APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando una Obra como esta, en un lugar como este, vuelve a reunir a todos sus miembros, a todos los que conscientemente participan de la Obra de la Jerarquía, se preguntaron ¿qué es lo que podría suceder? 

Yo vengo con este Mensaje para que puedan comprender el momento culminante del planeta, momento en el cual todas las Jerarquías Espirituales se reúnen y se congregan para atender a la situación de la superficie del planeta, no solo de sus almas, sino también de las naciones o de todos los continentes.

Aurora es el preámbulo para ese gran momento y, ustedes, ¿pueden comprender lo que les estoy diciendo? 

Un Centro como este no puede pasar desapercibido en el plano espiritual. Por ese motivo, el Gran Portal de Aurora, en este momento, está abierto ante Mi Presencia. Desde el origen, desde donde él surgió en el Universo, hasta este momento en la superficie, ese Portal se extiende y se abre. 

Por eso, Yo les pregunto ¿qué es lo que podría suceder en este momento, en el que ciertas fuerzas retrógradas, en el planeta, someten a las almas y a las naciones tan importantes de Sudamérica?, porque ellas saben que Sudamérica es el preámbulo de la Nueva Humanidad.

Pero ahora, coloquen su atención y, sobre todo, su corazón en lo que se ha construido, en lo que ha sido concebido desde el plano espiritual hasta el plano material a través de esta Obra.

Una vez más, Yo los invito a adherirse a la Jerarquía. Yo los invito a estar conscientes de este momento, porque la poderosa presencia de Aurora disuelve todas las cadenas y las corrientes del mal, y coloca a las almas y a los corazones en el Propósito, sin que pesen sus deudas, sin que las culpas los puedan hundir, sino que los coloca en la esperanza y en el renacimiento de vivir conscientemente el Plan de Dios.  

Hoy, estoy muy agradecida por volver a esta casa, porque fue desde aquí que todo surgió una vez. Fue desde aquí que Aurora se donó al mundo entero y lo seguirá haciendo mientras sea necesario, lo seguirá haciendo mientras sea un misterio y hasta que ese misterio se pueda revelar a todos, por medio del Sagrado Conocimiento de la Jerarquía.

De esta forma, vuelvo a preparar a Sudamérica para la Llegada de Mi Hijo, la llegada de Su Poderosa Presencia Universal.

Por eso, es importante, queridos hijos, que comprendan y que entiendan, que hagan todo lo posible para apoyar a Mi Hijo en la Argentina, que, así como han respondido en el Centro Mariano Santuario de la Creación y hoy responden a su Madre Celeste en este Centro Mariano de Aurora, se unan a Nuestros Corazones como están unidos en este momento, para que la Argentina reciba la liberación que tanto espera y necesita.

Es importante, Mis hijos, que estén muy hermanados con esa nación y que tengan en su corazón al Ángel que rige a ese país, porque Él también precisa liberar Sus alas de las opresiones de estos tiempos.  

Argentina no puede perder su Propósito Espiritual y Divino, y es la gran misión de toda la Red-Luz planetaria unirse como hermanos y como servidores del Plan para que eso no suceda.

En Fátima, les hablamos la última vez sobre la universalidad. Lo que quiere decir con esto la Jerarquía es que ahora se sientan universales, sintiendo que cada lugar y cada espacio de este planeta precisa de salvación; necesita de misioneros, servidores y colaboradores, y que cuando la Jerarquía los convoque, todos puedan responder, así como ella lo necesita. De esta forma, la Jerarquía evitará muchas cosas que desconocen. 

Que a través de este fuego que hoy los reúne, el fuego que surge directamente del origen de Aurora, no solo sean impulsados a la liberación de sus amarras, de las cadenas de la opresión o del mal; sino que Aurora también los impulse a seguir adelante, en estos tiempos de tribulación, en los que todo está en juego en la superficie de la Tierra.

Fortalezcan su templo interior. Confíen en todo lo que la Jerarquía realiza y dice, y les aseguro, Mis hijos, que no estarán sin guía, no estarán desorientados. Vean cuán desorientada está la humanidad en este momento, cuánta guía e instrucción les falta a los corazones. 

Pero, ustedes han tenido una Gracia especial e inexplicable, la Gracia que Aurora les ha proporcionado de poder perseverar, de vivir cada aprendizaje como la oportunidad de dar un paso para cumplir el Propósito del Padre.

Quiero decirles algo más, hijos Míos, porque este es el momento: el Padre Celestial hoy ha sentido su alegría, la alegría de cada corazón presente en este lugar y la alegría de cada corazón presente a través de este medio de comunicación. 

Esto fortalece la red suplicante del planeta, sostenida por grandes Jerarquías y Consciencias del universo que trabajan incansablemente por el establecimiento de la paz y del amor.

Por eso, siéntanse parte de este gran momento. Que sus voces se conviertan en voces suplicantes, en almas que no retroceden a pesar de los asedios del mal, en consciencias que sirven plenamente a pesar del caos que rodea al planeta.

Yo les pido, en este tiempo y a través de Aurora, la absoluta firmeza del corazón y del propósito. 

Ahora, que pueden estar más cerca de Nosotros, después de estos últimos años de aprendizajes y pruebas, les digo a todos ustedes y a los que Me escuchan que no desaprovechen ningún momento porque no habrá otros.

Este es el tiempo de preparar el Retorno de Cristo. 

Por eso, una vez más, demostramos la confianza de Nuestros Tres Sagrados Corazones en cada uno de ustedes, y nos reaproximamos a sus consciencias, para poder reaproximarnos al mundo entero, en donde aún existen grandes nudos de consciencia espiritual que precisan ser disueltos y liberados de este planeta, a través de todas las almas orantes que se quieran unir a la red suplicante del universo.

Cuando coloquen su voz y su corazón en la oración; cuando, a pesar de las experiencias o de las pruebas, se mantengan firmes y sostenidos por la oración del corazón; Yo les aseguro, queridos hijos, que estarán unidos a la red suplicante del universo, la red espiritual de la Jerarquía, que en estos tiempos necesita intervenir en esta humanidad y en este planeta.

Por eso, no duden y sigan los pasos de los Mensajeros Divinos por donde vayan, porque así ayudarán a la Jerarquía Celestial y Espiritual en todo lo que necesita evitarse.

¡Qué importante es este momento, que estamos viviendo reunidos!

Qué importante es este momento en el que los Centros Marianos pudieron reabrir sus puertas a los peregrinos, para que todos los corazones tengan la dádiva de reencontrarse con los Centros Internos del planeta; para que sepan que, a través de cada Centro Mariano, existe una fuente espiritual inagotable, en donde sus almas se pueden sanar, curar y redimir, y pueden llevar en sus corazones una chispa de Luz a sus familiares y amigos, algo que reciben aquí y que deben aprender a compartir, por medio del recogimiento, de la oración y del servicio.

Así, los invitamos a crecer en la tarea espiritual; los invitamos a ser parte del funcionamiento de las herramientas de las Jerarquías; los invitamos a ser perseverantes y consecuentes, como ahora, y a que se den cuenta de que más allá de cada uno de ustedes existe algo muy importante que puede hacer la Jerarquía cuando puede aparecer o anunciar Su Palabra, en este lugar como en otros; y a que, en sus oraciones, hijos Míos, no se olviden de los que quedaron atrás, no se olviden de sus hermanos que no comprendieron Nuestro mensaje y Nuestra acción, porque el Amor misericordioso y curador es para todos, más allá de sus errores o de no ser consecuentes.

Aún deben descubrir la inmensidad de la Misericordia de Dios. Por eso, estoy aquí como su Madre incansable, como Santa María de Aurora. 

Que, en este día de Vigilia de Oración, preparemos esta oferta, no solo por las situaciones del planeta y de la humanidad, sino por todas aquellas situaciones que necesitan de una urgente solución, la solución que solo puede venir de lo Divino, del alma que está sinceramente unida a Dios, a Su Fuente de Gracia y de Misericordia.

Ahora, coloquen su oferta interior en Mi Corazón, para esta tarea que la Jerarquía llevará adelante hasta fin de año, en la que las almas tendrán la oportunidad, a través de Nuestros Corazones, de poder renovarse y de saber que la esperanza, la fe y el amor no pueden desaparecer del corazón que confía, del corazón servidor, del corazón que ama a Dios más allá de todo.

Mañana, Aurora volverá a encenderse, preparando el gran encuentro de los servidores de esta Obra. Y quiero que sepan, Mis amados hijos, que, en esta coyuntura especial y extraordinaria, Nuestros Corazones, los Sagrados Corazones de la Jerarquía Divina, estarán atentos a cada paso de ese encuentro y a que la respuesta de los autoconvocados sea sincera; así lo espera la Jerarquía.

