MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN PUNTA COLORADA, PIRIÁPOLIS, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los océanos son grandes receptáculos y vórtices planetarios de transmutación.

En ciertas épocas del año los océanos tienen que purificar, expurgar y transmutar hacia la superficie todos los efectos nocivos y físicos, así como espirituales, que el ser humano les provoca.

La única forma en que los océanos, como consciencia, puedan continuar realizando su tarea de elevación y de purificación de la consciencia humana es que, cada tantos ciclos del año, ellos deban liberar intensamente todo lo que la humanidad les deposita. Pero ese movimiento de purificación que los océanos viven no es suficiente.

Por eso, los grandes elementales y devas de las especies marinas, como lo son los de las ballenas y los delfines, ayudan en esa purificación inmediata para que la consciencia de los océanos se pueda renovar y, así, seguir trabajando en la armonía y en el equilibrio planetario del emocional de la humanidad.

Si de verdad la humanidad valorara y respetara a los océanos, ella descubriría por una propia conexión lo que los grandes océanos representan dentro de la Creación Universal.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN VIÑA DEL MAR, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy estoy aquí como la Señora del Carmen, porque soy la Gran Estrella del Mar, la Estrella que cuida de todos los mares del mundo. 

Hoy les traigo la enseñanza y la instrucción sobre los océanos, para que la humanidad pueda mirar con un poco más de compasión hacia ellos. Porque aunque no lo parezca, delante de la mirada humana, los océanos sufren las consecuencias de esta humanidad.

Por eso estoy aquí, en Viña del Mar, para entregar una misión a todos Mis hijos de Chile, porque este querido país es abrazado completamente por el Océano Pacífico y eso le trae la posibilidad de poder trabajar con su plano emocional profundamente.

Por eso, queridos hijos, ustedes que aman las montañas, que aman la naturaleza, que aman el océano, los invito, queridos hijos,en nombre de esta humanidad y de este planeta, de todos los océanos del mundo, a mirar hacia los océanos con más compasión, misericordia y oración. Eso permitirá, queridos hijos, que a pesar del sufrimiento que viven los océanos y todos los seres marinos, las almas puedan recibir una Gracia especial, que proviene de Nuestra Señora del Carmen, la Gran Estrella del Mar, para que más corazones despierten a la importancia de cuidar y proteger los océanos.

Ustedes, queridos hijos, más que su Madre Celeste, saben los daños causados que viven los océanos y cuánta contaminación ellos viven día a día. 

¿Cómo ellos podrán espejar para esta humanidad por medio de sus espejos la cura emocional para este planeta, si todos los océanos del mundo, por las propias manos de los hombre, siguen siendo contaminados y ultrajados?

Si los océanos pudieran hablar, el mundo escucharía eternos gritos.

Hoy vengo como la Madre de la Naturaleza y también como la Gran Estrella Guía de Chile, para invitarlos, queridos hijos, a colocar en sus oraciones diarias no solo al Océano Pacífico que los abraza , sino también a todos los océanos del mundo, que necesitan de intercesión y de oración, para que los propios ángeles del universo los puedan limpiar espiritualmente.

Le corresponde a esta humanidad de superficie, hacerse cargo de los daños causados a los océanos. Sepan que los océanos del mundo tienen oídos internos en donde pueden escuchar muchas cosas y en donde reciben grandes ultrajes de esta humanidad.

Los invito, queridos hijos, por amor a la evolución de los océanos, que abran sus corazones para acoger este llamado que su Madre Celeste y Madre de la Naturaleza hoy les trae. Si algo no se hiciera a tiempo, el mundo entero podría quedar sin agua y menos aún, no tendría que beber .

La humanidad no imagina esa situación  y no tiene consciencia de lo que eso significa para estos tiempos finales, pero si al menos existieran corazones sinceros  y abiertos que pudieran unirse a los océanos y a toda la vida marina, que también es trasgredida día a día, algo el Padre Eterno podría conceder para esta humanidad por medio de la Señora del Carmen, para que muchas cosas más sean evitadas.

Yo los invito, queridos hijos,  a abrir los oídos del alma y escuchar con el corazón lo que la Madre Celestial les trae.

Quisiera que muchos hijos más en el mundo consideraran este importante llamado por amor y la evolución de los océanos.

Quisiera que Mis hijos del mundo puedan responder a esta convocatoria, porque así como Yo vengo por ustedes, también vengo por los océanos del mundo, que día a día pierden su pureza original, su inocencia y principalmente, la posibilidad de irradiar su luz al mundo.

La humanidad necesita de los océanos para seguir adelante. El ser humano no puede vivir sin el agua, ni tampoco puede vivir sin nada que beber. Imaginen un planeta totalmente sediento y árido. 

