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La Sangre que aún derraman Mis Llagas expresan el dolor que todavía Me ocasiona el mundo con sus actos, decisiones y engaños. Eso es proporcional a la Sangre que derraman Mis Manos, Pies y Costado.
¿Quién Me aliviará y Me curará?
Es verdad que no necesito de almas perfectas, sino de almas buenas, por más defectos que tengan.
Es muy grande lo que Me hace sentir el mundo todos los días, aunque en verdad no existe ningún remedio que Me pueda sanar.
Por eso, es a través de Mis servidores que Yo Me apoyo, completamente, para llevar adelante Mi Obra de Amor y de Redención.
Necesito que esta Sangre que Mis Llagas hoy derraman sea recogida por el cántaro de sus oraciones y súplicas, así el alivio interior llegará para todos.
Los animo a compartir Mi sufrimiento y a hacerlo parte de ustedes para que, dentro de este ciclo, la Misericordia pueda descender y actuar en todas las almas.
Que Mi Sacrificio, el que una vez viví, sea recordado todo el tiempo para que el mundo no pierda la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Siempre los esperaré, día y noche, hasta que finalmente puedan llegar a Mí para vivir el encuentro interno con Mi Espíritu hasta el retorno de su Señor. Llegaré a ustedes a través de la Comunión, de la oración, de la confesión y del Amor vivo de Mi Corazón.
Quiero estar presente todo el tiempo cerca de ustedes para que sigan conociendo, en esta hora, el momento que vive su Maestro y Señor por la humanidad. Quiero tenerlos cerca para que Me acompañen en este ciclo, ya que hay mucho por hacer y obrar en este sufrido planeta. Aún es necesario expandir y llevar Mi Amor al mundo para que las almas se arrepientan de verdad y sus vidas cambien para siempre.
Por eso, les traigo el sostén para sus consciencias a través de los Sagrados Sacramentos. Les traigo la oportunidad de cargar Conmigo, la pesada cruz espiritual de la humanidad porque juntos, deberemos triunfar en el amor y por el amor vivir eternamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En la Hora de la Misericordia es cuando Yo más reconozco su esfuerzo y su oración, su intención de estar verdaderamente Conmigo, sin importar el lugar o la situación.
En esta recordada hora dolorosa es cuando su Maestro y Señor tiene más Misericordia y Su intervención gloriosa aplaca la acción de la Justicia.
Por eso, compañeros, recuerden todos los días los infinitos y recurrentes prodigios que Mi Corazón Misericordioso puede realizar en su vida espiritual y material.
Anímense siempre a decirme "sí" en la Hora de la Divina Misericordia, porque mientras eso suceda Yo no solo podré ayudar a sus consciencias durante la aguda purificación, sino también podré intervenir en más situaciones del planeta porque tendré instrumentos de Mi Misericordia para poder hacerlo.
Que en esta hora sus corazones sientan el ardor de Mi Corazón para que se cumpla en ustedes Mi sagrada Palabra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Así como hablo al espíritu y al corazón de la Tierra, hablo al espíritu y al corazón humano. Como parte de un Proyecto y de una Voluntad Única del Creador, ustedes, hijos, espiritualmente ingresan en una consciencia que es impulsada según sus pasos y, de la misma forma, es detenida en su evolución ante su retroceso.
Esa consciencia, ese corazón humano, equilibra la evolución de la humanidad, permitiendo que unos se beneficien con los pasos internos de otros, pero al mismo tiempo, cuando estos cometen grandes errores y abandonan sus compromisos espirituales firmados en el Corazón de Dios, en el seno de Su Creación, hacen que todos los seres dentro de ese Proyecto de Amor también den un paso hacia atrás en su camino.
Por eso, hoy abro Mi Corazón para dirigir Mis palabras a la consciencia humana para que en este tiempo de definiciones y de pruebas, ustedes no bajen los brazos para que no desistan y no se debiliten, porque este es el umbral de su evolución. Para este momento, ustedes crecieron y caminaron durante tanto tiempo en esta Sagrada Escuela de Amor.
