Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL OCTAVO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La procesión angélica ha llegado aquí junto con Nuestro Señor Jesucristo. 

Reverenciemos al Glorificado Cristo Solar y dejémonos invadir por la Luz de Su Divinidad, que hoy viene a mostrarse como el centro de toda la Creación.

Es esa Luz que nunca murió y que venció a la oscuridad y que aún la vence a través de los tiempos.

Participemos de este momento con la alegría de estar preparando Su Retorno a la humanidad.

Dejémonos guiar por la Consciencia del Cristo Solar que, revestido como un gran Sol, se muestra ante nosotros con el Poder de la Gloria del Padre a Su alrededor.

Contemplemos esa Luz silenciosa pero poderosa que Él nos ofrece. Reflejemos esa Luz de la Divinidad de Cristo en nuestro corazón, para que toda esta jornada, que hemos vivido con Él en estos ocho días, se selle como una poderosa alianza entre nosotros y Su Corazón. Agradeciendo por todas las Gracias recibidas y por los méritos que Él ha compartido a través de la Instrucción, contemplemos la Gloria de Nuestro Señor en Su faz de Cristo Solar.

Sintamos cómo todo el Universo se detiene por Su Presencia, ante este acontecimiento Universal que el Maestro trae para nosotros y toda la Creación.

En Su Presencia, rememoremos todo lo que hemos vivido en estos últimos siete días y todas las revelaciones que Él trajo con un solo fin, la redención de la humanidad, el despertar de las consciencias, el cumplimiento del compromiso de cada uno de Sus compañeros.

Agradezcamos por todas las experiencias que Él nos hizo atravesar y por todos los momentos de amor que Él compartió con cada corazón, renovando la vida de los que tienen esperanza en Su Nombre y despertando lo más verdadero y puro en cada ser humano.

Es así que hoy, en esta tarde, en este octavo día de instrucción con Cristo Jesús, el Cristo Solar viene a pedirnos nuestra divinidad, lo más profundo de nuestro ser, la verdadera luz que somos a los ojos del Padre Eterno, para que esté al servicio de Su Plan de Redención y de preparación para Su Retorno al mundo.

Que nuestra divinidad se coloque a los Pies de Nuestro Señor, así como hoy nuevamente nuestras almas se colocan a los Pies de Cristo, para que seamos colmados por Su Luz espiritual y cósmica.

Reconozcamos este momento como algo único en la historia de la humanidad. El Cielo tocando a la Tierra, Dios llamando a Sus hijos a través de Su amado Hijo.

Y vemos a Cristo llorar de gratitud por la fidelidad de los consecuentes, por las oraciones de los perseverantes, por el servicio de los incansables, por el sacrificio de los humildes, por la incondicionalidad de los obedientes, por los que aman a Dios y a sus hermanos así como Cristo nos ama a cada uno de nosotros.

En lo más profundo, nuestro ser recibe al Cristo Solar y comulga con el aspecto más inmaterial del Padre.

Hoy vengo a despedirme del mundo porque este será mi último año de instrucción con ustedes, después de que se cumpla la Sagrada Semana en el mes de agosto.

Yo ya no vendré más, pero Mi Espíritu será su fortaleza, porque les he dado todo y he podido cumplir, a través de Mis compañeros, la obra de la Misericordia que deberá seguir resonando en el mundo a través del sacrificio total de sus vidas, hasta que les llegue la hora de ingresar al Cielo para entrar en el Paraíso de Dios

Me despido ahora para que no sientan Mi falta. Quisiera estar más tiempo con ustedes, pero Mi nueva hora se aproxima. Momento en el cual la humanidad será juzgada universalmente para poder reconocer sus errores y enmendarlos, a través de los frutos de la conversión y de la Misericordia que Yo he entregado para cada una de sus vidas.

Pero no sufran porque Yo no pueda estar más, porque los encontraré a través del Sacramento de la Eucaristía. Y cuando se cumpla el final de Mi tarea con ustedes, todo sucederá.

Pero no tengan miedo, Mi Madre estará con ustedes. Su Amor los protegerá y los levantará del suelo cuando no tengan fuerzas, porque Su Amor es incondicional. Por eso les entregué lo mejor que tiene Mi Vida: la Madre de Dios.

Mientras no hablo con ustedes y hago silencio, recuerdo los encuentros que hemos vivido en los últimos seis años. Recuerdo la fuerza de la fe de cada uno de mis compañeros y la fidelidad de los que guardan el cumplimiento de Mi Obra, a través de los Sacramentos y de cada encuentro de oración.

