Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS EN LA CIUDAD DE BERLÍN, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Al fin llegó el día de la liberación de este lugar, de las raíces del mal y de sus persecuciones.

Al fin la voz de los peregrinos se alza a los Cielos y el Padre del Universo escucha la voz de Sus hijos que claman por Su Misericordia y por Su Piedad.

Al fin las puertas inciertas son cerradas y una puerta de Luz se abre en el corazón de los hombres para que ingrese la Energía Divina, aquella energía que todo lo transformará cuando los corazones se abran para recibirla y hacerla parte de sus vidas para siempre.

Al fin la Divina Misericordia volvió a triunfar y los corazones perdidos encuentran el camino que, por diferentes circunstancias, nunca lo habían encontrado.

Este es el tiempo de las revelaciones, este es el tiempo en el que la Consciencia Divina se aproximará a la humanidad para hacerle recordar su compromiso con la Fuente, así como fue en el Génesis, en el principio.

La humanidad, después de haberse desviado y pervertido, puede por medio del sacrificio del Hijo de Dios, alcanzar la Misericordia del Padre y justificar su existencia a pesar de los errores.

Es por esa razón que hoy estoy aquí, entre ustedes, y con muchos más que hoy no están aquí, también lo estoy, para transmitirles el júbilo de Mi Corazón, la Gracia de Mi Espíritu y la Soberanía de Mi Alma, la que ante el Padre Celestial los redimirá y los justificará para que puedan atravesar la puerta de la redención.

Hoy no solo el pasado es purificado y sublimado, sino también el presente es redimido y contemplado por la Misericordia del Padre a fin de que Sus hijos alcancen la verdadera Paz, la que pierden en estos tiempos por las modernidades de este ciclo que ciega la consciencia de las almas y que de a poco la separa de Dios.

Pero Yo vengo a ofrecerme como ese puente de Luz por donde todos pueden cruzar hacia la Casa del Padre Celestial, que a pesar de los gravísimos errores de Sus hijos a lo largo de los tiempos, Él envía a Su Salvador para que lo vuelvan a encontrar y a sentir, para que se vuelvan a aproximar a la Fuente de Su Amor y de Su Sabiduría que desciende desde el Universo Celestial para colmarlos y bendecirlos.

Este es el tiempo, compañeros, de vivir el cambio de la consciencia, de vivir con júbilo el Plan de Dios y de adherirse a ese Plan Divino, completamente, para que sus vidas reciban nuevos atributos y esos atributos de Dios se irradien al mundo así como ahora Yo les irradio la Luz de Mi Corazón.

Por eso aquí, hoy, se abren las puertas del Cielo y del Universo para que no solo los caídos se puedan liberar y redimir, sino también sus almas puedan vivir la comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo a fin de que se vuelva a establecer la alianza que una vez se perdió por la acción de los propios hombres que creyeron tener más poder que Dios y más autoridad que la Justicia Divina.

Pero hoy no vengo a remover el pasado, ni tampoco su historia. Vengo a despertar dentro de ustedes el compromiso de vivir con júbilo la unión con Dios y la existencia de todo el Universo, porque todo lo que fue creado, compañeros, no es solamente material y concreto. Todo lo creado es profundamente espiritual, amorosamente pensado por la Fuente Divina para que todas las criaturas que existen más allá de este Universo, y que tienen la filiación con Dios, aprendan del Amor y de la Sabiduría. Porque los errores en la Creación no solamente fueron aquí. Los errores de la humanidad son remotos y desconocidos, tienen sus orígenes en otras estrellas, en otras formas de pensamiento, en otras formas de sentir, en otras formas de actuar.

Yo vengo a interrumpir con Mi Misericordia esa línea de tiempo, cronológica y concreta, que ha llevado al mundo a su autodestrucción muchas veces.

Por eso vengo a corregir en su origen estos defectos que no solo son humanos o materiales, sino también espirituales y que están lejos de Dios porque no tienen amor ni unidad y mucho menos tienen sabiduría.

Por eso vengo a corregir en este tiempo lo que nadie ha conseguido corregir por sí mismo, sabiendo que millones de almas no solo en Europa, sino también en el mundo se vieron interferidas por ese desvío espiritual de la humanidad.

