APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN TAHLEQUAH, OKLAHOMA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como Madre del Mundo y Madre de los pueblos originarios, hoy vengo a pisar con Mis Pies este suelo sagrado para volver a bendecirlo. Vengo a disolver el valle de lágrimas de todas las consciencias indígenas, elevando los corazones y las consciencias hacia Dios, para que reciban las Gracias del Padre y el Amor de la Madre Universal.

Pero este no es el único fin por el cual hoy estoy aquí. También estoy aquí por el alma de esta nación, para que esta nación encuentre, en el fin de estos tiempos, por medio de las almas que despiertan al conocimiento universal, la posibilidad de responder a la Voluntad del Padre Eterno.

La deuda espiritual de esta nación con otras naciones del mundo no ha permitido que este pueblo pueda expresar su arquetipo espiritual y su Propósito, no ha permitido que las consciencias de esta nación se liberen de las cadenas del mal.

Por eso, el camino que Yo les ofrezco, que es el camino crístico, es la salida. Un camino que los llevará a reencontrarse con su verdadero Propósito Espiritual, por medio de la Voluntad que el Padre tanto espera cumplir en esta nación.

No solo Dios, sino también todo el Universo, saben que las almas de esta nación son afectadas directamente por todo lo que esta nación decide llevar adelante en estos tiempos, y las almas quedan bajo esa prisión espiritual inevitablemente.

Por eso, hoy vengo a pisar con Mis Pies este suelo sagrado de Oklahoma, para que todo el pueblo americano recuerde los valores de la consciencia indígena, que a pesar de todo lo que ha sucedido en este país a través de los últimos tiempos y de todo lo que este país se ha comprometido con el mundo, estos valores espirituales que están guardados en los planos internos están latentes.

Así, como lo hizo el pueblo americano de la gran nación indígena, los americanos en este tiempo actual deben volverse hacia su mundo interior y preguntarse: ¿Qué estoy haciendo? y ¿cuál es el fin de toda mi vida?

De esa forma, queridos hijos, muy lentamente, las almas tendrán la puerta abierta hacia el gran despertar, y este pueblo, tan contemplado por el Padre Eterno desde el principio, recibirá la Gracia del perdón, de la redención y de la rehabilitación.

Pero les vuelvo a decir, queridos hijos, como lo He dicho a través de los tiempos, que es necesario seguir un único camino, el camino que siempre los llevará al Corazón de Dios, porque allí podrán comprender toda Su Manifestación y Presencia.

Este pueblo de los Estados Unidos no solo deberá seguir rezando con más fervor y más determinación, sino también deberá suplicar al Universo, para que él reciba también la Gracia de la liberación que tanto necesita, de los compromisos que ha efectuado con el mal, con Mi enemigo, en los que millones de almas en este país, están presas bajo esa condición.

Pero Yo, como su Madre que los ama y que los considera, como Madre de toda la consciencia indígena, de todos los pueblos originarios que aquí habitan, vengo a darles esta oportunidad de reencontrar el camino de la rehabilitación y del perdón, bases importantes para que a través de la esperanza pueda resurgir el verdadero fin de cada una de sus vidas, el verdadero Propósito de esta nación para que, por medio de su alma, pueda cumplir el Propósito que tiene escrito y ser una nación que coopera y que colabora ante las necesidades de las naciones más pobres.

Todo esto que les digo les parecerá una osadía, pero no lo es si existen almas que van despertando, si existen corazones que se van adhiriendo y que se animan a romper sus propias estructuras para vivir en plenitud el Propósito de Dios, es decir Su Divina y Santa Voluntad.

Esto permitirá lentamente que las bases espirituales del Propósito para este país se vayan manifestando, no solo aquí en Oklahoma, sino también en otras partes de esta nación.

Necesito, hijos Míos, que comprendan la importancia de este momento espiritual e interno.

Vengo aquí con el permiso de Mi Hijo para hacer florecer y expresar lo que aquí necesita manifestarse, no solo en los planos internos, sino también en los planos externos; y las consciencias que despiertan hacia el Propósito Espiritual y que forman parte de esta nación, tan necesitada de amor y de luz, serán esos pilares que Mi Hijo tanto espera ver expresados en la superficie de la Tierra, a fin de que aquí se pueda reflejar el Plan que Dios tanto espera y esto va más allá de un simple sí, esto va más allá de una adhesión absoluta.