Pidamos al Padre Celestial la Gracia de seguir siendo consecuentes a Su Llamado y a Su Convocatoria, y que siempre la Luz de Dios, sostenida por Su Amor y Unidad, les muestre la verdad que necesitan para dar los pasos en confianza hacia Su Eterno Corazón.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado. Y les agradeceré aún más por responder al llamado de Mi Hijo, para Su especial tarea y misión en Buenos Aires.

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre, vamos a cantar un canon de Aurora: “Reino de Amor, Reino de Perdón”, para que la Cura, el Amor, la Luz, la Misericordia y la Unidad puedan estar en los corazones.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos, quería compartir con ustedes lo que pasó en la Aparición, porque la Madre Divina considera importante que entendamos lo que está sucediendo.

Vemos que aquí, en Aurora, está todo muy intenso y la Madre Divina dijo que es parte de ese movimiento, y que recordemos que agosto es un mes muy importante para la Jerarquía Espiritual, porque una coyuntura inusual se da en ese mes.

La Jerarquía nos explicaba que, desde el punto de vista espiritual, interno y hasta energético, la coyuntura de reunir a tantas consciencias al servicio del Plan, en ese encuentro que hace la Jerarquía en el mes de agosto; hace inevitable que muchos movimientos se den en los diferentes planos de consciencia, y todos estamos dentro de esa coyuntura.

Por eso, todos podemos estar sintiendo muchas cosas o atravesando algunas experiencias y no estamos comprendiendo porqué. Pero la Jerarquía Divina explicaba que esta coyuntura que se da a partir de hoy, aquí en Aurora, inevitablemente genera muchos movimientos debido a que la sensibilidad del planeta es muy alta, en estos últimos tiempos. Entonces, todos habrán podido sentir, en algún momento o en este ciclo, mucha sensibilidad en diferentes situaciones.

Lo que queremos explicar es que hoy la Jerarquía Divina nos trajo el origen de lo que es el Reino de Aurora, así como lo llamamos. Y estar ante ese origen, para nuestras consciencias, significa muchas cosas, y para la Jerarquía significa un esfuerzo espiritual importante, porque es como si estuviéramos ante una Fuente Espiritual que es un misterio, porque Aurora sigue siendo un misterio; y ese misterio está representado o expresado a través de este Centro Mariano, de esta Comunidad-Luz.

Entonces, la Madre Divina nos explicó que desde el comienzo de las Apariciones, en el año 2007, todos nosotros fuimos participando de diferentes ciclos de Aurora.

Hoy, 24 de agosto de 2022, estamos en un ciclo único, porque no solo es un impulso directo que estamos recibiendo de la Fuente Espiritual de Aurora, sino también esta parte del planeta, el hemisferio sur, está recibiendo por todas las situaciones que cada uno de ustedes sabe que están pasando en América Latina.

Ese primer impulso se dio el día 21 pasado, en el Centro Mariano Santuario de la Creación, a través del Aspecto de Dios que los Mensajeros Divinos trajeron que es El Gibbor, que representa el Aspecto del Guerrero.

Entonces, es importante que nosotros intentemos acompañar a la Jerarquía en lo que está construyendo y haciendo; y que podamos entender por qué ese Aspecto de Dios es el que está descendiendo y no otro.

 Y hoy se suma a esa tarea que está haciendo la Jerarquía Divina, que nuestra esencia, nuestra alma, nuestro espíritu, y también nuestro ser físico; a través de la Aparición de María, hayan estado ante esa Fuente Original de Aurora.

Y, desde que María apareció hasta que Ella se retiró, importantes situaciones del planeta fueron tratadas por la Jerarquía, como por ejemplo la de Ucrania. Después, la Jerarquía se concentró en América Latina, como en la propuesta que nos presentó. Y sabemos que la Jerarquía, a través de Su omnipresencia, trabajó con varias situaciones al mismo tiempo.

Entonces, queríamos contarles esto porque María nos pidió; para que podamos comenzar, desde ahora, a habituar nuestro ser a los voltajes que traerá la Jerarquía y que, especialmente, desde hoy hasta fin de agosto, irán aumentando.

Cuando la Madre Divina nos pide que recordemos el pedido de Cristo de acompañarlo en la Maratón de Buenos Aires, como dijo hoy en la Aparición, es porque toda la Jerarquía Espiritual estará trabajando con Argentina a través de los Centros Internos del planeta.

Por eso, es importante que sepamos que no solo nosotros estaremos peregrinando y haciendo esa tarea de la Maratón en Argentina, sino que también todas las Jerarquías estarán acompañando ese movimiento, porque es una emergencia.

