Vigilias de Oración
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para poder llegar hasta aquí, tuve que recorrer los umbrales más oscuros del planeta, y sé que ustedes, hijos Míos, no saben lo que esto significa; pero todo esto es posible a través de la oración de Mis hijos, a través de la esperanza de cada corazón que clama a Dios.

Esto, Me permite interceder y pedirle a Dios una oportunidad para Mis hijos; aunque esta Gracia, en este momento, no sea merecida.

Hoy, Mi silencio habla más que las palabras y es necesario en estos tiempos, hijos Míos, que se sumerjan en el Silencio de Dios para sentir lo que Él siente, para vivir lo que Él vive, para ver lo que Él ve con Sus propios Ojos.

Por eso, Él Me envía una vez más. Él Me envía como Su Mensajera, pero también como Su Portavoz, para recordarle al mundo que detenga las armas, que abandone las ideas propias de la guerra, de una conquista de las naciones del mundo que nunca sucederá.

¡Ay de aquellos que no le temen a Dios!

¡Ay de aquellos que desafían Sus Leyes y Su Voluntad!

Por eso, todos Mis hijos deberán seguir rezando fervorosamente, así como los ángeles rezan de forma perpetua con sus rostros en el suelo. Es la forma por la que Dios le concederá a la humanidad una oportunidad.

Las armas desafían la Ley. Los hombres no conocen la Creación ni tampoco saben de dónde provienen, no pueden usurpar el misterio, porque aún el misterio no fue revelado. Cristo es el propio Misterio, que se revelará a todos a través de Su Retorno.

Así como los Libros, se abrirán los sellos; así, Cristo revelará Su verdadera Faz y no habrá quién la pueda ocultar; porque Él vendrá en el momento más culminante del planeta y ese momento ya está muy cerca, más cerca de lo que parece.

En estos dieciséis años que han estado Conmigo, momento tras momento, paso tras paso, hemos construido juntos una fortaleza espiritual que ni siquiera la Iglesia de Cristo en la Tierra la ha alcanzado.

Por eso, también deben rezar por aquellos que no consiguieron responderle a Mi Hijo; porque el camino de los Nuevos Cristos es un camino desconocido para todos, pero no es un camino imposible, es un camino de desafíos y de trascendencias. Es ese Camino de Cristo, Nuestro Señor, que los convertirá en Sus apóstoles de verdad, sin ilusiones y sin expectativas propias.

Eso es lo que Mi Hijo necesita en este momento para terminar de concretar Su Retorno. Así como Él los llamó a ustedes, Él llamó a toda la Iglesia extendida en la Tierra para que lo representara como la Luz del mundo, aquella Luz invencible que muchos buscarían en el fin de estos tiempos; porque en esencia es la Luz de la Jerarquía, es una Luz que nunca cambia, es una Luz que nunca desaparece, porque es parte de la Luz Eterna.

Es en lo más profundo de cada ser en donde Cristo comenzará a concretar Su Retorno, y así como los primeros apóstoles y seguidores y seguidoras del Señor deberán dar la vida por el mundo, si así lo aceptan.

El camino crístico no es un abismo entre ustedes y el Cielo. El camino crístico es un puente para todos los que quieran ser consecuentes con Él, y estar junto a Él donde Él lo necesite y cuando lo necesite. La decisión solo está dentro de ustedes, y en ningún otro lugar.

Dejen que el Amor de Mi Hijo los arrebate, que Él los convierta en lo que tanto espera en estos tiempos. Porque así, Sus nuevos apóstoles estarán en lugares del mundo que nunca habían pensado, estarán preparando a las multitudes y a los pueblos para Su llegada. Y esto no será con grandiosas obras, sino con ejemplos verdaderos y simples que moverán a los corazones al cambio.

Yo vengo como la Madre que prepara ese momento, porque Él Me lo ha pedido y Yo Soy Su Esclava, Soy la Esclava del Señor porque se ha hecho en Mí Su Palabra.

¿Los que son llamados a ser los últimos apóstoles de los últimos días, han decidido que la Palabra de Dios se haga en ustedes?

He visto con Mis propios Ojos, con los Ojos de la Madre de Dios, que en muchos se ha hecho la Palabra de Dios, a pesar de las tribulaciones y de las pruebas.

Por eso, a pesar de este mundo aterrador, a pesar de lo que vean a su alrededor, colóquense disponibles. Ya no se escondan de Dios, vayan al encuentro del Padre Eterno y les aseguro que serán felices, serán libres, así como Yo lo fui al escuchar el llamado del Arcángel Gabriel.

No se olviden, Mis hijos, de que Yo Soy una más con ustedes. Soy la Virgen Madre, la Rosa de la Paz, la Consoladora y Abogada de los que sufren y de los que claman.

No se desesperen, no se angustien. Ya no miren la oscuridad, miren hacia la Luz que Cristo les ha dejado adentro. Así, encontrarán la fuerza como Yo la encontré al ver a Mi Hijo clavado en la Cruz, entregando por todos lo más grande que tenía en Mi vida, así como muchos de ustedes, y muchos de sus hermanos del mundo que sirven a Cristo, han entregado sus familias y lo más preciado que tienen por responder al llamado desconocido de Cristo.

Pero los Ojos de Jesús, de Mi Amadísimo Hijo, están sobre sus seres queridos. Él mismo los cuida, Él mismo los protege con Su Manto; así como Él intenta todos los días, aunque sea Rey, proteger sus pasos, los pasos de los que dicen ser Sus apóstoles.

Solo les aconsejo algo, Mis amados hijos, que se rindan a los Pies de Jesús, así como Santa María Magdalena se rindió a Sus Pies y, con sus propias lágrimas, lavó los Pies del Señor, porque era un alma que le pedía rendición.

¿Qué habrá significado este gesto para Jesús?

¿Qué habrá significado para Mi Hijo que la Santísima y Humilde Esclava de Dios besara los Pies de Jesús en lo alto del Monte Calvario?

Pero Él, en Su mayor agonía y padecimiento, renunció por Mí y por cada uno de ustedes, cuando antes de morir Él Me dijo: “Madre, he aquí Tu hijo; hijo, he aquí tu Madre”. Y hoy, Yo como su Madre, la Madre de todos, estoy cumpliendo esa promesa.

¿Se han dado cuenta, Mis hijos, qué significa para Mí que ustedes y sus hermanos y hermanas del mundo caminen al lado de María y que su Virgen Madre camine al lado de Sus hijos, pacientemente, esperando el paso de cada uno de ustedes?

No hay nada más maravilloso en este mundo que el Reino de los Cielos, en donde los ángeles, elementales y devas, las grandes potencias creadoras del universo, se reúnen para adorar y alabar el Nombre de Dios.

Y, aunque Mi Corazón está lastimado por lo que ve de este mundo enloquecido, cuando Yo puedo descender del Cielo, como en este día, Mi Corazón se conforta, Mi vida se anima por todos los que Me aman, porque el amor no se queda Conmigo, el amor va directo al Corazón de Dios.

Y Él, así, abriendo Sus Brazos y extendiendo Sus Manos sobre el mundo, derrama Sus amorosos Rayos de Piedad y Misericordia, renovando a través de los últimos Cristos a toda la faz de la Tierra, especialmente, a través de aquellos que anónimamente sirven a Dios.

Ahora le hablaré a cada uno.

Hijo Mío, hija Mía, ¿por qué sufres? ¿No estoy Yo aquí? Y, a través de Mí, ¿crees que vives en Dios, así como Mi Hijo vive a través de Sus hijos, de todos Sus compañeros?

Decídete, libérate de tu propio peso y confía, porque hay algo maravilloso para ti, que Dios escribió en el universo con Su propia Mano.

Entrega todo lo que tienes, entrega todo lo que eres, y te aseguro que no te arrepentirás. Porque, a pesar de los desiertos o de la angustia, Mi Hijo todo lo renueva; así como Su Sangre y Su Agua, que brotaron de Su lastimado Corazón en lo alto de la Cruz, renovaron al mundo entero.

Deja que tu alma guíe la barca de tu vida. No le temas al naufragio, no le temas a las derrotas, afírmate en la esperanza de Mi Corazón Misericordioso y del Corazón Misericordioso de Mi Hijo.

Consagra tu vida a San José y Él te guiará a través de Su Mano para que descubras la grandiosa Voluntad de Dios, que te hará libre para siempre, rompiendo los grilletes de la ilusión, rompiendo las cadenas de la inercia y abriendo los portales al gran encuentro, al encuentro de tu espíritu con el Espíritu de Dios.

Yo les agradezco por tener la valentía, todos los días, aunque no sepan cómo hacerlo, de seguir las Huellas de Luz de Mi Hijo. Y les agradezco a todos los que oran por la paz, porque es muy urgente en este momento, especialmente la paz en los corazones que ya no la tienen.

Nunca, pero nunca, se olviden de ser agradecidos, así aliviarán al Corazón de Dios de tantas ingratitudes.

Sean guardianes de los Tesoros de Dios. Sean celadores de Nuestros Mensajes y, sin que lo perciban, en el gran día prometido, la Palabra de Dios se cumplirá en ustedes, así como se cumplió en la Esclava del Señor.

Ahora, volvamos a cantar a la Señora de Kibeho, la Madre del Verbo y de la Palabra, la Madre de África. Cantemos por el herido pueblo africano, sometido por la guerra, perseguido por su fe, condenado por los sistemas del mundo enfermo, por el hambre de cuerpo y de espíritu.

Clamen, a través de la Señora de Kibeho y por medio de esta canción, por Mi amada África. Y recemos, desde ahora, para que Nuestros Sagrados Corazones vuelvan a África el año que viene. ¿Están prontos para este desafío?

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En la Luz de Cristo, los bendigo para que la paz esté en ustedes y en todas las naciones, especialmente en las naciones que más la necesitan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los amo, mucho más que lo que ustedes pueden imaginar.

Aférrense a Mi fortaleza espiritual y siempre verán la Luz de Cristo en el horizonte. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y ahora, vamos a cantar esta canción a la Señora de Kibeho, respondiendo al pedido de la Santísima Madre, para que las Gracias del Corazón Inmaculado de María se derramen sobre África y el mundo. Y, especialmente, para que el Manto de Luz de la Madre de Dios guarde y proteja a los niños, jóvenes y adolescentes de toda África, y la Madre de Dios les otorgue la Gracia del alivio y de la esperanza.


Canción: "Our Lady of Kibeho".


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Queremos terminar esta Vigilia de Oración haciendo un relato, a pedido de nuestra Madre Divina.

Vamos a intentar repetir todo lo que pasó, sin perder una palabra, porque hoy la aproximación y la Presencia de María fueron muy fuertes.

