Queridos y apreciados hijos:
Mientras la humanidad atraviesa su más profunda noche oscura y muchos ya no consiguen ver la Luz en sus caminos, Yo los llamo a tener gratitud por todo lo que recibieron del Cielo.
Mientras las muertes y los exterminios dilaceran el Corazón de Dios por los inocentes y, principalmente, por los niños que mueren; Yo los llamo, hijos, a valorar en lo más profundo todo lo que recibieron del Cielo.
Mientras muchos de Mis hijos sustituyen la vida de la familia, del amor y de la unidad por las modernidades; Yo los llamo, hijos, a reverenciar todas las instrucciones y enseñanzas que recibieron.
Mientras el mundo, en su mayor parte, vive desastres de la naturaleza porque no escucha el dolor de la Madre Tierra y muchos hijos pierden todo lo que les costó construir en su vida entera; Yo los llamo, hijos, a agradecer día y noche que aún tengan una casa donde poder vivir y reposar, una Comunidad en donde poder estar sin preocuparse de tener que trabajar para sobrevivir.
Mientras el hambre, la enfermedad y el destierro forzado golpean a millones de hijos en el mundo; Yo los llamo, hijos, a conscientizarse de la Ley de la Providencia y de la Manifestación.
Queridos hijos, en la desigualdad que vive el mundo, Yo los llamo a ser iguales.
En los excesos y las ambiciones que viven las almas, Yo los invito a la austeridad equilibrada.
En la falta de diálogo y en el agravamiento de la violencia en el mundo; Yo los llamo al diálogo, a la escucha y al respeto del prójimo.
En la ceguera espiritual en la que muchos están sumergidos y en la resistencia que muchos sostienen, inclusive los que dicen seguir Nuestros Pasos; Yo los llamo a la apertura del corazón y al arrepentimiento.
Si ustedes, hijos, consideran al menos cada una de Mis Palabras; Yo les aseguro que Me ayudarán a que el mundo recupere la paz y la comunión con la Ley.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mi silencio debe ser escuchado porque es el silencio de Mi Hijo, el silencio de Dios, porque estos son nuestros últimos Mensajes, son nuestros últimos impulsos a la humanidad.
Por eso, son los momentos más importantes, en los que el silencio interior debe predominar más allá de la palabra; porque la Sagrada Palabra ya creó el universo, ya manifestó la vida y toda la existencia.
Ahora, hijos Míos, deben dar espacio al silencio para aprender a escuchar; porque así, ayudarán a que, en este momento de la humanidad, esta raza de superficie ya no se justifique, sino que aprenda a abrir los oídos internos para aprender a escuchar todo lo que Dios les dijo a través de estos últimos tiempos, a través del Corazón Inmaculado de su Madre Celeste, a través del Corazón de Mi Amadísimo Hijo Jesús y a través del Corazón Casto de San José.
Este es el tiempo de aprender a escuchar la Palabra de Dios. Es el tiempo de aprender a asumir esa Palabra como parte de sí mismo; para que así, poco a poco, se pueda manifestar la Voluntad de Dios en este ciclo de grandes definiciones para todos.
Pero no pierdan de vista lo que les estoy diciendo en este momento. Que sus corazones y sus mundos internos guarden con mucho celo estas Sagradas Palabras de la Madre de Dios, para que aprendan a tomar decisiones correctas, para que aprendan que, en esta vida material, el diálogo es la base de todo entendimiento.
Por eso, les pido, una vez más, que abran sus corazones, que permitan que sus mundos internos reciban este impulso de la Madre de Dios. Porque será de esa forma, hijos Míos, que la esencia crística se aproximará a ustedes para que aprendan a vivir, así como vivió Jesús; para que aprendan a sentir, así como sintió Jesús; para que aprendan a donarse, así como Cristo se entregó por ustedes.
En esta noche, no quiero extenderme demasiado, porque la mirada de la Madre Celeste está en asuntos urgentes de la humanidad. Tenemos muchas guerras aconteciendo en el mundo, aún la sangre inocente sigue siendo derramada y no se toma consciencia de esto, hijos Míos.
Por eso, lo único que Yo les pido es que hagan silencio y que escuchen nuestras últimas Palabras por aquellos que no escuchan la Palabra de Dios, por Mis hijos que por diferentes razones cierran su corazón y no le encuentran sentido a la vida que Dios les regaló.
