Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL LAKE ERIE, ONTARIO, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Querido hijo y querida hija Míos:

Escucha, en este momento, el viento invernal que abraza al norte del planeta. 

Siente la luz de este lago que todo revela. Únete a la naturaleza de tu ser y comulga con Dios para que, en este día, renueve tus votos en nombre de la humanidad y del planeta, en nombre del Proyecto Original de Dios y de todo lo que aún deberá realizarse aquí, sobre la superficie de la Tierra.

Siente la brisa de este viento invernal de Canadá y abre las puertas de tu consciencia a lo nuevo, para descubrir el conocimiento sagrado que se guarda en este planeta y en muchos Recintos Internos de la Hermandad.

Recibe esta brisa invernal de Canadá como un momento de introspección y de recogimiento, para descubrir dentro de tu ser lo que verdaderamente existe y que no es aparente, lo que ha surgido una vez de la Fuente para vivir y experimentar el despertar de la consciencia, la evolución del amor y el gran momento que tú vives hacia la redención que te ofrece este planeta y esta creación que aquí se encuentra; absolutamente pensada, meditada y contemplada por el Padre Eterno para cada uno de Sus hijos.

Es desde este escenario, en Canadá, que hoy envío Mi mensaje para cada Hijo de María, para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Momento importante en el que pueden renovar sus vidas y consciencias en la aspiración de cumplir el Plan de Dios como ejércitos de la Madre del Mundo, que atraen hacia la Tierra todo lo que está en los Cielos para que las almas se enciendan en luz en su interior y encuentren a Dios, más allá de todo lo que suceda o lo que acontezca.

Caminen hacia el encuentro de la nueva humanidad. Ustedes son la transición de algo que vendrá y que surgirá en poco tiempo. Este es el momento más duro y difícil, pero no es el único.

Después de que todo suceda llegará la Luz, la Luz de Cristo, la Luz de Mi Hijo, para volver a iluminarlos, así como el Espíritu Santo iluminó a los apóstoles.

Sigan el camino que están construyendo en sus vidas y no se dejen amedrentar ni perturbar.

Un Hijo de María es aquel que renace todos los días y que cumple, más allá de él, lo que Dios tanto espera en las cosas simples de la vida, en los gestos de amor, en la caridad y en el bien.

Que el servicio sea la antorcha de los Hijos de María, que la oración siempre sea el fuego que encienda sus corazones para encontrar la paz, la paz tan urgente en estos tiempos, la paz que ustedes pueden espejar con el ejemplo de sus vidas y de su entrega.

Hoy les hablo desde el congelado país de Canadá y, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, queridos hijos, expando la luz de los Espejos del Universo sobre la Tierra para que sus almas, en este día, sean colmadas de más atributos y principios y, así, puedan seguir caminando en la evolución del amor y de la consciencia, en una apertura más amplia y profunda, para comprender los Misterios de Dios y de esa forma vivir Su Plan en la superficie de la Tierra.

Hoy envío este mensaje desde Canadá como parte de una trayectoria de la Jerarquía Espiritual que recorre ciertos lugares de la Tierra a fin de preparar a sus consciencias y a sus hermanos para lo que llegará.

Por eso, el conocimiento en sus vidas es imprescindible, para que lo puedan aplicar y llevar adelante en el día a día, y así ustedes imiten a otros pueblos y consciencias que también pasaron por la Tierra y que vivieron un gran despertar.

Hoy Me alegro de verlos reunidos en el nombre del Amor de Dios, que es lo primero que deben vivir en sus vidas. Hoy Me alegro de que estén reunidos en el nombre de Mi Hijo, y por último en el Amor de su Madre Celeste, que extiende Su manto para protegerlos, para ampararlos y envolverlos en la Gracia de Dios. 

Esa Gracia Divina que es inextinguible e irrefutable, una Gracia que Yo he traído, especialmente, para cada hijo consagrado a fin de que despierte a su misión personal y perciba que este es el tiempo y es el momento del gran encuentro, del gran servicio por la humanidad y por el planeta, como por los Reinos de la Naturaleza.

Por esa razón, hoy Me encuentro aquí, desde los grandes lagos de Canadá envío Mi mensaje de Amor, de Paz y de reconsagración para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Nunca pierdan de vista la verdad de lo que son y la Existencia Divina que una vez los formó y los creó. Así, aprenderán a superar las apariencias y los obstáculos, y renovarán sus vidas en la amorosa oración diaria que los unirá a Dios y a todo el Universo.

Que la potencia y el poder de los Espejos del Universo iluminen sus consciencias y a todos sus hermanos para que, ante un nuevo paso de reconsagración, cada uno asuma su lugar y su momento de gran servicio planetario, porque se acerca un momento definitivo y no está lejos, hijos Míos. Ese será el tiempo y la hora de hacer todo por este planeta y por su humanidad a fin de que todo pueda comenzar de nuevo como está previsto.

Reciban de Mi Corazón la luz de las Gracias y de la Misericordia del Padre. Colmados por Mi espíritu maternal reafirmen sus votos y renueven sus consciencias, porque aún hay mucho por hacer y por servir.

Que la oración en sus vidas siga siendo ese puente que los une a Mi Corazón y que los lleva al Cielo, en espíritu, todos los días.

Que en este día de renovación todos los Hijos de María se coloquen de pie y como ejércitos afirmen el compromiso de fidelidad y de unión con su Madre Celeste, la Madre Universal.

Con alegría y regocijo recibo sus súplicas e intenciones para que, en este año 2020, puedan seguir creciendo interiormente y se formen como apóstoles de Cristo en la Tierra.

Desde el Gran Espejo del Universo envío toda la Luz que necesitan, ustedes y el planeta, para que esta civilización humana pueda reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de la Creación que aún se deberá cumplir y que ustedes prepararán ese cumplimiento con el Retorno de Cristo.

Alégrense y sonríanle a la Madre de Dios porque la Gracia Divina tocó sus corazones y vidas para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ante la Presencia de la Madre de Dios que nos trae la cura interna y la renovación, ante Su Presencia en este día que colma nuestras vidas y corazones por medio de Su Gracia, renovamos todos juntos nuestros votos ante el Inmaculado y Materno Corazón de María, por el triunfo de Su Corazón en este planeta y en esta humanidad, y para que Sus divinos y sagrados atributos sigan descendiendo en nuestras almas y en nuestros hermanos, y ante este escenario en los grandes lagos de Canadá, siendo acogidos por el viento de este gran invierno y ante Su Gran Espejo, el Espejo de la Madre Universal, vamos juntos a realizar tres veces la oración de la Madre Universal para que Sus atributos sigan obrando y consagrando a las almas de este mundo.

Oración: Madre Universal (se repite tres veces).

Y ahora, hijos Míos, vuelvan a escuchar el movimiento de los Espejos, a través de este viento invernal que los abraza y del movimiento del agua de este gran lago, y cómo es posible que la síntesis de la Creación se manifieste en toda la naturaleza y dentro de ustedes; y así, regresen a sus orígenes, a su verdad y a sus esencias para estar allí en Dios y por Dios cumplir Su Voluntad.

¡Les agradezco por haberse reunido en este día Conmigo!

Y bajo la autoridad que Mi Hijo Me concedió, Yo los absuelvo y los reconsagro como Mis hijos, los hijos del Padre Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL PARA LA 80.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN NIAGARA ON THE LAKE, ONTARIO, CANADÁ, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los bendigo a todos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Es en el silencio de los mundos internos y en la quietud de las almas en donde se pueden revelar y en donde se pueden mostrar los Misterios de Dios. Esa parte de los misterios que están guardados en la gran consciencia del planeta, en el alma del planeta, en toda la órbita de esta humanidad.

Es allí hacia donde hoy los quiero llevar, para compartir con ustedes esa parte de los misterios que Dios conoce y sabe sobre toda la existencia humana.

Les hablamos, en días pasados, sobre las sagradas civilizaciones de la Tierra que habitaron en este planeta y que convivieron, en armonía y en paz, con toda la naturaleza, alcanzando altos niveles de contacto, y de consciencia con el Universo divino, cósmico e interior; así como también esa unión tan pura y profunda con cada uno de los Reinos de la Naturaleza.

Es por ese camino hacia donde hoy los quiero llevar como preparación para esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, en la que como grupo de almas, como grupo de esencias, como apóstoles Míos, deberán seguir orando con toda la convicción del corazón, así como lo hacen hasta ahora, para atraer hacia la humanidad los Divinos Atributos que están guardados en los Libros Sagrados de Dios, y que se reflejan hacia los mundos internos de la gran consciencia de la humanidad.

Es por esa razón, compañeros, que hoy tengo entre Mis Manos el Libro Sagrado de Dios, uno de los tantos libros que guardan los registros de la historia de esta humanidad, dando continuidad al conocimiento sagrado y a las revelaciones que ustedes necesitan, en este tiempo, para poder dar los pasos hacia el Corazón de Dios. Hoy les traigo estos impulsos para que sus corazones se enciendan aún más en el Amor de Dios y en Su Divina Presencia.

En ese recogimiento es en donde se muestra la Verdad, es en donde sus consciencias se pueden enriquecer por el conocimiento que viene del Universo; pero que también viene del planeta, de tiempos remotos, de momentos muy antiguos, en los que la humanidad vivía un momento tan verdadero y profundo en su proceso de contacto con la Creación, algo que no sucede en este tiempo, pero que se da en una minoría de esta humanidad encarnada sobre la superficie de la Tierra.

Este impulso, como los impulsos anteriores, vienen para colocar a cada ser de este planeta, a cada orante y a cada consciencia que confía en Mí, en el camino de retorno hacia el sagrado Proyecto Creador del Padre Celestial.

Yo les traigo la oportunidad de encontrar el camino hacia sus orígenes, no solo desde donde ustedes una vez surgieron de los Sagrados Lagos del Universo, en donde sus esencias prevalecían y mostraban la verdad de la pureza original y del amor original que Dios concibió en ustedes como consciencias, antes de partir hacia las escuelas del Universo y hacia estas escuelas de la vida en la Tierra.

En ese libro, que hoy llevo entre Mis Manos, se encuentra el origen de una civilización, de un pueblo sagrado que habitó en esta región de Canadá y que, muy cerca del Círculo Polar Ártico, estuvo en la mayor soledad, encontrando la unión profunda con Dios, escuchando la Palabra de Dios que venía por intermedio de Sus Mensajeros del Cosmos y recibiendo, conscientemente, los impulsos que abrieron espacio y camino para que la humanidad, mucho pero mucho antes que el pueblo de Israel, pudiera vivir el contacto con lo superior, lo cósmico y lo divino.

Así podrán comprender, compañeros, lo que les estoy hablando en este momento, y desde dónde proviene esa sagrada información que surgió en este planeta, espontáneamente, mucho tiempo después de Adán y Eva; en el que esa civilización, que estaba en Norteamérica, encontró el camino, de una manera espontánea y natural, de vivir ese encuentro permanente con el Universo y con la Creación.

Fue ese pueblo de Norteamérica, anterior a la gran civilización indígena, el que habitó las lejanas tierras de Canadá. Ese pueblo vivió el Proyecto de Dios, lo cumplió, lo realizó paso a paso, siguiendo la guía que venía directamente del Universo a través de los Mensajeros del Cosmos. Y en ese proceso, también ellos evolucionaron y alcanzaron el séptimo grado de evolución de la consciencia.

Podrán comprender, de esa forma, qué fue lo que sucedió en aquel tiempo y cómo la humanidad de hoy no tenía consciencia de esa historia, pero sí el Padre eterno, desde el principio, lo sabía todo.

Esas consciencias, que evolucionaron naturalmente por su condición interior y espiritual, abrieron en aquellos tiempos una gran puerta para que las próximas generaciones de la humanidad, los próximos pueblos y civilizaciones, también tuvieran la oportunidad y la Gracia de tomar consciencia de la realidad invisible y superior que los rodea.

Es así que el Padre le encomendó a uno de Sus Arcángeles acompañar de cerca a ese pueblo y a esa civilización. El Arcángel Uriel envió uno de sus aspectos sublimes y eternos, hacia la dimensión material del planeta. En un estado de consciencia espiritual, álmica y divina, Él se aproximó a ese pueblo para traerles un mensaje y una revelación, ya que ese pueblo no tenía total consciencia de todo lo que existía más allá de su Universo material.

Los gobernantes de las diferentes civilizaciones, de los diferentes pueblos, siempre existieron para guiar a todos los pueblos hacia el camino de la realización del Plan de Dios y, en este caso, en ese pueblo de Norteamérica, que vivía y permanecía próximo al Círculo Polar Ártico, existió un gobernante especial, un hombre sabio pero también humilde, desinteresado del poder, de la autoridad y de la conquista, porque en él y en su pueblo no existían esas energías.

La protección de ese pueblo era la unión con la naturaleza y con el Universo, aunque no lo conocieran todo.

Su sensibilidad despertaba altos grados de amor y les permitía ampliar su consciencia en el servicio recíproco y compasivo entre hermanos.

Fue un pueblo que testimonió la llegada de ese gran Mensajero Celestial, el Arcángel Uriel. Él cultivó en ese pueblo y en sus generaciones futuras el principio fundamental para los mundos internos, que es la fortaleza del espíritu. Ese pueblo alcanzó la fortaleza del espíritu y aprendió cómo sostener esa fortaleza interior por medio de una gran y única llave, que era la fe. En esa fe, el pueblo despertó la confianza en lo desconocido y no tuvo miedo de abrirse a descubrir, a conocer y a comprender lo que estaba más allá de los límites de su consciencia material.

Ese gobernante fue una consciencia que estuvo presente en ese pueblo, pero que en espíritu vino desde el Universo. Uno de los importantes Maestros, que aún acompaña a la humanidad hasta los días de hoy, guió a ese pueblo, tan semejante a un patriarca.

En verdad, el linaje del patriarca comenzó en ese momento para la humanidad, para que después los siguientes patriarcas llegaran a este mundo para guiarlo y gobernarlo con lealtad y sin poder humano.

Allí, en ese pueblo como en ese gran patriarca de la civilización de Norteamérica, del Círculo Polar Ártico, no hubo interferencias, no hubo límites, no hubo obstáculos ni impedimentos, porque la pureza que surgía de sus corazones era tan simple, pero tan profunda, que los hacía humildes ante los Ojos de Dios.

Ese pueblo fue una de las razones principales para que el Padre y todo lo que está debajo de Él, de Su Ley de Jerarquía, pudieran confiar en Sus criaturas, en Sus hijos, y dar continuidad al Proyecto que falló en Adán y Eva. 

Fue así que, milagrosamente y sin explicaciones, ese pueblo no tuvo tentaciones, engaños o desvíos; ya que ese grupo de almas de ese pueblo vivía su primera experiencia en este planeta como seres humanos.

Así, podrán comprender lo que les dije al principio, cómo sus esencias surgieron de los Lagos del Universo, las esencias de ese pueblo de Norteamérica también surgieron de Lagos Sagrados.

Así, ellos surgieron de Lagos Sagrados y llegaron a la Tierra en una condición original y de pureza altísima, semejante a la que encarnó María, Mi Madre.

Los grandes arcángeles, en los tiempos remotos de la Tierra, acompañaron al proyecto de la humanidad porque sabían del valor y de la importancia de su significado.

Así, en este tiempo actual, los arcángeles se aproximarán a la humanidad para poder proteger y cuidar una parte del Proyecto del Padre Eterno, aunque la humanidad esté desviada completamente del camino y de la Ley.

Pero hoy, a todos los que escuchen; más allá de su condición espiritual, interna o material; más allá de su purificación, de sus errores o de sus pruebas; más allá de todo; más allá de cualquier condición o situación que parezca inalcanzable para ustedes; y por medio de esta Maratón de la Divina Misericordia, con este impulso para sus consciencias, corazones y vidas, vengo a hacerles reconocer y a valorar lo que verdaderamente son, para que los obstáculos, las interferencias y los desvíos se disuelvan en la poderosa energía del Amor-Sabiduría, proveniente de Mi Consciencia Crística.

De esa forma, les traigo esta historia que no conocían, pero por la cual hoy despiertan para elevar sus consciencias en la ardiente aspiración de encontrar ese camino algún día, de vivir esa pureza y esa unión tan perfecta con el Creador, así como la vivió ese pueblo en el pasado.

Es de esa forma que, por medio de esa historia y de esta revelación, hoy espejo y hago refractar esos mismos principios, que vivió ese pueblo sagrado de Norteamérica, para toda la vida grupal de las Comunidades-Luz, para todos los que son participantes y seguidores de la Obra redentora de su Señor Jesucristo.

Que sus corazones sean tabernáculos del conocimiento sagrado que también existió en la Tierra, porque en la Tierra no todo fue error ni maldad. Es así que, abriendo sus corazones hacia ese conocimiento, comulguen con el Espíritu Santo y con la Fuente de Sus Dones para que, renovados por la Gracia que proviene del Universo y de la Fuente, se levanten y continúen adelante; así como Yo lo hice por ustedes hasta la Cruz, hasta la última espiración, hasta cerrar Mis Ojos, por cada uno de ustedes y entregar Mi Espíritu en las Manos de Dios; así como Yo entrego sus espíritus y vidas en las Manos del Padre.

Reafirmen ese compromiso con la fe. Expresen esa misma fe que tuvo ese pueblo sagrado, y den continuidad a esa historia, que deberá ser reescrita para la redención y la transformación de sus vidas y de toda la humanidad, a fin de que más consciencias y almas sean partícipes del camino de la redención y de la Misericordia.

Reciban el bálsamo de este sagrado conocimiento y sean bendecidos por él, para que en ustedes despierte el mismo impulso que despertó en ese pueblo, en la simplicidad del espíritu y en la pureza del alma.

Que gobierne en ustedes el Amor de Dios. Que el Amor de Dios los haga partícipes de la Vida Divina y que en la Vida Divina se abran las puertas hacia la Verdad Universal, en la que todos los seres encontrarán no solo sus orígenes, sino también la síntesis de sus existencias y la razón de haber llegado aquí, a este planeta, para vivir esta escuela de perdón.

Con estas palabras los preparo para la oración misericordiosa para que, a través de la oración misericordiosa, reciban los impulsos de Luz que vienen a través del conocimiento y de la Fuente.

Crean que nadie les hará perder esa conexión con lo superior, siempre y cuando ustedes la protejan de ustedes mismos. Abran sus corazones, y sus consciencias se expandirán en el Universo y, así, serán colmados por la Paz.

Confíen, porque la redención está próxima para aquellos que se abran a vivirla interiormente; no será difícil alcanzarla; no será un obstáculo poder aproximarse a esa redención; será una Gracia, un impulso, una bendición, una oportunidad, que traerá Mi Corazón para todos cuando Yo retorne al mundo.

Yo los bendigo y les entrego la Luz de este conocimiento a fin de que esta raza actual de la humanidad dé continuidad a la Obra de Cristo en la superficie de la Tierra, por el triunfo del amor, de la paz y de la unidad entre las almas. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Regreso, en este día, llevando la bandera de Colombia como Manto de Luz, haciendo brillar sus estrellas para que los atributos de Dios despierten en las almas que buscan la paz y la Misericordia.

Hoy vengo con el Manto de la bandera de Colombia para decir que confío en este querido pueblo que expresa su devoción por la santa Madre de Dios y que, en estos tiempos, siempre tendrá que recordar que deberá vivir la reconciliación para que todo esté en armonía.

Vengo con el Manto de la bandera de Colombia porque quiero hacerle recordar al pueblo colombiano su compromiso con el Plan de Dios y para que, a través de la vivencia interna de ese compromiso, la nación cumpla la misión espiritual que le corresponde, que es preparar las bases para la expresión de comunidades andinas que vuelvan a ser el contacto entre el Cielo y la Tierra.

El pueblo colombiano tiene el deber de proteger esa tarea y misión espiritual porque así mantendrá las puertas abiertas para que los valores divinos de la Fuente inspiren y motiven a todos para alcanzar la manifestación de ese Plan que espera concretarse en la superficie de Colombia.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Existen ciertos misterios que provienen de Dios y que son parte de Su Voluntad. 

El alma que los ama algún día los podrá comprender porque esos misterios son en esencia la revelación de un destino espiritual para los próximos tiempos.

Esos misterios que, de a poco se van formando y constituyendo, son amparados y protegidos por la Fuente Creadora para que cuando el deseo de Dios sea revelarlos y mostrarlos, ellos sean conducidos por los impulsos de la Fuente original.

Muchas Fuentes de la Creación existen en el Universo Espiritual y todas ellas sirven a una Fuente Mayor que es llamada Fuente Creadora, de la cual provienen todos los impulsos divinos y cósmicos, de los que un sector del Universo forma parte, porque las otras Fuentes alimentan y conducen espiritualmente a otros principios en otras Esferas del Universo.

Llegará el momento en el que la Fuente de la Creación colocará al planeta Tierra dentro del sistema de vida Universal, lo que hace tiempo real se espera que suceda, y ese acontecimiento se dará cuando los Cristos internos vayan despertando.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE DÜSSELDORF, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el Corazón Eucarístico de tu Señor y encuentra en Él el alivio de tu corazón y de tu consciencia.

Contempla, en la Eucaristía, la entrega constante del Hijo de Dios por ti. Sabe que no solo estás delante de un pedazo de pan, sino, hijo, de un sacrificio eterno que perduró más allá de la Cruz y que se renueva todos los días para que tu espíritu tenga siempre una nueva oportunidad de redención y de perdón. 

La Eucaristía es el fruto de la Misericordia de Dios. En ella se guarda Su misterio universal, la llave para la renovación de Su Amor Divino, la llave para la superación constante, para el vacío de sí y para la plenitud en Dios, para que, a pesar de la soledad, del desaliento y de la agonía que vive aquel que carga la cruz de estos tiempos, el Amor siempre hable más alto, el perdón siempre este vivo y la Misericordia se renueve, constantemente, más allá de los errores y de los ultrajes humanos.

Hoy, hijo, contempla delante de ti el Corazón Eucarístico de tu Señor y renueva tu corazón, reconociendo en la Eucaristía el Amor de Dios.

Tu Creador te llama al sacrificio y a la entrega, a la renuncia, al vacío y, muchas veces, a la soledad; pero Él también vive esto por ti todos los días, en cada instante de tu existencia. Esta entrega se consuma en todos los altares consagrados a Dios, en todos los Sagrarios del mundo.

Por eso, cuando sientas el peso de la cruz de estos tiempos sobre tu corazón y sobre tu consciencia, quédate delante de la Eucaristía y agradece a tu Señor la Gracia que te concede de compartir con Él no solo Su Cruz, sino sobre todo, la revelación de Su Amor.

El Amor de Dios se está revelando en lo oculto de tu corazón y por más que a veces solo sientas desconsuelo y vacío, llegará el tiempo en el que el árbol del sacrificio dará sus frutos y ese será el Amor de Dios en ti. Entonces, ya no contemplarás la Eucaristía delante de tus ojos, sino que la encontrarás viva en tu corazón.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús Glorificado durante la 70.ª Maratón de la Divina Misericordia, en la ciudad de Fátima, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

El mundo no conoce los misterios de Dios porque no los ama.

Si amara profundamente lo desconocido, los misterios se revelarían completamente y esa palabra "misterio" ya no tendría sentido en la humanidad. Porque, si los hombres y mujeres de la Tierra amaran profundamente lo que es desconocido y lo que no está al alcance de todos, todos serían conscientes y estarían despiertos a lo Mayor. Tomarían consciencia de lo que significa el Reino de Dios y lo que representa para la vida de los seres de la Tierra.

Yo Soy el Señor de los Siete Cálices, de los siete importantes terafines del Universo Espiritual guardados en el Legado del Arca de la Santa Alianza.

Estos Siete Cálices, contemplados por su Maestro y Señor, son los próximos pasos que deberá dar la humanidad por medio de su sacrificio y de su entrega al Creador.

Serán siete pasos de evolución de la consciencia, siete pasos de despertar, siete compromisos aún por vivir y practicar.

Por eso, hoy les traigo los Siete Cálices Sagrados del Señor que, amorosamente, fueron retirados del Arca de la Santa Alianza para que sus mundos internos pudieran contemplarlos y adorarlos. 

En esos siete símbolos está guardada la Sangre preciosa del Cordero de Dios. Los siete principales estados que su Maestro vivió en la Tierra durante la Pasión, que aún ninguna religión conoce pero que hoy les revelo por medio de la sabiduría de Mi amor que proviene de Mi Corazón Eterno.

Tomen consciencia de este Legado y así como se colocaron muchas veces delante del Templo de la Adoración de Dios, hoy colóquense ante este Legado de Cristo que fue preciosamente guardado por Su Madre Celeste y los apóstoles, y adorado profundamente por las santas mujeres de Jerusalén. 

He aquí lo que la humanidad necesita en este tiempo de emergencia. La Sangre del Cordero de Dios se vuelve a donar al mundo para que sus preciosos Códigos de Luz ingresen en las esencias, y las almas alcancen su estado de cristificación y de redención por medio de la vivencia de los pasos en el amor y en el perdón.

Es así, queridos Míos, que hoy los coloco delante de una posibilidad única que está al alcance de cualquier ser de la Tierra, independientemente de su escuela o de sus errores.

He aquí, a través de los Siete Cálices, la posibilidad de despertar de los Nuevos Cristos que podrán recibir los Códigos del Universo Celestial para transformar completamente sus vidas, conforme Dios lo necesita. Así como Él lo pensó desde el principio, desde antes de sus existencias, de sus orígenes.

En estos Cálices Sagrados se guarda la experiencia de amor del Redentor en cada paso de Su agonía, en cada paso de Su calvario hasta el momento definitivo de Su expiración en la Cruz.

Cuando la Tierra tembló, los infiernos fueron derrotados, los muertos resucitaron y proclamaron el Nombre de Dios, la victoria del Mesías, la redención de los oprimidos, la salvación de los perdidos, la cura de los enfermos de la vida espiritual.

Este es el tiempo de que la humanidad tome consciencia de lo que aún no ha tomado consciencia, por colocar su atención en la superficialidad de la vida, por alejarse de lo divino, de lo que verdaderamente vivifica al espíritu y al alma de cada ser.

Dios necesita que el mundo reciba este Legado, no importa si es la mayoría o la minoría, lo que verdaderamente importa para su Padre Celestial es que este Legado sea verdadero dentro de ustedes en cada momento de la vida, en cada acto de amor, de servicio y de perdón. Que valoren estos Códigos Crísticos en sus vidas, especialmente en su vida espiritual y de oración. Así estarán expandiendo Mi Amor al mundo que tanto lo necesita y que tanto lo clama.

Así podré llegar a los que más sufren y a los que no tienen nada, a los que son ignorados por las grandes potencias del mundo, por los grandes dirigentes de las naciones que solo hacen promesas vacías, vacías de amor y de verdad.

Pero Yo les traigo, compañeros, a través de los Siete Cálices, aquello que les hará recordar sus orígenes antes de que vinieran a la Tierra, antes de que nacieran, de que aprendieran y de que experimentaran sobre la superficie de este planeta.

Este Legado lo conocieron los patriarcas por las revelaciones que el propio Dios les hizo. Este Legado lo conocieron los apóstoles, en el momento más importante de la Última Cena, cuando uno de esos Siete Cálices fue elevado, en gracia y en gloria, por las Manos de su Maestro y Redentor para aceptar el sacrificio de la redención de la humanidad y de la conversión del planeta por medio del Amor Crístico.

Es el tiempo de que la verdadera Iglesia despierte dentro de ustedes, de que perdonen a todos los sacerdotes que han ofendido el Nombre de su Señor y a todos los fieles de la Tierra que pusieron en juego su propia fe.

Yo les traigo la donación de Mi Vida y de Mi Espíritu, la entrega de estos Siete Cálices como el verdadero conocimiento para sus consciencias, para que sus espíritus se ennoblezcan en Cristo bajo la llama y el principio de Su Sabiduría.

Esto los colocará por encima de todas las cosas y podrán perdonar y amar no solo a ustedes mismos, sino a sus semejantes, porque Mi Iglesia Celestial aún palpita en el Universo Mayor. Ese es el principal Legado que Yo les entregué a los apóstoles y que le revelé a Pedro en aquel tiempo.

Sus vidas pueden ser la propia Iglesia de Dios en la Tierra, sus cuerpos pueden ser los Templos sagrados de Dios para que Él los habite. Es tiempo de asumir este paso por la humanidad.

Con todo esto no les digo, compañeros, que superarán todas las cosas y las dificultades.

Por medio de los Códigos Crísticos de Mi Amor aprenderán a superarse a sí mismos todos los días y a dar pequeños pasos. Por más que sean pocos, que esos pasos sean verdaderos, justos y misericordiosos para su transformación.