Una fuente corrupta hoy es sustituida por una Fuente de Luz y Sabiduría para que en el origen de la esencia humana que va más allá de todo lo intelectual o mental, que va más allá del alcance del ser humano, pueda regenerar a esta raza actual que vino con un propósito a la Tierra y que aún no lo cumplió, desde los orígenes de Adán y Eva.

Por eso Me sacrifiqué y morí por ustedes en la Cruz, porque si Yo no hubiera estado aquí como su Maestro y Señor, la humanidad no existiría en este momento, aun después de todo lo que ha hecho a lo largo de los tiempos y lo que ha transgredido las Leyes Universales una y otra vez.

Vengo a hablarles con la claridad de la Sabiduría de Dios, con el ímpetu del Espíritu de Mi Padre Eterno porque este es el tiempo de una Gracia extraordinaria que hoy no solamente recibe Berlín, sino también el mundo entero que fue partícipe de estos acontecimientos pasados que dejaron huellas imborrables en las almas y en los corazones.

Pero Yo vengo a convocar a los nuevos redimidos, a aquellos que abrieron su corazón para escuchar a Dios y para sentir en lo profundo de su espíritu la voz amorosa y poderosa del Hijo de Dios; Consciencia que los conoce profundamente, desde antes que ustedes existieran, desde antes que fueran esencias de luz en la Fuentes Creadoras de Mi Padre.

Hoy vuelvo, compañeros, a colocar a Europa y especialmente a Alemania ante la oportunidad de volver a la Fuente de la Creación de Dios para que los atributos del amor, de la compasión, del perdón, de la unidad, de la cura y especialmente de la luz estén dentro de la consciencia de este pueblo que debe reencenderse en el Amor de Dios, teniendo una gratitud profunda e infinita por todos los que han clamado en este momento a través de esta oración de hoy, por su pueblo, por su cultura y por su nación para que, por medio de la intercesión divina del Hijo, todo sea transfigurado con la ayuda amorosa y piadosa del Arcángel Miguel, quien ha extirpado nuevamente la esencia del mal a pedido del Padre Eterno.

Siéntanse entonces renovados y liberados. Siéntanse nuevamente bautizados por Mi Espíritu, por el Espíritu que descendió en Pentecostés y que trajo para los apóstoles, en el pasado, el fortalecimiento de su fe y del apostolado.

Por eso los invito como nación y como pueblo, como cultura en redención, a ser apóstoles Míos en este tiempo, no solamente a través de la oración de corazón y de la súplica, sino también expresando el amor interior a sus hermanos, a los que más sufren, a los Reinos de la Naturaleza que silenciosamente transmutan la condición del ser humano todo el tiempo.

Ustedes fueron bendecidos por una naturaleza exuberante y preciosa, porque los Reinos se donaron antes de ustedes para acompañarlos en su transición hacia la redención.

Y ahora que ese momento se aproxima y que no solo sus almas, sino también las almas de Alemania tendrán esa oportunidad de vivir la redención verdaderamente, por todo lo cometido y sucedido, alegren sus corazones y reconfirmen, una y otra vez, su filiación con Dios para que el Ángel de Alemania, profundamente ofendido por la acción de los hombres durante el pasado, reciba la ayuda que necesita del Ángel de Portugal para que reine en este pueblo los mil años de paz y sean partícipes de la venida gloriosa de su Redentor.

Que así sea.

Dios, por medio de Su Hijo, abre las puertas de Su Iglesia Celestial para que las almas comulguen con Su Fuente Divina, con los atributos del amor y de la unidad, atributos que expresaron la Creación de los Universos espiritual, mental y material.

Es así que ante la Fuente de la Creación del Padre y ante el Don divino de Su Misericordia, al igual que los ángeles del Cielo, los invito a postrarse en el suelo para recibir de Dios el Don de Su reconciliación y perdón, más allá de que sean de Alemania o no, porque la humanidad es única e inseparable.

Cuando la humanidad entienda eso, ya no existirán las guerras, el hambre, la desigualdad, los conflictos humanitarios y las persecuciones religiosas.

Cuando la humanidad acepte que es única e inseparable, todo cambiará para siempre.

Nos ponemos de pie.

"Señor del Universo, que todo liberas y transmutas, concede a Tus hijos la Gracia infinita de Tu Perdón para que todo sea reconstruido restaurado y reconciliado con Tu Espíritu. Amén".

