Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL VALLE DEL RÍO LOIRA, REGIÓN CENTRAL DE FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como una Madre refugiada, vengo en busca de consuelo, el consuelo que Me pueden dar Mis hijos, por los que oro incansable e inmediatamente para que todos estén protegidos bajo Mi Manto, para que todos sientan la caricia de la Madre de Dios a través de Sus serviciales y humildes Manos que coloco sobre sus rostros para animarlos a seguir adelante.

Hoy de manera extraordinaria, estoy aquí en esta sagrada iglesia. Estoy aquí para dar testimonio de la Presencia de Cristo en el Sagrario, así como en todos los Sagrarios de la Tierra, en los que Mi Amado Hijo es reconocido y adorado.

Hoy, vengo en busca de ese consuelo espiritual de Mis hijos porque lo necesito.

Hoy, vengo a pedirles esto de manera especial, porque sé que a través de Mis hijos y de la oración de todos los consecuentes, de todos los que responden a Mi llamado maternal, Yo podré, queridos hijos, aliviar y ayudar a las almas que en este momento están desprotegidas, mucho más desprotegidas de lo que ustedes pueden imaginar.

Esa desprotección, de Mis más inocentes hijos, provoca un dolor indescriptible en Mi Corazón Inmaculado; porque hoy, una vez más, el Corazón de la Madre es traspasado por una lanza, la lanza de la crueldad humana, la crueldad que hoy practican algunos de Mis hijos en el mundo, provocando desgracia, sufrimiento y muchísima desesperación en todas las madres que pierden a sus hijos, especialmente las madres que sufren y padecen la guerra.

La razón de también hoy estar aquí, queridos hijos, es que Me acompañen en peregrinación a Lourdes, porque es imperiosamente necesario que la humanidad alcance la cura espiritual.

Que la fuente de cura espiritual, que proporciona Lourdes para las almas, pueda llegar a todos los mundos internos posibles, especialmente a los que en este momento padecen la guerra y la persecución mortal.

Hoy, Mi Tierra Santa, la Sagrada Tierra de todos, está dividida y disociada; la tierra que Mi Hijo pisó con Sus Pies, por donde caminó y peregrinó al encuentro de los más necesitados y desprotegidos de aquel tiempo, para anunciar Su Evangelio de salvación a los corazones caídos.

Hoy, Mi Tierra Santa está siendo invadida y perseguida, porque es la tierra de todas las religiones y de todos los credos, de todos los que buscan en la esencia el Amor de Dios.

Hoy, esta tierra una vez más está siendo ensangrentada y, así como fue en la flagelación de Jesús, la Madre de Jesús recoge a través de Su Manto la sangre inocente que es derramada para que sea depositada en los cálices de todos los mártires del Cielo.

Queridos hijos, los invito a Lourdes no por una peregrinación más. Hoy, los invito a Lourdes para que Me acompañen en esta tarea espiritual que es de emergencia para Mí, y sé que en algún grado no podrán comprenderlo, pero sigan Mis pasos de Madre, los pasos de la Madre Consoladora y Corredentora; porque necesito que, a través de la Fuente Espiritual de Lourdes, no solo la faz de la Tierra se pueda purificar de tanto mal impartido, sino también que las almas de los inocentes y mártires que están apresados en los planos inferiores, después de haber vivido el terrorismo y la persecución, sean elevadas en gloria a los Cielos. Y esto es tarea de la Madre Mediadora e Intercesora de los corazones.

Por eso, vengo aquí de forma extraordinaria a anunciarles este pedido espiritual del Corazón Inmaculado de María, a fin de que esta guerra no alcance dimensiones que después no puedan controlar.

Mientras tanto, queridos hijos, Mi Manto sigue manchado con la sangre de los inocentes y se lo llevaré a Dios como una oferta por la reconciliación de los que están perdidos y caídos, por la redención de los que están condenados al fuego del infierno, después de haber cometido esta grave y delicada acción. Porque lo que queda en el plano etérico del planeta es una energía del mal muy difícil de transmutar; así, los pueblos y las naciones son intoxicados por esa vibración.

Por eso es importante vivir en este tiempo la oración del corazón y pedir por todos los pecadores y condenados en el mundo para que tengan la Gracia de la oportunidad de ser perdonados por Cristo, Mi Hijo; porque su Divina Madre quiere el bien para todos Sus hijos, sin excepción y sin condiciones; quiere ese bien para que todos estén en paz, en la felicidad de poder vivir en el Reino de los Cielos, aunque estén en la Tierra.

Porque, a pesar de que hoy Mi Corazón está siendo traspasado por la lanza de la crueldad humana de este tiempo, su Divina Madre les trae el Reino de los Cielos, en este lugar y tan solo por un momento, para que puedan comulgar del Propósito Divino y, a través de ese Propósito, puedan vivir la Voluntad de Dios que está escrita para cada uno de Mis hijos desde el principio.

En esta especial Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, su Madre Celeste recoge la oración de todos Sus hijos, como la última chance de salvación de la humanidad, para que la Ley de la Justicia no descienda porque es una Ley que es desconocida absolutamente por todos.

Deseo ardientemente, a pesar del dolor de Mi Corazón, que todos Mis amados hijos tengan la Gracia de seguir conociendo la Misericordia Divina, para que esa Divina Misericordia los pueda liberar completamente. Ese es Mi anhelo, queridos hijos.

Los ángeles del Cielo, en este momento, aún siguen recogiendo, a través de los cálices, la sangre de los mártires y de los inocentes; porque alguien, en este universo, tiene que justificar esta terrible crueldad humana.

Y ante el Santísimo Sacramento, ante el Cuerpo Eucarístico de Jesús, que hoy contemplamos y adoramos juntos de forma especial, vengo a pedirle de rodillas al Padre Eterno que tenga Piedad y Misericordia no solo por los que han muerto injustamente en el mundo, no solo porque aún se sigue viviendo la ley de la condena y la muerte, sino también vengo a pedir por los que están condenados y viven en el mal, porque en lo profundo son corazones que se apartaron del Amor de Dios y viven, en este momento, la ley de la venganza y de la impunidad.

Queridos hijos, estas situaciones y estas vibraciones son las más difíciles de transmutar para la Jerarquía. Por eso, el espíritu sagrado de la oración siempre aliviará estas penas terribles y abrirá una pequeñísima puerta de Luz en el gran abismo de la oscuridad planetaria.

No puede haber paz en el mundo mientras haya mártires en el mundo. No puede haber bien en el mundo mientras haya impunidad en el mundo. Pero sigan trabajando fielmente en la oración del corazón, porque este es el tiempo, queridos hijos, después de todos estos años de haber vivido en Mi escuela de la oración, que practiquen este ejercicio con consciencia y no solo como disciplina o compromiso.