Lo primero que quería decir, antes de olvidarme, es que esta Vigilia de Oración Ella la sintió verdadera, muy sincera y muy honesta por parte de cada uno.

Cuando Ella llegó, nos preguntó si nosotros como Obra, como peregrinos, como orantes, estaremos dispuestos a acompañar a María los días 24, a través de este formato de Vigilia de Oración; porque Ella nos dijo que, con todo lo que está atravesando la humanidad y el planeta, lo único que en este momento nuestra Madre tiene para ofrecerle a Dios son nuestras oraciones, que nos reunamos como grupo y como almas en oración junto con Ella.

Y siento que todos internamente estamos dando ese sí, para que a partir de hoy retomemos este formato de Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones, para que podamos, junto con María, fortalecer esta escuela de oración que Ella nos ha enseñado y, especialmente, podamos orar por todas las causas urgentes, respondiendo a Su pedido.

Hoy, cuando la Madre Divina llegó, como siempre lo hace, atravesando los portales de los Cielos de forma gradual, Ella nos llevó como consciencias a los lugares de los abismos más oscuros del planeta, que son abismos espirituales que no se ven con los ojos físicos.

Y Ella realizó ese movimiento y presentó esa situación como los presentó en el tercer secreto de Fátima. La Virgen Madre atravesaba una ciudad completamente destruida por la guerra y por las armas, se escuchaban gritos de sufrimiento y de dolor, había personas a las que les faltaban piernas, brazos.

Ella era la única Luz que allí brillaba, y esa Luz brillaba a través de Ella por nuestras oraciones de este día. Ella recogía cada cuenta de oración de esta Vigilia y también todas las oraciones que hemos hecho en estos dieciséis años de Apariciones para ofrecérselas a Dios como un acto de expiación y de misericordia.

En mi caso personal, realmente, yo quedé muy impactado por lo que vi. Pensé que no iba a poder continuar con la tarea. Y cuando Nuestra Madre lo percibió, Ella recogió esa escena y trajo el Cielo.

A medida que hablaba, Ella se iba acercado a cada uno de nosotros. Podría decir que hoy Ella estuvo tan cerca como nunca antes lo estuvo.

Y Ella, no solo espiritualmente levantaba al planeta de donde está en este momento, a la humanidad, a los pueblos, a las naciones que están sufriendo, sino que también Ella nos levantaba a cada uno de nosotros.

Y Su Amor, ese Amor puro de María, inconfundible, iba transformando las miserias del mundo y nuestras propias miserias. Y Su Amor en una forma de Luz, que emanaba de Su Corazón Inmaculado, iba ingresando en aquellos espacios de nuestra memoria celular y espiritual, donde hay muchas marcas, donde hay muchos miedos.

Ella lo que hacía era animarnos, y con Su Amor nos envolvía y nos transformaba en algo nuevo, nos separaba de esa oscuridad, que a veces atravesamos, y así lo fue haciendo también con el planeta.

Hoy, Ella era como una Gran Peregrina y Servidora, y Sus Ojos lo podían ver todo; nos veía a nosotros tal cual somos, no con juicio, no con condenación. Era fuerte ver la Mirada de Ella, porque era de un Amor que no es de este planeta. Ella emanaba ese Amor de Dios e iba cerrando así muchas puertas en nosotros y en el mundo. Y Su Verbo, que era el Verbo de Dios, construía nuevos puentes internos para cada uno de nosotros, para que nos animáramos a atravesar esos puentes, en estos tiempos, hacia esa esperanza que Ella hoy nos traía espiritualmente.

Luego, Ella hizo una tarea espiritual importante con África. Allí, volvió a presentar un escenario durísimo, que eran los niños muriendo por la desnutrición y las madres, de esos niños, desesperadas. María alimentaba a esas madres con Su fortaleza espiritual, aliviaba el corazón de esas madres y también la Madre Divina iba recogiendo en Sus Brazos a todos los niños.

En síntesis, eso fue lo que pasó. Muchas otras situaciones se presentaron durante la Aparición, pero la mejor forma de recordarlas es rever este momento que vivimos con la Madre Divina.
Así que nos queda este compromiso, a partir de hoy, de orar juntos en estas Vigilias de Oración por la Paz en las Naciones todos los días 24. Los días 12 de cada mes también habrá Vigilia de Oración, así como lo instauró Nuestra Señora hace tantos años; pero el día 12 de cada mes, María quiere que Sus hijos sigan orando, así como lo hacen todos los días 12.

Vamos a agradecer una vez más y a llevar las Palabras de María al corazón.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 115.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el planeta a Mis Pies, siendo irradiado por los Rayos de Mi Corazón Misericordioso.

He aquí las almas en este planeta azul, en la escuela de la redención y del perdón.

Yo Soy parte de este sagrado planeta, Soy parte de la humanidad porque nací entre ustedes, viví entre ustedes, prediqué para ustedes y sufrí por ustedes, por una sola causa, por causa del Amor de Dios.

Por eso, quiero que, en esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, contemplen ante ustedes al planeta y todo su sufrimiento; para que los Rayos de Mi Insondable y Divina Misericordia, que brotan de Mi Corazón, puedan abrazar aún más al mundo y a las almas, especialmente a las condenadas al fuego del infierno.

Por eso, hoy les hablo y Me presento a todos Mis compañeros, a todos Mis discípulos y discípulas, desde el Sagrado Montserrat, desde donde hace eco la Voz de Dios, a través de los planos internos de los que tienen el corazón abierto para poder escuchar y reconocer la Presencia del Señor.

Hoy, estoy una vez más aquí con ustedes, por todo el planeta, por sus océanos y Reinos, por sus florestas, sierras y montañas, por toda la vida y por toda la Creación, gravemente ultrajada en este tiempo por la mano del hombre, por la inconsciencia de los que ambicionan el poder.

Pero, He aquí Mi Corazón Insondable que no deja de derramar Sus Gracias sobre el mundo y sobre todo el universo.

He aquí el Corazón silencioso de Cristo, que padece los martirios y los pecados de la humanidad. El Corazón de Cristo que se ofrece una vez más por las almas; el Corazón que se abre como una gran puerta para que todos la puedan cruzar, sin excepción.

Mis Rayos, los Rayos de Mi Corazón, necesitan llegar aún más al planeta, a toda la esfera terrestre. Graves son los errores que se cometen en este tiempo y ustedes ya lo saben. Pero aún el cambio de la consciencia no está sucediendo; no en la mayoría, sino en una minoría.

Es necesario seguir orando de verdad y comprometerse con la fuerza y el poder de la oración, porque mientras esto no suceda, mayores serán los ultrajes del mundo, mayor será el peso de la Ley y sus consecuencias.

Es momento de que puedan ser irradiados por la Luz de Mi Corazón, como muchas veces lo hice por Amor y Misericordia.

No permitan que las puertas de Mi Gracia se cierren. Abran esas puertas de par en par a través de su consagración y de su servicio no solo al Reino Humano, sino también a todos los Reinos de la Naturaleza, para que el dolor de los más inofensivos Reinos de este mundo sea aplacado y aliviado, aunque sea un acto pequeño o anónimo. Esto ya aliviará mucho el sufrimiento del mundo y de los Reinos.

Para que nazca una Nueva Humanidad, para que surja un nuevo planeta, es necesario que invoquen, a través de la oración, la Ley de la Cura; porque muchas heridas aún deben ser sanadas, muchos acontecimientos dolorosos deben ser disueltos para que triunfe el Amor de Dios en todas Sus Criaturas.

En esta Maratón y antes del importante mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual tomará nuevas decisiones sobre este Proyecto Humano, vean aquí a Mi Corazón Misericordioso, derramando la Sangre y el Agua, a través de Sus Rayos, sobre este planeta herido y ultrajado.

Que se levanten de los abismos.

Que se levante de los abismos el pueblo de Israel, caminante incesante del desierto en la búsqueda de la Tierra Prometida, que ya no es una promesa, sino una realidad.

Esta es la Tierra, este es el planeta prometido por Dios a Sus Hijos y Criaturas. Den valor, reverencien y respeten sus riquezas naturales y espirituales; porque muchos son los tesoros que se guardan en los mundos internos, son las llaves de la redención para toda la humanidad, son los nuevos atributos que emergerán de los Reinos Internos hacia la superficie, a fin de reconstruir, en Mi Retorno, todo este planeta.

Que venga a Mí el antiguo pueblo de Israel y que camine en confianza, sin perder la esperanza ni la fe. Aunque vean en este mundo cosas increíbles o hasta inexplicables, no se detengan.

Que la luz de la oración guíe sus pasos y que este sendero, que les manifiesta la luz de la oración, los lleve a encontrar el Propósito en lo más profundo de su ser. Allí, estarán en comunión Conmigo y con el Padre, porque en lo más profundo está el Templo de Dios, Su Casa, en las esencias de Sus Hijos de toda la vida.

Que nadie más tenga la intención de abortar la vida.

Que nadie más tenga la intención de levantar un arma para herir y lastimar.

Que ya no se escuchen las bombas y las armas entre hermanos de un mismo pueblo y una misma raza, porque vendré a detener todas estas cosas, así como lo hice en el tiempo pasado.

Pero Mis señales no serán simbólicas, sino contundentes. Marcaré en el suelo una línea entre el pasado y el futuro, entre el viejo tiempo y el Nuevo Tiempo, y todo comenzará de cero. Por eso, sigan caminando a través de Mi Luz en este tiempo crucial de desafíos y de nuevas experiencias.

Aunque Mi tiempo con ustedes ya está terminando, que Mis Palabras resuenen por siempre, para que puedan reconocer la Voz del Retorno del Señor que será escuchada en todo el universo, así como la tormenta es escuchada en el cielo.

Así, los preparo para el último y gran tiempo. Y, a través de la Presencia de Mi Padre, los renuevo, y les vuelvo a dar y a entregar Mi Paz.

Que esta Maratón no sea vivida bajo un sentimiento de obligación, sino de responsabilidad espiritual, de quien está despierto y consciente de que estamos en la última hora y en el último tiempo, y de que una cuenta de la oración podría detener una guerra y la destrucción de pueblos enteros, de vidas enteras.

Que todos los que se consagraron a Mí sean responsables. Han de representarme en el fin de estos tiempos, así como Mis apóstoles del pasado Me representaron cuando Yo ya no estuve más físicamente con ellos.

El Espíritu de Dios no faltará, vendrá como en Pentecostés, como una flameante llama sobre sus cabezas para darles el Discernimiento y la Sabiduría de Dios, para que ayuden a otras almas y se donen por ellas.

Así el gran cambio será una realidad y no una promesa. Así todo será transfigurado, como el Señor fue transfigurado en el Monte Tabor.

Sean valientes y persistan. Mi Corazón está cerca de los consecuentes.

Les agradezco por escucharme y por reconocer al Señor en lo más íntimo del corazón, en donde existe la vida divina para todas las almas.

Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Les pido que, a partir de hoy, sus vidas sean rosas en las manos de la Madre de Dios, a fin de que Yo pueda depositarlas como oferta de amor consolador a los pies de los Tronos de Dios.

Hijos amados, ser una rosa en las manos de la Madre Celeste es santificar sus vidas todos los días, a través del servicio incondicional y de la oración que brota como llama de amor y de devoción del corazón.

Las rosas de la vida son las que Yo necesito, en este momento, para justificar ante la Ley Divina todos los errores e indiferencias cometidos en contra del Corazón de Dios. 

Por eso, a través de una determinación constante y de un empeño verdadero, Mis amados, sean rosas en las manos de la Madre de Dios, para que la Madre Celeste tenga la dicha de poder interceder, salvar y rescatar a todos los que padecen y sufren en este momento.

Si son rosas en Mis manos, podrán transformar la vida en una vida digna en el Señor.

Cuando Me ofrecen rosas en Mis altares, Yo las acepto porque sé que, las flores ofrecidas por Mis hijos a la Madre de Dios, no solo tienen el fin de honrarme y de reconocerme.

Con esa simple oferta de traer flores a la Madre de Dios, Yo, como Sierva y Esclava, recojo ese cariño de Mis hijos para verter ese amor que recibo sobre los oscuros abismos de la Tierra. Así, aquellas almas condenadas reciben la Gracia de la liberación. Así, todas las almas se liberan.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

 

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 90.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el universo, el cual les pertenece y aún desconocen.

Del universo he venido para traerles Mi Mensaje de despertar, ante un escenario planetario que solo provoca caos, conflicto y confusión; en el que la consciencia humana, en este tiempo, debe hacer un gran esfuerzo para poder elevarse y trascenderse; en el que los abismos de la consciencia terrestre absorben a las almas y les hacen perder el Camino Crístico.

Una y otra vez, Me aproximo a la órbita de la Tierra para contemplar al mundo y a la humanidad, sabiendo que este momento llegaría, porque ya lo sabía desde el Huerto Getsemaní.

Hoy vengo vestido con Mi atuendo violeta, con la llama del fuego violeta del universo, para que las ondas de la adversidad sean transmutadas y liberadas de la consciencia terrestre, para que Mis apóstoles y discípulos no sean absorbidos por el mal.

Desde siempre, Yo les hablé de la importancia de entrar en Mi Corazón. Este es el tiempo, este es el momento; pero para atravesar la puerta de Mi Corazón y estar protegidos, deben entregarse, deben rendirse, deben humillarse.

La puerta de Mi Corazón es tan pequeña, que no la pueden imaginar. Es por la puerta de la humildad que podrán entrar a Mi Corazón y allí estar a salvo de los asedios. 

Aunque la consciencia humana se comprometa, día a día, con lo que no es evolutivo ni espiritual, Yo vengo nuevamente al mundo para hacerle recordar lo que les dejé aquí hace más de dos mil años.

La Sangre del Cordero fue derramada en la superficie de este planeta y eso tiene un valor incalculable para ustedes.

Invoquen el poder de Mi Sangre y sean bañados por ella, reciban los Códigos Crísticos de Luz que fueron alcanzados por el sacrificio de su Señor. Así, desde la consciencia consagrada hasta la consciencia de la humanidad, todos serán colmados por esos Códigos y podrán enderezar sus caminos hasta poder encontrarse Conmigo en los planos internos.

Sé que no es fácil liberarse de las cadenas de la opresión, del asedio y de la oscuridad, pero tienen las herramientas para poder hacerlo.

El poder del verbo de la oración los llevará a estar en otro punto y en otro estado de consciencia.

El compromiso con la vida de los Sacramentos los llevará a estar protegidos y bendecidos por Mis Dones.

Amar el poder de la Cruz de Emmanuel y de la Cruz de su Maestro y Señor, los librará del pecado.

Tener una vida de caridad, de entrega y de servicio los retirará de ustedes mismos para que aprendan a amar de verdad.

Así, con estas simples herramientas que ya les hemos enseñado, podrán sobrevivir en esta cruda batalla que se está desarrollando en el planeta, que muchos no ven, y que la mayoría no quiere aceptar.

Este es el tiempo del Armagedón, es el primer tiempo del libro del Apocalipsis.

Ya no dejen que sus ojos sean tapados por las vendas de la ilusión. Rasguen esas vendas y libérense para siempre de lo que es superficial.

Que sus corazones no se vuelvan puntos de indiferencia, de insensibilidad o de desprecio.

Les he dado todo lo que necesitan y un poco más para que lleguen a este momento. No tengan temor de conocerse a ustedes mismos tal cual son y no lo que aparentan.

A través del espíritu de Mi Verdad libérense de ustedes mismos y así liberarán del sufrimiento al mundo.

Muchos de los Míos, en el mundo entero, fueron señalados para vivir este tiempo, fueron ungidos por Mi propia Mano de Luz, bajo el impulso de Mi Divinidad, para que nunca se olvidaran del compromiso.

Ahora no es tiempo de ocuparse de ustedes mismos, sino de Mi Plan. Es tiempo de amar la propuesta que les entregué hace siete años.

Aún espero que puedan ser Mi Palabra, Mi Mensaje. Aún espero que puedan ser Mis apóstoles como muchos lo fueron a través de los tiempos. Pero eso, compañeros, tiene un precio; no es un obsequio ni tampoco es una emoción. 

Estar bajo Mi Gobierno significa responsabilidad y discernimiento. Estar bajo Mi Gobierno significa amor y unidad, transparencia y verdad, porque esos atributos no los conoce el mal.

Si sus vidas son esos atributos, por más que sean imperfectas, estarán protegidos y no sufrirán. Por un instante vean a su alrededor y se darán cuenta de lo que les digo, no es necesario que vayan tan lejos para percibirlo.

Cada uno de ustedes debe purificar su vida en esta Cuaresma, pero que sea una purificación verdadera y no mental.

Deben sentir en su propia carne la necesidad de ser otros, la aspiración de cumplir Mis designios y de reflejar en la Tierra, por lo menos, un poco de amor, un poco de luz; porque al mundo le falta esa luz y le falta ese amor, y ustedes lo saben.

Que esta Maratón número noventa represente el discernimiento para todos, la acción del amor en todas las cosas y necesidades, la responsabilidad de vivir el compromiso y no de escapar del compromiso; la afirmación de ser Mis apóstoles, para algún día ser los Nuevos Cristos, los Cristos del Nuevo Tiempo.

Sé que muchos de ustedes alguna vez pensaron que no llegarían a este momento ni a tener tanta consciencia de la responsabilidad de estar Conmigo, de estar a Mi lado, pero es lo que Dios necesita.

Sus tesoros celestiales no pueden estar guardados en cualquier lugar ni en cualquier consciencia. Sus tesoros celestiales deben estar guardados en los corazones más humildes, más simples, pero más verdaderos.

Si la humanidad pudiera comprender la necesidad de vivir el cambio, lo que hoy sucede en el mundo no sucedería.

Muchos piensan que el Padre Celestial no está queriendo disolver todo lo que sucede en el mundo, pero eso no es verdad, compañeros. 

La humanidad genera sus propios sufrimientos, y esos sufrimientos caen en los más inocentes y en los más pobres de entre los pobres.

Un verdadero rey nunca nacería en un palacio. Yo necesito que sean humildes, así como Yo lo tuve que ser en el Pesebre de Belén.

Dios no se esconde en las riquezas materiales. Dios está presente en los tesoros espirituales que pueden ser el propio ejemplo de las almas que se convierten y que se redimen.

Que las sagradas vestimentas violetas de Cristo les hagan comprender, en esta Cuaresma, que ya están en el tiempo de una gran transición, de una transición más definitiva y profunda de lo que parece.

Abran sus sentidos internos para comprender todo lo que les digo. No intenten comprender con la mente ni con los sentidos externos.

En esta Cuaresma, ábranse para ser transfigurados por Mi Luz.

Que Mis apóstoles escuchen el llamado del Señor de Israel y que preparen los espacios para Su llegada.

Este es el tiempo marcado de Mi Retorno. Es el tiempo en el que muchos de los Míos tendrán la oportunidad de aprender y de crecer, si así lo aceptan.

Ya no los forzaré para que Me sigan. Sus pies deben caminar solos, así como Yo les he dicho, que por la fe deben caminar sobre las aguas, así como lo hizo el apóstol Pedro.

Que esta Maratón invoque el Don del Discernimiento del Espíritu Santo, para que las consciencias, desde las consagradas hasta toda la humanidad, no pierdan la oportunidad que el Padre les ha entregado, por irresponsabilidad, por indiferencia o por falta de sentido común.

A las puertas de esta Sagrada Semana, y después de tantas Sagradas Semanas, llegó el momento de que carguen con su propia cruz y de que sean valientes, que aprendan a soportar el fuego de la purificación y que aprendan a trascenderse, a liberarse de ustedes mismos para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aún la humanidad debe aprender a buscar y a encontrar la Luz, la Luz verdadera que viene de la Fuente, y no de otros lugares.

En esa Luz encontrarán la síntesis de toda la Creación, la vida de todo el universo.

Mientras no aspiren a esa Luz, el mal seguirá actuando en la humanidad y en las naciones. No hay otra llave para este tiempo. Solo deben colocar su consciencia en la Divina Luz porque allí todo se resolverá.

Las almas de hoy se apartan de esa Luz, de la Luz de la Fuente y buscan otros caminos, buscan otras experiencias.

Yo necesito que tengan muy presente este momento, porque la Luz siempre triunfará.

La Luz de Dios los llevará a la paz, a la paz que necesitan, a la paz que muchos corazones hoy no tienen por diferentes circunstancias.

Es en esa Luz Divina en donde sus consciencias deben permanecer todo el tiempo posible, aunque vivan la vida material.

Aunque pasen por las experiencias de la vida, de las pruebas, de los desiertos, de la adversidad y del caos, su consciencia debe estar fundida en la Divina Luz para que su fe interior sea alimentada; y así puedan atravesar el fin de estos tiempos.

Así comprenderán por qué estos tiempos se desarrollan de esta forma. Así sabrán por qué la humanidad se alejó de la Ley.

Es tan simple y profundo estar dentro de esa Divina Luz, pero las almas no lo hacen frecuentemente, sino que buscan su propia realización o hasta su propia luz.

Sí, Dios ha dejado la Luz dentro de cada uno, pero es hacia Él a donde deben llegar y no hacia ustedes mismos. 

Por eso, compañeros, no se confundan. No se dejen engañar en el fin de este año, en el que muchos acontecimientos espirituales se prometen a la humanidad y que son el reflejo de una fantasía, de una ilusión y de la adversidad.

Si ustedes están en la Luz, aprenderán a estar en la Ley de la Jerarquía y no abrirán las puertas de sus corazones para que sean invadidos por ideales o espiritualidades diferentes de las de Dios, porque el mundo está lleno de muchos dioses, de muchos ídolos. 

Su referencia, compañeros, solo está en el Señor, porque Su Luz es eterna, es invencible, es inmutable y nunca perecerá. La vida del mundo sí podría perecer, pero las almas que están en el Señor y que buscan esa Luz nunca perecerán, porque sus internos estarán alimentados por la fe y la fe les dará la fortaleza y les proporcionará entendimiento y ciencia.

El mundo ofrece muchas opciones en este tiempo de desesperación en el que las almas buscan una solución y viven muchas experiencias para encontrar una salida, una solución.

Pero cada uno deberá vivir lo que le corresponde, lo que está escrito. Y eso que está escrito podrá cambiar si su adhesión a lo Alto siempre es verdadera y no muda por otros acontecimientos, por otras opciones.

En este momento de la humanidad, la situación es vertiginosa y es muy definitiva.

A cada uno le corresponderá y le llegará el momento de saber en dónde colocará su consciencia, en qué camino la depositará para que sea conducida y guiada verdaderamente.

Detrás de los estímulos que envía el mundo a la espiritualidad de este tiempo, existen muchas intenciones que ustedes desconocen profundamente.

En este momento, su refugio está en la oración y en la participación activa en la vida orante para estar en comunión Conmigo y con el universo, para que sus vidas algún día sean un sacramento, una representación del Amor vivo de Dios testimoniado a través de su redención y de su conversión.

Solo deben aspirar a permanecer en las esferas superiores de la Divina Luz y no en otras.

Sus mundos internos no desean ni esperan sus experiencias de vida, la diversidad de historias que pueden crear en el camino de la espiritualidad que ofrece el mundo.

Cuando Yo vine aquí, a la humanidad, fue para fundar un solo camino que es el Camino Crístico, un camino de servicio y de abnegación, de simplicidad y de amor.

Si ustedes salen de esos pilares y los abandonan por otras ofertas que ofrece el mundo, ¿qué será de Mi Proyecto en ustedes y en sus hermanos? ¿Cuántas puertas Me podrían cerrar, impidiendo que Yo siga obrando a través de sus corazones y esencias?

A cada paso que la humanidad da, ella se precipita hacia los abismos de su propia consciencia, y allí es cuando los ángeles de Dios más trabajan para poder rescatar a las almas del infierno.

Hoy les hablo especialmente a todos los que siguen Mi Camino, a todos los que participan de esta Obra que Yo he fundado hace muchos años y que esperé muchos años para poder llegar aquí, a tocar sus consciencias para que vivan este momento Conmigo, este acontecimiento preparatorio del Retorno de Cristo.

Yo los necesito solo en el vacío constante, porque si no están en el vacío, compañeros, en el vacío de experiencias, no podré entregarles Mis tesoros, porque Mis tesoros son incalculables, pero no son materiales. Mis tesoros son espirituales y esperan ser entregados para que las almas se realicen en el Espíritu de Mi Amor y de Mi Verdad.

No pueden dejarse engañar por todo lo que les ofrece el mundo en este tiempo.

No pueden confundir su espiritualidad ni tampoco el camino que intentan construir con esfuerzo para poder llegar hacia Mi Corazón.

No podrían imaginar qué es lo que siento cuando las almas se alejan de Mí.

En este tiempo estoy intentando traerles el conocimiento del universo, la verdadera vida cósmica, para que sus dones y virtudes, llamados linajes, puedan despertar y estar al servicio preparatorio del Retorno de su Maestro y Señor; porque, compañeros, el caos sigue avanzando en el mundo, en las naciones, en los pueblos, en los que más sufren y no tienen nada.

Si colocan sus consciencias en ese nivel, comprenderán que lo que eligen lastima Mi Corazón, porque cierran una puerta a una oportunidad de Misericordia, que es necesaria del otro lado del mundo.

El apostolado que yo les ofrezco es de fidelidad, pero es también de exigencia, de lealtad, de soberanía y de transparencia.

No espero que sean perfectos en tres días; porque su imperfección se transformará cuando amen más que lo que Yo amé al mundo, cuando sirvan más que lo que Yo serví al mundo.

Su superación y trascendencia diaria serán la muestra y la justificación ante Mi Padre Celestial para que Yo retorne pronto al mundo y no siga aún esperando.

Quiero que tomen este Mensaje como una reflexión, como una oportunidad de crecer interiormente y no exteriormente, de no dejarse arrastrar por aquellas fuerzas espirituales que están en contra de Mi Proyecto y que hacen del mundo un escenario de horrores y de sufrimiento.

Yo vengo a decirles esto, dejando de decir lo que debo decir para el mundo, porque es la última vez que lo puedo hacer, compañeros. 

Necesito que entiendan que Mi Llamado no es pasajero ni transitorio, que Mi convocatoria no es un momento de emoción ni de fanatismo; porque lo que Yo traigo para el mundo es una verdad, pero también es una necesidad imperiosa de que despierten los Nuevos Cristos.

Mis Palabras llegan para poder purificarlos y para que en la purificación encuentren la Luz Divina que hoy traigo de la Fuente, una Luz que siempre los consagrará, una Luz que siempre los elevará y les permitirá retirarlos de esta coordenada de caos y de adversidad que se vive en la superficie de la Tierra, por tan solo salir de la Ley.

Dios prometió a la raza, desde el principio, la felicidad eterna y ella escogió vivir el libre albedrío. 

¿Ahora comprenden, compañeros, que viven desde tiempos remotos en un mundo paralelo, que viven en un tiempo alternativo que no es real, sino creado por ustedes mismos?

Pero la Jerarquía traerá ese Real Tiempo, para que vean con sus propios ojos, más allá de lo material, lo que existe en el universo y la vida activa que se vive en las estrellas.

Cuando ese día llegue, comprenderán la Creación y el sentido de este Proyecto Humano en la superficie de la Tierra y se darán cuenta de cuánto tiempo perdió la humanidad por negligencia e indiferencia.

Solo permitan que despierte, dentro de ustedes, la verdadera Luz Divina y no la supuesta luz que les ofrece el mundo en sus invenciones espirituales o en sus ideales.

Dios no se mezcla con esas cosas, la Ley tampoco, mucho menos la Jerarquía.

El impulso de la Jerarquía es constante y eterno, es rítmico, es dinámico, es real, y siempre los colocará para que den un nuevo paso y no se detengan, para que no se acomoden, para que no sean indiferentes.

¿Ahora perciben lo que es real y lo que es irreal?

Sus almas no pueden perder esta oportunidad. ¿Cuánto tiempo más esperarán?

El paso depende de ustedes y no del universo. El universo siempre los podrá ayudar, impulsar y auxiliar, pero la puerta hacia la cristificación está abierta para los valientes, para los que dicen sí.

Sean consecuentes con lo que les hemos entregado y la Luz Divina no les faltará en su camino evolutivo, porque cuando lleguen los estímulos del mundo y los ofrecimientos que hace la propia humanidad se darán cuenta de que no son reales.

Nadie comprende, en este mundo, lo que significa el alineamiento del universo o de los planetas, o aun la actividad de las propias estrellas.

La ciencia de esta Tierra no llega a comprender ese significado, y mucho menos los que no saben de ciencia.

¿Cómo es posible que crean en algo que les prometen y que no saben? 

Abran sus ojos internos, abran sus oídos internos, abran sus corazones y vivan Mi Palabra, para que Yo sea en ustedes y ustedes, algún día, sean en el Padre, como el Hijo es en el Padre y el Espíritu Santo es en el Hijo.

Les dejo Mi Palabra como un bálsamo de consciencia y de luz para el mundo. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que, en cada nuevo día, la Misericordia sea para ti como una luz que se enciende en tus abismos más oscuros, ocultos y profundos. 

Que la Misericordia sea el símbolo de que siempre recibes de Dios una oportunidad para recomenzar, y más que eso, hijo Mío, de que siempre recibes del Padre la posibilidad de ir más profundo en tu cura y en tu transformación, y de sanar, en tu interior, heridas que a veces ni siquiera sabes que existen.

Que, cada nuevo día, clamar por Misericordia sea tu esperanza, para que puedas mirar las miserias del mundo y también aquellas que persisten en tu interior y que, más allá de eso, hijo, tus ojos se vuelvan hacia el Corazón de Dios, hacia Su Mirada y hacia Su Amor, y que tu confianza esté en Su infinita Misericordia.

Mucho más allá de todos los pecados y desvíos humanos, el Corazón de Dios, a través de Su Hijo, sigue derramando Sangre y Agua sobre el mundo. Que este manantial no pase desapercibido por ti, sino que encuentre en tu corazón un recipiente nuevo, limpio y vacío, para ser colmado.

Por eso, cada nuevo día, que tú fe esté colocada en la Divina Misericordia. Y, mucho más allá de todos los pecados de ayer, que hoy sepas que puedes recomenzar, arrepentirte y caminar hacia los Brazos siempre abiertos de Dios.

Tu Creador es paciente e incansable. Por eso ve, hijo, a Su misericordioso encuentro, y recuerda llevar en tu corazón el clamor por todas las almas.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón ya no sepa qué hacer, hijo, mantén tu espíritu en la certeza de la Presencia de Dios y solo ofrece al Padre tu vacío, tu silencio, tu angustia, tu condición humana, tus aspectos más profundos, tus debilidades más ocultas.

Ofrécete al Padre todo el tiempo, y que tu pequeña vida esté delante de Su Altar Celestial. 

Agradece, aunque sea por las pruebas, por los desiertos y por los desafíos.

Agradece los abismos profundos, de los cuales tu Creador viene a retirarte, cuando le extiendes las manos.

Que esas experiencias de entrega fortalezcan tu espíritu para una entrega aún mayor, porque se trata solo de rendirse a Dios, cada vez más y más profundamente. 

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES RECIBIDO EN CALI, VALLE DEL CAUCA, COLOMBIA, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El dragón rojo ya salió de su abismo y con su irada cola golpea las regiones de la Tierra para poder arrastrar a todas las almas posibles.

Pero el dragón también mueve a las estrellas del cielo, las que hace caer hacia los grandes abismos.

Su furia y enojo es porque sabe que ya le queda poco tiempo.

Por eso el dragón, que es el ídolo de algunos representantes de las naciones de la Tierra, cree tener bajo su poder a todos los pueblos y naciones del mundo.

Ahora su cola se arrastra como una temida serpiente por Sudamérica y despierta en sus aliados toda forma y sentimiento de poder, autoridad y opresión.

El dragón rojo quiere destruir de una sola vez todo el resurgimiento de la Nueva Humanidad. Por eso, como su tiempo se acorta, él usa todo tipo de aliado para satisfacer su ambición y placer.

Pero el dragón no sabe que hay algo que lo ciega completamente y que lo deja perdido al punto de dejarlo sin rumbo, y eso es la oración grupal del corazón, porque es una herramienta tan invisible y sutil que, poco a poco, lo acorrala y lo deja sin acción y sin salida.

El dragón le teme al sentimiento poderoso de la oración, porque de la nada, sus planes siniestros y perversos caen, siendo destruidos por los ángeles de las naciones.

Es así que en Sudamérica se estableció un campo espiritual de batalla, porque el dragón llegó a pisar estas sagradas tierras cuando en el norte de este continente le abrieron la puerta y estos fueron sus aliados.

Ahora que todo está en juego, la Mujer vestida de Sol convoca y llama a Sus hijos para que, junto a Ella, corran a los desiertos y se refugien bajo el sagrado espíritu de los Recintos. Desde allí todos podrán acompañar la situación de las naciones y estarán más protegidos.

La Mujer vestida de Sol está encinta, pero a punto de dar a luz. Su Hijo quiere ser apresado. Por eso, la Mujer del Sol escapa al desierto para que lo nuevo que llegará no sea encontrado.

El dragón está furioso y destruye con su pasar todos los pensamientos, sentimientos y todos los pueblos, y consigue con su astucia colocar los unos contra los otros, hermanos contra hermanos.

Por eso, la Mujer vestida de Sol llama a Sus hijos a los desiertos para que también escapen y estén libres de todo lo que sucederá antes de que el dragón llegue.

Pero él será vencido por el ayuno y la oración. Por eso no deben darle ningún tipo de alimento espiritual, mental ni material.

Ciérrenle todas las puertas. Ciéguenlo con la luz de la oración y en poco tiempo él desfallecerá. Él morirá porque no tendrá más alimento ni motivo, y ahí será cuando San Miguel Arcángel con todas sus huestes lo derrotará y lo lanzará de nuevo al abismo.

Y todos los aliados del dragón rojo también lo sentirán. Algunos perderán la razón y el sentido. Otros se exiliarán porque todo saldrá a la luz, y otros perderán todo el poder y la fuerza de voluntad que creyeron tener en sus manos y en sus fríos corazones.

La Mujer volverá a salir del desierto con Su nuevo Hijo en brazos, y el sol despuntará como la nueva Aurora y los siete sellos cerrarán una historia.

La redención de América será una victoria.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE ESPECIAL PARA LA 74.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Estar en Mi Corazón significa vivir grandes responsabilidades, asumir grandes pruebas y atravesar grandes desafíos.

Vivir en Mi Corazón representa un compromiso eterno y no pasajero, un compromiso responsable y maduro que los lleve a vivir Mi Plan y su manifestación en la superficie de la Tierra.

Estar en Mi Corazón representa algo más que un sentimiento, algo que los pueda conmover o emocionar.

Estar en Mi Corazón significa vivir una responsabilidad espiritual, pero también material. Es llevar adelante un propósito, una meta, una misión que el Padre les presenta, de tiempo en tiempo.

Por eso, vivir en Mi Corazón significa muchas cosas. Algo que ustedes deben descubrir, día a día, porque estar en Mi Corazón es estar ante Dios. Es escucharlo, es saber responderle y es saber proceder conforme Su Voluntad lo presente.

Estar en Mi Corazón es un momento de constante definición. Es aprender a superar los propios abismos. Es aprender a disolver las barreras de la consciencia y de la mente. Es aprender a amar cada día más.

Por eso, Yo les doy Mi Corazón como un testimonio de que es posible vivir a Dios y cumplir con Sus ardientes deseos de ver a Sus hijos dentro de Su Propósito infinito, porque vivir en Mi Corazón es también asumir un compromiso Conmigo en esta Obra de redención y de paz, en este tiempo en el que todo está en juego y se precipitan las cosas, las situaciones humanas, el proceso de las naciones y la experiencia de grandes conflictos que la humanidad deberá aprender a curar consigo misma, por medio de la profesión de su fe y de su confianza en el Padre.

Vivir en Mi Corazón es vivir un sacrificio para después vivir sacrificios mayores que los llevarán a experimentar grandes renuncias, momentos de enfrentar la trascendencia de cada ser para recibir del Cielo los grandes tesoros, las dádivas del Universo, la Sabiduría y el Conocimiento de Dios.

Vivir en Mi Corazón es morir para sí mismos, es colocar al otro primero para que también los demás sean colocados primero y así se viva la fraternidad, una base fundamental de la hermandad, de la cooperación y de la solidaridad entre las almas.

Vivir en Mi Corazón significa que algo mayor deberá cumplirse en este tiempo y que va más allá de los límites de su consciencia, de su percepción, de su interpretación o de su parecer.

Vivir en Mi Corazón es entregarse al vacío y a la nada. Es estar en confianza dentro de lo desconocido, de lo que es inmaterial, de lo que no es palpable, de lo que nadie puede controlar.

Vivir en Mi Corazón es entregarse al Poder de Dios para disolver el poder humano que es pequeño y frágil.

Vivir en Mi Corazón es aprender en nuevas escuelas y en nuevas academias. Es forjar y despertar en cada ser su verdadera misión, su propósito y el motivo de estar aquí, en este tiempo.

Vivir en Mi Corazón también es renovarse, es alegrarse, es reencontrar, día a día, el sentido y la razón de servir a Dios. Es saber que, más allá de todo o bajo cualquier circunstancia o dificultad, el amor deberá estar primero para que él pueda actuar y obrar en los corazones, para que él pueda sanar las profundas heridas de la consciencia y de la personalidad, para que el ego de cada ser humano aprenda a vencerse, aprenda a entregarse para que pueda ser transformado, para que pueda ser sublimado, para que sea disuelto en la Luz de Dios, que es la Luz del Amor y de la Consciencia Divina.

Vivir en Mi Corazón es asumir el fin de los tiempos, es saber dónde estar y qué hacer, es contribuir, colaborar, es servir, es donarse. Es abrazar con fervor y devoción el llamado y, en profunda reverencia, es cumplirlo para que aún más la Luz de Dios pueda ingresar al mundo y a la consciencia de la humanidad.

Vivir en Mi Corazón es dejar de ser lo que uno es, lo que uno cree, o lo que uno piensa.

Vivir en Mi Corazón es atravesar el umbral hacia el vacío, es perder los sentidos de la propiedad y del control humano, es rendirse, es humillarse, es entregarse por la existencia y la vivencia de un Amor Mayor que mueve a todo el Universo y a todo lo que fue creado.

Vivir en Mi Corazón es animarse a imitarme, a representarme, a ser Mi apóstol, a no vacilar ante las dificultades, a asumir con coraje y valentía cada una de las pruebas.

Vivir en Mi Corazón es aprender a superar las pruebas. Es confiar ciegamente que nadie perderá el camino, porque a quien está en Mi Corazón no le faltará la luz, no le faltará la paz ni tampoco el discernimiento.

Vivir en Mi Corazón es aprender a perdonarse a sí mismo y a perdonar a los demás, es saber que en este momento la cura espiritual y física es fundamental en la humanidad.

Vivir en Mi Corazón es cerrarle las puertas al mal, a la adversidad, a la oscuridad y a las tinieblas; es asumir vivir un cambio; es esforzarse todos los días por alcanzar el mayor estado y grado de amor por los que no aman, por los que sufren, por los que están perdidos.

Vivir en Mi Corazón es asumir junto Conmigo al planeta y a su humanidad. Es hacer algo por las naciones del mundo, por los pueblos, por las culturas y por las religiones.

Vivir en Mi Corazón es buscar la esencia del Amor Crístico de una forma incansable, sin detenimiento, sin dejar de caminar y de remar en esa barca que los lleva al puerto de Mi Corazón.

Vivir en Mi Corazón es solidarizarse, es comprenderse, es ir un poco más allá de la comprensión de la mente y de la consciencia, es abrazar al Universo como el Universo los abraza a ustedes. Es participar verdaderamente de una comunión interna con el Espíritu de Dios para poder traer la paz y la redención al mundo.

Vivir en Mi Corazón es animarse a morir por Mí bajo cualquier circunstancia, sea espiritual, mental o físicamente.

Vivir en Mi Corazón es dar testimonio por Mí. Es decir que Yo ya estoy retornando y que en este tiempo Me anuncio al mundo por medio de la Palabra de Dios para cada uno de sus corazones y de sus vidas, para que estén prontos, disponibles y atentos a ese gran acontecimiento del Retorno de Cristo.

Vivir en Mi Corazón, compañeros, es erradicar la indiferencia, la omisión y la falta de hermandad.

Vivir en Mi Corazón es disolver el desamor, la falta de esperanza y la perturbación humana.

Vivir en Mi Corazón es poder alcanzar la Luz y entregar esa Luz a sus hermanos a través del ejemplo, de la conversión y de la redención de sus vidas; a través del camino del servicio, de la cura y de la santidad.

Vivir en Mi Corazón es elevar sus consciencias, es poder abrazar la cruz que Yo le entrego a cada uno y es no temer cargarla a pesar de lo que suceda o de lo que cueste.

Vivir en Mi Corazón es dejarse impulsar por Mi Amor para superar los límites de la consciencia, para vivir así como vive todo el Universo y sus Jerarquías.

Vivir en Mi Corazón es no bajar los brazos, es decir “sí” y es intentarlo nuevamente todos los días hasta poder vivirlo y poder representarme.

Es simple vivir en Mi Corazón. Por eso, aún muchos no lo están, porque están en sus propios corazones y mientras estén en sus corazones, en su propio yo, Yo no podré estar en ustedes.

Lo que Yo les pido es que se rindan, es que confíen y que se entreguen. Porque vivir en Mi Corazón no los hará sufrir, sino que los hará expandir su consciencia, su servicio y, sobre todo, la expresión de su amor por el planeta y por la humanidad.

Que en esta Maratón de la Divina Misericordia todos puedan volver a Mi Corazón, y los que ya están en Mi Corazón puedan ayudar a ingresar a los que aún no lo están, por diferentes circunstancias o miedos.

Que en Mi Corazón puedan sentir el Amor de Dios, puedan sentirse acogidos por Su Templo y por Su Sabiduría. Porque es en este Amor de Mi Corazón que podrán vivir en el amor de hermanos, en el amor de las almas que sirven a Dios, en el amor que fortalece, que disipa la oscuridad, que transmuta la ignorancia, la indiferencia, la maldad humana.

Que vivir en Mi Corazón sea un triunfo para cada uno de ustedes, para que este triunfo sea en cada una de sus naciones a las cuales representan en este tiempo.

Que vivir en Mi Corazón para cada uno de ustedes sea la posibilidad de la cura y de la redención de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza.

Mi Corazón aún está abierto, en Misericordia y en Piedad. Antes de que venga el tiempo de la Justicia Divina llamen al mundo entero a vivir en Mi Corazón porque Mi Corazón sufre por aquellos que aún no están en Él.

Mi Corazón es un portal al Cosmos y a la Divina Consciencia.

Mi Corazón es el umbral que los llevará hacia la paz y hacia la vivencia del apostolado de estos tiempos, el apostolado del fin de los tiempos.

Vivan en Mi Corazón para que el mundo se pueda reconciliar y la humanidad pueda recapacitar.

Que sus oraciones construyan el puente, en estos días, para que ingresen a Mi Corazón y en Mi Sagrado Corazón conozcan y sepan la realidad, todo lo que siente su Maestro y Señor, todo lo que Él vive y experimenta de lo que ve y observa del mundo.

Y una vez que ingresen a Mi Corazón sean parte del fuego de Mi Amor, para que Yo pueda iluminar al mundo y a todas las consciencias que lo necesitan porque, compañeros, si en este tiempo no hay amor, nada será posible.

El Amor que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo los salvará, los redimirá y los reconciliará con lo Alto, con el Universo. Y encontrarán la Verdad, encontrarán la salida y levantarán sus cabezas para contemplar en el horizonte Mi Retorno.

Que sus corazones se unan a Mi Corazón y que sus oraciones toquen el Corazón del Padre para que Él les permita entrar en Mi Corazón.

Que así estemos en hermandad y en fraternidad, para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración del alma confiada en Cristo

Señor, 
vive dentro de mi corazón. 
Habita en cada parte de mi ser para que
Te sientas libre de obrar y de realizar, 
a través de mi consciencia, 
Tu Obra grandiosa de Misericordia.

Jesús, 
no permitas que me separe de Ti. 
No permitas que pierda Tu luminoso Camino, 
porque si eso sucede, Señor, 
me sentiré perdido.

Toma mi mano y guíame 
hasta la Casa del Padre Celestial, 
para que pueda sentirme dentro de Tu Reino, 
para que pueda estar ante Tu Sagrada Presencia.

Que mi devoción por Ti, querido Jesús, 
abra las puertas para encontrarte en cada momento. 
Que cada aspecto de mi ser sea redimido 
por Tu preciosa emanación de Amor.

Haz de mi consciencia un verdadero 
representante de Tu Obra mundial. 

Que no tema testimoniar 
Tu bendito Nombre.

Que no tema abrazar la cruz 
que Tú me entregaste 
para cargarla con absoluta valentía.

Que no tema, Señor, 
anunciar Tu retorno al mundo.

Déjame sentir, Jesús, 
la caricia de Tus Manos y 
el abrazo paternal de Tu Corazón, 
así, me mantendré en confianza aunque 
en este tiempo esté atravesando los desiertos, 
los abismos y los espejismos de la consciencia.

Ayúdame, Jesús, 
a percibir la realidad y 
no dejes que me engañe a mí mismo.

Dame un espíritu valiente, amoroso y servicial, 
capaz de realizar Tu majestuosa Obra 
en cualquier lugar y bajo cualquier situación.

Señor, 
hazme libre de mí para siempre. 

Amén.

¡Les agradezco por guardar esta oración en sus corazones!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración del alma entregada

A pesar de cómo me encuentre, 
yo Te seguiré, Señor. 
A pesar de lo que viva, 
yo Te seguiré, Señor, 
porque solo encontraré reposo y nuevas fuerzas 
cuando esté ante Tu piadosa Presencia.

A pesar de lo que atraviese, 
a pesar del durísimo y frío desierto espiritual, 
yo Te seguiré Señor, 
porque todo Te lo debemos absolutamente a Ti 
y no hay nada que nos impida confirmarnos 
para seguir Tu camino de Redención y de Amor.

A pesar de lo que sienta, 
de lo que vea o de lo que crea, 
yo Te seguiré Señor, 
porque necesito aprender a rendirme 
así como Tú Te entregaste 
por cada uno de nosotros.

Señor, 
no permitas que las ilusiones y los espejismos 
de este mundo me confundan.

Que en cada momento pueda encontrar 
la llama luminosa e inextinguible 
de Tu maravilloso Amor para que, 
sirviéndome de Tus más profundos y misteriosos Dones, 
yo pueda representarte 
como Tu apóstol y embajador de la paz.

No dejes, Señor, 
que mis propias miserias 
me arrastren hacia los abismos.

Hazme valiente y animado 
para poderte encontrar siempre 
en mi imperfecto camino.

Sostenme, Señor, 
en los momentos en los que no comprendo 
ni puedo trascender todo lo que me rodea.

Ayúdame, Jesús, 
a ser inconmensurablemente misericordioso. 

Retira de mi consciencia 
cualquier indicio de mediocridad 
y de falta de fraternidad, 
porque al fin de esta larga caminata 
en búsqueda de Tu Divina Presencia, 
podré comprender, Señor, 
que la vida es un regalo de Dios 
y que ella está llena de oportunidades 
para que, sinceramente, podamos amar 
así como Tú nos amas siempre.

A pesar del cansancio, de las incomprensiones 
y de los más íntimos secretos 
que Tú conoces, Señor, 
yo Te seguiré.

Porque el gran y único mérito de mi vida 
será servirte y sufrir Contigo 
lo que Tú ves del mundo para que 
la ignorancia, la indiferencia y la impotencia 
sean aliviadas en Tu Corazón, 
por la entrega que hoy hago de mi vida a Ti.

No me abandones, Jesús. 
Te necesito y Te espero 
con el ardor de mi corazón humano. 

Amén.

¡Les agradezco por guardar esta oración en sus corazones!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE FRANKFURT HACIA BERLÍN, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A medida que el viaje hacia Berlín continúa y antes de que el grupo peregrino arribe a dicha ciudad, las bases de Mi Misericordia para esta próxima etapa comienzan a establecerse en los planos internos a fin de que los soldados caídos empiecen a sentir y a reconocer la Luz Crística que volverá a brillar en los abismos de la Tierra para que esas almas reciban Piedad y Misericordia.

Un muro semejante al antiguo muro de Berlín, pero en los planos internos, será destruido para que ya no existan dos estados de consciencia, es decir para que sea transmutado el error y la indiferencia.

Así, su Maestro y Señor podrá penetrar en las capas más oscuras de la consciencia de Alemania, lugar hacia donde millones de almas inocentes fueron llevadas durante el siglo XX.

Ese espacio, espiritualmente oscuro, será tocado por su Señor para que la mayor cantidad posible de las almas alcance la redención y el amor.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los corazones oran, acompañando a los Mensajeros Divinos en su peregrinar por este mundo, están abriendo las puertas del Cielo para que una nueva vida se instituya en la Tierra.

La oración sincera de sus corazones despierta el potencial del corazón humano para unir el Cielo a la Tierra y, poco a poco, comiencen a expresar el verdadero propósito de la humanidad.

Cuando los corazones despiertan, generan méritos para que más almas puedan también despertar y para que los que están en los abismos de este mundo reciban una oportunidad de encontrar la luz.

Solo quien ya estuvo en los abismos de la Tierra, hijos, conoce el dolor y la angustia de estar distante de Dios y prisionero del yugo de las fuerzas oscuras que rodean a este mundo. Por eso, lo más importante es clamar y rogar por las almas perdidas, es decir "sí" a Dios, sin condiciones, y acompañar los pasos de Sus Mensajeros, aunque no conozcan totalmente cuál es la misión que estamos realizando en este mundo, en este tiempo.

Lo que hacemos, al peregrinar por las naciones, es mucho más amplio que lo que les podemos revelar. Estamos retirando a este planeta del abismo de su autodestrucción y colocándolo en el punto correcto de su transformación para que pueda cruzar el umbral entre el tiempo de la ilusión y el Tiempo de Dios, en el que nunca más nada será igual, en el que la verdad les será revelada, conocerán lo que son y porqué están aquí.

Por eso, hijos, tan simple como la oración sincera es la respuesta que deben dar a Dios todos los días, para que cumplan con su parte en esta misión de amor. Solo acompañen Nuestros pasos con el corazón y dondequiera que estén anuncien, a través de la oración, su adhesión a este Plan de amor y de rescate de la vida en la Tierra.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE SAN PABLO HACIA EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En este tiempo de caos planetario en el que hay confusión, dudas y temores dentro y fuera de los hombres, tú, hijo, debes buscar en todo el auxilio divino para que, en el silencio de tu corazón, el Señor te traiga las respuestas que necesitas para estar en paz delante de Su Plan.

Medita como el Hijo de Dios meditaba en el desierto. Aprecia los momentos de silencio y de soledad en los que te encuentras con Dios para dialogar con tu Señor. Allí, el Padre podrá guiarte y ampararte en las decisiones de tu vida para que no caigas, una y otra vez, en los mismos abismos. 

Comprende la importancia del desierto interior para que encuentres el vacío, la nada y sepas entregar tu ser para que se torne una morada divina.

Comprende la importancia del desierto interior para que tu mundo interno se fortalezca.

Comprende la importancia del desierto interior, porque allí comienzas a adentrar en la sabiduría y en el discernimiento divino. Es en el desierto de tu corazón en donde construirás aquello de lo que te valdrás en este final de los tiempos.

Por eso, hijo, ora y adentra sin miedo en las profundidades silenciosas de tu corazón y aguarda allí la llegada de tu Señor y Dios. Así podrás ser digno de participar con Él de Su Plan de rescate y de salvación, primero de tu propia alma y después de este mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ora, porque mientras más despiertos estén los que se comprometieron con Cristo, mayor será su responsabilidad frente al planeta y al Plan del Creador.

Ora, porque al mismo tiempo que despiertas, el mundo agoniza y aquellos que están sumergidos en la oscuridad se adentran más profundamente en sus abismos.

Cultiva en tu corazón, en tu mente y en tus sentimientos aquello que te aproxima al Padre, y únete a Él, para que esa unión tenga más fuerza en tu interior que la tendencia humana de seguir las ilusiones del mundo.

Mientras los dirigentes de las naciones se pierden y se confunden desde su espíritu hasta la materia, ora, hijo, para que exista equilibrio en este mundo y para que las leyes atraídas hacia él no produzcan en la Tierra una prueba inesperada, algo que muchos no podrán soportar.

Tu oración, oculta y silenciosa, sin embargo, sincera y verdadera llega a los Pies de Dios y de Sus arcángeles para equilibrar las leyes que hacen que los acontecimientos se manifiesten en la vida sobre la Tierra. 

Todo en la vida humana, antes de manifestarse en la Tierra, comienza a existir en los niveles espirituales. Las raíces de las virtudes, las de los males del Nuevo Hombre y las de las pruebas de este tiempo se encuentran en niveles aún invisibles, intangibles, pero a los cuales las oraciones sí pueden llegar. 

Cuando oras, estás atrayendo el Pensamiento de Dios hacia la Tierra, y ese Pensamiento al descender a través de las dimensiones, las equilibra para poder manifestarse.

De la misma forma, cuando los hombres actúan en forma negativa, atraen el caos hacia la Tierra y ese caos desestabiliza las dimensiones de la vida por donde pasa, para poder manifestarse según su vibración.

Por eso, decimos que estamos en tiempos de batalla. Una batalla silenciosa en la que se triunfa con el amor y la unidad con Dios porque no hay nada superior al Amor del Padre, nada que pueda vencerlo. Pero, para que Él esté presente en la vida sobre la Tierra, los seres deben abrirle las puertas a través de la oración.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 65º MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA , EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mi victoria celestial está dentro de cada uno de ustedes y en ningún otro lugar.

Aquellos que se hayan decidido a entregar su vida a Mí, sepan desde ahora y para siempre, que a Mí pertenecerán y no pertenecerán a ninguna otra presencia, porque Mi Presencia es insondable e infinita.

Quiero hacer de sus vidas corazones humildes y pacíficos, que puedan testimoniar la Presencia del Hijo de Dios en la Tierra para estos tiempos difíciles y críticos.

Por eso he venido nuevamente al mundo con el Rayo de la Transfiguración, porque aún la consciencia humana deberá sublimarse, para que sus cadenas y todas sus prisiones se puedan liberar y el espíritu vuelva a ser libre como lo fue en el principio, como lo fue desde su origen, desde su existencia. Que pueda volver a obrar y a vivir en Dios sin estar dentro de la cadena del sufrimiento y de la agonía.

Lo que Yo les ofrezco en este tiempo, compañeros, es un gran sacrificio y un gran servicio por la humanidad, porque como ustedes saben, la humanidad está desequilibrada no solo desde el punto de vista psíquico, también desde el punto de vista material. Y ese equilibrio que la humanidad perdió, deberá volver a recuperarse a través de instrumentos de Mi Misericordia y de Mi Gracia.

Por eso estos tiempos son difíciles y definitivos, tanto en el júbilo como en la alegría, tanto en la batalla como en el desafío.

Atravesarán muchos puentes y muchos desafíos, pero también atravesarán muchos abismos, dentro y fuera de ustedes y también lo verán en toda la consciencia humana.

No bastará que hoy relate lo que sucede en la humanidad, porque lo están viendo día a día.

El Fuego de Mi convicción debe llegar a ustedes todo el tiempo. Eso permitirá que las Leyes Superiores puedan actuar a la Tierra y ese equilibrio tan esperado se pueda generar y presentar en la humanidad.

Mientras estoy aquí estoy también con los que sufren, con los que agonizan y con los que se desesperan, día a día.

Por medio del canal de la Divina Misericordia que fue abierto es que hoy puedo interceder por cada una de esas almas, tan necesitadas del Amor de Dios, tan necesitadas de la cura y de la redención.

Lo único que hoy les puedo ofrecer, compañeros, es la persistencia que Yo alcancé en la Cruz, persistencia que necesitarán para este tiempo crítico, para este tiempo definitivo, en donde las pruebas serán las escuelas y los aprendizajes para todos. Grandes momentos de definición de su consciencia y de poder dar saltos seguros y firmes en la evolución del amor y de la verdad.

Las pruebas no llegarán para amedrentarlos, sino para fortalecerlos, para que sigan firmes el camino que Yo les ofrezco. Eso los hará más verdaderos y simples, porque es lo que Dios espera de todas sus criaturas, que puedan penetrar el Misterio de Su Amor y la Infinidad de Su Gracia, principios que aún están disponibles para la humanidad y el planeta.

Pero dependerá de la adhesión de Mis compañeros y de Mis seguidores para que esas Fuentes de Dios puedan descender a la Tierra y las cosas no se desestabilicen tan rápidamente como el pasar de las agujas del reloj.

Necesito que el mundo pueda recuperarse y redimirse.

Necesito sobre la superficie de la Tierra espejos de la oración que puedan reflejar hacia todo el planeta todo el amor que Yo les entrego hacia sus esencias y espíritus, porque eso no permitirá que el caos pueda ganar, sino que el amor pueda vencer como siempre ha vencido a través de los tiempos, más allá de los errores, de las fallas y de todas las acciones humanas, que han transgredido una y otra vez el Plan de Dios.

Pero ahora llegó el momento muy importante para el mundo, en donde esa definición interior será clara para todos y eso dependerá de ustedes y de Dios; de Él, no como un Juez, sino como un Padre de Misericordia y de Gracia que tiene sed de Sus hijos, del amor de sus criaturas, de la transparencia de todas las vidas de la Tierra, porque derrotará los principios que ha sembrado el mal en la humanidad y llevan a la perdición y a la desesperación de las almas.

Pero ustedes saben, compañeros, que a través de estos encuentros Yo los preparo para Mi retorno, porque primero debe prepararse su espíritu, para que toda su consciencia esté lista para poder verme y reconocerme.

En el momento más difícil de la humanidad es cuando Yo retornaré y revelaré Mi Faz a todos.

No daré hora, ni fecha. Llegaré en el momento más culminante de la humanidad, cuando todo esté en su gran agonía.

Por eso los necesito firmes, claros y conscientes, para poder reconocer Mis comandos y para que aún las puertas a la Divina Misericordia estén abiertas.

Mientras tanto, persistan a través de Mi Corazón y no vuelvan sus vidas como son las vidas de los demás, las que han perdido el sentido de la misión y del propósito, hasta de la propia experiencia de la vida sobre la Tierra.

Esto va más allá de algo espiritual. Es estar en el camino correcto que el alma vino a cumplir en este planeta para ser merecedora de la Gracia y de la Misericordia de Dios, para poder corresponder al Divino Propósito que la ha traído a la Tierra, más allá de los errores cometidos en otros tiempos.

Hoy no vengo a hablar de las fallas o de los errores, sino de los talentos que aún deben ofrecerme y darme; talentos que esperan despertar dentro de ustedes y sus almas gritan por poner en servicio.

Por eso, compañeros, perciban el fin de los tiempos en una profunda claridad y sabiduría.

Sepan diferenciar las situaciones y las formas. No es para que las omitan, ni tampoco para que las rechacen, porque la transformación es eterna e infinita.

Pero en esa transformación la consciencia se eleva y despierta y encuentra cada vez más el sentido y la razón de haber existido en este Universo y dentro del Universo Espiritual.

Todo tiene su comunicación y su reflejo interno y externo; eso va más allá de la mente o de la intelectualidad.

El sentido del alma debe ser profundo y verdadero. Ella debe poder expresar su tarea en este tiempo final. No puede ser perturbada por sus miserias, por sus dudas o incomprensiones.

Deben permitir que sus almas tengan la oportunidad de servir y de amar y de conseguir expresar el valor que ellas tienen para que puedan cumplir la Voluntad de Dios.

Mientras esa situación en las almas del mundo no se defina, limitadas serán las oportunidades de la intervención universal.

Por eso traigo el bálsamo de Mi Luz para el mundo entero y la cura profunda de Mi Corazón, para que las almas se animen a dar los pasos que necesitan dar, sabiendo que el compromiso definitivo aún es desconocido por todos y que aún están a camino de poder encontrarlo y de verlo.

Anímense a definir sus vidas en la manera simple de la vida, en el amor en el servicio y en la caridad; en la consideración de los otros y del prójimo, como de los Reinos de la Naturaleza.

La escuela que fue enseñada aquí debe permanecer eternamente en la consciencia humana.

Los atributos que fueron sembrados aquí por medio de la instrucción y el camino de la vida grupal deberán ser los pilares para sostener la gran transición planetaria y toda la crisis de la humanidad, sabiendo que, a pesar de los errores, de los sufrimientos o de las guerras, de la ignorancia o de la indiferencia, existe un lugar en el mundo donde se viven los Atributos de Dios de una manera simple pero verdadera, así como los vivieron cada uno de los representantes de los pueblos del desierto junto a Moisés.

Ustedes son el puente, queridos compañeros, para que el Proyecto Sagrado de Dios, reflejado y manifestado en la consciencia humana por medio de la intervención divina y cósmica, pueda tener su continuidad y sobre todo, su porvenir.

Pero depende de la decisión de las almas de estos tiempos, de la consciencia y de la atención ante el llamado que es proclamado desde el Universo Mayor, del interés de cada uno de los corazones del mundo y sobre todo de la unidad que pueda ser gestada entre sus consciencias, a pesar de las diferencias o de las escuelas, más allá de todos los aprendizajes.

Porque donde está el amor, está presente Dios y su Proyecto Divino, está presente Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre y el de cada Jerarquía Universal que contempla y observa la humanidad en estos tiempos, y cómo pierde sus códigos y sus experiencias de amor por haberse sumergido en la modernidad actual y en la indiferencia global, raíces de la gran ilusión mundial.

Pero ustedes, compañeros, como cada uno de los que me escucha, no tienen esos velos en la consciencia; han despertado y han sentido el llamado de la Jerarquía.

Espero que puedan aprovechar Mis Palabras, porque Mi ciclo está finalizando con ustedes. Y cuando finalice todo sucederá y no serán solo mensajes o palabras, o cosas invisibles o lejanas a su realidad material.

Deberán volver a buscar la Fuente que aquí se abrió por medio de la instrucción y del conocimiento, para ayudar a sostener a los que no se sostienen, a los que son más ignorantes y necios, para ayudar a curar y a redimir, abriendo sus brazos y corazones para acoger al mundo, a las naciones y a sus pueblos, más allá de sus culturas y de sus creencias.

De nuevo se volverá a repetir el gran desafío de Noé en su Arca Espiritual.

Aquí se congregarán los pueblos si las puertas están abiertas.

Aquí se acogerán los que sufren si el amor está presente.

Aquí estará la Jerarquía si la adhesión y la respuesta fueran sinceras y verdaderas.

Eso permitirá que nuestro Fuego nunca les falte, que nuestra Luz siempre los guíe, que nuestra Consciencia siempre les refleje discernimiento y sabiduría.

Pero llegó el momento, compañeros, de vivir definitivamente el nuevo ciclo para que todo lo que está en el Universo Espiritual pueda descender al Universo Material y así, se lleve adelante el Plan de Rescate en el fin de estos tiempos.

Acepto sus ofertas, escucho sus corazones y acojo sus intenciones en unión a la Jerarquía.

Que se cumpla en ustedes la sagrada misión que han venido a realizar.

Que sus sentidos internos se abran para poder percibir la emergencia de estos tiempos y el llamado inmediato que viene del Cielo, para elevar la consciencia humana de estado y de condición.

Celebremos entonces en esta hora la comunión con el alma de cada ser, y ante la Presencia de Mi Iglesia Celestial, que no solo llega al Corazón del Padre bendiciendo los elementos de este Altar que hoy son ofrecidos y las intenciones más profundas e internas de sus espíritus, en esa donación que sus almas pueden hacer para estos tiempos por muchas, muchas almas más que en este tiempo no lo hacen, ni lo viven. Así también aliviarán Mi Corazón de la gran ceguera humana que estoy viendo en la humanidad y cómo eso sumerge a las almas en la ilusión y en la indiferencia.

Que el amor que ofrecerán hoy sus corazones ante el Rey Universal pueda disolver las corrientes contrarias, y las almas puedan renacer a la vida en el encuentro perfecto con la Esencia Divina.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestro Señor escucharemos el Padrenuestro cantado en latín, para que las Puertas de Su Iglesia Celestial se abran y Su Gracia descienda en todos los corazones.

Nos ponernos de pie para la consagración.

Pater Noster...

Cristo Jesús:

En aquel tiempo Yo les di Mi Cuerpo para que resucitaran.

En aquel tiempo Yo les di Mi Sangre para que pudieran purificarse, consagrarse a Mí, para consagrarse al Plan de Dios.

En esta hora y en este momento se vuelve a revivir el sacrificio del Cordero de Dios, cuando en aquel tiempo tomé el pan dando gracias a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron, se lo entregué a Mis Apóstoles diciéndoles, para que le transmitan a la humanidad, que "este es Mi Cuerpo que fue entregado por todos para el perdón de los pecados".

Tomé el Cáliz y elevándolo a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron. Lo pasé a Mis Apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban todos de Él, este es el Cáliz de Mi Sangre, que a través de los tiempos y de las generaciones derramará la preciosísima Sangre del Cordero de Dios, para que todos reciban Sus Códigos de Luz y se rediman".

Este es el Cuerpo y la Sangre de quien dio la vida por ustedes hasta lo alto del Monte Calvario y sufrió por la humanidad para que ella no perdiera el sentido de su existencia y el camino perfecto de su alma.

Gloria a Dios en las Alturas, paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.

Y ahora que el Padre recibió la oferta de los elementos en el Altar y la oferta de los corazones, ha llegado el momento de la bendición a través de la infusión divina que el Padre propaga para todas las almas de la Tierra, y a través de la Obra, de la Ciencia del Espíritu Santo.

Que la Paz de Mi Corazón esté en ustedes y esté en todos los seres de la Tierra para que sean portadores de la paz y de la Misericordia de Dios, a fin de que terminen las guerras, el hambre, el sufrimiento y la desesperación de los corazones.

Por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús en este país y en el mundo, Yo los declaro Mis apóstoles y Mis compañeros, y les doy Mi bendición espiritual y paternal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. (x 3)

En fraternidad y en compasión se darán el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y sostente a través de ella.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su luz abarque todos los espacios.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su amor se extienda por todas partes.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su trascendencia transforme todos los abismos.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su templanza fortalezca todo tu ser.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su firmeza apoye todos tus pasos.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que su presencia exorcice todos los espacios.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y mantente unido a ella para transformar el mal del mundo, en bien.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y deja que todo sea sublimado.

Abraza con fervor el Poder de la Cruz y afirma la victoria de Cristo en la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A través de Mi Presencia, Dios les trae Su infinita Compasión, la que, aproximándose a la Tierra, intentará rescatar de los abismos a las almas de la humanidad.

La Divina Compasión es capaz de perdonar lo más difícil, así como también es capaz de ayudar a mantener un absoluto equilibrio durante el tiempo de las rivalidades.

Es por eso que la Divina Compasión lleva a despertar la pura neutralidad.

En este tiempo, la Divina Compasión intentará colocar a las almas en el camino que perdieron una vez, por diferentes razones.

La Divina Compasión creará un espacio interior, dentro del estado de la luz eterna, en donde el alma será colocada para encontrar el alivio para sus errores y sus purificaciones.

La Divina Compasión nos trae la esperanza y la renovación, atributos imprescindibles para la cura de todo el género humano.

Que la Divina Compasión guarde y proteja a todos para que, estando en ella, todos puedan beber de la Fuente del Amor de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La voz interna de Mi Corazón hoy habla con ustedes para que puedan sentir la profundidad de Mis Palabras y la importancia de Mi Mensaje.

Lo que hoy quiero decirles es algo simple, pero lleno de amor, especialmente a los que, por diferentes circunstancias y motivos, abandonaron la participación en la Obra redentora de Mi Hijo.

Quiero decirles a todas esas almas que todavía les queda un tiempo para poder arrepentirse y para corregir sus caminos, les queda un tiempo para percibir lo opuesto que han generado para sí mismos con sus acciones y emociones.

Antes de que el planeta siga purificándose violentamente, quiero decirles a esos hijos que recapaciten, que no desafíen la Voluntad de Dios y menos que modifiquen los Proyectos de Mi Hijo, porque lo que antes era plena Misericordia sobre ustedes podría convertirse en un afluente inagotable de Justicia.

Quiero decirles, a esos hijos rebeldes, que no ostenten algo que no les pertenece y que tampoco busquen aliados en este momento planetario en el que la realidad de las naciones es más grave. Les pido que salgan de lo mezquino, que no sigan condenando a sus almas a los abismos terrestres ni tampoco comprometan la mente y la vida espiritual de sus hermanos por medio de sus comentarios, acciones y desacuerdos.

Como Madre, les pido a todos los hijos rebeldes que se detengan, están provocando la ira de Dios. Ustedes no la conocen ni tampoco la saben. Arrepiéntanse de corazón y abandonen esa rebeldía e indiferencia que los ha consumido como el fuego.

No sigan ensuciando los caminos ni las almas de sus hermanos. No se dejen engañar por Mi adversario. Si hoy están en esta situación, hijos, no es por causa de nadie, la responsabilidad es de ustedes mismos. Ustedes se apartaron del Amor de Dios y no lo quieren reconocer. Sostienen más a sus sentimientos que al propio Plan de Dios.

Ya no lastimen más el Corazón de Mi Hijo. Él está en silencio, así como Dios está en silencio, pero el Padre Celestial, en algún momento, les responderá de la forma que menos esperan. Por eso, no ultrajen más el Plan de Salvación. Dejen en paz a sus hermanos, a todos los que sí escogieron por sabiduría seguir a Cristo y no a las resistencias de los que se rebelaron.

Les pido que no culpen más a nadie. Reconozcan sus errores y arrepiéntanse. No quiero verlos en el purgatorio.

No busquen más justificaciones. No abusen del poder que creen tener en manos. Sé que pensarán que la Santísima Virgen nunca les diría todo esto, pero aquí estoy como su Abogada, porque ya no tienen más méritos para poder salvarse.

Por esa razón, también vengo por los miserables de espíritu, por los que creen saber la Verdad y no la tienen, porque sus corazones están vacíos de Amor Divino.

Retrocedan, retrocedan a tiempo. Humíllense y pidan perdón, aún la Misericordia de Mi Hijo los puede amparar. Sean humildes para poder escuchar.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Pasión de Jesús significó y representó para la humanidad muchos acontecimientos. Algunos de esos hechos fueron conocidos, pero otros aún son desconocidos.

Muchas realidades y situaciones se dieron, ampliamente, en otros planos de consciencia, algo que iba más allá de lo material y también de lo espiritual.

La Pasión del Señor fue el verídico testimonio de que Él, por encima de todo, había encarnado para cumplir con esa misión y que no habría nada que pudiera modificar o alterar ese acontecimiento.

Cuando Jesús se encontraba en el Huerto Getsemaní, había llegado la hora y el momento de que, como hombre encarnado, Él le entregara esa condición humana al Padre para que, por Su intermedio, ese sacrificio fuera transformado para el bien de la humanidad, aunque la propia humanidad no fuera merecedora de esa Gracia.

El Padre, a través de Su Hijo, sabía que si esa entrega y ese sacrificio no sucedían, la propia raza humana se autodestruiría.

La razón fundamental de Cristo, durante Sus treinta y tres años de vida, era poder vivir y cumplir, más allá de Él mismo, la Voluntad Divina.

Jesús fue un hombre nacido con Dones evidentes de Dios, pero Él tuvo que conocer, como todo ser humano, la condición humana; pasó por tentaciones y pruebas para que de Su Espíritu emanara, todo el tiempo, la razón de Su existir.

Esa adhesión inmediata de Jesús a la Voluntad de Su Padre permitió que no pereciera.

Recordemos que Jesús llegó en un momento de la humanidad en el que la perversión y el abuso del poder eran los abismos por los cuales la humanidad se estaba condenando.

Jesús mantuvo el ímpetu de Su Amor por el Padre. Creía, por encima de todo, en la realización de esa Divina Voluntad, así como estaba escrito.

Su Propósito era alcanzar la meta que el Padre le había entregado, a pesar de las diversas dificultades que el Maestro podría enfrentar.

Su confianza en la manifestación de ese Plan y, sobre todo, Su Amor por él, lo hacía un Ser espiritualmente libre, capaz de vencer la dualidad y la adversidad que los seres humanos habían creado.

Amar esa Voluntad fue el principal objetivo espiritual de la Vida de Jesús.

Él sabía que nada ni nadie podrían cambiar el destino que el Padre le había mostrado para Su Misión en la Tierra.

Era una necesidad imperiosa del Maestro, la vivencia de esa Voluntad, aunque a veces, a pesar del desarrollo sensorial y místico de Su Consciencia, no sabía hasta dónde esa Voluntad lo llevaría dentro de Su Misión personal y global.

Hubo llaves inextinguibles que protegieron y ampararon la realización de toda la obra, tanto en la Vida de Jesús como en las almas, que fueron la humildad y la entrega abnegada de Su Ser. En esa escuela no podía prevalecer ninguna veta de soberbia ni ninguna señal de egoísmo.

La comunión que Jesús vivía constantemente con lo Alto, lo hacía verdaderamente libre y, más allá de Él, las Leyes de la Misericordia y de la Gracia universales podían actuar y realizar milagros.

Lo fundamental en la Vida de Jesús fue el Amor que Él trajo como Hijo de Dios y la enseñanza que Su Consciencia dejó de que el amor sincero y verdadero sería capaz de transformar y de sublimar la corrupción humana.

¡Les agradezco por imitar la Voluntad y el Amor del Señor!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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