Porque el Legado que está en los Cielos, guardado en el Arca de la Santa Alianza, necesita de almas espejos en la superficie de la Tierra que puedan reconstruir la Iglesia Espiritual que Cristo sembró en la Tierra por medio de la iglesia física, presente en todo el mundo. Eso precisa ser restaurado, amparado y protegido.

La fe de los creyentes reconstruirá la Iglesia en la Tierra y la bóveda mayor del Universo descenderá para colmar a las consciencias con los Atributos Divinos, con todas las gracias y todas las misericordias.

En los Cálices Sagrados del Redentor están las próximas siete etapas de sus vidas, las que aún deberán vivir y atravesar por Mi Causa.

Aún no comprenderán el significado de todo esto. El Universo Espiritual se revela, de a poco, para que las almas aprendan a reconocerlo dentro de sí y a aceptar la Voluntad del Padre, así como el Hijo la aceptó en la institución de la Eucaristía, por medio del Santo Grial.

Beban, entonces, de este compromiso mayor y participen de las Voluntades del Padre Eterno, así como los ángeles del Cielo participan y, en obediencia, cumplen con Sus comandos y con Sus designios para que la fuerza del amor y de la fe puedan triunfar en todo el Universo y en este planeta.

Que se cumpla entonces el advenimiento de sus próximos pasos. Cada uno recibirá en sus vidas, si así lo acepta, los siete próximos pasos que deberá dar. El Universo se mostrará, los aprendizajes llegarán y la oportunidad de cruzar el umbral de la consciencia será consciente para cada uno de ustedes.

Pero estén atentos, no hagan responsables de no poder dar sus pasos a ninguno de sus semejantes. Este paso, que deberán dar, es entre ustedes y Dios, entre sus almas y Su Divina Voluntad.

Tal vez se preguntarán que pasos deberán dar. Sean pacientes, sigan orando y vigilando porque los pasos que deberán dar se presentarán de una forma u otra. Pero, serán conscientes porque sus almas les harán sentir que llegó el momento de cruzar el Portal y de expandir la consciencia en el Amor Universal y en la Sagrada Unidad.

Como ejemplo y testimonio de sus pasos, hoy he escogido algunas almas, entre los presentes, que se han postulado para dar pasos en la vida interior y en el servicio a Mi sagrado e insondable Corazón, que se han ofrecido para adornar Mis altares, para reverenciar Mi Presencia, para ser testigos de Mi amor así como lo fueron las santas mujeres de Jerusalén.

He aquí el Amor Vivo que estuvo con los apóstoles, con las santas mujeres y con todos los seguidores de Cristo, y que hoy retorna a la Tierra para ser compartido con ustedes por medio de la Sabiduría y del amor de los Siete Cálices del Señor.

No teman porque Yo no los abandonaré. Pero cada alma tiene su tiempo y su momento de dar su paso en una profunda e inextinguible soledad, así como lo dio su Maestro en el Huerto Getsemaní.

Recojan en sus corazones la luz preciosa de los Siete Cálices y, en honra al sacrificio del Redentor, abran las puertas de la Iglesia Celestial para el mundo entero y, especialmente, para toda Europa.

Les pediré que canten "Sagrado Cáliz del Señor" para que los ángeles transubstancien este momento y estos elementos que se ofrecerán a Dios como símbolo de reparación y de perdón, de todas las almas presentes para todas las almas del mundo.

Los escucho.

Ponemos nuestras manos en señal de recepción.

Canción: "Sagrado Cáliz del Señor".

Instrumental.

Y ahora, compañeros, delante del poder de los Siete Cálices del Señor, irradiado para Europa y el mundo, y para todas las esencias de la Tierra que tendrán la oportunidad y la gracia de la redención, procederemos en ceremonia con el Padre Eterno, a dar el testimonio de estos pasos a través del camino de la Luz y del Amor que Mi Corazón Misericordioso les ofrece todo el tiempo, a fin de que el amor se establezca y que la fe prevalezca en estos tiempos, por el triunfo del Plan de Dios en la humanidad. Amén.

Nos ponemos de pie.

No lloren, alegren sus corazones, porque este es el tiempo de la Misericordia de Dios, el tiempo de Su Gracia, el tiempo de la luz y de la cura de los corazones.

Hoy lloran como las mujeres de Jerusalén y traen hacia sus almas el recuerdo de esa vivencia y de esa experiencia por medio de la unión Conmigo, por medio del amor que Yo les ofrezco en esta consagración.

Invito a los que puedan, en nombre de estas hijas que he llamado, a que se arrodillen por su consagración.

Como en aquel tiempo, hoy volveré a dar la comunión espiritual para aquellas mujeres que siempre estuvieron Conmigo hasta el momento más culminante en la Cruz, en el que Mi Alma agonizaba por el mundo y, a pesar del dolor, Mi Alma sentía un gran amor de parte de los que fueron fieles Conmigo y se mantuvieron en oración por la entrega de su Maestro y Señor en la Cruz.

Todo este Legado vuelve al mundo, en este día, directamente del Corazón de su Maestro y Señor, y es irradiado por Sus manos de Luz para las almas que se consagran y para las almas que algún día se consagrarán, manteniendo la aspiración de ver a Dios dentro de sí.

Renovamos este Sacrificio del Cordero de Dios. Vivificamos Su Legado y traemos hacia la Tierra, por medio de esta ofrenda del altar junto a todos los ángeles del Universo, las promesas del Redentor que se cumplirán en la humanidad. Que así sea.

En adoración, nos postramos ante Dios Todopoderoso y agradecemos por Su Presencia a través de Su Altísimo Hijo y, como en aquel tiempo, lavo las manos de Mis apóstoles para purificarlos y consagrarlos a Mí, así como deseo consagrar a las almas del mundo a Mi Sagrado e insondable Corazón.

En aquel tiempo, tomé el pan entre Mis manos, dando gracias a Dios por este sacrificio, les dije a Mis apóstoles y a muchos de ustedes: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para la remisión de los pecados".

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Del mismo modo tomé el Cáliz entre Mis Manos para poder renovar todos los tiempos hasta Mi segundo retorno a la Tierra. Elevándolo a Dios, dando gracias por el sacrificio de Su Hijo, les dije a Mis apóstoles: "Tomen y beban todos de Él, porque ese es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Maestro y Señor, y por los mártires a través de los tiempos para el perdón de los pecados. Hagan esto en memoria Mía".

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Este es el Cordero de Dios que quita las faltas del mundo. Bienaventurados los que son llamados a servirse de este Divino Sacramento.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

El Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo.

Les dejo Mi Paz para que la vivan y para que hagan partícipes a todos sus hermanos de Mi Paz, a fin de que se establezca en la Tierra como un atributo imprescindible para esta humanidad, para la cura de las almas y la redención de los corazones.

Yo les doy las gracias por haberme acompañado en este momento tan importante para su Maestro y Señor, por la humanidad y el planeta, por el Plan de Dios en este Universo material.

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Como en los primeros tiempos del cristianismo en los que Cristo estaba vivo en los corazones, para que ese tiempo vuelva a rememorarse se darán el saludo de la Paz.

Les agradezco.

Vigilias de Oración
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Una de las revelaciones de los Misterios de Dios es saber quién es Su Consciencia y de dónde provienen todas Sus criaturas, creadas a imagen y semejanza del Creador, de todo lo que existe en lo invisible y en lo inmaterial.

Es con esta revelación que Yo les traigo Mi Paz, recibiendo de Mis hijos el amor cálido de sus corazones para este momento de renovación, de reconsagración a Mi Materno Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Dios es realmente algo desconocido aún para el ser humano. El ser humano tiene que buscar a Dios para poder conocerlo, porque así recibirá Sus Impulsos y Sus Revelaciones, tendrá la Gracia y la oportunidad de ampliar su experiencia en el amor, en el camino del perdón y de la cura.

Este es el principal motivo, hijos Míos, de tener a Mi alrededor tantos Hijos de María, para que Yo los pueda mandar a obrar en Mi Nombre, siguiendo los pasos de Nuestro Señor Jesucristo en esta larga caminata de servicio y de apostolado por la redención y la conversión de la humanidad.

Este es el tiempo y es la hora de que todos los hijos, todas las criaturas de Dios, más allá de sus creencias, culturas o de sus pueblos se formen como un solo rebaño para seguir al Gran Comandante del Universo, delante de los impulsos de Luz que les envía Mi Corazón por medio de los atributos de la oración, del servicio y de la fraternidad.

Por eso hoy no solo vengo por ustedes, hijos Míos, sino por un planeta que se enferma día a día, que agoniza, que sufre y que pocos lo escuchan y lo perciben. Hablo de la consciencia del planeta, de esta Sagrada Casa, de este amado planeta, al cual el Padre entregó a Sus hijos para que aprendieran a vivirlo y a adorarlo, a través de todo lo que fue creado y expresado desde el principio.

El ser humano de superficie se desvió del propósito de Dios a través de los tiempos y de las generaciones. Abusó de los recursos de Dios, utilizó el poder para conquistarlos y sometió a la Creación de Dios, destruyéndola hasta en estos tiempos.

Ahora es tiempo de recapacitar, hijos Míos, y que la luz de sus esencias crísticas sea lo que los impulse a la renovación y al cambio para que la humanidad también pueda cambiar y renovarse en este tiempo. 

Si la respuesta de todos Mis Hijos de María siguiera siendo proporcional al llamado de Dios, los cambios llegarán pronto a la humanidad.

La adversidad no ganará al Reino en esta humanidad porque ella será vencida por el amor y la oración de Mis hijos, que todo transforma y que todo cura.

Hoy quisiera expresarles en pocas palabras, hijos Míos, todo lo que Dios necesita de Sus hijos en este tiempo, pero el Padre Celestial también sabe que cada uno de Sus hijos tiene su tiempo para vivir la transformación hasta poder alcanzar la madurez de la consciencia y, así, vivir de forma real el Divino Propósito en este planeta y con esta humanidad.

Con todo esto Yo les quiero decir, hijos Míos, que aún hay mucho por hacer, hay mucho por obrar y reconstruir. En todas las naciones del mundo aún deberán conocerme por intermedio de todos los Hijos de María. Hay muchos lugares, aún, a los que deberé llegar para llevar el alivio y el amor de Mi Corazón a las almas. 

Todo eso también será a través de los Hijos de María y por más que la tempestad pueda llegar en el próximo tiempo, nada, absolutamente nada los hará perecer.

Ese será el momento y la hora en que cada una de sus almas se confirme ante el Plan del Creador. Es por eso que cada Encuentro de los Hijos de María es importante para Mí. Porque una vez al año es cuando Yo puedo observar y contemplar cuánto han crecido Mis hijos en este tiempo, cuántos pasos dieron en el compromiso con Mi Corazón Maternal para poder llevar adelante la Sagrada Voluntad de Dios.

Por eso les vuelvo a decir que aún hay mucho por hacer, hay mucho por sacrificarse, por entregarse, por donarse para que las Gracias del Cielo desciendan a la Tierra y sean verdaderamente merecidas por todos, sabiendo que el amor de Dios siempre los unirá y los congregará.

Que el Amor de Dios les podrá dar la paz y la sabiduría para llevar adelante este gran servicio por el planeta y por la humanidad. 

Hoy puedo decir, hijos Míos, en esta noche especial, que veo los frutos de esa experiencia de amor en cada uno de ustedes; no solo en el compromiso con la escuela de la oración, que debe ser algo diario y permanente para estos tiempos difíciles, sino también el compromiso del servicio a los demás y a los Reinos de la Naturaleza que también esperan del hombre de superficie el amor y la piedad que les fue quitada por ser Reinos ultrajados, lastimados y sometidos a través de tanto tiempo.

Esa herida espiritual e interior, también generada en los Reinos menores, es el deber, el compromiso y la responsabilidad de todos los Hijos de María y de los que algún día serán Mis hijos, de poder curar esa herida, colocando la luz de la oración y del servicio para que el amor sea nuevamente entregado y donado a cada uno de los Reinos.

El compromiso con Mi Corazón maternal es más que un compromiso, es la vivencia de un Propósito que aún desconocen, que todos los días, por medio de la oferta de su oración y de su servicio a los demás, Yo los intento aproximar a ese Propósito que fue preciosamente pensado y meditado por Dios, antes de sus orígenes. 

Así podrán comprender, hijos Míos, que les hablo de algo verdaderamente profundo, que viene del Corazón de Dios y que se dona, de tiempo en tiempo, para que Sus criaturas despierten a la realidad superior y así puedan cumplir lo que vinieron hacer a la Tierra.   

Aún hay tiempo de poder conocer esa Voluntad Divina, la cual muchos llaman de misterio, pero que hoy se revela en palabras simples y concretas para que todas las almas, a pesar de su evolución, reconozcan el propósito que viene del Universo, de la Fuente de la Creación, del Corazón del Padre Celestial.

Este es el momento en el cual todos los Hijos de María, que ya se consagraron, estarán a la puerta de una nueva etapa en sus vidas, de un nuevo compromiso, de la profundización de esa Voluntad Divina, de asumir con responsabilidad las pequeñas tareas que Yo les entrego por medio de los Centros Marianos y de las Peregrinaciones por la Paz; así como a través del servicio que, en humildad, pueden ofrecer en sus hogares, en sus ciudades, como en sus trabajos.

En todo debe estar la Misericordia de Dios. Nunca se pueden olvidar de esto, así nunca les faltará la sabiduría y el discernimiento, aunque puedan vivir algún momento difícil o un desafío muy grande a superar.

La Misericordia de Dios en ustedes y por medio de ustedes siempre les dará sabiduría cuando la pidan de corazón, en humildad y en entrega, más allá de sus posibilidades o de sus desafíos.

Hoy quiero dejar en simples palabras estos pedidos de Dios, porque nuestra etapa en el mundo estará terminando en poco tiempo y los ejércitos deberán estar bien colocados y disponibles, es decir, todos Mis hijos, para poder sostener y elevar las Islas de Salvación que tendrán como epicentro los Centros Marianos, para poder soportar el fin de los tiempos que llegará con grandes cambios climáticos e internos en la humanidad.

Todo lo que les hemos enseñado les servirá para atravesar el fin de los tiempos y para que no estén confundidos.

Es muy simple lo que les hemos enseñado y es bastante lo que han alcanzado con tan poco tiempo de experiencia. Así comprendan, hijos Míos, la inmensidad del potencial que existe en cada uno de ustedes, sabiendo que ese potencial, que es en síntesis el don y la virtud de Dios, deberá estar disponible para estos tiempos críticos.

Llegó el tiempo de donarse para que la humanidad y el planeta se pueda salvar y el Retorno de Cristo, con toda Su victoria y poder, se vea en todo el Planeta.

Hijos Míos, hoy no solo les dejo Mi Bendición y la alegría de Mi Corazón por su respuesta, sino el compromiso de vivir con responsabilidad lo que Dios necesita de cada uno, a fin de que Su Voluntad se cumpla dentro y fuera de ustedes.

Escuchando el himno de su consagración, recordando la consagración de cada uno de Mis hijos, juntos como Madre e hijos, renovamos en este momento, en este día 12 de Marzo de 2019, en el que todas las almas, que vivieron la consagración como Hijos de María, se colocan junto a Su Madre Celeste a los Pies de nuestro Padre Madre Creador para volver a decir "sí" al Universo, al Propósito, al Plan, a la redención y a la cura de la humanidad.

Hoy los acompañaré en el silencio de Mi Corazón, por medio de la oferta de esta canción, en la reconsagración de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón para que las naciones del mundo, especialmente las que más sufren el caos de estos tiempos, tengan la dicha y la gracia de la sabiduría al recibir la Misericordia de Dios.

Yo los reconsagro como Mis hijos, como los apóstoles de Cristo, como los pacificadores del fin de estos tiempos y los servidores incondicionales de Dios, en cualquier momento y en cualquier hora, bajo cualquier circunstancia o situación. Todos los que se consagraron como Hijos de María, hoy se comprometen a obedecer a Dios ante cualquier llamado.

¡Que así sea y que así se cumpla!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En humildad, les agradezco por responder a Mi Llamado.

Podemos cantar... 

Nos ponemos de pie.

Canción: Hijos de María.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Felices los que aspirando a conocer profundamente el Universo y la Creación de Dios, no temen conocerse a sí mismos y adentrarse en lo profundo de su condición humana para transformarla.

Felices los que reconocen la grandeza de la Creación y, teniendo sed de sus misterios, saben que para adentrarse en el infinito Cosmos, deben ingresar primero en el propio interior para transformarse.

Felices los que se muestran firmes delante del mundo, audaces y fieles ante Dios, pero que, por encima de todo, usan esta virtud para transformarse a sí mismos, para no caer en sus propias trampas, para no sucumbir ante los errores que ya saben que deben superar.

Felices los que aspiran al nuevo hombre y al nuevo tiempo y no lo buscan en el prójimo, sino dentro de sí mismos.

Felices los que saben que la renovación del amor comienza en el propio interior y aman este misterio lo suficiente como para rendir delante de Dios todo aquello que, en sí mismos, no conoce el amor y se niega a amar.

Felices los que están dispuestos a ser instrumentos de Dios y no de sí mismos; los que quieren construir en la Tierra el Reino Celestial y no el reino humano, y saben que los primeros que deben aprender a ser siervos de Dios son ellos mismos.

Felices los que encuentran su alegría en el servicio, en el sacrificio y en la transformación de sí, porque ellos serán dignos, hasta el fin, de ser llamados compañeros de Cristo. En su entrega se renovará el Amor de Dios; en su vacío se alzará la nueva Iglesia de Cristo; en su nada se revelará al mundo la grandeza del Creador.

Escojan ser felices ante Dios y plenos en Su Espíritu. Así conocerán la paz, aun en tiempos de transición.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE BARILOCHE, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como respuesta del Universo Celestial, hoy llevo entre Mis Manos una Rosa de Luz. Es el tributo del Amor de Mis hijos por la Madre de Dios, de todos los orantes de Argentina que han respondido a Mi llamado de amor delante de estos tiempos críticos.

Esta Rosa de Luz que hoy llevo entre Mis Manos es el testimonio esencial de cada corazón orante; es la respuesta amorosa de Mis hijos de Argentina por la Madre de Dios.

Con toda la dulzura de Mi Corazón y de Mi Alma, llevaré hacia el Reino de Dios este ofrecimiento de las almas. 

Podré interceder, no solo por todos los seres del planeta, por los Reinos de la Naturaleza, por los más marginados y pecadores; también podré intervenir por las almas del purgatorio y del infierno que gritan por luz y por paz. 

Todo esto es posible, queridos hijos, cuando su respuesta es verdadera, cuando de sus corazones nace la dulzura por Mi Corazón Maternal.

Así el Cielo se comunica con la Tierra, los Espejos del Universo se comunican con los espejos de los corazones, y se establece a través de esta ciencia espiritual la divina energía de la Paz, la que viene a auxiliar del Universo a todos los seres, especialmente a las naciones más necesitadas de Luz y de Redención.

Los invito, queridos hijos de Argentina, a seguir trabajando a través del esfuerzo y del servicio para que en cada corazón humano se pueda constituir el Nuevo Reino de Dios, el que vendrá con la segunda venida de Mi Hijo. 

Hoy vengo desde las montañas de los Andes cruzando el lago Nahuel Huapi, porque también soy la Madre de la Divina Naturaleza, y quiero que Mis hijos aprendan, en estos tiempos, la importancia de poder cuidar y proteger la Creación de Dios, todo lo que Él manifestó por Sus criaturas desde el principio, pensando en cada detalle, para que las almas de la Tierra se sintieran acogidas y plenas, y que en cada lugar que observaran o que contemplaran pudieran sentir la Presencia de Dios. 

Valorizar a los Reinos de la Naturaleza será un significado importante de la humanidad, y la respuesta de esta protección a los Reinos Menores de parte de esta raza actual, permitirá la continuidad de una nueva raza, con una nueva consciencia y una nueva energía, que partirá con el interés en lo sagrado y en lo reverente, en la preservación y en el cuidado de todo lo manifestado por la Creación de Dios.

Ustedes aquí, queridos hijos, como en toda la Argentina, tienen grandes tesoros espirituales guardados en estas bellezas naturales, que son parte de los Dones de Dios. Por más que no los vean ni los sientan, ellos están allí presentes desde hace mucho tiempo.

Abran su consciencia al interés del Universo y la Vida Mayor descenderá sobre sus vidas, para que reconozcan en estos tiempos que no solo son seres materiales, sino espirituales, que han venido a la Tierra a cumplir con una misión y un propósito, no solo como seres individuales, sino también como nación. 

Cada respuesta de Mis hijos a la Madre de Dios, es una nueva oportunidad de intercesión por las almas y por el planeta.

A partir de ahora, queridos hijos, vivan esa nueva cultura interior de preservación de los Reinos de la Naturaleza y sagrados valores de Luz y de Amor despertarán en sus corazones; sentirán la imperiosa necesidad de cuidar a la Creación, para la llegada de las nuevas generaciones.

Por eso hoy vengo de las montañas de los Andes, cruzando el gran Espejo del lago Nahuel Huapi, irradiando desde aquí para toda la Argentina, los Atributos de Dios.

Este fue el lugar escogido por el Padre para que la Madre Celeste en esta nueva etapa de la peregrinación descendiera desde el Universo hacia este sagrado lugar, a fin de volver a establecer en la Argentina los valores necesarios que la protegerán espiritualmente y que permitirán el surgimiento de una nueva consciencia basada en el bien y en la fraternidad, en el amor y en la hermandad entre los seres, hasta en los Reinos Menores de la Naturaleza. 

Deseo, queridos hijos, que sientan a Dios en cada espacio aquí presente, que puedan descubrir los prodigios de Su Corazón Eterno, amorosamente manifestado través de los Reinos de la Naturaleza, porque en los Reinos de la Naturaleza, queridos hijos, está la cura de la Humanidad.

Llevaré esta Rosa entre Mis Manos hacia el Reino de Dios, como el ofrecimiento de cada uno de sus corazones para esta nueva etapa que deberá comenzar en Argentina, primero en el plano espiritual, para después suceder en el plano material. 

Mi Hijo ya les dio el primer impulso para que esto sucediera. Las bases ya están construidas en sus consciencias. Ahora es hora de erguir el templo interior en cada corazón humano, para que pueda volver a florecer en la Argentina la alegría de vivir a Dios y de sentir Su Reino Celestial en la Tierra.

Entonces, queridos hijos, hoy les traigo lo más sagrado que hay en el Universo de Dios y que también está dentro de ustedes, que es esa Esencia Divina que les hará comprender los Misterios de Dios tan solamente por la oración del corazón.

Así abrirán las puertas para que se develen los secretos que se encuentran en lugares sagrados como este y que vienen a acudir a la humanidad tan necesitada de luz y de amor, de una manera silenciosa e imperceptible. 

Los coloco, queridos hijos, ante la Llama sagrada del Amor de Dios, delante del Fuego ardiente de Su Corazón, que impulsó la Creación de los mundos y de las estrellas y de toda la Vida Universal.

Los coloco delante de este Sagrado Fuego Divino para que puedan reconocer su filiación espiritual con el Padre Celestial y descubran dentro de ustedes sus orígenes, lo que les hará renacer y encontrar sentido a sus vidas.

Por eso he venido aquí, queridos hijos, no solo para llevar al Cielo la Rosa de Amor que ustedes Me han donado, sino también para entregarles la Llama de Amor de Dios, aquella Llama que vivifica el espíritu y la consciencia, que trae entendimiento y sabiduría, plenitud y confianza en la Voluntad de Dios, 

A partir de ahora, hijos míos, siéntanse diferentes, siéntanse otras personas, almas renovadas por el Amor del Padre, que reencuentran el camino que habían perdido hacia su trayectoria espiritual. 

Delante de los Sagrados Reinos invisibles de la Creación, guardados en los paisajes naturales de la Tierra, vengo a testimoniar ante de Mis hijos de Argentina el Amor de Dios por medio de Su Sagrada Llama Divina, para que las almas reencuentren el sentido del propósito y de la vida, sin necesidad de alterar la evolución ni de modificar las Leyes Universales, las cuales forman parte de su planeta y de su humanidad. 

Respetando la Ley de la Jerarquía, serán dignos de la Gracia de Dios como consciencias y como pueblo, y podrán abrazar el llamado de Dios como lo han hecho en este momento, por más que no lo comprendan o no lo entiendan, sintiendo la veracidad del Amor de Dios en sus corazones, que viene a guiar al mundo hacia el camino del gran despertar.

Que se cumpla en Argentina el advenimiento del Propósito de Dios; que las almas sean partícipes de ese advenimiento y que refugiadas en el Amor de Dios sean partícipes de la venida de Cristo, siendo merecedores de Su Divina e Insondable Misericordia, para constituir en la Tierra los nuevos cristos.

Hoy, ante Mi Presencia Celestial, se consagran almas tan especiales como tantas otras que han escuchado Mí llamado para seguir viviéndolo y cumplíéndolo en el fin de estos tiempos.

Quiero que vengan aquí los que hoy se consagrarán como Hijos de María, porque en pocas palabras, hijos Míos, Yo les he dicho todo lo que Dios necesitaba que escucharan, para el crecimiento espiritual de sus mundos internos y el despertar de sus consciencias a la Vida Divina.

Pueden arrodillarse.

Este “sí” significa una respuesta importante para el Universo. Esa respuesta la acoge Mi Inmaculado Corazón, no solamente de ustedes, sino de todas las almas que forman parte de Argentina y que algún día recibirán el despertar de la consciencia, para darse cuenta que la vida no termina aquí, sino que ella es eterna. 

A través de esta consagración ingresen a las nuevas Leyes del Universo, para que sus vidas sean regidas por nuevos principios y siempre sus espíritus sean encomendados a la magnifica Obra del Espíritu Santo de Dios, para que se cumplan en ustedes sus divinos dones y encuentren el camino de servicio, a fin de concretar en la Tierra la segunda venida del Redentor. 

Colocando sus manos en señal de recepción, queridos hijos, reciban esta consagración espiritual por todas las almas del mundo, vivificando a partir de ahora el compromiso sagrado con la oración, para que sus almas sean curadas de todo lo que hayan vivido en el pasado, para que sus consciencias sean abrazadas por el Fuego del Amor de Dios y así se cumplan, en ustedes, las Promesas de Cristo. 

Escuchando el Himno de su Consagración, elevando la llama de su corazón al Cielo, reciban esta bendición directamente de Mi Corazón Inmaculado, por ustedes y por la Argentina, por el amor predilecto que le tengo a este pueblo y porque de aquí haya surgido un gran misionero de Dios, el Papa Francisco, embajador de Cristo en la Tierra; un pacificador que aprende a vivir la Palabra de Cristo y hacer sobrevivir su Iglesia en estos tiempos críticos, a fin de que triunfe la Iglesia Celestial de Cristo en la humanidad.

Que no existan diferencias, que no existan barreras, que no exista desunión. Que en la esencia de cada alma todas las consciencias se unan bajo un mismo propósito, sabiendo que siempre deberá prevalecer el Amor de Dios para que triunfe, por todos los siglos, Su divino Reino. Amén. 

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Una nueva luz llegará a la humanidad y ella deberá nacer a través de todos los Hijos de María.

Aunque algunos ya no estén Conmigo, el compromiso con la Madre de Dios es imborrable en el Universo.

Pero Yo volveré a reunir al rebaño de Cristo para que descubran que detrás de todo ese Misterio de Dios existe algo esencial y primordial que es el Amor, que triunfa sobre todo mal. 

Los escucho.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Dios, Altísimo y Poderoso, se hizo pequeño y frágil en el Vientre de María Santísima Él no solo estaba construyendo el camino para sellar una nueva y eterna alianza con la humanidad, el Creador estaba revelando un misterio y tornando viva una Verdad que siempre fue espiritual y que en aquel momento se manifestaba como algo físico y palpable para la humanidad.

Dios estaba revelando Su presencia en el interior de los hombres. Revelaba que por medio de Su Espíritu podría despertar en el interior de los seres un hombre nuevo, que podía renovar y hacer revivir a la humanidad que había muerto, aun estando en vida. Dios revelaba la posibilidad de un segundo nacimiento, un nacimiento espiritual, por medio del cual aquellos que son conscientes de la presencia de Su Espíritu, dejan que Él se manifieste.

A través del Nacimiento de Jesús, el Creador despertaba, revelaba y le daba a los hombres la posibilidad de experimentar una Verdad: que aquellos que son puros de corazón, humildes y dispuestos a ser instrumentos de Dios, dispuestos a cumplir Su Voluntad por encima de todas las cosas, son dignos de expresar en sí la presencia del Espíritu Santo y, de esa forma, poco a poco podrán ir alcanzando el verdadero potencial de la humanidad.

El Creador no los creó para expresar lo que hoy viven sobre la Tierra. Esa vida es el fiel espejo de la ignorancia de los seres humanos; pero aquel que se abra a la Verdad y se disponga a renacer en espíritu, expresando en vida la perfección del Espíritu de Dios, podrá recibir y vivir la revelación de la Verdad en sí mismo, aunque nunca sepa, con certeza, qué es lo que habita en su interior.

Ábranse, hijos, a un renacimiento en el Espíritu de Dios, para que ustedes renazcan en Él, y Él, como una respuesta divina, despierte en su interior.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Fe de Jesús no estaba basada en argumentos o justificaciones espirituales.

La Fe de Jesús provenía de una convicción verdadera de que el conocimiento surgía y nacía del Amor concedido por Dios a cada interior; eso la hacía simple, humilde y verdadera, como conocimiento.

Esta Fe era impulsada por la absoluta confianza en el Padre Celestial, eso la fortalecía por sí misma. No era una Fe que se apropiara de algo, ni siquiera espiritual o inmaterial.

Jesús alimentaba Su Fe a través del Amor que Su propio Corazón tenía por la Voluntad Divina. Era ese Amor el que fortalecía Su Fe y le concedía a todos la revelación del misterio divino y cósmico.

Jesús traía, por medio de Su Fe, la realización del mandato divino, lo que permitía cambiar el rumbo de los acontecimientos y enderezaba el desvío interior de las consciencias.

El Amor y la Fe en Jesús eran inseparables, uno no podía prevalecer sin el otro; ya que esas virtudes internas, en perfecto equilibrio y armonía, eran las que concedían los milagros.

La Fe de Jesús no tenía nada de racional y ni siquiera de científico. Aunque ella se fundamentara en las líneas del conocimiento de la Ley Suprema, Su Fe era absolutamente colmada por el Amor, lo que hacía de Él un Ser pleno de sabiduría y comprensión.

Esta Fe que vivió en Jesús es la misma Fe que Cristo intentó despertar y depositar en lo profundo del corazón de los hombres.

Porque, en esencia, la Fe de Jesús les demuestra a los seres de superficie que son capaces de pasar por encima de sí mismos, a fin de vivir y de experimentar la razón de su existencia, de su propósito y de su meta, plasmado en el misterio inviolable de la Voluntad Divina.

Si las almas imitaran la Fe de Jesús, las pruebas que el Universo les concede no serían problemas ni obstáculos.

Imitar la Fe de Jesús es carecer de voluntad propia, es tener un corazón disponible para amar cualquier consciencia, bajo cualquier situación; es decir “sí” cuando los llaman para darse más de lo que podrían.

Imitar la Fe de Jesús es no tener miedo de reconocer los errores y de intentar enmendarlos con transparencia para no volverlos a cometer.

Imitar la Fe de Jesús es creer, más allá de sí, de que existe Algo superior y divino que nos rige, que tenemos un propósito que cumplir y una Voluntad desconocida que abrazar y amar con toda nuestra fuerza.

Imitar la Fe de Jesús es no temer caer y levantarse cuantas veces sea necesario para afirmar nuestra unión con el Padre Eterno.

¡Les agradezco por imitar la Fe de Jesús!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la Paz y el Amor de Cristo esté en sus corazones, queridos hijos.

En este día, y por segunda vez, Yo retorno del Cielo para hablarles sobre Mis Proyectos de Amor. Aquellos proyectos que Dios Me ha pedido difundir en el mundo por medio de Mi Palabra viva y maternal.

La nueva Comunidad de María no será una sola, sino muchas más; y será el preámbulo para muchos acontecimientos.

Por eso fue un proyecto preparado para este tiempo, porque primero debían gestarse en sus corazones los Designios de Dios, para que los pudieran aceptar y después vivir.

Cada Comunidad de María será una flor en Mi Jardín, será un Don que Yo dejaré para cada una de ellas, sabiendo que tendrá sus puertas abiertas para recibir a Mis hijos del mundo , los que necesitarán de mucho consuelo y protección.

Por eso necesito, queridos hijos, que comprendan Mis proyectos más allá del plano material y que sepan que todo Designio de Dios viene de la Fuente, traída por los ángeles del Cielo a través de Mis mensajes, por medio de Mis Palabras que pueden resonar en el corazón de los hombres, cuando las escuchan abiertos en su interior y, más aún, en su consciencia.

Las Comunidades existentes serán la base para dicha manifestación. Quiero que comprendan, queridos hijos, que traeré hacia las Comunidades de María a los refugiados del mundo; no solo los que viven las guerras, la persecución o la muerte, sino a todos los que se refugiarán en Mi Corazón Maternal en el fin de los tiempos, cuando todo se desate, gravemente en el mundo.

Las Comunidades de María también serán islas de salvación, serán refugios en donde se podrá encontrar la paz, y ustedes serán los precursores de ese movimiento. Por eso necesito que su respuesta no solo sea concreta, sino más profunda, una respuesta que nazca desde su interior y que esté libre de dudas o de cuestionamientos.

¿Cómo el mundo encontrará su salvación si no existieran islas de salvación?

La fundación de Mis Proyectos primero comienza en ustedes, en su universo interior y en su consciencia, a partir de allí todo despuntará, y muchos podrán ver en el mañana una oportunidad de retornar a la Casa del Padre y, especialmente, estar en los Brazos de Dios, recibiendo Su Divino Consuelo y Su Calma.

Recuerden lo que Mi Hijo les dijo hace mucho tiempo: “Todo lo que hagan por el más pequeño de sus hermanos, lo harán Conmigo, dos veces”.

Y eso no es una teoría, hijos Míos, es una realidad vida, para quien aspira alcanzar el apostolado de Cristo en estos tiempos.

Si las Comunidades de María se llegaran a expresar, según Mis Designios, los Dones y las Virtudes de Dios descenderán sobre ella y, especialmente, en las almas que más necesitan de cura interior y de paz.

A partir de allí, cada una espejará sus atributos para el mundo entero, en los momentos más críticos de la humanidad en donde reinará la desesperación, por no haber sosiego interno, ni tranquilidad.

Pero aquellos que oran a Mi Inmaculado Corazón todos los días, sabrán qué hacer, y durante los movimientos agudos del planeta tendrán orientación y guía para seguir adelante, ayudando a otras almas a encontrar el camino; almas tan diferentes y heterogéneas a sus propias almas; almas que no han conocido la paz ni tampoco el respeto por la Creación.

Así como en el Calvario Yo trabajé por un mundo perdido, por una civilización autodestruida, en este tiempo y en los últimos tiempos, vengo trabajando por una futura y Nueva Humanidad que no solamente deberá estar presente en el espíritu, sino también en la materia como algo concreto y realizado.

Necesito que amen Mis Misterios, porque en Mis Misterios, que son los Misterios de Dios, están Mis Designios, y Yo podré escribir a través de sus vidas los Proyectos de Dios.

Con Mi propia Mano los guiaré por el camino y los llevaré al encuentro de la Voluntad del Altísimo en donde todo se puede expresar y realizar, así como Él lo desea, desde Su Corazón profundo y eterno.

Mientras tanto y hasta que las Comunidades de María no se manifiesten, les pido que recen Conmigo para que Dios pueda expresar su Voluntad en los hombres de la Tierra y no prevalezcan las magníficas ideas de los seres humanos; ideas que los han llevado a la perdición y al engaño, saliendo de la obediencia.

Los necesito, hijos, en la firmeza del corazón y les vuelvo a repetir: es hora de vivir el Plan, así como Dios lo ha pensado desde el principio y para este ciclo de la humanidad.

Si las Comunidades de María se manifiestan, sagradas herramientas del Universo llegarán a la Tierra desde el plano espiritual y cósmico; y las almas podrán seguir caminando por el sendero de la confianza, de la protección y de la paz.

Aunque las guerras sacudan al mundo, una parte de la raza estará protegida, porque habrá comprendido, en obediencia, la Voluntad de Dios y no la de los hombres.

En segundo lugar, se proyectarán Mis Principios maternales, espirituales y divinos, que son atributos que Yo vivo en el Universo y que espejo para todos los mundos y todas las galaxias. Algo que aún la humanidad no conoce, porque la Iglesia, y sobre todo la raza, se detuvo, desde Mi Asunción.

Pero después de ese acontecimiento muchas cosas más pasaron, las cuales vengo a revelar fuera de la Iglesia, para que cualquier ser de la superficie de este planeta tenga conocimiento de la Verdad y de la realidad.

Realidad que la Madre del Mundo vive, desde el momento de Su Asunción a los Cielos y dentro de este Universo local, que es parte viva de la manifestación de Dios.

Las Comunidades de María serán Espejo de esas realidades superiores y, aún así, no comprenderán todo lo que Yo les digo, porque aún es un misterio que se develará en estos tiempos finales.

Les pido que acojan Mis Palabras como verdaderos tesoros, porque este es el último impulso universal que dará su Madre Celeste para la humanidad y el planeta.

Y de esas Comunidades cristianas de María, brotará la Fuente de la alegría, por servir y experimentar a Dios en el corazón de los simples y de los humildes; por llevar adelante cada tarea diaria, sabiendo que es una parte del Plan que se construye en la consciencia humana y en aquellos que participan de él.

He esperado tanto por ese momento y sé, en lo profundo de Mi Espíritu, que aún los hombres no comprenderán lo que Yo digo; pero quien ama sin comprender todo lo entenderá, y no vacilará en su camino ni en su decisión espiritual por seguir los Pasos del Padre Celestial.

Vengo a construir en nombre de Mi Hijo, cosas nuevas, espacios nuevos, concediendo Gracias renovadoras e impulsos renovadores que retirarán a las almas de la inercia planetaria y de la indiferencia.

Ustedes están participando de la misma línea del tiempo de Dios, la que el Padre ha construido a través de los tiempos, por medio del tiempo eterno, del eterno presente; y en ese tiempo eterno Él ha llamado a Sus hijos para que pudieran llevar adelante Su Voluntad y cumplir Sus Designios preciosos.

Ustedes, hijos Míos, tomen consciencia, despierten, están dentro de esa historia que el propio Padre escribe con Su Mano en el Libro del Alma de la Tierra.

Recuerden que Cielo y Tierra pasará, pero las Palabras de Mi Hijo reinarán.

Y las Comunidades de María serán Espejo de los Atributos de Cristo, una vez entregados a los primeros pueblos cristianos que vivieron la espiritualidad del Señor, después de Su Ascensión a los Cielos.

Se vuelve a construir la historia del pasado, con almas tan diferentes unas de las otras, con corazones que intentan madurar en el camino espiritual y llevar adelante el Propósito Divino.

Se vuelve a construir una nueva oportunidad que el Universo Celestial concede a los hombres de la Tierra, a pesar de sus graves errores y de los ultrajes cometidos a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza.

La Misericordia concedida por Cristo a la Madre de Dios, a los pies de la Santa Cruz, se derrama por medio de este proyecto de las Comunidades de María, dichosos serán los que vivan en ellas vacíos de sí y libres de expectativas; porque permitirán descender los Dones de Dios y en las almas se construirá el verdadero camino crístico, que los llevará a la formación de una Nueva Humanidad, lejos de los errores y de la autodestrucción.

Por eso los ángeles se ofrecen para llevar adelante este designio que hoy brota de Mi Corazón Inmaculado y que es una chispa del Fuego de Amor de Mi Corazón, del Amor vivo de una Madre que ama a Sus hijos, incondicionalmente, y que nunca pierde la esperanza de que Sus niños den sus pasos hacia el Señor, sabiendo que aún hay mucho por hacer en este planeta y con esta humanidad enferma.

En esta tarde vengo a confesarles Mi gran aspiración y dejo para Mis hijos el deseo ardiente de una Madre que solo intentará establecer la paz en tiempos críticos.

Que cada flor de cada Comunidad de María se exprese y que primero esa flor se abra en los corazones de los simples que escuchan las Palabras de la Madre de Dios.

Les dejo Mi Paz y Mi Bendición, sabiendo que Mi Plan primero debe madurar en ustedes para poder después manifestarse en este planeta.

Aquellos que no se han sentido acogidos en las Comunidades, que vuelvan, porque seré Yo, su Madre del Cielo y de la Tierra, que los tendrá en brazos para se animen a vivir el Plan de Dios y a cumplir Sus Designios, así como está escrito en el Corazón del Padre Celestial.

Que nadie más se sienta ofendido ni rechazado; que no exista indiferencia ni omisión, sino acogimiento y alegría de estar llevando a Cristo en el corazón de los que sufren y de los que buscan la paz.

El primer atributo de la Comunidad de María será: “ama a tu hermano como es y no intentes cambiarlo según tus deseos”.

Así comprenderán lo que les digo, claramente.

Los bendigo en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y que al fin se cumpla el advenimiento de la Nueva Humanidad.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy consagro esta tierra, promesa de Dios y de Su Divino Reino.

Hoy consagro sus corazones, proyecto de Cristo, el Redentor.

Hoy coloco a Mis hijos de Chile en Mis brazos, proyecto de Mi maternal Amor.

Por todo esto, queridos hijos, hoy les presento el Plan del Creador para esta parte del mundo, para esta nación que debe realizar la más infinita aspiración de Dios que proviene de Su Corazón Santísimo, proyecto que se cumplirá con la ayuda de cada uno de ustedes.

Hoy un nuevo horizonte se vislumbra ante sus consciencias. Una puerta hacia el pasado se cierra y otra puerta se abre al Cielo para que reconozcan sus orígenes, su misión personal, su compromiso con Cristo.

Las entrañas más profundas son curadas por Mi Corazón y por la fuerza del Amor de Dios, proveniente de Su Fuente purísima, castísima e inmaculada.

Hoy es esto lo que les traigo, queridos hijos. Desde lo más infinito del universo hasta lo más grandioso de este planeta es bañado por la Luz de Dios, por Su Fuente inmaterial que trae nuevos principios para los corazones de esta nación y para el mundo.

Aquí, hoy en Santiago, su Madre Celeste finaliza una etapa y comienza una nueva, en compañía de sus corazones que han dado el voto de confirmación en esta noche de consagración y de paz.

Contaré con sus manos para llevar a Chile el servicio, la oración, la instrucción y también la cura.

Contaré con sus pies para que, a través de ustedes, queridos hijos, Yo pueda peregrinar por este pueblo cumpliendo con la ardiente aspiración de Mi Hijo de tornar a esta nación una patria beata. 

Por eso, queridos hijos, con este pequeño paso que hoy dan sus corazones, el más precioso Proyecto de Dios desciende sobre sus consciencias como una Gracia y trae para sus vidas, en este momento, la fuerza del Espíritu renovador que todo lo transforma y lo cura, la fuerza de Mi Espíritu Santo, para que sus vidas, unidas a Mi Hijo, comiencen el camino de apostolado que Yo los animo a vivir en el fin de estos tiempos.

Desde esa Fuente Mayor hoy provengo, desde la Fuente Inmaterial purísima y castísima traigo lo desconocido para sus seres, lo que al final de estos tiempos, por medio de su oración y de su caridad, se volverá visible, consciente y disponible para cada uno de ustedes.

Los Misterios de Dios, dejarán de ser misterios. Serán enseñanzas, impulsos de luz, formas de renovar sus corazones, día a día.

Por eso, les digo, queridos hijos, que no están solos en esta noche. Su Madre Celeste, ante el Padre Celestial y ante Su amadísimo Hijo, se ha comprometido a acompañarlos. Así como ustedes se han comprometido Conmigo, en esta noche, a acompañarme en esta nueva caminata de volver a este pueblo, un pueblo de redención, de amor y de luz, para que recupere sus valores sagrados que fueron inspirados en los pueblos originarios, para que recupere la dignidad espiritual de poder sentirse hijo de Dios como nación y como raza.

Por eso, querido hijos, que hoy celebren sus corazones, que hoy sus amarguras desaparezcan, que sus corazones puedan pulsar como pulsa el Mío en esta gran emanación de Amor que Yo les traigo desde la Fuente para tornar sus vidas, vidas dentro de la Divinidad, dentro del Padre, dentro de Su Proyecto de Amor.

Quisiera que sintieran sus espíritus libres para poder caminar en paz, sabiendo que están dando los pasos seguros hacia esta nueva realidad, hacia esta nueva misión que Mi Corazón hoy les trae, que Mis manos hoy les dona con un maternal Amor a cada uno de sus corazones.

Que despunten los soles de sus seres y que esta tierra sea redimida por la estrella de sus corazones, que hoy vuelve a brillar en el Amor de Cristo, Nuestro Señor.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, hijos Míos, los invito a renovar su compromiso Conmigo y también a renovar su fe para que, de esta forma, preparen el Retorno de Mi Hijo a este mundo y que Él encuentre, en sus corazones, un refugio y una esperanza.

El mundo está distante de Dios y la humanidad ya no cree en el Retorno de Cristo. Pero Yo vengo en esta noche, hijos, a demostrarle a la humanidad, a través del testimonio de sus vidas y de la renovación de su fe, que su Señor y Rey ya retorna en Espíritu a la cuna de América y colocará Sus Pies, con toda Su Divinidad y esplendor, en el suelo de esta Tierra.

Para eso, quiero que preparen sus corazones con la fe y con la esperanza, con la confianza absoluta en Mi Inmaculado Corazón; porque, a pesar de todas las pruebas que la humanidad vivirá y que Yo ya les anuncié, el Hijo de Dios retornará al mundo y será cuando el tiempo de esta Tierra se una a la eternidad y disuelva el caos y los conflictos de esta Tierra, para dar lugar al Reino de Su Amor, de Su Misericordia y de Su Paz.

Hoy, hijos Míos, vengo a establecer este Reino dentro de ustedes, porque Me abrieron las puertas de sus corazones. Dejen que ese Reino se expanda, los transforme y los convierta todos los días en verdaderos proyectos divinos, en los cuales las promesas de Dios se cumplen y Su perfección se manifiesta.

Así, hijos Míos, la Voluntad Divina se extenderá por este planeta y el Oriente también verá nacer en esta tierra, en el corazón de América, una nueva oportunidad, una nueva vida.

Hijos, verán el caos de este mundo, verán este mundo temblar; pero hoy, vengo para fortalecer su fe y la alegría de sus corazones.

Hoy, Mis ojos de Madre y Peregrina contemplan sus corazones con gran alegría, porque veo soldados redimidos que vencen la batalla del final de los tiempos, con las rodillas en el suelo, con la frente en el suelo, clamando al Padre por Su Misericordia, por Su Perdón y por la redención de este planeta.

Hoy, también vengo especialmente a pedirles por los Reinos de la Naturaleza, para que comprendan, hijos, que este país, como todos los países del mundo, no solo guarda enormes bellezas para que sean contempladas por el corazón del hombre. Tamaña belleza, hijos, sustenta a este mundo con una entrega que la humanidad aún no comprende. 

Si permiten que los Reinos sean ultrajados y poco a poco desaparezcan de este mundo, como esencia y como espíritu, no permitirán que la Tierra se sustente y que cumpla con su misión.

Especialmente en esta nación tan amada, vengo a pedirles que oren por los Reinos y que, en sus grupos de oración, tomen consciencia del sufrimiento silencioso que padecen los Reinos de la Naturaleza por la indiferencia de la humanidad, por el ultraje y por todos los pecados que no solo están en el corazón humano, sino que también se extienden, como consecuencia, a Mis pequeños Reinos de la Naturaleza.

Hoy, hijos, sientan la alegría de Mi Corazón, el infinito Amor que traigo de Mi Reino Celestial y déjense inspirar para ser otros y, con un impulso aún mayor, llevar la buena nueva de la Presencia de Dios en la Tierra con palabras, con oraciones; pero sobre todo con los ejemplos de sus vidas. 

Demuestren al mundo y a esta nación que son otros después de estar en la Presencia de su Madre Divina; porque hoy Yo les traigo la redención de sus espíritus, la Misericordia de Cristo, para que se renueven y expresen, finalmente, este amor superior que habita en sus esencias, este amor único que vengo a despertar con Mi infinito Amor Divino.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Respondiendo a esta convocatoria celestial, vean nacer en sus corazones la Estrella de Mi Confederación Celestial.

Y en esta tarde, en esta noche de Gracias, siéntanse parte de una infinita legión de amor que trabaja por la paz, el bien y el despertar de todos los universos.

Que sus seres más profundos, sus espíritus desconocidos en esta vida material, se vuelvan a erguir y a mirar firmemente hacia el universo para volver a encontrar esta comunión interna con la Gran Hermandad.

Ahora, queridos hijos, que sus corazones fueron trabajados y ya están prontos para poder comenzar con nuevos pasos en esta caminata de luz, en esta caminata apostólica que Yo los invito a vivir, Yo los consagraré con el Agua de Vida, con el agua que proviene de la Fuente que se materializó en esta Tierra por medio del agua como un elemento sagrado para la cura, la redención y la consagración de esta humanidad.

Tráiganme aquí agua para bendecir.

“Deposita, Señor, Tus Manos sobre este elemento que Tú has creado para las criaturas de este mundo, a fin de que sean lavadas, purificadas y redimidas por el Espíritu consolador de Tu Sagrado Corazón.

Deposita aquí, por medio de este elemento, los sagrados dones de Tu Hijo para que, en este importante Sacramento, con la esencia de la vida infinita, todas las almas de Chile reencuentren su pureza original. Amén”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora, vamos a pedir que los Hijos de María se coloquen de pie para recibir esta bendición que está proporcionando Nuestra Divina Madre.
 

Pueden traer aquí más agua, porque también bendeciré a todos, queridos hijos, no solo a los que hoy se consagrarán; porque a través de sus almas, de las almas que hoy están presente, estoy tejiendo Mi Manto Celestial, por medio de sus esencias, en esta nación y en todo su pueblo.

También bendeciré, queridos hijos, estos elementos sagrados que han traído a los pies de Mi altar, como también estas intenciones que han llegado de otras naciones del mundo, las que guardaré con el mayor amor en Mi Corazón maternal, para pedir por cada una de ellas, a fin de que más hijos Míos en el mundo alcancen la cura y la liberación.

Que también estas flores, a los pies de este altar que hacen resurgir el espíritu de este pueblo, sean bendecidas por el Amor de Mi Corazón, a fin de que las almas reencuentren el Amor Superior. Amén.

Hoy bendigo a los hijos que se consagran a Mi Inmaculado Corazón y que provienen de esta tierra, que está cicatrizando sus heridas y que está resurgiendo al verdadero Amor, que Yo los invito a vivir y practicar todos los días, teniendo como base, como impulso y como despertar, a Mi Inmaculado Corazón.

Yo los consagro, en este nuevo apostolado que vivirán junto Conmigo, para que se consagre esta tierra como la patria que Dios espera ver manifestarse en este tiempo final.

Los bendigo con el Amor de Mi Corazón. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Y Mis pies seguirán caminando por este pueblo. Yo los convido a que Me acompañen, en los próximos encuentros, para que más almas sean congregadas en el amor. Y ustedes, a partir de ahora, hijos Míos, sean instrumentos de Mi Corazón Inmaculado para que más estrellas se enciendan en esta nación y colmen este firmamento de seres redimidos.

Que así sea.

Siempre los amo, los amo eternamente. Y por este encuentro que ha sido realizado en nombre de la Gracia, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Canten con sus corazones para que Dios los pueda escuchar y así se establezca Su Reino Celestial por encima de todas las cosas.

Amén.

Canción: “Mirarte a Ti”.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MED SHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN

Padre Santo de la paz
Tu Nombre, que es bendito y puro me salvará.
En Tu Reino de Paz adoraré Tu Arca,
en Tu sublime Luz comprenderé Tus sagrados misterios.
Te alabaré Emmanuel por toda la eternidad.
Amén.

 

Quien vive en Mí, vive en los ángeles, que decretan todo el tiempo poderosas afirmaciones para la vida inmaterial.

Elevados sean los altares sobre sus seres, para que estos participen de la Resurrección del Señor.

Que las Palabras Sagradas sean guardadas en sus corazones y que sus mundos internos resplandezcan por Mi Luz, para que las vertientes del mal sean cerradas hacia los corazones de la Tierra.

Revivirán Conmigo estas Santas Palabras, pero no podrán llevarlas. Si así lo hicieran, estarán fuera de la Ley, porque lo que Yo vengo a reconstruir en este séptimo día de Gloria y Resurrección, es concretar la elevación de sus espíritus y consciencias de todo el planeta, para que vivan el Plan y él se cumpla en todas las criaturas.

Este decreto es una cura para sus corazones. Es una respuesta a su llamado interior y a su oferta durante estos días. Háganlo en reverencia y en unión a Mi Corazón, para que Mi Propósito no se borre de sus células y que nunca olviden, compañeros, que donde Yo los he colocado en esta vida y en esta consciencia grupal, es porque tienen un propósito, del cual una parte nunca comprenderán.

Repitamos en adoración y de rodillas para los que puedan, sin someter los cuerpos al esfuerzo; porque lo que vibra en sus vidas son los corazones y no los movimientos. Así glorificarán a Mi Padre en este día de Gloria ante los doce coros que hoy he traído a Mi Encuentro para ustedes y el mundo.

Este es un decreto que fue transmitido por los ángeles serafines de Universo ultraterrestre, antes de la llegada de Cristo.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo vamos a repetir palabra por palabra, primero el decreto y después repetiremos el significado.

 

SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MEDSHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN

Padre Santo de la Paz
Tu Nombre que es bendito y puro
me salvará en Tu Reino de Paz.
Adoraré Tu Arca, en Tu sublime Luz
Comprenderé Tus Sagrados Misterios
Te alabaré Emmanuel por toda la eternidad.
Amén
(tres veces)

 

Siete campanadas...

Compañeros, pueden sentarse.

Ahora, compañeros, nunca pierdan lo que Yo he dejado para ustedes a través de este Sagrado Decreto, que los une con el Cielo y la Tierra, con los ángeles y los arcángeles, que adoran la redención del Hijo de Dios para el mundo entero y para toda la humanidad.

Los doce coros celestiales tienen misiones importantes para el mundo y para todas las almas de la Tierra.

Son los mismos que Me han ayudado a concretar el proyecto de redención en el pasado y a través de los tiempos y de todos los íconos que Yo he revelado al mundo a través de los siglos.

El ícono más inmaculado desde el principio de la Tierra es el Arca de la Santa Alianza. Es la síntesis que guarda todos los Misterios de Dios revelados en sus pergaminos internos, donde los Padres Creadores y Sus ángeles ayudantes han escrito la historia de la humanidad, la misma que se guarda como espejo en aquellos recintos sagrados del mundo, donde aún no han salido a la luz en su mayoría, solo algunos y para algunos.

Que el conocimiento sagrado de los patriarcas, de los profetas y de su propio Maestro, con la intercesión de todos los ángeles y de los doce coros, sea sagrado en sus vidas, ennoblezca sus corazones y no sus mentes, porque en verdad les digo, compañeros, que las cosas en la Tierra sucederán pero Mis Palabras permanecerán en aquellos que hayan sido consecuentes Conmigo y con los tesoros del Cielo, que fueron siendo fecundados por la Sagrada Familia desde los principios de sus encarnaciones en la Tierra, como consciencias de luz y al servicio del Plan del Altísimo.

Alegren sus corazones porque tienen que estar limpios de toda mancha, para que estos códigos de la Divinidad ingresen en sus consciencias y en consecuencia, en todo el mundo.

Esa es la tarea de todos los que oran a Mi Corazón y a los Corazones Sagrados de San José y de María. Esa es la tarea de las columnas que acompañan los grupos de oración en sus diferentes regiones del mundo.

Sus espíritus, compañeros, deben ser esos Discos Sagrados que guardan los códigos y las informaciones de la Alteza Mayor, de la Divinidad Suprema y del Infinito.

Será ese Conocimiento Sagrado, el que en reverencia y amor podrá llegar a aquellos que lo necesiten y podrá despertar a todos los que duermen en el sueño de la ilusión y del engaño.

Este Decreto que han repetido ante Mi Nombre Santo, forma parte de la Santa Alianza.

Lo he dado a conocer para ustedes como un voto de confianza y como respuesta a su dedicación. Graben estas vibraciones y palabras en sus corazones, más allá de sus memorias, porque les digo compañeros, que serán sus espíritus los que se elevarán al Reino de Mi Padre y no sus cuerpos y así podrán entrar en la moradas que Yo ya he preparado, después de Mi Ascensión; moradas eternas en el Universo, que siempre les irradiarán la paz.