Por la misericordia de las montañas, ellas siguen derramando el agua  de los altos glaciares del mundo. Eso ayuda a la humanidad a que tenga agua dulce para poder beber y alimentarse día a día.

Yo los invito, queridos hijos, a dar un paso en la consciencia, por lo que el Padre les entregó desde el principio de su Creación y por todo lo que Él pensó para ustedes, para su evolución y para su despertar.

Quisiera que colocaran en sus corazones Mi súplica, porque si ustedes no lo hacen por Mí, nadie en el mundo lo hará. Estoy siendo sincera al respecto de eso. 

Ya no puedo ver a los seres marinos, a las ballenas y a los delfines, sufrir por las manos de los hombres de este mundo. Y aunque los ultrajes son interminables, mayor es la Misericordia de Mi Corazón, que hoy viene a hablarles y a conducirlos hacia el camino de la reparación y del perdón.

Sé que muchos no querrán escuchar este mensaje  porque se sentirán incomodados o tal vez molestos al saber que el mundo, como creación y como naturaleza, precisa de la consciencia del ser humano y especialmente de su corrección y de su atención, delante de todo lo que hace diariamente, transgrediendo los Reinos de esta Naturaleza.

Ustedes no pueden vivir sin los Reinos, sin los océanos y tampoco sin las montañas. Su vida espiritual sería escasa, limitada y restringida. Tendrían pocas posibilidades de llegar a Dios. 

Por eso en estos tiempos críticos, queridos hijos, Yo los invito a orar de corazón  para poder compensar los graves ultrajes que realiza esta humanidad a los océanos de este mundo. Ellos necesitan espejar la información del universo. Esa información les permite a ustedes, queridos hijos, dar pasos en el camino espiritual, tener impulsos para servir y principalmente motivos para poder transformarse.

Los Espejos reflejan en la humanidad, por medio de los océanos, grandes principios divinos, que serán necesarios para la próxima humanidad, para la humanidad futura.

Ustedes serán los guardianes de ese legado, así como los guardianes de los Reinos de la Naturaleza. Necesito que cuiden de los tesoros internos del planeta, porque después no podrán decir, queridos hijos, que nadie les avisó a tiempo.

La Misericordia de Mi Corazón viene a buscarlos para que vivan un profundo despertar en la consciencia, para que abandonen este hipnotismo global que lleva a muchas almas a una constante distracción, a separarse de Dios, del camino del Amor y de la Verdad.

Necesito que den los pasos por sus hermanos, no solamente aquí en Chile sino también en el mundo, por amor a los Reinos de la Naturaleza y a los grandes océanos de este mundo.

La consciencia de los Reinos clama por esta humanidad. Ellos ya no pueden ver instructores en superficie, guías o maestros de esta humanidad, sino ven almas que ultrajan a consciencias tan pequeñas como los Reinos. Y ellos ya no tienen más nada que hacer ni tampoco como defenderse, porque no fueron creados para lastimar al hombre de superficie y tampoco para incomodarlo.

Los Reinos fueron creados para que el hombre de superficie, por medio de ellos, encontrara la comunión con el Creador y con la vida. Si esto falta en la humanidad, es decir, los Reinos de la Naturaleza, así como los grandes océanos, la humanidad no tendrá camino por donde seguir, para poder encontrar la luz, la reconciliación y especialmente el perdón.  

Por eso vengo aquí, queridos hijos, porque sé que sus corazones están receptivos para este Mi llamado, y que no podrían ver sufrir a los océanos, a la vida marina, a las grandes ballenas de este planeta, que sustentan el eje de la Tierra, de norte a sur, de oriente a occidente. Y a pesar de que ellas son lastimadas y asesinadas, la consciencia de las ballenas  no deja de irradiar amor, a pesar de la ignorancia del ser humano. 

Quisiera que las ballenas pudieran seguir cantando en los océanos de este mundo, para equilibrar la Tierra, para pacificar los mares, para curar el emocional de esta humanidad, que está desequilibrada.

Los Reinos de la Naturaleza, tienen una tarea fundamental en el fin de los tiempos. Por eso vengo hoy con este mensaje  desde el Océano Pacífico, en donde he peregrinado  desde Asia hasta aquí, para encontrarlos en oración y en unión Conmigo, porque aún preparo Mi Misión por aquel continente.

Quiero que sean conscientes de esto, y necesitaré, queridos hijos, que como hasta ahora, Me acompañen para esa importantísima misión que Yo realizaré en Oceanía y en Asia, porque Mis hijos Me están esperando, así como hoy ustedes Me esperaron, y esto va por encima de cualquier acontecimiento, de cualquier situación o circunstancia.

Necesito que sus consciencias se coloquen por encima del plano material, de las dificultades y de los obstáculos, para poder acompañar a Su Madre Celeste en esta Obra, en donde Ella,  a pedido del Padre Altísimo, intentará despertar todos los Espejos del mundo para ayudar a la humanidad en el momento más a agudo de su transición y de su purificación. 

¿Ahora comprenden la importancia, queridos hijos, de orar por los océanos del mundo? Si esto no sucede, ¿quién sustentará esa raza de superficie? Si no hay Reinos de la Naturaleza, ¿quién estará para poder apoyarlos y acompañarlos en el gran silencio que viven los Reinos, en el gran amor que ellos irradian desde el principio de esta Creación?

Vengo a pedirles, especialmente a los chilenos, que se tornen Mis misioneros de la paz, no solo en el camino de la oración, sino también en el servicio, en la vida  operativa de aprender a cuidar el Plan de Dios en esta humanidad y en este planeta. 

Ustedes tienen recursos internos para poder hacerlo. Por eso los he llamado aquí, a Viña del Mar, no solo para hablarles de los océanos y de la situación crítica que ellos enfrentan, sino también para convocarlos a vivir la vida misionera, de norte a sur de este país.

Chile, por medio de la oración del corazón, también debe aprender a sustentar las placas tectónicas. El equilibrio de este país dependerá de ustedes, queridos hijos, porque esta Tierra, este planeta, en su más íntima profundidad , también tiene heridas  ocasionadas por el hombre de superficie. Por eso este planeta se mueve como se ha movido aquí en este país; porque está viviendo su transición que precisa ser acompañada amorosamente, por todas sus oraciones. 

Esta es la misma tarea que tiene el mundo.

Mientras los océanos sufren, también el ser de superficie sufre. El ser humano enfrenta su purificación y a veces no encuentra la salida. 

Yo vengo a demostrarles, como Estrella Guía de todos los océanos, que es posible salir adelante, si tan simplemente, queridos hijos, se toman de Mi Mano, Me dicen "Sí" para que Yo los pueda guiar hasta el propósito final.

Hoy, Mi Corazón también está desconsolado por Europa, por la división que la Península Ibérica está viviendo y que no tiene consciencia de lo que eso significa para el Creador.

También los invito, queridos hijos, a colocar en sus corazones y oraciones a toda Europa, para que pueda ser contenida, suplida y guiada por los Ángeles de las Naciones. 

El Ángel de la Paz, que corresponde a Portugal en estos tiempos, está teniendo grandes trabajos por toda la Península Ibérica y también por toda Europa.

Los invito, a unir esfuerzos de corazón y de alma, ayudando a esos grandes ángeles, responsables de las naciones del mundo, para que puedan soportar el fin de los tiempos con su ayuda mutua.

Quiero anunciarles, queridos hijos,  por medio de la Misericordia de Dios, que deberé, con su ayuda, de forma urgente, estar en Europa para evitar algo mayor que sus hermanos que allí se encuentran, en España, no se imaginan. 

Si la humanidad no colabora con el Plan de Dios, las desgracias no podrán ser evitadas, porque el ser humano, como parte de esta raza humana, ha ultrajado todas las leyes, todos los designios y todas las reglas. Y su deuda es muy grande.

Yo los invito a vivir Conmigo la cruz de esta humanidad, así como la vivió Mi Hijo de forma incondicional  por cada uno de ustedes. Él prometió, Él declaró y anunció  que harían cosas más grandes a las que Él hizo. Esto ya no es una teoría, ni tampoco  un mensaje, es una realidad que están viviendo por medio de esta Obra, por medio de esta peregrinación, de forma inexplicable en estos tiempos. 

Yo vengo por toda la raza humana y también por los que no Me aceptan ni Me escuchan. Por eso los llamo a unirse a Mí en esta misión planetaria, no solo por los Reinos de la Naturaleza, sino también por las naciones, que de no mantener su equilibrio espiritual y psíquico, muchas cosas no podrían ser evitadas..

Me arriesgaré en estos tiempos, queridos hijos, a enviar menos peregrinos Míos, para que se torne posible esa Misión Extraordinaria. Eso significará de su parte un espíritu de oración aún más grande e invencible. 

Desde Portugal intentaré evitar algo, porque allí también se concentra el amor de Mis hijos en el gran Santuario de Fátima, en donde Yo estuve con ustedes hace cien años atrás, para poner fin a la guerra y establecer un mayor período de paz. Pero ese período de paz, queridos hijos, está terminando.

Yo les invito a reforzar el camino de la oración, porque eso permitirá que las puertas del Cielo se mantengan abiertas, para que la infinita Gracia de Mi Corazón penetre, como rayos de Luz, en las naciones que más necesitan y así podré disolver las maldades de Mi enemigo.

Los invito, queridos hijos, a tener consciencia de la situación planetaria, a salir de sí por un momento y no dar trabajo a Dios, sino más servicio, más donación, más corazón, para que muchas cosas sean aliviadas.

 Así como han colocado su corazón al servicio de Dios en estos días, necesito que este fuego encendido en ustedes continúe adelante, porque Yo podré hacer de Chile, Mi amada Patria Beata.

En esta noche, vengo a consagrar nuevos Hijos de María con la misma alegría y plenitud, con el mismo gozo y  júbilo que Su Madre Celeste lo hizo la última vez en Santiago. Porque aquí en este grupo de almas que hoy se consagrarán, se encuentran orígenes de pueblos originarios, valores espirituales e internos que deben volver a emerger a la consciencia humana de este país, para que ella recupere su dignidad espiritual, su filiación con Dios y principalmente, la reconciliación entre los pueblos y las culturas de Chile. 

Eso también permitirá, queridos hijos, que el pasado tan duro, difícil, que vivió este país pueda ser borrado del dolor de las consciencias y pueda emerger el principio de la Cura primordial de Dios. 

Por eso esta consagración de esta noche es importante para Mí, porque a través del "sí" de estas almas está permitiendo que muchas almas más de esta nación sean ayudadas y de esa forma, por medio de sus corazones y de sus presencias, están permitiendo que Yo retorne una vez más aquí, con el fin de consagrar todo Chile a Mi Inmaculado Corazón.

Agua para bendecir

Los Hijos de María se pueden aproximar, los que vivirán hoy la consagración. 

Queridos hijos, quiero contarles que Yo Soy también aquel Espíritu de Paz tan sagrado y misterioso, que estuvo presente entre los incas y los mapuches. Por medio del símbolo del Ave Cóndor. Es de esa forma que nunca estuve lejos de ustedes, sus almas fueron acompañadas por Mí, así como todos sus pueblos originarios. 

Y sepan, queridos hijos, que a pesar de lo que han vivido o de lo que hayan sufrido a través de los tiempos, nunca han perdido su pureza original.

Es eso lo que Yo vengo a buscar de Chile en estos momentos, su pureza original, que fue cultivada en el principio en sus almas, en sus esencias, en sus experiencias de amor como un pueblo sagrado. 

Hoy vengo a traer para ustedes los mismos valores concebidos por los incas y los mapuches. Por eso, deseo escuchar en esta noche, al menos por tres veces, el Ave María en mapuche. 

Ave María en Mapuche  (tres veces) 

Agradezco estas oraciones las cuales llevaré al Padre Celestial, para que muchas más esencias indígenas, más pueblos originarios a lo largo y ancho de América, reciban Mi Intercesión, Mi Gracia y especialmente la cura de sus heridas.

Por la autoridad que Mi Hijo Me ha concedido, como Madre del Mundo y Madre de la Humanidad, en nombre de los océanos del mundo, de toda la vida marina, el Señor consagre este elemento  a fin de que sirva de cura, de redención y de perdón para los corazones.

Y ahora, queridos hijos, por medio de esta consagración y de este compromiso orante que asumen Conmigo, les pido que entonen el himno de su consagración, para que Mis Gracias puedan descender en sus corazones.

Les agradezco por responder a Mi llamado y hoy les dejo la sagrada imagen de la Virgen del Carmen para que peregrine por sus hogares, por los hospitales, por los asilos, por las instituciones infantiles, por todos los lugares que necesitan de amor, de cura y de perdón.

Recuerden, siempre recuerden  que Yo seré Su Estrella del Mar, que vendré del firmamento, del Océano Pacífico  para auxiliarlos.

Les agradezco, queridos hijos, por responder a Mi Llamado.

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.

Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.

Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.

Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa  pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.

No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.

Esa estrella indica que el tiempo  de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.

Queridos hijos,  hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.

De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración,  estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan. 

Es  de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes. 

Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.

Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas  se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.

Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.

Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que  transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la  Redención de las almas.

Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.

Queridos hijos,  hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.

Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.

Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.

Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.

Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.

Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas. 

Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.

Deseo, queridos hijos,  que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.

Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.

Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial. 

Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.

Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.

Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.

Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.

Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó. 

Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.

Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.

Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones. 

Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.

Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.

Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.

Están destruyendo, queridos hijos,  la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.

Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.

Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.

El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.

Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra. 

Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial. 

Que ustedes, queridos hijos,  no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.

Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.

Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia.  Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.

Recemos:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.

Una más:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos. 
Amén

Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.

Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.

Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.

Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.

Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".

Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.

Flores de luz son derramadas...

 Ave María... (x3)

Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.

Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.

Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.

Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.

Los amo, los bendigo y los abrazo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.

Vayan en paz.

Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar,  cuando así Dios lo decida.

¡Les agradezco!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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