Lo más importante de todo esto, hijos Míos, es la unidad, que permitirá derrotar los pilares que el mal aquí tiene y que disolverá las corrientes contrarias que aquí habitan, hablando directamente del alma de esta nación.

De esa forma, también ayudarán al ángel de este país que lleva mucho peso sobre sus espaldas, que debe ser aliviado no solo por la oración perpetua o por el servicio abnegado.

Es necesario que las almas sean conscientes de esta colaboración para que este ángel pueda llevar adelante su Propósito y su servicio por Estados Unidos porque, a medida que los acontecimientos suceden en el mundo y, muchos de ellos, son promovidos y ejecutados por este país, las puertas inciertas se siguen abriendo y no hay quien las pueda detener.

Por eso, Yo vengo aquí por esta causa, para cerrar esas puertas inciertas e invisibles, para que las almas ya no vivan en ese cautiverio espiritual que es creado e infundido por la deuda espiritual de este país.

En simples palabras, Mi Hijo Me envía para liberar las amarras, para quebrar con Su Espada las cadenas de la ilusión y del materialismo, que aprisionan a las almas sin que puedan surgir y despertar.

En un solo Mensaje, queridos hijos, intento decirles muchas cosas, pero tendría mucho más para decirles que solo en este momento de encuentro Conmigo.

No piensen que todo cambiará de la noche a la mañana. Si sus vidas cambian y si sus vidas se transforman, serán como una gota en este gran océano, que por más que sea pequeña, invisible e insignificante, si esa gota de Luz que son sus almas no estuvieran en ese vasto océano que es el Plan, esto no sería posible, este momento no sería posible.

Así podrán comprender, pero también percibir cuán infinita e inagotable es la Gracia de Dios, que supera todos los tiempos, pero también todos los acontecimientos; que atraviesa todas las estructuras y las formas para que Su Amor llegue a Sus Hijos, Sus Criaturas, para que Su Presencia llegue a lo que es esencial, al espíritu de cada uno de los americanos, que debe estar bien despierto y atento para recibir con gratitud los impulsos de la Jerarquía.

Desde hace días estoy orando y en los días que vendrán seguiré orando por ustedes y por sus hermanos de este país.

Sé que será un sacrificio y también una gran entrega poder alcanzar lo que Dios tanto aspira y espera. Pero la fe y sobre todo la confianza transcienden todas las formas, todas las ideas y aun todos los límites; porque el corazón que vive a través de la fe es un corazón encendido en el amor, en la unidad y en la vida divina, y esto le permite llevar adelante cualquier tarea o compromiso.

Les pido a todos Mis hijos de los Estados Unidos que, por piedad y por caridad, se pregunten:

¿Cuál es mi verdadero compromiso espiritual?

¿Qué estoy haciendo para poder cumplirlo y vivirlo?

¿Percibo la Presencia de la Jerarquía, no solo de Su Palabra, sino también de Su Amor?

¿Qué debo hacer para poder cumplir ese compromiso?
 
¿Cuánto más tiempo debo esperar para poder vivirlo?

¿Comprendo que ese compromiso va más allá de mí mismo y que todo tiene una causa mayor?  

Les dejo estas preguntas a Mis hijos de Norteamérica. Y, como Madre de los pueblos originarios, les pido que contemplen la historia de esos pueblos originarios y, en perfecta comunión, recuperen los valores que ellos viven en los planos internos.

Les agradezco por estar aquí en este día y por escucharme con valentía, apertura y gratitud.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz, Madre de la nación indígena

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy Mi Corazón se enciende de alegría por los más simples y por los más pobres; por el amor que brota de sus corazones al llamar a su Madre Celestial para que Ella, como una dulce Señora, venga al encuentro de Sus hijos.

Hoy vengo aquí por los que Me han llamado.

Nuevamente, queridos hijos, los vuelvo a congregar en el sagrado oratorio de Mi Inmaculado Corazón, en donde se puede vivir la experiencia divina, el encuentro con Dios y la manifestación de Su divino Propósito para cada una de sus consciencias.

Hoy vengo vestida de blanco, coronada por Mis hijos y con la luna a Mis pies, para anunciar al mundo que aún hay tiempo de poder arrepentirse.

Dios está sediento del amor de todas Sus criaturas, de la sinceridad de los corazones, de la verdad de todos los servidores, que pueden expresarla en estos tiempos.

Dios está con Sus Brazos abiertos, mostrando Su Corazón resplandeciente, indicando para todos que aún hay tiempo de poder ingresar en el Océano de Su Misericordia, para que sus deudas sean purificadas, para que sus almas sean curadas y solo puedan sentir, queridos hijos, algo que Yo siento todo el tiempo, que es estar en el regocijo de Dios; en unión con Su divina e insondable Fuente, en perpetua y perfecta comunión.

Para que todo esto sea posible y primero surja en sus vidas, deben seguir orando el Rosario todos los días, porque aún el anuncio que Yo hice en Fátima está latente.

Después de cien años, el mundo está en la mayor gravedad, en un gran caos que sumerge a muchas almas al infierno.

Yo les pido, queridos hijos, que con la misma sinceridad de sus corazones y el mismo calor de sus oraciones, hoy ofrecidas al Santo Creador, sigan formando grupos de oración, para que en esta ciudad y más allá de ella, existan columnas de luz, que serán depositadas por el Cielo y bajo el orden de Mi Inmaculado Corazón, a través de la obra de los santos ángeles.

Vengo a pedirles, queridos hijos, que sigan orando por el equilibrio del planeta y de su humanidad, que sus corazones no se cansen de proclamar la fe en Dios, ni tampoco de buscar la Iglesia, para que a través de la Eucaristía, todos los días de sus vidas estén en comunión con Mi amado Hijo.

Necesito, queridos hijos, que puedan tornar esta ciudad un Espejo de Mi Reino Celestial. Y eso comenzará primero en ustedes, viviendo buenas actitudes, reflejando buenos ejemplos, transformando sus vidas por el potentísimo caudal de la oración del corazón.

Yo les pido, queridos hijos, que sigan Mis pasos, los pasos que hoy les estoy indicando, para que Dios Me pueda permitir retornar aquí cuantas veces sea necesario y bajo el principio de Su divina Voluntad.

Necesito que sus corazones se sigan abriendo, para que Mis ángeles, los ángeles que hoy Me acompañan y que rodean a su Madre Celestial, puedan curar sus heridas más profundas y después de cada encuentro Conmigo, salgan de aquí renovados, con una esperanza fortalecida, con una fe inextinguible, con un amor desconocido, que finalmente los hará libres de este cautiverio del fin de los tiempos.

Hoy vengo a recoger especialmente sus oraciones para que más Gracias sean derramadas en el mundo, especialmente en aquellos rincones del mundo en donde, la humanidad entera aún no sabe lo que sucede. ¡Cuánto las almas sufren en silencio, por medio de la esclavitud y de la persecución!

Vengo a utilizar sus oraciones de este día, para poder cerrar más infiernos en este planeta; para que más almas, más semejantes a las de ustedes, puedan despertar y salir de esta ilusión que ciega al mundo.

Vengo a abrir los portales del Universo, para que no solo ustedes, sino más almas en el mundo entero, puedan sentir y escuchar la llamada de Dios para consagrar sus vidas al Infinito y hacer de este planeta un pueblo sagrado, así como fue el pueblo en el desierto, en compañía de Moisés.

Yo vengo a contemplar, por medio de Mis ojos maternales, la dulzura que brota hoy de sus corazones, la cálida oración que ennoblece sus espíritus y que vivifica sus almas ante la presencia de la Madre de Dios.

Hoy como nunca, Dios tiene Sus Oídos muy abiertos para escuchar las súplicas de Sus hijos. Algunos pronto alcanzarán las gracias que necesitan, pero otros deberán seguir orando todos los días, para poder alcanzar la Gracia Mayor de Dios. Porque la verdadera oración, que puede ser pronunciada por sus corazones, los liberará, los redimirá y podrán alcanzar la paz dando fin a la deuda humana, a todo pecado que hace de los corazones, corazones sufridores.

Yo vengo, queridos hijos, a instituir Mi Portal de Paz en el mundo y vengo a hacer de ustedes almas en constante renovación, corazones en adoración a Dios.

Quiero hacer Mi milagro en los más simples, para que den testimonio al mundo de la potencia del Amor de Dios cuando los corazones se abren y dejan que el Creador los transforme, no solo a través de Su Santa Sierva, sino también, hijos Míos, por medio de la oración y de la devoción de sus corazones.

Quiero construir aquí lo imposible, en un mundo de caos y de tantas guerras. Mis ojos contemplan situaciones que ustedes desconocen, que el mundo entero desconoce, y que aspiro a compartir con Mis hijos, aquellos que se abran para sentir Conmigo el dolor de este mundo.

Quiero hacer de este lugar, así como de sus casas y de sus corazones, cenáculos de reparación, para reparar el Corazón de Dios, tan ofendido y tan herido por las acciones de los hombres.

Hijos Míos, en esta noche comparto no sólo la alegría de Mi Santo Espíritu con sus pequeños corazones, sino que también les entrego una espina de Mi Corazón para que las reparen con sus constantes oraciones. Pues, en esta noche les digo que no se necesita mucho para reparar el Corazón de Dios. Cuando son simples, pero verdaderos, pueden abrir las puertas del Cielo y contemplar en su interior el Corazón del Padre, que se muestra a Sus hijos, cuando ellos se abren para verlo.

Vengo, en esta noche, a revelarles un misterio celestial: el misterio de la reparación, para que aprendan, hijos Míos, que al transformar sus vidas, no sólo están transformando sus familias y trayendo un poco más de paz para sus hogares, para sus amigos. De esta forma, hijos, cuando transforman sus espíritus y sus corazones, cuando oran todos los días junto Conmigo, están reparando el Corazón de Dios por faltas que desconocen, están generando méritos para que muchas almas perdidas encuentren la salida de la oscuridad en la cual viven, estando en este mundo y más allá de él.

Hijos míos, quiero construir el triunfo de Dios en sus corazones para que, a partir de ustedes, este triunfo se extienda al mundo. Sólo necesito que me digan “sí” y que oren verdaderamente, transformando las prioridades de sus vidas, teniendo consciencia, hijos, de aquellas acciones que no construyen el Plan de Dios en este mundo, sino que, al contrario, destruyen la gracia de sus espíritus, la gracia que Yo les entrego, una y otra vez, cuando vengo del Cielo a su encuentro.

No pierdan, hijos Míos, todo lo que Yo les entregué y todo lo que aún les entregaré, viniendo a este mundo. Sino que construyan, día y noche, con sus oraciones, con sus acciones, con la transformación de sus vidas, una Gracia Mayor para todo este planeta. El planeta está en guerra, está en una agonía permanente, que muchos no perciben porque solo ven sus pequeños sufrimientos y solo buscan su felicidad vana.

Hoy, hijos Míos, quiero que conozcan una felicidad mayor, que transciende todo lo que los colma con las cosas de este mundo. Vengo a entregarles la alegría celestial, que está más allá de todo sufrimiento humano y que inclusive se encuentra a través del sacrificio y del esfuerzo constante.

Quiero que conozcan, hijos, la alegría de estar en Mi Inmaculado Corazón y de compartir Conmigo todas las bendiciones del Cielo, para que las lleven a sus hermanos, a los que están a su lado y a aquellos que están en el mundo, en lugares remotos y desconocidos.

Vengan Conmigo, hijos Míos, trascendiendo las fronteras entre las naciones, por medio de la oración de sus corazones, para que el mundo encuentre un mayor tiempo de paz, a través de sus vidas.

¿Será mucho lo que Yo les pido, que oren todos los días un Misterio del Rosario, uniendo los espejos de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón? Oren Conmigo, hijos, y vean sus vidas ser transformadas por la Gracia de Mi Espíritu, por la presencia de Mi Inmaculado Corazón.

Ustedes forman parte de la historia de Mi vida, la que Yo escribo día a día, por medio de la conversión de su corazón y del despertar perpetuo a una oración renovadora, una oración que trae la fe y la esperanza que tanto necesita el mundo.

Y les vuelvo a decir, queridos hijos, que debo llegar nuevamente a los Estados Unidos; aún Mi tarea con esa nación no está finalizada y será posible, por su colaboración y su unión Conmigo que Yo volveré a triunfar en los corazones más despiertos y, sobre todo, en los corazones que se apartaron de Dios por obra de Mi enemigo.

Vengo a construir en ustedes la importancia de unirse a todas las razas y culturas, para que juntos, queridos hijos, atendamos a esta emergencia planetaria, que es responsabilidad de cada uno de ustedes.

Yo Soy su Mediadora, la Pacificadora, la Madre que consuela a las almas y a los corazones.

Hoy vengo con una bendición especial para los que se consagrarán como nuevos Hijos de María. Que ahora se aproximen a Mi altar para que Yo pueda bendecirlos a todos.

Rezaré al Padre Eterno por ustedes:


“Señor de las Alturas, Omnipotencia máxima, 
que te espejas y estás vivo en todos los universos, 
como en todas las estrellas, 
participa con nosotros de este momento. 
Escucha la voz de Tu Sierva fiel:
Haz descender Tu Reino Celestial, 
transmuta y purifica a las almas
y vivifícalas con el Fuego de Tu divino Espíritu, 
a fin de que se establezca, Padre Eterno, 
Tu Proyecto original en la humanidad, 
en todos los que hoy se redimen 
a los pies de Tu Sierva Celestial. 
Amén”.


Yo los consagro, queridos hijos, y les pido que a partir de hoy formen parte de Mi ejército de Luz, de Mis soldados de la oración, de Mis guerreros de la Misericordia, para que lleven al mundo, el alivio que él necesita y la esperanza que han perdido muchas almas en estos tiempos críticos.

Hoy vuelvo a ser coronada como Madre y Señora de esta ciudad. El próximo paso será, queridos hijos, que desde la plaza de esta ciudad hasta este lugar, realicemos una procesión en honor al Inmaculado Corazón de María en el próximo encuentro, a fin de que Yo pueda, queridos hijos, llevar muchas más almas, millones de almas, hacia Mi Corazón y desde Mi Corazón, al Reino Celestial.

Que así sea.

Yo los bendigo y maternalmente les agradezco, por una vez más haber respondido a Mi llamado.

He podido hacer muchas cosas en el mundo y concretar aquí, en la Tierra, por medio de este encuentro, la Sagrada Voluntad de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Sean Mi Paz en el mundo para que más corazones se enciendan en la Misericordia del Creador.

Hasta luego, queridos hijos.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a recibir a nuestra Madre, cantando “Virgen Madre”.

Ahora, vamos a escuchar treinta y tres campanadas. A través de ellas, nuestra Madre va a irradiar al planeta y nosotros nos uniremos internamente a Ella con total devoción.
 

Hoy, he venido en nombre del Espíritu Santo a bendecir la Fuente, pero eso será al final de dar Mi Mensaje.

Queridos hijos, hoy quiero agradecerles por estar un día más en el Reino del Padre. Eso significa, hijos Míos, que muchas almas están siendo ayudadas, no solo a través de la oración del Rosario, sino también de todas las oraciones. Mi último pedido, en este día, es que sigan orando con ese objetivo.

Las almas y todo lo que es vida están siendo tocados por la contemplación de Dios. Muchos nudos ahora ya no están más. Esto significa, queridos hijos, que hay que seguir adelante sin detenerse. Yo necesito de ustedes hasta el último momento.

Queridos hijos, una buena madre no reta, educa.

Sonrían, porque ustedes son como el pequeño Niño Jesús, que caía y lo levantaba del suelo muchas veces. Sepan que Mi educación es eterna para ustedes. Por eso, deben tener paciencia Conmigo. A algunos los deberé tomar de las manos y otros se deberán tomar Mi Manto, porque si no están Conmigo en este tiempo, la Luz no los podrá guiar.

Sepan que Yo los quiero llevar hasta Mi Hijo, verdaderamente. Todo lo que les enseño es importante para sus vidas. Por eso, cada día, deben comenzar de nuevo y no perder la esperanza al caer; sino que deben levantarse.

Necesito de ustedes hasta los últimos momentos, por eso, hoy se lo repito.

Decía que muchas de las almas están siendo ayudadas en diferentes partes de este mundo, eso significa que sus oraciones están siendo tomadas en cuenta por Dios.

Hoy, vengo hasta aquí, como vine ayer, como la Señora de las Gracias. Eso es lo que está necesitando la humanidad para encontrar la paz. Si claman por Mi Gracia encontrarán la paz.

Hoy, quiero decirles que Mi Hijo está alegre por ustedes y por sus pequeños esfuerzos. Necesito que ustedes continúen con esa meta, para seguir en Mi camino.

Hoy, les traigo un pedido especial de oración. Ayer les dije que es importante contemplar los Reinos y hoy, les digo que es importante contemplar las diferentes razas. Todas son una para Dios, solo que aquí en la Tierra, están separadas.

El único color que existe en ustedes es la esencia blanca de su corazón. Mi pedido es orar por todos Mis hijos indígenas. Muchos están perdiendo la esencia con la que han sido creados.

Quiero decirles, queridos hijos, que ellos necesitan reencontrar el camino hacia la naturaleza. Ese ejemplo que fue dado por ellos es un ejemplo para la humanidad. Por eso, como Señora de Guadalupe, llegué hasta allí para hacer ese pedido especial. Todas esas almas son preciosas para Dios, al igual que las suyas. Por eso, en este día, en el que ustedes están más conscientes, necesitan hacer algo por ellas.

Mi Reino de la Paz es una promesa para todos, pero muchos aún no creen que esto es posible; el verdadero corazón, que se introduce en el camino de la oración, lo encontrará. Por eso, deben responder a este pedido que es tan necesario para Mi Corazón.

Coloquen sus manos hacia lo Alto y pidan a Dios por esos hermanos. Oren, oren por ellos para que puedan ser guiados. De esa forma, queridos hijos, Yo podré interceder por ellos. Y sepan, hijos Míos, que ellos le han dado una buena lección a la humanidad: el amor por todo lo que fue creado.

Y ahora, como hijos Míos, ustedes deben ser uno con ellos, y deben ayudarlos. Cada oración que hagan, será importante para el Cielo. De esa forma, Yo podré desatar muchos más nudos y las almas encontrarán la liberación que buscan.

Quiero decirles, queridos hijos, que es importante revertir la situación en el mundo.

Recen, recen todos los días con devoción, porque sus palabras serán escuchadas.

Ahora que han comprendido Mi llamado, quiero hacerles un pedido más. ¿Recuerdan que hace poco tiempo que les hablé de Mis hijos, los indígenas?

Mi Corazón Maternal quiere llegar a una parte de esa nación, a una parte de todos esos pueblos que representan a esa gran consciencia.

¿Ustedes quieren acompañarme a realizar esa tarea?

                            
¡Sí!


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella dice que sabe que nunca le vamos a decir que no, que hay una parte de nosotros que confía en lo desconocido y que sabe que lo desconocido es la esencia de la fe.


Queridos hijos, para esa tarea necesito el permiso especial de Mis hijos de Estados Unidos. Ellos, a través de la oración, han abierto una puerta para que esto suceda. Eso significa, queridos hijos, que Mi Corazón, una vez más, está intercediendo.

A todos Mis hijos de Estados Unidos los espero en Venezuela para ayudarme en esa tarea. Si Me dan su sí, Yo podré visitar a todos Mis hijos de Paraguay, el próximo mes.

Pero como ustedes están bajo una ley, que conocen muy bien, necesito de su sí para poder interceder.

Mi Corazón ya está caminando hacia esa nación. Eso quiere decir, queridos hijos, que los encontraré en Paraguay el próximo mes y encontraré a Mis hijos de Estados Unidos en Venezuela en octubre.

Sepan, hijos Míos, que esta es una intercesión especial por todos esos pueblos. Mi Manto se extiende sobre todos y Mi Manto debe llegar a todos. Y si siguen Mis pasos, estarán siempre con la llama interior encendida.

En este día que termina, solo quiero darles las gracias por todo lo que ha acontecido durante estos días.

Quiero, en este momento, hacer una oración especial por una hija que una vez estuvo aquí, en Mis Brazos.

Oremos por ella.


Sangre y Agua,
que brotaste del Corazón de Jesús,
como fuente de Misericordia para nosotros,
yo confío en Ti.

Amén.
(14 veces)
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora dice, en este momento, que va a llamar a una hija que representa a la nación de Brasil, que va a orar con nosotros por la consciencia indígena de ese país.
 

Deben amar cada Palabra que expreso, porque son Palabras finales.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Señora dijo que está en silencio, esperando que nuestros corazones se aquieten.


Ha llegado el momento de que la humanidad crezca de forma consciente y madura. Eso evitará que Mis hijos se desvíen del camino.

Este es Mi último llamado.


Madre María Shimani de Montserrat:

Nuestra Madre pide que la hermana Janete, que frecuentaba Figueira, venga hasta aquí, por favor.


Mantengan la concentración, queridos hijos, porque aún estoy presente.

Es necesario que estén en paz y es necesario que crezcan desde el corazón, porque así estarán en la Sabiduría de Dios.

Vamos a orar por todas esas consciencias, por todos esos hijos que necesitan de Luz.

Ahora, coloquen las manos en señal de oración. Oraremos por esos hijos Míos.


Oración: Ave María (en portugués, 4 veces).


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora dice que vamos a orar cada Ave María y Ella nos va a indicar la intención de cada una.


Queridos hijos, ahora oremos por las comunidades de Amazonas.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Ahora oremos, queridos hijos, por las comunidades del sur de Brasil.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Ahora, queridos hijos, oremos por las comunidades de Chile.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Ahora, queridos hijos, oremos por las comunidades de Argentina.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Ahora, hijos Míos, intercedamos por las comunidades de Paraguay y de Bolivia.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Queridos hijos, pidamos a Dios por las comunidades de Perú y de Ecuador.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Intercedamos ahora, por las comunidades de Colombia y de Venezuela.


Oración: Ave María (en portugués, 1 vez).


Y pidamos, de corazón y de forma especial, por las comunidades de América Central.  


Oración: Ave María (en portugués, 4 veces).


Mis queridos hijos, les agradezco y los bendigo.

Ahora, bendeciremos la Fuente, la Fuente de la Paz de Dios. Toda bendición debe ser hecha con alegría, alabando al Creador.

Queridos hijos, cantando, peregrinemos hacia la Fuente. Allí los esperaré.


Madre María Shimani de Montserrat:

Nuestra Señora nos pidió que fuéramos caminando despacio, hacia la Fuente, y que todos nos colocáramos a su alrededor. Vamos a ir cantando, un cántico que entonamos mucho aquí en Aurora, que se llama “La Fuente”.

Todos vamos a escuchar y es fácil de aprender. Vamos a salir primero los que estamos aquí y después ustedes nos van a seguir, cantando y sin conversar.


Canción: “La Fuente”.


Oración: “Ave María” (en español).


Queridos hijos, este momento ya estaba guardado desde hace mucho tiempo en Mi Corazón.

Queridos hijos, hoy bendigo esta Fuente, como bendije tantas otras en el mundo y también bendigo sus fuentes internas.

Les quiero dedicar un pedido especial, una oración a Dios.

Cierren sus ojos.
 

Señor
de la Fuente inagotable
del Amor y de la Unidad
bendice a Mis hijos.
 
Abraza con Tu Espíritu, Señor,
a todos aquellos que Te buscan.
 
Intercede por Mis hijos,
porque Yo los guiaré y
los llevaré hacia Jesús.
 
Limpia del corazón
todo dolor y toda amargura,
con la Fuente de Tu Vida.
 
Ven hacia Mis hijos, Señor,
Yo Te lo ruego,
como Madre Universal.
 
Acepta la entrega de cada uno de ellos,
como flores a Tus Pies.
 
Permíteme, Señor,
interceder por Mis hijos.
 
Acepta la Luz materna de Mi Corazón,
que derramo como Gracias inagotables
para las almas,
curando a los espíritus,
aliviando a cada corazón.
 
Acepta Mi intercesión, Señor,
porque Yo amo a esta humanidad.
 
Tú Me has enviado a ella para cuidarla,
guiarla y contemplarla.
 
Por eso, Te pido, Señor,
que recibas de Mis Manos maternales
las plegarias de Mis hijos,
y que construyas, en cada uno de ellos,
por la fuerza de Tu Espíritu,
el verdadero templo del Amor,
que resplandecerá por toda la eternidad,
para Tu gloria y en honor a Tu Hijo.
 
Que así sea.
 
Escúchame, Señor.
Escúchame, Señor.
 
Yo cuidaré a Tus hijos y los elevaré hacia Ti,
para que juntos estemos con Jesús,
alabándote por toda la eternidad,
por el bien y la paz de todo el universo.
 
Amén.
 


¡Gracias por responder a Mi llamado!

¡Gracias por estar Conmigo durante estos días!


Canción: “La Patrona”.


Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!

Nos vamos a acercar hasta el Jardín de María para poder hacer el relato y que todos puedan escuchar; porque, además, vamos a cosechar las naranjas de los árboles del Jardín de la Madre para entregarles a cada uno. Esas naranjas ya están bendecidas por nuestra Madre.


Canción: “Madre Divina”.
 

Madre María Shimani de Montserrat:

Ahora, vamos a hacer un breve relato de todo lo que ha pasado y a tratar de transmitir con claridad la pauta que la Madre pidió, para que podamos colaborar en trascender esa situación que la consciencia indígena tiene en nuestro planeta. En lo que vamos a estar todos unidos, trabajando en estos próximos meses.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Estamos tratando de recordar el momento, porque fueron muchas cosas las que acontecieron y a veces muchas de ellas no quedan grabadas en la memoria.

Hoy, como la Señora anunció, vino como Nuestra Señora de las Gracias, igual que ayer.

Hoy, Nuestra Señora apareció frente a nosotros y después se colocó sobre los hermanos del monasterio.

Y cuando Ella hizo la tarea por la consciencia indígena aconteció algo importante.

A medida que la Madre iba pronunciando el nombre de cada país, iba llegando a cada nación y, de una manera más amplia, nos mostraba cómo numerosos hermanos de la consciencia indígena estaban necesitando de mucha ayuda.

Ella nos contaba internamente que lo que esos hermanos dejaron en el planeta como legado fue algo muy importante en la historia de la humanidad.

Cuando Ella nos preguntó si aceptábamos la tarea en Paraguay, aconteció otro movimiento.

Ella esperó, silenciosamente y ante el Padre, nuestro sí. Cuando dijimos que sí, el plan se actualizó de forma diferente.

Sinceramente, Ella estaba clamando por Sus hijos de la consciencia indígena.

Entonces, finalmente llegó el momento en el que nos pidió que nos acercáramos a la Fuente, y por un lapso de tiempo Ella desapareció y luego volvió a aparecer sobre la Fuente.  

Ahí, Ella nos pidió que oráramos el Ave María y, en ese momento, apareció rodeada de un coro de ángeles más numeroso que las personas presentes, y que cantaban alabando a Dios.

En ese momento, Ella llevaba un velo blanco, una túnica rosa y un manto celeste.

Entonces, abrió Sus Manos hacia abajo, irradiando Luz. En ese momento, Ella comenzó a hablar con el Padre, y lo que repetimos como oración fue lo que Ella le decía.

Durante la bendición aconteció otro hecho importante. Comenzaron a caer del Cielo dos grandes llaves doradas, que eran grandes y estaban cruzadas entre sí.

Esas llaves comenzaron a descender y bajaron sobre los que estábamos presentes. Entonces, durante la oración, Ella hizo otra bendición.

Cuando los ángeles estaban presentes, rodeándola y cantando, Ella hizo otro movimiento. Comenzó a sacar muchas rosas de abajo de Su Manto y, de una forma muy alegre y desconocida, comenzó a derramar esas rosas sobre todos.

Con un gesto muy maternal y alegre, miraba con Su Rostro hacia abajo. Y, de esa forma, estaba dando un agradecimiento por toda la tarea acontecida.

Luego, comenzó a elevarse hacia el universo y, en un punto del horizonte, Ella desapareció.


Madre María Shimani de Montserrat:

A todos, muchas gracias por estar aquí.

Ahora, vamos a repartir las naranjas con la energía de nuestra Mamá. Hay para todos, por lo menos una naranja para cada uno.

Y los vamos a seguir convocando para venir a orar, como vinimos en estos días, porque realmente sucedieron cosas increíbles. Así, vayan en Dios.

Vamos a cantar: “Bendita, Tú eres”.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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