Pregunto para ustedes, compañeros, en solemnidad y en júbilo: ¿Desean repetir el Decreto ante Mi Padre?

Si sus decisiones y acciones fueran como este "sí", el mundo estaría a salvo.

Glorifiquen a sus ángeles de la Guarda por tanta misericordia que ellos les entregan.

Y ahora recemos en Mi Gloria, para Adonai.

 

 

SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MED SHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN
(tres veces)
 

Para que este decreto, compañeros, pueda ser realizado por todos, él deberá ser cantado como una melodía, para que así lo aprendan correctamente en un próximo encuentro. Y esperaré, que esas palabras sagradas del arca de la Santa Alianza estén vivas para la próxima Sagrada Semana.

Compañeros, ¿ustedes desean que Yo vuelva aquí, por una semana más, en el próximo año?

¡Sí!

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Maestro está sonriendo.
 

No solo vendré por ustedes sino también por los que Me necesitan, porque sé que es importante para las almas y el fortalecimiento de la fe en los corazones.

Pero se comprometerán Conmigo, compañeros, a que aquí en el próximo año seamos dos mil, como fue en el Monte de las Bienaventuranzas.

Tendrán un año para trabajar en esa invitación; una invitación que no deberá ser forzada sino trabajada por su oración y su persistencia a Mi Corazón Sagrado.

Así podré decir, para el próximo año, que Mi tarea en gran parte estará cumplida con ustedes y que así pondrán al servicio sus talentos para los tiempos finales; el talento de su oración, de su caridad, de su servicio, de su confianza en Dios y de su hermandad con todos los semejantes, sin diferencias, ni juicios.

Para eso espero, compañeros, que para el próximo año las bases del Auditorio de la Misericordia estén siendo fundadas en el suelo de Aurora.

Me trasladaré en Gloria hacia aquí nuevamente para bendecirlos y llevarlos a todos a Mi Corazón.

Aurora les ofrece esta Gracia de estar aquí presente por un año más.

Cuando pase tan solo un tiempo, este auditorio será pequeño para Mi Obra. Pero Aurora abrirá sus puertas para recibirlos a todos así como esta casa lo ha hecho en honra a Mi Corazón.

Quisiera que vinieran aquí los coordinadores de los grupos de oración, para que lleven una señal para sus hermanos, que ahora les entregaré.

Que en este día de Gloria, todos los elementos sagrados sean bendecidos y santificados por los ángeles del Cielo y los doce coros.

El agua que los bendice y les sacia la sed.

El aceite que los cura y los sana.

La Sangre que los diviniza.

El Cuerpo vivo que se hace cuerpo en ustedes; el Cuerpo de Luz y de Verdad.

Esta es la Sangre que se guarda como Luz en el Arca Sagrada. Dichosos de aquellos que beben de Mi Gloria.

Beban y oren Conmigo, para que el Padre siempre los conforte en la unidad de Su Espíritu con Su Hijo y con el Espíritu Santo.

Beban y sientan Mi Paz, Mi Fuerza invencible que los reúne como rebaño alrededor del Cenáculo de su Señor. Sientan la confianza de lo que reciben y multipliquen estos códigos por donde vayan, en unión a Mi Espíritu y a la Voluntad máxima que se cumple en aquellos que corresponden a Dios y a Su legado.

Abracen esta llama de Mi Sangre, que los enciende y sientan en sus caminos la realización de Mi Voluntad, por aquellos que más necesitan volver a encender sus caminos en Mis caminos.

Beban y retiren dentro de ustedes aquello que los perturba.

Glorifíquense todos los días en la oración con sus hermanos.

Ustedes pueden ser chispas de Mi Luz, cada vez que se encuentren Conmigo en la adoración y en la oración.

Ustedes pueden ser vertientes de Mi Misericordia y así Yo los purifico de todo mal.

Podrán caminar a Mi lado en confianza, perseverando en todos los desafíos que el Señor les presenta, para poder redimensionar sus vidas al propósito del amor y de la verdad.

Sientan en este Misterio, que es infinito, la manifestación de Mi Amor por cada uno de Mis seguidores y de Mis discípulos.

Preciosa Sangre es vertida en los corazones fieles, que beben en unión a todas las almas que necesitan de la paz.

En esta obra que Yo realizo se encuentra un propósito para todos, que descubrirán y entenderán cuando Yo ya no esté aquí, hasta Mi retorno al mundo.

Que sus grupos sean esa luz que el mundo necesita para estos tiempos y que se disipen todas las dificultades, para que siempre renazca el Amor de Mi Corazón entre ustedes, hasta que Yo vuelva a buscarlos en la hora indicada. Hay muchos que dependen de ustedes para dar los pasos hacia Mi Corazón.

Santificado seas Padre, por cuanto Tú das a las almas; por cuantos remedios entregas a los que te escuchan; por cuanta confianza Tú emanas a los que te sienten; por cuanto Tú cultivas en los que te buscan.

Sagrada ceremonia de amor, Yo infundo para todos, con el fin de que se cumplan Mis designios en los que aguardan Mi llegada.

Beban en confianza y renueven sus votos a Mi Corazón, porque nunca Él los abandonará. Mi Luz es más fuerte que todas las tinieblas y Mi Corazón se regocija en los que comprenden Mis proyectos y doy la paz para los que más necesitan.

Con Mi Sangre puedo lavar todo un ser y unificarlo a Mí, para que se cumpla Mi Voluntad en los que Me siguen.

Beban del fruto que Yo les entrego.

Y ahora Yo los dejaré ungidos para su fortaleza, en el Nombre de la Santísima Trinidad y de todos los ángeles custodios que acompañan esta ceremonia, por las almas que se unen a Mí.

Nunca Me olvido de aquellos que Me lo piden.

Padre Nuestro... (en arameo)

Yo los bendigo y los guardo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora en la elevación que vivo con los ángeles del cielo, su Padre escuchará “Pacificadores” y que ese canto sea realizado como una sola voz por la humanidad.

Los aguardo y los espero para la próxima Sagrada Semana de 2017.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En estos tiempos, el mundo no busca la Luz. Yo vengo del Cielo para darla a conocer, esa Luz poderosa y sublime que brota del Corazón de Dios para el mundo y para todos los universos.

Hoy, estoy aquí con ustedes, queridos hijos, conmemorando con Mi Corazón Sacratísimo este encuentro especial con Mi Consciencia que une a todas sus consciencias con el Hijo de Dios, Jesucristo.

Vengo a restaurar, en este día, sus vidas; a restaurar sus caminos materiales y espirituales para que sigan a Mi llamado, directamente al Corazón del Creador.

Este es Mi mayor prodigio para sus vidas, que sigan un solo camino a través de Mi Corazón Inmaculado. Por eso, Yo vengo a llamarlos, no solo a la oración, sino también al cumplimiento de su tarea espiritual en esta misión de los 144 000, de los nuevos apóstoles de Mi Hijo.

¿Acaso, ustedes creen que son uno de ellos?

Yo les vengo a revelar esta profecía a ustedes, pues la señal de que el mundo necesita cambiar profundamente, antes de que todo suceda, es visible en estos tiempos.

Mi Voz no solo se anuncia en Medjugorje; Yo vengo a esta parte de América, no solo a consagrar el Plan de Dios, sino que también, a través de los pueblos, surjan los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que impartirán los dones y las gracias a todos los que las necesitan. Por eso, Mi Corazón es perseverante, hijos amados.

 Hoy, se cierra un ciclo en sus vidas. Un nuevo ciclo espiritual y superior está llegando al mundo. Está comenzando en este mismo momento, en este tiempo real de Dios, en el que todos son invitados a colocarse, una y otra vez, a través de la elevación de la oración del corazón, de su comunión con Cristo y de su arrepentimiento ante las Leyes Divinas.

Por eso, Yo vengo vestida de Sol, para iluminar sus caminos, para abrir sus ojos, para abrir sus corazones y para que sientan el Propósito de Dios a través de Mí. 

Hoy, toda Mi Consciencia está manifestada en este lugar; así como Dios lo permitió en este fin de los tiempos, en el que todos son llamados a vivir una profunda reflexión en la consciencia, a cambiar los hábitos de sus vidas, a corregir sus caminos, a seguir el camino del Pastor que es el camino verdadero, es la verdadera Jerarquía en esta galaxia, en este sistema solar y en este pequeño mundo en todo el universo.

¿Saben lo que eso significa, queridos hijos?

Yo vengo a revelarles los misterios de Dios. Aquellos profundos secretos que, en la Vida Divina de los Sagrados Corazones, de la Sagrada Familia, fueron vividos plenamente, en la absoluta confianza de que todo era verdadero para la evolución de los corazones del mundo.

Yo vengo con la aspiración de una buena Madre, para instituir aquí el principio de una Nueva Humanidad fortalecida a través de la fe, del amor, de la unidad y principalmente de la confianza de que sus vidas, purificadas en Cristo, encontrarán la meta que tanto han buscado durante mucho tiempo.

La meta de ustedes, hijos Míos, se encuentra más allá de otras filosofías. Yo los invito a vivir la filosofía de Mi Corazón materno, que es la vibración perfecta del Amor de Dios manifestado en el Corazón de su Madre Celeste.

Hoy, les presento nuevamente Mi Corazón Inmaculado, como oferta perfecta para poder vivir la redención y la paz, dentro y fuera de ustedes, para que los caminos confusos se desvanezcan y vuelva a surgir la Luz de Dios en todos los pasos que deben dar hacia el Señor.

Mi Corazón es una Estrella manifestada ante ustedes, que viene desde el universo, cruzando estos umbrales de Luz, para derramar las Gracias que Dios ha concedido en este día. Desearía profundamente que, todos los días de Mi Vida omnipresente, ustedes Me pudieran ver; pero confíen, confíen en la Voluntad de Dios.

Ya es una Gracia, para sus corazones, que hayan sido convocados en este día santo para renovar sus votos espirituales con el Creador; liberar sus amarras; dejar los caminos de la perdición, del descontrol material, de esa vida que promete esta humanidad enferma.

Hoy, vengo a curar a muchos de sus corazones, corazones que están enfermos y que necesitan del alivio de los atributos de la Madre Universal. Si ustedes viven estos atributos, les aseguro, queridos hijos, que no perderán ese camino hacia el infinito que son invitados a vivir en este principio de paz que Yo difundo para sus vidas y el mundo.

Como Madre de esta humanidad, Madre y Princesa de este mundo, Comandante de todos estos corazones, Yo vengo a unir, en este 8 de agosto, a sus corazones con el Espíritu Sublime de Dios, que ustedes conocen como la Fuente Única.

Mi Corazón es ese Portal que hoy está hoy abierto a sus almas, delante de sus ojos, con profundo Amor materno, con mirada de Madre bondadosa, para que todos se animen a ingresar en Mí y a consagrar sus vidas, según sus posibilidades.

Yo vengo a entregarles esta última oferta en esta fecha. Esta es la mayor Gracia que Dios Me ha concedido después de ocho años de caminar a su lado pacientemente, en el amor y en la verdad, para que sus corazones pudieran crecer en la fe y ser nutridos por el Espíritu Santo de Mi Hijo.

Dios concedió, hijos amados, que Mi Hijo llegara hasta aquí para abrir las puertas de esta Aurora, para que los corazones fueran liberados, redimidos y curados a través del Arcángel Miguel. Pero esa es una tarea, es una misión espiritual de Nuestros Corazones Sublimes delante de este mundo infiel, que busca resultados en otras cosas, en otros caminos en los que las almas se pierden y se alejan de Dios cada día más.

Por eso, el universo está alrededor de Mi aura, Mi aura celeste de Luz, para irradiar hacia ustedes la fortaleza que necesitan para que se animen a seguir Mis pasos, tan simples y humildes que, en verdad, queridos hijos, si ustedes se animan a vivirlos, concretarán sus obras, que son las Obras de Dios para el mundo.

Pero hoy, Yo no estoy sola aquí, sino rodeada de los ángeles del Cielo, de todas las Jerarquías Celestes que responden a la Voluntad máxima del Creador. Hoy, estoy uniendo este Universo Espiritual, en donde Me encuentro, con su vida material, una vida de pena y de dolor que debe ser rescatada por Mi Espíritu de Paz, antes de que todo suceda.

Mientras Yo les hablo, queridos hijos, voy trabajando en sus corazones para que alcancen la Luz, la Luz de la redención de Cristo, tan necesaria y urgente para rehabilitar a todos los corazones posibles que caminan en las tinieblas de Mi adversario.

Pero, Yo piso con Mis pies, sobre este suelo de Aurora, la cabeza de la serpiente; para que ella deje de hacer perder a las almas y Yo, a partir de ahora, sea su Gobernanta, su Madre Universal, su Estrella Guía que guíe sus pasos, sus caminos y sus familias hacia la nueva Comunión Reparadora con Cristo, en el momento definitivo de Su Retorno a la Tierra.

Dichosos aquellos que creen sin ver, porque en verdad conocen el Reino de Dios.

Dichosos aquellos que escuchan con los oídos del corazón, porque sentirán el Espíritu Santo del Creador.

Dichosos aquellos que se arrepienten de corazón, que abandonan sus amarras para que la Aurora de Mi Corazón destituya todos los males de este mundo y se abran las puertas de la redención a los corazones que se pierden por no querer seguir a la Madre del Cielo.

Yo les traigo palabras verdaderas, definitivas para sus vidas. Yo les traigo la cura superior, principio femenino, sagrado e inmaculado, en esta vida universal.

Yo vengo a abrirles sus ojos para que alcancen a su alma y para que su alma viva en el Espíritu de Dios, por los siglos que vendrán.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es por eso que abro en este mundo todas las puertas que lo separan del universo, y uno el Tiempo de Dios con el tiempo de esta Tierra, para curar así todos los errores del pasado, un pasado que desconocen, que no proviene de este mundo, pero que Mi Corazón sí puede verlo y curarlo en sus consciencias.

Vengo a liberar los vínculos con el mal de aquellos que dicen sí a Mi Inmaculado Corazón, pero que este sí sea verdadero y que se manifieste en las acciones de sus vidas en los días que vendrán.

Espero, hijos Míos, que no hayan venido a Mi encuentro por la mera curiosidad de saber lo que acontece en este suelo sagrado; que estén aquí porque están dispuestos a transformar sus vidas definitivamente, a liberar las amarras del pasado y a renacer a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, a una Nueva Humanidad que debe tener como semilla a cada uno de sus corazones y a cada una de sus consciencias.

No esperen, Mis amados, que esta humanidad surja de repente, porque ella deberá ser construida a través de la purificación y de la transformación consciente de cada uno de ustedes. 

Pero el amor por Dios y por Su Plan Perfecto deberá ser mayor que el amor a las cosas de este mundo; porque Mi adversario buscará, de todas las formas, alimentar los deseos y las aspiraciones que los atan a las ilusiones de este mundo y disfrazará de todas las maneras estas aspiraciones para que parezcan verdaderas y espirituales.

Por eso, abran sus ojos, no los ojos de la mente, sino del corazón; porque es por medio del corazón, Mis amados, que escucharán Mi Voz y sabrán que ella es la portadora de la Voluntad de Dios para sus vidas como para la humanidad, como para todo el universo, que en este día se congrega alrededor de Mi Manto para observar los corazones del mundo y contemplar el Proyecto de Dios.

El universo aguarda la respuesta de todos los seres humanos. Por eso, hoy les pido que sean valientes, en el espíritu como en la materia, para abandonar el pasado y rendirse al nuevo futuro que Yo les traigo ante sus ojos como una oportunidad de redención.

Esta redención está disponible para todos, pero si no Me dicen sí y no se disponen a transformar sus vidas, este manantial de cura se derramará sobre este suelo y retornará a su Fuente sin que haya tocado sus consciencias.

¿Reconocen, Mis amados, la gran pérdida que es para toda esta raza si no aceptan decir sí al Poder de Dios que se manifiesta en Su Sierva?

Dejen que Yo disuelva el miedo de sus corazones, que cure la falta de fe, porque de esta forma podré formarlos y protegerlos para que transiten por los tiempos que vendrán y que, a pesar de todos los acontecimientos del mundo, jamás abandonen el Camino del Señor, porque la gran victoria de Dios es manifestar en sus criaturas la plena certeza de la perfección de Su Proyecto y que estos hijos de Dios acepten seguir la Luz, más allá de la oscuridad que los rodea.

Es por eso, hijos Míos, que hoy les traigo la Luz de la Fuente Divina, que originó a las consciencias del Cosmos como a las de esta Tierra. 

De esta Fuente de Luz provienen sus esencias, a las que hoy busco reencender, para que así se manifieste, en este nuevo ciclo, un gran acto de redención y de reconciliación con Dios; anunciando así al cosmos que la manifestación del Plan de Dios es posible y que, en el inicio de este ciclo planetario, que anuncia el fin de la decadencia humana, una parte de la humanidad escogió seguir los Planes de Dios.

Necesito, Mis amados, que no solo escuchen Mis Palabras, sino que sus caminos sean rectos, que miren con firmeza a Mi Corazón Inmaculado y que no caminen por otro camino, sino por este que conduce a Mi Corazón.

Aspiro a que no solo hoy estén Conmigo, sino todos los días sus vidas; que venzan, en sí mismos, a todas las tendencias de este mundo infiel, para seguir Mis pasos que los conducen al Redentor; que proclamen al Hijo de Dios todos los días, todos los instantes de sus vidas; que anuncien la victoria del Rey del Universo en sus consciencias por medio de su transformación.

Vivan Mis Palabras, no solo las escuchen, porque esta es la gran posibilidad que les traigo en esta noche. Vivan Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En este día santo, Yo los invito a vivir el camino del corazón, el camino del Amor que la humanidad está perdiendo por alejarse de Dios y preferir otras cosas que no nutren al espíritu, que no hacen resplandecer a la vida, así como Dios lo prevé.

Por eso, en esta noche, bendeciré este Libro Sagrado, que es la mayor expresión de Mi Amor perfecto por ustedes. Espero que lo lleven como un camino para encontrar la Luz.

Cantemos “Inmaculado Corazón de María”.

Queridos hijos, Yo bendigo este Libro, porque son las Palabras que Dios Me enseñó, las que hoy transmito a ustedes, con todo el Amor materno de Mi Corazón. Que estas hojas benditas sean leídas con la humildad del espíritu, con la simplicidad del corazón que busca la unión perfecta con Dios.

Que sus almas y las almas de sus hermanos, cada vez que lean estos documentos, estas Palabras de Mi Corazón materno, se puedan reencender espiritualmente y establecer definitivamente la unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pero hoy, también bendigo a sus corazones, porque Mi Gracia se derrama sobre sus vidas y las vidas de las almas del mundo. Eso es lo único que deseo, queridos hijos, que vivan en unidad y en amor para que en el mundo no sucedan muchas cosas, por el simple hecho de no querer escuchar.

Bendigo estos frutos que representan al árbol de la vida. Cada uno de ustedes es un fruto de Mi Corazón; y, a través de esta simple cesta, Yo presento esta oferta al Creador, porque Él verá con Sus Ojos misericordiosos que ya están maduros para vivir la vida universal.

Aurora los acoge si tienen un corazón simple, con intenciones puras de buscar la unión con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina está pidiendo que entonemos el cántico que le habíamos ofertado, porque representa para Ella la voz de todos Sus hijos, buscando la simplicidad y la humildad de Su Corazón Inmaculado.

Ella dijo: “Estoy aquí, en Mi casa de humildad”.


Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nunca cierren las puertas de sus corazones, porque así Yo podré entrar.
 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, aquí, los hermanos van a entregar una naranja a los que están aquí.

Y María nos decía que tuviéramos estas naranjas, como fruto de Su Corazón simple.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN ASUNCIÓN, PARAGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 15.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Fray Elías del Sagrado Corazón lee el Mensaje extraordinario de Cristo Jesús del 5 de octubre de 2014 y dice:

Con esas palabras vamos a esperar la venida de Cristo. Vamos a colocar nuestro corazón en estas cuentas que nos faltan, permitiendo al Universo Celestial que concrete Su misión aquí, en Paraguay.

 

Yo les doy a conocer los hechos de Mi Pasión como nunca antes nadie los contó.

En Mi Corazón misericordioso no solo se guardan las señales para vuestra salvación, sino también los verdaderos misterios que Dios Me dio a conocer durante Mi agonía. 

Yo les muestro y les doy a conocer Mi Pasión para que encuentren el camino de vuestra fortaleza. Muchos se olvidan de este importante evento universal que fue vivido por Mí aquí, en la Tierra y, principalmente, muchos más se olvidan de querer conocer esta Pasión tan verdadera y profunda que permitió la redención de la humanidad. 

En el Universo de Dios, la Pasión es viva y resplandeciente, pues allí no se guarda el dolor ni el padecimiento, sino el verdadero sacrificio de Amor que Yo he dado, por todos ustedes, en aquellos tiempos.

Hoy les vengo a recordar estas cosas delante de las gravedades que acontecen en este mundo. Yo quiero que ustedes, Mis compañeros, puedan penetrar el misterio de Mi Pasión a través de Mi Corazón. El Rosario de las Siete Agonías, que Yo les entregué, guarda verdaderas llaves para vuestra redención, símbolos significativos, señales luminosas, para aquellos que en verdad quieran descubrir Mi Pasión.

Yo no vengo en esta era para que ustedes se martiricen. Vengo a darles la Verdad, el verdadero conocimiento de aquello que muchos olvidan. Por eso, Mis compañeros, ingresen al universo de Mi Corazón y hagan morada dentro de Mi Corazón. Lo demás, Yo lo podré resolver cuando ustedes se liberen del control de las cosas.

La verdadera cura espiritual, aquella que Yo les prometo a través de Mi Misericordia, puede acontecer en ustedes a través del desprendimiento interior de todo aquello que les hace mal en esta vida, en la que pasaron por muchos aprendizajes y pruebas.

Por eso, abran vuestros corazones nuevamente. Permitan que Mi Sangre pueda correr por ustedes, lavar, limpiar y purificar todas las manchas que guardan ante los Ojos de Dios.

Yo les doy la posibilidad de conocer Mi Misericordia y la oportunidad de poder amar, a través de Mi Presencia a las tres de la tarde. A aquella alma que Me invoque en cualquier parte del mundo, Yo iré a socorrerla, especialmente la bendeciré, porque estaré haciendo un verdadero milagro de Amor en su vida. Aquel que cree en Mí alcanzará la vida eterna y no será necesario esperar al próximo mundo para estar dentro de Mi Universo Celestial.

Yo les revelo, a través de la oración misericordiosa, el potencial para poder alcanzar la redención y la paz, pues vuestros corazones deben estar cada vez más abiertos para poder amar el misterio infinito que representa Mi Vida para ustedes, en estos tiempos.

En este mismo momento, Yo vengo aquí para bendecirlos, curarlos y perdonarlos. Vengo de un lugar distante del universo en donde vibra Dios altamente a través de Su Amor y de Su Unidad, y muchas consciencias celestiales participan de esta vibración de Amor y de Paz.

Así, queridos compañeros, hoy les pido que eleven vuestros cuerpos y células y permitan que los rayos de Mi Pasión, aquellos que permitieron la Resurrección de Mi Ser y la sagrada Transfiguración, puedan penetrar en lo profundo de sus células.

El primer paso, Mis amigos, es amar lo desconocido, tener absoluta confianza en Dios Padre, porque Él siempre les dará las respuestas para los grandes problemas que viven hoy.

Muchas almas más hubieran podido participar de este encuentro Conmigo aquí, pero ¿en dónde están?, ¿ustedes las han llamado correctamente?

El primer llamado al despertar se realiza a través de la donación del corazón. Es el corazón que llama a otro corazón, no es la mente. Por eso, ayúdenme a concretar Mis Planes, así como Yo lo hice en Ruanda cuando di un mensaje importante para el mundo y solo el cincuenta por ciento de la humanidad Me escuchó. 

Ahora vengo más próximo a ustedes, Me acerco a vuestras vidas y corazones para que sean Mis testimonios. Den el ejemplo de vuestra redención a los demás hermanos. Yo vengo a buscarlos como lo hice con los apóstoles. No podrán escapar de Mi compromiso universal, mas siempre serán libres de poder seguir el camino que deseen, Mi amor nunca los defraudará.

Yo les traigo, compañeros Míos, una posibilidad de encontrar un cambio. Abran las puertas de universo espiritual para que él resida en ustedes todo el tiempo. Yo les indico un último camino, Yo les entrego una última llave, Yo les doy el último símbolo que es Mi Corazón de Luz.

La fuerza de Mi Espíritu de Amor debe ser más fuerte que vuestras intenciones. Así, Mis amigos, encontraré un espacio para estar en ustedes y nunca perderé el tiempo al revelarles Mi Voluntad y que puedan conocer Mi profunda petición para estos tiempos finales.

A cada uno Yo le pido algo para que lo pueda cumplir en nombre de Dios. Y cuando esa misión esté finalizada, Yo les haré conocer otras cosas en la próxima vida, en un próximo mundo, donde ya no existirá el sufrimiento y los corazones no padecerán, no necesitarán sufrir más para poder aprender a crecer. Yo les traigo la oportunidad de que en todos los días de vuestras vidas se animen a beber de Mi Fuente de Amor para que se borren vuestros pecados y nazcan, en estos tiempos, las células de luz en sus seres, para que despierten los Nuevos Cristos que deben cumplir la misión de difundir Mi Paz y Mi Redención en los cuatro puntos de la Tierra.

Pero ¿quién se animará a seguirme hasta el final?

Yo siempre les daré una prueba mayor para que puedan superarla y trascenderla, pero Mis Manos están extendidas hacia vosotros, nunca los dejaré de ayudar, siempre derramaré Mi Luz sobre ustedes y sobre aquellos que se abran para recibirme.

Yo les entrego, Yo les dono Mi Corazón como el único motivo para vuestras vidas, porque a través de Mi Corazón y alrededor de Mi Corazón todos Mis discípulos podrán cumplir los Designios de Dios y realizar las obras de vida que están previstas en el Cielo para que ellas se manifiesten en la Tierra.

Hoy vengo a vuestro encuentro para que se animen a darme más, sin miedo, sin temor, con confianza absoluta. 

Guarden Mi Amor en vuestros corazones, guarden Mi Paz.

Agradezco a aquellos que se animen a acompañar la peregrinación de María por Paraguay, pues los Hijos de María son imprescindibles en estos tiempos. Ellos son chispas del Universo Celestial que expanden e irradian la Gracia de la Madre Universal en cada lugar al que van, en cada espacio por el que caminan, en cada corazón que enfrentan para consolarlo, para aliviarlo, para curarlo a través de la oración del corazón.

Bajo el ministerio de la Paz que Dios me ha concedido y la protección del Espíritu Santo, bendeciré, en este momento, el Sagrado Cuerpo de Cristo y la Preciosa Sangre de Jesús, y todos los objetos sagrados que en cualquier parte del mundo sean elevados hacia Mi Corazón en este momento. Porque lo más importante para vuestras vidas es siempre encontrar, a través de los símbolos, un camino de salida y de salvación.

Ofértenme, en este momento, aquello que quieran que Yo consagre, desde donde están. Mi energía se expande en Omnipresencia, Amor y Misericordia. Elevemos esta oferta a Dios por aquellos que se olvidan de vivir en Dios y no encuentran consuelo en este tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos, 
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón eleva las ofrendas a ser bendecidas y dice:

Para los enfermos, 
para la humanidad, 
para las almas inocentes que mueren, 
para todos los que son buscadores de la paz, 
para los orantes, 
para los religiosos, 
para los que buscan aromas sutiles, 
para los que no se han redimido, 
para las madres de toda la Tierra.

Oraremos, a pedido de Nuestro Señor, la oración del Ángel de la Paz junto a Jesús.

 

Mi última Voluntad, compañeros amados, es que junto con Mis Ángeles Custodios recemos, cantemos por todos los Ángeles de la Guarda que no pueden cumplir su misión, que no alcanzan a las almas porque las almas no escuchan el llamado interior. En profunda Adoración a Dios, ayudemos a los Ángeles de la Guarda para que cumplan su propósito en este tiempo final.

Repitamos:

 Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes. 
Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes.
Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes.

 

Ahora, dejen que Adonai toque vuestros corazones.

Bendigo a Paraguay por este momento y a todas las almas que hicieron posible que se cumpla Mi pedido. Dios los bendecirá.

Canción: Kodoish.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Con esta alegría que Cristo nos deja por poder encontrarlo, estamos dando cierre a esta Maratón que fue tan importante aquí, en Asunción, en Paraguay. Creemos que muchas almas fueron ayudadas por la Misericordia de Jesús.

Agradecemos a todos por este momento, a todos los que estuvieron coligados con Nuestro Señor.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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