Es necesario que la oración del corazón arda en ustedes para que la Palabra de Dios pueda resonar en ustedes, una y otra vez, todas las veces que sea necesario. Así, se transformarán y se convertirán en verdaderos apóstoles que permiten que la Energía Divina los transfigure completamente, más allá de que aún vivan la condición humana.

Tengan fe en la sagrada ciencia de los Sacramentos que Mi Hijo les entregó. Tengan fe en el poder incalculable del Santísimo Sacramento del Altar, porque cada vez que se coloquen delante del Santísimo Cuerpo Eucarístico de Cristo sus corazones se liberarán y ayudarán a liberar al mundo de estas ideologías y formas terribles de vida; porque recuerden, queridos hijos, que el Proyecto Humano necesita ser reconstruido y reparado.

La Señora de Israel, hoy, los invita a caminar descalzos, despojados de sus intenciones y de sus preferencias, vacíos de corazón, para que los pueda llenar el Todo, el Supremo. Esta será la actitud fundamental, será la actitud esencial que los ayudará a atravesar estos tiempos dolorosos. Y así, podrán siempre invocar la Sagrada Luz de la Esperanza y del Amor de Dios, para que las almas más necesitadas puedan ser tocadas por esa Luz de la Esperanza y del Amor de Dios.

Iré a Lourdes a lavar Mis Vestimentas para que la sangre de los más inocentes y mártires sea purificada por el agua de Massabielle, para que la cura divina y espiritual, que Yo dejé guardada en Lourdes, brote como una fuente inagotable, como una fuente espiritual sobre las situaciones del mundo que hoy no tienen solución; porque el poder del Amor todo lo puede convertir y todo lo puede transformar cuando tan solo tienen fe en el Amor de Cristo.

Hoy, les hablo de Medio Oriente porque es una situación grave para Dios, porque Él allí colocó Su Palabra y Su Mensaje. Dios, a través de Su Corazón, reflejó allí Su Llamado a todas las almas del mundo y esto no puede ser en vano, queridos hijos; esto tiene una responsabilidad incalculable ante la Ley.

Pero, quiero decirles que su Madre Celeste también contempla los graves errores que suceden en África y la esclavitud opresora que viven algunas naciones de América Latina. No se olviden de que Mi Mirada está en todo y en todos, y que la Madre de Dios no tiene preferencias, sino Amor.

Que, en este tiempo de oscuridad planetaria, vuelva a arder en ustedes el poder de la oración y de la adoración, para que las Leyes Superiores estabilicen los desastres del planeta, para que el amor no desaparezca completamente de la humanidad.

Si esto llegara a suceder, Mi Corazón sería rasgado por completo y el grito de la Madre de Dios será escuchado en todo el universo, así como Dios escuchó el llanto de María en el Monte Calvario cuando Su Único y Amado Hijo fue clavado en la Cruz.

Que la Divina Sangre de Jesús purifique este tiempo y este momento.

Que los Rayos de la Misericordia prevalezcan sobre el mal.

Que los Rayos de la Gracia trasciendan la impunidad, porque ningún ser humano en esta superficie puede vivir sin Amor, porque el Amor de Dios es la vida. El Amor de Dios es el impulso espiritual que los motiva a seguir adelante a pesar de los tiempos de tribulación, a pesar de las consecuencias.

Por eso, les pido que no se olviden de que el Amor de Dios está en juego en este mundo, y es la propia humanidad que lo está retirando de sí misma. No se olviden de que deben amarse los unos a los otros, como Mi Hijo los ama y como Yo los amo.

Por eso, que entre ustedes siempre viva el Amor. Sean un testimonio del Amor que hoy les traigo, y recuerden a los inocentes y mártires, a los que en este tiempo les fue arrebatado el amor y la vida. Por eso, amen más de lo que creen amar, más de lo que creen saber, más de lo que creen conocer.

El Amor es infinito, la Gracia es invencible, y eso es lo que quiero decirle al mundo.

Reforcemos la oración por Medio Oriente. Estoy atenta, una vez más, a la voz de las súplicas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Oremos por la paz.


Oración: “Madre Universal” (en español, en portugués y en inglés).


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vigilias de Oración
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para poder llegar hasta aquí, tuve que recorrer los umbrales más oscuros del planeta, y sé que ustedes, hijos Míos, no saben lo que esto significa; pero todo esto es posible a través de la oración de Mis hijos, a través de la esperanza de cada corazón que clama a Dios.

Esto, Me permite interceder y pedirle a Dios una oportunidad para Mis hijos; aunque esta Gracia, en este momento, no sea merecida.

Hoy, Mi silencio habla más que las palabras y es necesario en estos tiempos, hijos Míos, que se sumerjan en el Silencio de Dios para sentir lo que Él siente, para vivir lo que Él vive, para ver lo que Él ve con Sus propios Ojos.

Por eso, Él Me envía una vez más. Él Me envía como Su Mensajera, pero también como Su Portavoz, para recordarle al mundo que detenga las armas, que abandone las ideas propias de la guerra, de una conquista de las naciones del mundo que nunca sucederá.

¡Ay de aquellos que no le temen a Dios!

¡Ay de aquellos que desafían Sus Leyes y Su Voluntad!

Por eso, todos Mis hijos deberán seguir rezando fervorosamente, así como los ángeles rezan de forma perpetua con sus rostros en el suelo. Es la forma por la que Dios le concederá a la humanidad una oportunidad.

Las armas desafían la Ley. Los hombres no conocen la Creación ni tampoco saben de dónde provienen, no pueden usurpar el misterio, porque aún el misterio no fue revelado. Cristo es el propio Misterio, que se revelará a todos a través de Su Retorno.

Así como los Libros, se abrirán los sellos; así, Cristo revelará Su verdadera Faz y no habrá quién la pueda ocultar; porque Él vendrá en el momento más culminante del planeta y ese momento ya está muy cerca, más cerca de lo que parece.

En estos dieciséis años que han estado Conmigo, momento tras momento, paso tras paso, hemos construido juntos una fortaleza espiritual que ni siquiera la Iglesia de Cristo en la Tierra la ha alcanzado.

Por eso, también deben rezar por aquellos que no consiguieron responderle a Mi Hijo; porque el camino de los Nuevos Cristos es un camino desconocido para todos, pero no es un camino imposible, es un camino de desafíos y de trascendencias. Es ese Camino de Cristo, Nuestro Señor, que los convertirá en Sus apóstoles de verdad, sin ilusiones y sin expectativas propias.

Eso es lo que Mi Hijo necesita en este momento para terminar de concretar Su Retorno. Así como Él los llamó a ustedes, Él llamó a toda la Iglesia extendida en la Tierra para que lo representara como la Luz del mundo, aquella Luz invencible que muchos buscarían en el fin de estos tiempos; porque en esencia es la Luz de la Jerarquía, es una Luz que nunca cambia, es una Luz que nunca desaparece, porque es parte de la Luz Eterna.

Es en lo más profundo de cada ser en donde Cristo comenzará a concretar Su Retorno, y así como los primeros apóstoles y seguidores y seguidoras del Señor deberán dar la vida por el mundo, si así lo aceptan.

El camino crístico no es un abismo entre ustedes y el Cielo. El camino crístico es un puente para todos los que quieran ser consecuentes con Él, y estar junto a Él donde Él lo necesite y cuando lo necesite. La decisión solo está dentro de ustedes, y en ningún otro lugar.

Dejen que el Amor de Mi Hijo los arrebate, que Él los convierta en lo que tanto espera en estos tiempos. Porque así, Sus nuevos apóstoles estarán en lugares del mundo que nunca habían pensado, estarán preparando a las multitudes y a los pueblos para Su llegada. Y esto no será con grandiosas obras, sino con ejemplos verdaderos y simples que moverán a los corazones al cambio.

Yo vengo como la Madre que prepara ese momento, porque Él Me lo ha pedido y Yo Soy Su Esclava, Soy la Esclava del Señor porque se ha hecho en Mí Su Palabra.

¿Los que son llamados a ser los últimos apóstoles de los últimos días, han decidido que la Palabra de Dios se haga en ustedes?

He visto con Mis propios Ojos, con los Ojos de la Madre de Dios, que en muchos se ha hecho la Palabra de Dios, a pesar de las tribulaciones y de las pruebas.

Por eso, a pesar de este mundo aterrador, a pesar de lo que vean a su alrededor, colóquense disponibles. Ya no se escondan de Dios, vayan al encuentro del Padre Eterno y les aseguro que serán felices, serán libres, así como Yo lo fui al escuchar el llamado del Arcángel Gabriel.

No se olviden, Mis hijos, de que Yo Soy una más con ustedes. Soy la Virgen Madre, la Rosa de la Paz, la Consoladora y Abogada de los que sufren y de los que claman.

No se desesperen, no se angustien. Ya no miren la oscuridad, miren hacia la Luz que Cristo les ha dejado adentro. Así, encontrarán la fuerza como Yo la encontré al ver a Mi Hijo clavado en la Cruz, entregando por todos lo más grande que tenía en Mi vida, así como muchos de ustedes, y muchos de sus hermanos del mundo que sirven a Cristo, han entregado sus familias y lo más preciado que tienen por responder al llamado desconocido de Cristo.

Pero los Ojos de Jesús, de Mi Amadísimo Hijo, están sobre sus seres queridos. Él mismo los cuida, Él mismo los protege con Su Manto; así como Él intenta todos los días, aunque sea Rey, proteger sus pasos, los pasos de los que dicen ser Sus apóstoles.

Solo les aconsejo algo, Mis amados hijos, que se rindan a los Pies de Jesús, así como Santa María Magdalena se rindió a Sus Pies y, con sus propias lágrimas, lavó los Pies del Señor, porque era un alma que le pedía rendición.

¿Qué habrá significado este gesto para Jesús?

¿Qué habrá significado para Mi Hijo que la Santísima y Humilde Esclava de Dios besara los Pies de Jesús en lo alto del Monte Calvario?

Pero Él, en Su mayor agonía y padecimiento, renunció por Mí y por cada uno de ustedes, cuando antes de morir Él Me dijo: “Madre, he aquí Tu hijo; hijo, he aquí tu Madre”. Y hoy, Yo como su Madre, la Madre de todos, estoy cumpliendo esa promesa.

¿Se han dado cuenta, Mis hijos, qué significa para Mí que ustedes y sus hermanos y hermanas del mundo caminen al lado de María y que su Virgen Madre camine al lado de Sus hijos, pacientemente, esperando el paso de cada uno de ustedes?

No hay nada más maravilloso en este mundo que el Reino de los Cielos, en donde los ángeles, elementales y devas, las grandes potencias creadoras del universo, se reúnen para adorar y alabar el Nombre de Dios.

Y, aunque Mi Corazón está lastimado por lo que ve de este mundo enloquecido, cuando Yo puedo descender del Cielo, como en este día, Mi Corazón se conforta, Mi vida se anima por todos los que Me aman, porque el amor no se queda Conmigo, el amor va directo al Corazón de Dios.

Y Él, así, abriendo Sus Brazos y extendiendo Sus Manos sobre el mundo, derrama Sus amorosos Rayos de Piedad y Misericordia, renovando a través de los últimos Cristos a toda la faz de la Tierra, especialmente, a través de aquellos que anónimamente sirven a Dios.

Ahora le hablaré a cada uno.

Hijo Mío, hija Mía, ¿por qué sufres? ¿No estoy Yo aquí? Y, a través de Mí, ¿crees que vives en Dios, así como Mi Hijo vive a través de Sus hijos, de todos Sus compañeros?

Decídete, libérate de tu propio peso y confía, porque hay algo maravilloso para ti, que Dios escribió en el universo con Su propia Mano.

Entrega todo lo que tienes, entrega todo lo que eres, y te aseguro que no te arrepentirás. Porque, a pesar de los desiertos o de la angustia, Mi Hijo todo lo renueva; así como Su Sangre y Su Agua, que brotaron de Su lastimado Corazón en lo alto de la Cruz, renovaron al mundo entero.

Deja que tu alma guíe la barca de tu vida. No le temas al naufragio, no le temas a las derrotas, afírmate en la esperanza de Mi Corazón Misericordioso y del Corazón Misericordioso de Mi Hijo.

Consagra tu vida a San José y Él te guiará a través de Su Mano para que descubras la grandiosa Voluntad de Dios, que te hará libre para siempre, rompiendo los grilletes de la ilusión, rompiendo las cadenas de la inercia y abriendo los portales al gran encuentro, al encuentro de tu espíritu con el Espíritu de Dios.

Yo les agradezco por tener la valentía, todos los días, aunque no sepan cómo hacerlo, de seguir las Huellas de Luz de Mi Hijo. Y les agradezco a todos los que oran por la paz, porque es muy urgente en este momento, especialmente la paz en los corazones que ya no la tienen.

Nunca, pero nunca, se olviden de ser agradecidos, así aliviarán al Corazón de Dios de tantas ingratitudes.

Sean guardianes de los Tesoros de Dios. Sean celadores de Nuestros Mensajes y, sin que lo perciban, en el gran día prometido, la Palabra de Dios se cumplirá en ustedes, así como se cumplió en la Esclava del Señor.

Ahora, volvamos a cantar a la Señora de Kibeho, la Madre del Verbo y de la Palabra, la Madre de África. Cantemos por el herido pueblo africano, sometido por la guerra, perseguido por su fe, condenado por los sistemas del mundo enfermo, por el hambre de cuerpo y de espíritu.

Clamen, a través de la Señora de Kibeho y por medio de esta canción, por Mi amada África. Y recemos, desde ahora, para que Nuestros Sagrados Corazones vuelvan a África el año que viene. ¿Están prontos para este desafío?

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En la Luz de Cristo, los bendigo para que la paz esté en ustedes y en todas las naciones, especialmente en las naciones que más la necesitan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los amo, mucho más que lo que ustedes pueden imaginar.

Aférrense a Mi fortaleza espiritual y siempre verán la Luz de Cristo en el horizonte. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y ahora, vamos a cantar esta canción a la Señora de Kibeho, respondiendo al pedido de la Santísima Madre, para que las Gracias del Corazón Inmaculado de María se derramen sobre África y el mundo. Y, especialmente, para que el Manto de Luz de la Madre de Dios guarde y proteja a los niños, jóvenes y adolescentes de toda África, y la Madre de Dios les otorgue la Gracia del alivio y de la esperanza.


Canción: "Our Lady of Kibeho".


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Queremos terminar esta Vigilia de Oración haciendo un relato, a pedido de nuestra Madre Divina.

Vamos a intentar repetir todo lo que pasó, sin perder una palabra, porque hoy la aproximación y la Presencia de María fueron muy fuertes.

Lo primero que quería decir, antes de olvidarme, es que esta Vigilia de Oración Ella la sintió verdadera, muy sincera y muy honesta por parte de cada uno.

Cuando Ella llegó, nos preguntó si nosotros como Obra, como peregrinos, como orantes, estaremos dispuestos a acompañar a María los días 24, a través de este formato de Vigilia de Oración; porque Ella nos dijo que, con todo lo que está atravesando la humanidad y el planeta, lo único que en este momento nuestra Madre tiene para ofrecerle a Dios son nuestras oraciones, que nos reunamos como grupo y como almas en oración junto con Ella.

Y siento que todos internamente estamos dando ese sí, para que a partir de hoy retomemos este formato de Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, para que podamos, junto con María, fortalecer esta escuela de oración que Ella nos ha enseñado y, especialmente, podamos orar por todas las causas urgentes, respondiendo a Su pedido.

Hoy, cuando la Madre Divina llegó, como siempre lo hace, atravesando los portales de los Cielos de forma gradual, Ella nos llevó como consciencias a los lugares de los abismos más oscuros del planeta, que son abismos espirituales que no se ven con los ojos físicos.

Y Ella realizó ese movimiento y presentó esa situación como los presentó en el tercer secreto de Fátima. La Virgen Madre atravesaba una ciudad completamente destruida por la guerra y por las armas, se escuchaban gritos de sufrimiento y de dolor, había personas a las que les faltaban piernas, brazos.

Ella era la única Luz que allí brillaba, y esa Luz brillaba a través de Ella por nuestras oraciones de este día. Ella recogía cada cuenta de oración de esta Vigilia y también todas las oraciones que hemos hecho en estos dieciséis años de Apariciones para ofrecérselas a Dios como un acto de expiación y de misericordia.

En mi caso personal, realmente, yo quedé muy impactado por lo que vi. Pensé que no iba a poder continuar con la tarea. Y cuando Nuestra Madre lo percibió, Ella recogió esa escena y trajo el Cielo.

A medida que hablaba, Ella se iba acercado a cada uno de nosotros. Podría decir que hoy Ella estuvo tan cerca como nunca antes lo estuvo.

Y Ella, no solo espiritualmente levantaba al planeta de donde está en este momento, a la humanidad, a los pueblos, a las naciones que están sufriendo, sino que también Ella nos levantaba a cada uno de nosotros.

Y Su Amor, ese Amor puro de María, inconfundible, iba transformando las miserias del mundo y nuestras propias miserias. Y Su Amor en una forma de Luz, que emanaba de Su Corazón Inmaculado, iba ingresando en aquellos espacios de nuestra memoria celular y espiritual, donde hay muchas marcas, donde hay muchos miedos.

Ella lo que hacía era animarnos, y con Su Amor nos envolvía y nos transformaba en algo nuevo, nos separaba de esa oscuridad, que a veces atravesamos, y así lo fue haciendo también con el planeta.

Hoy, Ella era como una Gran Peregrina y Servidora, y Sus Ojos lo podían ver todo; nos veía a nosotros tal cual somos, no con juicio, no con condenación. Era fuerte ver la Mirada de Ella, porque era de un Amor que no es de este planeta. Ella emanaba ese Amor de Dios e iba cerrando así muchas puertas en nosotros y en el mundo. Y Su Verbo, que era el Verbo de Dios, construía nuevos puentes internos para cada uno de nosotros, para que nos animáramos a atravesar esos puentes, en estos tiempos, hacia esa esperanza que Ella hoy nos traía espiritualmente.

Luego, Ella hizo una tarea espiritual importante con África. Allí, volvió a presentar un escenario durísimo, que eran los niños muriendo por la desnutrición y las madres, de esos niños, desesperadas. María alimentaba a esas madres con Su fortaleza espiritual, aliviaba el corazón de esas madres y también la Madre Divina iba recogiendo en Sus Brazos a todos los niños.

En síntesis, eso fue lo que pasó. Muchas otras situaciones se presentaron durante la Aparición, pero la mejor forma de recordarlas es rever este momento que vivimos con la Madre Divina.
Así que nos queda este compromiso, a partir de hoy, de orar juntos en estas Vigilias de Oración por la Paz en las Naciones todos los días 24. Los días 12 de cada mes también habrá Vigilia de Oración, así como lo instauró Nuestra Señora hace tantos años; pero el día 12 de cada mes, María quiere que Sus hijos sigan orando, así como lo hacen todos los días 12.

Vamos a agradecer una vez más y a llevar las Palabras de María al corazón.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL 8.° ENCUENTRO ANUAL DE LOS HIJOS DE MARÍA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

 

Adonai,
Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta.

Amén.
(seis veces)

 

Aunque la oscuridad parezca aprisionar a la consciencia del planeta y a todas las almas posibles, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque todas las guerras se desaten en el mundo y las almas emigren a diferentes naciones, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque se avecinen los tres días de oscuridad y la confusión mental esté presente en la mayoría de Mis hijos, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque, en las ciudades de diferentes lugares del mundo, muchas consciencias vean caminar a entidades, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque la desesperación, la angustia y la ceguera espiritual estén presentes en la mayoría de Mis hijos, especialmente en aquellos que dirigen las naciones y someten a toda la sociedad; Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque el sufrimiento parezca más grande que el amor, aunque el dolor sea más grande que la cura, aunque la mentira parezca más grande que la verdad y aunque la impunidad sea más fuerte que la fraternidad; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Y aunque las almas de este mundo, es decir todas las personas, vean que suceden cosas horribles, que se abren muchas puertas inciertas y que se sigue sometiendo a las almas por la injusticia y la mentira de este mundo; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Mi promesa sigue vigente y latente.

Yo vendré, después de Mi Hijo, para restablecer el Reino Espiritual y Celestial en el planeta. Por eso, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Esta es la hora de todos los Hijos de María. Esta es la hora de la confirmación de todos los apóstoles de Cristo.

¿Quién sostendrá, junto a la Madre Celeste, el estandarte de la Paz?

¿Quién no permitirá que su corazón se enfríe delante de esta indiferencia planetaria?

Este es el tiempo de la confirmación final de todos los Hijos de María, porque el tiempo de la preparación ya pasó. Ahora ya no son Mis niños, ahora son los servidores adultos en evolución.

Ahora, deben ser embajadores de la paz y ciudadanos de este universo, para que los Atributos Divinos desciendan a la Tierra y los millones de almas en el mundo, debido a las guerras y los conflictos, no se olviden de que Dios es Amor, Verdad y Justicia, y que nadie, ni ningún acontecimiento borrará de los corazones la esencia del Amor de Dios, aunque parezca que el sufrimiento, los conflictos y las migraciones borren en los corazones la Verdad, que es el propio Dios Vivo.

Por eso, Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Este es el tiempo de que los Hijos de María sean verdaderas consciencias decididas a servir al Plan, que permitan que el espíritu superior de cada hijo Mío descienda y que, a través de su propio origen universal, se establezcan en la Tierra los Espíritus Guerreros de la oración, los Espejos de la oración, los Contemplativos de la oración, los Guardianes de la oración, los Vigilantes del Plan, los Curadores del Amor de Dios y los Gobernantes del Rey Universal.

Coloquen sus consciencias en la dirección correcta, no permitan que lo superficial y lo horizontal los envuelva. No permitan que las fuerzas contrarias a la Luz sigan sometiendo a todas las consciencias a través de la desinformación y de la mentira.

Coloquen sus consciencias en dirección vertical y vean, en lo alto de los montes de este mundo, la victoriosa y luminosa Cruz del Redentor, que ya no será la Cruz del sufrimiento, sino la Cruz de la Misericordia, de la Justicia y del Amor que se ofrece a ustedes, de tiempo en tiempo, para que a través de la victoria de la Cruz en sus vidas, sus consciencias se eleven  a Dios y, en nombre de todos los que niegan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, establezcan en este mundo la Justicia Espiritual y la Compasión, lo que permitirá que los que se han condenado al fuego del infierno, hablo de los que dirigen las naciones y todos sus súbditos, tengan la oportunidad de que, a través de Mi Hijo, el Cristo Redentor y Resucitado, todos se puedan redimir, porque ese es el verdadero Amor, amar al enemigo y no destruirlo. 

Aunque el enemigo destruya en lo material, mental o espiritual, los invito, Mis amados ejércitos orantes, los invito, Mis amados Hijos de María, a que en este tiempo sean verdaderos estrategas del Plan de Dios, que no luchen con armas, que no ofendan con palabras, que no atraigan a través del pensamiento lo que es negativo, sino que sean como Mi Hijo, el Cristo, que en lo alto del Monte Calvario redimió al mundo entero, hasta el último momento de Su expiración.

Por eso, Mis amados hijos, es hora de cambiar la frecuencia de este mundo y permitir que, a través de las columnas de la oración, del servicio, del diálogo, de la compasión y del entendimiento, se abran las Puertas de los Cielos para que las Gracias de la reparación, de la cura y de la redención desciendan sobre las almas más necesitadas en este tiempo y, así, se cierren los infiernos de la superficie de la Tierra, en donde grandes consciencias negativas trabajan en la involución de las consciencias y de las almas.

Pero en esta estrategia espiritual que Yo los invito a practicar por medio de la oración, de la adoración, de la Comunión y del servicio, no deben desafiar ni tampoco tentar al enemigo. La estrategia del silencio será su escudo. La estrategia de la oración será su espada que cortará los grilletes del mal y disolverá los infiernos, en donde muchas almas radican sin poder encontrar la Luz y el Amor.

¿Ahora, comprenden la estrategia de estos tiempos? 

Porque el mal se disolverá por su propio mal. Recuerden que Mi Hijo es el Amor, Él es la Verdad y Él es su Vida, y que Su Amor es lo que le cierra las puertas al mal.

Decídanse, Hijos de María, no solo a ser los apóstoles del fin de los tiempos, no solo a ser consciencias disponibles, decididas y definidas, sino también ofrézcanse a Mi Hijo y a Mi Materno e Inmaculado Corazón como chispas de la Luz de Cristo, códigos de Su Amor Redentor, espejos de la Madre Celeste, que pueden brillar en la superficie de este planeta para que el caos sea vencido, extirpado y retirado de la consciencia humana.

Así como les dije ayer, no quiero venir con un Mensaje de advertencia o de miedo. A través del Universo Celestial, Yo les traigo la verdad y la realidad para que sus ojos ya no se confundan, para que su atención no sea desviada por el caos de este mundo y por la ilusión.

A través de las almas bondadosas y generosas, a través de las almas de sacrificio y de las víctimas del Amor de Cristo, es en donde, una vez más, triunfará el Amor, la Justicia y el Bien de Dios. Y esa será la gran y victoriosa justificación ante todos los pecados y errores del mundo, y mismo delante de todas las guerras, condenaciones, sacrilegios e indiferencias, porque las almas serán esa justificación ante Dios, las almas, los Hijos de María, que a partir de hoy decidan que sus vidas ya no les pertenecen, sino que sus vidas pertenecen a Dios, el Creador.

Así abrirán la puerta correcta para vivir Su Divina Voluntad. Crean que esto es así. Crean y sientan, en este momento, la misma situación interior y espiritual que su Madre Celeste, la Virgen María, vivió con el Arcángel Gabriel.

¿Acaso ustedes creen que Yo dudé del Llamado de Dios cuando recibí ese Llamado del Cielo?

Ustedes están ante el mismo momento interior. Están ante la gran oportunidad, en nombre de muchos hijos perdidos, de abrazar el Llamado de Dios, de amar la cruz, para que ella se vuelva más victoriosa y redentora.

Hoy, vengo de un lugar del universo, de un lugar de este sistema solar, en donde los Espejos Celestes vuelven a trabajar por la paz en el mundo, de una forma silenciosa e imperceptible. 

Por eso, invito a todas las almas orantes, a todos los corazones espejo, a que, en este día, muy especial para Mí, en donde muchos Hijos de María tienen la oportunidad de renovar sus votos internos y de dar un paso definitivo y verdadero, a que los corazones orantes estén muy unidos a los Espejos Celestes de la Madre de Dios; porque ustedes saben que la humanidad lo necesita, necesita de esa paz que fue boicoteada, de esa esperanza que fue condicionada, de ese amor que fue oprimido y sepultado, de esa fraternidad que fue disuelta a través del mal, de la impiedad y de las guerras.

Son los Espejos Celestes de la Madre de Dios que hoy se reflejan en los corazones orantes, que elevan su verbo hasta los Tronos de Dios para suplicar por Misericordia y Redención.

Que se alegren los que han persistido hasta este momento del camino.

Que mediten los que no consiguieron seguir los Pasos de Cristo.

Que oren todos Mis hijos por aquellos que fueron desviados del propósito del Amor, por diversas situaciones y circunstancias.

Quiero que cada Hijo de María, hoy, delante de la cruda realidad del mundo, del dolor y del sufrimiento de las almas más inocentes e inofensivas, que Mis hijos, los Hijos de María, no solo se sientan envueltos por Mi Manto Celeste para que en sus corazones brille la Estrella de la Hermandad, sino que en nombre de aquellos que no pueden llegar hasta Mí, por el conflicto y las guerras, por la desesperación y la angustia, por la oscuridad y el absoluto vacío de los desiertos de la vida, quiero que Mis Hijos de María, en nombre de cada uno de ellos, coloque su cabeza sobre Mi pecho para que Yo los pueda abrazar con Mi Luz y con Mi Amor.

En este momento, sientan en el silencio del corazón el latir del Corazón de la Madre Divina, de un Corazón que los ama, de un Corazón que los acepta, de un Corazón que los abraza, de un Corazón que los baña con el Amor de Dios, de un Corazón que los ilumina en cada uno de sus pasos.

Sientan, por un momento, el Corazón de la Madre de Dios, un Corazón que sufre por el mundo cuando las almas se distancian de Dios, cuando las almas se alejan del Padre de la Divina Misericordia.

Ahora, abrácenme, colocando sus manos en Mi cintura, sobre el cinturón dorado de la Madre de Dios, y coloquen sus oídos sobre Mi pecho, el Centro de Luz Femenino de la Creación, que guarda y protege a todo el universo y la vida.

En esta alianza Conmigo, internamente, renueven sus votos con el Padre Creador.

Yo les agradezco por escucharme y también les agradezco por tener la valentía de persistir, para que el Retorno de Cristo sea una victoria en el mundo entero.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Oremos. Aún con nuestra cabeza sobre el pecho de la Madre de Dios, oremos junto a Ella en unidad y confianza, en fraternidad y amor.

 

Señor,
 que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza,
que la humanidad pueda expresar su arquetipo,
que la palabra sea viva y construya Tu Templo,
que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.
(tres veces)

 

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN VIENA, AUSTRIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

No tengan miedo.

Soy la Reina de la Paz, la Virgen de Schoenstatt, Madre de todos los pueblos, Virgen de todas las culturas, Madre de todas las lenguas y Reina del Amor.

Vengo al mundo como la Madre del Universo, para retirar de sus corazones todo lo que los aparta del amor, todo lo que los aleja de Dios, todo lo que no es parte de Su Divino Plan.

Por eso he venido a Viena, para concluir la misión que Mi Hijo ha comenzado, para poner fin al sufrimiento de los seres humanos; especialmente aquellos sufrimientos que han marcado la historia de la humanidad y que nadie, nadie ha conseguido borrar.

Por eso vengo del Cielo, para anunciarles que Yo Soy su Madre, la Madre que ama a Sus hijos, Madre que comprende a la humanidad y a sus errores, Madre que ha venido al mundo muchas veces, para dar advertencias a la humanidad, para corregir a la humanidad, para llevarlos por el camino del amor.

Están a tiempo, hijos Míos, de vivir todo lo que Yo les prometo y les traigo, de transformar sus vidas según Mis designios, de formar parte de Mis comandos celestiales y de hacer de este planeta un planeta en redención, junto a todos los Reinos de la Naturaleza.

Recuerden entonces, hijos Míos, el incondicional servicio de su Ángel de la Guarda, que está allí, presente cerca de ustedes, para llevarlos de la mano al Designio de Dios, para retirarlos del camino del constante sufrimiento y de la agonía que muchas almas viven en muchos grados de la consciencia.

Por eso vengo, por medio de Mi Gracia, para concederles la Gracia de Dios, la que necesitarán para despertar la consciencia, la que precisarán para vivir en la vida los Principios de Dios conforme a Su Voluntad.

Quiero que abran sus consciencias al Universo y a todo lo que existe más allá de este planeta y de esta humanidad.

Los invito, hijos Míos, a mirar hacia lo Alto, a encontrar en el Infinito su historia y su origen, a reencontrar su camino según la Voluntad de Dios y hacer de este camino un camino sagrado, para que en ustedes y a tiempo despierten las virtudes de la Divinidad y estas sean parte del proyecto de la redención de la humanidad.

Vengo a abrir los ojos de sus consciencias superiores, buscando en todo este camino la unidad, la que los llevará a estar en la sabiduría, en la alegría de servir a Dios y sobre todo, en el camino de la fe.

Austria, como toda Europa Oriental, aún necesita cicatrizar sus heridas más profundas de la guerra.

Vengo a concederles Mi Gracia maternal a ustedes y a sus últimas generaciones para retirar el dolor de sus corazones, el odio o el rencor por haberse sentido aparentemente abandonados por Dios.

Pero Dios estuvo en ese momento contemplando a Sus hijos y Me envió al mundo en aquellos tiempos, para anunciar Mi Mensaje en Fátima, a fin de rescatar a muchas almas, a muchas familias que escaparon del sufrimiento y de los horrores de aquellos tiempos.

No quiero, hijos, hacerles recordar el pasado, sino sumergirlos por medio de Mi Corazón en el eterno presente, en donde encontrarán el Designio de Dios para cada una de sus vidas y consciencias.

Vengo a animarlos a renovar los tiempos y a hacer de estos tiempos grandes momentos de perdón y redención.

Los invito a seguir viviendo la Escuela de la Oración, porque con la oración en sus vidas y especialmente en sus corazones, podrán percibir, hijos Míos, cuál es el nuevo camino que deberán recorrer en este tiempo.

Por eso estoy aquí, con todos los ángeles del Universo, los que cantan el Gloria a Dios, para ofrecerles la consagración a Mi Inmaculado Corazón.

De esta forma, hijos Míos, en esta consagración tan simple, pero verdadera, que sus vidas Me pueden ofrecer en este momento, no solo podrán ayudar a sus familias, que también necesitan del perdón y del Amor de Dios, sino también ayudarán a toda Austria y más allá de ella, irradiando por medio de su consagración la renovación del tiempo y de la humanidad, de la que forma parte  Europa Oriental.

En este momento, ante la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es concedido un nuevo paso a sus consciencias, que quieren ser llevadas por el camino del despertar, para que algún día bajo la aspiración de Mi Corazón se sientan motivados a servir al mundo y a su humanidad, extendiendo junto a su Madre Celeste esta red de Luz, de oración y de perdón.

Aún Europa necesita de mucha misericordia por todo lo que le debe a África y a América.
Los invito a convertir los errores de todos los tiempos en amor, así podrán ser corazones sinceros, que escuchen el Llamado de Dios y se animan a dar un paso en nombre del Amor.

Por eso les traigo la Paz, para que la Paz se conciba en sus vidas y para que la Paz triunfe en la humanidad.

Llegamos ahora al momento de su consagración.

Que suene la música de los Hijos de María, para que Yo pueda bendecir a los que hoy se consagrarán.

Y hoy llamo a Austria a la renovación y a la esperanza, a fin de que se alcance en este lugar el perdón y el amor en los corazones que más lo necesitan.

Ahora, hijos, que están a Mis Pies y que conocerán Mis misterios, háganme en el silencio de sus corazones una petición sincera, a fin de que Yo la pueda llevar a Dios para que se pueda cumplir según la Voluntad Divina.

Que esta petición no sea solo algo para sus vidas, que hoy se renuevan en el Espíritu Santo, sino también sea una petición por la humanidad, que clama por amor y alivio al sufrimiento. Que así sea.

Bendigo en el nombre de Mi Hijo esta agua, para que sean bautizados y bendecidos por el fuego del Espíritu Santo de la Madre de Dios y los talentos de sus corazones despierten en honra al Triunfo del Sagrado Corazón de Jesús. Amén.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Que la Paz y el Bien desciendan sobre Austria y todas las almas que aquí se congregan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y aún cuando el mundo no escucha a Dios, Su Amor se hace visible en los corazones humildes.

El poder de Su Simplicidad es grandioso, por eso hay muchos que no lo conocen. Mas aquellos corazones que son simples siempre lo conocerán, a pesar de que no tengan nada en su vida material.

El contacto con Dios se crea a través del amor, de la unión perfecta con Él, en la búsqueda incesante de Su Universo, para concretar Su Voluntad sobre la Tierra.

Hoy vengo como la Madre del Uruguay, porque aún tengo esperanza.

No demoraré en trabajar para que Mis hijos despierten; así como deben despertar, queridos hijos, todas las criaturas de este mundo, antes de que la purificación se acreciente en cada una de sus vidas.

Pero Dios no imparte castigo para nadie, Él solo desea que lo amen y que lo busquen todo el tiempo.

El Amor de Dios es lo que construye todas las cosas y es lo que permite manifestar las ideas divinas en todos los planos.

Si en sus corazones no está el Amor de Dios, el Amor del Único, ¿cómo lo conocerán?

El Padre no está lejos de nadie, solo que está muy olvidado y las almas sustituyen su despertar por las modernidades, por la búsqueda vanidosa de la espiritualidad, por la búsqueda de la energía que solo pertenece al Creador.

Por eso, queridos hijos, Yo les enseñé a orar. Con algo tan simple y profundo, he visto que sus vidas se han transformado con mucho esfuerzo.

Pero aún hay mucho por hacer. Tendré que cumplir con Mis Obras, las Obras que Yo he prometido al Padre, junto a sus corazones, y esas Obras no pueden finalizar sin que el mundo las conozca antes, así como Yo las he revelado en otros tiempos y en otras apariciones.

Hoy vengo bajo el esplendor del Amor, para que lo puedan reconocer en su interior. El Señor necesita que se unan a ese Amor para que aparten sus consciencias de la ilusión que promueve el mundo, una ilusión que promueve el aborto, la drogadicción, el fanatismo, la superstición, la soledad, el abandono, la falta de luz en el alma.

Pero es el Amor infinito de Dios lo que hoy Me ha traído aquí, queridos hijos, para compartir con ustedes lo que es la Verdad; la Verdad que no es profundamente conocida, pero que debe ser amada por ustedes para que estén dentro de la Verdad de Dios.

El Señor, que está en el Universo y rige en todos los cielos, no quiere el castigo de nadie; pero las decisiones del mundo, las actitudes de las almas llevan a que Sus Leyes se manifiesten en este tiempo con severidad.

Dios no podría ser Dios si no fuera el Dios del Amor.

El Amor fue lo que creó todos los universos, las estrellas, los planetas y la vida en todos los planos; pero si el Amor de Dios no está presente en sus corazones, nada de eso podrán conocer.

La vanidad espiritual es un arma muy peligrosa para este tiempo. Sé que existen almas, queridos hijos, que buscan la vida espiritual con arrogancia, con propiedad y control.

Las criaturas de la Tierra nunca tendrán nada para sí. Por eso les hemos enseñado, queridos hijos, a través de nuestra Presencia en el mundo, por medio de los Sagrados Corazones, que la humildad es la primera tabla de su salvación.

Sin humildad, nada conseguirán.

Sin humildad no podrán conocerse a ustedes mismos y desterrar lo que no es verdadero, lo que Yo llamo de falso.

Así el mundo, a través de los tiempos, de la guerra, de la aniquilación y del falso poder, creyó conquistar el planeta.

No será necesario, queridos hijos, que observen lo que sucede en el mundo. Miren a su lado y verán la verdadera necesidad.

Jesús también está dentro de los corazones que sufren y Él espera que lo puedan servir a través de sus hermanos.

El servicio en este tiempo es lo que promoverá la salvación de la humanidad; el servicio a los Reinos de la Naturaleza, a todo lo que encuentren en sus caminos como necesidad.

Hay mucho por hacer, queridos hijos, y son pocos los corazones y brazos que se disponen a hacerlo.

Uruguay tiene esa gran oportunidad.

El servicio en Uruguay no es la prioridad de las almas para su camino espiritual, porque significa rebajarse ante el prójimo.

¿Acaso Jesús, Vuestro Señor, no lavó sus pies por medio de los apóstoles?

Él se humilló ante ustedes para que Dios pudiera derramar la Misericordia sobre el mundo; Él se dejó morir en la Cruz, para que ustedes se pudieran salvar.

Él es la Verdad. No hay otra, queridos hijos, en este tiempo.

Los espíritus impuros podrán revelarles muchos secretos, o las energías que creen conocer podrán satisfacerlos; pero si no hay oración, no hay Amor de Dios, no hay servicio, no hay ascensión de la consciencia.

Estas bases que Yo les dicto los harán dignos ante el Señor.

Y creerán que orar será algo rutinario, pero en este tiempo es el portal que se abre para la liberación del mundo, en todos los Centros Marianos que Yo he consagrado a la devoción de Mi Inmaculado Corazón.

Aurora es ese Centro que Yo consagré desde el principio, cuando Mi Luz, la Luz del Amor de Dios, posó Sus Pies sobre este lugar.

Muchos creen que esto todo fue una locura y que aún lo sigue siendo. Miren el interior de sus hermanos y verán los frutos que Yo he conseguido realizar, de forma simple pero verdadera.

El mundo busca lo que satisface sus deseos y se aparta de Dios. Por eso sufre y no encuentra la Luz, se pierde en las tinieblas y sucumbe en los infiernos de la consciencia; cuando están sumergidos en el error, en la perdición, en el engaño y el sufrimiento, ¡ahí recuerdan a Dios!

Pero como Él sabe que la humanidad es muy frágil y débil, Él envía a Su Sierva para que sus ojos del corazón se abran a reconocer la Luz que viene del Cielo y de todo el Universo.

Queridos hijos, trabajaré con los que estén Conmigo hasta el final. No necesito que Me prometan nada, solo que hagan lo que les pido de la mejor forma posible.

Agraden al Corazón de vuestro Dios ofendido y mediten en Su Presencia a través de la Eucaristía; y que la oración siempre los eleve a lo Alto, así como Yo los elevo en Mis brazos a la Casa del Padre Celestial.

Hoy vengo a traer la quietud para sus espíritus, la serenidad para sus almas y la restauración para sus cuerpos.

No podré prometer, queridos hijos, que las batallas espirituales en este mundo cesarán. Mientras haya guerra y matanza de animales en la humanidad, el sufrimiento existirá.

Por eso, Yo los llamo a la oración; para que sus cuerpos, células y átomos se puedan elevar y perciban, finalmente, que no es necesario comerse a otro, a otro Reino semejante, tan amoroso e insignificante a sus ojos.

El Amor de Dios es lo que permite mantenerlos en la unidad.

Por más que lo que hoy les digo, queridos hijos, sean siempre las mismas palabras, es porque hoy todavía no han elevado sus corazones hacia Mis pedidos.

No cierren sus corazones por nada. Yo siempre los mantengo en Mis brazos para que puedan ver a Jesús y Su Corazón, que resplandece en este Universo.

Él es el Sol que los guía.

Yo Soy la Estrella que les indica el camino para poder encontrar su verdadero amanecer en la presencia de Aurora.

No se desesperen, pero no sean ingenuos. Acepten vivir la reconciliación, para que en el mundo se establezca la paz.

Estoy unida a cada corazón que hoy ha orado Conmigo sinceramente; porque Dios reconoce las ofrendas de todos Sus hijos y agradece su esfuerzo.

Ahora, queridos hijos, ante los Tronos del Padre, de los arcángeles, de los elohim, de los coros y ejércitos celestiales y de los ángeles de la guarda, que han sigo desterrados por las criaturas de este mundo que no aceptan el Amor de Dios, junto a ustedes y a cada peregrino oraré por el mundo con una simple proclamación.

Coloquen sus manos en recepción para que reciban el mayor regalo del Universo: el Amor de Dios que se fundirá en sus corazones y en el Corazón de Dios.
 

Padre del Universo, escucha la Voz de Tu Servidora
y enciende en los corazones la Llama de Tu Sagrada Presencia.

Perdona a la humanidad por su continuo sueño y despierta,
a través de Mi Aurora, a todos los que duermen.

Líbéralos de la ingenuidad. Llévalos hacia el servicio
para que encuentren Tu Paz y Tu Amor.

Derrama, a través de Mi Corazón bondadoso y servicial, todos Tus Dones
y concreta Tus Obras en todos los corazones del mundo.

Envía a Adonai, ¡Oh Padre Amado!, a Tus ángeles de Luz, para que derramen
Tu Misericordia sobre aquellos que Te niegan y no Te escuchan.

Ten Piedad, Señor, por los que son ignorantes y cierran su corazón a Tu Llamado.

Que en la última hora de este mundo las almas encuentren Tu Camino
para llegar a Jesús, y que Jesús los lleve a todos hacia Tu Reino de Poder Celestial.

Hoy dejo a Tus Pies, Padre Universal, a cada una de Tus criaturas,
para que no hagas temblar en ellos Tu Justicia,

sino que enciendas en sus corazones la Compasión infinita de Tu Espíritu.

¡Oh, Señor del Universo!, cierra las puertas inciertas en este mundo.

Perdona a los que no hacen bien las cosas y se olvidan de Ti.

Compadécete de los que destierran, de los que sufren el exilio.

Y muéstrate con Tu Faz, con Tu Gloria y con Tu Amor
a cada ser de este planeta, para que por Mi imploración y Mi alabanza a Ti,
Emmanuel, el Plan pensado por Tu Mente Única se cumpla hasta la Nueva Humanidad.

Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos Ave María, en la Presencia de nuestra Madre.

 

Los encontraré siempre en la oración del corazón, sagrado refugio de las almas que esperan el retorno de Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por orar por la consagración de las Américas a Mi Inmaculado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, siempre es muy bueno que intentemos guardar en nuestro corazón ese Amor que nos trae María, este Amor que todo lo comprende, que todo lo alcanza, que todo lo puede, y que Ella sabe, por encima de todo, que está dentro de nosotros: el Amor de Dios.

Ella vino con ese Amor de Dios, con esa Fuente del Amor y de la Unidad del Padre, a ofrecerlo no solo a nosotros, sino también a todos aquellos que no lo quieren aceptar.

Y María, pacientemente, a través de cada encuentro, nos decía que va intentando reconstruir, trabajar en cada uno de nuestros seres, esa conquista, ese triunfo del Amor de Dios en nuestros corazones, en nuestras vidas.

Que es ese Amor de Dios, según María, lo que nos va a ayudar a enfrentar estos tiempos, estos momentos difíciles que está viviendo la humanidad y que Dios se servirá del amor que nosotros le ofrezcamos para que también Su Obra se pueda cumplir.

Queríamos, sintéticamente, simplemente relatar cómo fue la Aparición de hoy, pues es importante, para que todos puedan llevar esa imagen, esa misión que María trajo a través de Su Presencia.

Cuando llegó aquí, Ella se mostró, como siempre se muestra, como la Virgen María. Hoy, su Manto, el Manto que la cubría, era la Bandera del Uruguay.

Y en un momento, cuando comenzó a dirigir Sus palabras, se aproximó más hacia nosotros para irradiar ese Amor de Dios, el Manto que caía por detrás de Ella, que formaba ese Velo que iba hasta los Pies, tenía las banderas de todas las Américas, de todas las naciones de América.

Y mientras hablaba, a pesar de que hablaba, Ella iba orando por cada una de las naciones, por cada uno de los miembros que forman las naciones y por cada uno de los presentes que estaban coligados con Ella en este momento.

Y cuando comenzó a aproximarse aquí, a aparecer como siempre lo hace a través de una esfera dorada de luz que viene del Universo Celestial, que comienza a dirigirse hacia el planeta hasta localizar este lugar espiritualmente, Ella comenzó a descender y a abrir varios Cielos a través de una columna de luz.

Y mientras esa columna de luz descendía con cantos de los ángeles, las almas perdidas, las almas que estaban presas en los infiernos de este mundo, comenzaban a elevarse a medida que Ella descendía.

Y allí fue cuando Ella apareció, y se mostró esa Madre que estaba con el Manto del Uruguay.

Así que, solamente queríamos relatarles eso para ustedes, para que realmente confiemos que todo lo que está sucediendo es lo que tiene que suceder y que tenemos que, como Ella decía hoy, amar esa Voluntad del Padre.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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