Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración del Ángel de la paz.

He aquí el Rey de la Paz Universal. ¡Aleluya, aleluya!

El sagrado Niño Dios nació del Vientre purísimo de la Madre del Mundo y trajo para la Tierra la liberación.

El sagrado Niño Dios vino del Soplo del Espíritu, del Verbo Creador que se manifestó y se hizo carne entre los hombres de la Tierra, revelando el poder del amor y de la redención.

Hoy les pido que estén con los ojos cerrados por la magnitud del resplandor del Niño Dios, para que sus mundos internos soporten Su altísima vibración divina y para que a partir de ahora, hijos Míos, ante la Madre de Dios y el Niño Dios se concentren en el centro de su corazón, en donde está el triunfo del alma y del espíritu, morada interior donde renacerá el Cristo de los últimos tiempos.

Hoy está naciendo una oportunidad y una gracia infinita para toda la humanidad, para la consciencia del planeta y hasta para los Reinos de la Naturaleza.

Este Niño Dios es el principio y es el fin. Él es el Alfa y Él es el Omega.

Él fue anunciado, profetizado, vivió entre los hombres, curó a los enfermos, expulsó a los malos espíritus, resucitó a los muertos, convirtió a los pecadores por medio de la poderosa Fuente del Amor-Sabiduría.

Y este Niño, el Sagrado Dios, no solo nacerá en ustedes nuevamente, en la comunión con Su Cuerpo y con Su Sangre mediante esta sagrada noche de luz, en donde las tinieblas son vencidas y los infiernos son derrotados paralizando los abismos, expulsando a los demonios de todos los que se intentarán pervertir por las tentaciones superfluas y por el dominio del control humano.

El Sagrado Niño Dios hoy anuncia Su Advenimiento al templo del corazón de cada ser humano, para que Su Resplandor y todo el Poder de Su Luz, trascienda las fronteras, los límites y todas las formas, trascienda los planos y toda la consciencia y sea germinada, en el alma de cada ser humano, la oportunidad de reencender en sí la Luz Crística, el Sol interior que se confraterniza con el Universo y toda la Hermandad, haciendo posible en la Tierra los Cristos del nuevo tiempo.

Así como los Reyes de Oriente se postraron ante del nacimiento del Redentor, hoy, los ángeles se postran ante el renacimiento de Cristo en los seres de la Tierra y los espejismos de la consciencia humana son disueltos para que pueda nacer la verdad y la luz; aquella luz y aquella verdad que fue depositaria en Jesús por intermedio de San Miguel Arcángel y que trasciende todos los tiempos y todas las generaciones por el sagrado terafín de la Espada de Luz de San Miguel que expulsa todas las ilusiones, que revela todas las mentiras, que disipa todos los infiernos y que concede la paz a aquel que la invoca, a aquel que invoca Su sagrado nombre.

Por eso hoy no solo está aquí el Niño Dios, con el resplandor de Su Corazón Eucarístico para todos los que lo adoran.

No solo está aquí la Madre del Señor, la que gestó en Su Vientre purísimo la gracia y la redención para la humanidad, sino también está aquí San Miguel Arcángel, el patriarca arcangélico y el custodio universal de todos los guerreros de Cristo para el fin de los tiempos.

Su Potestad no tiene límites, su autoridad no tiene fronteras. Su Presencia derrota todo mal por la fuerza imperiosa que nace de Su Corazón, al brotar de él el Amor de Dios que concedió el Nacimiento de Cristo, la redención de la humanidad hasta la Crucifixión y la Muerte del Señor y mismo durante Su Ascensión a los Cielos.

Por eso les pido, hijos Míos, que no duerman ante esta revelación, ni física, ni espiritualmente, porque estarían perdiendo muchos códigos que son irrepetibles e intransferibles para otras personas.

Les pido que mantengan sus ojos cerrados ante el resplandor del Niño Dios y de la presencia de San Miguel Arcángel, porque en ellos hubo una fusión divina desde el principio. una alquimia espiritual que solo fue conocida por los esenios y que fue velada y resguardada a través de los tiempos por medio del amor y del servicio incondicional de Cristo hasta los días de hoy, para que ustedes, como humanidad actual, recibieran esta revelación en este día y en esta hora, ante una crisis planetaria muy aguda y de un dolor insoportable para millones de almas de la Tierra, al estar apartadas de Dios y de la Verdad.

Ahora pido que los consagrados se acerquen a los pies de este escenario y que, con la luz de sus velas, mantengan el descenso de esta revelación que viene de la Fuente del Padre Celestial por medio de Mi Inmaculado Corazón, para este planeta, para esta humanidad y para este momento.
 

Sagrados son los Tesoros del Cielo.
Elevadas son las Revelaciones de Dios.
Inmensos son Sus Misterios.
Infinitos son Sus Proyectos que deben cumplirse y materializarse en las almas de la Tierra,
a fin de que se cumpla la Sagrada Voluntad y los ciclos se renueven de tiempo en tiempo.
 

Ahora sí, pueden abrir sus ojos, porque el resplandor de Jesús, del Niño Dios, se ha recogido.

En todas las esferas del Universo Inmaterial existen conocimientos. Y esos conocimientos, que son grandes Proyectos de Dios y parte de Su Idea Divina, espera descender a la Tierra durante esta transición y después de esta transición, a fin de que se cumpla la concreción de la Nueva Humanidad.

Estamos ante un escenario semejante al Nacimiento de Jesús, en un momento muy grave de la humanidad y del planeta, en donde el ser humano ya aprendió a autodestruirse y a dañar a los Reinos de la Naturaleza.

Estamos en un tiempo más difícil al tiempo en que vivió Jesús. Y ustedes lo saben, hijos Míos.

Por eso, para Dios hoy es muy importante la presencia de cada uno de ustedes aquí y a través de este medio de comunicación. Porque eso representa una respuesta madura, aunque desconocida de parte de sus almas y de sus núcleos internos, que hacen el esfuerzo y la entrega, por más de que no estén prontos para vivir el Plan de Dios, trascendiendo los deseos, renunciando a los placeres y buscando plenamente la Vida Divina por todos los que no lo hacen en esta hora de Noche Buena, donde la distracción del mundo es muy grande y los ángeles luchan contra los demonios para que las esencias de los seres humanos no sean contaminadas, perdidas ni pervertidas por el mal.

Por eso la Victoria de Cristo, en esta hora, es muy importante. No solo por Su Presencia interior en este lugar, que reenciende a sus Cristos internos, sino también por todas las Jerarquías de la Luz que en una sola hermandad de Sabiduría y de Amor, se unifican en un mismo Espíritu y bajo un mismo Propósito, para llevar adelante el Plan de Dios en esta transición.

Ustedes, hijos Míos, están ante un acontecimiento semejante al Nacimiento de Jesús.

Los personajes que participan de este escenario son otros, pero la historia es semejante, porque el planeta está sufriendo y sus almas son llamadas para aliviarlo por medio de gestos de amor, de caridad y de bien, no solo para con las almas, sino también para con los Reinos de la Naturaleza.

Hoy no solo estoy aquí con ustedes, hijos Míos, sino con aquellos hijos Míos que están solos en los asilos, en los hospitales, en las calles oscuras. Estoy con los niños, con las familias divididas, con las madres que abortaron y que abortarán en absoluta ignorancia.

Estoy con todos y en todas las naciones, en Omnipresencia y en Luz, ante la llegada del Niño Dios y de San Miguel Arcángel, el emperador de la Patria Celestial. Porque si Sus huestes están aquí, Él también está aquí, obrando y trabajando con el planeta a nivel del espíritu y de la esencia humana.

Tal vez Mi mensaje hoy es muy simbólico y abstracto. Pero lo más importante es que guarden las palabras en sus corazones y todas las vibraciones que vienen a través de ellas, las que necesitarán para el próximo ciclo, para aprender a luchar por el Plan y por la victoria de Cristo, aunque Él todavía no regrese a la Tierra.

Que esta luz que hoy sustentan entre sus manos reencienda el compromiso de vivir en el cristo interior, para que los apóstoles de los últimos tiempos estén presentes en este ciclo y en este tiempo, en donde se vivirán emergencias y necesidades que deberán ser suplidas por todos, a fin de mantener el equilibrio psíquico en la humanidad y especialmente la paz en donde todavía existe.

Pero mantengan su fe y esperanza en esa luz crística que viene del Cielo en esta noche, que los nutre, que los colma y que los cura para que puedan ser otros y que crean en ese gran cambio de la consciencia, que el renacimiento de Cristo puede generar en sus vidas y consciencias.

Tengan fe absoluta en ese milagro de amor, para que se pueda cumplir la Voluntad de Dios y sean partícipes, en este tiempo, de Su Divino Propósito.

Quiero agradecer, desde lo profundo de Mi Espíritu Maternal, a todos los que respondieron a Mi llamado a través de la novena y por todas las familias que fueron ayudadas a lo largo y ancho del mundo: desde las familias más miserables hasta las familias más ricas, desde las familias más divididas hasta las familias más unidas, de las familias más solitarias hasta las familias más alegres.

La esencia de las familias, por medio de esta novena de luz que fue ofrecida, y su seno espiritual, fue ayudada e intervenida por medio de Mis ejércitos de luz. Amén.

Ante el Niño Dios, que en esta noche se prepara para nacer en el interior de los hombres, en lo profundo de las almas y en la consciencia de los espíritus, ofreceremos la oración de la Sagrada Familia como símbolo de unión espiritual con el Reino de Dios.

Oraremos en portugués.

Inspiramos.

Oración: Acto de Consagración a la Sagrada Familia de Nazaret.

¡Muy bien hijos, muy bien!

Ahora para que esta noche termine de ser consagrada no solo aquí, sino también en las familias del mundo, pediré que vuelvan a tocar la música Noche de Paz, en español, para que el Niño Dios, en la presencia del patriarca San Miguel Arcángel, con el Poder del Cielo, del Universo y del Reino de Dios, ante los ángeles que lo rodean y que lo adoran, consagre los elementos que serán parte de la comunión entre las almas y Dios.

Nos ponemos de pie.

Canción: Noche de Paz.

Que la Paz de Jesucristo, queridos hijos, esté en todos los corazones de la Tierra.

Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.

Los bendigo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y que el renacimiento de Cristo sea una verdad y una realidad en cada una de sus vidas. Amén.

En fraternidad y amor, por la paz en este planeta y en cada corazón humano, en el nombre del Niño Dios y de la Sagrada Familia de Nazaret, se darán el saludo de la paz.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

El Maestro Jesús estuvo con nosotros y nos dijo que realicemos, algunas veces, una oración que Él transmitió para reparar Su Corazón Eucarístico. 

Vamos a hacerla, frase por frase, hasta que todos podamos entrar en el ritmo de esa oración que, amorosamente, nos transmitió:


Por la gloriosa liberación del Sacerdote Mayor,
Cristo Jesús, ¡Ten piedad de nosotros! 

(20 veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Canción: “Misericordia María”.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Un día más, el Cielo se abre a sus corazones y Mi Inmaculado Corazón ingresa en la Tierra. 

Hijos amados, hoy el mundo fue aliviado por el Corazón de Cristo y, por la intervención de Nuestro Señor, muchas almas llegaron a Mi Reino. 

Eleven sus corazones y den gracias a Dios por el milagro de este día, porque una vez más Mi Corazón triunfó.

Hijos Míos, consagro este lugar, como consagro a sus corazones. Consagro a cada corazón que le diga sí a Mi  inmaculado llamado.  

Dios le ofrece la consagración a cada una de sus almas. Solamente eleven sus corazones a Mi Corazón y oferten sus vidas a Mi Hijo Redentor; pues, así como almas hermanas llegaron hoy a Mi Reino, Mi Corazón desea recibir a cada una de sus almas. 

Queridos hijos, la Gracia del Cielo viene a través de la oración,  de la oración pura de sus pequeños corazones, de la oración simple que es el diálogo Conmigo. Escucho a cada uno de sus corazones y elevo con Mis Manos sus ofertas al Creador.

Queridos hijos, no oferten solamente sus pedidos, oferten también su sufrimiento, oferten cada angustia de sus corazones, porque el Señor es misericordioso y desea recibir sus dolores para convertirlos en amor y misericordia.

Amados hijos, para reparar al Sagrado Corazón de Cristo solo es necesario el fervor de la oración.  El amor de sus corazones cura los dolores de Mi Hijo.

No teman hablar Conmigo. Yo los escucho, así como Dios los escucha, así como el Corazón de Mi Hijo los contempla. 

Hoy, recibí una Gracia especial del Señor, que es llevar a sus almas consagradas al Cielo. Por eso, alaben al Creador desde lo profundo del corazón. Este es el momento en que Él los escucha, el momento en el que están abiertas las puertas al Cielo.

Los que hoy Me dicen sí tendrán sus corazones fortalecidos por la Gracia del Señor.

Los que hoy dicen sí, dicen sí para que Mi Corazón los sustente a cada momento.  Esta es la Gracia que Dios Me da, de tener a cada uno de sus corazones en Mis Brazos, de sustentar a cada uno de Mis pequeños hijos, como lo hice con el Niño Jesús. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quiero estar con ustedes eternamente. Como Señora del Santo Rosario, les recuerdo la importancia de esa oración. 

¡Qué más les puedo repetir, queridos hijos, si sus oídos están atentos a Mis Palabras a lo largo de los siglos! Quiero solamente amarlos y enseñarles a amar.

Hoy, recibieron la Gracia especial de la visita de Mi Hijo. ¡Qué amoroso misterio de Dios fue revelado! El poder del Amor de Mi Hijo en cada uno de ustedes.

Queridos hijos, Yo quiero solamente conducirlos, conducirlos hacia el Reino donde se encuentra Mi Hijo. 

Hoy, también les revelo que su oración fue escuchada y, por eso, Mi Corazón Maternal les agradece.

Que la Gloria de Dios pueda estar presente durante todos estos tiempos en ustedes.

Hoy también le es revelado al mundo el sufrimiento de la humanidad. Cuando Mi Cielo Maternal desciende a la Tierra en cada Aparición, se revelan también los dolores de este mundo, las realidades que nadie quiere ver, que la humanidad oculta porque es una realidad que está al lado de cada ser. Por eso, los invito a ver, a partir de sus ojos, la verdad de este mundo y compenetrarse con la oración por los corazones heridos. 

Cuentan con Mi Rayo Maternal en este tiempo definitivo. La Luz de Mis Ojos guía sus caminos. Mi Corazón Inmaculado está ofertado totalmente a cada uno de ustedes. Aguardo que lo acepten y que lo guarden, que lo puedan contemplar a partir de su oración. 

Como Bienaventurada Madre, cuando estuve en la Tierra recibí muchas Gracias.  Y eso es lo que intento derramar, Aparición tras Aparición, para aliviarles el corazón y darles la salvación a todos.

Queridos hijos, acepten estar en Mis Brazos, ya no es tiempo de bajar de Mis Brazos, sino de estar cerca de Mi Corazón Inmaculado. 

Quiero que se nutran con la Luz de Mi Espíritu Maternal, para que puedan glorificar a Dios sobre todas las cosas. 

Hoy, les repito, Mis queridos hijos, que la Gracia y la Misericordia de Dios los contemplan, en este momento, a través del Sagrado Corazón de Mi Hijo y de Mi Corazón Maternal. 

Hoy, quiero derramar solo lágrimas de alegría. Por eso, oren, oren, queridos hijos, para que Mi Corazón Maternal pueda acoger sus oraciones y así pueda derramar nuevamente Mis Gracias sobre los que más necesitan.

Ustedes están siendo muy misericordiosos. Que ese espíritu maternal que Yo he construido en ustedes, que ese Amor que brota de Mí por cada uno de ustedes, no se pierda, no salga de ustedes, sino que nutra a sus almas a través de su honesta oración.

Cuando pase mucho tiempo, cuando Yo ya no esté aquí entre ustedes, Mis queridos hijos, verán concretarse en sus vidas la acción de Mi Mensaje en esta parte del mundo y recordarán, desde el corazón, todo lo que Yo he derramado por Amor a ustedes.

Sean consecuentes con lo que están recibiendo, deberán dar testimonio de esto ante la humanidad y ante Dios. Por eso, recuerden bien estos momentos, porque Mi Luz viene a grabarse en sus células. 

Si abren sus corazones, sus vidas podrán cambiar. Denme las llaves que ustedes guardan dentro de ustedes, para que como Madre pueda preparar la morada de Mi Hijo y enseñarles, sin cansancio, a caminar en la fe, a vivir en Mi Esperanza Celestial y a creer en Mi Presencia en estos tiempos.

Así como estoy en Medjugorje y en otras partes del mundo, hoy nuevamente estoy aquí para contemplarlos y no Me cansaré hasta que todas las almas puedan vivir la salvación. Esa fue la primera promesa que hice ante Dios y, a través de la Gracia de Mi Espíritu Inmaculado, ustedes son partícipes de Mi Mensaje.  

Deben dar testimonio de lo que sienten y viven, para que Cristo pueda reflejarse en sus ojos. Vivan, en este último tiempo, la Misericordia.

Y hoy, queridos hijos, les recuerdo todos estos preceptos, estos preceptos maternales de Mi Corazón, porque a través de Mi Espíritu estoy derramando lo que aprendí. 

¿Qué mayor Gracia existe para sus vidas que vivir en la fuerza de Mi Amor, de sentir el calor de Mi Corazón Inmaculado y de poder abrazar a sus almas completamente para darles a beber de la Fuente del Padre, llevándolos a todos en Mis Brazos de Amor?

Que sus almas puedan encontrarse con Mi Hijo, definitivamente. Alivien el Corazón de Mi Hijo, porque todavía está dolorido.

Si ustedes oran e interceden por esta reparación, estarán clamando a Dios, llamando a las puertas de los Cielos para que los ángeles del Padre asistan a las almas en este tiempo. 

Los infiernos aún no se han cerrado. Muchos se están condenando por la modernidad. La falta de ayuno y la falta de penitencia aumentan y más todavía la falta de la oración del corazón. 

Por eso, queridos hijos, vengo desde el Cielo a derramarles la fuerza de Mi Paz y de Mi Amor, abriéndoles los nuevos caminos a sus vidas, porque al final de ese sendero encontrarán a Mi Hijo, que los aguarda.

Como Mediadora ante Dios, estoy orando por su conversión, por su redención, para que alcancen la Misericordia. Y esto lo digo por ustedes y por todos Mis hijos en el mundo.

También les hago a Mirjana e Iván este mismo llamado a la oración, en honra a la conversión.

Les agradezco por responder a Mi llamado, queridos hijos. 

Eleven sus ojos hacia Mi Corazón y permanezcan allí eternamente. 

Los amo y les agradezco.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Despidiendo a Nuestra Señora con las campanadas, vamos a cantar “Magnificat".


Canción: “Magnificat”.


Madre María Shimani de Montserrat:

Bien, vamos a hacer una breve explicación de lo que sucedió hoy durante el trabajo.

Como todos saben, cuando nos reunimos un grupo de orantes tan importante como el de hoy, la Jerarquía Angélica y Arcangélica aprovecha ese momento para realizar una tarea importante a nivel planetario. 

Y hoy, además de eso, la Presencia de Cristo fue muy importante en esa tarea que realizaron las huestes de Luz. 

Como todos sabemos, nuestro planeta necesita de mucha asistencia, y nuestra devoción y nuestro fervor colaboró muchísimo; porque nosotros, de esa forma, clamamos por esas almas. 

El hecho de orar con fervor, colocarse de rodillas en humildad, crea una condición muy importante. Y cuando muchos son conscientes de esa reverencia y de ese amor que hay que tener por Cristo y por nuestra Madre, las puertas de los Cielos se abren de par en par y muchas almas son ayudadas y sacadas de algunos lugares de donde están. Por eso, es muy importante que siempre estemos dispuestos a colocarnos para asistir a toda la humanidad. 

Hemos sentido que la Madre se acerca a nosotros cada día más y estamos percibiendo también, creo que igual que ustedes, que Ella está haciendo promesas importantes por nuestras consciencias. 

Hoy, Ella dijo algo muy importante en Su Mensaje, que había recibido la Gracia del Creador de que aquellas consciencias que le dijeran que sí, que se consagraban a Su Inmaculado Corazón y al Corazón de Cristo, Ella tenía permiso de llevarlas al Reino de los Cielos. 

Necesitamos meditar profundamente en lo que eso representa para todos. Y si nosotros colocáramos eso verdaderamente en el corazón, le daríamos el adiós definitivo al miedo.

Vamos a intentar dar un paso más y animarnos a dar ese sí, para estar permanentemente en los Brazos de Nuestra Señora y después poder transmitir a otros lo que verdaderamente es la salvación.

Muchas gracias a todos, que tengan muy buenas noches.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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