APARICIÓN DE CRISTO JESÚS EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

Yo vendré como el Fuego más ardiente de todos los fuegos, pero nadie se quemará ante Mi Presencia, sino que el espíritu se encenderá en Mi Fuego Divino y Cósmico.

Este Fuego que descenderá del universo vendrá a renovar a todas las consciencias, vendrá a renovar a todas las formas, redimirá a las leyes del planeta y traerá la Luz del entendimiento y de la sabiduría.

En esa hora, cuando todo parezca perdido, Yo retornaré, les extenderé Mi Mano a ustedes y les ofreceré Mi Corazón, así como lo hice con Mis apóstoles después de Mi Resurrección.

Reapareceré en el mundo de formas nunca antes vistas y todo lo que siempre ha parecido desconocido, pasará a ser conocido y los misterios se develarán. Los sellos finalmente se abrirán con el descenso del Hijo de Dios entre los planos y dimensiones.

Y así, el Soplo del Espíritu de Dios descenderá con toda Su fuerza y poder, retirará del planeta a las fuerzas del mal. Los ángeles reconstruirán el éter de la Tierra, que en este tiempo está rasgado e invadido, pero las lanzas de todos los ángeles del Cielo restablecerán las corrientes ígneas de este universo, y de esto participarán el sistema solar y este planeta.

Las grandes fuerzas cósmicas, que impulsaron la creación del universo material, participarán de este acontecimiento del Retorno de Cristo y todo lo que fue escrito en la Biblia se cumplirá.

Aquellos que están destinados a recibir al Señor, en Su Retorno, lo vivirán. Aquellos que han partido de este mundo y aquellos que ya no estarán en el futuro también presenciarán la venida de Cristo desde los planos del Reino Celestial.

Así, se restablecerá la comunicación divina entre el Cielo y la Tierra porque, en ese tiempo que no está tan lejos, las armas y las guerras ya no funcionarán; porque no habrá fuerzas ocultas que las estimulen o las impulsen, ya que el Gobierno Espiritual de Dios descenderá y aquellos que fueron predestinados a formar los 144 000 se presentarán; y muchos más podrían sumarse a este acontecimiento si a tiempo se convierten al Señor y se redimen.

Felices serán aquellos que perseverarán hasta el final de los tiempos, porque atravesarán los obstáculos de la decadencia y de la inercia humana. Con la victoria de Mi Luz y el poder de Mi Amor, los escogidos sabrán atravesar los abismos y las tribulaciones, y no habrá nada ni nadie que los detendrá porque guardarán el gran secreto de Cristo, aquel último secreto que se revelará a los consecuentes y a todos los puros de corazón.

Ese secreto, que es invencible e inextinguible, ampliará el campo de la consciencia humana y mental, y todos los seres en la superficie de la Tierra, que hayan servido sinceramente a Cristo, vivirán la reconexión con la Leyes Divinas.

Y, como fue en los tiempos pasados del sagrado pueblo de Israel, los ángeles del Señor anunciarán la llegada del Mesías, ahora la llegada del Gran Gobernante del Universo.

No habrá fuerza oculta o contraria que se pueda resistir a Mi llegada, porque cuando atraviese el éter del planeta todo comenzará a suceder. Las puertas del universo se abrirán y no serán ocultadas. Los elementos de la naturaleza acompañarán ese gran acontecimiento, así como los elementos del planeta acompañaron a la Sagrada Familia de Nazaret.

No quedará piedra sobre piedra y esto se cumplirá. Por eso, vivan a tiempo el arrepentimiento verdadero, de corazón, y abran sus corazones para ser un receptáculo vivo del Legado de Cristo, porque lo necesitarán en el final de estos tiempos.

En todas las mentes que hayan creído en la Divinidad del Señor no habrá duda, cuestionamiento ni crítica. Las Leyes Universales serán comprendidas a través de las esencias y así podrán decodificar los impulsos que Yo le enviaré al mundo.

No estoy hablando de misterios inexplicables, no estoy hablando de nuevas filosofías o de otras ramas espirituales; estoy hablando del único impulso que Yo emanaré desde el Corazón de Andrómeda antes de Mi partida a la Tierra.

Y así se emitirán Tres Llamadas contundentes a todos los servidores que hayan seguido a Cristo hasta el final de los tiempos y que, sin verme ni reconocerme, habrán creído en Mi Presencia Inmaterial.

La Primera Llamada, que le emanaré al mundo, será la Llamada Preparatoria, momento en el cual todos los corazones y vidas deberán estar prontos, a pesar de los acontecimientos que se verán en la faz de la Tierra, a pesar de los fenómenos climáticos o cósmicos, aun con el reaparecimiento de grandes consciencias del universo en toda la órbita del planeta.

Esa Llamada será inconfundible, profunda y clara; será la Llamada de que deberán tener todas sus cosas materiales prontas. No les hablo de los bienes que los atan a este mundo, les hablo de que su vida material y física deberá estar alineada Conmigo, así como también la de sus familias.

La Segunda Llamada que Yo le emanaré al mundo, será la Llamada de Mi Reaproximación.

Los ángeles de la guarda tendrán la tarea de hacer esta Llamada por medio de sueños, experiencias o incluso materializaciones. Las Fuerzas Cósmicas del universo se presentarán y, a través de la Llamada de Mi Reaproximación, los corazones ya sabrán que solo faltará una última Llamada, que será la Llamada de Mi Voz.

Le hablaré a los corazones en lo más profundo de la esencia. Así como muchos de ustedes ya Me escucharon una vez en Tierra Santa, Me volverán a escuchar claramente y Me reconocerán; pero estén atentos para no confundirse con los falsos cristos.

No hay nadie en esta superficie que tenga más poder que el Hijo de Dios, porque Dios le da poder a quien Él lo determine. Por eso, Mi Presencia y Mi Llamada serán inconfundibles.

Muchos escucharán Mi Llamada interior, otros Me verán en los planos internos y otros Me verán cara a cara por un único instante y por un único momento, y ese será el momento de Mi Retorno, cuando reorganizaré a este planeta de adentro hacia afuera.

Será el momento de la gran rendición de toda la humanidad. Llamaré a todas las religiones para que finalmente sean una, en Cristo y por Cristo, y ya no será necesario vivir varios caminos espirituales porque todo quedará muy claro.

Pero esto no será lo último, compañeros. Existirá la Cuarta Llamada, que será la Llamada de la Madre de Dios, cuando también reaparecerá en el mundo.

Así como en el tiempo pasado la vieron ascender a los Cielos, en cuerpo y alma; así también la Divina Madre del Mundo descenderá de los Cielos, en cuerpo y alma. Pero, revelará Su Faz absolutamente transfigurada y cósmica junto a tres grandes Padres Creadores: Gabriel, Miguel y Rafael.

Traerá, junto a ellos, el Cetro de la Voluntad de Dios, esa gran herramienta cósmica que descenderá del universo al planeta, y será visible para poner fin a todo mal y a toda dualidad.

En este tiempo, que no está muy lejos, resucitarán los muertos y las Leyes que fueron profesadas al pueblo de Israel se cumplirán.

Muchos tendrán la Gracia de reencontrar a aquellos que perdieron por su muerte, la vida mortal pasará a ser vida inmortal. Será el nuevo comienzo de la humanidad y aquel Proyecto que fue pensado en el origen de Adán y Eva se retomará.

Todo esto será llevado adelante a través del Fuego del Amor Crístico. Por eso, en estos últimos tiempos fueron preparados. Y, a través de estos últimos encuentros Conmigo, están siendo preparados.

Díganle al mundo que ya estoy volviendo y que no falta mucho. Les vuelvo a repetir que nadie podrá detener ese acontecimiento universal, porque ya está escrito.

El Maestro y Señor del universo, el conocido Jesús de Nazaret, se reencontrará con cada uno de Sus compañeros, les dará el abrazo que tanto esperan, recibirán el Amor que tanto buscan y en esa hora comprenderán quiénes son verdaderamente.

Alegren sus corazones y espérenme con esperanza.

Estamos en el último tiempo de la tribulación, pero la Aurora volverá a nacer en el horizonte y ya no podrá ser sepultada por nadie.

¡Ay de aquellos que no han creído en lo que ha pasado aquí, en este país!

¡Ay de aquellos que cerraron su corazón a Mi Mensaje y a Mi Palabra!

La Tierra se limpiará a sí misma, como lo está haciendo en este momento.

Recen por los pecadores y por los que no se convirtieron. Recen por Mi Iglesia extendida en toda la Tierra, para que ya no sea difamada, para que cumpla la gran promesa del Señor y así formen el gran Cuerpo Místico de Cristo en la Tierra.

Sean chispas de Mi Amor en el mundo, ya no sean oscuridad. Beban de Mi Luz y sean Luz. Reciban Mi Gracia y sean consecuentes.

Es todo lo que hoy quería decirles, de corazón.

Sigan siendo valientes para escuchar la Palabra de Dios, porque ya es la última, antes de que todo suceda.

Celebremos este momento. Comulguemos de este Mensaje por medio del Sagrado Sacramento de la Eucaristía, para que más almas en el mundo también puedan prepararse para Mi Retorno al mundo, tan esperado.

Cuento con ustedes hasta el final.

Y así, Yo los bendigo y los absuelvo, bajo el poder de la Santísima y Divina Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los esperaré aquí en el mes de enero del próximo año, para cerrar esta misión, a través de este Centro Mariano.

Déjense consumir por el Fuego de Aurora, no les hará mal.
 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE VIEDMA, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Hoy Mi Rostro se reclina sobre el suelo y besa el suelo de Argentina, para que el Padre envíe hacia el mundo el sentimiento más profundo de Su Amor, a fin de que se cumpla Su Voluntad en esta parte del mundo y en toda Sudamérica.

He venido como el Sacerdote entre los sacerdotes, para dar comienzo a la celebración de esta Eucaristía, que congrega a todos en el amor, en el bien y en la paz, y que llama a las culturas y a los pueblos a unirse a la Esencia de Mi Amor, porque Yo he venido al mundo por todos y para todos los pueblos.

En Mi Amor Yo les enseño las verdades, lo que deberán aprender para estos tiempos difíciles, sabiendo que es imprescindible que aprendan, como Mis discípulos, a unirse a Mi Cielo para que su Gracia descienda y los colme.

El momento más agudo de la humanidad se está aproximando. Por eso vengo en Divinidad y en Espíritu para prepararlos, así como vine a Mis apóstoles antes de Pentecostés para traerles la Buena Nueva, el anuncio de Mi Resurrección.

Pero hoy no podré venir completamente con todo Mi Ser, porque no lo soportarían; aún sus cuerpos deberán seguir purificándose para alcanzar el estado necesario e interior a fin de que Me puedan reconocer cuando Yo retorne al mundo, de una forma nunca antes vista.

Allí conocerán la verdadera Faz del Señor y el legado que el Hijo de Dios recibió del Universo, de las Manos del Padre, será conocido.

La Tierra ya se habrá purificado y redimido. Los pecadores ya han sido perdonados, para que puedan recibir el legado del Padre Celestial, el que unirá a los pueblos, a las razas y se constituirá, en el Espíritu Santo, una sola creencia: la creencia en el Dios vivo, el que siempre ha estado con ustedes desde antes que existieran, desde antes que surgieran y desde antes que fueran creados dentro de este sistema universal.

Para algunos, Mis Palabras sonarán nuevas; para otros, Mis Palabras ya serán conocidas.

Es hora de que reconozcan el lenguaje del Señor, el que proviene de la Fuente Primordial para venir a rescatar el mundo y su humanidad perdida.

Por eso muchos más deberán consagrarse como Mis apóstoles.

He escogido venir fuera de la Iglesia después de tanto tiempo, para que el resto de la humanidad Me pueda reconocer como la Segunda Persona en la Santísima Trinidad, la que vive y propaga la Misericordia de Dios en el mundo.

Los invito a elevar la consciencia de estado a través de la oración, del silencio y del perdón. Porque primero deben perdonarse a ustedes mismos para que aprendan a perdonar a los demás, y la humanidad se pueda perdonar los unos a los otros, a pesar de lo que ha sucedido y vivido a través de los tiempos y de las últimas generaciones.

Confíen plenamente que una nueva vida que comenzará sobre la Tierra y que ya no será necesario que los hombres y mujeres vivan en el sufrimiento y en el dolor, porque lo que Yo les traigo es algo renovador, algo más renovador de lo que les traje la primera vez, cuando encarné en este mundo para anunciar la Buena Nueva, para declarar Mi segunda venida a la humanidad.

Deben ser merecedores de la Gracia de Dios. Deben ser partícipes de la Comunión Divina con el Espíritu, porque del Espíritu Sagrado de Dios todos provienen y a ese Espíritu Sagrado algún día volverán, después de haber pasado por la experiencia de la Tierra, por esta escuela, y aprender a vivir el Amor, el Perdón y la Redención.

Nunca he besado el suelo de ninguna nación de la Tierra.

Para que comprendan ese símbolo, verán qué grande es la necesidad planetaria y la unidad entre los pueblos y las naciones, a pesar de los que los gobiernan.

Su verdadera existencia está en lo Alto, en el Universo, en lo que puedan recibir del Padre Celestial y que nadie les quitará bajo ningún medio.

Deben colocar su mirada hacia las estrellas y no hacia lo superficial. Así aprenderán a atravesar los tiempos y conquistarán nuevos estados de consciencia, que los llevará a comprender muchas cosas por medio de la Sabiduría Divina.

Así ayudarán a que otros puedan despertar y aprendan a vivir Mi Evangelio como una escuela básica en este tiempo de despertar, en donde las consciencias deben reconocer que deben cambiar para poder formar parte de lo nuevo, de lo que vendrá del Cielo, durante Mi segunda venida.

Dios les ha dado un eterno servidor que es su Ángel de la Guarda, el cual siempre espera por sus pasos en la Obra de la Misericordia, del Servicio y de la Redención, para que aprendan a crecer interiormente, para que aprendan a ser buenas personas, a pesar de las imperfecciones o de los defectos.

Yo vengo a buscar lo que existe dentro de ustedes, lo que Dios depositó dentro de ustedes y que forma parte de Mi Iglesia Celestial.

Deseo penetrar sus templos internos. Deseo morar en sus corazones, para que puedan sentir cosas diferentes a las que hoy sienten, para que puedan vivificar Mi Consciencia y así, formar parte de los rebaños de Dios que son guiados por el Amor de Cristo y que solo aspiran a amar y amar cada día más.

Eso los liberará de la esclavitud espiritual que muchas consciencias y almas viven en estos tiempos.

Eso los librará de las dolencias espirituales y materiales.

Pero deben abrirme su corazón para que en ustedes se constituya Mi Proyecto de Redención.

Argentina es un país que amo profundamente, porque sé que fue creado por un Propósito Mayor que aún muchos desconocen.

Aquí deberá surgir la nueva luz del amanecer, para que después de los tres días de oscuridad, las almas reencuentren el sentido de caminar hacia el Infinito y en arrepentimiento, pedir perdón a la Creación por tantos errores cometidos.

Argentina es un pueblo que deberá regenerar su consciencia en unión a la Jerarquía Espiritual, en unión al Sagrado Corazón de Jesús, para que sus decisiones sean coherentes y estén dentro de la Ley Divina y no de la ley de los hombres. Eso evitará muchos sufrimientos y muchas penas, amarguras y grandes angustias.

Yo vengo a retirarlos, compañeros, de las invenciones de Mi enemigo despertando su consciencia hacia lo Alto, hacia lo que proviene de la Fuente y es eterno.

Es ese Amor que vive dentro de Mi Corazón, que hoy Me trae aquí por cada uno de ustedes y de sus hermanos; por cada una de sus familias, de sus pueblos y ciudades; por cada ser que vive sobre Sudamérica.

Pero sé que no todos responden a lo que necesito.

Como hace dos mil años atrás, los llamaré de ir de dos en dos, a fin de que sean testigos de Mi Retorno y, en confianza, testimonien Mi Presencia en la humanidad.

Les daré el poder de la palabra y la humildad del corazón, para que la Sabiduría del Espíritu Santo los guíe y demuestre que soy Yo el Hijo de Dios, que está anunciando Su retorno al momento más crucial de la humanidad y del planeta.

Que se abran sus ojos a este Misterio que se está revelando en Argentina, porque he escogido el lugar más simple entre los simples que existe, para darles esta buena nueva y anunciarles que el fin de su cautiverio esta próximo.

Crean que todo se renovará. Comiencen imitando Mi ejemplo en las buenas obras y hagan el bien por donde vayan, porque el amor es lo que salvará al mundo y no las armas.

Renuévense en la esperanza de Mi Corazón y sigan abriendo las puertas a Mi Divina Misericordia, porque aún tengo sed de muchas almas, especialmente las que sufren en soledad y en silencio.

Quiero que todos sepan que es Jesús de Nazaret que les está hablando y anuncia el advenimiento de Su Gloria y del Reino de Dios para todo el planeta, en el momento más culminante de la humanidad.

Reciban entonces los santos Sacramentos, para que puedan ser bendecidos por Mi Espíritu.

Aprendan a amar la Palabra de Dios, pero colóquenla en práctica durante sus vidas, porque no solo bastará leer la Palabra de Dios sino vivirla.

Las parábolas que les he dejado son enseñanzas básicas para los que recién comienzan a vivir el camino de Cristo. Pero aún hay más por conocer y por descubrir.

El Conocimiento divino no termina en la Biblia.

El Universo de Dios se aproxima para entregar sus revelaciones y así como los Profetas y los Patriarcas, finalmente la humanidad pueda consagrarse al nombre del Señor.

Elevando una Mano hacia el Cielo y la otra sobre Mi Corazón, oro por ustedes diciendo:

Padre, desciende Tu Piadosa Compasión sobre la Argentina, para que las almas descubran los poderes maravillosos de Tu Amor, que todo salva, que todo cura y que todo redime.

Coloca a todos en Tu Corazón para que el Soplo de Tu Espíritu guíe a los hombres y mujeres de la Tierra, así como Tú guiaste, Padre, al pueblo del desierto junto a Moisés, a fin de que descubrieran Tu Tierra Prometida.

Que Tu Voluntad, que originó toda la vida. sea vivificada.

Que las almas puedan nacer en este mundo, para experimentar la riqueza de Tu Amor entre las familias y los pueblos, deseando profundamente, Señor, de que en todo se encuentre Tu Divina e Insondable Misericordia, para que los errores sean disueltos y el corazón de los seres de la Tierra se alegre al encontrar Tu Paz. Amén.

Este es el momento en que Mi Iglesia Celestial se aproxima a la Tierra, para que los elementos ofrecidos en el Altar sean consagrados para el bien, la bondad y la Misericordia en los hombres y en todos los que creen en el Retorno de Cristo.

Celebremos este momento con gozo en el espíritu, por una renovación espiritual en la Argentina, para que este pueblo se consagre como un rebaño de Dios que escucha y responde a Sus sagrados designios.

Señor, bendice todo lo que has creado para darle a Tus hijos la bondad de Tu Corazón y el Infinito Espíritu de Tu Gracia.

Que las almas en esta Comunión con el Sagrado Corazón de Jesús encuentren el camino hacia Tu Casa Celestial.

Que se abran las puertas del Cielo y descienda la lluvia de Amor del Espíritu Santo, a fin de que las almas sean bendecidas por la Misericordia de Dios y por Su Infinita bondad, la que une a los corazones bajo un mismo propósito.

Hoy se renueva el Misterio del Glorificado Cuerpo de Cristo, presente en el Pan Vivo que nutre a las almas con Su Sublime Espíritu.

Hoy se renueva el Misterio del Santo Cáliz que derrama la Sangre del Cordero y liberó la opresión a los hombres de toda la Tierra, a fin de que triunfara a través de los tiempos el Amor de Dios

En aquel tiempo, Yo tomé el pan y dando gracias a Dios, Mi Divino Espíritu lo bendijo y repitiendo las Palabras que el Padre Celestial dictaba a Mi Corazón, les dije a Mis Apóstoles y a todos los que estaban presentes: Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado para el perdón de los pecados.

Del mismo modo elevé el Cáliz y el Padre lo bendijo con Su Espíritu, el Poder Inmaterial y Universal.

Les dije a Mis Apóstoles: Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de la Nueva Alianza entre los hombres y Dios, entre las almas y el Padre Celestial.

Sangre ¡exorciza, perdona y repara a los corazones! Sangre Divina de Cristo, que vivifica a las almas en el Gran Universo del Amor Creador de Dios.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que a través de los tiempos se ha entregado y que aún se seguirá entregando por la redención del mundo y de la humanidad, a fin de que despierte la nueva humanidad en el impulso de los Nuevos Cristos. Amén.

Y ahora recemos juntos para que más almas comulguen de Mi Espíritu y de Mi Fuerza de renovación.

Padre Nuestro...

Que la Paz del Padre Celestial esté en sus corazones y en los corazones de todos los seres de la Tierra.

Que en la Argentina siempre esté la Paz y que se proclame al mundo, desde Sudamérica, el triunfo de la Divina Misericordia en la humanidad.

Que se cierren las puertas al sufrimiento, al pasado y a la perdición.

Que se abran las puertas a la nueva vida y a la cura de todas las consciencias, a fin de que todos se sientan partícipes de la segunda venida del Reino de Dios.

Con la Luz de Mis Llagas Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En fraternidad, por Argentina y el mundo, se darán el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

 

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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