Para terminar, quería decirles que María dijo que la Jerarquía estará agradecida con quiénes puedan estar presentes en Buenos Aires, apoyando a los hermanos de Argentina en esa tarea; y a quiénes no puedan estar, la Jerarquía también les agradece, porque la tarea la hacemos a través de nuestro mundo interno. Y donde estemos, nuestro corazón tendrá que estar encendido allí, por la Argentina.

Entonces, la Jerarquía nos está conduciendo, en este tiempo, a ser conscientes de la tarea de la Hermandad.

Que podamos acompañar a la Jerarquía a donde Ella lo necesite, porque nuestro apoyo consciente y firme es, según la Madre Divina, lo que justifica, ante la Ley, todo lo que la Jerarquía necesite intervenir, auxiliar y ayudar.

En síntesis, es eso. Espero no haberme olvidado de nada.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Estamos todos invitados a acompañar a los Mensajeros Divinos y a nuestros hermanos de Argentina, en este momento tan importante que ellos van a vivir junto con los Mensajeros Divinos, cuando toda esa nación va a poder ser auxiliada y asistida, para que un poco de ayuda y de orden pueda descender sobre esa nación.

Y, como decía el Fray, aquellos que por cualquier razón no puedan estar presentes, solo tienen que conectarse internamente de forma verdadera, como si estuvieran ahí, realmente acompañando y participando de toda esa asistencia que recibirá esa nación, en este momento en que se vive una transición muy difícil.

Y desde Aurora, este Reino de Amor, donde el Arcángel Rafael creó esta maravilla de espacio para la cura interna y espiritual de toda la creación, un espacio pequeño que Dios encontró, pero pleno de belleza; le decimos a todo el planeta, a todo el mundo, que Aurora está disponible para todos; que en este pequeño Reino siempre van a encontrar la cura interior, solo pensando en este Reino, sintiendo este Reino; y que algunos misterios, como decía el Fray, algún día serán revelados a todos.

 Nosotros nos vemos mañana, nuevamente, para encontrarnos con nuestra Madre Divina, con todos Sus Ángeles, con todas las Jerarquías de la Luz. Ellos sí siguen a los Mensajeros Divinos a donde vayan. Y nosotros solamente vamos a agradecer, agradecer a nuestra Madre Divina y a prepararnos para poder encontrar a Nuestro Señor.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Muchas gracias a todos!

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Treinta y tres son las constelaciones principales de este Universo que llevan adelante la vida evolutiva, lugares de los cuales muchos provienen y que han venido con un motivo especial a la Tierra, para formar parte de esta escuela de redención y de perdón que Mi  Hijo les viene ofreciendo desde el principio.

Nadie podrá entrar al Reino de Dios sin antes pasar por esta escuela.

Es necesario que el Universo se vuelva a recrear en base a sentimientos de paz, de amor y de caridad, en base a experiencias de redención y de perdón; de un sentimiento capaz de ir más allá de todo, así como lo hizo Mi Hijo hasta el último momento en lo alto de la Cruz.

Pero Él reunió en aquel tiempo a todos los que necesitaban de redención y de perdón, no sólo los que estaban presentes durante el acontecimiento de la Pasión de Mi Hijo recibieron esa gran oportunidad universal, sino también todas las constelaciones que forman parte de este sistema de vida, del cual la Tierra también forma parte desde hace mucho tiempo.

Pero para que esta humanidad alcance un nuevo estado de consciencia, será necesario vivir la escuela de la redención y del perdón colocando a los pies del Creador todos los acontecimientos, todas las experiencias y todos los hechos que modificaron Su divino Plan de Amor.

Por eso, hijos Míos, hoy les digo a todas las criaturas de la Tierra que estamos ya en el tiempo de vivir esa redención, para poder definitivamente trascender el sufrimiento y las secuelas que el dolor deja en la vida de los seres humanos.

Ya no es necesario aprender más de los errores, es necesario aprender del amor, de un amor incondicional y vivo que es capaz de dar la vida por el otro, así como Mi Hijo la dio por cada uno de ustedes.

En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo en la Tierra y vivió Su Pasión, se abrió la puerta de la gran oportunidad para la humanidad y aún esa puerta está abierta a pesar de los errores presentes, es la puerta que Nosotros cruzamos cada vez que venimos del Universo a la Tierra para anunciar la Palabra de Dios, para entregar las gracias a Mis hijos y para dar nuevas oportunidades a todos los que las despreciaron por alguna razón.

Todos, absolutamente todos, están ante esa puerta de redención. Esto va más allá de la religión, de la sociedad, de los pueblos o de las naciones. Va más allá de los errores que hayan cometido en el Universo porque esa puerta está abierta por el Amor de Dios, por el Amor que Él tiene por cada uno de Sus hijos, a pesar del desprecio que Él recibe en este tiempo.

Eso también es obra de la divina e insondable Misericordia, a fin de que todas las criaturas que vinieron del Universo, y que hoy están presentes en esta humanidad, no pierdan esa oportunidad de redimirse y de amar incondicionalmente así como Jesús los amó.

Ante la revelación de estos tiempos es importante tener consciencia de lo que estamos viviendo, hijos Míos, porque esa oportunidad que hoy ustedes reciben, también la pueden recibir sus hermanos del mundo entero, buscando de una manera precisa y objetiva que las almas puedan despertar a lo que vinieron a realizar a la Tierra y puedan hacer parte de sí el Plan Divino de nuestro amado Padre Creador.

El Universo no sólo gira en torno a este mundo. El Universo es algo más que el Universo en sí. Él es más amplio de lo que parece, más vasto de lo que tiene, más infinito de lo que posee.

El Universo aún está por mostrarse a la humanidad. Sólo en los últimos tiempos, el Universo se mostró a través de la Jerarquía espiritual, con el fin de buscar el despertar de la humanidad, con el fin de entregar la advertencia de estar desviándose del Propósito de Dios, yendo por el camino de la autodestrucción.

Por eso la intervención divina se da de tiempo en tiempo, así como la intervención de la Jerarquía espiritual en diferentes regiones del planeta, con diferentes culturas y con distintos impulsos de luz que llegan de la Fuente de la Creación para traer consciencia al hombre de superficie.

Es así que hoy el mundo entero, en este día 13 de marzo de 2019, está ante la presencia de su origen, de la oportunidad de recapacitar espiritualmente y de enmendar todos los hechos por más que ellos sean desconocidos y lejanos.

Hoy los primeros velos de la consciencia caen de sus rostros para que puedan ver la realidad que deberá ser redimida y perdonada, porque esa realidad ya no estará en la Nueva Tierra, no estará en el sentimiento ni en la consciencia de la Nueva Humanidad. Todo, absolutamente todo, será transformado especialmente en este tiempo de transición y de caos.

La ampliación y la profundización del amor en la consciencia del ser humano, será la gran llave del fin de estos tiempos que podrá remediar el caos que existe en las naciones, traer paz donde ya no existe y fraternidad donde hoy no se vive.

Esa llave del amor que está en sus manos y especialmente en sus corazones, será la puerta que Cristo utilizará para retornar a la Tierra.

No será una alegoría, será una realidad viva que llegará de la noche a la mañana.

Por eso, es el tiempo de que el mundo entero resuelva sus deudas, perdone sus conflictos y trascienda los errores por la ayuda de la intervención divina que en este día el Universo les da.

Cada nueva consagración de Hijos de María es la oportunidad de ampliar ese conocimiento divino y de aproximar esta revelación a la consciencia humana, de lo que existe en el Universo, así como de lo que existe dentro del universo interior de cada ser.

Este es el momento en donde se puede profundizar el conocimiento, en donde las almas se pueden volver más conscientes de todo lo que hicieron para poder enmendarlo y perdonarlo, para poder vivir finalmente el propósito que los trajo aquí.

Por eso hoy la consagración de Hijos de María será especial para Mí, porque va más allá de su persona, va más allá de sus espíritus, llega muy cerca del Propósito Divino, del motivo principal y primordial que esta consagración generará en la humanidad y no solo en un grupo de personas.

Con esa expansión de consciencia es que hoy los llamo aquí para que vengan a consagrarse, porque estarán haciendo votos no solo con sus mundos internos, con el propósito que los trajo aquí, sino también estarán haciendo un voto con la humanidad, sabiendo que la humanidad finalmente deberá aprender a vivir la Voluntad de Dios, que ya no será necesario pasar por tantos errores y sufrimientos para poder aprender algo.

Hoy es la escuela del Amor que Yo les ofrezco a los Hijos de María, especialmente a los que hoy se consagran y colocan a Mis pies la oferta de su corazón y de su vida para alcanzar algún día la Voluntad de Dios.

