APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE SAN FRANCISCO, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo traigo la Paz hacia un lugar en donde no existe; por eso he venido aquí, buscando de ustedes una respuesta verdadera que pueda abrazar Mi Corazón a partir de todas sus súplicas.

Vengo a retirar de este lugar lo que causa el dolor y todos los errores.

Vengo a apartar con Mi Mano lo que hace perder a los hijos de Dios, el camino de la Luz y del Amor.

Por eso he venido aquí en espíritu, bajo el Espíritu de Mi Padre, para despertar sus consciencias hacia algo que es necesario en estos tiempos, que es ser consecuentes, como nación y como pueblo, con los Planes de Dios, que a pesar de ser desconocidos por todos deben realizarse a partir de la entrega de sus corazones a Mi Propósito Redentor, que debe llegar a muchas más consciencias en el mundo.

Así podrán comprender compañeros, cuán importante es su paso delante de todo lo que sucede en el mundo y de lo que aún sucederá en esta nación.

No puedo prometerles en este lugar cosas grandiosas, solo les puedo prometer Mi Reino que es seguro y eterno para todos los corazones.

Es así, compañeros, que a partir de su paso verdadero Mi Obra se expandirá y llegará a aquellos corazones que aún estando cerrados, no conocen la grandeza de Mi Amor ni tampoco el poder de Mi Misericordia.

Hoy vine a traerles, compañeros, una oportunidad única de confirmar sus almas a la consagración, la consagración que es importante para que muchas Gracias más desciendan sobre aquellos que no las merecen.

Y ¿por qué hoy les digo esto? Porque el poder de Mi Misericordia trasciende todos los límites y las barreras, todos los errores y todos los obstáculos a través de los tiempos y en toda la humanidad.

Si ustedes aceptan esta Fuente de Misericordia que es inmaterial y luminosa, sus espíritus, que así lo esperan, lo agradecerán profundamente desde el momento que abran sus consciencias al llamado de Mis Palabras a la proclamación de Mi Divino Espíritu por cada uno de ustedes y por cada uno de sus hermanos.

Es así que el Padre Eterno en Su infinita Misericordia y por la intercesión de Su Divino Hijo, ha decidido, compañeros, continuar con esta peregrinación que no solo es material, sino profundamente espiritual; guiada por la Fuente Única para que la mayoría de los corazones sean tocados por este Gran Espíritu Redentor.

Porque en verdad les digo, compañeros, esta es la última oportunidad de despertar la consciencia a la verdad que muchos aún no han visto.

Es por eso que hoy vengo de un lejano desierto, que forma parte de su nación Norteamericana, un desierto muy experimentado que también debe consagrarse en su austeridad y soledad a Mi Sagrado Corazón.

Pero como Yo sé, compañeros, que muchos de ustedes no tienen conocimiento sobre la verdadera realidad, que sucede en los desiertos del mundo, es así que vuestro Maestro del Amor, antes de llegar aquí en este día, posó Sus Pies sobre ese lugar para desactivar muchas cosas que no deben suceder en la humanidad.

Es así, que por medio de la renovación que Yo les traigo para cada una de sus vidas y a partir del impulso de sus corazones, de abrazar esta gran propuesta de Mi Eterno Corazón de Amor, Yo los invito a contemplar con sus corazones toda la Creación de Dios que en este Planeta y en esta humanidad, está siendo destruida y olvidada por la mayoría.

Se podrán preguntar, compañeros, ¿por qué hoy los llevo al desierto de Nuevo México? Porque así como los demás desiertos en el mundo que forman parte de una tarea espiritual, de la trascendencia de la humanidad, de su condición humana, por medio del desierto interior, Yo les pido, por medio de este ejemplo, de contemplar los desiertos del mundo, que cada uno de ustedes Me pueda encontrar en ese desierto de Nuevo México, como Me han encontrado en Shambala, en Chilca, como en el desierto de Atacama.

Así como la Madre de Dios, la Reina del Cielo y de la Tierra les revela el poder de Sus Espejos, la comunicación inmaterial entre las almas y Dios, Yo les demuestro a través de los desiertos del mundo, la posibilidad de encontrar dentro de cada uno de ustedes, al Dios del Amor, al Dios del Perdón, al Dios de la Divina Misericordia.

Por ese desierto que Yo, hoy he pasado, intenté renovar muchos principios que en esencia forman parte de la consciencia espiritual de esta humanidad, especialmente de su nación y de su pueblo, que como los antiguos pueblos del desierto, deben recuperar no solamente su pureza original, sino principalmente su sabiduría., para que puedan tomar decisiones bajo el amparo y la guía de la divinas Leyes de Dios, que son alteradas en estos tiempos por las actitudes humanas, por las acciones humanas, por la respuesta que da la humanidad ante la verdadera necesidad de la reconciliación, del perdón y de la redención de toda la consciencia humana ante el Creador.

Vine así a retirar algo que oscurece a las almas, para que pudieran ser iluminadas por Mi Espíritu.

En esta hora definitiva, en donde todos está en juego dentro y fuera de los seres, en donde todos sus caminos están ante una gran definición y la posibilidad de un profundo despertar de la consciencia superior de cada uno de los seres humanos.

Y eso será posible, compañeros, por medio de una Ley que han olvidado, que olvidó toda la consciencia norteamericana, que es la Ley que hoy se manifiesta ante sus ojos y corazones: la Ley del Amor, del Amor-Sabiduría, que los llevará a encontrar el camino que muchos han perdido.

Es así que a Mi derecha les abro una puerta, una nueva puerta, para que junto a Mí y en Mí, comiencen una nueva etapa, un nuevo camino, un nuevo sendero, hacia la eterna redención de todos los aspectos que han llevado al pueblo norteamericano, a los errores y a las guerras, a los conflictos, a la desarmonía de las naciones del mundo.

Los invito a ingresar a la puerta de la humillación porque así el Padre Eterno verá en sus corazones una rendición verdadera y no superficial.

Como Mi Madre lo ha pedido en Fátima en 1917, para que la guerra terminara, y el mal se extirpara del mundo, Ella reveló la Pureza de Su Inmaculado Corazón, que puede ser venerado por todas las almas del mundo independiente de su religión y de su creencia.

Esta puerta a la humillación que hoy les abro es una puerta definitiva que los conducirá a estar más cerca de Dios y dentro de Su Proyecto de Amor, que Él desea realizar en sus vidas y en la vida de sus hermanos.

Dependerá de ese paso, de cruzar ese umbral hacia la verdadera rendición, que ustedes amorosamente y por medio de su verbo orante abrirán las puertas para todos los que las tienen cerradas espiritualmente desde hace siglos.

Vean así, compañeros, hasta dónde puede llegar el poder del Amor de Mi Misericordia.

Es así que Yo estoy retornando, aunque muchos no lo crean.

Dichosos de los que viven cada una de Mis Palabras y las hacen carne de su propia carne.

Porque así estarán Conmigo paso a paso, momento a momento, y podrán ayudar a los que han negado estas revelaciones del fin de los tiempos y podrán ayudar a los que se han burlado de Nuestras Sagradas Presencias.

Dichosos los humildes, bienaventurados los alegres, porque serán merecedores de ver al Redentor en Su máxima Gloria y en Su verdadera faz, la faz de Su Existencia, de Su Unión íntima y eterna con el Creador.

Y ahora que algunos de ustedes se han humillado por muchos más de los que no se humillan ante el Padre Celestial, es que realizaremos esta comunión interna con Mi Sagrado Corazón.

Por medio de la comunión y de la oferta que cada una de sus almas haga al Eterno en este momento, para que se cumpla el Propósito de Dios en esta nación y en esta humanidad, con los ángeles del Universo, que adoran Mi Sagrado Corazón como Fuente de Prodigios y de Gracias, Yo los invito, compañeros, a liberarse de sus pecados, de sus heridas, de todas sus incomprensiones, de sus obstáculos, de todas las amarras y cadenas que a través de los tiempos no han permitido que fueran dignos hijos de Dios.

Recuerden que esta Santa Comunión del día viernes es por toda esta nación, y en acción de gracias por la presencia de su Humilde Maestro del Amor sobre este suelo querido.

Oración del Ángel de la Paz por tres veces, en inglés.

El incienso es la oferta de todos los ángeles del Universo, a todos los santos arcángeles, Padres Creadores del Universo Celestial, que por medio de este sagrado elemento exorcizan las fuerzas del Universo, liberan los espacios y consagran las dimensiones a la Luz del Creador.

Con la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, todos los males sean liberados y las almas renazcan al poder de Mi Amor Redentor.

Este es el agua que purifica, que santifica, que sacramenta a las almas con los Dones del Espíritu Santo y de Su presencia inmaterial, en todo el Universo.

Este es el Símbolo Vivo de Mi Sangre y de Mi Cuerpo preciosamente derramado para la salvación de las almas del mundo y de todos los planos de consciencia.

Este es el Grial que está llegando para irradiar Sus códigos de despertar y redención en toda la humanidad.

Los invito a revivir Mi Última Cena, especialmente a aquellos que nunca lo hicieron, que abran su corazón y su alma para recibir por medio de esta comunión la unión definitiva con el Todopoderoso.

Cantemos.