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No hay mayor servicio que el de una oración verdadera, en la cual el corazón no encuentra fronteras y no necesita ir tan lejos, ni demorar tanto, para estar delante de los más necesitados. Si piden a Dios que los lleve al encuentro de los más necesitados, entonces, cuando el Señor los coloque ante cada oración a lo largo del día, encuentren ahí la respuesta a los pedidos de ustedes, a su santa voluntad de servir y de ayudar a los más necesitados tanto en la materia como en el espíritu.
Sin embargo, si en los momentos de oración estuviesen tibios, adormecidos y sin mucho entusiasmo para encontrarse con Dios, es porque en verdad no descubrieron que la esencia del servicio se encuentra en el corazón que ora.
El mayor servicio es aquel que lleva la Presencia Divina a los corazones; es aquel que coloca a las esencias delante de la posibilidad de retornar a su origen, a la Sacratísima Consciencia Única, de donde provienen todas las cosas creadas con un fin evolutivo.
Si no fuese así, ustedes estarían realizando obras sociales de las cuales el mundo está lleno; entretanto, el Reino de Dios aún no se manifestó entre los hombres.
Todos aquellos que aceptan vivir el camino de la humildad, de la oración y de la entrega son, en realidad, corazones y espíritus misioneros que deben renovar ese carisma espiritual todos los días y en todas las oportunidades que tienen de encontrar a Dios y llevarlo, en esencia divina, a todos los que más necesitan de Él.
Hagan de sus vidas la obra perfecta de servicio para la humanidad y para el planeta. Esto se alcanza con el despertar a la verdad, que es saber que en todo está la posibilidad de servir y que en todas sus oraciones pueden cruzar fronteras y llegar hasta los más necesitados.
Hoy, por ejemplo, orando delante de Mi Corazón Castísimo, ustedes Me acompañaron hasta Medio Oriente y, así, aliviaron los pequeños corazones de muchos niños que ya perdieron la esperanza de ser alegres en este mundo.
Aprendan, queridos, todos los días, a trascenderse a sí mismos para que la Luz de Dios llegue a los más perdidos y olvidados entre los hombres y entre los Reinos de la Naturaleza.
Aprendan con Mi Casto Corazón a ser misioneros eternos y a realizar en la Tierra esta misión universal, en la cual su propia transformación resultará en la salvación y en la evolución de todo el universo.
Yo los amo y los animo a seguir adelante, creciendo y madurando, como frutos de los Sagrados Planes de Dios.
San José Castísimo
Mientras las redes del mal se desatan furiosamente en este día sobre todo el planeta, que celebra los vínculos ingenuos con estas realidades, Mi Corazón agradece a todos los orantes que, fortalecidos en la fe, vencen Conmigo al adversario y establecen, a través del corazón, la alianza perfecta con Mi Hijo.
Es por eso que, nuevamente, vengo a pedir más oración, no solo por Medio Oriente, sino también por toda la consciencia del planeta, que está deteriorada por las acciones y las decisiones que no dejan de consumarse.
Para que Mi Corazón tenga Su triunfo al menos en una parte de la humanidad, deseo que al término de la novena que se está realizando a San José, los corazones agraden a Dios a través del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, orando las 81 cuentas durante nueve días seguidos.
Al finalizar este ejercicio, Mi deseo profundo, hijos Míos, es que dediquen nueve días más de oración a Mi bendito Corazón ofendido, por medio del Rosario del Perdón.
Cuando esta nueva jornada de oración termine, les diré, hijos Míos, cuánto su Madre puede hacer por toda la humanidad y especialmente por aquellos que cumplen con devoción, interés y fe estos simples pedidos.
Mis Ángeles custodios nunca dejan de acompañar la vida espiritual de todos los que agradan a Mi Corazón con su verbo orante.
Por todas las oraciones entregadas, Yo les agradezco a todos.
Sigamos trabajando por el Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mis peticiones!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Consciencia de humildad se refleja en las almas inocentes. Mis ojos brillan en las almas buenas.
En toda la humanidad Mi Consciencia tiene Su manifestación, especialmente en aquellos corazones que oran por la redención.
Queridos hijos, hoy Mi Consciencia peregrina recorre Venezuela junto a ustedes, intentando derramar las Gracias que los corazones necesitan. Sigan los pasos de Vuestra Madre que abrirá los caminos para que las almas reciban la misericordia que necesitan.
Estoy unida a todos los hijos que oran por esta causa de paz en toda Venezuela; amorosamente acompaño la oración de todos los que están unidos a esta misión. Aquí, en este pueblo, las almas necesitan de mucha luz y redención, necesitan ver en sus rostros la alegría de reencontrar a Cristo en el corazón de cada hermano.
Sigamos peregrinando, pues Vuestra Señora de Coromoto lleva entre Sus manos el estandarte de la liberación y de la paz, y todos Sus hijos caminan detrás pidiendo misericordia; así los más justos y los más pecadores tendrán la Gracia de ser ayudados por el amor de Mi Inmaculado Corazón.