Que hoy la llama espiritual de sus corazones esté encendida para que la sabiduría esté presente en la Tierra, más allá de los acontecimientos o de las pruebas, para que siempre la Sabiduría de Dios, como una llama viva, los lleve al Amor de Dios y a la experiencia del perdón, que deberá ser vivida en este tiempo con profunda sinceridad y verdad.

Escuchando el himno de su consagración, hoy volvemos a renovar los votos ante el Padre Celestial en el camino de la persistencia y de la fe, de la constancia, de la caridad y del bien por encima de todo mal o de toda prueba, de toda dificultad o de toda enfermedad, confiando plenamente en la Presencia de la Divina Gracia, en el Universo de la Misericordia de Dios, que en esta noche los congrega en la Presencia del Divino Espíritu para consagrarlos y bendecirlos, en el nombre del Amor.

Que estas flores que fueron colocadas hoy a Mis pies, no sólo sean recibidas por los que hoy se consagrarán, sino por todos los que están aquí, que Me acompañaron aquí, hasta Aurora, para apoyar a su Madre Celeste en este impulso de la nueva revelación que el Universo de Dios les está entregando para que se pueda vivir el perdón y la redención.

Que estas flores que hoy dejaron a Mis pies les recuerde el retorno a sus orígenes, a su esencia interior, a su pureza original, a su verdad, la verdad que Dios les colocó desde el principio como esencias, como almas, como espíritus.

Que estas flores, estas rosas, les recuerden siempre la Verdad de Dios, y especialmente la infinidad de Su Amor y de Su Sabiduría, presente y viva en toda la Creación.

Que sus vidas, hijos Míos, algún día se conviertan en una flor, para que la Luz del Cristo, del Cristo vivo, se irradie a la Tierra, Amén.

Yo los bendigo, los consagro y los despierto a la verdad universal, a la verdad del amor, a la verdad de la sabiduría y de la cura que todos los seres pueden vivir para alcanzar la felicidad celestial de estar en Dios y con Dios para siempre.

Yo los bendigo, con la autoridad que Mi Hijo Me concedió y por los méritos de Su preciosísima y divina Pasión, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pueden cantar.

Les agradezco

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hoy Mi Corazón se enciende de alegría por los más simples y por los más pobres; por el amor que brota de sus corazones al llamar a su Madre Celestial para que Ella, como una dulce Señora, venga al encuentro de Sus hijos.

Hoy vengo aquí por los que Me han llamado.

Nuevamente, queridos hijos, los vuelvo a congregar en el sagrado oratorio de Mi Inmaculado Corazón, en donde se puede vivir la experiencia divina, el encuentro con Dios y la manifestación de Su divino Propósito para cada una de sus consciencias.

Hoy vengo vestida de blanco, coronada por Mis hijos y con la luna a Mis pies, para anunciar al mundo que aún hay tiempo de poder arrepentirse.

Dios está sediento del amor de todas Sus criaturas, de la sinceridad de los corazones, de la verdad de todos los servidores, que pueden expresarla en estos tiempos.

Dios está con Sus Brazos abiertos, mostrando Su Corazón resplandeciente, indicando para todos que aún hay tiempo de poder ingresar en el Océano de Su Misericordia, para que sus deudas sean purificadas, para que sus almas sean curadas y solo puedan sentir, queridos hijos, algo que Yo siento todo el tiempo, que es estar en el regocijo de Dios; en unión con Su divina e insondable Fuente, en perpetua y perfecta comunión.

Para que todo esto sea posible y primero surja en sus vidas, deben seguir orando el Rosario todos los días, porque aún el anuncio que Yo hice en Fátima está latente.

Después de cien años, el mundo está en la mayor gravedad, en un gran caos que sumerge a muchas almas al infierno.

Yo les pido, queridos hijos, que con la misma sinceridad de sus corazones y el mismo calor de sus oraciones, hoy ofrecidas al Santo Creador, sigan formando grupos de oración, para que en esta ciudad y más allá de ella, existan columnas de luz, que serán depositadas por el Cielo y bajo el orden de Mi Inmaculado Corazón, a través de la obra de los santos ángeles.

Vengo a pedirles, queridos hijos, que sigan orando por el equilibrio del planeta y de su humanidad, que sus corazones no se cansen de proclamar la fe en Dios, ni tampoco de buscar la Iglesia, para que a través de la Eucaristía, todos los días de sus vidas estén en comunión con Mi amado Hijo.

Necesito, queridos hijos, que puedan tornar esta ciudad un Espejo de Mi Reino Celestial. Y eso comenzará primero en ustedes, viviendo buenas actitudes, reflejando buenos ejemplos, transformando sus vidas por el potentísimo caudal de la oración del corazón.

