Vengo al mundo por una razón espiritual y universal.
Vengo para abrir aún más la consciencia de Mis hijos, para que sientan en su corazón la Verdad, la Verdad que Yo profeso a través de Mi presencia.
Vengo por un mundo que agoniza y desespera.
Vengo durante un tiempo de purificación intensa.
Vengo para traerles lo que en verdad necesitan, lo que les concederá la libertad, la oportunidad de vivir lo que Dios ha pensado y lo que Él ha planificado para sus vidas.
Mientras tanto, manténganse dentro de Mi Corazón, revivan cada momento de oración como una oportunidad de renovación, para que los códigos divinos lleguen a sus vidas y reciban la sabiduría que necesitan para poder tomar decisiones correctas.
Por eso vengo aquí, una y otra vez, hasta que se cumpla lo que Dios necesita, hasta que se realice lo que Dios ha pensado.
A pesar de que sea un tiempo de caos, si Él decide que todo se lleve adelante, se llevará.
Por eso la confianza de ustedes es imprescindible, y especialmente, la adhesión de todos, para que se pueda cumplir lo que está escrito.
Tal vez sientan que esto lo escucharon muchas veces, pero si lo vuelven a escuchar es porque no se ha cumplido.
Es necesario colocar sus pies en un solo camino.
Es necesario reclinar la cabeza para poder entrar por la puerta de la humildad, así como Nosotros lo hicimos cuando estuvimos aquí presentes en la Tierra como la Sagrada Familia.
Los atributos que son necesarios en la humanidad no podrán perderse.
Deben ser celadores de esos atributos, deben ser guardianes de las Reglas de Dios para que todo se mantenga en su curso, a pesar de los acontecimientos que ya están sucediendo en la humanidad y también de los acontecimientos que sucederán.
Cuando todo esté muy intenso, no habrá hacia donde correr. Solamente en Mi Corazón encontrarán el refugio que necesitan, el aliento que tanto esperan, el alivio que tanto buscan.
Pero Yo los invito en este tiempo a seguir ese camino de fidelidad, como Nosotros lo seguimos hasta el presente y por toda la eternidad.
Ese camino de fidelidad que Yo los invito a vivir los llevará a la transparencia, porque, a pesar de las miserias, sus corazones serán transparentes y puros y algún día podrán vivir la Verdad, a pesar de que el mundo esté en su gran transición.
Quisiera que pudieran beber de la Luz de Mis palabras, que escuchen y que guarden memoria de todo lo que les digo, porque después no habrá nadie que les pueda hacer recordar lo que hoy les estoy diciendo y lo que ya les he dicho en otros momentos.
La Instrucción que viene del Cielo es como el manantial que surge de una montaña, es inagotable e inacabable. Pero para que ese manantial perdure debe ser cuidado y protegido, porque inesperadamente podría terminar.
Deben aprovechar las Palabras de la Jerarquía.
Deben construir en ustedes ese camino hacia la verdadera realidad que en un futuro próximo los librará de ustedes mismos.
Muchos creyeron comprender todo lo que Yo necesitaba y todo lo que Yo decía, pero no comprendieron, porque quien vive la Palabra de la Jerarquía se transforma, a pesar de que lo intente una y otra vez.
Por eso, rezo por los que ya no están aquí, porque no comprendieron al no haber abierto su corazón a Dios, sinceramente.
La Verdad es una sola, no existen dos verdades diferentes; por eso al ser humano le cuesta tanto vivir la Verdad cuando se debe enfrentar a ella para reconocerla y aceptarla.
Estamos en un tiempo de grandes movimientos internos.
Estamos en un tiempo en donde cosas ocultas están saliendo a la luz para que todos las puedan ver.
Ya no habrán engañadores ni mentirosos.
Ya no habrán manipuladores ni consciencias que se puedan aprovechar de todo, porque la Ley ya está descendiendo aunque no lo parezca y Mi amor de Madre viene para auxiliarlos, para decirles: "hijos, no se queden allí, ni tampoco sean así".
