APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy encuentro a un mundo que sufre por la indiferencia y por la falta de amor, por olvidarse de colocar su mirada en Dios y en todo Su Universo.

Pero a pesar de ser tiempos difíciles, hijos Míos, son tiempos de milagros, en los que Dios intenta, de todas las formas posibles, estar presente en el corazón de Sus hijos y de todos los que lo quieren seguir, por medio de Su Plan y de Su manifestación divina, por medio de Su Palabra y de Su mensaje.

Pero también este es el tiempo de los milagros en las almas, en los corazones que se quieren redimir y entregar a Dios, confiando completamente sus vidas en las Manos del Padre, sabiendo que no hay más nada que hacer en este mundo que estar solo en Dios y dentro de Su Propósito, para poder ser, al menos, una chispa de Su Luz y de Su Presencia en el mundo, en este tiempo en que la oscuridad abraza al  planeta, como les dije hijos Míos, por la indiferencia y por la falta de amor.

Pero el trabajo de Cristo se construye en los corazones silenciosos, en aquellas almas que lo sirven de forma permanente e incansable, que sin tiempo ni hora le dicen “sí” y que están disponibles para vivir la experiencia de Su Amor Crístico, de ese Amor que los renueva, de ese Amor que los fortalece y que los colma completamente.

Esas consciencias, esos corazones, esas almas, llegan en este tiempo para servir a Dios, y Él mismo las está convocando, las está atrayendo hacia Su Luz Divina, hacia Su Propósito, hacia Su Verdad.

Por eso, a los que ya despertaron les corresponde, hijos Míos, apoyar el despertar de las almas que Dios está convocando para que, a través del Camino del Padre, esas consciencias concreten el Plan de Dios en la Tierra y también aprendan a manifestar la verdad, la verdad que nace del corazón que se entrega a Dios y que no tiene límites, que no tiene condiciones ni reglas.

Así como ayer, hijos Míos, dediqué Mi tiempo y Mis palabras a Mis queridos hijos de África, hoy, como un tiempo de preparación a lo que sucederá en estos días, les dedico este mensaje a los más jóvenes, a los que están despertando, a los que han sentido en su interior, de alguna forma, el llamado de Dios, que es un llamado interno y profundo que se da entre la consciencia y el Padre Eterno.

Todas las condiciones, hijos Míos, que favorezcan el despertar de los más jóvenes, también ayudarán a construir el Plan de Cristo sobre la superficie de la Tierra.

Por eso, a los más adultos, a los más experimentados, a los que han vivido el camino de la instrucción por tantos años, ahora les corresponde ser la base, ser el suelo sagrado, ser el apoyo fundamental para que los jóvenes se puedan desarrollar y despertar, y así mostrarle sus virtudes y talentos a Mi Amado Hijo; virtudes y talentos que están guardados para este tiempo, para este momento final, para este gran servicio planetario que todos son convocados a vivir, más allá o no de ser jóvenes.

Pero este es el tiempo, hijos Míos, de abrir las puertas del corazón, principalmente para acoger y recibir a los que llegan, así como ustedes, hijos Míos, los más experimentados, los que ya caminaron a través de la instrucción y que fueron recibidos por la Jerarquía.

No se vivirán las mismas enseñanzas, los mismos patrones de conducta, pero sí se mantendrá de forma presente la instrucción de la Jerarquía, los impulsos de Luz de la Divinidad. Eso ayudará a construir los tiempos y a renovarlos.

Deben abrir sus consciencias para recibir a los que llegan, para que los que llegan tengan un lugar en donde poder mostrar sus virtudes y todo lo que aprendieron en otros tiempos, que es algo muy desconocido para todos.

Como ya se los pedí, hijos Míos, deben seguir las reglas de la convivencia grupal dentro de una comunidad. Pero para vivir esas reglas deben abrirse, aún más, interiormente, en el tiempo que está llegando, que es un tiempo de cambios, un tiempo de oportunidades, un tiempo de apertura para los más jóvenes.

Así construirán lo que Mi Hijo necesita y Él les confiará, aún más, Sus planes, para que se puedan concretar y manifestar en la humanidad y especialmente en los lugares en donde Cristo quiere actuar en el planeta por medio de Sus servidores y colaboradores, por medio de los que llegan en este ciclo a través del despertar.

Yo soy la Madre de toda la juventud y la Señora de los que despiertan.

Así como existieron muchas humanidades, existirá una nueva humanidad que tendrá el impulso de la juventud para sostener este planeta, para proteger a los Reinos de la Naturaleza, para amparar a los que más sufren, para ayudar a los que desesperan, para servir a los que no tienen nada.