Hablo con la consciencia espiritual de la humanidad, para que ya no miren solo hacia sí mismos, mas, sí, contemplando las dificultades, los errores y los sufrimientos del prójimo con una mirada de compasión, y que, reconociendo que la evolución se construye en el perfecto equilibrio entre los seres, ofrezcan al Universo un paso mayor y un amor mayor por los que no pudieron caminar y no experimentaron el Amor en este mundo.
Ahora, hijos, no se trata solo de la cura, de la redención y de la evolución personal. Ahora es tiempo de dar un salto como humanidad, y eso se hace con amor, con persistencia y, sobre todo, con el Rayo de la Voluntad-Poder que proviene del Corazón de Dios.
Aún están a tiempo de curar y redimir, aún están a tiempo de amar. Pero esa cura, esa redención y ese amor, se deben extender más allá de su propio corazón y alcanzar al corazón humano.
Oren por todos, curen por todos, amen por todos. Caminen para que todos puedan caminar.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Encuentra en tu interior el Reino de Dios y confirma Su victoria en ti todos los días.
Confía en la grandiosidad de Su Misericordia y en la infinidad de Su Gracia, estas son las fuentes que llegan a tu vida espiritual una y otra vez.
No te detengas en los defectos, en las dificultades o en las imperfecciones. Trabaja todo el tiempo para que el Reino de Dios sea una victoria en todos los días de tu vida.
Construye dentro de ti esa fortaleza y esa fe que no tiene límites y participa, por medio de los Sacramentos de Cristo y de la oración, de la comunión perfecta con el Reino de Dios.
Este es el Reino que algunos quieren ver derrotado o al menos impedir que se pueda expresar.
Vive el Reino de Dios todos los días, sabiendo que tu transformación y persistencia serán la victoria que el Padre necesita para renovar la Creación.
Sigue las huellas de Jesús y siempre encontrarás el Reino de Dios dentro de ti.
Sigue adelante, confiando en que algún día conseguirás ser un Nuevo Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Deja que la oración sea como una flor que se abre sobre tu corazón y permite que los aromas sutiles que ella emana inunden tu espíritu y todo tu ser.
Deja que la propia luz de la flor de la oración sublime los espacios más recónditos de tu consciencia. Confía en el poder del verbo y en la amplitud de su energía creadora.
Deja que la flor de la oración trabaje en ti, según su tiempo y no según tus expectativas.
La flor de la oración te muestra la belleza interior escondida, más allá de una purificación tardía o de una prueba demorada.
Deja que la flor de la oración, sobre tu corazón, encienda de amor tu alma y ella retome el sentido del propósito todos los momentos que sea necesario.
Deja que la flor de la oración realice el milagro del amor y de la redención en tu vida. Siente la paz que irradian las bellas flores y la devoción que ellas expresan en toda la Creación.
Porque, algún día, tu alma podrá ser como una flor que, habiendo nacido, crecido y madurado en los pétalos del amor, del perdón y de la redención, expresará lo que Dios tanto esperó de tu esencia.
Confía y sigue convirtiendo tu vida en una flor en adoración y en devoción a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que su fe sea fervorosa para que en estos tiempos definitivos la fe sea el bálsamo perfecto que fortalezca sus almas y corazones.
Estando en la fe estarán en el amor y tendrán la consciencia necesaria para poder comprender y vivir los últimos acontecimientos de la humanidad.
Que su fe sea inviolable e inalterable; que sea una fe capaz de trascender los miedos y todos los apegos.
Que en ustedes, por medio de la oración y del servicio, despierte una fe madura capaz de soportar los tiempos y de trascender los límites mentales de la consciencia.
Que la fe los conduzca al amor para que en el amor vivan el perdón, tan necesario para con ustedes mismos y para con todos los que los rodean.
Que en este tiempo final la fe fortalezca su confianza en Dios, en el camino de la búsqueda incesante de la vida del espíritu.
Que en la fe se establezca la paz interior, sabiendo que es tiempo de cumplir la misión que el Padre y el Universo le encomendó a cada ser.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que cada ser encuentre en la oración la llave para su equilibrio.
En estos tiempos, las almas se desmotivan para orar, porque la vida está muy densa y son tantos los estímulos para la distracción, que los seres se enflaquecen, los corazones se debilitan y los mundos internos pierden la fuerza para orar y persistir en el camino de la oración.
Hoy les digo, hijos, que cuando perciban que están yendo por ese camino, detengan sus pasos y vuelvan sus ojos hacia Dios. Nuevamente dejen que su verbo se haga sagrado a través de un diálogo con el Creador, y oren. Oren como saben, haciéndolo de corazón, retomado su vínculo profundo con Dios.
Oren por sus familias y por las familias del mundo entero. Oren por los Reinos de la Naturaleza y por los corazones de los hombres. La oración es su más poderosa herramienta en estos tiempos. Es lo que los protege y mantiene en equilibrio, espiritual, mental y emocionalmente.
Por eso, hijos, no dejen de orar, no dejen de unir sus corazones al Padre, de unir sus rosarios al Rosario de Luz de su Madre Divina y atraer los atributos de la nueva vida hacia la Tierra.
Estamos en un tiempo de batalla, en el que la oración constante es su única herramienta para vencer. Hay que persistir y sustentarse a través de la oración.
Ya llegará el tiempo en el que podrán comprender esta dádiva, que Dios les entregó, de comunicación con Él a través del verbo orante.
Hasta hoy la oración es un misterio para la consciencia y, poco a poco, con amor, deben ir profundizando en él para develarlo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
El sostén de la vida espiritual se encuentra en la oración. No existe otro medio ni otra fórmula que lo resuelva.
La oración es el camino directo para encontrar a Dios y para vivir Sus Mandamientos.
En la oración ustedes renuevan la vida espiritual y reviven, una y otra vez, el sentido de haber llegado aquí, a la Tierra, para cumplir una misión.
En la oración el corazón se pacifica y recibe interiormente la ayuda que necesita para poder dar los próximos pasos. Pero su corazón debe estar abierto para que la oración, por sí misma, haga el trabajo que tiene que hacer.
En la oración encontrarán el motivo y la razón de vivir en Dios, porque la oración siempre les aclarará el camino, trayéndoles las respuestas y el sentido en cada nuevo ciclo.
A través de la oración colmarán la vida con lo nuevo, lo que proviene de Cristo y que impulsa al cambio y a la transformación de la vida.
En la oración está la razón de ser, porque es el Verbo el que crea y manifiesta todas las cosas.
En la oración hallarán la respuesta para cada etapa de su mundo interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El sentimiento más puro del corazón siempre nacerá a través de la constancia en la oración. Continúen caminando todos los días con la aspiración de vivirlo. ¡Cumplan por Dios, con ese propósito!
Ese sentimiento puro del corazón los llevará siempre y bajo cualquier circunstancia, a poder vencer con el amor y con la verdad. Y por más que los embates o los golpes espirituales sean fuertes, hijos Míos, la oración les dará la fuerza interior que necesitan para poder levantarse y seguir caminando rumbo a la Patria Celestial, en dirección al Reino de Dios.
Hijos Míos, la oración que es ofrecida amorosamente y diariamente por sus corazones derrota muchos planes de Mi adversario, ideas espantosas que estarían a punto de concretarse.
La Oración por las Naciones tiene ese poder tan cortante como la espada de luz de los ángeles; una oración que ayuda a disolver todos los males e instaura el Reino del Padre Celestial en las naciones y en los corazones.
Sepan, hijos Míos, que Yo siempre los protegeré y los ampararé en esta sagrada y victoriosa tarea de conceder la paz a las naciones del mundo.
Continúen trabajando por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en sus vidas y en el mundo.