Oración a Nuestra Señora de Coromoto,
Libertadora de Venezuela
Sagrada Señora de Coromoto,
puente de Luz a la Nueva Humanidad.
Reza junto a nosotros todo el tiempo,
convierte la raza de todo este planeta,
para que alzados al Cielo por Tus brazos
digamos sí a nuestra santa libertad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce al Corazón del Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día quiero traer a sus corazones la llama de Mi Divina Esperanza, prenuncio de fe en los corazones del mundo.
Como el Sol que brilla en el centro del Universo, Mi Corazón desciende al mundo para iluminar los abismos dentro y fuera de los seres, y así ser la guía de cada consciencia para el Corazón Sacratísimo de Mi Hijo y Dios Creador.
Retorno al mundo clamando a los corazones que vivan el despertar, porque los Planes de Dios Altísimo aún no se cumplieron en este sagrado planeta, y las almas, en su mayoría, no están buscando el camino correcto para la meta que Dios les entregó.
Les pido, Mis amados, que profundicen en el camino de oración, para que siempre estén en estado orante no solo en sus momentos de liturgia y sintonía. Quiero que conviertan sus vidas en oración permanente.
Si en oración piden el Perdón de Dios para el mundo, entonces vivan el perdón todo el tiempo.
Si claman al Padre por Su Misericordia mientras oran, entonces sean misericordiosos en cada acto, palabra y pensamiento.
Si, en oración, piden a Dios por los Reinos de la Naturaleza, entonces cuiden de los reinos que están más cerca suyo e irradien el amor que piden a Dios para esos pequeños portadores de Consciencia Divina.
Si, en oración, ruegan por los pobres y por los desamparados, por los que están en el engaño y la ignorancia, por los que viven en la mentira y en el error, entonces queridos, al encontrar un hermano que vive todas esas cosas, ámenlo y sean como las manos de Dios que llevan la paz y el amparo celestial para todos los necesitados.
No les pido que hagan grandes obras, porque una mirada pura y una sonrisa verdadera puede llevar a los seres la presencia de Dios de una forma que ninguna gran obra llevaría.
Que cada uno dentro de sus posibilidades, viva sus oraciones como actos, pensamientos, sentimientos y palabras.
Que Dios encuentre en ustedes, Mis hijos, una puerta para ingresar al mundo.
Prediquen con la vivencia de la palabra y potencien el poder de sus oraciones con la manifestación viva de la oración en el mundo.
Los amo y les dejo Mi bendición materna para Mis amados hijos de Venezuela, estos que en oración y perseverancia Me esperaron, intentando comprender lo que viven en estos tiempos y aprender con todo.
Que ahora, Mis amados, fortalecidos por Mi presencia, ustedes ayuden a otros para que encuentren Mi Inmaculado Corazón y el Corazón Amadísimo de Mi Hijo.
Que la Paz y la Misericordia de Dios estén en todos los corazones del mundo.
Jamás pierdan la paz y la esperanza de que los Planes de Dios se cumplan en esta Tierra bendita.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando una nación vive las consecuencias de acciones humanas milenarias, tan intensas que se plasmaron en su cultura política y social, como es el caso de Venezuela y de muchas otras naciones, la única salida para semejante ilusión e ignorancia es la vida de oración verdadera.
Si al menos un pequeño grupo, en cada nación, orara verdaderamente todos los días y si, aún más, pudiera transformar sus vidas en un acto permanente de oración, podría cambiar por completo la consciencia de la nación y, en consecuencia, su destino físico y espiritual.
Eso ocurre porque un ser que ora permanentemente va ingresando con el corazón en la Consciencia de Dios y allí reconoce el verdadero propósito de su vida sobre la Tierra o, por lo menos, puede reconocer lo que está fuera de ese propósito y, de esa forma, las ilusiones de la materia le resultan disonantes y no las puede soportar. Es en ese momento que el alma es impulsada hacia la búsqueda constante de la Verdad y vive su elevación. Esa experiencia queda marcada en la consciencia de la nación, que poco a poco es conducida hacia una búsqueda superior por medio de sus habitantes, de sus guardianes, ya que aquellos que viven en cada nación son, para Dios, los guardianes del propósito para ella.
Es por eso que los Mensajeros Divinos llegaron a Venezuela en el inicio de su crisis y ahora retornan para renovar el impulso de los corazones venezolanos como también los del mundo entero.
Los Sagrados Corazones llegan a Venezuela no para terminar con la crisis social, política, económica y espiritual que vive este país hoy, sino para que, como nación, aprenda a superar los acontecimientos materiales por medio de la vida de oración y mantenga vivo el propósito de la nación, aquel atributo que Dios depositó en todos los seres que viven bajo su aura, para que lo desarrollen y, así, ayuden a que se cumpla el Plan Divino para toda la humanidad.
Si Venezuela, como consciencia, pudiera vivir esta experiencia de encontrar la verdad y salir de la ilusión material por medio de la vida orante, ese aprendizaje servirá para muchas otras naciones y para toda la humanidad en los tiempos que vendrán; tiempos en los cuales la crisis espiritual, con consecuencias físicas, será el vivir diario de la humanidad.
Es por eso que Mi Casto Corazón hoy bendice a esta nación y a todos los venezolanos, impulsándolos a la vida orante verdadera y pacífica, para que así vivan como un servicio que realizan a toda la humanidad.
Recuerden estas palabras en los días que vendrán, porque hoy Yo las pronuncio para Venezuela, pero en un futuro cercano servirán para muchas otras naciones.
Yo los amo y les doy Mi paz, para que mantengan sus corazones pacíficos ante todos los acontecimientos de la vida.
San José Castísimo
Queridos hijos:
Yo vengo del Cielo a impedir una futura guerra por el hambre. Por eso, con todos los coros del Cielo, imploro al Todopoderoso por todos los pueblos y sus constantes errores a lo largo de los tiempos.
Vengo a pedir a todos que no se olviden del Poder de Dios que es lo más puro, santo y elevado; pues todo se concretará por intermedio de Él. Por eso, queridos hijos, no descansen hasta vivir en Su infinita Voluntad.
Vengo para ofrecerles la cura de sus tristezas, la luz a sus corazones, la redención de sus vidas. He venido a impedir el caos, pero también a orar por ustedes y con ustedes; escuchen Mi voz, escuchen Mi santo llamado.
Queridos hijos, oren Conmigo y todo se resolverá. Si sus familias y pueblos rezaran de corazón a Mi Inmaculado Corazón, no habrá nada que los haga temer. Soy su Madre y Señora de Coromoto. Soy su Estrella Guía, sigan Mis pasos y Mis peticiones, y todo pasará.
Queridos hijos, formen grupos de oración y que su verbo llegue a los Cielos para que Mi Hijo tenga la dicha de liberarlos de este cautiverio. Como su Madre, vengo en este día a anunciarles Mi Paz y a darles Mi Paz porque, por medio de Mi Corazón, ustedes encontrarán las puertas de la redención.
Hijos, perdónense, ya que en los hombres existe ceguera, existe dolor e incomprensión. A pesar de todo, no se olviden de amar para que todo se pueda curar pronto.
Días y noches recé para poder llegar hasta aquí; ustedes Me llamaron y aquí estoy, vengo a socorrerlos porque amo a su pueblo, amo a cada uno de ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne, en el Santo Corazón del Dios de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El mundo aún no sabe como es la Ira de Dios; las agresiones y las lesiones físicas y espirituales que viven las almas de Oriente no permiten aplacar la Justicia de Dios.
Amorosamente vengo para pedirles que a través de la oración, sus vidas justifiquen ante el Reino de los Cielos que es posible vivir un cambio. Delante de los tiempos de caos y de error, vengo a pedirles que sus vidas testimonien un ejemplo de consagración al Corazón de Mi Hijo, para que así Su infinita y última Misericordia descienda sobre el mundo.
Queridos hijos Míos, ¡despierten! Existen problemas más graves que los suyos; Mi Corazón, flagelado por los errores y horrores del mundo de hoy, necesita que de ahora y para siempre se posicionen dentro de Mis ejércitos de luz, los que lucharán día y noche para que la paz se establezca.
Por eso, Mis amados hijos, recen todos los días de corazón, sintiendo en lo profundo de sus espíritus cada palabra decretada, así vuestra petición y súplica será escuchada.
Queridos hijos, hoy vengo para implorarles que sigan trabajando por la paz del mundo; la Tierra entera está sacudida por el error y por la sangre que corre incesantemente sin compasión ni perdón.
Queridos hijos, acepten Mi llamado de forma verdadera, si no oran de corazón, unidos a sus almas, ¿cómo Mi Plan se cumplirá? En verdad vengo para pedir lo imposible: que sus vidas no dejen de renacer y de aceptar amorosamente los sacrificios y las pruebas que el Señor, Vuestro Dios, derrama sobre ustedes.
¡Llegó la hora, hijos! Es tiempo de confirmación y de desafíos; nadie podrá quedarse atrás, por eso vengo a traerles la consciencia infinita de la real necesidad de que al menos, una mínima parte de la humanidad escuche y responda a Mi llamado.
La humanidad traspasó todos los límites y muchos se arrepentirán eternamente por haber sacrificado a sus semejantes; este es el principal dolor de Mi Corazón de Madre. Necesito que Me alivien y que alivien con sus esfuerzos al mundo entero, la Luz no puede desvanecerse.
¡Es hora de luchar en esta guerra espiritual con el rosario de la paz!
¡Les agradezco por consolar Mi ultrajado Corazón!
En el Bien que muchas almas inocentes merecen,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
Mientras la paz es tan necesaria en el mundo, ustedes hoy están en el Reino de la Paz. Que esa paz, que es imprescindible, irradie como un sol a toda la Tierra para que al menos los más necesitados de paz encuentren consuelo.
Queridos hijos, gracias por estar cumpliendo con los pedidos de oración que Mi Inmaculado Corazón ayer les clamó. En estos tiempos de oscuridad y de mentira, los invito a ser Mis embajadores de la oración y de la paz por donde vayan, así Mi Corazón, que está lleno de Gracia y de Piedad, esperará derramar esos dones en los corazones que desesperan.
Los no creyentes ya están enfrentando su propia purificación. Yo les pido, Mis amados, que vivan la oración por el planeta y no solo por ustedes.
Muchos de Mis soldados serán depositarios del dolor que muchos viven. Muchos de Mis videntes serán receptáculos para calmar el sufrimiento que ahoga al mundo y, así, compartirán con Vuestra Madre Celeste el dolor de toda la humanidad.
Yo los invito tomar profunda consciencia sobre los tiempos decisivos que cruza la humanidad y a los cuales no les da la más mínima importancia delante de la falta de paz en el mundo.
Mis queridos hijos, la promesa es muy grande, por eso el esfuerzo será más grande para que se cumpla el Reino de Dios en los corazones que deben ingresar en la morada del Padre Celestial.
Queridos hijos, quédense a Mi lado y vivifiquen este momento, así como Mi Hijo lo vivió en la Cruz por todos ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía a la Verdad Suprema,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Amados hijos:
Es en el silencio del corazón que escucharán Mi inconfundible voz.
Es en el silencio del corazón que sentirán la Presencia de Cristo en este tiempo, tiempo de pruebas para una humanidad que se purificará como es la Voluntad de Dios Padre, el Eterno.
Es en el silencio del corazón que dejaré las semillas de Mi Pureza, de Mi Amor y del Perdón de Dios a todos los pueblos; para que allí germinen, crezcan, den flor y den los frutos que la Nueva Humanidad expresará en la Nueva Tierra, el paraíso prometido a los justos, a los fieles, a los puros de corazón.
Es en el silencio del corazón que las criaturas encontrarán a Dios, para reverenciarlo, para reconciliar sus espíritus con Su amante Corazón de Luz, Misericordia, Amor y Piedad.
Es en el silencio del corazón en donde las criaturas encontrarán la Voluntad del Padre y descubrirán cuáles son sus verdaderos caminos, aquellos que el amoroso Dios trazó para que Sus hijos los recorrieran en paz y alegría.
Es en el silencio del corazón que los hijos del Altísimo aprenderán el arte de amar y de servir al prójimo, en donde experimentarán la escuela de la compasión, escalón que los llevará al amor enseñado por Cristo en la Cruz.
Es en el silencio del corazón que la humanidad encontrará la esperanza perdida, el amor que Dios depositó en cada esencia, esencia que hoy se ahoga en una sólida caja de piedra, cerrada con infinitas llaves, sin aire y sin luz.
Es en el silencio del corazón que Me encontrarán, hijos amados, porque Yo tengo la llave que abre todas las puertas: la puerta de la redención, de la cura, de la reconciliación entre los pueblos, la puerta del amor que todo lo perdona y todo reconstruye, la puerta de la piedad que llega a través de la abnegación de un servicio prestado sin intereses propios.
Es en el silencio del corazón, Mis amados, que encontrarán la gran Paz que le traigo al mundo y que coloco en cada uno de ustedes para que vivan esa paz en sus vidas. Y si no hay silencio en el corazón porque la inquietud reina en sus seres, oren Conmigo para que los códigos de luz de la bendita oración lleguen a sus corazones y, como un bálsamo, esa bendita oración aparte el dolor, como una brisa fresca les traiga sosiego, tranquilidad y armonía a sus vidas.
Hijos de Colombia y del mundo entero, hoy los invito, los llamo a sentirme, a encontrarme en sus corazones, a donde vine a sembrar Mi Paz, la Paz de Cristo, la Paz de Dios para todos.
Gracias por congregarse y reunirse en Mi Corazón. Gracias por estar hoy Conmigo.
Los ama y los cubre con la Paz Celestial,
Vuestra Madre María, Madre de todos los Pueblos de Dios
Cuando María llegó hasta aquí para entregar el Mensaje para la Aparición, nos sorprendió con un aspecto diferente. Estaba con el cabello suelto, sin velo; tenía la piel morena y una apariencia indígena. Sus ojos eran castaños, vestía una túnica blanca y un manto azul con algunos bordados de flores muy pequeñas y de diferentes colores.
María hablaba como si estuviese en Colombia y veíamos cómo unía los tiempos y, mientras que hablaba delante de mí, hacía que Su energía maternal ingresase en los corazones de todos los que la escucharán en el día de hoy, en su Aparición Mensual.
Hijos Míos, que la Paz de Nuestro Señor Jesús Cristo permanezca siempre en sus pequeños corazones.
Yo Soy Su Madre Celeste, la que llega al mundo para despertar los corazones a la Soberana Verdad de Dios.
Vengo a Colombia, para transformar la devoción pura de Mis hijos más sencillos, en fuente de salvación para las almas de toda la Nación, como también del mundo entero.
Mis amados, hace mucho tiempo desciendo de los Cielos, en Espíritu de Amor, para mostrarle a los seres del mundo la verdad sobre el corazón humano. Con Mi pureza de Madre del Mundo y Sierva de Dios Padre, quiero hacer emerger en los corazones de los hombres la pureza original. Es por eso que hago que se sientan como pequeños niños, porque es de esa forma que podrán comprender las mayores verdades celestiales, cuando la pureza de sus corazones sea una realidad en sus vidas.
Llego a Colombia, Mis amados hijos, para renovar un antiguo compromiso que ella tiene con Mi Inmaculado Corazón, y en consecuencia, con el Corazón de Cristo y con Dios Altísimo. Vengo para renovar su fe y la fe de todos los que vendrán atrás de ustedes y que despertarán a la vida de oración, por medio de su ejemplo orante de amor y de fraternidad.
Mis queridos, pretendo, en este tiempo, que sus almas vuelvan hacia la simplicidad y el amor; que en sus corazones pueda nacer el perdón para redimir el pasado y traer para el futuro la perspectiva de un mundo pacífico y lleno de Dios.
Como Madre del Mundo, Madre de las Américas y Madre de Colombia, vengo para que cada nación y cada ser de esta Tierra, pueda cumplir con el plan que Dios tiene para Sus criaturas. Y eso, hijos Míos, se alcanza de una manera muy sencilla, aunque con persistencia y valentía.
Es por ese motivo que hoy los llamo a que se unan a Mi Corazón y conviertan a Colombia en una nación orante y que, así, el mundo entero sea permeado por sus oraciones y por el manantial de paz que generen a partir de aquí.
Les pido que se unan a Mí en oración todos los días, que escuchen las súplicas que los Sagrados Corazones entregan al mundo diariamente, para que una nueva humanidad, permeada por el Espíritu de Dios, pueda nacer en el planeta.
Hoy guardo, en sus pequeños corazones, la devoción a la Santa Niña María, para que, al igual que Mi Inmaculado Corazón, puedan ser como niños delante de Dios, y en la simplicidad y en la pureza, cumplan los designios del Creador.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La lucha entre los pueblos por la igualdad de condiciones es el resultado de una situación nacional en Colombia.
En la búsqueda de armonía y de paz, Vuestra Madre Celeste viene a este país para reabrir las puertas de la fraternidad y de la hermandad que están cerradas hace tiempo.
Queridos hijos, que en el silencio interno puedan descubrir cuánto hay por hacer aquí a través del potentísimo canal de oración que debe ser ofrecido para que todo se equilibre dentro y fuera de los hombres.
Hijos Míos, por eso necesitaré de sus vidas para que al menos un poco de Mi Gracia sea derramada. Necesitaré de sus vidas para que un poco de sufrimiento e injusticia sean transmutados. Necesitaré de sus oraciones para que algo sea liberado, y el cautiverio de la consciencia indígena termine.
Queridos hijos, Colombia es una nación necesitada de mucho amor; sin embargo en los corazones de Mis hijos de Colombia existe el potencial de amar, el que a través de los tiempos fue sofocado, y esa posibilidad de amar debe rebrotar como una fuente de perdón y de reconciliación.
Hijos Míos, los necesito valientes y dispuestos a acompañarme en esta tarea de reconciliación que es necesaria para toda esta nación.
Estoy con ustedes y no dejo ni un segundo de caminar a su lado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los envuelve en el manto de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La victoria del Reino de Dios en el mundo se dará a través del sublime poder de la oración. Por eso, Yo los conduzco por este camino, para que sus almas se desplieguen como las aves, para poder volar y llegar al Reino del Creador.
Cada oración pronunciada trae nuevos códigos para todos, esencia divina que va encarnando en espíritu de verdad y compasión.
Hijos Míos, sus vidas están cursando una escuela de oración desconocida para ustedes. Y ya que ahora, aceptaron ser parte de Mi ejército de luz a través de los ritmos diarios de oración, Yo los entreno para poder enfrentar al mundo y ayudarlo espiritualmente.
Por eso concibo en cada uno un espejo de oración que refleje los principios de la vida divina, los estados eternos de la paz.
Queridos hijos, deseo que Me acompañen en esta larga caminata en la búsqueda de las almas perdidas y de los corazones heridos que deben redimirse en nombre del amor.
Queridos hijos, no se detengan, construyan la Iglesia de Cristo a través de sus oraciones, que son las sagradas uniones con el Padre Celestial.
Hijos, el tiempo ya marca un momento crucial para el mundo, en el cual el Juicio Universal se establecerá y todos serán evaluados espiritualmente. Oren, oren y oren, así el mérito de sus oraciones colmará el Corazón de Dios y abrirá las puertas del amor para que todo se pueda redimir.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la esencia de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridísimos hijos Míos:
Que en este día sus voces y las voces de todos los orantes del mundo proclamen el Amor de Dios y la venida de Su Glorioso Reino de Misericordia sobre la realidad de este mundo.
Queridos hijos, hoy Mi petición maternal es que cumplan con los Designios del Padre Celestial en sus pequeñas vidas para que pronto termine todo el mal generado por el mundo y se establezca la redención y la reconciliación entre los hombres y Dios.
Queridos hijos, que hoy sus voces oren unidas a la gran voz de Mi Hijo, que en este día santo se pronuncia para retirar el mal de algunos lugares de la Tierra. Con coraje y amor, queridos hijos, abran las puertas de sus corazones para que el esperado cambio en sus vidas se pueda materializar en estos tiempos.
Hijos amados, Vuestra Madre Celeste se encuentra trabajando ampliamente para que las almas se encaminen por el sendero de la nueva vida, la que Cristo traerá a este perdido planeta. La voz de sus oraciones ahora no se debe detener como tampoco la ofrenda amorosa que los grupos de la Red-Luz Me brindan en estos tiempos de crisis. Espero de todos los mejores logros para la vida de oración.
Hijos, ya no hay otro camino sino solo la oración de todos los días; oración que los mantendrá firmes y seguros en el camino crístico aun en el momento de su purificación. Yo los ayudo a todos a caminar en la Fe y en el Amor de Mi Hijo, eso siempre los motivará a encontrar la luz en sus caminos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al manantial del Universo de la Oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los tiempos que se avecinan serán diferentes a los tiempos que ya pasaron. La Creación del Universo tendrá su actuación máxima durante el momento culminante del Armagedón.
Queridos hijos, el Padre Eterno enviará a Sus Ángeles para ayudar al planeta, y los Mensajeros de lo Alto vendrán a batallar contra la bestia de siete cabezas.
Hijos, el momento ya es otro; nada será igual como ha sido hasta ahora, por eso en el silencio y en la oración Yo vengo preparando sus consciencias para que ellas participen de una misión nunca antes conocida.
Queridos hijos, la humanidad día a día se está sumergiendo y Mis ejércitos en la Tierra ya no están soportando la fricción de los tiempos. Por eso, sus corazones son trabajados para que la verdadera tarea y la importante misión de cada servidor se puedan cumplir.
Queridos hijos, el tiempo ya marca nuevos acontecimientos, la salida se encuentra en la oración y en la unión profunda con Mi Hijo. Pero los Ángeles Mayores vendrán a auxiliarlos para cuando Vuestra Madre Celeste tenga que cuidar de la otra parte de la humanidad.
Hijos, el tiempo del gran cambio y de la profunda experiencia con los Universos Mayores ya llegó; esto dejará de estar distante de todos, estará bien cerca para poder despertar la verdadera ciencia de todas las cosas.
Mientras todo está por suceder, vigilen unidos a Mí, así no perderán la oportunidad de crecer interiormente. El Padre necesita de vuestra sincera actuación de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Vida Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Me alegro profundamente por encontrarlos hoy reunidos en este oratorio predilecto de Mi Corazón, porque todas las familias orantes son predilectas ante el Corazón del Padre Celestial.
Queridos hijos, hoy quisiera decirles desde lo profundo de Mi Alma Celeste que la vida mayor y eterna existe después de esta vida. Muchos de entre ustedes, de los que ya partieron, aprenden cerca de Mi Corazón sobre el poder de la oración que rescata y libera a otras almas.
Por eso, deben alegrarse y cada día amar la Voluntad del Creador, que quiere verlos maduros y firmes en este camino que, finalmente también los llevará a ustedes a encontrar su morada en el Corazón del Padre Celestial.
Hijos Míos, la muerte es un paso profundo de purificación y de desprendimiento: así el alma vive un estado de entrega de todo lo que vivió sobre la superficie de la Tierra. Si sus almas oran con confianza a Mi Inmaculado Corazón, nunca deberán temer por nada, Vuestra Madre Celeste cuida y protege a cada uno de Sus hijos y hermanos, siguiendo en obediencia la Voluntad de Dios.
En estos tiempos verán, Mis amados, que el mundo se purificará rápido; eso no es castigo de Dios, es el momento de vivir verdaderamente un cambio en la consciencia para poder alcanzar la consagración al Reino de Dios.
Si hoy están aquí, es porque Yo los amo y siempre agradeceré sus oraciones por el Plan del Altísimo y por este sufrido planeta. Así, Mis hijos, nunca olviden que quien está Conmigo está con Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Vida Mayor, después de esta vida,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en tiempos sin paz, el deseo profundo de ustedes sea hacer todo lo posible para que la Paz espiritual, que proviene de Dios, esté expresada en sus vidas.
Todos los días, a través del esfuerzo de vivir la oración del corazón y de ser la oración viva, conseguirán reflejar lo que vuestro Padre Celestial tanto espera.
Queridos hijos, abran camino para que la Paz pueda reinar siempre, como una antorcha de luz que nunca se apaga. En el tiempo de su purificación vivirán encuentros internos con la paz y esta podrá ser reflejada hacia toda la vida planetaria.
Hijos Míos, sean los mensajeros de la paz por medio de sus buenos actos, porque la mayoría de las almas se pierde por no poder encontrar el sendero de la paz que Yo les vengo mostrando y enseñando.
¡Les agradezco por responder a Mi propuesta de pacificación!
Los encuentra en la Fuente de la Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridísimos hijos Míos:
Vengo en esta noche como la Dama de la Paz y la Guardiana de las almas, pues Vuestra Madre Celeste ora por todos ardientemente durante las horas de la noche.
En esas horas es cuando la neutralidad, la introspección espiritual y el silencio de Vuestra Madre se perpetúan en todo el Universo. Es la hora del recogimiento y de la quietud para poder meditar y contemplar los próximos pasos del Plan de Dios en la humanidad.
Es por eso que la noche es el momento de vigilia de Vuestra Madre, es la hora en donde el Cielo Angelical ingresa en la esfera de la Tierra para salvar a las almas caídas.
Queridos hijos, en los próximos tiempos sus vidas podrán estar unidas a Mi vida universal porque será el momento de adorar y de orar por el mundo cuando ingrese en la fase más aguda de su transición.
Hijos Míos, soy la Dama de la Noche y les revelo el principio de Mi vigilancia universal, aquella que proviene de la concentración y del silencio.
Hijos, acompañen a Vuestra Madre en esta sagrada tarea. Llegarán el día y la hora en donde los apóstoles de Mi amado Hijo se volverán guardianes de los espacios y vigilantes de los Centros Sagrados de todos los oratorios de la Tierra.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los conduce a una vigilancia mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Abriendo las puertas del Cielo hacia el planeta, su Madre Celeste los congrega hoy, en el oratorio de Su Corazón Inmaculado, para rezar e implorar por la Paz y la Misericordia para el mundo entero.
Queridos hijos, su Madre del Cielo los prepara a todos y, especialmente, a los futuros misioneros de la paz para enfrentar el terror humano y el flagelo continuo de los corazones, de las almas hermanas que padecen todos los días el resultado de un gran error sin fin.
Queridos hijos, será muy importante la misión humanitaria en Turquía y Hungría. Ustedes verán dos realidades paralelas que se encuentran en el mismo nivel, en la misma situación planetaria: la falta de paz.
Hijos Míos, la misión en África fue una importante preparación para esta próxima misión que deberá cumplirse en este tiempo crítico. África, a pesar de su sufrimiento aún no curado; vive, en lo profundo, un amor verdadero que poco a poco se está recuperando, a través de los actos de perdón y de reconciliación.
Medio Oriente se olvidó de Dios y, a pesar de las creencias, el Universo nunca les propondría lastimar a nadie ni imponer ninguna doctrina espiritual ni religiosa. Dios nos enseña, queridos hijos, que todo comienza y termina en el Amor; sin Amor nada es posible.
En este tiempo, las almas buscan la felicidad en sus semejantes y, aunque ese amor humano existe, la verdadera felicidad se encuentra en el Corazón de Dios, que siempre los impulsará a encontrar la esperanza y a trascender los miedos.
A través de los conflictos de este tiempo, las almas que son sometidas por el terror pierden el recuerdo y el sentimiento de amar a Dios y a sus semejantes. Eso hace que la consciencia se olvide totalmente de que el Amor y la Compasión divina existen; lo que genera odio, mortalidad y martirio, solo por querer conquistar un Reino que a nadie le pertenece, solo a la Creación.
Queridísimos hijos, por eso, Yo vengo a pedirles oración, rosarios y novenas. Si las almas y los servidores conscientes no se esforzaran, a través de las ofrendas y de los pequeños sacrificios, el odio y la ambición podrían abrazar a toda la humanidad y la vida material adquiriría más importancia que el propio Padre Eterno.
La preocupación de todo el universo es que la ignorancia y la falsa autoridad prevalezcan, para crear un reino humano de mentiras y de ambiciones.
Pero al final, Mi Inmaculado Corazón triunfará en los corazones que siempre hayan sido testigos de la Presencia misericordiosa de Cristo en el mundo. Será este testimonio interior, de fe y de esperanza, que Mis misioneros de la paz deberán llevar en sus corazones. Ese testimonio será la llama imperiosa y amorosa que los guiará ante la gran oscuridad y calamidad humana.
Pero sepan, Mis hijos, que Mi Gracia será su fortaleza, y, cuando ustedes pisen el suelo de Turquía y de Hungría será su Señor Jesucristo el que tocará la tierra con Sus luminosas Gracias.
Oremos, porque aún la guerra de la ambición no terminó.
Que la Paz esté presente en sus corazones.
¡Les agradezco a todos Mis hijos por concretar esta sagrada misión!
Los bendice, desde ahora, para esa sagrada tarea de Paz y de Misericordia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como las flores que reabren bajo el sol de la primavera, espero que sus corazones sigan transformándose como rosas preciosas en el jardín materno de Mi Corazón. Así, hijos Míos, ayudarán al mundo entero a recuperar la belleza con la que fue creado.
La ignorancia, el maltrato y la imposición han hecho del mundo un jardín desértico, en donde ni siquiera el Agua de Vida puede brotar en los corazones de los hombres. Vengo para recuperar en la humanidad el sentido de amar la vida y de respetarla por encima de todo.
Hijos, las oraciones de ustedes pueden agradar a Dios y al mismo tiempo ayudar en la liberación del mundo infiel y cruel. La luz de Mis rayos poderosos enciende las almas perdidas y las conduce hasta que encuentran el camino hacia el Padre Celestial.
Día y noche, sin tiempo y sin demora, Vuestra Madre Celeste reza por ustedes para que la humanidad y los corazones no pierdan el camino hacia el reencuentro con el amor y la suprema verdad.
Por eso, hijos, deseo tenerlos en Mis brazos, espero verlos maduros para comenzar a recorrer el camino que los llevará a la total consagración de la vida y del espíritu ante los Ojos del Creador.
Queridos hijos, espero tenerlos a Mi lado todo el tiempo, espero verlos preparados para que junto a Vuestra Madre del Cielo, vivamos los desafíos finales de consagrar el planeta al Bendito Corazón de Dios, así todo cambiará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva al Corazón de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En estos momentos, la voz del Corazón de Dios se proclama a través de los Sagrados Corazones para pedir por la paz en toda la Tierra. Dios desea que no lastimen más a los corazones y que se restablezca el amor en este mundo.
Desde el Universo sabemos que es difícil, pero contamos con la ayuda de todos los orantes para que al menos la maldad se borre de los crueles corazones.
Hijos Míos, el Universo está presente en todos estos acontecimientos del planeta; muchas almas sufren el resultado de una conquista sin límites, la que abraza a muchas naciones. Ostentan ganar un reino que no les pertenece y principalmente olvidan que la vida es lo más precioso de todo.
La guerra sin fin debe terminar, por eso las fuentes de oración que broten de sus corazones permitirán a los ángeles del Cielo intervenir por esta humanidad. Los valores de la vida se perdieron y muchos inocentes viven las consecuencias de acciones que son generadas por otros. Así, todos hacen temblar el Corazón de Dios al perder la consciencia y el sentido verdadero de lo sagrado y de lo puro.
Por eso vengo todos los días para pedir oraciones a todos Mis hijos; será por medio de la ofrenda verdadera de ustedes, que el Padre Celestial derramará la misericordia en los corazones que más necesitan.
Queridos hijos, Vuestra Madre Celeste ya se encuentra trabajando en el planeta. He venido en Gloria y Divinidad para impedir que los errores se esparzan como veneno en el corazón de los hombres.
Como verán, Mis muy queridos hijos, estamos en tiempos de emergencia, donde el propósito y el camino de ustedes deben estar bien claros, así Me ayudarán, por amor, a que todo pase lo más pronto posible. La Justicia Universal no dejará de actuar y la humanidad no sabe de eso.
¡Les agradezco por acompañarme en los tiempos de emergencia!
Por la Paz en el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A continuación del mensaje diario, Nuestra Señora transmitió el siguiente ejercicio espiritual de oración para todos. Ella nos dijo:
“Para impedir la Ira de Dios en el mundo y para interceder por las almas de los niños inocentes, para que la Paz Celestial se establezca en los pobres corazones del mundo, les entrego el Rosario por la Paz de los niños en la guerra”.
A pedido de Nuestra Señora el rosario deberá rezarse durante los próximos tres años.
Con amor implorarán a Dios:
Cuenta de unión
Sagrado Corazón de Jesús,
Fuente de todos los prodigios,
derrama Tu Misericordia sobre los conflictos del mundo.
Amén.
Primera decena
Por el Ángel de la Paz,
imploramos a Dios,
calma el sufrimiento de los más pequeños.
Segunda decena
Por el Ángel del Amor,
imploramos a Dios,
sacia el hambre de los huérfanos.
Tercera decena
Por el Ángel de la Cura,
imploramos a Dios,
restaura las heridas de los inocentes.
Cuarta decena
Por el Ángel de la Luz,
imploramos a Dios,
ilumina los caminos de los niños del mundo
para que encuentren el Amor de la Madre de Dios.
Quinta decena
Por el Ángel de la Misericordia,
imploramos a Dios,
guarda en Tu Corazón, Señor,
a los que emigran y a los desaparecidos.
En la décima cuenta de cada decena, repetirán: Amén.
Oración de Imploración a los Sagrados Corazones
Oración para ser recitada tres veces al final del Rosario
Purísimo Corazón de María,
Madre y Reina de la Paz.
Castísimo Corazón de San José,
Obrero y Vigilante de las almas.
Sagrado y Divino Corazón de Jesús,
les imploramos en nombre de la humanidad
que el Reino de Dios se establezca
hasta que se cumplan los mil años de paz.
Amén.
Este rosario permitirá que Vuestra Madre Celeste interceda junto a San José por los conflictos del mundo y especialmente por las almas de los inocentes y de los niños en la guerra.
Paz y Oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más