"Por el Agua que brotó de Mi Costado, las almas reciban cura y Misericordia. Amén".

Celebro con los que más sufren y necesitan el ministerio de Mi Eucaristía para que las almas comulguen con Mi Espíritu que los renueva y que les trae la fe en estos tiempos.

Los que puedan se arrodillan para realizar esta consagración, consagración que renovará a Alemania y a todas las almas que aquí viven a través de la insondable Misericordia del Corazón de Jesús.

En aquel tiempo, cuando estaba con los apóstoles celebrando el misterio del Amor de Dios, manifestado a través de la presencia del Hijo, Yo traje todos los Atributos Divinos para el mundo, ofreciendo el pan a Dios para que fuera bendecido y consagrado en la presencia silenciosa de los ángeles del Cielo.

Después de ese momento les dije a los apóstoles, como hoy les digo a ustedes: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

En la expansión de ese misterio de Amor, que provenía de la Fuente Divina del Padre, del mismo modo Él bendijo el Santo Cáliz. Y en ese momento lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Redentor para la remisión de los pecados. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Oración: Padre Nuestro.

Este es el Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo, dichosos los invitados a servirse de este Sacramento, porque alcanzarán la vida eterna.

Yo les enseñé hace mucho tiempo que se amaran los unos a los otros, que se soportaran y se acompañaran en los momentos de júbilo como en los momentos de tristeza, en los momentos de vida como en los momentos de muerte. Ahora Yo les pido que hagan lo mismo con quien tienen al lado, día a día, porque así lo harán Conmigo.

Renueven este pedido de su Señor todos los días que vendrán, así el Amor de Dios no faltará en el mundo, y las naciones de la Tierra aprenderán a corregir sus caminos y se colocarán en el camino de Dios; un Dios que no tiene religión ni gobernante porque es el Dios del Amor, infinito, amplio, profundo, curador, restaurador e interdimensional porque es un Dios omnipresente y omnipotente, es la Fuente que los ama todo el tiempo y que nunca los olvidará porque Su Amor es verdadero e invencible.

Que este Amor hoy llegue a las almas de Alemania para que, renovadas por el Sacramento de la Fe, se sientan dignas hijas de Dios.

Que la Paz profunda de Mi Corazón esté con ustedes, porque así la Paz que proviene de Mi Corazón estará con su pueblo y con todas las naciones.

En unidad y en amor por Mí se darán el saludo de la Paz.

Agradezco a Alemania, a Europa y a todos Mis seguidores por haber respondido a Mi llamado, este importante llamado espiritual por Berlín.

Les agradezco.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Nos podemos dar el saludo de la Paz.

Apariciones extraordinarias
Aparición Extraordinaria de Cristo Jesús, en Colonia, Alemania, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Adonai, Eli, Olam, intercede por Tus hijos en este momento. Intercede por el mundo y su humanidad. Intercede por los que aún no forman parte de Tu Misericordia. Permíteles conocer los valores sagrados de Tu Espíritu. Por eso vengo aquí para mostrarlo, presentando Tu Segunda Persona ante la humanidad.

Vengo a una tierra en donde muchas heridas fueron ocasionadas, en donde muchos martirios fueron vividos, situaciones más fuertes que Mi Pasión.

Por esa sangre inocente que fue derramada, por aquellos que se apartaron del amor y que ocasionaron muchas secuelas, hoy traigo el Santo Cáliz entre Mis Manos, para que en esta Cena redentora, Alemania reciba la expiación que necesita, a fin de que triunfe el poder de Tu Corazón Creador. 

En este Sagrado Cáliz que hoy traigo desde el Sur de América, en donde es preciosamente guardado y protegido, traigo la Sangre espiritual  del Cordero, que fue inmolado por la injusticia de los hombres; el Cordero de Dios que se ofreció, para poner fin a la maldad de la humanidad.

Y aunque muchas generaciones no comprendieron este mensaje y la maldad se siguió generando en la humanidad, fue el mismo error de los seres de esta tierra, que ocasionaron grandes ultrajes en la propia civilización de la Tierra.

Pero a través de los códigos y de los méritos de Mi Pasión, tengo la alegría de llegar a Alemania junto con la Madre de Dios, para concederles a las almas y a las esencias la rehabilitación que necesitan a nivel espiritual. Y así, nuevamente, podré renovarlo todo dentro y fuera de los hombres, en la esencia y en la expresión de esta raza.

Con la autoridad que el Padre Me ha concedido desde el principio, vengo a poner fin al pasado, vengo a borrar con Mi Luz el sufrimiento vivido y por medio de Mi Misericordia, vengo a ofrecerles Mi Corazón de Paz, para que los hombres y mujeres de Alemania y del mundo reconozcan el valor del Amor de este Corazón, que de tiempo en tiempo se ofrece al mundo para poder suplirlo con el Amor de Dios y para poder curarlo con la esencia de Su Corazón.

Este es el Corazón de Jesús, el Cristo, que ha sido ofendido por los hombres y que en lo más interno de Él guarda la llama de Su Amor, que viene a derramarse al mundo y a la humanidad, para que sea redimida y perdonada. 

Ante los Universos Celestiales, hoy Mi Presencia está sobre Alemania y las Manos del Hijo de Dios escriben en el Libro de Luz del Padre una nueva historia que hoy comenzará a florecer en lo más íntimo de las almas, que por medio de este encuentro han respondido al llamado del Hijo de Dios, de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Alemania siempre ha estado en Mi Corazón Sagrado. Alemania debe encontrar su camino espiritual para poder despuntar como una civilización redimida, que despierta a los valores de la fraternidad y del amor, del acogimiento y de la esperanza.

No quiero que recuerden a la Alemania sufrida. Quiero que recuerden a la Alemania renovada que debe cumplir su misión ante el Padre Celestial.

Así como Mi Corazón se ha ofrecido a consagrar muchas naciones del mundo, como lo es Ecuador, hoy ofrezco  Mi Corazón para consagrar a Alemania a los divinos Planes de Dios que serán gestados y creados por tan pocos, pero que al igual que hace dos mil años atrás, con tan solo doce personas, este Plan de Dios en Alemania podrá florecer y despertar silenciosamente en muchos corazones.

Hoy les traigo ante Mi Presencia el arquetipo espiritual de esta nación, el que Dios pensó desde el principio, desde su concepción.

Que despierte este principio en los corazones que escuchan y que por medio del Cáliz Sagrado del Señor, los códigos infundidos por la Misericordia de Dios, los códigos infundidos por la Divina Gracia, los códigos infundidos por la sublime cura, borren el sufrimiento que ha sido generado a través de los tiempos y renazca en los corazones la alegría de servir a Dios, de vivirlo plenamente en el Cielo, así como en la Tierra.

Para eso deberán trabajar mucho, pero Mi confianza los fortalecerá, porque lo que Yo espero de Europa es muy grande y todo comenzará en lo pequeño, para que después esto se refleje en lo grande.

Comprométanse a vivir de la Sangre del Cáliz del Cordero de Dios para que sus códigos internos sean renovados por medio del Sacramento de la Comunión que hoy les ofreceré, para que los tiempos sean renovados y para que los espíritus se renueven en Mi Gracia.

Con especial dedicación y con espíritu de consuelo, hoy Mi Corazón refleja sus Rayos sobre Alemania y experiencias bien desconocidas y profundas son disueltas.

Las almas, en su universo espiritual, reciben por intermedio de Mi intercesión, la ayuda que necesitan para liberarse de las cadenas de los errores y para que vivan la Voluntad de Dios, por medio del bálsamo de Amor de Mi Corazón.

He escogido a Colonia porque Me ha abierto la puerta. Y cuando tan solo un alma Me abre la puerta, esa alma abrirá la puerta a muchas almas más.

Vean a su alrededor y comprenderán lo que les digo.

Yo atraigo hacia Mi Misericordia a los que más la necesitan. 

Yo atraigo hacia Mi Luz a los que viven en una profunda oscuridad.

Y por medio de las almas más sufridoras, Yo renuevo los tiempos y recreo el Proyecto de Dios en todos los que Me responden.

Para el Señor del Universo ha sido un gran movimiento universal y espiritual poder llegar en este momento, en esta hora y bajo esta circunstancia.

Pero vean que cuando el Amor de Dios está presente, nada es imposible, porque el Amor de Dios es lo que conduce a los corazones y no los separa de Mi, al contrario, los funde con Mi Espíritu, para que Mi Espíritu pueda sentir el gozo eterno de vivir en comunión con las almas.

Por eso, hoy elevaré este Cáliz Espiritual en el nombre de Alemania y del mundo y los llevaré a todos hacia Mi divina Misericordia, para que vivan en Mi divina Misericordia y para que aprendan a encontrarla en cada momento.

En esta hora, en donde Mi Corazón se expande plenamente al mundo y a todas las almas de la Tierra, ofreceré esta plegaria a nuestro Creador, no solo por Alemania sino por todos los que escuchan, para que sean invadidos por el íntimo Espíritu de Dios y la llama profunda del amor rebrote en los corazones simples, en los corazones abiertos a reencontrar en sus vidas la esencia del amor.

Ofrezcamos este momento, por todo lo que conocemos y desconocemos, por los misterios desvelados y aún no desvelados, para que la energía de la Divina Gracia actúe y proceda según la Divina Voluntad.

Que todo este  escenario hoy se convierta en un altar, para que más almas ingresen en él y se sumerjan en la fuente de Mi Gracia.

Por eso no les he pedido subir a él, porque ya estará bendecido para cuando venga la Reina del Cielo y la Madre de toda la Tierra.

Quiero que conozcan Mi profunda simplicidad, porque el Señor del Universo es simple y Su simplicidad se encuentra en la esencia del amor, que es lo que todo renueva de tiempo en tiempo.

Y ahora, llegaremos al momento más culminante de este día, en donde las almas y Dios se unirán, en donde el Cielo descenderá a la Tierra por medio de la consagración de este ofertorio.

Hoy este sacrificio, que es renovado por todos los hombres de la Tierra y por intermedio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, es ofrecido preciosamente por la cura interior y espiritual de toda Alemania.

Hace más de dos mil años les enseñé algo muy simple pero muy grandioso. Y hoy les vuelvo a pedir que Me imiten interiormente y que se unan a Mí por intermedio del Cáliz Espiritual del Señor, que hoy he traído con todo Mi Amor para que ese sagrado terafín los irradie.

Cuando estaba con los Míos en la Última Cena, en la profunda apertura de Mi Corazón que emanaba amor para todos los seres de la Tierra, le pedí al Padre que bendijera el pan y Su Espíritu descendió sobre él, y les dije: Tomen y coman todos de él, porque éste es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados.

Y así, los apóstoles comieron de Mi Cuerpo y la Sabiduría de Dios ingresó en sus almas para llevar el testimonio de Mi Presencia hasta el fin de los tiempos.

Y hoy ofrezco este cáliz material en nombre del Cáliz espiritual, que hoy ha venido  especialmente de Sudamérica para hacer flamear entre los continentes la barca de la Esperanza de Dios, la que nadie podrá detener.

El Padre bendijo el Cáliz con Su Espíritu y el vino se convirtió en la Sangre del Cordero y les dije a Mis apóstoles: Tomen y beban todos de él porque éste es el Cáliz de Mi Sangre, que será derramada por los hombres y hoy especialmente sobre Alemania, para la remisión de los pecados y la cicatrización de todas las heridas en los corazones inocentes.

Este es el Hijo de Dios presente en Cuerpo y Sangre que derrama Su Misericordia de tiempo en tiempo, para ofrecerles a los hombres el profundo testimonio de Su Amor.

Al fin, la misión que he venido a cumplir a Alemania se ha consumado y continuará adelante por la respuesta que Me den las almas.

Ahora podré volver al Cielo, para llevar en Mi Corazón este sentimiento de amor que Me han dado los corazones y así mostrarlo al Padre, para que Él alegre Su Corazón ofendido.

Amadísimo Señor de la Creación, Espíritu infinito y sublime, haz brotar en las almas de Alemania Tu Misericordia, para que todos reconozcan su filiación Contigo y así se cumpla Tu divino Proyecto de Amor. Amén.

Antes de partir al Universo desde donde vendré por segunda vez a la Tierra, desearía que Me despidan con una canción que conmueve Mi Corazón, para que sus corazones sean conmovidos de reencontrar el camino de unión profunda con la Fuente Primordial. 

Quiero que Alemania escuche esta canción como una sola voz. Y deseo que todos los que la saben, la puedan cantar, para que más almas sean conmovidas por la fuerza de Mi Espíritu, el que los renueva y les da la redención.

La canción se llama: "La razón de mi existir."

Les agradezco.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto