Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, son instrumentos que vienen renovados desde el Cielo y ustedes podrán valorar y descubrir todas las llaves que guardan, a medida que los oren todos los días. 

Mi Corazón necesita formar nuevos soldados; por eso, espero sus respuestas. Cuando le den el sí a ese propósito, muchas almas más se aproximarán a Mi Corazón Maternal y, así, Yo podré encaminar a todos Mis hijos por los senderos de la paz.

Yo les dije hoy, queridos hijos, a través del Mensaje a Mi hija Lucía, que muchos perdieron la confianza en Mi llamado. Para que Mi Voz pueda hacer eco en sus corazones, deben colocar como prioridad la oración, así Mis Palabras podrán profundizarse en sus espíritus.

Queridos hijos, hoy los llamo nuevamente a repasar y estudiar los Mensajes diarios. Yo los veo guardados en los cajones de sus armarios. ¿Dónde está el valor de todo lo que Yo les di? 

Queridos hijos, Yo les dicté, durante un año continuo, el camino a la gran transformación.  Yo les dicté Mi experiencia maternal sobre esta Tierra; que, con mucho amor, quiero que puedan aprender. 

Por eso, en este tiempo, hijos Míos, Dios no solo juzgará a la humanidad desde la Compasión de Su Corazón, sino también Él les pedirá cuenta de todo lo que les entregó. Consideren los instrumentos de su espiritualidad con un valor infinito que nace de Dios, que les fue entregado por el Padre a través de Mí y de Mi Hijo con mucho Amor.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, en Mis Mensajes encontrarán, al estudiar la Instrucción que les di en este último año, el alimento para el Cristo que Mis ángeles siembran hoy en sus corazones.

Queridos hijos, Mi Amor Maternal se expande hoy por todo el mundo, a través de los ángeles que el Creador envía para sembrar en los corazones de todos los seres humanos la posibilidad de renovación, de perdón y de Misericordia. 

Por eso, hijos Míos, necesito que en este momento sus corazones estén atentos para recibir esta Gracia y este milagro especial que Mis ángeles depositan en cada una de sus esencias. Mis ángeles también llegarán a Mis hijos que oyen Mi Mensaje en todos los espacios del mundo.

Esta pequeña semilla, Mis queridos, que deberán descubrir, traerá a sus corazones la Fuente inagotable de Misericordia, que es una pequeña molécula del Corazón de Mi Hijo depositada hoy en cada uno de ustedes.

Mis queridos, a través de la oración diaria y a través de la fe en Mis Palabras de Amor, este Cristo despertará y le mostrará a cada uno de sus corazones cuál es la Voluntad del Señor en este tiempo y develará grandes misterios del Propósito de Dios a sus corazones. Ustedes encontrarán la verdad a través del Cristo Vivo que cargan en sus corazones.

Mis queridos, sentirán la Misericordia y la conocerán porque, a partir de este día, esta Misericordia vive en el interior de cada uno, y podrán ver los frutos de esta Misericordia en los tiempos que vendrán, en la paz que sentirán a partir de hoy.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cuando, especialmente, queridos hijos, con mucho Amor Maternal, Yo les pedí leer los Mensajes, que fueron transmitidos todos los días, desde el año pasado hasta este año, fue para que ustedes puedan comprender, hijos Míos, el presente que Dios les entrega en sus manos. 

Yo quiero, como Madre, que puedan caminar de la misma manera que Yo camine; que aprendan a sentir como Mi Corazón sintió cuando estuve en la Tierra; que puedan aprender y vivir las pruebas en paz. 

Sepan, queridos hijos, que a través de los Mensajes diarios Dios Me ha pedido que les recuerde, a todos ustedes y a la humanidad, la importancia de mirar todos los días hacia el Reino del Señor, de colocar sus ojos en el Universo; porque gran parte de esta humanidad se olvida de contemplar el Corazón de Dios y, como Madre y Señora de la Luz, quiero reparar el Corazón de Mi Señor. 

Yo intenté invitarlos, durante todo este año de Mensajes diarios, a reparar el Corazón del Padre y a fundirse en Su Gran Esencia de Luz.

Queridos hijos, recuerden que el Universo los espera. Entreguen todo a ese Gran Universo de Amor, porque así, Mi Corazón Inmaculado los colmará con el Gran Espíritu de Dios.

Yo ya les hablé, antes de retirarme de este lugar bendito, de la importancia de unir a las familias y, sobre todo, de orar por las que están separadas. 

Sepan, hijos Míos, que muchos de Mis hijos, muchas familias en el mundo no han podido vivir esta Navidad con Mi Hijo, como ustedes la vivieron ayer y hoy, a través de la Gracia de Mi Presencia. Sepan entonces, queridos hijos, lo que eso significa para Mi Corazón, que Mis Gracias estén guardadas en el Reino de los Cielos porque hay carencia de soldados marianos de la paz, que perdieron la confianza en Mi Corazón por perder la oración diaria. 

Por eso, hijos Míos, oren por todas estas intenciones de Mi Corazón para que la humanidad, en este tiempo de Juicio, pueda entrar en la Buena Nueva del Señor, formar parte de la Nueva Tierra prometida. 

Por este espíritu y esta aspiración maternal que colman profundamente sus corazones, quiero orar hoy en especial con todos los niños que están aquí presentes, porque quiero ver en ellos y en ustedes despertar al Niño Rey Interior, para que Él pueda irradiar y expresar los códigos de paz, de cura y de luz que son necesarios en muchos de Mis hijos. 

Recuerden ahora, hijos Míos, que todos ustedes son una sola humanidad. Si ustedes hacen fuerza para empujar Conmigo, todos podrán entrar al Paraíso, incluso aquellas almas que aún están aprendiendo en el purgatorio y en el infierno; y, así, podrán comprender con esta reflexión que la humanidad es muy grande y va más allá de la humanidad física. 

Todos necesitan de la Misericordia de Mi Hijo y Dios Me hizo escoger a ustedes para que sean transmisores de esa Misericordia y de esa Paz.

Cuando ya no sientan paz en sus corazones, recuerden que deberán llamarme todos los días. 

Oro perpetuamente, desde los Cielos, para que este Proyecto Divino de Dios se pueda cumplir.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Abran sus corazones en este momento, hijos Míos, para recibir las Gracias del Espíritu Santo.

Ofértenle a Mi Corazón sus faltas y pidan la venida del Espíritu Santo, anticipando el ciclo de Gracias que el Espíritu de Dios traerá a la Tierra.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aguardo ahora, queridos hijos, que los niños vengan a Mí. Ellos representan a todos los niños del mundo.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

María dijo que tenemos que traerlos, ellos están jugando. La Señora dice que están entretenidos con los ángeles de la guarda. 


Subiré recién a los Cielos cuando termine de cumplir esta tarea. 


Canción: “Magnificat”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a orar, junto con los niños, algunas cuentas del Ave María, a pedido de Nuestra Señora, por todos los niños del mundo.


Oración: Ave María (en español, en portugués, en inglés, en italiano, en francés y en alemán). 


A pedido de nuestra Madre, vamos a orar por los niños de habla japonesa, por todos los niños de Asia y del Lejano Oriente. 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aún estoy aquí.


Oración: Ave María (tres veces en japonés).


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora pide orar por los niños de Croacia, de la ex Yugoslavia y de sus seis Repúblicas. 


Oración: Ave María (tres veces en croata).


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, como Nuestra Señora de Guadalupe, Mi último pedido es orar por todas las tribus y pueblos indígenas; especialmente por todos sus niños, que se encuentran en Amazonas, en África y otras partes de la Tierra.

¡Les agradeceré!


Oración: Ave María (tres veces en quechua).


Los bendigo, Mis pequeños, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias, Mis pequeñitos, por responder a Mi llamado!

Mensaje extraordinario
MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO DURANTE LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos Míos:

Mientras el mundo encuentra reposo y satisfacción en las modernidades, muchas almas inocentes son llevadas hacia faltas graves y lo más fuerte es que cada una de ellas es sumergida en las modernidades por la falta de consciencia de que todas las almas deben, de manera rápida, encaminar sus vidas hacia Dios.

Por eso, el ejercicio del buen ayuno socorre rápidamente a cada una de las almas y el universo le brinda oportunidades a la vida de todos los seres humanos para que, en el camino de la vida, encuentren en algún momento a Mi Hijo y lo puedan reconocer como una verdadera y sana salida hacia el Paraíso.

Queridos hijos, hoy los estoy llamando a tener consciencia y amor ante los cambios tan acelerados que la humanidad genera mediante las modernidades y el confort personal.
Como Madre y Reina del Cielo, vengo a socorrer a cada uno de Mis pequeños para que despierten a tiempo, se confiesen totalmente con Mi Hijo y depositen el corazón en las Manos bondadosas del Creador. 

Dios observa los avances que la humanidad cree estar realizando a través del pensamiento; pero Mis hijos, los que se distancian de Dios, se olvidan del gran y vasto Universo Mayor que los rodea, que les permite reconocer a Dios en todo lo que Él ha creado.

Por la fuerza del Amor de Dios, Él Me envía a retirarlos del sueño que muchos hijos viven en esta vida, para que así todos Mis pequeños reconozcan que, a través de la oración, de la confesión, del ayuno y de la caridad, se encuentra el equilibrio que cada corazón necesita en mayor o menor proporción.

Queridos hijos de Florianópolis, hoy los estoy llamando a meditar sobre los acontecimientos que suceden en el mundo y sobre la necesidad de más oración todos los días.

Yo los estoy llamando a convivir día y noche con la oración, hasta que se vuelva su fraterna y protectora hermana de camino; porque, mediante la oración recitada con amor, ustedes podrán fortalecer su templo interior y también traer luz y paz a sus familias.

Lo anunciado por Mí a Lucía, en Fátima, está a punto de concretarse. Por eso, sus oraciones deben ser generadoras de amor y deben propagar paz en todos los rincones de la Tierra. Para eso, queridos hijos, cuentan con el apoyo sincero y constante de los ángeles del Señor, que tienen sed de orar con cada uno de Mis hijos y de que sus corazones les abran las puertas para que ellos los conduzcan hacia el camino de la redención y de la salvación.

Una vez más, Mi Corazón Inmaculado llega a esta parte del mundo, a Florianópolis, para anunciarles que no deben temer por lo que sucederá; mas ustedes, como buenos hijos Míos, deben ayudar conscientemente a que el Espíritu Santo participe en cada una de sus vidas.

Como Madre, Me ocupo de cada uno de sus corazones, porque quiero preservar la Luz victoriosa que Mi Hijo una vez derramó como Misericordia para cada uno de Sus rebaños.

Queridos hijos, en ustedes está el camino directo hacia el Paraíso a través de su perpetua donación y oración. 

Estoy con ustedes, no teman, Mi Corazón los protege siempre, por toda la eternidad, cuando solo Me digan:

“Ven Madre, quiero ser parte de Ti”.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Amados hijos:

Nuevamente Mi Misericordia está sobre toda Argentina y en especial sobre Buenos Aires, esta necesitada ciudad del mundo.

Queridos hijos, hoy los llamo al despertar de la consciencia, en el final de estos tiempos, mediante la oración del corazón, porque un nuevo ciclo se aproxima y vuestros corazones deberán estar preparados para recibirlo. Para algunos, este ciclo será una Buena Nueva que cambiará el estado de la consciencia, pero para otros serán cambios profundos que los llevarán a definir el camino a seguir en este tiempo.

Por eso, queridos hijos, ustedes, que viven el día a día en esta ciudad de Buenos Aires, al igual que otras almas en diferentes ciudades del mundo, deben orar con fervor y desde el corazón para que la Gracia de Dios y la Misericordia de Mi Hijo se difundan en los corazones más necesitados de amor y de redención.

Hijos Míos de Argentina, en el día de ayer los invité a peregrinar a Luján de una manera diferente; esta vez para un servicio verdadero y abnegado, porque sepan, que las grandes colonias de almas también deberán ser apoyadas por la oración. Para eso, son necesarios grupos de oración que, consagrados a Mi Espíritu Maternal, persistan y caminen en la fe de Mi Hijo. Cada grupo deberá comenzar a ejercitar la fraternidad porque así, en vuestros núcleos de trabajo y de tarea, hallarán Mi Paz Universal.