Por eso los más experimentados deben abrir su corazón y aquietar sus mentes. Deben seguir la conducción de la Jerarquía Divina en todo lo que ella está construyendo para este nuevo ciclo, porque lo que sucedió en el pasado es lo que hoy está permitiendo que sucedan los milagros en la vida de los que recién llegan.

La Jerarquía encuentra varios caminos para poder llegar a los corazones, a los que despiertan, a los que se autoconvocan para servir al Plan de Amor en la humanidad.

Vendrán con experiencias diferentes. Vendrán con un pasado diferente. Vendrán con un camino diferente que fue trazado en la vida de los más jóvenes. Pero en algún punto del camino espiritual todo se unirá, todo se transformará y todos entrarán en la Luz de la Jerarquía.

La Jerarquía Espiritual concede los espacios de las Comunidades-Luz para que eso suceda, para que esa Voluntad de Dios se pueda cumplir, sabiendo que la juventud de este tiempo es la que más riesgo corre en este ciclo planetario, es la que más expuesta está a las adversidades y a los conflictos, a la pérdida de la esencia con Dios.

Así como Yo les doy las gracias, hijos Míos; les entrego Mis Gracias, hijos Míos, a todos los más experimentados y adultos en el camino espiritual.

Hoy la Madre del Altísimo, la Madre de los más jóvenes y la Señora de los que despiertan es llamada por Su Amado Hijo para acoger y recibir esta convocatoria que viene directamente de Dios y, que para este ciclo planetario, será fundamental en la construcción de las bases del nuevo tiempo, de la nueva Obra, del nuevo Propósito.

Así como cambian las estaciones, así también cambia el tiempo, los acontecimientos y los ciclos. Nada es estático para la consciencia del Universo y de la Jerarquía. Los patrones cambian, las actitudes se transforman y se subliman para que cada consciencia de este Universo local alcance el Propósito de Dios y se renueve, se renueve de tiempo en tiempo.

Les dejo esta aspiración. Les entrego este pedido: hagan de las comunidades islas de renovación, acogimiento y recibimiento de los que llegan, sostén de los que están despertando, y esperanza para aquellos que buscan a Dios y no lo encuentran.

Así, hijos Míos, los más experimentados y adultos en el camino espiritual regocijarán Mi Corazón, porque podré ver, como su Madre, que Me están comprendiendo y siguiendo.

De lo contrario, Mi Hijo tendrá dificultades para retornar al mundo, porque Él vendrá por todos y para todos, no solo para los que lo siguen hace tiempo. Él vendrá para aquellos que aún no lo siguen ni lo escuchan. Él vendrá para aquellos que, de la noche a la mañana, trasformarán sus vidas de perdición en vidas de consagración.

Las señales mostrarán los acontecimientos y deberán estar atentos a esas señales, para no perderlas, porque el Plan de Dios no solo es realizado a través de obras sino también a través de la conversión de los corazones y del testimonio de las vidas de los hombres y mujeres de la Tierra.

Lleven este impulso y este pedido en sus corazones y háganlo parte de sí. De esa forma sus estructuras se romperán y lo viejo se transformará, porque vivirán el nuevo tiempo al igual que lo vivieron cuando despertaron por primera vez. Y sentirán el impulso de la Jerarquía como lo sintieron cuando fueron llamados los más adultos y experimentados en el camino espiritual.

Así podrán comprender a los jóvenes, podrán apoyar a los jóvenes, porque junto a Mi Hijo son los que impulsarán el cambio en la consciencia de la humanidad, aunque no lo parezca.

Así, muchos no quedarán atrás, no perderán el camino ni los pasos de la Jerarquía, porque en absoluta e incondicional adhesión al Plan estarán atentos para recibir las señales y ser parte de los nuevos comandos de la Hermandad.

Hoy, hijos Míos, les revelo y les entrego este pedido, porque como Madre de los jóvenes y Señora de los que despiertan tuve que esperar hasta este momento para poder decirlo.

Todo es perfecto en el Universo de Dios, así como lo es dentro de ustedes. Todo tiene su tiempo y su momento.

Ahora que crecieron en el impulso de la expansión de la Obra, lo más importante, hijos Míos, es que crezcan interiormente en la expansión del amor al Propósito.

Desde aquí, en el Corazón que emana el Fuego de Aurora, Me uno como Madre y Consciencia a los más jóvenes y a los que despiertan, sabiendo que para la Madre de Dios el ofrecimiento del próximo Festival de la Juventud por la Paz a celebrarse en Salvador, será la continuidad del despertar de nuevos rebaños, de almas que se autoconvocarán para estar ante Mi Hijo, el Cristo.

En unidad y amor, les agradezco por acompañarme y servirme, a fin de que se establezca la Paz en la humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Vengo del Cielo para cumplir una promesa del Padre Creador, una promesa que pertenece a Mis hijos de la Tierra y que en este último tiempo deberá cumplir y concretar.

Vengo con la promesa, hijos Míos, de que descubran en su interior lo que Dios colocó desde sus orígenes, antes del principio se esta Creación para este Universo Material.

Eso que existe dentro de ustedes es muy valioso para Dios y ha venido con ustedes en esta vida, encarnó en ustedes, para que pudiera cumplir su propósito y su manifestación.

Hoy les hablo de aquello que está en lo interno de lo más interno y que deberá algún día retornar a Dios, con toda la experiencia vivida del Amor, del Perdón y de la Reconciliación.

Hijos Míos, en este tiempo la humanidad no pone atención a esto. La vida está muy exteriorizada y las almas están muy hipnotizadas por todo lo que les ofrece el mundo.

Pero existe algo en lo profundo de sus seres, que es eterno, invencible e intransferible.

Es eso que necesito, hijos Míos, que en este tiempo ustedes puedan buscar. Porque descubriendo dentro de ustedes lo que Dios dejó, la humanidad podrá reconstruirse espiritual y físicamente.

Los Reinos de la Naturaleza ya no padecerán las consecuencias del ser humano, todos podrán vivir en armonía y en paz, así como Dios lo desea.

Pero como ustedes están dentro de un tiempo de transición que nunca vivieron en ningún otro tiempo, buscando eso que existe y que Dios colocó dentro de ustedes, podrán atravesar estos tiempos con mayor madurez y adultez; podrán percibir la clara realidad de estos tiempos, y así, estarán unidos a la Jerarquía.

Hijos Míos, reencuentren en ustedes la esencia interior, aquella esfera de Luz que los Padres Creadores diseñaron para sus consciencias, que surgió de una Fuente, que nació de un gran estanque de luz para poder peregrinar por el Universo y por la Tierra, para aprender amar, crecer y vivir.

Hijos Míos, muchas de esas esencias en el mundo están contaminadas; pero Yo vengo con la Luz de Mis Espejos para poder purificarlas y sublimarlas y Me sirvo de los grandes océanos de esta región para poder espejar sobre ellos los atributos de Dios, aquellos que a cada uno de ustedes  algún día los tornará libres  y podrán estar en comunión con la Creación y con la Vida.

Por medio de la oración, del servicio, de la entrega y de la donación de sí y una vida de interiorización y de meditación interior, con todo lo que existe en este vasto Universo, ustedes podrán regenerar sus vidas, hijos Míos, y las corrientes poderosas del Universo vendrán en su auxilio para seguir impulsando sus consciencias al gran cambio, el gran cambio que la humanidad deberá vivir en estos tiempos definitivos.

Por eso su preparación básica es el camino de la oración y no otro.

Ustedes deben aprender a comunicarse con Dios interiormente a través del verbo orante.

Y a través de la oración que ustedes hoy Me han ofrecido amorosamente, hijos Míos, es permitido que Yo les pueda decir todas esas cosas, porque como Madre de ustedes y Madre de la Humanidad, deseo el bien para cada uno de Mis hijos.

Tengo la intención amorosa y espiritual de retirarlos de la ilusión. Por eso, hijos Míos, anímense a sumergirse dentro de ustedes, para que puedan sentir y percibir cómo está su esencia interior.

Los ángeles de la guarda esperan por poder ayudarlos y servirlos incondicionalmente. Eso ayudará ampliamente al ángel de esta nación, al Ángel del Brasil, que espera que cada uno de ustedes se una a Él, para poder aprender a atravesar estos tiempos difíciles en un mayor grado de neutralidad, amor y sintonía.

Por medio del descubrimiento de sus orígenes, hijos Míos, sus espíritus posarán sobre sus cuerpos y crearán esa perfecta unidad con el Padre Celestial.

Y no solo serán merecedores de las Gracias del Universo, sino de las Gracias del Conocimiento sideral, que está guardado en cada una de las estrellas de este Universo, despertando la consciencia de sus seres.

Estableciendo la unidad con sus esencias purísimas, podrán ser merecedores de mayor misericordia y perdón. Podrán percibir, hijos Míos, que muchos hábitos en sus vidas ya no son necesarios.

El alimento de la oración y la fuerza interior del servicio por los demás, es lo que hará transformar el mundo y traerá el amor a todos los corazones.

Con este ejercicio simple, que Yo les entrego, de aprender a buscar su esencia interior, también ayudarán a sus almas a encontrar el camino de la cura. Ellas suplican al Universo por ayuda, una y otra vez.

Aprendan, hijos Míos, a corregir sus caminos y a seguir el camino crístico que les ofrece Mi Hijo, Nuestro Señor, y estarán dentro de la senda de la Jerarquía y seguirán recibiendo sus impulsos espirituales, que los llevarán a comprender la vida tal cual es y a estar en contacto interior con todas las esferas sublimes del Universo.

Necesito, hijos Míos, que en este tiempo sus esencias sean curadas, porque siendo curadas serán purificadas, podrán recibir los atributos de Dios, que son urgentes y necesarios para estos tiempos difíciles.

Los atributos los transformarán, elevarán la consciencia y podrán estar delante de la realidad planetaria con otros ojos, encontrando en cada lugar y en cada rincón una necesidad para ser suplida.

Necesito, hijos Míos, que sigan desarrollando dentro de ustedes el camino del amor, para que en sus vidas se fortalezca el camino de la fe, pilares importantes para estos tiempos críticos, en donde se verán cosas increíbles e inconcebibles por parte de la acción de los seres humanos y de las naciones.

Pero Yo no los invito estar en el conflicto, ni en la desesperación. Los invito, hijos Míos, a estar en la divina armonía de Dios. Por eso deben descubrir dentro de ustedes el valor de sus esencias, para que pueda volver a resplandecer el sentido de su existencia y el motivo superior que los trajo a esta vida y a este mundo.

Tomando conocimiento de todas esas cosas, hijos Míos, podrán vivir la Voluntad de Dios.

Mis Manos y Mi Corazón están llenas de Gracias para ser derramadas sobre el mundo y espero que sus esencias se puedan purificar y sublimar para ser merecedores de esa Gracia Divina, y tendrán todos los sentidos internos abiertos. Sus sentidos externos se aquietarán y se calmarán para poder percibir la realidad divina y el verdadero sentido que trae el Universo para estos tiempos y para la humanidad.

Deseo que siempre puedan hacer el bien en cada lugar y en todo momento, porque así, hijos Míos, permitirán que otras almas se curen y el sentido de muchas almas más cambiará sus vidas, y la vida de sus hermanos volverá a tener un sentido y un propósito para este tiempo.

Yo no les pido, hijos Míos, nada imposible. Pido lo que en verdad puedan alcanzar en este ciclo, pero es urgente que la humanidad tenga consciencia de lo que está haciendo, que todos los seres se puedan unir en el amor y en la verdad para que Dios no derrame Su Justicia sino su Infinita Misericordia, porque el Padre Celestial les ha dado todo y sigue dando todo a Sus hijos.

Necesitan responder a eso que reciben; por eso Yo les vengo a advertir en el nombre del amor para que sus caminos estén en el camino de Cristo, siempre velando por la Verdad, por la realidad superior y la consciencia que cada uno de ustedes debe descubrir en este tiempo.

No sientan temor por lo que hay más allá de este Universo material, porque hacia el Infinito, algún día sus consciencias deberán volar para poder fundirse con el Padre, con Su Fuente máxima de Gracia y de Amor, y así podrán vivir una síntesis de todo lo vivido y experimentado en este planeta.

Pero en este tiempo es necesario, hijos Míos, que sus dones puedan despertar, para que sus talentos estén al servicio de Dios.

Mediante el camino de la oración perseverante y constante. Irán transformando sus vidas, poco a poco y podrán algún día, mediante la Gracia de Dios, espejar hacia el mundo lo que verdaderamente son, desde donde surgieron para vivir esta experiencia de Redención y de Perdón.

Les invito, hijos Míos, a ingresar en la Escuela de la Verdad, ya que muchos de Mis hijos, los que antes estaban Conmigo, decidieron salir de esta Escuela. Pero como Madre paciente, amorosa y perseverante espero por todos Mis hijos, para que cada uno de ellos pueda ingresar en esa Escuela de la Verdad y así recibir el conocimiento que necesita para ennoblecer sus espíritus y cumplir la Misión que Dios les ha pedido en este planeta.

Eso es, principalmente, para la juventud, a la cual tengo mucho en cuenta para estos tiempos críticos. Porque la juventud trae ese puente hacia la renovación que permitirá traer la cura del Universo para todas las consciencias.

Yo le extiendo Mi Mano a toda la juventud del planeta para que se anime a conocerme y a sentirme, a descubrir quién es en verdad la Madre de Dios, la Madre que siempre los acompaña y los guía desde antes que ustedes tuvieran consciencia sobre su existencia.

Por eso en esta noche, hijos Míos, espejo el Gran Amor de Mi Corazón para todos los que necesitan de ayuda, de intercesión y de Gracia para estos tiempos.

Desde ahora agradezco a todos los que han acompañado esta peregrinación, sabiendo que no es solo una peregrinación material sino especialmente espiritual, que abraza a muchas consciencias, naciones y situaciones planetarias que se van desactivando, reconstruyendo y transformando para que todas esas situaciones estén todas dentro del Propósito de Dios y no del propósito de los hombres.

Depende de la humanidad la oportunidad de recibir una gran intervención divina. La respuesta de parte de los seres humanos será muy necesaria, para que esa ayuda universal pueda llegar a la Tierra y todo, absolutamente todo, se mantenga en el equilibrio.

Reciban cada una de Mis palabras como si fueran las últimas, porque sé como Madre que las necesitarán, para poder seguir caminando en esa trayectoria de la Tierra, rumbo al sagrado encuentro con el Redentor.

Por esa razón, también vengo aquí por los que hoy se consagrarán, por los que ya se consagraron una vez a Mi Inmaculado Corazón.

Este será el momento, hijos Míos, especialmente para los Hijos de María de todo el Brasil, de poder responder y corresponder al llamado de Dios en todo lo que es presentado y manifestado como Voluntad Divina. Eso evitará muchos acontecimientos en su país y las puertas de la Divina Misericordia se mantendrán abiertas sobre un pueblo y una nación, que fielmente es devota a la Madre de Dios.

Que se aproximen los que hoy se consagrarán como Hijos de María.

Preparándonos mediante el cántico de la consagración, haremos la renovación de nuestros votos a la Madre de Dios, asumiendo nuestro compromiso interior y espiritual con la Obra de los Mensajeros Divinos y el Padre Celestial.

Almas queridas de Dios, seres congregados en el nombre del Amor ante el Altar Sagrado de la Madre de Dios: Que sus almas hoy reciban esta bendición maternal que Yo les traigo.

Que sus corazones sientan el impulso de la paz, del amor y del bien, que hoy emite Mi Corazón Inmaculado, para que su compromiso ante Dios sea verdadero y persistente, para que aprendan a proteger sus vidas mediante el camino de la oración, del servicio por los demás y por los Reinos de la Naturaleza, para que en sus familias y hogares pueda despertar el principio de la Sagrada Familia, mediante actos de bondad, de caridad, de amor y de bien para con sus semejantes.

Hoy, su compromiso Conmigo será por todas las familias del Brasil y del mundo, para que en sus familias exista el oratorio dedicado a Mi Materno e Inmaculado Corazón, donde Mi Presencia pueda estar allí entre ustedes y en todos los hogares del mundo, especialmente en las familias que están divididas y separadas por el desamor.

El Brasil, como pueblo devoto a la Madre de Dios, tiene la posibilidad de realizar muchas obras. Por eso no Me canso de volver aquí una y otra vez, para poder bendecir a Mi pueblo querido, que siempre suplica a Dios por Su Amor y por Su Gracia, por Su Misericordia y por Su Compasión.

Hijos, Yo los amo y solo deseo que hagan el bien, para que el Bien de Dios esté en sus corazones y en el corazón de todos sus hermanos, a fin de que la maldad sea disuelta, los infiernos sean cerrados, para que las almas se liberen y reencuentren el camino hacia Dios.

Oremos. Y hoy oraré con ustedes, hijos Míos. al Padre Celestial. para que esta ofrenda que nace de sus corazones, sea recibida en Su Reino y Él les devuelva Su bálsamo de Paz, de Cura, de Amor y de Perdón, para que sus vidas a partir de ahora sean otras. Crean que eso es posible.

¡Recemos!

Padre Celestial ... ( x 3 veces)

Brasil siempre será el Edén, donde Dios colocará Sus Ojos para contemplar la transformación de Sus hijos y el cuidado de todos los Reinos, a fin de que siempre esté presente la paz, el amor y la unidad entre los seres.

Yo los bendigo y los consagro a todos como Mis hijos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que una lluvia de Amor y una Gracia espiritual descienda en este momento, no solo para bendecir al Brasil sino también a todos los Reinos, a todos los continentes y los océanos que están unidos a la Creación de Dios en perfecta unidad.

Hoy Me alegro por haberlos tenido aquí, porque hayan traído su ofrenda para Mi Corazón.

Hagan lo que les pido, oren todos los días y todo se transformará y se curará. Es algo muy simple, así algún día serán como Yo, bellos en el Amor y agradecidos en la Confianza.

¡Yo les agradezco!

Sigan adelante en el Camino del Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto