Queridos hijos:
En este primero de abril y preparando Mi peregrinación, quisiera pedirles una ayuda orante extraordinaria a los más de trescientos grupos de oración de la Red-Luz.
El pedido espiritual consistirá en rezar el Santo Rosario durante seis meses, cada día por una nación o grupo de naciones de América que Yo les indicaré. Por esta causa y por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón rezarán Conmigo un misterio del Santo Rosario el lunes por Venezuela, el martes por Uruguay, el miércoles por Brasil, el jueves por Paraguay, el viernes por Argentina, el sábado por Chile y el domingo por Centroamérica y el Caribe que abarcará Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, El Salvador, Honduras, las pequeñas Antillas y México.
Este pedido de oración es para que ayuden a su Madre Celeste para que Su Corazón Inmaculado triunfe no solo en las almas, sino también en la consciencia espiritual de las naciones. Los desórdenes sociales, políticos y humanos que viven algunas naciones de América provocan interferencias en los Planes del Padre, y Mi adversario aprovecha esos conflictos para impedir que Mis hijos despierten al llamado de lo Alto.
Vengo a pedir que todos los grupos de oración se reúnan, al menos una vez cada quince días, para orar juntos a través de los medios de comunicación que han utilizado para apoyar la tarea de oración. En ese encuentro quincenal, su Madre espera que algún representante consagrado de la Orden esté presente.
Los videntes acompañarán los encuentros de esta misión orante de seis meses. A Madre María Shimani le corresponderá Uruguay y Argentina; a Hermana Lucía, Brasil y Chile; a Fray Elías, Centroamérica y los demás consagrados acompañarán a las demás naciones.
Con esta misión ayudaremos a que no se instale en las Américas un futuro desorden social y político que amenace la integridad de los pueblos.
Estaré acompañando estos encuentros de cerca.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Alegren sus corazones, pues el tiempo del apostolado de Cristo se inicia. El Señor aguarda con Amor para saber cuáles de Sus hijos erguirán los brazos y anunciarán su nombre para este santo apostolado.
Ser un apóstol de Cristo, hijos Míos, es confiar plenamente en Su Corazón, es esforzarse con todo el ser para vivir Sus enseñanzas y, a través del ejemplo más que por el verbo, difundir Su Mensaje.
Hace mucho tiempo que el Cielo aguarda este momento, en el que la Buena Nueva del Señor volverá a ser anunciada sobre la Tierra, en el que los corazones nuevamente podrán arder en el amor a Cristo y la devoción será la fuerza de los caminantes.
Amados hijos, para Gloria de Dios, ha llegado el tiempo de vivir definitivamente de la fe, de consagrar sus corazones al Plan del Señor y de vivir para cumplir plenamente Su Voluntad.
Hijos Míos, hoy siembro en sus corazones la virtud de la fe y de la devoción ardiente para que, de esta forma, puedan estar prontos para dar el primer paso en dirección al Corazón Sacratísimo de Cristo.
Quiero encontrar, en Mis hijos, el ejemplo vivo de la fidelidad a Dios, para que una vez más el mundo pueda tener, delante de los ojos y del corazón, un impulso de aquellos que se entregaron santamente a las Palabras del Señor y cumplieron, con amor, Sus Mandamientos.
Yo los invito a ser valientes soldados de la Misericordia, para que Dios funda Su Misericordia en sus corazones y estos sean fuentes de Misericordia Divina para el mundo.
Hoy Yo los invito a seguir el ejemplo de aquellos que fueron locos a los ojos del mundo y vivieron el Evangelio de verdad y con fidelidad absoluta a Cristo.
Yo los invito a entregar el temor, que muchas veces permea sus corazones, para vivir algo nuevo, una libertad celestial que trasformará sus corazones en un puente hacia el Universo de Dios, donde Mi Reino es una realidad.
Aguardo que, en alegría, puedan responder a este llamado. Yo los tomaré de las manos y Conmigo descubrirán un mundo nuevo, que aguarda en sus corazones.
Permítanme, pequeños hijos, encender la llama de la devoción en sus corazones; una devoción que aún no conocen y que, muchas veces, los hará entregar la vida por amor a Dios.
No teman la intensidad de Mis Palabras ni la grandeza de Mi llamado. Es tiempo de grandes obras espirituales por amor al Señor, y Yo estaré siempre guiando sus corazones. Solo ábranse para descubrir Mi llamado y vivirlo con el corazón.
Yo los amo siempre y estoy a su lado.
María, su Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más