Yo les pido, queridos hijos, que sigan Mis pasos, los pasos que hoy les estoy indicando, para que Dios Me pueda permitir retornar aquí cuantas veces sea necesario y bajo el principio de Su divina Voluntad.

Necesito que sus corazones se sigan abriendo, para que Mis ángeles, los ángeles que hoy Me acompañan y que rodean a su Madre Celestial, puedan curar sus heridas más profundas y después de cada encuentro Conmigo, salgan de aquí renovados, con una esperanza fortalecida, con una fe inextinguible, con un amor desconocido, que finalmente los hará libres de este cautiverio del fin de los tiempos.

Hoy vengo a recoger especialmente sus oraciones para que más Gracias sean derramadas en el mundo, especialmente en aquellos rincones del mundo en donde, la humanidad entera aún no sabe lo que sucede. ¡Cuánto las almas sufren en silencio, por medio de la esclavitud y de la persecución!

Vengo a utilizar sus oraciones de este día, para poder cerrar más infiernos en este planeta; para que más almas, más semejantes a las de ustedes, puedan despertar y salir de esta ilusión que ciega al mundo.

Vengo a abrir los portales del Universo, para que no solo ustedes, sino más almas en el mundo entero, puedan sentir y escuchar la llamada de Dios para consagrar sus vidas al Infinito y hacer de este planeta un pueblo sagrado, así como fue el pueblo en el desierto, en compañía de Moisés.

Yo vengo a contemplar, por medio de Mis ojos maternales, la dulzura que brota hoy de sus corazones, la cálida oración que ennoblece sus espíritus y que vivifica sus almas ante la presencia de la Madre de Dios.

Hoy como nunca, Dios tiene Sus Oídos muy abiertos para escuchar las súplicas de Sus hijos. Algunos pronto alcanzarán las gracias que necesitan, pero otros deberán seguir orando todos los días, para poder alcanzar la Gracia Mayor de Dios. Porque la verdadera oración, que puede ser pronunciada por sus corazones, los liberará, los redimirá y podrán alcanzar la paz dando fin a la deuda humana, a todo pecado que hace de los corazones, corazones sufridores.

Yo vengo, queridos hijos, a instituir Mi Portal de Paz en el mundo y vengo a hacer de ustedes almas en constante renovación, corazones en adoración a Dios.

Quiero hacer Mi milagro en los más simples, para que den testimonio al mundo de la potencia del Amor de Dios cuando los corazones se abren y dejan que el Creador los transforme, no solo a través de Su Santa Sierva, sino también, hijos Míos, por medio de la oración y de la devoción de sus corazones.

Quiero construir aquí lo imposible, en un mundo de caos y de tantas guerras. Mis ojos contemplan situaciones que ustedes desconocen, que el mundo entero desconoce, y que aspiro a compartir con Mis hijos, aquellos que se abran para sentir Conmigo el dolor de este mundo.

Quiero hacer de este lugar, así como de sus casas y de sus corazones, cenáculos de reparación, para reparar el Corazón de Dios, tan ofendido y tan herido por las acciones de los hombres.

Hijos Míos, en esta noche comparto no sólo la alegría de Mi Santo Espíritu con sus pequeños corazones, sino que también les entrego una espina de Mi Corazón para que las reparen con sus constantes oraciones. Pues, en esta noche les digo que no se necesita mucho para reparar el Corazón de Dios. Cuando son simples, pero verdaderos, pueden abrir las puertas del Cielo y contemplar en su interior el Corazón del Padre, que se muestra a Sus hijos, cuando ellos se abren para verlo.

Vengo, en esta noche, a revelarles un misterio celestial: el misterio de la reparación, para que aprendan, hijos Míos, que al transformar sus vidas, no sólo están transformando sus familias y trayendo un poco más de paz para sus hogares, para sus amigos. De esta forma, hijos, cuando transforman sus espíritus y sus corazones, cuando oran todos los días junto Conmigo, están reparando el Corazón de Dios por faltas que desconocen, están generando méritos para que muchas almas perdidas encuentren la salida de la oscuridad en la cual viven, estando en este mundo y más allá de él.

Hijos míos, quiero construir el triunfo de Dios en sus corazones para que, a partir de ustedes, este triunfo se extienda al mundo. Sólo necesito que me digan “sí” y que oren verdaderamente, transformando las prioridades de sus vidas, teniendo consciencia, hijos, de aquellas acciones que no construyen el Plan de Dios en este mundo, sino que, al contrario, destruyen la gracia de sus espíritus, la gracia que Yo les entrego, una y otra vez, cuando vengo del Cielo a su encuentro.

No pierdan, hijos Míos, todo lo que Yo les entregué y todo lo que aún les entregaré, viniendo a este mundo. Sino que construyan, día y noche, con sus oraciones, con sus acciones, con la transformación de sus vidas, una Gracia Mayor para todo este planeta. El planeta está en guerra, está en una agonía permanente, que muchos no perciben porque solo ven sus pequeños sufrimientos y solo buscan su felicidad vana.

Hoy, hijos Míos, quiero que conozcan una felicidad mayor, que transciende todo lo que los colma con las cosas de este mundo. Vengo a entregarles la alegría celestial, que está más allá de todo sufrimiento humano y que inclusive se encuentra a través del sacrificio y del esfuerzo constante.

Quiero que conozcan, hijos, la alegría de estar en Mi Inmaculado Corazón y de compartir Conmigo todas las bendiciones del Cielo, para que las lleven a sus hermanos, a los que están a su lado y a aquellos que están en el mundo, en lugares remotos y desconocidos.

Vengan Conmigo, hijos Míos, trascendiendo las fronteras entre las naciones, por medio de la oración de sus corazones, para que el mundo encuentre un mayor tiempo de paz, a través de sus vidas.

¿Será mucho lo que Yo les pido, que oren todos los días un Misterio del Rosario, uniendo los espejos de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón? Oren Conmigo, hijos, y vean sus vidas ser transformadas por la Gracia de Mi Espíritu, por la presencia de Mi Inmaculado Corazón.

Ustedes forman parte de la historia de Mi vida, la que Yo escribo día a día, por medio de la conversión de su corazón y del despertar perpetuo a una oración renovadora, una oración que trae la fe y la esperanza que tanto necesita el mundo.

Y les vuelvo a decir, queridos hijos, que debo llegar nuevamente a los Estados Unidos; aún Mi tarea con esa nación no está finalizada y será posible, por su colaboración y su unión Conmigo que Yo volveré a triunfar en los corazones más despiertos y, sobre todo, en los corazones que se apartaron de Dios por obra de Mi enemigo.

Vengo a construir en ustedes la importancia de unirse a todas las razas y culturas, para que juntos, queridos hijos, atendamos a esta emergencia planetaria, que es responsabilidad de cada uno de ustedes.

Yo Soy su Mediadora, la Pacificadora, la Madre que consuela a las almas y a los corazones.

Hoy vengo con una bendición especial para los que se consagrarán como nuevos Hijos de María. Que ahora se aproximen a Mi altar para que Yo pueda bendecirlos a todos.

Rezaré al Padre Eterno por ustedes:


“Señor de las Alturas, Omnipotencia máxima, 
que te espejas y estás vivo en todos los universos, 
como en todas las estrellas, 
participa con nosotros de este momento. 
Escucha la voz de Tu Sierva fiel:
Haz descender Tu Reino Celestial, 
transmuta y purifica a las almas
y vivifícalas con el Fuego de Tu divino Espíritu, 
a fin de que se establezca, Padre Eterno, 
Tu Proyecto original en la humanidad, 
en todos los que hoy se redimen 
a los pies de Tu Sierva Celestial. 
Amén”.


Yo los consagro, queridos hijos, y les pido que a partir de hoy formen parte de Mi ejército de Luz, de Mis soldados de la oración, de Mis guerreros de la Misericordia, para que lleven al mundo, el alivio que él necesita y la esperanza que han perdido muchas almas en estos tiempos críticos.

Hoy vuelvo a ser coronada como Madre y Señora de esta ciudad. El próximo paso será, queridos hijos, que desde la plaza de esta ciudad hasta este lugar, realicemos una procesión en honor al Inmaculado Corazón de María en el próximo encuentro, a fin de que Yo pueda, queridos hijos, llevar muchas más almas, millones de almas, hacia Mi Corazón y desde Mi Corazón, al Reino Celestial.

Que así sea.

Yo los bendigo y maternalmente les agradezco, por una vez más haber respondido a Mi llamado.

He podido hacer muchas cosas en el mundo y concretar aquí, en la Tierra, por medio de este encuentro, la Sagrada Voluntad de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Sean Mi Paz en el mundo para que más corazones se enciendan en la Misericordia del Creador.

Hasta luego, queridos hijos.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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