APARICIÓN DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS 

Queridos hermanos en Cristo, alabado sea Jesús.

Hoy, el Padre Me ha enviado, a través de la intercesión de la Virgen María, a darles un importante Mensaje con respecto a las misiones de paz.

Hoy, les digo, queridos hermanos, hijos del Señor, que el corazón de esas misiones de paz es la gran Red-Luz, corazón que debe pulsar a través de la oración de los peregrinos. Ese corazón pulsante permitirá que se extienda la misión a todo el mundo.

Agradezco a aquellos misioneros que han respondido a Mi llamado, el Casto Corazón de San José acompañó esa obra.

En este día 19, en el que se celebra Mi Presencia en el mundo entero, quiero pedirles que se renueven, a través de Mi Casto Corazón, para iniciar una nueva misión que será apoyada por todos sus hermanos con oraciones, plegarias y devoción. Esa misión se extenderá, a partir de Etiopía, hacia al corazón necesitado de Sudán y Kenia.

Y después de esta importante misión, que Mi Corazón acompañará, se iniciará una nueva para dar alivio al sufrimiento de todos Mis hijos de India, que en este último tiempo no solo se deberán consagrar al Corazón de Jesús, sino también al Casto Corazón de San José. Eso será posible, queridos hermanos, por su entrega y mediación para que suceda.

Yo estoy con ustedes, acompañando sus pasos, porque cada misión que ya pasó, no solo significó una obra de caridad, sino también un paso en la consciencia, para sus consciencias que debían crecer espiritualmente, observando y sirviendo en la necesidad que existe en grandes partes del mundo.

¿Por qué les pido misiones tan distantes?

Porque a través del llamado de Juan, el apóstol; ustedes, con amor, deberán cumplir la unidad entre los pueblos y las razas, sirviéndose los unos a los otros y principalmente, hermanos Míos, llevando el Mensaje de Instrucción que han aprendido en esta Sagrada Casa desde hace tanto tiempo.

Esos Mensajes tan importantes, esos aprendizajes que ustedes han recibido, también deberán difundirse con amor a aquellos que no saben nada.

Esa será la prueba de todos Mis hijos, de todos los misioneros que se unen a Cristo para concretar, en el fin de este ciclo, la esperada Venida del Rey.

También estoy con ustedes, acompañándolos con el corazón, y este llamado especial, en este día, tiene el fin de concretar importantes misiones en los próximos seis meses. Al cabo de los próximos seis meses, sus corazones Me podrán encontrar aquí, en este mismo lugar y en este mismo horario, para unir el Cielo y la Tierra, la hermandad y la fraternidad que deben gestarse en el corazón de los hombres a partir de la ayuda amorosa de los ángeles.

Por eso, las misiones no son solitarias; no solo deben llevar a Cristo en sus corazones, sino también a sus Ángeles de la Guarda para que puedan ayudar a aquellos que necesitan de esa Luz, Luz que ustedes han aprendido a identificar con el corazón, y unirse de esa forma al Dios Creador.

Los encuentro dispuestos a servir, pero aún no son muchos, como lo ha dicho Cristo. Por eso, si fortalecen su consagración a Mi Casto Corazón de Amor, podré brindarles la pureza que ustedes necesitan para que puedan vivir y entender los Planes que el Padre envía a través de los Sagrados Corazones.

Me pueden ver como San José y también Me pueden ver en cada corazón. Mi Consciencia se refleja en los corazones simples y en aquellos que quieren vivir la humildad para que, vacíos de sí, comprendan los Planes Celestiales y los puedan llevar adelante, con la misión espiritual e interior de alcanzar la paz sobre la Tierra.

Ese es el espíritu de la misión, ser pacificadores y llevar paz, unirse a la necesidad que muchos corazones sufridos viven hoy, en el fin de estos tiempos

Ustedes pueden ser portadores del consuelo de Mi Corazón, porque el Obrero de Dios quiere caminar a través de sus pies y trabajar a través de sus manos para transmitir el verdadero Amor de Dios.

Por eso, es importante no ser nada en las misiones, para llevar un verdadero espíritu ecuménico de paz, llevar a Cristo en el corazón para que Él se refleje en aquellos que lo necesitan.

El amor escasea en el mundo y el sufrimiento aumenta. Ahora, ustedes son llamados a aliviar la necesidad de aquellos que son olvidados y que deben encontrar a Dios a través de sus hermanos, de aquellos que han encontrado a Cristo y que dicen vivirlo desde el corazón.

Ahora, las misiones no solo son para los que están formados, sino también para aquellos que quieren servir con el corazón.

La propia fortaleza del servidor se encuentra en la fe, porque así hallará la Misericordia de Jesús y mediante la caridad se convertirá en un fiel transmisor de Su Mensaje.

Ahora, bajo el espíritu de la Paz, en esta noche, quiero reconsagrar a los misioneros, porque ellos representan a esta humanidad, que debe alcanzar la redención y vivir el amor a través de las experiencias de la caridad y el servicio.

Mi Casto Corazón de Amor descenderá en bendición sobre ellos, para que esa Paz, Paz que transmite Cristo, se pueda difundir rápidamente sobre todo este planeta.

Estamos en tiempos de emergencia, es hora de obrar y de servir.

Canción: “Cristo Redentor, Cristo de la Luz”.

Que las venideras misiones de paz representen la unión definitiva entre los hombres y Dios, y la paz entre todos los hombres del mundo.

Bajo la luz de Mi Casto Corazón, los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que ustedes, queridos misioneros, puedan impulsar el surgimiento de nuevos servidores, que puedan despertar Nuevos Cristos.

¡Aleluya al Creador!

 

A continuación, Madre Shimani, lee el Mensaje extraordinario que San José le transmitió ese día en el Centro Mariano de Figueira.

Para finalizar, Hermana Lucía, lee el Mensaje extraordinario que San José le transmitió ese día en el Centro Mariano de Figueira