¡Les agradezco por su pronta respuesta!
Los bendice y los convoca para orar por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, por un momento, concentra tu atención y contempla interiormente la misteriosa, pero reveladora, Estrella de Belén.
Concentra tu mirada y tu oración en este antiguo astro del Cosmos, el que anunció la llegada de la Encarnación Divina del Hijo Primogénito.
Concentra tu amor ardiente en el significado oculto y en el misterio de la Estrella de Belén, así como en todos los impulsos de luz, de paz y de amor que este astro del Cosmos trajo para la raza humana.
Concentra tu mente y tu corazón en este misterio físico del Universo y en todo lo que él promovió y generó durante los tres días preparatorios a la llegada del Redentor.
Concentra tu devoción en el misterio de la Estrella de Belén y en todo el movimiento que ella trajo para la Tierra en aquel tiempo, a fin de ordenarla y de reposicionarla dentro del Propósito universal.
Concentra tu atención en los rayos de la Estrella de Belén y en todo lo que ella despertó en lo profundo de los niveles internos de los seres humanos, así como en todo lo que ella sigue despertando a través de los tiempos y de las generaciones.
Concentra tu atención y tu amor en la inamovible Estrella de Belén, porque, por más que ella no siga viéndose en el espacio como hace más de dos mil años, el poder de este astro del Cosmos representa la puerta de la revelación para la humanidad.
Que en la Estrella de Belén tú encuentres la guía interna, así como los Reyes de Oriente la encontraron contemplando la Estrella sagrada de Belén.
¡Les agradezco por guardar los Misterios de Dios en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Ora y, mientras oras, descubre quién eres y lo que viniste a hacer en este mundo. Busca, hijo, la esencia de tu origen en Dios y, a través del Corazón del Padre, traza el camino de tu historia hasta llegar a este planeta, en esta alma que eres.
Comprende que la Tierra es una escuela de amor y de redención y, humildemente, abraza esta oportunidad, dejando que estos dones divinos se expresen en ti.
Ora y busca la verdad sobre ti, busca comprender y sentir el universo, la Creación Divina y la vida como algo mucho más amplio que la vida sobre la Tierra. Busca comprenderte a ti mismo como algo más amplio que tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu alma.
Medita en la Sagrada Escritura para que, impregnado por el conocimiento que Dios ya le entregó a la humanidad, puedas ser digno de recibir y vivir nuevas revelaciones en este tiempo.
Eres semejante al Padre, que guarda en sí un misterio insondable. El Cuerpo de Dios es la vida manifestada en los diferentes universos, el Alma de Dios es una dimensión más sutil de esa vida, y el Espíritu de Dios es la Fuente inmaterial que anima a todas las cosas.
Comprende así, hijo, que tu cuerpo se debe tornar el templo sagrado de una vida mucho más amplia que la que conoces. Tu alma guarda en sí otro aspecto más sutil de esa vida, de todas las experiencias de tú evolución. Y tu espíritu es esa célula viva de Dios, ese principio de lo nuevo, que fue creado para renovar todas las cosas.
Reverencia a la Creación Divina y busca el espacio para salir de las superficialidades humanas y encontrar, en tu interior, un universo tan sagrado como ese que contemplas sobre ti.
Tienes Mi bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
La luz de los primeros Cristos comienza a despuntar dentro del universo interior, porque ellos son congregados para la oración y sus voces proclaman las Bienaventuranzas del Cielo.
Los Nuevos Cristos comienzan a surgir porque ellos se comprometieron, de corazón, a testimoniar el Amor del Redentor y a retransmitirlo hacia toda la consciencia planetaria.
Estos Nuevos Cristos no quieren nada para sí, solo aspiran a cumplir con la oración diaria para que el Maestro del Amor guíe sus pequeños pasos.
Los Nuevos Cristos comienzan a manifestarse y ellos sorprenderán porque serán las personas que menos imaginan. Ellos son testigos y adoradores de la Pasión del Señor, son capaces de darlo todo por amor, bajo cualquier circunstancia.
Los Cristos del Nuevo Tiempo comienzan de cero todas las veces que sea necesario, hasta que, por sí mismos y por todos los medios que les ha dado la Jerarquía, consigan expresar los pasos del Plan; y también son los que se mantienen neutros para no confundirse con nada del mundo.
Los Nuevos Cristos solo dicen “sí” y por ese “sí” viven, además de todo lo que pueden entregar para que la Creación sea renovada.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Oración por la Nueva Vida
Que el despertar se dé en los corazones
y en las consciencias
de los que se comprometieron
con la renovación del Amor de Dios.
Que la oración sea el Agua Viva
que mantiene a los corazones limpios,
a las mentes en paz y a los espíritus puros
para responder al Llamado Celestial.
Que el servicio sea la antorcha
llevada para encender a los corazones
que perdieron la esperanza,
y que él los renueve en el amor, en la fe
y en la alegría de estar con vida.
Que el conocimiento sea el motivo
de la constancia de los seres
en el Plan de Dios,
porque la Sabiduría los vivifica y los fortalece,
en bases verdaderas para llegar al Padre.
Que la vida fraterna sea el sustento y la fortaleza
de los que aspiran a participar del Nuevo Mundo,
pues saben que todo solo se construye
amando al prójimo, en unidad.
Que el amor a los Reinos de la Naturaleza sea una señal
de que la redención se cumplió
y de que los Mil Años de Paz
comienzan a manifestarse en la Tierra
que, digna de un nuevo nombre,
retorna al Corazón de Dios.
Que así sea.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
En cada momento de pedir Misericordia, su oferta se debe profundizar para que en ustedes se profundice el amor, la devoción y la caridad.
Pidiendo, sinceramente, Misericordia, recibirán Misericordia y el caudal de la Gracia estará abierto para descender sobre sus vidas y colmar todos los espacios.
La oferta de la vida al Dios del Amor se puede profundizar y ampliar a través de los actos de oración, de servicio y de donación que pueden vivir de ciclo en ciclo.
En esta etapa del planeta, en la que la oferta sincera de los corazones es necesaria, las puertas de la Misericordia se mantienen abiertas para llevar a las almas por el camino de la redención y de la compasión, caminos que los harán encontrarse con Dios para establecer la unidad entre las almas y el Padre Altísimo.
Que el sentido de esa profundización interior alcance altas esferas para que el Padre reciba de Sus hijos las acciones y los sentimientos más profundos de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Sírvanse de los impulsos espirituales e internos que les dejará Mi Amado Hijo para cada uno de ustedes; y que esos mismos impulsos, que serán únicos, los ayuden en estas próximas fechas de la Natividad a ejercer y a manifestar profundos actos de reconciliación, de amor y de perdón entre ustedes y entre sus hermanos.
Realizando esas acciones de manera consciente, ustedes crearán la condición para que las puertas a la Divina Misericordia también se abran para sus hermanos y para sus seres queridos.
Así, todos serán colmados y no sentirán ese vacío interior y esa sensación de abandono o de olvido que las personas viven durante estas fechas, las que definen nuevas etapas para todos.
Que en esta Natividad despierte el espíritu de la reconciliación, del amor, del perdón y de la fe, para que las almas se liberen de cualquier sentimiento de culpa y de agonía.
Ofrezcan a Dios sus oraciones para que el espíritu de la unidad y del amor sea recuperado nuevamente en las familias más olvidadas del mundo.
De manera simple, Yo les traigo la posibilidad de profundizar en los actos de amor y de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha, en el silencio de tu corazón, la respuesta del Señor e intenta sentir la inmensidad de Su Amor por Sus compañeros.
Escucha, en tu interior, Su Sagrada Palabra resonando más allá de las formas y de los movimientos.
Aprende, humildemente, a escuchar a tu Señor y a verlo reflejado en tus hermanos. Entra dentro de tu corazón, con consciencia, a través de la oración y del camino de la fe.
Escucha la respuesta en tu interior y siente, más allá de todo, como el amor te abrirá las puertas a grandes oportunidades. Vacíate y déjate guiar.
Escucha la voz de tu alma en cada momento y siente como ella sigue los pasos hacia el Propósito del Señor.
Quédate en paz y escucha la respuesta más allá de la palabra, de los sentidos o de las formas.
Escucha en lo más íntimo de tu ser todo lo que tu mundo interno te quiere decir y, abriendo tus sentidos internos, recibe la tan esperada respuesta. Pero, primero, aprende a escuchar para no justificarte nunca más.
Escucha y todo lo sabrás; y en esa sabiduría te conducirás por el impulso de Mi Amor hasta la meta.
Escucha.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La paz es la llave más importante para la elevación de la consciencia humana en estos tiempos.
Si la paz está unida a la oración y al canto, se construye un potentísimo puente de unión entre el universo material y el universo espiritual.
Ese puente de unión, elevado y erguido a través de la oración y del canto que promueve la paz, llega a las almas que han perdido la esperanza y el ánimo de seguir viviendo, y toca todo lo que necesita de cura interior y espiritual.
La paz en el mundo solo puede establecerse a través de la oración y del canto que se ofrecen a Dios para que Él, como Padre Misericordioso y Compasivo, cambie el destino de toda la raza humana.
Cada vez que ofrecen una nueva oración o un nuevo canto, ustedes crean la condición espiritual para que poderosos caudales de gracia y de misericordia desciendan sobre el mundo y sobre la humanidad.
Especialmente el canto abre los Cielos, porque la voz es uno de los mayores instrumentos que el Padre creó para que Sus hijos lo alabaran y, con simplicidad, se unieran a Él.
Los animo, en este tiempo, a seguir profundizando en este ejercicio para que más gracia y más misericordia lleguen a la humanidad.
¡Les agradezco por ofrecer sus voces a Dios!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy recibo todas sus oraciones en Mi Reino Maternal, y ellas son más que cientos de jardines florecidos.
Eso es obra del alma que ama la oración y a través de la oración perseverante transforma su vida.
Eso es obra del alma que, viviendo en la oración, es la oración viva; del alma que clama, pide y suplica sinceramente por los demás, más allá de sí mismo o de su experiencia de vida.
Eso es obra y manifestación de la oración planetaria, la que disuelve de la consciencia de los hombres cualquier estado de maldad y de destrucción.
Hoy recibo de Mis hijos las oraciones del corazón, oraciones que sostienen la vida, oraciones que alimentan y curan el espíritu de todas sus experiencias vividas; oraciones que renuevan el alma y que atraen hacia el planeta la esencia de Mi Paz.
Todo es obra del amor que puede sembrarse en la consciencia que comprende que solo el amor es el que atraerá hacia las almas la gracia de estar en Dios y de ser colmado por Su Espíritu.
Les agradezco por este gesto de amor orante que hoy le ofrecieron a su Madre Celeste.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mantén firme tu fe para que ella te eleve hacia lo Alto; así estarás unido de corazón y de alma al Reino de Dios.
Mantén firme tu fe, porque nada ni nadie te podrá hacer fracasar. Todas las vivencias de las experiencias son pasajeras y nada es para siempre.
Mantén firme tu fe para seguir aprendiendo sobre el amor y para que, en confianza, construyas en ti el camino de retorno a tu verdadero origen.
Mantén firme tu fe para que la luz de la fe te acompañe y guíe tus pasos en dirección al Divino Propósito.
Hijo, que tu fe no desaparezca, sigue alimentándola con el fuego de la oración. Así todo se seguirá purificando y será trascendido para que, algún día, alcances la unidad infinita con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Mantén firme tu fe para que aprendas que todo pasará, pero el espíritu permanecerá encendido en el gozo de vivir a Dios.
Tu fe firme te salvará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más