Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE ZAGREB, CROACIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y por fin traigo a Croacia y a sus naciones hermanas, la reconstrucción espiritual y el símbolo de la Paz.

Nuestro Padre Celestial nos ha bendecido con la presencia de la Madre Celeste en Medjugorje como también en este lugar, por medio de esta peregrinación, para llevar al mundo el despertar de la consciencia y el Amor que proviene del Corazón de Dios.

Yo le traigo a Croacia el tiempo de su renovación para que las almas puedan encontrar el camino de la luz que tanto buscan. 

Por eso, les ofrezco el símbolo de Mi Paz para que la paz esté en ustedes y en sus hermanos; para que no le tengan miedo al fin de los tiempos; para que con valentía y amor, con esperanza y fuerza interior, sus corazones caminen hacia el Nuevo Tiempo, el tiempo del Retorno de Mi Hijo, en el que muchos de ustedes, hijos de Croacia, serán partícipes de ese acontecimiento como muchas naciones también lo serán.

Por eso, alegren sus corazones, hijos Míos, el tiempo del cautiverio espiritual terminó. Las puertas de la Misericordia fueron abiertas aquí para que sus corazones y sus vidas se reenciendan en el amor y en la fe de Dios; para que sean testimonios, en este nuevo tiempo, de los Atributos del Padre Celestial, que deben estar presentes en ustedes y en todo el planeta para que el resto de la humanidad sea curada, para que el resto de las naciones reciba también Misericordia.

Hoy Yo los convoco aquí, hijos Míos, en el nombre del Amor de Dios, para que sus vidas sientan el alivio que necesitan y para que crean que en este nuevo tiempo que llegará, finalmente, todo cambiará.

El pasado ya dejará de ser una historia, el presente será su nuevo futuro para que estén más cerca de Dios.

Por eso, hijos Míos, necesito que sigan como hasta ahora, ofreciendo su devoción a la Madre de Dios, no solo como la Patrona de la Puerta de Piedra, sino como la Reina de la Paz que mes a mes los visita en Medjugorje para traerles la Luz de Dios y la esperanza que necesitan para enfrentar el fin de los tiempos.

Hoy su pasado es borrado, hoy su presente es bendecido y su futuro recibirá la Gloria de Dios para que la compartan con sus hermanos y familias a fin de que más heridas profundas sean cicatrizadas. 

El tiempo de la llegada de Mi Hijo les traerá nuevas oportunidades y gracias.  Estarán fortalecidos en Cristo para celebrar con Él, personalmente, Su nueva cena de redención y de amor que reunirá a todos los apóstoles de todos los tiempos y de todas las épocas, junto a los ángeles del Cielo y a la Madre Celeste, para celebrar y renovar a esta actual humanidad que sufre y padece sus propias consecuencias.

Por eso, hijos Míos, no solo amen a Dios, sino también amen a sus hermanos de Croacia, de Bosnia y Herzegovina, de Montenegro, del mundo entero para que la Paz brote en sus corazones y ya no existan más intenciones de conflictos y de guerras.

Pero si Yo estoy aquí, como la Reina de la Paz, nada sucederá, solo conocerán milagros espirituales para que sus vidas den testimonio de la conversión vivida en Cristo y por Cristo.

Hoy Mi Corazón de Madre, hoy la Señora de la Sagrada Puerta de Piedra siente un gozo en Su Corazón, no solo por la recepción del mensaje de Medjugorje en sus corazones, sino también, hijos Míos, por su recepción aquí en esta noche, en la que las puertas del Cielo están abiertas para traer la paz y la cura a ustedes y a sus familias.

Hoy Croacia cierra un ciclo, para comenzar uno nuevo bajo el reinado de la Madre de Dios, de Su Amado Hijo y de San José Castísimo.

Hoy Europa Oriental es muy trabajada por la propia mano de Dios, por los impulsos de Su Fuente Divina, por la obra de Su Gracia y Misericordia.

Quiero, hijos Míos, que ustedes y sus hermanos de Croacia y de sus naciones hermanas, por medio del Amor y de la Paz, busquen finalmente la reconciliación interior para que su Madre Celeste pueda seguir viniendo a Medjugorje, como lo sigue haciendo hace tantos años para acompañar sus pasos, para acompañar su conversión y redención.

Porque todo esto, hijos Míos, su cambio profundo y verdadero se refleja en el mundo entero y también en las naciones que están en conflicto y en guerra, como lo es en Medio Oriente.

Abran sus corazones a la posibilidad de amar como un servicio de caridad y de bien para que, en Europa Oriental, los Ojos de Dios siempre estén contemplando esta región del planeta y para que, a través de la Reina de la Paz y del mensaje de Medjugorje, ayude también a Rusia a vivir algún día su proceso de redención y conversión, y su consagración a Mi Inmaculado Corazón; porque aún, hijos Míos, el mensaje de Fátima está vigente, así como el pedido de su Madre Celeste.

Quiero fundar en este día una oración fraterna, ecuménica y amorosa por la Paz, como las oraciones que vienen realizando por las naciones para que la Paz de Dios esté presente en el mundo.

Es por ese motivo, hijos Míos, que vengo a pedirles la Oración por la Paz por Europa Oriental y Rusia, a fin de que ambas naciones, pueblos y culturas alcancen la consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Esta oración será ofrecida en croata y en ruso para que ustedes también, hijos Míos, recuperen las raíces de sus pueblos, la bondad y el amor que está presente en sus corazones como lo ha estado en sus generaciones anteriores, a fin de que la reconciliación divina esté en ambos lugares del mundo y las almas se puedan amar cada día más sin la necesidad de hacerse ningún mal.

Por eso, hijos Míos, la Faz de la Reina de la Paz, Madre de Medjugorje, será la Patrona de esta oración por la Paz que, a través del tiempo y del compromiso de los corazones orantes, creará las condiciones necesarias para que su Madre pueda seguir viniendo a Medjugorje como también a Rusia por medio de esta peregrinación.

Lo que Yo les pido en este momento, hijos Míos, es algo grandioso y desconocido para ustedes, pero obedezcan a Mis peticiones porque así las comprenderán. 

Hijos Míos, rezo por ustedes ante Dios y ante Mi Hijo, trayéndoles la esperanza y la fe como dones de Amor que colmarán sus corazones y vidas para que siempre se renueven en Cristo.

En este momento, hijos Míos, bendigo estas rosas que amorosamente colocaron a los pies de la Reina de la Paz para que, en ustedes y dentro de ustedes, renazca el Amor de Dios y la alegría eterna de encontrarlo siempre.

Yo los bendigo, los amo y les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Los bendigo bajo la autoridad de Cristo y bendigo a Croacia bajo la autoridad de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora, para llevar a Dios su gratitud y amor, elevando sus velas para irradiar la Luz de Cristo al mundo, cantarán Majko Bozja como lo hicieron al principio, alegrando el Corazón de la Madre de Dios.

Hasta pronto, hijos Míos.

Mi Inmaculado Corazón triunfará.