El triunfo de Mi Corazón está próximo
Queridos hijos:
No teman ni se desesperen, porque el triunfo de Mi Inmaculado Corazón está próximo y el infierno de la Tierra se cerrará.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y las grandes potestades temerán; el suelo que está bajo sus pies será removido y no quedará piedra sobre piedra.
Queridos hijos, el triunfo de Mi Corazón está próximo y nadie se opondrá, el Reino de Dios se aproxima y todas las almas lo verán en la segunda Venida del Redentor.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y los falsos reinos del mundo perecerán porque una vez más triunfará el Amor de Mi Hijo, que es el Amor del Dios Vivo.
Queridos hijos, el triunfo de Mi Corazón está próximo y Yo reencenderé a las estrellas caídas, las volveré tan semejantes a Mi Amor que nadie lo podrá creer.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y la Corona de Luz de Mi cabeza brillará en los abismos para retirar de la ilusión a los que duermen y están engañados por la humanidad.
El triunfo de Mi Amor está próximo y las bestias le temen a ese momento, porque estará cerca su gran y esperada derrota, y los ángeles caídos se rehabilitarán.
Tengan fe y confianza, porque el triunfo de Mi Plan está próximo y evitaré, por encima de todo, que una nación se oponga a otra nación.
El triunfo de Mi Corazón Divino está próximo, primero en los que se autoconvocaron para esta misión de paz en el mundo.
Hijos Míos, vean ya concretado el gran triunfo de Mi Corazón, por la conversión de sus vidas y almas, en el momento en que cada uno debe pedir perdón a Dios.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y las fuerzas del mal perderán la batalla después de que Yo haya protegido, en Mi desierto, a cada uno de Mis hijos. Allí, los ejércitos y las potestades celestiales descenderán al planeta para hacer triunfar el poder del Amor de Mi Inmaculado Corazón en el gran abismo de la Tierra.
Mi Gracia hasta ahora los sustenta y los calma; el triunfo de Mi Corazón está próximo y nadie quedará sin ser tenido en cuenta, porque todos serán avisados antes del tiempo final que llegará.
Queridos hijos, a pesar de todo, sepan que el triunfo de Mi Corazón está próximo y que nadie quedará desprotegido si en simple humildad Me lo pide. Allí, Yo estaré para abrazarlo y guardarlo de toda adversidad bajo Mi Manto.
Ahora, hijos amados, mientras está todo por suceder, les pido amorosamente que hagan triunfar Mi Plan de Amor maternal en cada Centro Mariano, así como en cada Comunidad-Luz, que Yo con tanto amor protejo.
Hagan triunfar, en cada Comunidad-Luz, el servicio, la caridad y el bien. Hagan triunfar las Islas de Salvación, que serán refugios para gran parte de la humanidad. Abran sus corazones a lo que Yo les digo hoy.
Triunfen y únanse todos los días a través del amor. Mi tiempo entre ustedes ya está terminando y, desde el Cielo, querré ver los frutos de esta Obra planetaria. Las Comunidades son sus refugios internos y externos, son el espacio en donde sus cuerpos podrán descansar protegidos cuando el caos se instale en la humanidad.
Valoren la herencia divina que el universo les ha dejado, porque en poco tiempo comprenderán lo que hoy les digo.
Queridos hijos, el triunfo de Mi Inmaculado Corazón también se dará por su entrega y donación a todas las Comunidades, que son las bases de los Centros Marianos.
Queridos hijos, con sus corazones bien abiertos después de haber recibido tantas dádivas e instrucciones, al menos díganle a su Madre Celeste: ¡Sí, Madre Divina, yo responderé por esta Obra y haré hasta el final lo que sea necesario para que triunfe el Plan Celestial de Tu Inmaculado Corazón!
Queridos hijos, agradeceré que todos los santos días del Señor, ustedes vivan y trabajen esta afirmación para que más almas reciban, a través de su servicio, lo que tanto esperan.
