Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARIA ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE MÚNICH, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZON DE JESÚS

Hoy solo quiero que sientan Mi Corazón de Madre, un Corazón que sufre por el mundo, un Corazón que padece por la humanidad que no escucha a Dios y no le responde, un Corazón que intercede por ustedes, por sus hermanos, por todos los que sufren y padecen en estos tiempos.

Hoy ese Corazón salvífico, en el nombre de Jesús, se entrega a la humanidad, una y otra vez, para traer a las almas la Gracia de Dios.

Vengo a ofrecerles Mi dolor de Madre para que ofrezcan sus pequeños dolores del día a día, sabiendo que asumir a este planeta significa un gran sacrificio y una gran entrega que Dios puede contemplar, con amor, de parte de cada uno de Sus hijos.

Así, sus pequeños dolores se transformarán cuando, como apóstoles de Cristo, asuman este planeta que sufre y padece día a día.

Es así que hoy vengo como Madre de la Creación, como Madre Naturaleza, como la Madre del Mundo que contempla la Tierra todo el tiempo y que intenta llevar a Sus hijos hacia Dios para que cada uno de ellos encuentre la luz interior que habita más allá de las adversidades, de la oscuridad o del mal.

Yo vengo a despertar en el mundo y en este tiempo final, esa Luz Crística que existe en cada uno de Mis hijos, que es sometida y juzgada, que es oprimida y olvidada por muchos seres de la Tierra que se olvidan del Dios interior para sustituirlo por el dios de las modernidades.

Yo vengo a abrir los ojos de la consciencia humana por medio de los impulsos espirituales que traigo del Cielo, no solo para poder liberar el tiempo presente, sino también el tiempo pasado que, lleno de errores y de malas acciones, debe ser transmutado y curado por la intervención de la Madre de Dios, con la ayuda poderosa del Divino Hijo.

Es así que vengo a traer Paz donde hoy no existe. Vengo a traer un mensaje de esperanza y de renovación, sabiendo que Cristo, Mi amado Hijo, espera que lo puedan encontrar dentro de ustedes por medio de la vivencia preciosa de los Sacramentos, legado que Él dejó para la humanidad hasta que Él pueda retornar por segunda vez a la Tierra.

Todos los que son sacramentados reciben la Luz espiritual de Mi Hijo. Todos los que comulgan del Cuerpo de Cristo reciben la Luz de Dios, que los impulsa al cambio y a vivir perfectamente el camino de la redención.

Hoy vengo por una Alemania que está cambiando y que, lentamente, despierta al llamado de Dios así como Mi Hijo lo necesita en este tiempo, para que más soldados Suyos se presenten para vivir el camino del apostolado y del servicio incondicional por los demás, por este planeta y por los Reinos de la Naturaleza, que necesitan sentirse amados y respetados por el hombre.

Todo eso, hijos Míos, colaborará con el Plan del Retorno de Cristo.

En esta tarde de Luz en la que una Gracia especial desciende sobre ustedes, Gracia que no permite que el mal actúe, pero sí que los corazones despierten a la gran convocatoria del Creador, hoy comienzo aquí, hijos Míos, en esta ciudad de Múnich, a preparar la tierra, una tierra fértil en los corazones de los hombres, que recibirá las semillas de Luz que hoy su Madre Celeste siembra para que Cristo pueda recoger, cuando Él vuelva, los frutos de la redención y de la conversión, no solo en la vivencia consciente de los Sacramentos, sino en el camino fervoroso de la oración del corazón que transforma la vida y la consciencia, y que permite a las almas del mundo percibir la realidad de este tiempo y la verdadera necesidad de este planeta.

Yo los invito, hijos Míos, como su Madre, a que Me acompañen y Me sigan por todo lo que la Jerarquía Espiritual espera realizar en Europa y en el mundo, por todos los Proyectos que tiene Mi Hijo, que deben despertar en sus corazones y naciones, y que permitirán colocar al continente europeo en una preparación necesaria, espiritual e interior, para poder recibir a Mi Hijo, el Cristo.

Él viene, primero, en divinidad y en alma antes de venir físicamente, para que despierte en ustedes la Luz del Cristo interior que los ayudará y los auxiliará en su purificación interior y en el apoyo incondicional a sus hermanos que también vivirán su purificación en el fin de estos tiempos, para finalmente alcanzar la Gracia de Dios de estar en Su Reino de Gloria y de Luz.

A  través de Mi Corazón y de Mi Alma, hijos Míos, Yo traigo para ustedes y para todos los que hoy Me escuchan la Luz de Mi Hijo, como una corriente que proviene del Cielo y del Universo Espiritual, para que sus almas sean fortalecidas y sus espíritus sean renovados por el impulso maternal que hoy les trae Mi Corazón, de no solo compartir y vivir el dolor de la Madre del Mundo, sino también de trabajar junto a la Madre Celeste por la redención de los corazones más perdidos, para que los más perdidos y olvidados tengan la misma Gracia, la misma Misericordia y el mismo perdón que ustedes recibieron, hijos Míos, cuando dejaron entrar a Mi Hijo en su mundo interior y cuando dejaron entrar a la Madre de Dios en el templo de su corazón.

Hoy veo muchas necesidades en el mundo. Mientras estoy aquí con ustedes, hijos Míos, Yo estoy con el resto de la humanidad, bajo la Omnipresencia del Todopoderoso, y trabajo junto con el Padre Celestial por las naciones del mundo que necesitarán reencenderse en el Amor de Dios para que, algún día, muchos más que ustedes sientan en su corazón el toque de la Gracia de Dios que vendrá a su encuentro como vino al encuentro de ustedes cuando sintieron a Dios en su corazón y lo reconocieron, no solo como una Consciencia y una Fuente Divina, sino también a través de los Sacramentos que Mi Hijo les dejó como un tesoro espiritual, como puertas que se abren para encontrar al Universo de Dios.

Hoy las Leyes Universales comenzarán a descender sobre Alemania y sus naciones hermanas, porque un nuevo Reino, un Reino de Luz y de Misericordia, deberá establecerse en los corazones para que el Cristo los pueda encontrar cuando Él retorne en Su Gloria, en Su mayor expresión de Luz, así como Él lo prometió antes de ascender a los Cielos.

Por medio de este encuentro con el Universo Espiritual del Padre, hoy Mi corazón de Madre trae Gracias para los que se han decidido, en esta tarde, a consagrarse como Mis hijos y a comprometerse  a trabajar espiritualmente en su proceso de consagración consciente, como almas y como consciencias, como apóstoles de Mi Hijo que escuchan el llamado de Dios al servicio incondicional por la humanidad. 

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán para que Yo los pueda bendecir. Escuchando la versión instrumental  del Himno de su Consagración, colocamos, hijos Míos, ante el Padre Celestial, esta oferta.

Y así como en encuentros anteriores entregué Rosas de Luz para que se abrieran en los corazones de Mis hijos; hoy también Yo les entregaré Rosas de Luz para que, por medio de estas rosas ofrecidas a Mi Corazón Inmaculado, encuentren dentro de ustedes el verdadero sentido de la belleza interior que Dios les colocó cuando Él los creó, a Su imagen y semejanza, como esencias para que lo pudieran imitar, para que lo pudieran expresar como la belleza que el Dios Vivo es y siempre lo será en ustedes, por toda la eternidad.

Hagan valer, hijos Míos, la posibilidad de expresar su belleza interior en Dios, para que Dios, por medio de ustedes y de sus hermanos, pueda expresar en las naciones los Atributos Espirituales que vendrán, antes de la llegada del Cristo, para despertar a los corazones al Universo Mayor.

Hoy los bendigo con la Luz de Mi espíritu y de Mi alma, así como el Arcángel Gabriel, en el nombre del Padre, bendijo a Su Sierva fiel para que comenzara a vivir su importante misión en la Tierra.

Hoy sus almas, hijos Míos, son colocadas ante ese camino para comenzar a vivir la misión espiritual que vinieron a cumplir a la Tierra, no solo como almas de Alemania, sino como apóstoles del mundo que se abren para recibir la Luz de Cristo Interior, la Luz redentora y triunfadora del Sagrado Corazón de Jesús.

Estas flores, que hoy su Madre Celeste bendice, no solo tienen el motivo de expresar en ustedes la belleza de Dios, la gran posibilidad de amar incondicionalmente al mundo y a las almas que sufren, sino también para que ustedes, hijos Míos, despierten los Dones de Dios que algún día serán los talentos que Cristo vendrá a buscar en Su Segundo Retorno para unir a los ciento cuarenta y cuatro mil en un solo pueblo, en una sola cultura, en una única humanidad, en la humanidad del Amor y de la Misericordia de Dios.

En agradecimiento al Padre Eterno y a Su Fuente de Gracia Divina, rezarán a su Madre Celeste un Ave María para que el Padre reciba en Su Corazón el rayo de gratitud, de reverencia y de devoción que en esta nueva etapa deberá abundar y expresarse en Alemania.

Oración: Ave María (en alemán).

¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!

Que la Gracia de Dios, el Amor Divino del Hijo y la Luz del Espíritu Santo estén en ustedes y en toda Alemania.

En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.

Escucho el himno de su consagración.

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras el Padre Celestial San Miguel Arcángel trabaja, en este día, para la liberación silenciosa de los infiernos del mundo por medio de las oraciones fervorosas de Sus hijos, por otro lado, la Madre de Dios atrae hacia Su Corazón de Madre a cuantos necesitan de la luz y del amor interior.

Por eso, cada liturgia que hoy es ofrecida al Príncipe de la Milicia Celestial atrae para el mundo y para la consciencia de los seres humanos, la posibilidad de cambiar los acontecimientos previstos para estos tiempos.

Cada oración ofrecida crea, espontáneamente, la posibilidad de confirmarse en el amor y en el servicio por los demás.

Por otra parte, su Madre Celeste recoge las ofrendas de Sus hijos, para servirse de ellas como medio de redención de la condición humana y de la condición interior y espiritual.

Todo lo que es ofrecido con amor, es contemplado con amor por la Madre del Cielo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy, Me quiero despedir de ustedes, después de un año de tarea continua con todos. 

Mi llamado principal es a que continúen orando todos los días y que lean Mis Palabras porque allí existen llaves de salvación. 

Como Dios es Misericordioso con el mundo, vendré a visitarlos todos los fines de semana y Me encontrarán también en las fechas que Yo ya les he indicado, en las que podrán presenciar de nuevo a Mi Corazón. 

Cada semana, queridos hijos, será una tarea preparatoria, en la que sus corazones deberán entrar en Mi Inmaculado Corazón para escuchar a Mi Amor Materno, para sentir Mi consuelo y Mi paz; porque allí, Yo estaré con ustedes, queridos hijos, como Reina de la Paz, como Madre de todos.

Ahora, queridos hijos, sus pies deben comenzar a caminar. Sus almas ya saben el camino hacia el Redentor, pero Yo siempre los guiaré a través del Rosario, a través de cada cuenta estarán cruzando un nuevo puente, uniendo con un hilo de luz Mi Corazón y sus corazones. 

Después de todo este año, queridos hijos, Yo estoy confirmando nuevamente a Mis soldados. Quiero que en ustedes nunca se pierda la esperanza y la alegría de recibirme, porque ahora Mi Corazón seguirá trabajando en todo el mundo. 

Dos rayos brotan desde Mi Corazón, en este mundo. Uno sobre Medjugorje, trayendo el principio de Mi Paz universal; y otro sobre América, trayendo la Redención de la humanidad. Entonces, queridos hijos, la paz y la redención los prepararán para recibir a Mi Hijo. 

Que sus brazos no se cansen de servir a los que más lo necesitan, porque podría suceder, queridos hijos, que algún día deban dar consuelo a algún hermano y no estarán solo con su hermano, con su prójimo, sino que estarán con Mi Hijo, con el Cristo Interior, ante Él, consolándolo por todo lo que Él ve en este mundo.

Quiero dejar, queridos hijos, todo lo mejor para ustedes. Toda Mi Obra debe ser contemplada día a día, y eso podrá ser cuando abran los oídos de sus corazones. Cada llamado que fue difundido por Mí, a lo largo de este año, ha tenido repercusiones universales que muchos conocerán en el Paraíso. 

No se cansen, queridos hijos, de responder al Llamado de Dios, porque Dios les habla a través de Mi Materno Corazón. Primero, viene su Madre a preparar a Sus hijos, tomándolos de sus manos para hacerlos caminar; los hace cruzar puentes de luz hacia nuevos caminos, les hace sentir el amor del corazón, los invita a orar y a peregrinar en toda esta vida, donando a través de sus manos en servicio y caridad. 

Y después de tan larga caminata, entrarán al Templo de Mi Hijo, donde verán Su Corazón, podrán adorarlo eternamente junto a los ángeles custodios y todos los seres que viven en el Reino de la Paz. Gran parte de la humanidad se encuentra en ese lugar, pero aún falta que muchos de Mis hijos crucen esos portales.

Las acciones de la vida, queridos hijos, los han llevado hacia otros estados; pero si la humanidad ora por todas esas almas, todos orarán por todos y los años de paz se aproximarán a la Tierra porque los corazones ya estarán preparados. 

El camino, queridos hijos, es infinito, pero al fin de todo se encuentra la Gloria de Dios.

Como Madre, los coloco dentro de Mi Corazón Materno, les quiero hacer sentir día a día la Luz del Creador. Por eso, oro por todos ustedes constantemente, oro para que Mi Hijo pueda intervenir por todos ustedes, oro por los Reinos y oro por la salvación de esta humanidad. 

Todos necesitan de la paz y del bien. Debe ser aliviado el sufrimiento, queridos hijos, porque a través de la oración, hijos Míos, sus corazones se convertirán en estrellas de Luz para recibir al Santo Espíritu, y esa será la señal de su conversión, porque así habrán comprendido Mi llamado.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el final de este día, queridos hijos, pedí que transmitieran estas Palabras para bendecir esta nueva tarea, este nuevo ciclo de Mi Corazón en la Tierra. Es una Gracia más que Mi Corazón les da a las Américas.

Solo les pido que oren, oren y oren para comprender cómo Mi Corazón ve al mundo, para comprender cada paso que Dios los invita a dar en la Tierra. 

En este ciclo, queridos hijos, muchos más de ustedes despertarán. 


Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a cantar suavemente “Misericordia María” porque la Virgen María va a hacer una bendición especial en este nuevo ciclo de Misericordia.


Canción: “Misericordia María”.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, oremos por las almas jóvenes. Oremos por todos Mis pequeños hijos que despertarán tarde, pero que despertarán a tiempo.

Gracias por responder a Mi llamado.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi consuelo acompaña sus caminos. Les agradezco desde el Corazón.
 

Canción: “Magnificat”.


Madre María Shimani de Montserrat:

Como siempre, vamos a hacer un breve relato de todo lo que ha sucedido.

Antes de la Aparición, mientras estábamos orando, tuvimos la visita y la presencia de San José. Y Él nos dijo que acompañaba la misión que estamos realizando en Etiopía. 

Él nos dijo que la misión ha sido muy provechosa, que muchas almas están pudiendo ser rescatadas y que esa es la tarea que Él tiene en ese sector del planeta.

Él nos dijo que era importante que hiciéramos otra misión más, en diciembre o en enero. Le preguntamos si esa misión estaría inmersa en ese movimiento planetario que esperamos que comience a fin de año. Nos dijo que sí, que era necesario que se pudiera colaborar con esas almas para que esa tarea pudiera continuar, que esa era una oferta que la Jerarquía nos hacía para que nosotros la pudiéramos acompañar. 

Entonces, como siempre, dijimos sí. Así es que los misioneros estarán llegando en un par de días a Aurora, y bueno, iremos programando lo que vamos a hacer para la próxima misión. 

Ahora, le voy a pasar la palabra a Fray Elías y después a la Hermana Lucía para que ellos les cuenten qué fue lo que sucedió en el marco de esta Aparición.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, la Aparición fue especialmente preparada.
 
Los coros celestiales traían en sus manos llamas de Luz. 

Cuando íbamos orando, muy despacio, paso a paso, iban apareciendo algunas manifestaciones. También se abrían los Cielos a medida que íbamos orando. Ellos fueron preparando toda la condición para que nuestra Madre llegara aquí en este día. 

Cuando nuestra Madre apareció, se manifestó totalmente vestida de blanco. Llevaba el rosario en Sus Manos, tenía un cinturón azul y Sus vestiduras y Su Manto se movían de un lado hacia el otro a medida que iba descendiendo hacia aquí.

Primero, Ella se colocó sobre el Portal de la Paz.

Cuando llegó el momento, Ella dijo: “Ahora, Me voy a aparecer a Mi hija y Me colocaré en el centro de ese Portal de la Paz”, y allí aconteció la Aparición.

Sentimos, durante la Aparición de nuestra Madre, que algo muy interno y especial fue sucediendo. Lo que se podía sentir era una unión con la Esencia de la Madre Divina y en el momento de la Aparición, sentimos que no había ninguna diferencia entre nosotros. Éramos todos Sus hijos, así nos contemplaba, y sentimos que, en ese momento, una parte de nuestras almas se presentó en la Aparición. 

Hoy, Ella estaba muy resplandeciente, muy viva ante nuestros ojos, y fue muy interesante porque lo que Ella le decía a la Hermana también era escuchado; de la misma forma que le hacía gestos muy maternales, muy amorosos a nuestra hermana. 

Y cuando Ella le hablaba a la Hermana Lucía, le pedía que oráramos. Una de las cosas que hoy nos dijo era que estaba teniendo un encuentro que venía desde la eternidad, que desde la eternidad venía a encontrarse con la Hermana Lucía, y la sonrisa de nuestra Madre se mantuvo todo el tiempo de la Aparición, que también fue algo que nos llamó la atención. Era algo que trasmitía paz, devoción y protección. 

Y en un momento, detrás de Ella había, además de los coros celestiales, otros seres y le preguntamos: ¿De dónde vienen todos ellos? “Ellos vienen de Mi Reino de la Paz, de lo que se llama Paraíso”, dijo Ella.

Y Ella dijo: “¿Ves cómo se vive aquí, que se vive eternamente? Eso es lo que como Madre Yo aspiro a que todos Mis hijos puedan alcanzar. Si todos supieran que esto aquí es así, orarían todos los días”. Y de alguna forma Ella nos trajo un pedacito del Paraíso.

La Maternidad y el Amor que Ella nos transmitió también fueron muy fuertes hoy. Y en el momento de la Aparición, también tuvimos un diálogo muy profundo con Ella.

Al mismo tiempo, en que nuestra Madre le hablaba a la Hermana Lucía, sentíamos la energía y la presencia de una comunión interior. Sentíamos, a través de las Palabras de la Madre, cuando eran dirigidas a la Hermana Lucía y a Fray Elías, la Presencia de Cristo. Él estaba allí presente en algún lugar durante la Aparición. 

También en el momento de la Aparición, en el lado derecho de nuestra Madre y del Portal apareció nuevamente San José que llevaba un bastón de pastor y tenía su Mano izquierda sobre Su Castísimo Corazón, y entre la Mano y Su Casto Corazón había lirios blancos. Era algo que San José nos estaba ofreciendo desde Su Corazón a nosotros. 

Entonces, le preguntamos a nuestra Madre cómo sería esa tarea a partir de hoy. Y Ella dijo que tendríamos Apariciones juntos y también en momentos y fechas separadas. 

Cuando Ella se dirigió sobre Medjugorje, nos colocó un ejemplo para que pudiéramos comprender. Ella dijo: “Mis hijos, los videntes de Medjugorje, a veces están juntos en alguna Aparición, pero también trabajan Conmigo de forma separada para difundir el Mensaje”. Ella decía que podría ser así en algún momento.


Madre María Shimani de Montserrat:

Ahora, vamos a ver cómo le fue a nuestra Hermana Lucía, hoy. Cuéntenos.

La Hermana Lucía está preguntando si ella tiene que decir todo lo que le pasó, todo lo que la Madre le dijo, algunas cosas personales o solo algunas cosas. 

Y hoy vamos a ver, vamos a dejarla que ella cuente todo lo que vivió, para que nosotros también veamos cómo la Madre va formando y enseñando a Sus hijos a ser Sus difusores.


Hermana Lucía de Jesús:

Antes de comenzar la Aparición, vi muchos movimientos de los ángeles trabajando en cada uno de los hermanos aquí presentes, como si varios Cielos, como dice el Fray, se fueran abriendo aquí, en frente.

En un momento, antes de la Aparición, también vino el Padre Pío hasta aquí, bien cerca de nosotros, y Él dijo que estaba acompañando esta nueva tarea; vino a avisar que también estaba acompañando esta tarea.


Madre María Shimani de Montserrat:

Queremos decirles que el Padre Pío acompaña a la Hermana desde hace mucho tiempo.


Hermana Lucía de Jesús:

Antes de aparecer Ella, Yo estaba un poco nerviosa y el Cielo comenzó a abrirse, se iba abriendo hacia arriba, encima de nosotros, como un camino. Y, en un espacio de Luz blanca, Yo vi a María sentada. Ella estaba orando en silencio. Ella llamó a una parte de mi consciencia para ir junto a Ella, y era como si Yo estuviera sentada a los Pies de Ella. Ella estaba sentada en una silla y Yo sentada en el piso.

Y, cuando Ella llegó, dijo que yo estaba viniendo con Ella desde la eternidad. Y la primera cosa que habló, fue sobre una tarea que me fue pasando para todos los días. 

Primero, Ella fue diciendo varias cosas que quería de mi consciencia, lo que esperaba de esa consciencia. Y yo dije que aceptaba. Y ahí, Ella me pasó una tarea para todos los días; dijo que era en esa tarea de todos los días, en parte de la mañana, que me iba a formar para estar aquí

Ella me explicaba que uno de los motivos de haberme llamado era el despertar de las almas jóvenes; que, a través de ese impulso que me estaba dando, muchos jóvenes de América iban a despertar, aunque tarde.


Madre María Shimani de Montserrat:

Bueno, con ese amor tan grande, es como nuestra Madre forma a Sus hijos.

Así comenzó con Fray Elías, ¿verdad?, todas las mañanas.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Perpetuamente!

Le dijimos a nuestra Madre que le agradecíamos por este año de trabajo, porque nos haya llamado para esta tarea. Y hoy, nos hacía recordar los frutos que toda esta Obra realizó durante un año. El principal fruto que Ella nos nombró fue la devoción de Sus hijos por Ella, la esperanza y la Misericordia por algo mejor.

Quería solo decir, Madre, que recordé, cuando la hermana Lucía hablaba sobre la eternidad, que durante la oración vinieron algunas imágenes que fueron muy impactantes.

De repente, cuando estábamos orando, fuimos siendo introducidos en algunos misterios del Rosario. En unos momentos, fuimos llevados hacia algunos pasajes del Rosario. Eran imágenes que venían, una detrás de la otra, de forma consecutiva. Por ejemplo, hubo una imagen que fue sentir lo que sintió María cuando tuvo que exiliarse en Egipto y se mostraba la imagen cuando Ella iba sobre un burrito con Jesús, de más o menos 3 años. Sentimos, en ese momento, la soledad que sintió María y al mismo tiempo sentimos en esa imagen la fe que Ella trasmitía. Ella decía que confiaba en lo que había sucedido.

En otro momento, nos vimos dentro del Pesebre de Belén, y había sobre el Pesebre muchos movimientos lumínicos. De repente la imagen se acerca a un lugar donde había mucha paja. 

María estaba toda envuelta por un Manto azul y José estaba a Su lado, tomándola de la Mano. Y en ese momento, aparece el Niño Jesús en los Brazos de María. Y llegó el momento en que los Reyes Magos, los Maestros Magos, entraron al Pesebre y estaba presente en esa escena la Sabiduría de Dios.

En otro momento, llegó una imagen cuando Jesús entró al Jordán. De rodillas, estaba Juan el Bautista bautizando a algunas personas, pero Jesús entraba en esa escena invisible entre las personas. Pareciera que era casi irreconocible entre las personas. Pero en un momento Él coloca Sus Pies dentro del agua, en el Río Jordán, y cuando se acerca a Juan el Bautista, Juan lo reconoce.

Y lo que vimos en esa escena representada fue la humildad de Jesús, porque Él estaba con Su Cabeza inclinada, mirando hacia el río.  En el momento en que Juan lo bautiza con el agua, aparece la expansión del Corazón de Jesús con mucha Luz y todos los que estaban alrededor, mirando esa escena del Bautismo de Jesús, eran tocados por pequeños Rayos que salían del Corazón de Cristo. En ese momento, se veía como las faltas de esos hermanos eran perdonadas y eran renovados.
Hermana Lucía de Jesús: 

Antes de comenzar la Aparición, vi a los tres pastorcitos de Fátima. Era como si todo el campo de Casa Redención fuera el campo de Fátima. Y como eso ya había ocurrido en una Aparición anterior, Yo les pregunté por qué sucedía eso. Y ellos respondieron que el Portal de la Paz hizo una conexión con Fátima, era como si Fátima estuviera aquí, a través de ese Portal.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Me acordé de un pedido de la Madre. Le preguntamos: “¿A la Señora le gustó este rosario?, porque los hermanos habían previsto realizar otro rosario para este lugar”.


Madre María Shimani de Montserrat: 

Este fue de emergencia.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y Ella contestó lo siguiente: “Queridos hijos este rosario les trae la energía de la humildad porque con sus manos pueden construir la oración”. 

- “¿La Señora quiere uno para Figueira?”. 
- “Tú lo has dicho”.


Madre María Shimani de Montserrat: 

Bueno, así que nuestros hermanos en Figueira ya saben lo que tienen que hacer. 

Vamos a cantar otra vez el Himno de Medjugorje, pero ahora lo hacemos desde aquí.


Canción: “Himno de Medjugorje”. 

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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