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Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
Con sus corazones construiré Mi cesta de Luz para llevar sus intenciones a Dios.
Queridos hijos, con el santo rosario en Mis Manos uno cada una de sus manos para que, juntos, estemos firmes en la oración.
Queridos hijos, no teman purificarse, teman por no poder purificarse.
Dios les envía Sus Rayos para apoyarlos y auxiliarlos en esta redención que hoy deberán recorrer hasta llegar a Él.
Queridos hijos, por la falta de oración, el mundo se olvida de la importancia de vivir el ayuno y en consecuencia no se purifica. Necesito, queridos hijos, que oferten a Dios aquello que en verdad Me pueden dar.
Hijos amados, no se olviden de que Yo Soy su Madrecita, que los acompaña día a día, descalza de todo, intentando descalzar a Mis hijos del pasado para que renazcan como espíritus nuevos a través de la oración y de la consagración de sus almas a Dios.
Queridos hijos, ¡cuántas Gracias guarda Mi Corazón! Mi Corazón está tan lleno de Gracias que espera derramarlas sobre Sus hijos. Para eso, queridos hijos, deben abrir sus corazones.
¿Cuándo Me entregarán sus dolores para que Yo los pueda socorrer verdaderamente y en paz?
Queridos hijos, después de seis años, estoy todavía aquí con ustedes, esperando que más almitas Mías puedan despertar por la fortaleza de sus grupos de oración.
Hoy, les traigo también algo importante, queridos hijos, que he derramado como una Gracia: el agua espiritual de Massabielle, aquella Fuente que Yo abrí en Lourdes. Una Fuente Inmaterial de cura que brota físicamente de ese lugar y se expande como un haz de Luz por todos los corazones que se sintonizan con ella mediante la oración.
No quise demostrar nada tan importante en Lourdes, solo la Fuente de Mi Gracia, que es una Fuente física en el universo. Un manantial que nunca se acaba, que Dios Me concedió a través de Mi Corazón, desde Mi Asunción a los Cielos.
Queridos hijos, pequeños hijos, como Madre no puedo guardar Mis Gracias para Mí. Yo Soy su Mediadora, acepten Mi intercesión ante el sufrimiento de las almas del mundo.
Queridos hijos, extiéndanme sus manos para que Yo los pueda unir a Dios, llevarlos al encuentro verdadero con Mi Hijo.
Ustedes saben, queridos hijos, que oro perpetuamente por este mundo y, a través de Mi oración, también les quiero lavar sus heridas.
Queridos hijos, Mi Gracia libera sus angustias, trae alegría y paz a sus corazones, a sus familias. Yo quiero ser el eje principal de sus vidas.
Queridos hijos, Mis Caminos se abren a través de Mis pasos y en esos Caminos quiero colocar a las ovejas de Mi Hijo, para que sigan el Camino de la Luz y no se pierdan.
Queridos hijos, a través de todos estos meses de ayuno y de oración, grandes almas, almas del mundo entero, recibieron grandes Gracias por su oferta y donación. Y, a través de esta Gracia tan importante, Yo pude socorrer a Mis hijos, en el silencio y en la oración, y Dios les ha permitido que ingresen al Cielo.
Queridos hijos sepan, a través de esto, que todos son uno solo, como Mi Corazón es Uno con el Corazón de Mi Hijo.
Queridos hijos, entiendan este momento que están viviendo a través de Mi Gracia Maternal.
Vacíen sus corazones de toda duda y enciendan su fe, no permitan que ella se apague en este tiempo. Sin embargo, es necesario, Mis pequeños hijos, que la fe sea una entre todos, que sea una sola llama en los grupos de oración para que otras llamas se puedan encender; otros fuegos divinos, en muchos corazones, que les ha llegado la hora de orar con el corazón.
Queridos hijos, quiero estar con Mi Gracia bien cerca de ustedes. Hoy, quisiera que todos Me vieran con el corazón, que sintieran a Mi Espíritu Maternal entre ustedes. Porque hoy, hijos amados, no estoy hablando solo con ustedes, sino con una sola humanidad, que debe retornar al Proyecto de Dios.
Hijos Míos, los tiempos buenos llegarán, pero primero deberán saldar sus faltas ante Dios Altísimo y esto será por medio de la oración.
Quiero que esta oración, que ustedes viven día a día, sea su primer alimento del día; que, como cuando hacen ayuno, sea la primera oferta del día.
Queridos hijos, el mundo puede cambiar si existen actitudes buenas, sentimientos puros, amor inquebrantable que se pueda irradiar a todos, a su prójimo, a aquel que se cruza frente a ustedes. Así, curarán los corazones entre todos y no será necesario purificarse tanto, porque Yo estoy aquí para interceder por ustedes.
Hoy, Mi Corazón ilumina estas intenciones que Me han entregado; ya las conozco desde antes, queridos hijos.
Sin embargo, quiero decirles también, hijos amados, que Dios tiene intenciones mayores que las de ustedes. Por eso, únanse a las intenciones de Dios, unan su corazón al Corazón de Dios, porque así ustedes se podrán aliviar prontamente y también aliviar el Corazón de Dios.
Queridos hijos, por eso existen los Centros Marianos, para que Mi Presencia Maternal esté presente todo el tiempo.
Los días sin Apariciones, que Yo no estoy con ustedes, estoy presente en el silencio. Yo estoy presente en sus corazones, cuando cada alma llega al Centro Mariano a realizar una verdadera oración del corazón y limpiar nuevamente su espíritu de toda mancha.
Queridos hijos, quédense dentro de esta Fuente de Massabielle, de este manantial de Gracia inmaterial que hoy une, desde el universo, a Massabielle con Aurora.
Así, podrán reconocer Mi Omnipresencia, el Amor Omnipresente de la Madre Universal que quiere estar cerca de Sus hijos todo el tiempo.
No se angustien, queridos hijos, acepten vivir las transformaciones de estos tiempos. El Señor necesita de corazones libres para realizar Sus obras.
Esta es Mi aspiración por ustedes: que sus corazones también se vuelvan corazones sagrados.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hijos Míos, en esta hora en que elevo sus intenciones al Reino de los Cielos, elevo también las intenciones de Mis hijos que viven en el mundo, almas que conocen el verdadero sufrimiento, que están en lugares distantes de sus corazones.
Por eso, les pido que, en este momento, con el mismo fervor y la misma fe con los que depositaron sus intenciones a Mis Pies, eleven las intenciones de sus hermanos del mundo, para que Mi Gracia pueda llegar a cada corazón; porque hoy les quiero dejar una señal, una señal de unidad, enseñándoles a sus corazones a vivir este atributo divino.
Hoy, quiero enseñarles a que no piensen solamente en ustedes, sino que oren por el mundo, que oferten sus miserias, dificultades y dolores, en nombre de todos los que viven esa misma situación.
Hoy, Mi Corazón trae un agua bendita para purificar a todos los corazones del mundo. Solo necesito que Mis hijos, que están aquí presentes, que se dispusieron a responder a Mi llamado, hagan una oferta sincera, abriendo las puertas de sus corazones para abrir así la puerta del corazón único humano, para que esta agua llegue y desde la Fuente del Universo sea vertida sobre el mundo.
Permitan hoy, hijos Míos, que sus corazones sean intercesores junto Conmigo, que sus almas puedan dar un paso más y trabajar Conmigo en una misión planetaria, para que la transformación de cada corazón sea la transformación del mundo.
Caminen, hijos Míos. Que cada uno dé los pasos para que así todos puedan dar esos mismos pasos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, debajo de Mi Manto, como en este momento, se guardan los universos misericordiosos.
Quiero que conozcan a través del sentir y de la perpetua oración, a través de la unión Conmigo, a estos universos y galaxias, que Yo conozco muy bien y les traigo, en este tiempo de revelaciones, estos manantiales inagotables, estos océanos del universo que están y existen para curar a las esencias y a todas las almas que han caído ante Dios.
Queridos hijos, recuerden que, a Mi derecha levantaré a los que están caídos y los que están a Mi izquierda erguirán Conmigo la bandera de la Paz, la victoria de Jesús en Su regreso.
Por eso, queridos hijos, como un acto de reparación y de consagración, es importante que las familias realicen el “Acto de Consagración al Divino Corazón de la Madre Celestial”, al menos una vez a la semana, así Mi Corazón semanalmente estará presente en las familias, y estas familias recibirán Mi Luz y Mi Guía por medio de la oración del corazón.
Cuando les digo la oración del corazón, hijos Míos, es porque deben prestar atención si oran con el corazón, porque el poder de la oración del corazón mueve los universos, las puertas en los Cielos se abren y los océanos universales de Gracias descienden sobre la Tierra, porque encuentran canales por donde ese río infinito se puede derramar para llegar a todo el mundo.
Hoy, los invito, queridos hijos, a conocer el poder de la oración universal, aquella que unió a Jesús con Dios, a la Santísima Virgen María con el universo y con los ángeles.
Por este fin, queridos hijos, ahora, en actitud de Gracia por este manantial abierto que nace de Mi Corazón Inmaculado, consagraré a una familia que representa a las familias del mundo entero; para que, a través de la oración de esta familia que Yo consagraré, pueda ayudar a todas las otras familias, principalmente a aquellas que se separan de Mí, las familias que no viven la oración, sino el conflicto, las familias que no viven la Eucaristía por no adorar a Mi Hijo.
Por eso, es importante, queridos hijos, que sus hogares también se consagren a Mi Inmaculado Corazón, a la Reina del Cielo.
Recuerden, queridos hijos, que su Madrecita nunca les fallará, porque Ella secará sus lágrimas y en Mis Brazos los consolaré perpetuamente, guardándolos en el Manto de Luz de Dios a partir de Mi Amor por ustedes.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora está pidiendo que suenen las campanas, por favor; porque este es un acto de consagración universal.
Nuestra Señora pide que cantemos el vuelo del Espíritu Santo: “Ave Luminosa”.
Quien pueda arrodillarse, dice Nuestra Señora, que lo haga para realizar la oración de consagración.
Canción: “Ave Luminosa”.
Oración: “Acto de Consagración al Divino Corazón de la Madre Celestial”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, les agradezco por responder a Mi llamado
Gracias a los grupos de Argentina, por estar preparando Mi llegada a Mendoza con tanto amor.
Vayan en paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Queremos relatarles brevemente a los hermanos cómo fue la Aparición de hoy, que fue importante.
Hoy, nuestra Madre llegó como la Señora de las Gracias, se aproximó muy cerca de nosotros y debajo Suyo había dos jarros con agua, los que Ella nos dijo que era con agua de Massabielle y que era un agua de una Fuente Inmaterial que Ella abrió en ese lugar, pero que el origen de esa Fuente viene del universo.
Ella nos explicaba que es un canal de Luz que Ella abrió sobre Lourdes y, como abrió ese canal de Luz sobre Lourdes, Ella abre diferentes canales en los Centros Marianos.
Un detalle muy importante que consideramos fue una revelación que Ella hizo hoy, revelaba lo que estaba debajo de Su Manto. En ninguna Aparición Ella mostró, hasta el día de hoy, lo que había debajo de Su Manto.
Cuando hablo del universo, debajo del Manto de Nuestra Madre, a Su derecha y a Su izquierda había diferentes galaxias, no podríamos decir la cantidad, pero eran muchas.
En un momento percibimos y vimos, que todo el universo se congregaba a través de Ella y que, como Ella nos dijo hoy, Su Consciencia concentra todos los poderes universales.
Entonces, hoy vimos, ante Nuestra Madre, una tarea que Ella cumple que es un poco desconocida para nosotros. Y, a través de ese ejemplo de Su Manto, Ella intentó que comprendiéramos qué era lo que nos quería decir: Ella también representa una gran parte del universo y que lo representa desde que era María sobre la Tierra. Pero que era, según lo que Ella nos decía, una tarea silenciosa.
Nos decía que esos poderes universales fueron los que le permitieron, a lo largo de su vida en la Tierra, comunicarse con los ángeles, tener un contacto muy fluido, un acercamiento muy próximo. Esa tarea silenciosa que Ella realizó, le permitió apoyar la tarea de Su Hijo.
Hoy, nuestra Madre nos intentó explicar que la tarea que Ella realizó, en la Tierra, tuvo y tiene una congruencia universal, a partir de la tarea que Ella realiza hoy como Consciencia Femenina.
Y cuando Ella trajo esos jarros con agua, hizo un movimiento sin pensarlo, dejó que esos jarros se cayeran al suelo, en donde Ella se encontraba, que era encima de una nube.
Esa agua se multiplicó, era un afluente infinito que nos recorrió, como si fuera un movimiento de un mar hacia los presentes, un mar turquesa, que Ella decía que era la energía de Su Gracia.
Y cuando esa agua recorría el salón, iba limpiando nuestro corazón; Ella decía que limpiaba nuestras manchas, nuestras manchas espirituales y, según lo que Ella nos decía, no estamos conscientes de nuestras manchas. Pero Ella decía que, como Su Gracia es infinita, no era necesario que supiéramos cómo son nuestras manchas, sino que permitiéramos que Ella nos curara a través de Su Gracia.
En ese día de Aparición, los participantes llegaron en peregrinación hasta la Casa de Oración y a continuación, respondiendo al pedido, el grupo comenzó a orar para esperar el encuentro con la Madre Divina.
Después de una hora de oración, se percibió la Presencia de la Madre Divina y las hermanas del Monasterio de la Eterna Fe entonaron el cántico “Madre Celestial”.
A las 7:33 h la Madre apareció y Fray Elías se puso de pie. Después de unos minutos de contemplar hacia la copa del árbol, nos hizo el siguiente relato.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cuando la Madre Divina apareció en el Cielo, había tres soles dorados y brillantes sobre Ella, formando una perfecta triangulación, un triángulo de lados iguales. En el centro de ese triángulo, se manifestó una cruz dorada unida a una letra M; la cruz estaba por encima de la M. Ese símbolo comenzó a crecer y a expandirse por toda el área.
Después de algunos instantes la Madre Divina descendió hasta la copa del árbol, acompañada por el Arcángel Miguel que emergió del triángulo formado por los soles que se mantenía en el Cielo. Él la tomó de Su Mano izquierda y la escoltó en Su descenso.
Ya sobre el naranjo, soltaron Sus Manos, y apareció en la mano izquierda del Arcángel Miguel un escudo de plata, en el centro del triángulo de soles, que tenía grabado el símbolo de la letra M y la cruz; también tenía muchas estrellas pequeñas en todo el borde del escudo. En la mano derecha, Miguel llevaba una lanza.
Luego, en Presencia de la Madre Celestial y del Arcángel Miguel, aparecieron algunos seres que vivieron la santidad y que dejaron grandes enseñanzas a la humanidad. A la derecha de la Madre Divina se vio, por unos instantes, a San Expedito que nos saludó y luego desapareció. Enseguida aparecieron Santa Clara y San Francisco, quienes también saludaron y luego desaparecieron.
Después, la Madre Divina pidió que mirara hacia arriba y a través de ese símbolo que permanecía en el Cielo, en el medio del triángulo de soles (la letra M con la cruz), se manifestó un aspecto de la Consciencia de Dios. Del símbolo emergió una gran esfera de Luz que se colocó sobre el lugar donde nos encontrábamos. Percibí que provenía de una dimensión muy superior y que había descendido hacia la nuestra para colmarnos.
Esa imagen duró varios minutos y, a continuación, la Madre Divina caminó sobre los tres árboles que están frente a nosotros, que también forman un triángulo y clavó sobre cada uno de ellos una cruz cristiana, y luego clavó una cuarta cruz sobre este suelo. Parecía que, con ese acto, Ella decretaba y proclamaba la presencia de la Luz sobre este lugar.
Después, Ella se elevó, se ubicó en el Cielo sobre los tres naranjos y con Sus Brazos y Manos bien abiertos irradió Su Luz de forma muy intensa.
Momentos más tarde, permaneciendo en el Cielo, Ella nos mostró que estaba escribiendo un libro. Usaba una ramita de palma para escribir y lo hacía en arameo.
Luego cambió la imagen nuevamente, Ella descendió sobre la copa del árbol de las Apariciones y, en ese momento, comenzó a abrir aún más los Cielos hacia Su izquierda, hacia Su derecha y hacia arriba.
Entonces, nos pidió que nos pusiéramos de pie porque haría una irradiación de Luz a cada uno de nosotros y al mundo entero.
Todos, en silencio, se pusieron de pie y con los ojos cerrados se dispusieron a recibir la Luz de la Madre Divina.
Después de unos minutos, Fray Elías continuó relatando lo que percibía.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los Cielos están abiertos y hay mucha energía Celeste. Hay algunos seres angélicos que tocan trompetas y se escucha un sonido como un trueno profundo que resuena en todo el universo.
La Madre está, en este momento, rodeada de muchos ángeles y se ve con claridad Su Corona de Estrellas muy iluminada y brillante; entre las estrellas se lee la palabra MIRNA HE, también resplandeciente.
La Madre Divina aparece con un Manto celeste y lleva el cinturón de tela dorada en Su cintura. Mientras ora, nos mira con mucha compasión y nos dice:
Sientan y escuchen Mi Voz, Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad.
En ese momento, y por pedido de la Madre Divina, las monjas cantaron una vez el “Ave María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina nos dice:
No teman, Yo Soy la Reina de la Redención que viene a extirpar el mal de los corazones.
El mundo enfrentará una gran enfermedad en el espíritu y en la fe si ustedes no se unen a Mí en oración.
Escuchen Mi Mensaje, los estoy llamando para que se establezca la Paz y el Amor dentro de la oscuridad, para que el mal sea vencido y los corazones se iluminen a través de Mí.
Este es un momento de Paz. Quédense en Paz, pues nada más pasará. Todo pasará por Mí.
Encuentren refugio dentro de Mí, ya se los he dicho una y otra vez. Tengan fe en Mí, sientan el brillo de Mi Corazón, vean la Luz que está descendiendo.
Yo Soy la Reina de la Redención, la Reina de la Divinidad, concebida por el Espíritu Santo, la Madre de los afligidos y de los caídos.
Vengo a anunciarles que, a partir de hoy y durante 33 días, deberán orar Conmigo la oración a la Madre Universal, para que Yo pueda rescatar, a través de esas oraciones, a Mis hijos.
Sientan Mi Paz, Yo Soy la Madre de Nazaret, la Guardiana del silencio orante.
El mundo enfrentará sufrimientos que lo purificarán, y a ustedes, hijos Míos, les corresponderá ser guardianes de la oración Conmigo; así, Mi espada podrá cortar los lazos con lo que no es de la Luz.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está pasando una espada en forma horizontal, en todo el espacio, una espada de plata. Oremos.
El grupo oró la oración: “Consagración a la Madre de la Divina Misericordia”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Dijo que hasta ahora hemos orado por el Hijo y por el Espíritu Santo, y que ahora debemos orar por el Padre.
Se cumplió ese pedido orando la misma oración.
El mundo pasará por su perdición, pero Mi Corazón triunfará si oran Conmigo y si Mi Corazón encuentra luces encendidas en sus corazones.
La batalla debe terminar a partir de la llegada del Redentor, el Maestro de los Cielos y de los Tiempos, que se está dejando ver por los que lo escuchan y responden a Su Voz.
Hoy, les entrego el Sagrado Manto que envolvió a Jesús para que se envuelvan con él y se refugien en Su Corazón.
La Misericordia está terminando de fluir y está llegando el momento de que fluya la Justicia Divina.
En ese momento, seré la Madre de todos los que quieran escuchar Mi Voz y Mi llamado.
Sepan que siempre extenderé Mis Brazos hacia ustedes para que encuentren Mi Paz y Mi Corazón, Corazón que está surgiendo una vez más.
Les dejo este Manto para que los proteja y para que se unan al compromiso de Cristo, de ser portavoces de Su Paz y de Su Misericordia provenientes de los Cielos. Son las mismas energías que Me han permeado como Madre de esta Tierra, como Guardiana del Corazón de Jesús, como Discípula de Su Instrucción.
Vean hoy Mis Pies descalzos, que tanto han caminado en busca de las almas para que encuentren resguardo en Mí.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está mostrando Sus Pies, que son de Luz, y continúa diciéndonos:
Hoy, les reparto Mis rosas para que sientan Mis aromas sublimes.
La rosa es el misterio del nacimiento de Mi Corazón, que fue glorificado después de haber pasado por esta Tierra y de haber aprendido, como ustedes están aprendiendo, sobre el Amor y el Perdón. La rosa es la esencia resplandeciente de Mi Ser, la Concepción que Me ha dado Dios como Madre de las criaturas en pureza y en ascensión.
Hoy, dejo entre ustedes a Mis ángeles, para que oren junto con ellos por el rescate de las almas, las que están dormidas y las que no encuentran la paz desde hace mucho tiempo.
Estoy llegando aquí como la Madre concebida por el Espíritu Santo, la Mensajera de la Paz, la Guardiana de los corazones, el Alma sincera para cada uno de ustedes, que acoge en Sus brazos las miserias y las transforma en Amor, el mismo Amor con el que sostuve en Mis Brazos a Jesús, el Cristo Redentor.
Él Me entregó a ustedes para que estén en Mis Brazos, como también a todos Mis hijos de todas las formas, creencias y pensamientos. Yo Soy el verdadero movimiento de la Luz, Soy la Llama de Dios que viene a encender sus corazones en este tiempo de caos y de perdición.
Lleven en sus manos Mi bandera de la Paz para que Mi Corona de Estrellas resplandezca en sus corazones y sus almas se eleven hacia Mí, para encontrar los nuevos caminos que parecen estar oscuros por tanta distracción.
Profundicen en la oración contemplativa; están a tiempo, no hay más tiempo que perder.
¿Qué están haciendo con sus vidas, queridos Míos?
Aguardo escuchar en Mi Corazón sus llamados para cumplir con las Gracias que vienen desde lo Alto.
Yo Soy la misma Señora que instauró el Rosario y ahora el Sagrado Orandio, el vínculo interno con los grandes patriarcas que oraban de forma continua para profesar la Voz del Señor en los corazones. Ellos, en ese entonces, no conocían Mi existencia ni la existencia de Mi Hijo, el Redentor.
Pero ahora, todos estamos en la misma escuela, aprendiendo a abrir los corazones que están cerrados. Para eso, Yo he venido aquí, a este país, a anunciar Mi llamado de Paz y de Redención.
Convoco a todos a vivir en la reconciliación antes de que la Justicia Divina llegue, y si esta pasara por ustedes, sus corazones estarán abiertos en oración y la Ley será leve en las criaturas.
Yo vengo a anunciarles, a pedido de Nuestro Altísimo Señor, el Dios Omnipotente, la Resplandeciente Mente Única que nos ha creado a Su imagen y semejanza, a imagen de Su Amor y Perdón, que abran ahora sus corazones para que Mi Corazón triunfe y el legado de la Paz, que proviene de Mis ángeles, pueda instaurarse en todas estas naciones que carecen de amor y de redención.
Yo Soy la Mensajera de la Paz, el Corazón Iluminado de Cristo, que viene como Madre y Protectora de las criaturas, para aquellos que no encuentran refugio en este mundo material y que aguardan elevarse y salir de las ilusiones.
Escuchen Mi Voz, Yo los estoy llamando una vez más, como ya lo he hecho en otras partes del mundo. Sientan Mi eco en Medjugorje, en Fátima, en Lourdes, en Guadalupe y en otros lugares en los que no se ha oficializado Mi Mensaje por carecer de comprensiones celestiales que afirman la presencia de Mi Voz en todos los corazones a los que Yo busco.
Los Reinos de la Naturaleza están en Mi Corazón, ellos también son Mis hijos, que aguardan por las oraciones de ustedes en este tiempo de caos.
¿Quién orará por la planta que está muriendo? ¿Quién tendrá compasión por los animales que mueren? ¿Ustedes saben a dónde van sus almas?
Sí, existe un purgatorio de los Reinos de la Naturaleza que aguardan ser rescatados para que Mi Corazón los sublime y los eleve hacia los esenciales Lagos Celestiales, en donde volverán a nacer como luces para aprender y vivir en esta eterna evolución.
Reciban hoy la Luz de Mi Corazón, escuchen y mediten en Mi llamado, oren Conmigo a través de estas Palabras, porque así encontrarán más llaves para que se unan a Mí y crean en lo que les estoy diciendo.
Como ha dicho una vez el Señor: “Cielo y Tierra pasarán, mas Mis Palabras aquí se quedarán”.
Yo Soy el Ave de la Divina y Compasiva Misericordia para los corazones que están derrumbados por las guerras y la desesperación.
¿Acaso han leído Mis profecías de Fátima?
La tercera guerra está queriendo descender, una guerra en el pensamiento y en el conflicto por la propiedad; propiedad que es una ilusión de los corazones que están caídos y que no escuchan a Dios.
Yo vengo aquí, a este lugar, a establecer Mi Redención, Mi Paz en los corazones, el Amor en todas las consciencias que creen en Mí y también en los que no creen en Mí, que pertenecen a otros lugares y movimientos.
Al final, verán pasar Mi Voz y Mi Luz frente a sus corazones y ahí deberán resguardarse en Mi Amor que es Misericordioso y Divino.
Hoy, los aguardo aquí, en las primeras horas de la noche, para que Conmigo enciendan la Luz en los corazones que ustedes no están viendo, y que están en el sufrimiento y en el dolor.
Yo Soy la Reina de la Paz y quiero establecer Mi Paz, en este día, en más grupos de almas que esperan que Yo extienda Mi Corazón y Mis Brazos hacia ellos, almas que tienen la consciencia y la mente en la oscuridad.
Mi llamado es superior, Mi Voz es predilecta porque Mi anuncio viene de Dios, no viene de Mí. Yo solo cumplo con la Voluntad de esparcir el Amor que Dios Me ha entregado como María la Madre de Jesús, y hoy como la Madre Glorificada entre los ángeles y los arcángeles.
Mi Esencia está abierta a ustedes y a todos aquellos que se animen a cruzar hacia el portal de Mi Corazón, que dará la Paz y la Redención en este tiempo a todos los corazones. Aquí los esperaré, en este Centro de Oración, que a través de Mi Voz y de Mi Presencia Inmaculada les abre las puertas a todos.
No teman por lo que vendrá; aguarden en el silencio orante junto a Mí. Mi Rosa de Luz se derramará sobre sus cabezas para que los pétalos cubran sus cuerpos de luz.
A las 19:30 h iniciarán la primera procesión, con las llamas encendidas y los corazones abiertos.
Ustedes realmente no saben lo que significa Mi Presencia aquí y por qué les estoy diciendo estas Palabras que deben nutrir sus corazones para que encuentren refugio y amparo en Mí.
Esta será la primera procesión para encender los corazones de este mundo. La segunda será el día viernes, la que cerrará el encuentro con Mi Luz Maternal hasta los próximos momentos que vendré a darles Mi Paz.
Por el resplandor de Mi Inmaculado Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Vayan en paz y oren.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más