El triunfo de Mi Corazón se dará en toda la humanidad por su respuesta interior a Mi Plan.
Que no deje de brillar Medjugorje en sus corazones, así como cada Centro Mariano que Yo he consagrado para la salvación de la humanidad.
¡Les agradezco por comprenderme y por vivir Mi llamado!
Los ama y los eleva al Reino de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Padres de la Tierra:
Como Vuestra Madre y Guía del Cielo, cuido todos los detalles del mismo modo que cuido y protejo a cada alma.
Entréguenme a sus hijos que Yo los cuidaré así como cuido de ustedes todo el tiempo cuando están Conmigo en oración.
Confíenme a sus hijos de la Tierra para que ellos también algún día alcancen el despertar y la redención.
Mi maternidad acompaña con dulce mirada a sus hijos, que para ustedes son la experiencia viva del amor, de la compasión y de la comprensión.
Padres amados, Dios les ha dado un aprendizaje, una vivencia y una experiencia a través del nacimiento de sus hijos; experiencia que en esta vida, y en este momento del planeta, los ha llevado muchas veces a soportar, a amar, a comprender y, especialmente, a perdonar.
Cada uno de ustedes, padres de la Tierra, tuvieron que aprender a renunciar, a aceptar las decisiones de sus hijos y de sus familias.
La oración del corazón los llevará a comprender las decisiones de la vida y las de sus hijos, así como Yo entiendo las de ustedes y las acepto en profunda maternidad.
No esperen realizar en sus hijos sueños de este mundo, aspiren a que ellos estén en Mis brazos de Madre del mismo modo que ustedes y sus familias lo están, sobre todo cuando están lejos de sus seres queridos.
Todos son almas en redención y en transformación, pero Mi sagrada maternidad les concede todas las Gracias. Por eso hoy los invito a que coloquen en Mis brazos a sus hijos así como ustedes muchas veces lo están, tanto en los momentos de felicidad interior como en los de dolor.
Sepan, Mis amados padres de la Tierra, que ustedes y sus hijos pertenecen a Dios y que algún día volverán a Dios a pesar de lo que vivan en este mundo.
Yo los preparo para que entreguen a sus hijos a la Voluntad de Dios del mismo modo que Yo entregué a Jesús, en confianza, al Padre Celestial.
Los animo a crecer interiormente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los acompaña,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha Mi voz en el silencio de tu corazón y reconoce junto a Mí cuánto aún te falta cambiar. Eso no será una limitación para alcanzar la meta; ese es el primer paso de una consciencia que madura en el camino que escogió.
De la noche a la mañana no te santificarás, pero sí descubrirás las barreras que dejan presa al alma de cada ser. Dichas barreras son la vida superficial y mental que no llevan a ningún resultado.
Si tu aspiración a rendirte a Mi Hijo es fiel y constante, te aseguro que grande será la prueba, pero no habrá nada que disuelva la unión sincera que has construido. Por eso te indico nuevos caminos, para que los puedas recorrer en obediencia y alegría.
Cuando dices no a Mis planes, nada puedo hacer, solo mirarte y rezar. El Universo siempre busca la mejor opción para ayudarte, pero cuando el camino que se te propone no es aceptado, será en la siguiente vuelta del ciclo universal que algo podrá ser resuelto.
Cuando no hay correspondencia con lo que se indica, se desperdicia la Instrucción de la Jerarquía. A pesar del tiempo de vuestra purificación, ciertas voluntades propias o las decisiones personales, pueden modificar el destino espiritual de una consciencia.
¿Qué hacer?
Solo esperar, Dios nunca deja de mostrar el verdadero sentido y motivo de Su Voluntad, y Su Infinita Misericordia reordena todas las cosas y las coloca en el equilibrio necesario para que Sus Sagradas Aspiraciones se puedan cumplir.
Ya no hay tiempo para repensar las cosas; el impulso divino desciende para movilizar las estructuras y liberarlas. Cuando alguien detiene ese impulso, es como intentar sostener con las manos una avalancha de luz.
La Voluntad Divina no es imposición, ella es el espíritu de la concreción de un Plan que debe alcanzar la más alta experiencia de amor y de perdón. Cuando un alma se opone a que esto suceda, la misma ciencia universal reposiciona a la consciencia en el escalón del aprendizaje que tenía antes de ser elevada al Reino Mayor.
Nadie pierde su lugar en el Corazón de Dios, Dios es Compasión y Justicia; y esta Justicia en este tiempo será severa, no por ser Justicia, sino porque la propia Ley de la Divinidad encontrará resistencia en muchos espacios de la consciencia.
Por eso, queridos hijos, vengo para advertirles, para que no sufran innecesariamente las consecuencias de seguir bajo el control humano. Busquen estar en la Ley y estarán protegidos de ustedes mismos. Algo mayor debe cumplirse en el Pensamiento de Dios y es la expresión de la Nueva Humanidad.
Están a tiempo de recapacitar y de comenzar de nuevo como Dios manda, en armonía y sin desorden interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye a través de la Sabiduría de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En tiempos de batalla, que reine la paz del corazón.
Que entre Mis soldados reine la unidad, para que así el enemigo no ingrese por ninguna brecha.
Que en el tiempo del Apocalipsis puedan escuchar Mi Voz y prepararse, para que algún día sientan la paz, igual que los oídos que escuchan una cálida melodía.
Hoy, queridos hijos, he venido en esta hora crítica para apartarlos del peligro y de la inseguridad que Mi adversario despierta a través del desorden humano.
Por eso, como en la victoria de Cristo en la Cruz, su Madre de las Siete Espadas se coloca en sus caminos para guiarlos y retirarlos de la adversidad y del peligro inminente que crea Mi adversario.
Su Madre Celeste enfrenta las primeras batallas con Su enemigo, para impedir la destrucción espiritual de los corazones, para evitar que las almas pierdan la fe en Dios y en Su Plan.
Por eso, los ejércitos de la Madre del Mundo se preparan para responder a situaciones inesperadas y no planificadas. Como verán, Mis hijos, el ritmo de los acontecimientos cambió y será a través de esas experiencias inesperadas que ustedes se transformarán en esencias de sacrificio y de entrega permanente para que, hasta el alma más distante de Dios, la más pecadora y condenada, encuentre Su Misericordia.
Hijos amados, no se desesperen. Sé que es difícil para sus vidas vivir tantos inesperados cambios, pero sepan que Yo Me he comprometido con Mi Hijo a retirarlos del peligro y del engaño que Mi adversario infunde en todo el colectivo de la humanidad, en lo que Yo llamo de tendencias y modernidades.
Los últimos acontecimientos han comenzado a desencadenarse entre el Cielo y el caos, y por todas las almas o por solo una, todo está permitido.
Síganme, Mis ojos no dejan de observar sus pequeños pasos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege más que nunca,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy Mi Corazón desea hacerles un pedido especial de oración por el mundo. Vengo acompañada por las huestes celestiales del Reino de Dios para que, a través de la intervención de sus corazones, Mis ángeles puedan ir en auxilio de las naciones del mundo.
Quiero pedirles que, de forma especial, oren por la India, por Egipto y por Kenia, que en este día necesitan de mucha ayuda para vencer las amenazas del enemigo.
Les pido que oren mucho para que Mis misioneros marianos puedan cumplir la misión de llegar a la India, porque la presencia de ellos no tiene el motivo de llevar solo el servicio y la donación, sino también llevar Mi Corazón entre sus manos para que sea entregado a los que más lo necesitan.
Mis queridos, Mi Corazón Inmaculado necesita llegar a esas naciones para consagrarlas a Mi Corazón y para protegerlas de todo el mal que se expande.
A veces, la ignorancia de los que viven en la oscuridad no les permite ver las verdaderas necesidades espirituales y así, el enemigo se aprovecha de la ignorancia de Mis hijos para cerrar con siete llaves las puertas de las naciones.
Si oran con amor, con devoción y haciendo a Dios una oferta verdadera de aliviar al mundo, la Luz podrá llegar a los corazones que hoy están en la oscuridad, podrá retirar las vendas de los ojos de Mis hijos para que ellos perciban una realidad mayor y reconozcan en Mis soldados a Mi Inmaculada Presencia.
Hoy les pido que oren también por todos los niños que viven en Kenia; todas las pequeñas almas que equilibran violentamente sus deudas con Dios para que, a través de la oración misericordiosa de sus corazones, esa Fuente insondable de Misericordia sea vertida sobre todos esos pequeños niños y también sobre los que están por nacer.
Mis queridos, los tiempos se están acelerando. El momento final de esta purificación, que el mundo ya vive, se aproxima y es urgente que sus corazones se pongan a orar.
Confíen en la Voz que os guía, porque Mis ojos contemplan las necesidades del mundo entero, no solo las de aquellos que Me oyen.
Los que hoy escuchan Mi Voz deben responder con prontitud a Mi llamado, para que este llamado se expanda por el mundo y llegue a aquellos corazones más olvidados. Eso se alcanza, hijos Míos, sobre todo a través de la verdadera oración.
En este viernes de reparación y de preparación para el sábado de Misericordia, únanse al Corazón Castísimo y Sacratísimo de San José, para que Él los auxilie y les enseñe a ser intercesores ante Dios, en beneficio del mundo entero.
Las naciones más distantes de Mi Corazón necesitan de mucho auxilio y de mucha colaboración orante. Por eso, junto con San José, coloquen en sus corazones a toda Asia y eleven al Corazón de Dios un pedido misericordioso de auxilio; pídanle que envíe Sus huestes de Luz, que derrame Su Piedad y Su Misericordia sobre esos hijos que tanto las necesitan.
Oren, oren mucho, para que los Planes de Dios se vuelvan realidad y este mundo se convierta en un mundo luminoso, consagrado al Corazón del Creador y que responda a Su Celestial Voluntad.
Les agradezco, Mis queridos, por acompañar a Mi Misión mariana por la paz en la Tierra.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis amados hijos, criaturas de Dios Todopoderoso:
En este día, en que están todos reunidos Conmigo y que Yo puedo llevar sus oraciones como oferta de pétalos perfumados al Creador, veo que algunos de Mis hijos, de Mis soldados marianos, necesitan de Mi auxilio.
Amados pequeños, vengan a Mí, corran a Mis brazos como niños. Yo estoy aquí para abrazarlos y ampararlos, para darles paz y protección. Busquen, dentro de Mí, el refugio de sus almas, de sus mentes.
No vacilen, porque es dentro de Mi Inmaculado Corazón que encontrarán la Luz que los guíe en estos tiempos de pruebas. Perciban cómo un puente de luz se construye entre cada uno de sus corazones y el Mío cuando estamos en oración. Es así, tan simplemente, que podré estar con ustedes en todo momento.
Hagan de la oración, hijos Míos, un precioso encuentro Conmigo, que deje dentro de ustedes la tibieza de Mi maternidad, la caricia de Mi Amor.
No teman, porque siempre me encontrarán. Llámenme por Mi nombre. Clamen: ¡María!, ¡María! Llámenme, ¡Madre!, ¡Madrecita! y sientan Mi Presencia. Dejen de lado las resistencias, los prejuicios, las dudas y lleguen hasta Mí en oración.
En pocos días, estaré con Mis hijos en Salta. Estaré con todos los peregrinos de otras regiones y países, encendiendo el corazón de Argentina una vez más.
Allí, podremos, todos unidos, consagrar a Mi Inmaculado Corazón a aquellas almas que aún no se han animado a conocerme.
Dios Todopoderoso unirá, en los Cielos, Mi Obra mariana en Argentina, esta, Mi amada nación; para que todos siempre encuentren un lugar en todas las regiones del planeta en donde encontrar Mi Presencia, Mi canal de Luz y Mi Amor misericordioso.
Hoy, les dejo como Gracia, amados hijos, Mi profunda Paz; aquella que Mi Consciencia maternal derrama sobre ustedes cada vez que estamos todos unidos, como hoy.
Guarden en sus corazones esta celebración de Mis grupos de oración; y allí, podrán ir a buscar esta experiencia de amor, de amor y de unidad, cuando las pruebas para la humanidad se comiencen a desencadenar.
Estoy con cada uno de ustedes, hijos Míos, con cada grupo, en cada ciudad de cada nación, de norte a sur, de este a oeste.
Los amo, pequeños Míos.
Los bendigo con la Luz que viene de Nuestro Padre Creador y los guardo eternamente en Mi Corazón.
¡Gracias por responder a Mi llamado de Paz!
María, Madre Universal
En Mis brazos llevo al mundo. En Mi Corazón guardo a la humanidad. En Mi oración socorro a la humanidad y así auxilio a todas las almas. Con Mis ojos contemplo la alegría de algunos corazones y el dolor de los corazones heridos.
Por eso, Mi misión es traer el Cielo a la Tierra a través de las oraciones de Mis soldados. Mis Gracias son derramadas hora a hora, segundo a segundo, sobre este necesitado mundo. Mis manos oran perpetuamente por ustedes. Mi Inmaculado Corazón se eleva hasta el trono celestial de Dios para pedir, como mediadora, por toda la humanidad.
Mientras el tiempo, los cambios y los acontecimientos pasan rápido en la vida de todas las almas, Mi Corazón los quiere llevar hacia un estado profundo de paz. Quiero revelar a Mis pequeños la esencia de la Divina Misericordia de Jesús. Quiero que Mis pequeños aprendan a estar en Mi Hijo sin temer por nada y así caminar en alegría hacia el encuentro con Su Misericordioso Corazón.
Como Madre protejo a los corazones y despierto el poder de la fe para la vida. Como el mañana, traigo la esperanza, la renovación en Jesús, el inicio de un nuevo camino hacia Dios.
Día a día, contemplo que la necesidad de la humanidad aumenta, por eso, desde los Cielos, Dios el Altísimo, Me envía hacia Mis hijos para ayudarlos a encontrar el Amor del Creador.
Pequeñas almas de Dios Padre, hoy como Madre de la Divina Misericordia derramo una vez más el Rayo del Perdón y de la Reparación sobre vuestros corazones. Pero para que vuestras vidas sientan la insondable fuente de la reconciliación, ustedes deben dar el “sí” a Dios, al Padre del Amor y de la Compasión.
Queridos hijos, hoy estoy llamándolos a convertir vuestras vidas en perdón, en paz y en Misericordia eterna para todos.
Hoy estoy llamándolos a hacer algo por esta humanidad, porque ella, por sus propias acciones, se separa de la Paz de Dios.
Hoy estoy llamándolos a reforzar el poder de la oración en vuestras vidas.
Hoy estoy llamándolos al ayuno y a la meditación de los Misterios del Santo Rosario.
Hoy les pido que vuestros corazones se vuelvan misericordiosos y humildes para que Jesús se manifieste en cada uno de Sus discípulos.
Hoy estoy llamándolos a despertar del sueño de esta humanidad.
Hoy estoy llamándolos a ser activos servidores de Dios en vuestro prójimo, en vuestras familias, en vuestros más queridos amigos y en toda la humanidad.
Porque hoy Mi Corazón los llama a estar en Cristo Salvador para que la Gracia de Dios auxilie al mundo.
Hoy los llamo a abrir vuestros ojos a la realidad de la humanidad y a comprometerse con la oración perpetua por todas esas causas que necesitan de la Misericordia del Redentor.
Queridos hijos, hoy les pido que enciendan la Llama del Espíritu Santo en vuestros corazones para que Mi Inmaculada Paz se difunda por el mundo, porque en el final de todo ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más