MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy abran los ojos del corazón y también sus oídos para ver y escuchar el llamado por la paz. Este llamado supone un esfuerzo de parte de todos para concretar los planes de paz de Vuestra Madre Celeste. Cumplir con ese importante llamado demandará de ustedes no solamente tiempo, sino el amor suficiente para enfrentar las batallas.

Para los devotos de Aurora no faltará motivación, porque el propio rayo de su Centro Sagrado formará a las consciencias como los primeros soldados al servicio del Plan y de su evolución.

Ser guerrero en este tiempo significa luchar solamente con las fuerzas que proporcionan el amor y la libertad para poder desarrollar la tarea.

Aurora forma sus comandos de oración a través de la sagrada instrucción y de la confluencia de impulsos que llevan a cumplir ese propósito de paz. Por eso los autoconvocados a Aurora deben comparecer y presentarse para recibir las debidas instrucciones; de esa forma sus corazones y mentes estarán preparados para responder al llamado del Universo.

Es así, queridos hijos, que la Luz de Aurora refleja sus rayos sobre las consciencias que se abren en humildad y servicio para recibirlos, y ellas los espejan como soporte para el apoyo y la redención de los corazones.

La Luz de Aurora se expresa como llama de oración para quienes la invocan de alma y desinteresadamente. Esa Luz de Aurora los guiará y los colocará en el camino seguro para responder al llamado por la paz.

Es por eso que todos los soldados, despiertos o dormidos, comienzan a escuchar la cálida vibración de la convocatoria, porque llegó la hora de que todos los discípulos se coloquen en las filas de las misiones que deben cumplir. De esa manera el planeta y la humanidad serán protegidos y ayudados antes del gran momento de su purificación.

¡Agradezco a los soldados orantes que responden a Mi convocatoria!

Los despierta para los comandos celestiales,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CAMPINAS, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Vengo a pedirle al mundo la paz.

Vengo al mundo a recordarle a la humanidad el Plan de Dios.

Vengo al mundo a rescatar a los corazones perdidos, para encaminar a las almas que se han olvidado de Dios.

Yo soy la Señora del Santo Rosario. Así como en Fátima, les vengo a pedir oración. La oración que brota de sus corazones, de una forma simple pero sincera.

Vengo a pedirles, hijos Míos, el acto de su arrepentimiento.

Vengo a pedirles, hijos Míos, que sean buscadores de la paz y de la verdad.

La mitad de este mundo padece la consecuencia de los hombres ingratos, de los hombres que no viven la Ley del Señor.

Hoy les muestro a todos Mi Divino Corazón Inmaculado, aún rodeado de espinas por los flagelos de la humanidad que se separa del camino del Cristo y se dirige a los abismos de esta humanidad enferma.

Pero Mi Luz poderosa, que es invencible y grandiosa, viene a congregarlos en este oratorio para que elevemos a Dios la oferta de dar un sí a este Plan de evolución.

Necesito que sus corazones sean estrellas que iluminen esta oscuridad, que disipen la tribulación por medio de la oración en las familias. 

En sus corazones, hijos Míos, existe potencial para poder amar, para amar más allá de este mundo, para amar el universo y la Creación del Señor, Creación que se encuentra muy ofendida por todos. El Corazón de Dios está triste. ¿Quién será dichoso de poder consolarlo?

Así, a través de los tiempos, Yo vengo a entregarles un Mensaje de Paz. Mas Mis Palabras son pura energía maternal que ingresan en sus corazones y son recibidas por las almas que buscan la verdadera unión con Dios. 

Hijos Míos, no estoy cansada de decirles que no hay tiempo que perder. El mundo está muy enfermo y principalmente todos los espíritus que se apartan del Camino del Creador.

Así como Moisés recibió las Leyes, Yo vengo a recordarles las Leyes de Dios. La humanidad no conoce el poder de las Leyes de la Creación. Mas aquel corazón, que está unido a Mi Corazón materno, puede sentir las Leyes del Creador y aplicarlas en esta vida, tan olvidada de Dios.

Hijos Míos, que están muy dormidos por no encontrar el camino de la redención, vengo a través de Mi Luz a abrir sus ojos. Así como en Fátima, en este siglo, en este tiempo y en esta fecha especial, Yo vengo a recordarles sus compromisos. Desde el origen, desde la Fuente esencial de Dios, Yo vengo a despertar sus dones, Yo vengo a despertar sus talentos, tan necesarios por Mi Hijo amado, para que Él pueda cumplir Su Obra de Redención.

Queridos hijos, sientan el palpitar de Mi Corazón materno. Abran sus brazos y acojan en sus corazones Mi Espíritu Divino. Yo vengo a traerles un mensaje del Cielo, algo que no es normal para sus vidas. 

Yo necesito, hijos Míos, que recapaciten y que se arrepientan, para vivir en la Ley de Dios.

Entre Mis Palabras se encuentran los Rayos de la Verdad, aquellos que se iluminan desde el universo, para que, a través de la oración, de la Adoración y de la Comunión, las almas despierten a su verdadero camino.

Muchos de ustedes no es la primera vez que Me escuchan. Yo vengo aquí, a esta ciudad para recordarles su compromiso con la oración. Vayan a sus parroquias. Recen de corazón. Que sus hogares sean oratorios, oratorios dedicados a la vida del Señor. Que la Palabra de Vida de Mi Hijo pueda regresar a sus manos. Que sus corazones puedan leer las Palabras de Nuestro Señor, porque aún están vigentes para aquellos que sepan reconocerlas.

Únanse a Dios, porque muchas almas se separan de Dios. El mundo está en una guerra espiritual y esta se expande a nivel material. ¿Cuándo esto se detendrá? Si sus oraciones fueran sinceras, la Justicia de Dios será aplacada. Los corazones no deberán sufrir el martirio que están provocando en muchas regiones del mundo.

Yo vengo a traerles Mi Espíritu de Paz porque sé que sus vidas están perturbadas; no encuentran consuelo ni salida. Mas en esta noche, hijos Míos, Yo Me oferto como el camino de retorno, el camino de retorno del Señor a Su Sagrada Morada, que es su verdadero origen, para reencontrar el camino que muchos de ustedes perdieron.

Desearía que muchos de ustedes Me pudieran ver; pero Yo necesito hijos Míos, que después de tantos milagros a través de los tiempos, sus corazones Me puedan sentir. Yo puedo morar en sus vidas siempre y cuando Me lo permitan.

Pero Mi tarea está finalizando y el mundo deberá cruzar el umbral hacia el Cielo o hacia el infierno. ¿Dónde ustedes querrán estar hijos Míos? Ustedes ya no son principiantes, mas sí son Mis apóstoles del Amor.

Vivifiquen la Presencia de Cristo en sus vidas. Hagan obras de caridad, de verdad, y sus corazones vivirán en regocijo, a pesar de la oscuridad de los tiempos.

Así, hijos Míos, a través de sus pequeñísimas vidas, Mi Obra se podrá expresar como espejo en los corazones redimidos, en los corazones pacificadores que buscan la unión con Dios, todo el tiempo.

Abandonen esta normalidad que los rodea todo el tiempo, que no les deja ver la Luz del Reino de Dios.

Queridos hijos, si rezan de verdad Conmigo, muchas cosas podrán evitarse.

Yo soy la Mensajera de la Paz. Yo soy la Profeta de Cristo, que les anuncia a los corazones el Retorno de Cristo en estos tiempos de caos.

Sus corazones deben estar preparados. Si no oran, hijos Míos, si no se perdonan ni se reconcilian, ¿cómo Mi Hijo podrá estar entre ustedes nuevamente?, ¿cómo sus corazones despertarán, durante la noche, para ver entre las nubes la venida gloriosa del Rey?

Por eso, Mi Corazón Inmaculado, que es su Corazón noble, y el Santo Corazón de San José, trabajamos juntos para la redención de las almas.

Los Cielos y los universos abren sus vertientes de Luz a través de los Sagrados Corazones, para que diariamente, hijos Míos, puedan comprender que hay algo que cambiar. Ya no hay tiempo que perder, el reloj se detendrá para que las almas vivan su aprendizaje en este último tiempo de transición.

Lo que anima a Mi Corazón Inmaculado es ver que sus almas cristalinas buscan el camino de la redención y que nunca se desaniman, porque quien está Conmigo, está con Cristo y está con Dios en Su gran Plan de Redención.

Me anima ver a las almas que verdaderamente se consagran y que sobre sus cuerpos visten Mi Manto de Luz para representar en este planeta las nuevas legiones de Cristo que sustentarán a la humanidad; porque la mayoría, aunque no les parezca, hijos Míos, no hará nada.

¿Quién hará algo por este mundo? ¿Quién corresponderá al Plan de Dios, saldrá de sí para ver a los otros y encontrar la necesidad, que es muy grande en esta humanidad? La necesidad de amor, de oración y de servicio.

Mas si ustedes se unen a Mi Corazón, el ejército será invencible y la paz no desaparecerá de la Tierra.

Sus almas son peregrinas del universo y vienen aquí para vivir una experiencia de redención y de amor; para reencontrar a Cristo en sus caminos y divinizar sus vidas, según la Voluntad y el Propósito de Dios.

No dejen de buscar su verdadera misión. Deben existir apóstoles activos que puedan corresponder a la emergencia de estos tiempos.

Saliendo de aquí, hijos Míos, sus corazones deben pensar, reflexionar sobre cada vibración que Yo les he entregado, porque ella podrá transformar sus corazones; y esa Luz se expandirá en sus familias para que más corazones sean tocados por Mi Luz.

No vengo aquí por acaso, hijos Míos. Así, Yo les recuerdo a Fátima, porque están en el mismo punto que el pasado y eso debe revertirse por su determinación de ser corazones resplandecientes que busquen la vida de oración, para alcanzar finalmente su redención.

Así agradarán a Dios y no perderán tiempo, porque el mundo debe vivir una nueva etapa y sus propios hermanos, miembros de esta única civilización, están impidiendo que eso suceda. Por eso, los Portavoces del Cielo vienen hacia ustedes para recordarles que existe el camino hacia el infinito y que esta vida no termina aquí.

Sus espíritus, hijos Míos, deben despertar a la vida espiritual, deben evolucionar, deben dar pasos; así como los dieron los apóstoles, aquellos seres que acompañaron a Cristo en esta Obra de Redención.

Ahora les toca a ustedes, hijos Míos. Por eso, este es Mi último llamado. Mi voz se pronuncia para todo el mundo.

No quiero que sientan Mi dolor, que es el dolor del mundo, pero muchos deben sentirlo para comprender el sentimiento de su Madre Universal.

No Me canso. Sigo adelante con la esperanza de reencontrarlos despiertos en este camino hacia el Universo de Dios.

Ustedes tienen un universo en su interior. Búsquenlo. Clámenlo. Llamen por él, él está allí para ayudarlos. Ese es su mundo interno, el mundo del alma, de la pureza, del principio original.

¿Acaso lo han percibido? Yo vengo a revelarles esta Gracia, pues es necesario, hijos Míos, que más corazones despierten. Despierten, despierten, despierten, despierten.

Recemos.

Oración: Padre Nuestro (portugués).

Y así, siempre deben pedir a Dios por su conversión; siempre hay algo que curar; siempre hay algo que redimir cuando el corazón es sincero con Dios.

Estrellas de Luz se esparcen sobre la Tierra. Estos son Mis queridos hijos que despiertan, que visten el Manto de Mi Luz. Son Mis más pequeños, los que Yo amo y espero que Me representen fielmente en este planeta, porque llegará el tiempo, hijos Míos, que su día solo será oración, cuando el mundo se purifique para alcanzar los mil años de paz.

No se cansen de transformarse, es necesario. Sus vidas deben santificarse, deben corregirse, deben seguir los Designios de Dios.

Por eso, Yo soy la Señora del Santo Rosario. Rezo por ustedes y por el mundo para que algo cambie pronto. Rezo con ustedes todos los días, desde el Universo del Corazón de Dios.

Así, por su respuesta sincera a Mi llamado universal, todo estará cumplido, todo estará consumado, así como Mi Hijo lo cumplió.

Que vengan aquí Mis guerreros de la oración, espíritus llamados a vivir en el nombre de la paz.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán ante Mi Presencia trayendo la vela de luz, la presencia de un alma encendida en toda esta humanidad.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Anaren.

 

Mientras cantan, queridos hijos, Yo los bendeciré a ustedes y a todos los presentes. Cuando los bendigo a ustedes, bendigo al mundo y renuevo todas las cosas, pues esa es la autoridad que Me dio Cristo para que las almas se reenciendan.

Canten de corazón, proclamando a Dios su confirmación.
 

Canción: "Himno de los Hijos de María".
 

Por la autoridad que Dios Me ha concedido, en nombre de la Santísima Trinidad, bendigo sus vidas para que sean convertidas en Cristo y por Cristo y sean, a partir de ahora, Mis apóstoles de la Paz.

Derramo Mis Rayos sobre ustedes, para que sus corazones los guarden y no olviden que la Madre de Dios, la Reina de la Paz, la Señora del Santísimo Rosario, la Señora del Monte Carmelo, estuvo hoy aquí con ustedes para derramar Su Gracia en la humanidad.

Guarden Mis Palabras en el corazón y sigan a Jesús, síganlo siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Les agradezco por orar a Mi Inmaculado Corazón.

Que la paz siempre sea en sus vidas.

Los amo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Nuestra Señora pidió que, en este momento, en todos los lugares del mundo, hagamos un minuto de silencio, por la paz en la humanidad.
 

Hermanos, quisiéramos cerrar este encuentro con un pequeño relato sobre la Aparición, respondiendo al pedido de María.

Ella nos pide, a veces, que relatemos lo que Ella nos muestra. Para comenzar, quisiéramos decir que, durante la oración, las almas de cada uno de los presentes fueron muy trabajadas.

En diferentes grados, los ángeles trabajaban según la indicación de Nuestra Señora; y una forma de cura espiritual, iban realizando en cuanto nosotros orábamos de verdad.

Entonces, llegó el momento de la Aparición. Nuestra Señora vino como siempre desde el Cielo, cruzando los universos, ingresando en la consciencia del planeta, y Su consciencia iba localizando este lugar.

Ella venía como una gran esfera de luz y de fuego, descendiendo a través de los Cielos hasta aquí.

En cuanto estábamos orando, esperando Su llegada, ese fue el momento en que se mostró como Nuestra Señora de Fátima, vestida toda de blanco, con un rosario entre Sus manos. Su mirada era suave, maternal y amorosa. Estaba descalza y se colocó en el centro de este portal de paz. Y, lo primero que dijo: "Agradezco a quien tuvo la Gracia de poder honrarme, al construir este portal en honor a Mi Inmaculado Corazón".

Entonces, Nuestra Señora extendió Sus brazos hacia nosotros, abrió Sus manos y mucha Luz comenzó a salir de Sus manos y penetraba en nuestras almas. En ese momento, María nos mostró una imagen del planeta y vimos un gran triángulo de Luz que unía Europa con Medio Oriente y con el sur de América.

En ese momento, veíamos que muchas almas iban siendo elevadas hacia el Cielo por Nuestra Señora, no solo del Medio Oriente, sino de diferentes puntos del planeta. Entonces, Nuestra Señora dijo: "Mira hacia el centro del triángulo", y comenzaron a aparecer muchas rosas, que Ella dijo que eran nuestras oraciones, las oraciones de todos Sus hijos del mundo que estaban unidos a este propósito por la Paz.

Nuestra Señora lloró un poco, mostró Su Corazón lastimado, pero a medida que Ella nos iba hablando, palabra tras palabra, Su Consciencia entraba en nuestro universo interior, fue así como Ella lo llamó. Y parecía que Nuestra Señora, por algunos momentos, cuando repetía las palabras, Ella se multiplicaba dentro de nuestro espíritu. Entonces, veíamos a María dentro de cada uno como una sola Consciencia unida a Dios, fundida en Cristo.

Después, Nuestra Señora, cuando fue transmitiendo Su Mensaje, nos fue mostrando diferentes situaciones de la humanidad. Ella, rápidamente, mostraba diferentes regiones del planeta que necesitaban de mucha, pero de mucha oración; hasta que llegó el momento, en la Aparición, en que Ella mostró el Propósito de Dios para esta humanidad. Y, por encima de Nuestra Señora, habían muchos ángeles que comenzaron a mostrar la Idea original que había tenido el Creador, desde el principio de esta humanidad y de este planeta.

Ella nos decía que la Sagrada Familia de Nazaret, cuando estuvo presente aquí, en esta humanidad, a través de San José, de María y de Cristo; Ellos dieron continuidad a ese Propósito.

Ella decía que ha aparecido tanto, a través de los tiempos; no solo para enseñarnos, advertirnos y llamarnos, sino para que Ella pueda dar continuidad a esta Obra de la Idea de Dios. Ella decía, con mucho pesar, que esa Idea, nosotros la estamos rompiendo.

Ella viene a recordarnos que nosotros fuimos creados por Dios, que Dios nos ama, que no podemos separarnos de Él y que tenemos, junto con Nuestra Señora, que dar continuidad a esa Obra que Dios tiene prevista para nosotros.

Amorosamente, Ella viene a corregirnos y nos pide que pensemos y que reflexionemos qué es lo que hacemos de nuestra vida, si estamos con Dios o no estamos con Dios. 

Ella, hoy, nos donó Su Amor maternal; y cuando hizo su bendición para los Hijos de María que se consagraron, mucha Luz se esparció por este lugar, el aura de Nuestra Señora se iluminó y esa Luz llegó a varias partes del planeta, en forma de rayos.

Eso fue lo que sucedió. Así es que todos quedan con esa invitación y ese llamado de María; y podremos seguir unidos en este trabajo por la paz rezando el Rosario, rezando de corazón como Ella nos pide y esforzándonos cada día un poquito más

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA HACIA SALTO, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Todos los días, vengo del Cielo a llamar a los apóstoles de la Luz, a los servidores incondicionales de Mi Amado Hijo, pues la urgencia de que existan almas servidoras requiere ir más allá del conocimiento y de la formación recibida.

Por eso, todos los días, mediante la oración del corazón que les he enseñado, vengo a despertar los dones que aún duermen en sus almas, almas sofocadas por la presión de los tiempos, por las modernidades, por el pecado, por olvidarse de Dios.

Mi Plan corredentor de salvación, en este tiempo apocalíptico, está dirigido al rescate inmediato de las esencias sometidas por el adversario.

Para que eso sea posible, ante la emergencia que vive la humanidad, Mi Corazón viene a llamar a los apóstoles de la Luz para que a través del servicio, la oración y las misiones de caridad ayuden a los más desprotegidos e ignorantes de corazón, que necesitan del alivio, de la cura y de la Misericordia.

Queridos hijos, el tiempo de mostrar los dones y de colocarlos al servicio del Plan ya llegó. Hay mucho por hacer y la humanidad no quiere escuchar ni ver por vergüenza, ya que la realidad planetaria que la sobrepasa la obliga a cambiar forzosamente.

Pero los corazones mansos y orantes en este tiempo pueden dar el ejemplo de una vida consagrada y feliz en los Brazos del Padre Celestial.

Es hora de atender al planeta, es hora de que los guerreros de Cristo despierten a la convocatoria y salgan de sus hogares a servir; la Piedad y la Misericordia todo lo suplirá.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los entrena, al servicio del Amor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos Míos:

Ni el servidor más débil de los Míos caerá porque Mi Espíritu le dará la fuerza que necesita para cumplir con los Mandamientos del Señor. Por eso les vuelvo a decir: no teman, pero sí asuman la parte importantísima que Mi Padre les ha confiado, la conversión de los corazones al Sublime Corazón del Pastor.

Queridos Míos, cuando retorne no cargaré con la cruz del mundo, sino que vendré en Gloria para aliviar el peso que hoy el mundo lleva. Vendré para recordarles a quién pertenecen y hacia dónde deberán ir el próximo ciclo.

No vendré para anunciar el fin de los tiempos, sino que vendré para anunciar un nuevo tiempo de Gracias para la humanidad. Vendré para resucitar a los que están muertos en espíritu y en vida; vendré para elevar a los que, en la esperanza, sostuvieron la antorcha de la luz y de la redención.

Que nadie decaiga antes de Mi Venida, sino que soporte el Fuego Universal que viene a purificar las impurezas de toda la humanidad; y ese Fuego Universal será más leve si oran, si oran con la potencia espiritual del humilde corazón.

Queridos amigos de camino, que no se pierda ni la última de Mis ovejas, y si ustedes vigilan Conmigo, vigilarán con amor todos Mis rebaños, aunque Mi Mano no detendrá a aquellos que quieran hacer su propia voluntad. Estamos en el ciclo de la suprema obediencia y, obedeciendo, estarán firmes en los próximos pasos.

Mi Luz los acompaña. Mis guerreros de la Misericordia no bajen los brazos, sino elévenlos para que las redes del Gran Pescador puedan ser lanzadas a la Tierra para la salvación de los que están solos y olvidados.

Mis amigos, la hora está marcando un nuevo encuentro y para eso sus corazones deberán estar preparados por la oración. Oremos  por el mundo. La Gracia de Mi Padre deberá descender,  tomen consciencia de lo que les digo.

Bajo el poder de la Luz de Dios, sean bienaventurados.

Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús
 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos Míos:

Recuerden que todos los días pueden venir hacia Mí y dejar que sus seres reposen en Mis Brazos de salvación.

Hoy los invito, como ha dicho Mi Madre, a la constancia, a lo que vendrá y a vivir en la santa esperanza del corazón. Con sus buenas obras de paz y de amor, también ustedes, Mis compañeros, transmitirán Mis Buenas Nuevas a todos.

Con este fin estoy formando a los guerreros de la Divina Misericordia para que, tanto en la oración como en la humildad que deberán alcanzar todos los días, puedan ser muestra y ejemplo vivo de Mi Mensaje Redentor hecho carne en ustedes. 

Hoy ya puedo llegar a lo profundo de sus corazones, pero aún Mi Alma tiene sed de aquellos que ni siquiera miran a lo más alto del Cielo, al Universo.

Mis queridos, acepten vivir las lecciones del amor y del perdón, porque a través de estas dos lecciones aprenderán a amar y a redimir el corazón. Los espero en oración, como también los espera Mi Madre del Universo, en todos los momentos del día. Solo permitan que Mi Amor se pueda irradiar en sus rostros, en sus ejemplos y en sus acciones cotidianas de la vida. Quiero y puedo estar presente por más tiempo en su templo interior, solo cuando se dispongan a decirme: “Ven Maestro, eres absolutamente en mí y yo en Ti”, así Me abrirán la puerta de sus casas, de sus familias y de sus seres más queridos.

Si Yo redimo sus vidas con la Fuente de Vida, en consecuencia, también serán redimidos sus hermanos más próximos. Antes de que todo suceda, quiero mostrarles el amor de Mi Misericordia y la fe de Mi Espíritu Divinizado por el Supremo Padre.

Quiero tenerlos cerca, por eso los espero en el silencio, en la contemplación de la Creación y de la Vida. Como Soy parte de Dios, Yo estoy en todas partes. Cuando se unan a Mí, los ayudaré, porque Mi Amor por ustedes aún es desconocido para muchos.

Confíen en Mi Espíritu porque al final de todo los resucitaré de la muerte y los llevaré a la Tierra Prometida: a la Tierra y al Paraíso bendecidos por Dios Creador.

Bajo el Espíritu Santo de Dios, sean siempre misericordiosos.

Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús, vuestro Pastor
 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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