No pueden ir contra la Voluntad Divina. No pueden oponerse a ella, porque la Voluntad Divina es invencible.
El Amor de Dios nunca les faltó.
La Gracia de Dios, en muchos casos, fue en abundancia y pocos se dieron cuenta de eso.
No necesito que se entristezcan, ni que se ofendan.
Quisiera que pudieran sentir como siente Mi Corazón y que pudieran vivir como vive Mi consciencia.
No estoy diciendo que serán seres iluminados, ni elevados. La humildad, la obediencia y la entrega los transformarán, pero siempre deberán dar el paso hacia esa búsqueda constante de la Verdad que está en el Corazón del Padre, así como está en el corazón de Sus hijos.
El mundo agoniza, por sí mismo, al haber salido de la Verdad y de la obediencia. Las Leyes de la Gracia ya no están pudiendo tocar la Tierra como antes, solo cuando el corazón se rinde y clama con sinceridad.
Dios los creó para que siempre fueran felices y estuvieran en Su Plenitud Celestial.
Dios no los creó para que sufrieran, ni padecieran.
Por eso, muchos errores están guardados en el Universo y en el planeta. Muchas historias aún son imborrables y nadie ha conseguido desvanecerlas de la consciencia interna de los seres.
Pero llegará el tiempo en que eso sucederá, cuando retorne Mi Hijo para poner fin al cautiverio humano y a la perdición de las almas, para terminar de transmutar a la humanidad y redimirla, y crear así una nueva civilización, con pocos cristos.
La humanidad no está percibiendo que está perdiendo la oportunidad de amar y de encontrar a Dios, y que Él espera que Sus hijos sean consecuentes con Él hasta en los más pequeños detalles.
La Obra es sostenida por la fe, la oración y el servicio de todos.
Aún hay tiempo de revertir muchas situaciones, antes de que el reloj del Universo marque el tiempo final y todo se desencadene.
Las almas no creen que pueden perder la evolución y muchas de ellas se ríen de esto, porque no lo saben, por su ignorancia, por su falta de conocimiento de la Verdad.
El Plano Espiritual es un compromiso de todos; antes, durante y después de esta vida.
El Plano Espiritual no termina aquí, ni tampoco finaliza después.
En el Plano Espiritual está la decisión divina, el Decreto de Dios y Su Afirmación.
Si las almas del mundo no viven el Plano Espiritual, se irán muriendo por sí mismas, se irán apagando, así como el sol desaparece en el horizonte, sin avisar.
El tiempo actual determina una decisión severa de parte de las almas, teniendo consciencia del compromiso y de la responsabilidad, sabiendo que ya no hay espacio para mediocridades.
Es hora de crecer y de forjar el Cristo interior para que gobierne, para que actúe y participe del Plan de Dios.
No dejen que sus niños internos desaparezcan. Cumplan con su deber y todo pasará.
Dios ama profundamente a Sus trabajadores del Plan, pero no olviden que es necesario orar y ayudar al planeta.
La Oración por las Naciones ha sido el refugio para Mi Corazón y también Mi consolación, pero ese compromiso debe sostenerse y no debilitarse por comodidad, cansancio u otra razón.
Ya no son tiempos de justificar sus vidas, es tiempo de remediar los pecados y los graves ultrajes que cometen las naciones día tras día.
Un poco del Amor de Dios aún deberá reinar en la Tierra por intermedio de los corazones que profesan su fe y su comunión con Cristo.
No estamos en tiempos de descanso, ni de poco trabajo.
No estamos en tiempos de pensar si se cumple o no el Plan, o si se deja para mañana o para el próximo mes.
Hijos, ¡despierten, despierten y salgan de su fantasiosa convalecencia!
Miren hacia el firmamento, el Universo espera por interceder y así llevar adelante el Plan de Rescate.
Nadie les prometió tiempos gloriosos, fueron llamados a vivir el Apocalipsis y ustedes se comprometieron.
No se pueden desperdiciar las perlas de la Creación, ni los tesoros del Cielo. Todo, absolutamente todo, tendrá su cuenta final, es parte del gran cálculo del Universo y del equilibrio universal.
Debo anunciarles esto para que despierten, para que la somnolencia no los abrace, no los haga indiferentes, ni mediocres.
La necesidad del planeta será asumida por muy pocos, así como Mi Hijo lo asumió con muy pocos.
Hay almas que se sumergirán en sus propias lamentaciones y en sus propios deseos, pero ya no habrá tiempo para esperar.
El guerrero se forja con la vivencia del Plan y de su cumplimiento.
El soldado se sostiene en la confianza del Propósito y de su meta, así el fuego de la transformación nunca le faltará y podrá librarse de sus cadenas para renacer como un ave de fuego que decreta la realización del Plan.
Que se abran las puertas de sus consciencias.
Que sus corazones se sientan movidos y no conmovidos.
Que sus espíritus reconozcan la tarea y que la cumplan con la mejor voluntad posible y con el mayor amor que puedan expresar para estos tiempos.
Así, la nueva raza se manifestará y dejará de ser una promesa.
Los nuevos cristos habitarán la Tierra y lucharán junto con el Maestro, para vencer el mal y para que se establezcan los mil años de paz.
Deseo que recuerden este mensaje todos los días de sus vidas, porque lo necesitarán.
Bienaventurado será el que cree sin haber visto y sin haber comprendido, porque el Espíritu Santo no lo abandonará.
Me regocijo, hijos Míos, con los que son consecuentes con la Ley y la cumplen.
Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos.
Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos, a fin de que se cumpla la Divina Voluntad.
Les agradezco por acoger Mis palabras y por no perderlas, por reconocerlas y, humildemente, aceptarlas para la Gloria de Dios.
No pierdan la fe y la convicción de vivir en Cristo, Él los espera.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Por segunda vez, con todos Mis ángeles, llego a Nicaragua para poder liberarla de su dolor y de su agonía; para que, a través de Mis hijos, Mi Inmaculado Corazón triunfe en América y en el mundo.
Con alegría en Mi Corazón maternal, los vuelvo a reunir, queridos hijos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, trayendo las Gracias a este lugar y a los corazones que más las necesitan.
Les digo, queridos hijos, que el fin de su cautiverio está próximo.
La guerra espiritual terminará, porque Mis pies pisan la cabeza de la mala serpiente y traen la Luz de todo el Universo Celestial, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, que viene a penetrar la tierra dolorida para cerrar las heridas en los corazones y en las almas.
Queridos hijos, con inmensa alegría recibo sus oraciones y, más aún, a sus corazones que deben perpetuarse en Mi Corazón para que así se establezca la Ley Mayor de la Paz y el castigo sea aliviado.
Los corazones no sufrirán si oran Conmigo, todos los días, para establecer en este planeta y en la consciencia de la humanidad las Leyes Sagradas de Dios, que muchas almas olvidaron por las influencias de la vida material.
Queridos hijos de Nicaragua y de Centroamérica, después de haber estado con ustedes en Costa Rica, hoy retorno a esta bendita nación porque sé que esta nación Me aprecia mucho a través de la Señora de Cuapa.
Vengo nuevamente, como Su Mensajera fiel, para anunciar la redención y el victorioso Evangelio de Mi Hijo que, en este tiempo final, debe ser practicado por sus vidas y corazones para que el ejemplo de la cristiandad y del bien no desaparezca de esta nación ni tampoco de Centroamérica.
Deseo que sus vidas, queridos hijos, sean el ejemplo de Cristo en la Tierra, propagando la caridad y la hermandad entre los corazones, estableciendo la paz en las familias y en todos sus seres queridos.
Hoy, vengo con la Luz de Mi Inmaculado Corazón a traspasar sus corazones en nombre del Espíritu Santo, de la Santísima Trinidad, de todos Sus Dones Celestiales que serán necesarios para sus vidas, para poder cruzar este umbral, esta transición de la Tierra, con la esperanza de encontrar la Tierra Prometida y el nacimiento de la Nueva Humanidad.
Hoy, también estoy aquí, queridos hijos, por todos aquellos que responden a Mi llamado en el planeta, por todas las almas orantes que, en esta hora crucial, se unen a Mí en esta sagrada Misión por la Paz.
Después de esta noche, queridos hijos, quiero que, mañana, salgan a difundir Mi Campaña por la Paz. Llamen a los corazones que sufren y que no Me conocen, ustedes tienen el poder interior para poder hacerlo.
Quiero que sus bocas y sus labios pronuncien que la Señora del Cielo, la Inmaculada Concepción, la Patrona de Nicaragua, la Señora de Cuapa, retorna a esta nación en la faz de la Reina de la Paz para establecer en los corazones la esperanza que han perdido por el sufrimiento humano, por la indignación, por la guerrilla, por la decadencia espiritual y moral.
Abriendo Mis brazos hacia ustedes, queridos hijos, abrazo a su nación amada de Nicaragua y a todos sus representantes para que gobiernen bajo el espíritu de la Voluntad de Dios y establezcan sobre esta nación la sagrada estrella de la fraternidad, de la unidad y de la hermandad.
Queridos hijos, lo que Yo busco de sus corazones es que no solo oren Conmigo por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón, sino que también trabajen Conmigo por todas las naciones de Centroamérica que están perdiendo la esperanza y la fe al ver tanta hambre y tanto dolor en almas inocentes, marginadas e indigentes, que pierden la fe en Dios.
Quiero que después de hoy, queridos hijos, sus corazones sean como esa llama que sustentan entre sus manos; que proclamen la fe en Cristo vuestro Señor no solamente en la Comunión diaria con su Sagrado Corazón, con Su Divino Cuerpo y Su preciosa Sangre, sino también, queridos hijos, a través de ustedes, siendo testigos de la Palabra de vida, de la Palabra salvadora, que fortalece a los espíritus caídos y que eleva a las almas que están en los abismos.
Hoy estoy con todos Mis ángeles haciendo sonar las trompetas sobre Nicaragua, para que ellas sean escuchadas más allá de esta nación y los corazones sientan el eco del Espíritu de Dios llamando a Sus hijos y a todas Sus criaturas a la reconciliación y a la paz entre los pueblos, entre las naciones y entre los corazones, entre las familias, en toda la humanidad.
Cumpliendo este importante pedido Mío, queridos hijos, aliviarán al Corazón del Padre Celestial que está ofendido. Sus pecados serán liberados y perdonados. En esta misma noche, Yo les traigo esa absolución en nombre de Mi amado Hijo Jesús.
Quiero que sus corazones latan como late Mi Corazón. Quiero que sientan lo que Yo siento por ustedes, la esencia del Amor y de la Unidad de Dios que nunca los separará de Él, que siempre les traerá la paz para estos tiempos finales.
Quiero que alcen, queridos hijos, la llama de esa vela, proclamando sobre Nicaragua nuevamente la consagración a Mi Inmaculado y bendito Corazón para el rescate de las almas perdidas, de las esencias necesitadas, de todos los espíritus que se sumergen en los abismos de la Tierra.
Abriendo la puerta del Cielo Mayor, a través de Mi Corazón Inmaculado, los ofrezco a Dios, para que se establezcan en el planeta los mil años de paz.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque Yo vendré a consagrarlos, a consagrar no solo a sus espíritus, sino también a sus familias.
Vendré a consagrar a esta nación, a tornar sagrado el suelo que pisan, porque también Mis pies lo tocaron y lo tocarán siempre que Me llamen con la devoción de su espíritu.
Por eso, vengo a encender sus corazones con una llama inextinguible, porque el fuego del Espíritu de Dios incendiará a sus almas, a sus corazones y permitirá, hijos Míos, que calienten a otros en el momento en el que este mundo esté frío y en la oscuridad.
Quiero hacer, de cada uno de ustedes, una antorcha que ilumine la vida de otros; que aquellos que están ciegos encuentren el camino a través de sus vidas, que puedan llegar a Mí y al Corazón de Dios a través de cada uno de ustedes.
Por eso, vendré a consagrarlos como Hijos de María, como hijos de Dios, para que puedan imitar el ejemplo de Mi Hijo, para que puedan ser Mis hijos, como Él lo fue. Que puedan ofrecer cada instante de sus vidas en reparación del Corazón de Dios.
Sé que para muchos existe el sufrimiento, el dolor y la angustia por no encontrar paz en su día a día, porque las cosas de este mundo los absorben y muchas veces los separan de Dios.
En esta noche, Yo vengo, hijos Míos, a que comprendan que cada sacrificio, que Dios les ofrece, es para que coloquen en Su Altar Celestial como una reparación por este mundo, porque la humanidad no busca al Creador, no vuelve sus ojos hacia el Cielo para agradecer a Dios por la vida que le concedió.
Hoy, hijos, vengo a enseñarles el espíritu de la gratitud para que, a través de ella, transmuten y transformen el sufrimiento de este mundo, así como Mi Hijo lo transformó en la Cruz.
Hoy, les traigo la cruz del amor, del sacrificio y de la entrega, pero sepan, hijos Míos, que descubrirán una alegría diferente, la alegría de estar en Dios y de poder ayudarlo a rescatar a las almas y a los Reinos de la Naturaleza.
Encontrarán la alegría de dar cada paso en sus vidas, en el nombre de Cristo, Nuestro Señor; renovando Su sacrificio y Su Cruz con la cruz de estos tiempos para que, al final de todo, sus vidas generen los méritos para la Divina Misericordia, que nuevamente triunfará en el mundo, que rescatará a las almas que aún están en los abismos, que apartará el mal y la oscuridad de este planeta y que, finalmente, lo tornará sagrado, así como Dios lo pensó en el principio.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, recuerden que Centroamérica y Sudamérica son el nuevo Edén del planeta. Cuiden a los Reinos de la Naturaleza. Tórnenlos sagrados ante los ojos de los hombres ignorantes, para que ellos puedan despertar a la reverencia y a la devoción que Dios les entregó por medio de los Reinos Menores.
Valorando estos principios de la Creación, el mundo no tendría por qué sufrir ni tampoco tener falta de paz.
Escuchen la invocación de Mi Inmaculado Corazón y realicen las obras que les pido para que no solo triunfe Mi Espíritu de Paz en el mundo, sino para que también sus vidas se rediman ante Cristo, vuestro Señor, el Maestro del Amor.
Hoy Me despido de aquí, queridos hijos, prometiendo acompañarlos mañana en la Campaña por la Paz.
Mañana vendré a consagrarlos, así como Dios lo indica.
Durante esta noche, en la que la vigilia repercute en el planeta por la unión de todos los corazones a Mi Corazón, se establece una tregua para que las almas más inocentes y más sufridas puedan tener la Gracia de la cura interior, de la salvación y de la liberación en Centroamérica. También estoy unida a todos Mis hijos del Caribe. Mi promesa será algún día visitarlos.
Oren por Haití, para que se establezca la Misericordia de Dios en ese país.
Por el Espíritu Santo que hoy nos ha congregado, queridos hijos, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que la alegría no desaparezca de sus corazones nicaragüenses.
Agradezcamos a Dios por esta Gracia y esta oportunidad.
Los amo.
Me despido de ustedes.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de nuestra Señora, vamos a escuchar “Ave María” de Gómez, sustentando esta llama interior que hoy María consagró para todos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con alegría, preparo Mi llegada a Aurora en el próximo mes, y esto ha sido posible, a lo largo de los meses, por la oración, por la oración de todos Mis queridos hijos.
Por eso, hoy, queridos hijos, estoy trayendo al mundo el estandarte de Mi Paz, la victoria de la Luz sobre la Tierra, para que haya más tiempo de paz entre las almas y entre los corazones.
Por eso, queridos hijos, continúen con su purificación, que su purificación sea causa de alegría y de liberación; para que el próximo mes sus corazones ya se sientan libres, para que una nueva semilla de Luz pueda ser sembrada en ustedes.
Queridos hijos, como la Madre del Cielo, hoy les traigo la presencia de todo el universo. Las estrellas están atentas a la humanidad cuando responde verdaderamente y con amor.
Así, poco a poco, queridos hijos, a través de Mi Corazón los conduciré a las nuevas Leyes, porque aspiro, hijos Míos, a que puedan vivir en la Ley, a que sea la Ley manifestada sobre la faz de la Tierra, para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Queridos hijos, hoy también les traigo Mi Inmaculado Corazón, algo importantísimo para sus vidas, sus esencias y sus espíritus, porque allí debe residir Dios. Él debe tener Su morada, Su morada predilecta para que pueda cumplir Su Plan con todas Sus criaturas.
Hoy, queridos hijos, les podría decir que, ante los acontecimientos del mundo, principalmente por los frutos que están generando los grupos de oración, los destinos están cambiando para bien de todos; pero aún es necesario hacer mucho más, hijos Míos, el Señor necesita de su sacrificio y humildad para que se cumpla el Plan en este tiempo tan definitivo.
Tanto el ayuno como la oración, el servicio y el amor entre hermanos son frutos que generan la vivencia de la Ley. La posibilidad de que ustedes, hijos Míos, vivan en la Luz de las Leyes es algo desconocido para ustedes, Mis pequeños, pero todo se puede sentir a través de la oración; es algo que se construye, poco a poco, dentro de ustedes como quien construye una nueva casa. Cada pequeño esfuerzo es importante, así lo será también, hijos Míos, cuando el esfuerzo sea hecho por todos con la fe de cumplir el Propósito.
Cuando hoy les anuncio sobre Aurora es porque el próximo mes será importante para sus almas, se cumplen 6 años de Mi Presencia entre ustedes, y muchos años más se cumplirán si continúan por ese camino de confianza a Mi Corazón.
Queridos hijos, sepan que yo estoy con cada uno de ustedes, acompañando el paso a paso de los grupos de oración. Por eso, Aurora fue escogida para que Yo descendiera desde el Cielo y trajera el Mensaje de conversión y redención.
Para el próximo mes, queridos hijos, deberán hacer una síntesis espiritual para que puedan ver con claridad y sabiduría todas las Gracias que Yo les he derramado desde Mi Espíritu. Por eso, es importante meditar en la oración, queridos hijos, con el corazón colocado ante Dios, así podrán comprender todo lo que Yo les digo.
Y hoy, les estoy mostrando más frutos, hijos Míos; los frutos de los grupos de oración de la Red-Luz: la paz y la oración, la cura y el servicio, las nuevas enseñanzas para la humanidad.
Mi Hijo también está en todo esto, queridos hijos. Por eso, Él Me envía cada mes, preparándolos desde el corazón, porque también Mi aspiración, queridos hijos, es que puedan percibir la Llegada del Redentor.
Por eso, la oración será su fortaleza y Mi Corazón Inmaculado será su Templo, en donde el mal no podrá entrar, queridos hijos, porque quien vive en la oración y en el ayuno se esfuerza por orar y ayunar, y el enemigo no lo atacará porque estará amparado por las Leyes Celestiales y su espíritu llegará al Cielo y, una vez más, se cumplirá Mi promesa de que todos Mis queridos hijos vivan en la gloria del Paraíso.
Ustedes deberían aspirar, queridos hijos, a conocer ese Paraíso, ese espacio en donde Dios está presente todo el tiempo; aun así, Él envía a Su Mensajera Fiel para convertir a la Tierra en el Nuevo Paraíso, en el Génesis que Él creó y que se fue perdiendo a lo largo de los tiempos por los pecados de la humanidad.
Pero, queridos hijos, Yo les traigo el bálsamo de Mi Misericordia. Aún la Fuente está abierta para todos, no estén ciegos ante esta Fuente, esta Agua de Vida quiere lavarlos y cerrar sus heridas profundas; pero todo dependerá de ustedes, queridos hijos, de que puedan permitir que la Ley del Señor, la Ley de Su Misericordia, actúe en sus vidas.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, como nada está separado en el Corazón de Dios, el Señor les propone un nuevo despertar a sus consciencias porque, en este mes de agosto, recibirán un impulso del despertar de la Nueva Aurora, para que también la consciencia profunda de sus seres pueda estar despierta.
El Señor aspira a que, a partir de este mes de agosto, un nuevo ciclo se inicie en sus vidas, en la vida en todo el planeta. Una profundización de Mi tarea mariana se dará en toda la Tierra, así como también en Mis grupos de oración.
Por eso, hoy vengo desde los Cielos a prepararlos, a pedirles que sean persistentes, fieles al Propósito Divino, que no teman purificar lo profundo de sus corazones ni tampoco percibir las miserias que viven en su interior, porque una purificación es necesaria para que luego puedan dar un nuevo paso.
Si le dan permiso al Corazón de Dios, Su Mano ingresará en sus corazones para transformarlos, para que puedan ver lo que no está bien dentro de cada uno de ustedes y, si se ofertan a Dios, Él siempre los ayudará.
Hoy, vengo a preparar a Mis grupos marianos para que, a través de la oración, maduren el amor al Corazón de Cristo.
Profundicen la vivencia del Evangelio para que, en el momento en que Nuestro Señor lo indique, sus corazones estén prontos para vivir un apostolado de Misericordia; para caminar, de dos en dos, por el mundo, cargando Mi Mensaje de Paz en sus corazones, despertando nuevas células de amor en el corazón de los hombres, moléculas crísticas que duermen en la humanidad.
Hijos Míos, preparen lo profundo de sus seres para que, en humildad, puedan vivir el nuevo ciclo; para que puedan despertar realmente al servicio, a la cura del corazón y del espíritu, a la oración de amor por las almas.
Hijos Míos, de esta forma les digo que con alegría deben recibir este nuevo ciclo, que con amor deben permitir que el universo ingrese en sus vidas, en sus hogares, que lo desconocido brote en sus corazones y que puedan conocer misterios que hasta hoy no fueron revelados a la humanidad, pero que ya es el tiempo de que sus corazones los conozcan.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con el Corazón en lo Alto, hoy también les digo que seré la primera Discípula de la Maratón de la Divina Misericordia, para orar por toda la humanidad, por los Reinos, por toda la consciencia del mundo.
Queridos hijos, los invito a los desafíos de vivir en la oración, el encuentro perfecto con Dios.
Les agradezco también, queridos hijos, a los grupos de Nicaragua por estar contemplando constantemente Mi Inmaculado Corazón.
Hoy también, les digo, queridos hijos, que Mi Corazón aspira a visitar pronto por segunda vez esa amada casa, el corazón de toda América.
¡Les agradezco!
Suenan treinta y tres campanadas.
Queridos hijos, mientras Yo Me elevo, contemplen en silencio a todas las almas que Yo elevó al Cielo y que llevo en Mi Corazón. Este es el motivo de las campanadas.
Recuerden, queridos hijos, que cada vez que Me despido de ustedes, muchas almas son llevadas desde la Tierra para que alcancen la Luz y la Paz. Este es uno de los frutos de su oración.
Vayan en Paz, vayan en Jesús, vayan en Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “María, haz de mí”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Queremos relatarles a los hermanos el momento importante de la Aparición de hoy, porque nuestra Madre vino vestida con un Manto azul marino, un Manto que se extendía más allá de donde Ella se encontraba. Era un Manto que envolvía a todo el planeta, que protegía a todos los puntos de la Tierra.
Entonces, mientras nosotros la veíamos aquí, Ella estaba también sobre el mundo, contemplándolo y, durante un momento de la Aparición, Ella también nos mostraba Su Inmaculado Corazón. Esta vez, Su Inmaculado Corazón no tenía espinas, sino Amor y Luz que Ella derramaba, sobre todo, sobre nosotros. Y Ella irradiaba también ese Amor y esa Luz a todo el planeta.
Pero lo más intenso que vivimos hoy, a través de la Aparición, fue cómo nuestra Madre, como una Madre, hablaba con Amor de todos los grupos de oración; aquellos que ya están formados, que persisten en responder a Su llamado y aquellos nuevos grupos que están naciendo a través de la tarea de la Red-Luz.
Entonces hoy, Nuestra Señora nos mostró cómo Ella también estaba en cada uno de los grupos de oración. Ella nos decía que se manifestaba en cada uno de esos grupos, según como Sus hijos la comprendían y la amaban. Pero algo importante que nos dijo es que Ella es la misma para todos. También nos dijo que estaba acompañando a cada uno de esos grupos, en los pequeños detalles, en los movimientos de cada uno de ellos.
En este día, volvió a nombrar a los grupos que están en Brasil, en Venezuela, en Centroamérica, en Estados Unidos, a todos los grupos. Ella nos mostraba cómo esa red de Luz se estaba encendiendo, poco a poco.
Hoy, entendimos, según nos dijo Nuestra Señora, que una parte del destino de esta humanidad que estaba previsto, cambió a través de las oraciones que fueron siendo generadas a lo largo de estos meses y, de esta forma, Ella nos explicó que la síntesis de todo ese trabajo sucederá en el mes de agosto.
Y también nos explicó, nuestra Madre, que no veamos solo un simple encuentro de oración, sino que podamos verlo a partir de este momento como algo espiritual.
Ella quiere que veamos este próximo encuentro en agosto como algo del Espíritu de Dios, que Ella llamó un Fruto de Dios y también nos dijo que fue formado, que fue gestado, poco a poco. Por eso, Ella nos invitó a prepararnos desde nuestro corazón y desde nuestra consciencia.
Y el último fruto que Ella nos reveló y que todos pudieron escuchar, como Ella lo llamó, fue la oportunidad que recibió, como Mediadora, de recorrer algunas partes de las Américas. Pero, a partir de ahora, dijo Nuestra Señora, que para que eso suceda nos invitaba a que no solo fuera por la oración de todos, sino que nos invitaba a que fuera por el esfuerzo de todos y que eso sí lo podríamos ver.
Esa misión que Ella tendrá muy pronto será por la ayuda de todos y que lo podremos ver desde el espíritu es algo que nos repitió durante la Aparición de hoy. Si viéramos Sus misiones, Sus tareas, Sus pedidos desde el espíritu, nos dijo nuestra Madre que podríamos comprender mejor la finalidad de todas las cosas.
Hoy, sentimos en la Aparición, el espíritu de gratitud de nuestra Madre, algo que no se puede explicar, pero que era muy fuerte.
Hermana Lucía de Jesús:
En el final de la Aparición, María irradiaba mucha alegría y, en el momento en que tocábamos la campana, Ella decía que estaba decretando, haciendo un decreto de paz. Y Ella habló así:
“En este momento, en el que decreto la paz, quiero que todos Mis grupos se preparen para auxiliarme a llenar Mi barca de salvación, porque el Propósito de Dios se cumplirá”.
Y con eso, Ella nos explicaba que a través de los grupos de oración, a través de los nuevos apóstoles de Cristo, como los nombró, iba a despertar a Sus hijos para que pudieran subir a esa barca que los llevaba al Reino de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Recordé una orientación que nuestra Madre nos pidió que también les transmitiéramos sobre la Maratón de la Divina Misericordia.
Como ustedes escucharon, Ella dijo que era la primera participante de esa Maratón y que estaría entre sus hijos, orando. En verdad, Ella afirmó que va a estar entre Sus hijos, orando; y que todos, si se abren, la podrían sentir.
Entonces, Ella nos orientó lo siguiente para todos los grupos de oración, los que participen presencialmente de esa Maratón o los que participen desde sus hogares. Ella nos dijo que era importante que la Maratón de la Divina Misericordia fuera realizada en tres idiomas, en español, portugués e inglés. Y Ella invitó a que, a través de la inscripción, Sus propios peregrinos guíen la Coronilla de la Divina Misericordia durante esos dos días.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más