La Luz de Mi Gloria desciende a la Tierra para bendecir a los que darán continuidad a Mi Obra en el mundo, bajo el espíritu de la Iglesia y del ecumenismo.

Así como Yo mandé a los apóstoles, de dos en dos, hoy los envío a todos ustedes a dar testimonio de Mi Presencia en todas las naciones del mundo. Que la Palabra del Cristo Glorificado sea escuchada en todas las lenguas, para que en el corazón de los que más necesitan resuene la misma fuerza y Gracia que resonó en sus corazones en estos últimos años.

Todo se ha consumado.

Así como entregué Mi Espíritu en las Manos del Padre, hoy entrego sus espíritus en las Manos de Dios, para que nunca se olviden de todo lo que les he dejado a fin de que se cumpla Mi designio espiritual en cada uno de ustedes.

Hoy Me voy con Mi Corazón lleno del amor y de la gratitud de mis compañeros, de los que no han tenido miedo a la transformación, de los que no han tenido miedo de proclamar su fe y su fidelidad a Cristo.

Mi Iglesia espiritual y celestial los abraza, así como hoy abraza al mundo entero, para que la cura se establezca en la humanidad y en todo el planeta, porque Mi amor nunca los dejará.

Mis últimos mensajes serán los más definitivos, desde ahora hasta agosto.

Y ustedes con todo los que han aprendido de Mi Palabra y de la fuerza del Amor de Dios, siempre deberán erguir Mi Iglesia espiritual sobre la superficie de la Tierra, para que cada alma sea el templo vivo que Yo necesito para poder retornar y cumplir con las Escrituras, así como las Escrituras se cumplieron durante Mi Nacimiento.

Cristo se ha colocado extendiendo sus brazos en Cruz como el Cristo Redentor y la Luz de Su Corazón ilumina al mundo y a todo lo que está dentro de él, para sellar esta alianza con el Plan Divino.

Si fuera de urgencia y necesidad para el mundo, Yo podría venir extraordinariamente a ustedes, para que puedan ser guiados y conducidos siempre por el camino de la Verdad.

Aunque Mi tarea ya esté terminando entre ustedes, así como terminó entre los apóstoles, podría reaparecer para dar y entregar las últimas instrucciones, conforme Mi Padre Eterno lo determine.

Lleven Luz para el mundo, para que el mundo, a través de la Luz, encuentre el amor y la esperanza de renacer a la vida todos los días.

Hijos, compañeros y amigos Míos, consumando este trabajo en el octavo día de instrucción crística para el mundo entero, en la plenitud del agradecimiento del corazón, oremos juntos la oración que Yo les enseñé en arameo, suavemente.

Padre Nuestro (en arameo).

Bienaventurados los que lloran, porque siempre serán consolados.

Bienaventurados los que perseveran, porque siempre encontrarán el Reino de Dios.

Bienaventurados los que sirven, porque verán a Dios.

Bienaventurados los que se sacrifican por Mí, porque estarán Conmigo en la Vida Eterna.

Hoy daré la bendición pascual después de la bendición dada por el Santo Padre, el Papa Francisco. Hoy estoy debajo del embajador de Cristo en la Tierra, porque los discípulos y servidores de Cristo siempre podrán dar pasos más grandes en el amor a los que Yo di.

Que la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo los acompañe y los bendiga para que estén en Mi Paz.

Celebremos esta Eucaristía de Resurrección dentro de la Iglesia Celestial.

Hoy, todos los consagrados que están aquí presentes, representando a todas las órdenes religiosas del mundo, así como todos los sacerdotes que hoy están aquí presentes, representando a todos los sacerdotes del mundo, subirán a este escenario para que juntos vivamos la consagración del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.

“Padre, Tú sabes que la humanidad siempre se ha equivocado, pero Tú también sabes de todos los que han escuchado Mi Llamado y han respondido a Mi Voluntad. En esta hora crucial del planeta, sírvete de todas las entregas y sacrificios de Tus hijos, de aquellos que nunca bajaron los brazos ni tampoco desistieron de cumplir con Mi Voluntad”.

“Este es el mayor ofrecimiento que Mi Corazón Te hace en este día, para que pueda descender Tu Gracia, Tu Amor y Tu abundancia espiritual, y así todo pueda ser renovado. Amén”.

Hoy estoy con los apóstoles de los últimos tiempos, y así como celebré la Eucaristía con Mis apóstoles después de la Resurrección, hoy vengo a celebrar con ustedes esta Comunión espiritual, para que sus consciencias siempre se puedan renovar.

Por eso vuelvo a tomar el pan y ofreciéndolo a Dios para que sea transubstanciado, lo entrego a ustedes diciéndoles: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Ofrezco al Padre el Cáliz de la redención y de la renovación, para que el vino sea transubstanciado en la preciosa Sangre de Cristo, y les vuelvo a entregar este Cáliz, diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza entre las almas y Dios, Sangre que fue derramada por los hombres para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

En unión con la Santísima Trinidad, por todas las Gracias y méritos recibidos, como  triunfo de la dolorosa Pasión de Jesús y por la cura urgente y necesaria de la humanidad, recemos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta alianza y consagración espiritual e interna.

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz y el Amor de Cristo desciendan a la Tierra.

¡Te damos gracias, Señor, por cuanto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES RECIBIDO EN EL EMBALSE DE GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy desciendo a la Tierra, y a través de Mi consciencia enciendo los Espejos del Cosmos, para que los Espejos y las Puertas del Universo traigan la ayuda que la humanidad necesita urgentemente en este ciclo.

Encendiendo los Espejos y abriendo las Puertas del Universo, traigo los Atributos de Dios para todos, aunque la mayoría de la humanidad en este momento sea inconsciente de lo que eso significa para este tiempo.

Encendiendo los Espejos, traigo la corriente poderosa de la Paz, para que los planos espirituales de este planeta y de la consciencia humana sean transmutados y liberados, para que desde los planos más invisibles hacia los planos más materiales no sigan descendiendo las interferencias que impone Mi enemigo en las naciones y entre las almas.

Este es el tiempo de comprender el movimiento del Universo y de la Jerarquía para que, siendo más conscientes y estando más disponibles, acompañen a la Divinidad en todo lo que hay que hacer en este ciclo.

Toda la ayuda necesaria será entregada por el Universo a la humanidad, pero sí o sí corresponderá a la consciencia humana dar una respuesta consciente y verdadera para recibir toda la ayuda que necesita y así no solo se puedan liberar las almas, sino también las cadenas de la opresión, de la explotación y de la conquista que llevan adelante muchos seres humanos en este momento, acciones graves que ante la Justicia Universal tienen un precio, una consecuencia y una respuesta que en algún momento se dará.

Pero por medio de los Espejos del Universo que hacen descender la Luz sobre el planeta y la humanidad, vengo a interceder como Madre del Mundo y Madre de todo el género humano para que pueda existir una posibilidad de Misericordia y de redención.

Es así, que reúno a todos los Comandos del Universo, a todas las consciencias que sirven incondicionalmente a Dios, en el Universo y en la Tierra, para que en esa unidad y en esa hermandad se establezca interiormente la oportunidad que muchas, pero muchas, consciencias necesitan para poder seguir evolucionando en el próximo ciclo de la Tierra o en otras partes del Universo.

Todo será readecuado. Todo se transformará. Nada quedará igual a como es ahora. El Universo intervendrá y traerá lo nuevo para toda la consciencia humana y, especialmente, para este planeta que soporta las agresiones del hombre de superficie todo el tiempo.

La cura espiritual concedida por el Universo no solo será para los seres de superficie, sino también para toda la Creación manifestada en este planeta azul, que es su casa, que es su hogar, es su morada para poder vivir las experiencias del perdón y de la redención.

Los seres humanos se olvidaron que están de paso por este planeta y que después partirán hacia otras regiones del Universo para aprender lo que no pudieron aprender aquí.

Pero aquellos que se abran y se dispongan a escuchar a la Jerarquía y a cumplir lo que Ella pide serán mediadores, serán intercesores, serán colaboradores con aquellos que viven en la ignorancia, en la ceguera de estos tiempos y que han perdido el sentido de la realidad y de la verdad.

Por eso, todos los elementos del planeta, todas las fuerzas cósmicas del Universo que trabajan para establecer el Plan de Dios, se reúnen y se congregan porque este tiempo lo amerita. Y la necesidad es más urgente de lo que los ojos pueden ver y de lo que el corazón puede sentir.

Hoy vengo como una Madre que gobierna el macrocosmos, que gobierna el planeta, que a lo largo de los tiempos y de infinitas Apariciones en todos los momentos culminantes de la humanidad, ha intentado ayudar a los hijos de Dios y lo seguirá haciendo hasta que la última alma, más perdida y sumergida en la oscuridad, reciba la oportunidad de redimirse y de encontrar el camino de la Luz, el camino que perdió hacia el Padre Celestial.

Por eso, todas las huestes angelicales también se congregan y se movilizan para que los planos espirituales estén dentro del orden y de la armonía universal, aunque sabemos que la propia consciencia humana genera muchas situaciones que desarmonizan y que generan caos en la propia raza humana.

Todos los seres humanos, creyentes o no creyentes, ateos o devotos, o incluso de otras religiones, deben tener presente y deben ser conscientes de lo que están generando, de lo que están produciendo no solo para el planeta, sino para su propia civilización.

Mientras tanto, hacemos todos los esfuerzos, realizamos todas las operaciones posibles y llevamos adelante todos los pedidos del Universo para mantener las Puertas abiertas del cosmos, porque son las Puertas que no solo liberarán el caos hacia otras regiones del Universo, donde será transmutado y liberado, sino que también esas Puertas que son profundamente internas, espirituales y cósmicas, traerán para todos la Gracia de Dios.

Cuando el ser humano reconozca que no tiene poder por encima de todas las cosas y más allá de Dios; cuando recline su cabeza sobre el suelo, pida perdón y haga penitencia, la ayuda del Universo será más fuerte, el cambio de la consciencia será más rápido y ya nadie más perderá el camino hacia el Amor de Dios.

El cambio de las grandes situaciones humanas, de los grandes problemas de las naciones y en los pueblos, deberá comenzar primero dentro de cada ser, porque si cada ser no está en contacto con Dios, con el Único o como lo quieran llamar o nombrar, nada se resolverá.

Abran las puertas de sus corazones, extiendan sus brazos hacia los que sufren, acojan a todos los que no son aceptados, los que no son comprendidos, los que no quieren cambiar. 

Sean misericordiosos, sean bienaventurados, sean pacificadores de Mi amado Hijo, y el mundo cambiará en las pequeñas cosas de la vida para después poder cambiar en lo más grande y en lo más extenso. Cada ser debe ser responsable por su redención y por su entrega.

Les dije una vez, amados hijos, como le dije al mundo, que no colocaran la responsabilidad en Dios ni en nadie más. Cada ser en este tiempo debe percibir las consecuencias y la responsabilidad en todo lo que hace y en todo lo que practica.

El Universo está allí para escucharlos, para recibirlos, para atenderlos y para auxiliarlos, solo depende de una actitud correcta y pacífica, de un arrepentimiento y de un cambio verdadero, porque si eso no está, la ayuda no llegará.

Son muchos los males, las adversidades y el caos que la propia raza ha generado en sus vínculos con Mi adversario. Pero ahora un tiempo de tregua llegará y durante ese tiempo las almas, las consciencias y Mis hijos tendrán la oportunidad única e irrepetible de cambiar y de revertir algo de todo lo que sucede.

Yo vengo como una Mensajera del Universo en nombre de muchos mensajeros más que circundan y que habitan este macrocosmos y más allá de esta galaxia para decirle al mundo que estamos atentos, que estamos acompañando la gravedad de estos tiempos. Pero necesitamos y suplicamos que se detengan, que reflexionen, que mediten y que ya no hagan más el mal. El sufrimiento no puede ser el camino de la pérdida de cientos de consciencias inocentes que son maltratadas, explotadas y vendidas como animales en los establos.

Es hora de detener las raíces de la adversidad generadas por Mi adversario en los ideales del aborto, de la explotación de la naturaleza, de la matanza desmedida de los animales del mar y de la tierra, de la transgresión y de la contaminación que producen todas las grandes industrias del planeta por la ambición del poder y del dinero, que solo existe en la consciencia del hombre.

Reviertan su actitud y el Apocalipsis cambiará. No ostenten ni deseen lo que no les corresponde. Sean agradecidos por todo lo que los rodea y no perderán la paz.

Les agradezco en nombre de muchas consciencias del Universo por haberme escuchado con valentía y coraje, con apertura y principalmente con gratitud.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LOS COCOS, PUNILLA, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, vengo al mundo por los seres humanos de superficie que padecen el genocidio, la aniquilación y el exilio.

Vengo, en este ciclo, a rezar e interceder con toda la fuerza de Mi Corazón por todos los que, en estos tiempos modernistas, sufren las consecuencias de otros seres humanos.

Si en estos tiempos y en este ciclo se está dando en el mundo este tipo de masacres, así como la que vive diariamente el Reino Animal, la deuda de la humanidad y de las naciones que promueven ese tipo de acciones crecerá desproporcionadamente y esa deuda se tornará impagable. Es decir, que nadie podrá hacerse cargo de esta situación.

Si entre hermanos suceden esos acontecimientos en estos tiempos, significa que la humanidad ha retrocedido en el espacio-tiempo y ha generado un estado de involución espiritual, nunca antes visto.

Lo mismo sucede con el Reino Animal que, desde tiempos remotos, es el principal objeto mundial de masacres nunca antes vistas y de las formas menos pensadas. Esa es la razón por la cual la humanidad paga el precio de sus actos con su propia sangre, aumentando la acción de la Justicia Universal en este dolorido planeta azul.

Por otra parte, este mundo continúa en este Sistema Solar por una Gracia inexplicable que nunca podría ser comprendida y que permite que esta raza sobreviva a sí misma.

La presencia de ciertas almas destacadas en esta humanidad, en este tiempo, permite crear un vórtice planetario que sustenta, alivia y trasmuta la realidad planetaria, al punto de disolver situaciones espirituales y físicas irreversibles.

Pero, cuando llegue el día del Juicio Universal, este vórtice de Luz, que es sostenido por diversas almas en el mundo, se desactivará y la humanidad se tornará despierta y consciente de sus más graves errores.

En ese momento, deberemos rezar, porque esas almas que están presentes en esta época del planeta realizarán su gran y última tarea por la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE MENSUAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE GOIÂNIA, ESTADO DE GOIÁS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El tiempo de la Justicia universal llegará.

Por eso, vengo a llamar a los más pecadores e imperfectos para que, en honra al Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús, reciban la última chance de vivir la conversión y la redención, pues no quedará piedra sobre piedra y nadie lo podrá impedir.

Vuestro juicio ante todo el universo celestial y angelical está próximo, pero si mis almas buenas continuaran orando de corazón y sin obligación o compromiso prometo, antes de la última hora, prestar ayudar a las almas que han manchado, con su soberbia y negación, el Corazón de Mi Padre Eterno.

Enviaré en vuestro auxilio a Mis Ángeles Custodios para que, en las horas más difíciles, en las que la Tierra se purificará intensamente, ellos guíen vuestros pasos y a todos los cenáculos de oración en donde se glorifique a la Santísima Trinidad.

Reciban la ayuda que necesitan, Mi Iglesia verdadera plena de apóstoles simples ya cumplió la parte que le correspondía, delante de la Ley y de la instrucción.

Nadie, en este mundo material, podrá decir que no conoció al Hijo de Dios, Aquel que vendrá entre las nubes trayendo la balanza de la Justicia y el Cetro contra la impunidad y el sufrimiento.

El Hijo de Dios vendrá en la omnipotencia de Su humildad, de Su humildad alcanzada, y no habrá quien no lo vea venir en esplendor celestial y en Amor misericordioso.

Las escrituras sagradas se cumplirán de una forma desconocida para los impíos y los crueles.

Pero Mi soberanía pertenece al Universo Mayor, desde donde descenderá la Gloria de Dios y el Reino de Su eternidad.

Prepárense, arrepiéntanse y oren con amor luminoso para que las últimas penumbras del horror humano no toquen ni influencien vuestros corazones.

Quien no sea humilde y manso no lo soportará. Por eso, ahora que están a tiempo de poder revertir todo, sean inteligentes, busquen una vida de confraternidad y de pureza, así estarán protegidos de las interferencias del adversario y de ustedes mismos.

Les envío Mi Paz, y Mi Paz les entrego, ya no hay nada mejor que hacer en esta vida que orar y servir.

Acepten el tiempo del apocalipsis que están pasando, siéntanse protegidos por Mi Espíritu paterno y no pierdan tiempo ni espacio con los malos entendidos. Ya no sean puertas del pasado, sean instrumentos de Mi insondable e infinita Misericordia.

Recuerden lo que hoy les digo, estas ya son Mis últimas Instrucciones y Mensajes para la humanidad. Vivan en la fe y salgan del mundo de la desesperación y de la inquietud desordenada.

Oren, oren, oren Conmigo y vigilen.

Búsquenme en el Santísimo Sacramento del altar y serán dignos de regresar algún día a Mi Reino de Paz y de Amor.

Bendigo en esta noche a los que no merecerían Mi bendición, así podrán sentir la magnitud de Mi Amor por todos ustedes.

Les dejo Mi Paz, bajo la Misericordia de Dios sean bienaventurados, les agradezco por acompañarme.

Vuestro Redentor, Cristo Jesús

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús llegó aquí con Su esplendor como Sagrado Corazón de Jesús y Su Presencia luminosa y amorosa estaba rodeada de seis ángeles que portaban en sus manos un Santísimo que ellos proyectaban como espejos de luz sobre nuestros seres.

Y, allí, el Maestro fue haciendo un trabajo en nuestro interior, viendo la necesidad de cada uno de nosotros, de la ciudad y del planeta.

 

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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