Quiero formar, para estos tiempos, soldados despiertos que dejen atrás las comodidades de la vida y, como sinceros discípulos, sean instrumentos en las Manos de Dios en el final de los tiempos.

Ustedes, mediante la oración, tienen la llave para definir la salvación de toda la humanidad. Por eso, hace ya treinta y un años en Medjugorje, Mi Corazón Materno pronuncia y clama por ¡oración!, ¡oración! y ¡oración! Eso es lo que ustedes deberán ingerir como alimento espiritual en este tiempo permitiendo así que Mi Corazón redima los caminos que desvían a millones de almas, los caminos de la modernidad y del confort.

Estoy aquí, queridos hijos, en nombre del Altísimo, para abrir vuestros ojos aspirando, como Madre del Cielo, a que vuestras consciencias maduren y puedan socorrer a la propia humanidad por medio de la oración.

Hijos Míos, ¡alguien debe hacer algo por el mundo! Porque cada día se enciende en llamas por sus propias acciones, y ese alguien son todos Mis fieles soldados, los soldados de Mi Corazón.

Hoy llego al mundo para abrir las Puertas de los Cielos a vuestras vidas, para que la esperanza y la Misericordia sean cultivadas en el mayor número posible de almas.

Queridos hijos, Dios los está escuchando, por eso, continúen orando todos los días. Les estaré universalmente agradecida.

Que este mes de noviembre sea para todos ustedes una preparación para Mi próxima llegada a Buenos Aires en diciembre.

Gracias por responder a Mi llamado por la humanidad.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Que hoy despierte en ustedes la alegría de vivir y de estar en Dios, porque así, estarán en comunión interna con el Creador.

Queridos hijos, hoy les pido que, mediante la oración del corazón, comulguen nuevamente de la Presencia de Mi Hijo para que todas las almas se unan a Dios y despierten al llamado de este tiempo.

Hijos Míos, como Madre de las Gracias, hoy les irradio Mi Paz y los aproximo a todos al Gran Corazón de Dios. La meta de hoy, pequeños hijos, es continuar peregrinando a través de la oración, porque el mundo necesita de vuestro amoroso y donado auxilio. La redención de todos los corazones del mundo es primordial en este tiempo, y cada uno de Mis hijos guarda en su corazón el potencial interior para poder cumplir con esta misión orante que Mi Corazón les encomienda día a día.

Queridos hijos, hoy, delante de las Puertas del Cielo, les pido que reverencien al Universo, porque muchos de Mis hijos se olvidan de mirar hacia el Infinito para encontrar la paz. El enemigo distrae a la humanidad con modernidades y eso desconecta a Mis hijos de la oración.

Hoy los invito a amar el ejercicio primordial de la oración para que, al menos, algunos de Mis soldados ayuden en el despertar de la nueva consciencia del espíritu y del corazón que cada hijo debe tener en estos tiempos frente al Altísimo.

Dios agradecerá vuestra postura orante en el final de los tiempos.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado por la paz.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos Míos:

Con los brazos abiertos hacia el mundo, derramando inmensa Misericordia, hoy los llamo a contemplar de nuevo el flagelado Corazón de Jesús, el que recibe ofensas de parte de muchas almas negadas a la vida del Gran Espíritu de Dios.

Mis hijos, les pido que oren como todos los días para que Mis demás hijos también puedan recibir la Gracia de la salvación. Ustedes ya están dentro de la Gracia de Dios teniéndome a Mí todos los días a vuestro lado. Pero, queridos hijos, hoy deben saber que muchos corazones se desvían porque son tentados por los embates y por las trampas del enemigo, por lo que, Mi Inmaculado Corazón se dispone a luchar por la salvación de todos antes de que Mi Hijo descienda del Cielo por segunda vez.

Queridos hijos, en esta misión de salvación, ustedes pueden ayudarme orando por los que más necesitan de Luz y de Redención. Ha llegado el momento de auxiliar a todos los corazones que día a día se pierden por las modernidades del mundo.

Hijos Míos, ustedes tienen como alianza y como protección a Cristo, el Redentor; en Él podrán dar los pasos hacia la donación y la caridad por los demás.

Hoy les muestro una realidad del mundo que muchos, por ignorancia, no quieren ver.