Por último, vengo a agradecerles a los corazones valientes y orantes que, durante estos últimos nueve días, con mucha fe y convicción, se reunieron a través de la “Oración por la Paz en las Naciones” para cumplir y responder a Mi pedido especial por las familias.
Sepan y crean absolutamente que, todos los que durante los nueve días colocaron sus intenciones, sus oraciones y sobre todo sus corazones a Nuestros Pies, recibirán la Gracia que tanto han pedido.
Que en este tiempo pueda prevalecer la paz, el entendimiento y la escucha para que no sea demasiado tarde, sino para que más corazones y más almas reciban la Gracia del Retorno de Cristo, Nuestro Señor.
A través de los ángeles, que en este momento Me acompañan y que son testigos del renacimiento de Cristo en cada corazón, Yo les agradezco por responder a Mi llamado y los bendigo en nombre de la Paz Universal.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
La familia es un bien precioso para Dios, es un tesoro irrefutable e inextinguible que forma parte de Su Proyecto Creador desde el principio.
Después que Mi Hijo descendió de los Cielos y encarnó en este mundo, Él llamó a los apóstoles para que lo siguieran y lo imitaran, para que siguieran Sus pasos de Voluntad y de Amor. Ese pedido estaba impregnado de la Voluntad Mayor de Dios.
Pero, tanto para Sus apóstoles como para Sus seguidores, dejar la familia para vivir el Plan era algo muy doloroso. La llave que Mi Hijo les entregaba era la plena confianza en Su Corazón y en Su Presencia. Lo que Él les podía legar a Sus compañeros era que, a través de la confianza de cada uno de los Suyos en Él, se estableciera una comunión y unidad perpetua entre los apóstoles y las familias que ellos dejarían.
Hoy, vengo con este Mensaje muy peculiar y al mismo tiempo profundo, porque su Madre Celeste ha traído una familia que estuvo aquí encarnada en la Tierra y que hoy no lo está; que está presente en los planos internos, acompañando silenciosamente la expresión y la emanación de los Centros de Luz.
Estas almas, que hoy tengo a Mi lado, son los padres de la Madre María Shimani; y, a través de estas presencias que hoy Me acompañan aquí, de forma especial, vengo a testimoniar como la Esclava del Señor que todo esfuerzo verdadero en la vida de esta materia, sobre todo el esfuerzo de dar la vida por Dios y por su Plan, tiene un mérito especial para el Padre Eterno que Él les otorga a todos los seguidores de Cristo que le entregan su mayor y mejor bien de la vida: sus familias.
Por eso, vengo aquí a testimoniar, en nombre de Mi Hijo, que cuando el alma sirve a Cristo verdaderamente, y deja a su familia para servir a un Plan Mayor y desconocido, esa alma y las almas que forman su familia nunca estarán desamparadas, a pesar de la distancia o aun a pesar de la separación espiritual; porque Mi Hijo sabe lo que significa para un alma encarnada apartarse de su familia para responder a un llamado que ni siquiera sabe si resultará.
Pero es ese don de la confianza en Cristo que anima a las almas que sirven a Dios a seguir los caminos de la transformación con valentía y coraje, porque todo esto posteriormente dará frutos de conversión y de redención, en los que la familia está contemplada.
Es así que todas las almas que entregan sus familias, en el nombre de Mi Hijo, abren la puerta para la conversión de sus seres queridos, aunque en esta vida no quieran escuchar el llamado; porque el verdadero llamado comienza, hijos Míos, en su mundo interior. Es allí donde Mi Hijo siembra Sus dones, es allí donde Mi Hijo deposita Sus tesoros, por lo que debemos orar incansablemente; porque cada ser de este planeta tiene su hora para poder escuchar el llamado y despertar, aunque haya negado a Dios toda su vida.
Por eso hoy, les traigo como testimonio a los padres de la Madre, como un ejemplo de conversión y también como un ejemplo de despertar espiritual después de esta vida; porque ustedes saben, hijos amados, que la vida no termina aquí y que del otro lado está la verdadera vida espiritual, en la que todos se encontrarán algún día, no solo como una familia que estuvo encarnada en este planeta para aprender del amor y del perdón, sino también como una familia que puede evolucionar espiritualmente y reunirse con los bienaventurados y santos en la Iglesia Celestial.
Esta debe ser la finalidad de la entrega de cada uno de ustedes, no solo su propia transformación y conversión, sino también que cada paso que den en el camino espiritual beneficia ampliamente a sus seres queridos, aun a aquellos que tienen la puerta cerrada a la Misericordia.
Un acto sincero y verdadero de entrega por Mi Hijo le abre la puerta a la oportunidad de toda la familia.
Como Madre de todas las familias del mundo, vengo a agradecerles a las almas que han sido perseverantes en orar por las familias del mundo entero.
Vengo a renovar esta oración que ofrecen semanalmente y a decirles a todos Mis hijos, niños, jóvenes, adultos y ancianos, que deberían tener muy presente esa oración; porque ustedes saben, Mis amados hijos, que la familia que es el Proyecto principal de Dios para este planeta está siendo muy atacada, dividida y separada de lo que es verdadero y esencial.
Porque, si no sabían, Mis amados hijos, cada familia debe expresar en esta Tierra un Atributo de Dios; experiencia que está siendo boicoteada por Mi enemigo, por la falta de oración en las familias y por no saber comprender profundamente la razón por la que están reunidos y unidos en esta encarnación.
Así, Yo los invito a renovar esta oración por las familias a través del arquetipo y del principio de la Sagrada Familia de Nazaret; para que las familias se consagren a la Sagrada Familia de Nazaret y, en estos tiempos de tribulación y de persecución por medio de las modernidades, las almas no pierdan de vista su Propósito interior, porque cada alma de la familia tiene un Propósito para Dios.
Hoy, Me tomo este tiempo para darles este Mensaje; porque Mis Ojos lloran, de noche y de día, al ver a las familias tan separadas y divididas por perder su sagrada comunión con Dios.
Por eso, el Padre Eterno todo lo ha pensado desde su origen, desde antes del surgimiento de las primeras familias en este planeta, a través de Adán y Eva. El Padre pensó que la forma de renovar Su Proyecto era a través de las familias que se animen a vivir la experiencia de su propia consagración a través de las Islas de Salvación.
Por eso, vengo a ampliar el Mensaje que Mi Hijo les entregó en estos últimos tiempos y en esta última Maratón, porque para recibir a las familias deben tener la mente muy abierta y, sobre todo, el corazón. Las familias no cambiarán de la noche a la mañana, es el amor de ustedes que les hará cambiar a las familias de actitud.
El Sagrado Proyecto de la familia de Israel precisa ser renovado y su Santísima Madre es responsable, ante el Creador, de que ese Proyecto se cumpla. Cuando una familia no es sostenida dentro de una Isla de Salvación, eso tiene una repercusión que desconocen.
Yo los llamo a colocar al diálogo en primer lugar, para comprender el lenguaje de cada familia, para apoyar sus pasos y decisiones; pero sin amor, esto no es posible.
Así, espiritualmente, las diferentes familias que encontrarán su lugar dentro de las Islas de Salvación y que deben tener su lugar dentro de las Islas de Salvación para expresar su proyecto familiar de amor, ayudarán a las demás familias del mundo, porque muchas familias se están perdiendo velozmente.
¿Cuántas familias se han perdido mientras Yo estoy aquí, hablándoles?
Las influencias de estos tiempos dejan a las familias en caminos sin salida, hipnotizadas e interferidas por las cosas del mundo; y así, se alejan del amor y de la verdad, del verdadero Propósito de cada familia en este planeta.
Por eso, Mi Hijo también retornará. Vendrá a buscar a las familias del mundo para que el sagrado pueblo de Israel se pueda renovar y, finalmente, pueda vivir en la Tierra Prometida, en aquel espacio que Mi Hijo les Ha prometido desde el principio a todos.
En cada día que pasa, en este tiempo final, su Obra y sobre todo sus corazones encontrarán en sus caminos el llamado y el pedido de ayuda de muchas familias, de familias numerosas y de familias separadas, de madres solteras o de madres casadas.
Todas las familias de la Tierra gritan pidiendo ayuda, y los Sagrados Corazones, conociendo la importancia del Proyecto principal de Dios que es la familia, siempre intercederán e intervendrán para que la mayoría de las familias del mundo, que están siendo modificadas genéticamente, despierten a tiempo, se vuelvan a Dios. Pidan de corazón, en la oración interior, para que reciban la ayuda y la Gracia que necesitan, para que las puertas que Mi enemigo abre hacia lo incierto se cierren, y las familias puedan estar protegidas, bajo el amparo de la Sagrada Familia de Nazaret.
Por eso, los invito a mirar con mayor profundidad lo que sucede a su alrededor, especialmente en las familias que están cerca de ustedes o en las familias que los llaman pidiéndoles ayuda. Vayan, así como siempre fue Mi Hijo Jesús, al encuentro de las familias, sin conceptos, sin ideas propias, sin prejuicios, sin nada que pueda condicionar el dolor y el sufrimiento de las familias.
Lo que más sufre Mi Corazón es la modificación genética que hoy viven las familias y las formas más horrorosas con las que crean al ser humano. Eso es ir en contra de la Ley de la Vida, de la Ley del Amor y del sagrado arquetipo de la familia.
¿Ahora comprenden la necesidad de prestar atención a la Oración por las Familias?
En un mundo con más de ocho mil millones de personas, no puede ser que solamente oren cuarenta personas por las familias.
¿Será que están comprendiendo lo que Yo les digo por amor?
¿Qué está sucediendo, hijos Míos? ¿Se lo preguntaron?
Me tomo este tiempo porque Mi Hijo Me lo pidió, porque Él Me lo permitió.
Nuestros Corazones revelan las cosas más profundas para los corazones que están verdaderamente abiertos. ¡A no justificarse más!
Hoy, las oraciones que llevo en Mi Corazón ayudarán a muchas familias de África y de Asia, golpeadas por los conflictos en las naciones y en los pueblos, por la impunidad que acorrala a las familias en un lugar sin salida.
Quiero que en la Oración por las Familias incluyan una intención especial para Mí, que oren por las familias inmigrantes, olvidadas en las calles de este mundo, no escuchadas por la indiferencia, por la falta de la fraternidad y del amor; también por las familias que mueren en los océanos del mundo.
Quisiera preguntarle a la humanidad:
¿Alguna vez se preguntaron qué es lo que siente la Madre de Dios, la Madre de la humanidad, cuando las familias desaparecen en los mares del mundo, cuando los niños no son ayudados en su naufragio?
¿Cómo el mundo puede dormir con su consciencia tranquila, cuando los cuerpos flotan en los océanos?
¿Qué le está pasando a la humanidad de hoy, que es capaz de abortar y de ultrajar la Ley de la Vida, sin ningún sentimiento?
¿Ahora comprenden por qué el mundo está como está?
Mis Palabras no darían para describir todo lo que verdaderamente sucede en este mundo. Por eso, Mi Hijo los Ha llamado a una definición inmediata. El tiempo es ahora, no habrá otro.
Yo les agradezco por estar abiertos a escuchar la verdad y por hacer algo, verdaderamente, para que esto cambie. Esto comenzará en ustedes mismos y no en los demás, observando todos los días lo que tienen que mejorar.
En este lugar ni en ningún otro lugar de esta Obra, concebida por Nuestros Sagrados Corazones, ya no puede haber espacio para reclamar. Si así lo hicieran, no estarán comprendiendo la Misericordia. El primer esfuerzo es el de ustedes, para que después el esfuerzo se viva en el mundo entero.
No se olviden de seguir rezando por los no nacidos. Necesito que se hagan corresponsables de esas almas, por el perdón de los pecadores, de los que promueven ese ultraje al Corazón de Dios.
Para que este llamado resuene en lo más profundo de la consciencia, en los cuatro puntos de este mundo, vengo a pedirles una canción para que mediten mientras escuchan esa melodía y que revivan este Mensaje cuantas veces sea necesario, cuantas más veces, mejor será su respuesta.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a escuchar, en Presencia de la Virgen María: "Encuentro con María en el corazón".
Los bendigo y los animo a seguir adelante por Cristo, renovando cada paso de sus vidas, en gratitud y amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: "Encuentro con María en el corazón".
Que tu corazón este siempre limpio para que puedas recibir a Dios en tu interior, escuchar Sus Palabras y seguir Sus Pasos.
Que tu corazón sea puro, corazón humano y divino, donde el Espíritu de Dios pueda habitar y guiar tu vida a cada instante.
Para consolidar en tu interior una morada santa, hijo, necesitas aprender de la determinación, no la determinación fruto de la voluntad y de los impulsos humanos, sino la determinación fruto del amor, del diálogo y de la comunión con Dios, la determinación que nace de la voluntad de corresponder a la Voluntad Divina y ser enteramente Su morada, Su instrumento.
La determinación espiritual debe nacer en tu interior para que madures y consolides cada día el Propósito de Dios para tu vida. Esa determinación surge del amor a Cristo y se forma, cada vez más intensamente, a medida que tu corazón está más unido al Sagrado Corazón de Jesús.
La confesión con Dios cada día fortalece en ti la determinación de seguir Sus Pasos, renueva tu corazón y te impulsa a comenzar de nuevo, a pesar de las caídas, y a no desistir, a pesar de los desafíos
La adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo colmará tu ser de Gracia Divina y fortalecerá en ti la determinación para saber decir no delante de las tentaciones y estímulos que repetidas veces te llevan a caer.
De esta forma comprende, hijo, que para desarrollar en tu corazón la determinación santa que lleva a un corazón puro, necesitas colmarlo de la Gracia que el relacionamiento sincero con Cristo trae para tu vida a través de la confesión y de la adoración diarias, porque estos dos momentos serán para ti como beber de la Fuente del Amor de Dios, para amar Su Voluntad y Su Pensamiento perfecto, para escuchar Sus Designios y renovar tu compromiso con Él, para que sepas estar en este mundo y vencer sus estímulos.
En estos tiempos de tantas batallas que se traban en lo invisible de la mente, de los sentimientos y de los sentidos humanos, la determinación espiritual será un don necesario para que consigas mantenerte de pie. Por eso, busca esta Gracia y cultiva este don en tu corazón.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
¿Dónde está tu corazón mientras oras? ¿Por dónde vagan tus pensamientos? ¿Por dónde siguen tus sentimientos más profundos? ¿Acaso huyes de sentir el dolor del mundo?
Ora, hijo, con tu corazón entero, pleno y presente en cada instante; con tu corazón rendido, ofertado a los Altares Celestiales como puente entre Dios y el mundo.
Ora con tu pensamiento presente, viviendo y meditando sobre cada palabra emitida al Corazón del Padre, sintiendo y recibiendo la respuesta de Su Gracia, que se vierte sobre la Tierra.
Ora con tus sentimientos elevados a Dios, dejando que la propia oración alinee tus emociones con las dimensiones divinas, para que tu ser pueda sentir el dolor de Dios por el mundo, la compasión de Dios por las almas, el Amor de Dios por la vida.
Ya no ores solo como un clamor o un diálogo con el Padre, ora como una experiencia de Dios en ti. Aprende a unirte a Su Corazón y hacer así que Su Presencia esté más viva en este mundo a través de tu pequeño, frágil y misterioso espíritu.
Sé un espejo de Dios para la vida.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Para comprender y amar la Justicia de Dios, primero, hijo, debes abrir tu corazón para conocer al propio Dios, puro Amor, Misericordia y Compasión, que, con ternura, aguarda el retorno de Sus hijos a la Fuente Celestial.
Con tu oración, con tu diálogo con el Creador, con la meditación sobre todas las santas palabras que Él ha enviado a lo largo de los siglos, con la adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo, con la contemplación de Su Sagrada Faz, con el silencio, con la propia vida, conoce a Dios y profundiza tu contacto con Él.
Busca saber quién es Él para que, entonces, sepas que Su Amor excede todos los límites y se oculta hasta aun en la justicia y en las correcciones que expresan Sus Leyes en la vida universal y planetaria.
Conoce a Dios y sabrás, hijo Mío, que Su amor, siempre presente, está sobre ti a través de los Ojos de Dios fijos en tu corazón. Deja que esa mirada te ampare. Encuentra tú también la Faz Sagrada de tu Creador y únete a Él, por medio de una mirada que encuentre la Suya y que se transforme, se funda, se disuelva en esa Presencia Divina.
Todo eso se alcanza no solo con la fe, sino también con el esfuerzo permanente, con la rendición cada vez más interna, más profunda, de los espacios más ocultos de tu consciencia.
Cada día, entrégate más a Dios y sabrás cuánto Él también aguarda para entregarse a Sí mismo a tu corazón.
El Amor de Dios es un espejo que se refleja en tu interior para que lo profundices, para que aprendas a amar. Y cuanto más te abres para recibir el Amor del Padre, más ese Amor se expande y te transforma.
Pide la Gracia de conocerlo más, de dar más espacio a Su expresión, a Su Voz, a Su Vida, a Su Amor en tu interior.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Escribe tu verdadera historia de amor y de pureza en lo más profundo del corazón y guarda cada experiencia como una riqueza inolvidable.
A través de la oración, permite que cada espacio de tu ser sea iluminado y construye, a través de la constancia, el camino hacia el infinito Corazón de Jesús.
No pierdas las fuerzas de tu espíritu por lo que suceda a tu alrededor, más busca todo el tiempo que tu transformación sea el ejemplo y el modelo de santidad para los otros.
Encuentra, en cada diálogo con Dios, el motivo para proseguir y deja que el Soplo de Su Divino Espíritu transfigure cada aspecto de tu ser. Para que eso pueda suceder, las puertas del corazón deben estar abiertas y así todo será maravillosamente transformado.
Para el Señor no hay herida que no pueda ser curada. Para Dios no hay obstáculo que no se pueda trascender. No hay separación que pueda desunir a los corazones si antes existe el verdadero amor.
Por eso, encuentra en cada nueva experiencia una oportunidad de crecer y deja que la resistencia se desvanezca de la consciencia.
Crece en humildad, en santidad y en servicio.
Dispone de cada momento de la vida para realizar los Planes del Creador.
Realiza cada servicio como si fuera el último. Ama al prójimo como si fuera la última vez. No dejes de expresar lo que verdaderamente eres y dile no a la soberbia y a la indiferencia humana.
Ama con el Amor de Jesús y expande la luz de tu espíritu.
Deja que los ángeles te guíen en tus caminos hacia el Templo sagrado del Corazón de Jesús, allí encontrarás el propósito de tu vida y el de toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Padre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
El Maestro Jesús estuvo con nosotros y nos dijo que realicemos, algunas veces, una oración que Él transmitió para reparar Su Corazón Eucarístico.
Vamos a hacerla, frase por frase, hasta que todos podamos entrar en el ritmo de esa oración que, amorosamente, nos transmitió:
Por la gloriosa liberación del Sacerdote Mayor,
Cristo Jesús, ¡Ten piedad de nosotros!
(20 veces)
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Canción: “Misericordia María”.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
Un día más, el Cielo se abre a sus corazones y Mi Inmaculado Corazón ingresa en la Tierra.
Hijos amados, hoy el mundo fue aliviado por el Corazón de Cristo y, por la intervención de Nuestro Señor, muchas almas llegaron a Mi Reino.
Eleven sus corazones y den gracias a Dios por el milagro de este día, porque una vez más Mi Corazón triunfó.
Hijos Míos, consagro este lugar, como consagro a sus corazones. Consagro a cada corazón que le diga sí a Mi inmaculado llamado.
Dios le ofrece la consagración a cada una de sus almas. Solamente eleven sus corazones a Mi Corazón y oferten sus vidas a Mi Hijo Redentor; pues, así como almas hermanas llegaron hoy a Mi Reino, Mi Corazón desea recibir a cada una de sus almas.
Queridos hijos, la Gracia del Cielo viene a través de la oración, de la oración pura de sus pequeños corazones, de la oración simple que es el diálogo Conmigo. Escucho a cada uno de sus corazones y elevo con Mis Manos sus ofertas al Creador.
Queridos hijos, no oferten solamente sus pedidos, oferten también su sufrimiento, oferten cada angustia de sus corazones, porque el Señor es misericordioso y desea recibir sus dolores para convertirlos en amor y misericordia.
Amados hijos, para reparar al Sagrado Corazón de Cristo solo es necesario el fervor de la oración. El amor de sus corazones cura los dolores de Mi Hijo.
No teman hablar Conmigo. Yo los escucho, así como Dios los escucha, así como el Corazón de Mi Hijo los contempla.
Hoy, recibí una Gracia especial del Señor, que es llevar a sus almas consagradas al Cielo. Por eso, alaben al Creador desde lo profundo del corazón. Este es el momento en que Él los escucha, el momento en el que están abiertas las puertas al Cielo.
Los que hoy Me dicen sí tendrán sus corazones fortalecidos por la Gracia del Señor.
Los que hoy dicen sí, dicen sí para que Mi Corazón los sustente a cada momento. Esta es la Gracia que Dios Me da, de tener a cada uno de sus corazones en Mis Brazos, de sustentar a cada uno de Mis pequeños hijos, como lo hice con el Niño Jesús.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Quiero estar con ustedes eternamente. Como Señora del Santo Rosario, les recuerdo la importancia de esa oración.
¡Qué más les puedo repetir, queridos hijos, si sus oídos están atentos a Mis Palabras a lo largo de los siglos! Quiero solamente amarlos y enseñarles a amar.
Hoy, recibieron la Gracia especial de la visita de Mi Hijo. ¡Qué amoroso misterio de Dios fue revelado! El poder del Amor de Mi Hijo en cada uno de ustedes.
Queridos hijos, Yo quiero solamente conducirlos, conducirlos hacia el Reino donde se encuentra Mi Hijo.
Hoy, también les revelo que su oración fue escuchada y, por eso, Mi Corazón Maternal les agradece.
Que la Gloria de Dios pueda estar presente durante todos estos tiempos en ustedes.
Hoy también le es revelado al mundo el sufrimiento de la humanidad. Cuando Mi Cielo Maternal desciende a la Tierra en cada Aparición, se revelan también los dolores de este mundo, las realidades que nadie quiere ver, que la humanidad oculta porque es una realidad que está al lado de cada ser. Por eso, los invito a ver, a partir de sus ojos, la verdad de este mundo y compenetrarse con la oración por los corazones heridos.
Cuentan con Mi Rayo Maternal en este tiempo definitivo. La Luz de Mis Ojos guía sus caminos. Mi Corazón Inmaculado está ofertado totalmente a cada uno de ustedes. Aguardo que lo acepten y que lo guarden, que lo puedan contemplar a partir de su oración.
Como Bienaventurada Madre, cuando estuve en la Tierra recibí muchas Gracias. Y eso es lo que intento derramar, Aparición tras Aparición, para aliviarles el corazón y darles la salvación a todos.
Queridos hijos, acepten estar en Mis Brazos, ya no es tiempo de bajar de Mis Brazos, sino de estar cerca de Mi Corazón Inmaculado.
Quiero que se nutran con la Luz de Mi Espíritu Maternal, para que puedan glorificar a Dios sobre todas las cosas.
Hoy, les repito, Mis queridos hijos, que la Gracia y la Misericordia de Dios los contemplan, en este momento, a través del Sagrado Corazón de Mi Hijo y de Mi Corazón Maternal.
Hoy, quiero derramar solo lágrimas de alegría. Por eso, oren, oren, queridos hijos, para que Mi Corazón Maternal pueda acoger sus oraciones y así pueda derramar nuevamente Mis Gracias sobre los que más necesitan.
Ustedes están siendo muy misericordiosos. Que ese espíritu maternal que Yo he construido en ustedes, que ese Amor que brota de Mí por cada uno de ustedes, no se pierda, no salga de ustedes, sino que nutra a sus almas a través de su honesta oración.
Cuando pase mucho tiempo, cuando Yo ya no esté aquí entre ustedes, Mis queridos hijos, verán concretarse en sus vidas la acción de Mi Mensaje en esta parte del mundo y recordarán, desde el corazón, todo lo que Yo he derramado por Amor a ustedes.
Sean consecuentes con lo que están recibiendo, deberán dar testimonio de esto ante la humanidad y ante Dios. Por eso, recuerden bien estos momentos, porque Mi Luz viene a grabarse en sus células.
Si abren sus corazones, sus vidas podrán cambiar. Denme las llaves que ustedes guardan dentro de ustedes, para que como Madre pueda preparar la morada de Mi Hijo y enseñarles, sin cansancio, a caminar en la fe, a vivir en Mi Esperanza Celestial y a creer en Mi Presencia en estos tiempos.
Así como estoy en Medjugorje y en otras partes del mundo, hoy nuevamente estoy aquí para contemplarlos y no Me cansaré hasta que todas las almas puedan vivir la salvación. Esa fue la primera promesa que hice ante Dios y, a través de la Gracia de Mi Espíritu Inmaculado, ustedes son partícipes de Mi Mensaje.
Deben dar testimonio de lo que sienten y viven, para que Cristo pueda reflejarse en sus ojos. Vivan, en este último tiempo, la Misericordia.
Y hoy, queridos hijos, les recuerdo todos estos preceptos, estos preceptos maternales de Mi Corazón, porque a través de Mi Espíritu estoy derramando lo que aprendí.
¿Qué mayor Gracia existe para sus vidas que vivir en la fuerza de Mi Amor, de sentir el calor de Mi Corazón Inmaculado y de poder abrazar a sus almas completamente para darles a beber de la Fuente del Padre, llevándolos a todos en Mis Brazos de Amor?
Que sus almas puedan encontrarse con Mi Hijo, definitivamente. Alivien el Corazón de Mi Hijo, porque todavía está dolorido.
Si ustedes oran e interceden por esta reparación, estarán clamando a Dios, llamando a las puertas de los Cielos para que los ángeles del Padre asistan a las almas en este tiempo.
Los infiernos aún no se han cerrado. Muchos se están condenando por la modernidad. La falta de ayuno y la falta de penitencia aumentan y más todavía la falta de la oración del corazón.
Por eso, queridos hijos, vengo desde el Cielo a derramarles la fuerza de Mi Paz y de Mi Amor, abriéndoles los nuevos caminos a sus vidas, porque al final de ese sendero encontrarán a Mi Hijo, que los aguarda.
Como Mediadora ante Dios, estoy orando por su conversión, por su redención, para que alcancen la Misericordia. Y esto lo digo por ustedes y por todos Mis hijos en el mundo.
También les hago a Mirjana e Iván este mismo llamado a la oración, en honra a la conversión.
Les agradezco por responder a Mi llamado, queridos hijos.
Eleven sus ojos hacia Mi Corazón y permanezcan allí eternamente.
Los amo y les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Despidiendo a Nuestra Señora con las campanadas, vamos a cantar “Magnificat".
Canción: “Magnificat”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bien, vamos a hacer una breve explicación de lo que sucedió hoy durante el trabajo.
Como todos saben, cuando nos reunimos un grupo de orantes tan importante como el de hoy, la Jerarquía Angélica y Arcangélica aprovecha ese momento para realizar una tarea importante a nivel planetario.
Y hoy, además de eso, la Presencia de Cristo fue muy importante en esa tarea que realizaron las huestes de Luz.
Como todos sabemos, nuestro planeta necesita de mucha asistencia, y nuestra devoción y nuestro fervor colaboró muchísimo; porque nosotros, de esa forma, clamamos por esas almas.
El hecho de orar con fervor, colocarse de rodillas en humildad, crea una condición muy importante. Y cuando muchos son conscientes de esa reverencia y de ese amor que hay que tener por Cristo y por nuestra Madre, las puertas de los Cielos se abren de par en par y muchas almas son ayudadas y sacadas de algunos lugares de donde están. Por eso, es muy importante que siempre estemos dispuestos a colocarnos para asistir a toda la humanidad.
Hemos sentido que la Madre se acerca a nosotros cada día más y estamos percibiendo también, creo que igual que ustedes, que Ella está haciendo promesas importantes por nuestras consciencias.
Hoy, Ella dijo algo muy importante en Su Mensaje, que había recibido la Gracia del Creador de que aquellas consciencias que le dijeran que sí, que se consagraban a Su Inmaculado Corazón y al Corazón de Cristo, Ella tenía permiso de llevarlas al Reino de los Cielos.
Necesitamos meditar profundamente en lo que eso representa para todos. Y si nosotros colocáramos eso verdaderamente en el corazón, le daríamos el adiós definitivo al miedo.
Vamos a intentar dar un paso más y animarnos a dar ese sí, para estar permanentemente en los Brazos de Nuestra Señora y después poder transmitir a otros lo que verdaderamente es la salvación.
Muchas gracias a todos, que tengan muy buenas noches.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más