APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Contemplen Mi Gloria. Cuando Yo estoy presente todo es perfecto y nada hiere.

Hoy, les ofrezco nuevamente la cruz del mundo para que la carguen Conmigo en esta Sagrada Semana que se aproxima; porque después de tantas Gracias todo ya es diferente y nada puede ser igual.

Hoy, están aquí por Mi Misericordia, que es la Misericordia de Dios; la que los ha reunido a través de Mí y alrededor de Mí, para honrarme.

Hoy, estoy con ustedes y estoy con el mundo, con las necesidades de cada corazón y de cada alma, sin dejar de atender  las peticiones de Mi Padre, para que se haga Su Voluntad.

Hoy, les muestro las llagas de Mis Manos para que las veneren durante toda esta próxima semana, donde daré señales precisas para estos tiempos finales, para que las almas continúen en Mi camino y en ascensión a Mi Sagrado Corazón.

Yo sé que es difícil vivir el caos del mundo, el caos de las almas y de las consciencias que se resisten purificar. Pero no puedo hacer más nada.

Sus corazones y el corazón de sus hermanos debe estar abierto para que Yo pueda obrar y así ayudarlos hasta el final. Porque es la Voluntad de Mi Padre que vivan en Mi Gracia y es el sentimiento de Mi Corazón que se regocijen en Mí todos los días de la vida, para que así conozcan Mi Voluntad, que es invisible ante sus ojos y perceptible para la intuición de los puros.

Yo necesito alcanzar en ustedes la santa humildad, la pacificación, la entrega y la mansedumbre. Pero sé que todo es por grados. Deben alcanzarlo a través del esfuerzo y de la dedicación que viven por Mí Corazón y por la Voluntad de Mi Padre que está en el Universo y que siempre los contempla con mucha compasión. Porque si de Él no brotara la compasión por ustedes y por las almas del mundo, ya no habría humanidad.

La tónica de estos tiempos es la intercesión de los Sagrados Corazones, de María, de San José y de Mi Corazón, de lo contrario nada sería posible, compañeros.

No vengo aquí para traerles decepciones sino la verdad; verdad que deben amar todos los días para poder alcanzarla y para que sus corazones sean cristalinos al igual que el Mío, sin soberbia, sin negación, sin indiferencia.

Deben persistir como Yo persistí por ustedes en la Cruz.

Deben madurar en el amor, como Yo entregué el Amor de Dios por ustedes en cada etapa de la Pasión, así como Mi Madre entregó el Amor por cada uno de Sus hijos que negaban y rechazaban al Rey del Universo.

Necesito que en esta Sagrada Semana, sus corazones vivan en humildad Mi Pasión. Que sientan Mi Pasión como la gran victoria y como la gran promesa para aquellos que aún no han despertado y que se separan de Dios día a día.

Necesito, compañeros, que a través de esta Sagrada Semana vivan Mi Pasión, para que sus almas confirmen que Yo estoy aquí presente todavía acompañándolos, así como también Yo acompaño a aquellos que más necesitan en esta hora aguda del mundo.

Necesito, compañeros, que en esta Sagrada Semana no solo vean Mi sacrificio, sino la victoria del Arcángel Miguel a través de Mi Corazón y de Mi Consciencia, que en el momento más culminante dejó Mi Ser para que Yo Me cristificara, así como en estos tiempos Yo los invito a vivir la cristificación del corazón a través de la entrega y de la oración perpetua.

Si no hubieran almas como ustedes en el mundo, así como hay otras almas que aman Mi Corazón insondable y misericordioso, Yo ya no estaría aquí y eso no sería una negación porque no tendría dónde derramar Mi Gracia y Mi Misericordia sobre aquellos que la claman de verdad por sus hermanos y por toda la humanidad, como por los Reinos menores creados por Dios, vuestro Señor, vuestro Padre Eterno.

Así Yo necesito, compañeros, que en esta Sagrada Semana, multipliquen Mi Misericordia por todos los lugares donde vayan y que ella se multiplique aún más cuando se retiren de aquí, de este Centro sagrado, después de haber recibido Mi impulso espiritual de amor y de compasión.

No necesito que se martiricen con Mi Pasión. Hubieron mujeres santas en el pasado que vivieron eso por Mí a través de los tiempos y sobre todo al lado de Mi Cruz, junto a María, Mi Madre.

Yo los invito, compañeros, en esa Sagrada Semana a ser santas consciencias que veneran Mi Sagrado Corazón a través de la Pasión y de la cruz y de cada paso que Yo di por ustedes desde la última Cena hasta Mi resurrección.

En esos pasos que hoy Yo les encomiendo meditar día a día, encontrarán la fortaleza para estos tiempos, la fuerza interior para superar sus problemas, la disipación de todas las dudas y de la falta de confianza al Corazón del Creador.

Necesito, compañeros, que revivan Mi Pasión por aquellos que no lo hacen y sobre todo por aquellos que nunca lo hicieron y que menos Me conocen en las diferentes partes del mundo, por vivir su propia idolatría.

Eso pesa para Mi Corazón, porque Yo vengo con Mi Gracia para todas las almas, para todos los que a pesar de todo continúan en Mi camino, como es en el día de hoy ante Mi presencia.

Así verán, compañeros, cómo es la Misericordia de Mi Corazón, cómo es el sustento y el apoyo que Yo puedo dar para sus espíritus cuando confían en Mí y lo decretan.

Yo no solo les traigo la revelación de Mi Gracia sino también la presencia de Mi Gloria celestial alcanzada después de Mi ascensión al Universo, a las moradas de Dios.

Necesito que se purifiquen en Mi confianza y que acepten la tarea que Yo, con tanto Amor, les he encomendado para estos tiempos desde el principio de sus nacimientos.

Así como Mi Corazón infinito agradeció el apoyo de Mi Santa Madre durante la Pasión y desde el principio de Mi vida en este mundo por cada uno de ustedes, así espero, compañeros, que  ustedes agradezcan a sus madres por su existencia y presencia en este momento tan especial Conmigo. ¿Qué sería de ustedes sin sus madres?

Aunque sus madres no parezcan lo que ustedes desean, ellas son el modelo perfecto de la transformación para sus corazones y vidas. No podrán seguir caminando en Mi sendero sin antes recordar a sus madres por todo lo que han dado, aunque hayan sido errores, pruebas o conflictos.

Dios, a través de sus madres, quería quebrar sus corazones endurecidos para que sintieran el verdadero amor que nace de la maternidad de todas las santas mujeres que conciben ante la Creación y dan a luz, como Mi Madre dio a luz por cada uno de ustedes.

Necesito que amen la fuerza maternal y que no la rechacen, porque en la fuerza maternal se encuentra la salida a las posibles dificultades del camino.

Entre Mi Pasión para esta Sagrada Semana y el espíritu de la maternidad, encontrarán dos grandes puertas para alcanzar también el perdón y la reconciliación entre sus seres queridos.

No necesito, compañeros, que juzguen sino que amen lo que Dios les entregó a través de sus madres y también de sus madres espirituales que Yo he colocado en el camino, para trabajar el sendero de  perfección y de santidad en ustedes.

Descubran en el misterio de Mi Pasión y de la maternidad el camino para la conversión y para dar los pasos en la simplicidad del espíritu y del alma que se dona al Padre celestial, abriendo su corazón y comprendiendo todas las cosas que llegan a la escuela del aprendizaje.

Les dejo en esta noche, compañeros, el símbolo de las llagas de Mis Manos, de las Manos que se donaron por ustedes, de las Manos que curaron, que sanaron, que multiplicaron los panes y los peces, de las Manos que derramaron gracias y prodigios, que resucitaron a los muertos, de las Manos que hicieron levantar a los paralíticos, que curaron a los ciegos y que redimieron a los corazones endurecidos por su propia voluntad.

Estas son Mis Manos, las Manos de Dios a través de Su Hijo amado, que nuevamente para esta Sagrada Semana se donan a ustedes y al mundo para santificarlo por la efusión del Espíritu.

Que sus manos imiten Mis manos. Que sus seres se donen en confianza y sin resistencia, porque Yo conozco, compañeros, la pasión de cada corazón, la pasión interior, los miedos y las incertidumbres.

Espero que en cada uno ustedes y de sus hermanos, Yo pueda hacer brotar lo que vengo a buscar hace tanto tiempo y después de tantas veces y de tantos intentos.

Ahora, compañeros, que saben todas estas cosas, anímense a dar el paso y a no retroceder, porque Mis pies caminan descalzos frente a los suyos, marcándoles el camino hacia la paz y la transformación.

Un pedido más para los que escuchan Mi voz. Quisiera verlos arreglados y limpios todos los días para recibirme. Así como Yo mandé a bañar a los pozos de Betsaida, de Samaria a los enfermos para que se purificaran, Yo los invito a prepararse todos los días para el encuentro Conmigo a las tres de la tarde, en armonía y orden, interior y exterior. No necesito que se embellezcan por Mí, sino que comprendan y sientan la importancia de la ceremonia en cada detalle, porque eso forma parte a la Ley de la Jerarquía.

Y ahora, compañeros, en esta víspera de preparación que sus  corazones ya pulsen y sientan la Sagrada Semana latiendo en su interior como una llama viva que se moldea y se prepara para recibirme en confianza.

Y la síntesis de toda esta Sagrada Semana que viviremos por una humanidad enferma, separada e indiferente; por aquellos que no pueden vivir esto Conmigo y que aún no lo conocen, les recuerdo el misterio infinito del sacramento de la Comunión, del pan hecho carne de Cristo y de la Sangre preciosa del Maestro como fuentes de salvación y conversión para las almas que comulgan en la fe con la divinidad de Mi Espíritu ante el Padre Universal.

En gloria a Dios por esta gracia concedida para realizar la Sagrada Semana aquí, y en espera de todo el Cielo, que su colaboración sea eficiente para los próximos encuentros en esta orden material de la obra de la Jerarquía.

Espero que Mis Gracias no caigan en vano, sino que sean la multiplicación permanente del servicio y de la donación por esta obra redentora y corredentora junto a Mi Madre y San José.

Espero que sus corazones, compañeros, despierten a la importancia de la colaboración en este proyecto de los Mensajeros Divinos en este plano material. Eso definirá después de esta Sagrada Semana la continuidad de ese proyecto sagrado de conversión y de paz para el mundo.

Que cada uno cumpla con su parte para que así se manifieste la Voluntad de Dios.

Mi último pedido, compañeros: recen por los corazones que se cerraron. Deseo ver en estas cuentas la persistencia de los consagrados. Que cada cuenta que oren represente la oportunidad y la gracia para una nueva alma que debe ser rescatada por la trinidad de los sagrados corazones.

En este sacramento, compañeros, Yo les dejo el modelo para su conversión, para que sean pacificadores, mansos de corazón y humildes de espíritu.

Yo les agradezco, compañeros, por compartir este momento Conmigo en nombre de la Luz y de la Redención.

Y así a los presentes Yo los bendigo preparándolos para vivir este sagrado momento Conmigo, en esta Sagrada Semana que se aproxima, donde los Cielos estarán abiertos durante siete días sobre este lugar para que las almas se eleven en espíritu a través de Mi Corazón a la Casa del Padre Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a cantar, a pedido de Cristo, “Pacificadores de Cristo Redentor”.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 23.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Las cosas que ustedes viven son más pequeñas que los granos de arena de un desierto, porque en verdad les digo que existen cosas más urgentes y mayores que ustedes desconocen.

Yo les vengo a traer la consciencia de lo supremo, la Verdad que está oculta para muchos. Mi Presencia viene a revelarles la sagrada Voluntad de Dios, que aún debe ser conocida por los corazones consecuentes a Mi Sagrado Llamado.

Vengo en esta tarde, a mostrarles Mis cinco Llagas, no para que vean el sufrimiento que Yo padecí, sino el Amor que Yo viví por ustedes, aquel que nutrió la vida y convirtió a la humanidad pecadora.

Quien venera Mis cinco Llagas venera en presencia a Mi Corazón. Yo vengo a traerles este misterio porque Mi Corazón sigue siendo ultrajado.

Son pocas las almas que Yo elevo, entre Mis Manos, hacia los Reinos de Dios. Pero Yo vengo a formarlos, a través de la esperanza y del amor, para que puedan conocer profundamente la gran necesidad de vuestro Padre que está en los Cielos. Que ahora, en estos tiempos, se puedan convertir así como Él lo prevé en este ciclo final.

Los Sellos de Oro se están abriendo. Los Libros de Luz se están revelando. Los Ancianos se congregan en consejo, porque ha llegado la hora de determinar el día y la fecha en que Yo descenderé al mundo, una hora marcada por Dios.

Pero en verdad, ¿quién Me verá? ¿Quién podrá comprender que la humildad de Mi Corazón es la humildad de Dios? ¿Quién Me podrá reconocer entre toda esta humanidad que camina al abismo de su perdición?

Pero Yo les digo que estos libros, que son abiertos por los Ancianos de la Luz, aún se mantienen cerrados por el afluente de Mi Misericordia que modifica la Ley, la equilibra y la armoniza para la humanidad.

¿Por cuánto tiempo esto sucederá? Hoy no se lo podré decir. Por eso vengo a preparar ejércitos, para que estén preparados para recibir las señales que vendrán de los Ancianos y las que revelarán el momento tan crítico para la humanidad.

Pero existen corazones misericordiosos que, saliendo de este encuentro, seguirán renovados por la fe. Allí no habrá ningún misterio y los Ancianos así reconocerán que esta parte del Proyecto de Dios, que ya es el último para esta era, Yo lo estaré cumpliendo en ustedes, a través de Mis Obras de Misericordia y de Redención.

Pero muchos ojos no querrán ver la Ley. La Ley se manifestará, de todas formas, en el momento culminante de la purificación. Por eso, vuestros cuerpos están siendo entrenados en la purificación, en el camino de la pureza, del desapego, de la humildad y de la simplicidad. Porque así Yo estaré en ustedes en la hora culminante de la tribulación, y Dios encontrará Mi semilla de Luz en cada una de vuestras almas.

Pero sé que en esta tarde no comprenden lo que les digo. Ya no vengo a hablar a vuestras mentes, sino a hablarle a vuestros corazones, que son los únicos tabernáculos, en donde todo puede resurgir, transfigurarse y redimirse, a pesar de que exista el mayor pecador. 

Corrijan vuestras vidas y las vidas de vuestras familias se corregirán. Vivan actos buenos y serviciales para el prójimo. Así estarán ayudando a que esta pesada balanza no se rompa antes de tiempo.

Así, de esta forma, hoy conocen el poder insondable de Mi Amor, aquel que viene a asistirlos para colmar vuestros corazones hasta el último momento de vuestras vidas, tiempo en el que ya estarán preparados para vivir el fin de los tiempos.

También rezo por aquellos que no estarán preparados y que no se detuvieron a escuchar Mi Voz y Mi Amor. Continúen rezando por todos ellos porque son la mayoría, es la mayoría de la humanidad.

Por eso Mis cinco Llagas aún se lastiman. Entre Mis Manos, siento el dolor de la humanidad. En Mi Costado, siento la lanza, aquella que es colocada por los corazones ignorantes y que ultrajan todo el tiempo la Ley de Dios. Mis Pies son marcados por los caminos confusos, turbios y malos que muchas almas viven.

¿Quién saciará Mi sed? ¿Quién colmará Mi Corazón misericordioso con los códigos de Luz de la oración? Que la oración no solo sean palabras, sino que sea un testimonio de vuestra conversión. 

Que vengan aquí aquellos que Me escuchan, porque Yo necesito, en estos tiempos, de verdaderos soldados formados en la redención.

No les prometo en este mundo cosas maravillosas porque, el mundo y la humanidad, toda la consciencia planetaria está negando al Dios del Amor. No alcanza con los que son. 

Mi Obra ya fue realizada en tiempos pasados. Les di y les entregué el verdadero testimonio de Amor, a través del sacrificio de la Pasión. Pero sé que muchas almas aún no lo han entendido.

Solo espero, en el cenáculo de Mi Corazón, poder reunir a todos ustedes para que, en los momentos más difíciles, sepan reconocer el bien y el mal. Los corazones y las miradas de muchos se confundirán, pero quien confía en Mí no se perderá.

Les vengo a decir aquello que necesitan escuchar, ya no pierdan tiempo en las cosas superficiales ni gasten vuestro verbo en comentarios inútiles. Busquen, todo el tiempo, la unión con Dios a través del silencio, porque así Yo podré decirle a Mi Padre que, en verdad, estoy haciendo algo con cada una de vuestras almas. Únanse cada día más. Abandonen los comentarios. Ya no juzguen a vuestros hermanos.

Están deteriorando Mi Plan de redención, porque sé que, saliendo de aquí, cruzando la puerta de esta sala, estarán diciendo otras cosas y, ¿dónde habrá quedado Mi energía espiritual? ¿Habrá valido la pena que Yo haya descendido de la decimosegunda dimensión de Adonai para venir a esta tercera dimensión contaminada a buscar corazones, en los abismos de la Tierra?

Las manos de Mi Madre ya no alcanzan para tantas almas perdidas. Por eso, Ella los consagra con tanto amor para que puedan ser Sus manos, trabajadoras en el servicio y en la caridad, en toda esta humanidad.

¿Comprenden lo que les digo? Díganme sí con vuestro corazón más que con vuestras palabras. Necesito que Mi mensaje resuene en lo profundo de vuestros seres. 

No quiero que sean Mis Llagas. Quiero que sean los Rayos de Mi Corazón transformados en redención y en luz. Quiero que sean lo bueno para Mi Padre. Quiero que sean lo justo, lo justificable ante Dios. Quiero que sean el equilibrio y la verdad, la transparencia y la confianza entre hermanos. Quiero que sean la columna de luz que preparará el templo para la venida de vuestro Rey.

Pero si el Rey no viene a vuestros corazones, a los pocos corazones dignos de la Tierra, ¿cómo Él podrá venir al mundo? ¿Qué dignidad tendré ante Adonai para pedirle descender a esta humanidad material? Por eso, debo encontrar rebaños preparados, todos dentro del establo de Mi Corazón y no buscando otros caminos que no sean los Míos.

Ya no hay tiempo que perder. Ya no deben buscar a otras personas. Vuestra verdadera unión espiritual es con Dios. Y ya hemos dado testimonio, compañeros, de que la verdadera transformación se encuentra a través de la oración.

Purifíquense en paz. Las cosas se agudizarán, pero deberán ser valientes para superar los tiempos e ingresar en la vibración perfecta de Mi Corazón. 

Cuando vuestros pies son lavados, las manchas más impuras son retiradas por los Ángeles de Dios y vuestras vidas son renovadas, sus caminos son purificados para que asciendan definitivamente, por la escalera del Cielo, al Trono de Adonai, sagrado Templo del Corazón, donde se encuentra la vida eterna.

Cuando son bautizados todos los dolores y sufrimientos son purificados, pero vuestras almas son renovadas por los siete Dones del Espíritu Santo y una nueva vida comienza, con el alma purificada y limpia, renovada plenamente por la fuerza insondable de Mi Amor. 

Pero cuando comulgan Conmigo, el misterio es más infinito. Las puertas de los corazones se abren para recibir Mi energía crística e ir construyendo, de a poco, la perfecta morada que Yo deseo tener en ustedes todo el tiempo.

Y cuando son ungidos, no hay mal que pueda resistir.

Reciban los Sacramentos como una Gracia, como una honra a Dios. Así construirán la Nueva Humanidad.

Los ángeles del Cielo hoy consagrarán los Santos Sacramentos. Llamen a Su presencia. Invoquemos Su poder, uniendo el Cielo con la Tierra, las almas y todos los corazones con la Fuente primordial de Dios.

Repitamos:

¡Santo, Santo es el Señor de las Huestes!

Los ángeles del Cielo proclaman Su sagrada Palabra
y la Misericordia de Dios desciende
a través de Su Hijo amado.

Santo es el Señor de las Huestes,
por Su poder y omnipotencia.

Santo es Su Nombre en los Cielos,
y en cada rincón del universo
los ángeles proclaman Su Misericordia,
y los Sagrados Corazones
concretan Su plan en el planeta.

Santo es el Dios del universo,
las puertas infernales se cierran
los corazones son colmados por el Espíritu de Dios
y el Amor vence al mal.

Santo es el Dios del Amor
por Su verdad y pureza,
santa es Su Gracia
santa es Su esperanza y Su compasión.

Las almas se inclinan ante Su Trono
para reverenciar Su existencia.

Santo Adonai,
Santo Emmanuel,
Santo Abba,
los siete portales se abren 
 a través de Su Gracia Divina.

¡Santo, Santo es el Señor de las huestes!

Las almas proclaman Su infinidad,
Santo y sagrado sea el universo,
los soles se encienden en la humanidad,
el Plan se cumple en cada ser,
dichosos de aquellos que escuchan el llamado.

Santo seas, Padre Eterno,
Santo eres por Tu Creación,
santo e insondable es Tu Nombre.

Santo y sabio Señor, 
danos Tu Sabiduría y guíanos hasta el final.

 

Cántico: Kodoish.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Y ahora, con todos los elementos y objetos sagrados que fueron bendecidos, que ellos puedan ser una renovación de vuestra fe. Pero recuerden que en vuestros corazones se encuentra el verdadero portal que siempre los unirá a Dios.

Vuestras oraciones, de estos dos días, desataron muchos nudos, los cuales Yo desamarré por la acción de la Misericordia, en varios puntos de la Tierra, donde la oración se volvió fuente de salvación para las almas heridas.

Agradezcamos, compañeros, a nuestro Padre que está en los Cielos. Es el verdadero motivo de este encuentro, estar con Dios y trabajar para Dios. Así, vuestras vidas se curarán.

Vayan en paz y los espero siempre en oración.

Los bendigo por la Gracia que Me es permitida como Hijo de Dios y Hermano de todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA,TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que Mi Paz reine en los corazones del mundo y que ellos sean colmados por el Poder Misericordioso que hoy traigo del Reino de los Cielos.

Hijos Míos, alabado sea siempre Nuestro Señor Jesucristo que renueva Su Sacrificio de tiempo en tiempo para que jamás cese de derramar en el mundo Su Infinita Misericordia.

En este día, Mis amados, los invito a meditar, desde el corazón, en lo que están dispuestos a padecer por amor y por la redención de la humanidad.

Queridos, muchos no se cansan de meditar en la Misericordia de Cristo y depositan en ella la esperanza para su salvación, pero pocos son los que reconocen que esta Fuente brota del Corazón Herido de Mi Santo Hijo y de Sus Llagas abiertas para la redención final de todas las almas. Pocos son los que aceptan compartir con el Señor Sus martirios y que ofrecen lo poco que padecen por aquellos que solo buscan la constante comodidad material.

Mis amados, en este día de Gracia y de Misericordia para todas las almas, quiero que graben en vuestras consciencias la Pasión de Mi Hijo, porque de ella proviene toda la Misericordia y todo el amor que hace más de dos mil años se derraman sobre las almas, justas e injustas, de este mundo. Quiero que de esta forma comprendan que el camino para ser misericordioso en la vida se encuentra en el ofrecimiento total de sí, independientemente del estado en que se encuentran.

Mis queridos hijos, Mis ojos contemplan el mundo y casi no encuentran en él, quienes quieran llevar sobre su cabeza la corona de espinas de Mi Hijo, para aliviarlo así de este dolor y permitir que Su Misericordia siga siendo derramada sobre el mundo.

Hoy con los ojos del corazón en Mi amada África, descubran en el servicio la posibilidad de aliviar el dolor que Cristo vive en los corazones de esta Tierra.

Recuerden todos los días que si el Señor fue capaz de entregar la vida en Su Pasión por la Salvación del mundo; también ustedes podrán hacer mucho más de lo que hacen y podrán entregar a Dios Creador grandes ofrendas que provienen del corazón para la salvación de  las almas pecadoras.

Mis amados, no les pido que martiricen el cuerpo, solo les digo que todos los días se trasciendan a sí mismos por amor al prójimo y por amor a esta humanidad. Que todos los días renuncien a las comodidades de este mundo por las almas que no conocen el poder del sacrificio.

Les digo todo esto porque, en consciencia, todos están ingresando en el corazón de África y encontrando en la historia de este continente toda la carencia espiritual y física, y también hijos Míos, el poder de trascendencia y de superación que vivió este pueblo para seguir sonriendo en un mundo como este, que pocos conocen en profundidad.

Por eso, delante del África interior, sepan aprender con estos corazones. Y en este intercambio de aprendizajes que viven en el plano de las almas, entreguen a Mi amada África la posibilidad de perdón, de perdón de sí y del prójimo. Así, Mis amados, podré contar con ustedes en este Plan Mío de rescate y de redención.

Quiero que sepan que están siendo colocados internamente delante de la necesidad de dar un gran salto, al estar dentro del corazón de África, pues ahora Mis queridos deberán asumir por amor a Dios la propia redención y la redención de la humanidad, por medio del ofrecimiento de sí y de la trascendencia de los viejos atavismos.

En este día de Misericordia el Señor está atento a sus oraciones y, por medio de Su Sierva Fiel, les anuncia que nada es imposible y que cuando pidan de corazón, todo les será concedido al espíritu.

No desfallezcan ante las pruebas, solo sigan adelante, así como el espíritu de África puede superarse a sí mismo para estar hoy delante de Mi Corazón a través de todos ustedes.

Agradezco vuestras sinceras oraciones y les pido que nunca se cansen de orar. El mundo, la humanidad y los reinos de la naturaleza, necesitan de ustedes en oración.

Yo los bendigo y les dejo Mi Paz.

María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Aquel que vive de Mi Sagrada Palabra conocerá los Prodigios Celestiales que Yo derramo en aquellos corazones que cada día Me dicen sí.

Vuelvo al mundo para desterrar de cada esencia la semilla de la soberbia y de la vanidad que ha sembrado con sus acciones el enemigo.

Con Mi Poder derroto los planes contrarios a los de Mi Padre. A través de Mi Amor Misericordioso Yo salvo a los que han caído y por Mi Gracia redimo lo que aún está inmaduro en las consciencias.

Sostener en las manos Mi Bandera redentora y salvadora es solo para los valientes, que aman lo desconocido y que viven la fe como una llama que los ilumina cuando todo está oscuro.

Yo vengo a encender nuevamente el Fuego Divino de Mi Amor, que se ha apagado en muchos corazones, y para eso formo a los discípulos como soldados y como vidas en constante oración por el mundo. Así, mediante la constancia de los corazones devotos, Yo podré restablecer el Reino de Mi Padre, aquel Reino de Amor y Redención que hice descender a través de la sagrada Cruz.

En Mis Manos se marcaron los pecados de los que estaban perdidos y fueron liberados; en Mis Pies se marcaron las faltas de los que por ignorancia sumergieron al mundo entero, y en Mi Costado se abrió la Fuente de la Misericordia que hasta el presente continúa brotando desde el centro de Mi Ser para todo el mundo. 

Espero que nunca se cansen de buscar ese inagotable Manantial que los nutre, los redime y los libera de ustedes mismos.

Yo abro Mis Brazos para que los que han caído vuelvan con confianza hacia Mí.

Yo los amo y eso deben saberlo muy bien.

Yo los espero porque hay un lugar guardado para cada discípulo Mío.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.

Cristo Jesús

MENSAJE SEMANAL DE LA SANTÍSIMA Y PIADOSA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Relato del mensaje:

Antes de llegar María, surgieron delante de nosotros imágenes de la Pasión de Cristo, de María acompañando a Jesús y, finalmente, surgió una imagen del momento en el que bajaron a Jesús de la Cruz y lo colocaron en los brazos de María. María se levantó con Jesús en los brazos y vino en dirección a nosotros; así se presentó en la sala donde orábamos. Estuvo un tiempo en silencio, después desapareció y apareció nuevamente como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, y transmitió Su Mensaje.

 

Como Madre de la Divina Piedad, hoy les traigo a sus pequeños corazones esta señal, para que puedan vivir el Don de la Piedad en sus corazones.

Hijos Míos, la Piedad volvió al mundo en el momento en el que Mi Hijo Jesús fue bajado de la Cruz y Mis brazos sintieron el peso de Su Cuerpo, que era, todo él, una Sacratísima Llaga. Sentí en Mi pecho no el dolor, sino el Amor que fue derramado en la Sangre de Mi Hijo, el Hijo que Me fue entregado por Dios y que en aquel momento retornaba al Reino de Su Padre.

La Piedad nació como la puerta hacia la Misericordia. La comprensión de Mi Corazón y la Piedad que sentí por todas las almas del mundo permitieron que la Sagrada Misericordia siguiera siendo derramada sobre el mundo.

Con Jesús entre Mis brazos, tan cansados por todo el sufrimiento que cargué junto con Cristo, comprendí al fin y de forma definitiva, el Amor de Dios por Sus criaturas y sentí, en el Cuerpo flagelado y muerto de Jesús, la grandeza de ese Amor.

La Piedad, hijos amados, nace de la Misericordia y permite que ella se expanda por el mundo. Para que esta Tierra viva un tiempo más de Misericordia, es necesario que los corazones sepan vivir la Piedad.

Hoy les digo, con el más puro Amor de Mi Corazón, que la Piedad brota de la comprensión del Plan de infinito Amor que Nuestro Señor Dios tiene para toda esta humanidad. 

Hijos queridos, solo ámense unos a otros, comprendan las pruebas de la vida sin ningún juzgamiento, sean piadosos para acompañar la transición dolorosa de cada uno de sus hermanos. 

En este tiempo de purificación, solo el amor los sustentará en este camino que los conduce al Reino de Dios, y la búsqueda de ese amor les mostrará las debilidades de sus hermanos para que sean vistas con ojos de Piedad.

Aspiro a que Mis pequeños soldados sean, en las pequeñas cosas de la vida, fieles a este Dios tan bueno que los guía siempre. Esa fidelidad, hijos Míos, está en ser lo que Dios espera que sean: amorosos, misericordiosos, piadosos, comprensivos, acogedores, serviciales.

Un soldado de Mi ejército batalla a través del amor; su arma es la oración y su campo de batalla es la convivencia diaria con sus hermanos, porque el mundo ya no sabe amar. 

Mi mirada recorre la Tierra desde los Cielos; y veo que la Piedad muere, día a día, en los corazones de Mis hijos. Por eso, a los que Me escuchan, Yo les pido que, por amor a Mi Corazón, rescaten a la Piedad en el mundo, viviéndola entre ustedes. Hagan renacer el amor, viviéndolo. Permitan que el tiempo de la Misericordia sea eterno, aun durante el tiempo de la Justicia, y eso se alcanza siendo misericordiosos. 

Sigan siendo el dulce aliento de Mi Corazón, para que Yo encuentre refugio en los pequeños corazones de Mis hijos que, junto a Mí, son incansables. 

No desistan, hijos Míos, de vivir el amor. No busquen ser perfectos para después vivirlo; vívanlo antes en la imperfección, pues Yo desciendo de los Cielos para decirles que eso es posible y que será con los que hoy escuchan Mi Voz, en todas las partes del mundo, que Dios cumplirá Su Plan y manifestará Su eterna Gloria en la Tierra.

Yo los amo con todo Mi Corazón de Madre y les agradezco por persistir, respondiendo a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando las almas se unen a Mi Propósito de redención, conversión y amor, las llagas, abiertas por la humanidad en Mi Espíritu, se cierran por el ímpetu de la devoción y del amor que las almas tienen por Mi Corazón Misericordioso.

En estos tiempos vivir en la humildad y en la simplicidad de la vida sin buscar ningún resultado para sí, despierta rápidamente la unión de sus corazones con Mis Leyes Crísticas de consagración y redención. Así, Mi Corazón deposita sobre los discípulos el conocimiento de lo puro y de lo divino para que siempre aspiren a vivir esa meta y ese propósito. 

Como los tiempos están cambiando con rapidez, Mi Paz impregna a todos los que se disponen en sinceridad a recibirla. Por este motivo, Mi Corazón nutre las esencias en la fraternidad y el amor, porque todas ellas deberán nacer al Espíritu de Dios como nuevas moradas.

Cuando llego al mundo cada día y les transmito Mis Palabras Sacerdotales, todos los que abren los oídos para escucharme reciben de Mí el manantial invisible de Mi Misericordia. Ese manantial llega directo a sus corazones y vidas con el propósito de transformarlos en siervos de Dios.

Yo hoy hablo a lo profundo de sus corazones, buscando su verdadera conexión y unión Conmigo, para que se llene aquel espacio vacío en la consciencia, el cual aún necesita de mucho amor y cura. Mis Rayos llegan al mundo para irradiar a todas las almas; así Mi Consciencia forma a los nuevos discípulos y ellos, en el amor, encuentran el verdadero camino que Yo les indico recorrer.

Sin pesares ni dolores espirituales envío por el mundo a los soldados que deberán anunciar nuevamente Mis Palabras Salvadoras, soldados que también deberán consagrarse a Mi Sagrado Corazón para que de sus memorias se borre el pasado e ingrese la Luz del Espíritu de Dios.

Entonces, será primordial que todos sean más caritativos, porque a través de la Fuente de Mi Misericordia los males que el mundo vive podrán ser remediados. Muchos se aproximarán hasta ustedes porque reconocerán Mi Presencia Salvadora y Luminosa. Para eso dispónganse para que Mi Corazón pueda redimir a los que hace tiempo esperan conocerme.

Bajo la Gracia Divina del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por escuchar Mis Palabras con atención y por guardarlas en el corazón.

Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridísimos amigos y seguidores Míos:

Hoy, bajo el Poder y la Gracia del Padre, brota de Mi Corazón Misericordioso para todos ustedes un nuevo y poderoso ejercicio de oración, de misericordia y de redención, al cual denomino el Devocionario a las Cinco Sagradas Llagas de Jesús.

Con verdadero amor, devoción y entrega, repetirán diez veces cada una de Mis cinco Llagas. Quien haga este ejercicio con fe y convicción espiritual recibirá los méritos alcanzados por Mí en la Cruz. Y esos serán los mismos méritos que Yo depositaré en el corazón de todos los que clamen por Mí y crean en el poder redentor y curador de Mis Llagas.

Aquellos corazones que al igual que en el Viacrucis, Me veneren y recen a las cinco Llagas marcadas en Mi Cuerpo Glorificado, todos los miércoles y sábados, estarán en verdad unidos a Mi Corazón Compasivo y, con reverencia, Yo les entregaré Mi Paz, Mi Consuelo y Mi Misericordia. Si este ejercicio fuera rezado en grupo o en familia el poder de este devocionario adquirirá mayores repercusiones celestiales.

Todos los que con fe ejerciten esas oraciones a Mis cinco Llagas, podrán comprender desde el corazón, los Misterios Divinos que fueron alcanzados por Mí durante la Pasión. Repetirán diez veces cada una de las Llagas y concentrarán su ser en el lugar en donde fueron marcadas en Mi Cuerpo Glorificado.

Quien así lo haga, cada nuevo día ayudará en gloria y en honra a aliviar a Mi Sagrado Corazón del dolor que Me ocasiona la humanidad, por no aceptar a Dios Todopoderoso a través de Su Amadísimo Hijo. 

En las cuentas de unión,
repetirán con fe:


Oh, Señor Jesús,
resucita nuestra vida espiritual,
redime nuestro corazón,
eleva nuestro ser ante Dios.
Amén.

Repetirán en la primera señal:

Por la Sagrada Llaga
que marcamos¹  en la Mano derecha
de Nuestro Señor Jesús,
Padre, ten Piedad de nosotros.
Amén.

Repetirán en la segunda señal:

Por la Preciosa Llaga
que marcamos en la Mano izquierda
de Nuestro Señor Jesús,
Dios Padre, ten Misericordia y Piedad
de todos nosotros.
Amén.

Repetirán en la tercera señal:

Por la Inmaculada Llaga
que marcamos en el Pie derecho
de Nuestro Señor Jesús,
Padre Eterno, ten Compasión y Perdón
por todos nosotros.
Amén.

Repetirán en la cuarta señal:

Por la Glorificada Llaga
que marcamos en el Pie izquierdo
de Nuestro Señor Jesús,
Señor del Universo, ten Amor y Gracia
por todos nosotros.
Amén.

Repetirán en la quinta señal:

Por la Bendita Llaga
que marcamos en el Costado
de Nuestro Señor Jesús
de donde brotó la Fuente Insondable de Misericordia
para el mundo entero,
Adonai, Padre Eterno,
reconcílianos con Tu Glorioso Reino.
Amén.

Buen ejercicio de unión Conmigo.

Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por orar a Mi Corazón con todo su amor.

Cristo Jesús

                                         
1. Marcamos: Todas las oraciones utilizan esta palabra porque, según Cristo, nosotros como humanidad marcamos al Hijo de Dios con llagas y, por eso, realizamos este Devocionario como un ejercicio de reparación.

 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Los que se sienten solos no teman, porque Mi Corazón Misericordioso está con ellos.

Mis compañeros: 

A veces Yo distanciaré de sus almas la Fuente de Mi Gracia para colocarla sobre los que más necesitan de piedad y misericordia, para que así tengan la oportunidad de recibir en la vida las mismas posibilidades que tienen ustedes.

El camino que ustedes construyan hacia Mí, día a día, será la fuerza interior que los fortalecerá y les permitirá ver frente a ustedes la Luz de Mi Infinita Presencia, donde podrán afirmarse para seguir esta intensa transformación.

Les pido que estén Conmigo y que no se detengan; en esta hora necesito de Mis discípulos para cumplir el tiempo de paz que está previsto para toda la humanidad.

Sepan que algunos de ustedes se ofrecieron para soportar, por amor, el fuego de la purificación, fuego que libera las almas y las encamina definitivamente hacia la Luz de Mi Corazón de Amor.

Cuando sientan desasosiego en la hora inesperada, sepan que no serán ustedes los afectados sino que será el momento de brindar su servicio, cuando el dolor del mundo sea transmutado. De la misma forma Yo he entregado a algunos seres Mis Llagas con el fin de que Me alivien el Corazón por tanto dolor causado por la humanidad.

Al final, la Luz tendrá la victoria y el Plan se cumplirá a través de todos los fieles que sigan Mi Corazón.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por vivir en paz Mis Mensajes.

Cristo Jesús, vuestro Santo Protector

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Reposa todo tu ser en Mi Corazón y que tus palabras solo reverberen por la fuerza de la oración.

Que tus ojos solo Me vean a Mí y que en Mí reconozcan el predilecto Amor salvador y redentor.

Que tus pies caminen sin demora hacia Mi encuentro para que, a lo largo de la infinita senda, tu alma descubra la grandeza misericordiosa de Mi Alma.

Que tus manos acaricien la suavidad y el misterio de una devota oración que construya un largo puente hacia el Reino del Señor.

Que tus sentimientos y pensamientos sean entregados en Mis Manos, para que Mi Consciencia transforme la materia en luz, lo oscuro en claro, lo triste en alegre.

Déjate guiar por los impulsos de Mi Corazón sabio, porque así siempre verás los pasos marcados por Mí en el camino hacia la eternidad.

Ábrete por entero para recibir Mi consuelo, porque desde siempre aspiro a consagrar tu corazón a Mi Corazón.

No veas cuánto Me has fallado, solo reconoce el Amor poderoso que Yo te entrego día a día, para que tú, en confianza, puedas caminar hacia Mí.

Solo déjame entrar en tu vida y curar tus heridas; Mis Llagas ya fueron el principio de la liberación del mundo, ahora Mis Manos son el fin de la cura para cada corazón.

Mis Rayos te iluminan aun cuando crees que te alejas de Mí; por eso sonríe a cada desafío y deja espacio para que Yo pueda guiar tu pequeño espíritu. Solo dime sí y Yo te confortaré cuando lo necesites, porque sobre todas las cosas y circunstancias está Mi Amor Divino por ti, por tu pronta redención.

Un Reino desconocido te espera, un Reino que no es de este mundo, sino solo de Dios.

Camina hacia Mí sin demora.

¡Adelante! Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.

Cristo Jesús

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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