Yo los llamo a colaborar con toda la humanidad y con vuestra casa, que es este mundo.

Queridos hijos, abriendo vuestros ojos al llamado serán invadidos por la Luz de Mi Espíritu Maternal, para que, con firmeza, caminen rumbo a la misión orante que Mi Corazón les pide.

Ustedes, los más despiertos, pueden ayudar a consagrar, de nuevo, el mundo al Creador.

Obremos en nombre de la paz.

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

¡Alabado sea Jesús en sus corazones por toda la eternidad!

Hoy los invito a contemplar con gratitud el Sagrado Corazón de Mi Hijo porque Él les dará la fuerza necesaria para convertir sus corazones en instrumentos preciosos del amor y de la verdad.

Por eso, queridos hijos, guarden siempre en sus corazones y en sus vidas un momento de oración para conversar con el Dios Todopoderoso. Así sus almas podrán ser partícipes de la Misericordia del Redentor.

Hoy, Mis brazos de piedad están extendidos e irradian Mi Luz de Amor en lo profundo de sus espíritus. Para que esto pueda seguir ocurriendo, hijos Míos, deben vivir en el acto sincero y verdadero de la oración del corazón, porque así ustedes descubrirán cómo el espíritu de la oración del corazón los ayudará a perdonar y reconciliar sus propios corazones con Dios y, en especial, entre sus más queridos, familiares, amigos y otras almas conocidas.

Por eso, pequeños Míos, es hora de vivir el acto de la oración de la reconciliación para que todos Mis hijos puedan ser partícipes de las promesas de Cristo.

El compromiso de sus corazoncitos, que están sobre esta Tierra, es vigilar en oración, vigilar por los que no vigilan y por los que se distraen con las modernidades de este mundo.

De esta manera, hijitos Míos, vuestros corazones serán como los corazones de Mis ángeles querubines que vigilan, en la esencia del amor, por todos los que fácilmente día a día se alejan de Dios Creador.

Por eso, en el final de estos tiempos, la tarea de los grupos consagrados a Mi Inmaculado Corazón será vigilar en constante oración, porque así la fuerza de Mis hijos estará en el Verbo del Amor guiado por el Espíritu Santo.

¡Les agradezco, hijos Míos!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Quiero hoy, que sigan a Dios sobre todas las cosas y todas las causas. Que sus corazones vivan en la absoluta confianza de la venida de Su Reino Mayor. Que estén en constante oración con Mi Hijo porque, de esa manera, queridos hijos, ustedes honrarán a Mi Inmaculado Corazón Maternal.

Quiero que, como buenos orantes y vigilantes del corazón, siempre oren por todos aquellos que, al fin de este tiempo, se separan rápidamente del Propósito de Dios. Quiero que, como almas que caminan con constancia hacia Mi Pureza Virginal, transformen la vida en un templo de oración y, en comunión reparadora con Mi Hijo, la ofrezcan por la conversión de la humanidad.

Hoy vengo a pedirles que el compromiso divino Conmigo sea hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón en todos los corazones que están vacíos de Dios y más aún en aquellos que, sometidos al mundo moderno, pierden la Luz del espíritu.

Por eso, hijos Míos, así como ustedes fueron llamados por Mí, quiero que los demás hijos de Cristo puedan ser llamados hacia la Casa Venerable del Padre, refugio eterno del Amor de Dios. Ya estamos en el tiempo de elevar a todas las almas hacia el Reino de los Cielos, y esto comenzará cuando todos los grupos orantes predilectos de Mi Inmaculado Corazón ofrezcan y entreguen las oraciones por cada uno de los hijos que están en el mundo y por los que desconocen y necesitan de la Misericordia de Mi Hijo.

Hoy quiero que ustedes, viviendo del don y del manantial de vida que representa Jesús Cristo, como fieles servidores de Mi Inmaculado Corazón, construyan torres de Luz sobre la Tierra a través del acto sincero de la oración del corazón. Con este pequeño acto de entrega a la vida de oración, muchas causas escritas por las Manos de la Justicia de Dios podrán ser reparadas. ¡Unan, solo unan el amor de vuestros corazones al gran e inmenso Amor de Dios!

Ahora es momento de encender la Luz Divina del corazón y de irradiar paz a todos.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto