Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que la Gloria de Dios esté en este lugar para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Abriendo las puertas del Universo Celestial, la Consciencia de la Madre de Dios penetra las dimensiones profundas de la Tierra, para traer a las almas una gracia y una oportunidad.

Es que hoy tampoco estoy aquí sola, sino rodeada por las Jerarquías de la Luz, aquellas grandes Consciencias del Universo que contemplan, tiempo tras tiempo, el Plan Divino de Dios y Su manifestación en los diferentes mundos.

Con la gran bóveda del Cielo, hoy bendigo a todas las almas de la humanidad y mientras Mis portales se abren, la Luz de la Nueva Aurora emerge en el corazón de aquellos que creen en ella.

En este momento, una intervención espiritual se establece entre el Universo y la Tierra, entre las almas y Dios. Y una Gracia extraordinaria permea a todos los espíritus de la Tierra para concederles la Paz, la Redención y el Amor vivo de Dios en cada corazón humano.

Es de esta forma que las estrellas de Mi Corona de Luz hoy descienden sobre la Tierra, rodean la órbita de este planeta para encenderlo, no solo en Luz, sino también con todos los atributos de Dios, con las doce principales corrientes de Su Divino Espíritu, que harán de la Tierra un planeta rescatable y una Nueva Humanidad redimida, que finalmente seguirá los mandamientos del Señor.

Por eso escuchen la voz de la Madre de Dios en este día único y extraordinario, en donde no solo sus almas se ven beneficiadas por el Universo Mayor, sino también sus seres superiores que  participan de esta coyuntura; aquellos seres que vinieron a la Tierra con un principio y con una misión, la que en estos tiempos definitivos se revelará para aquel que quiera abrirse a conocerla, porque esa misión y ese principio espiritual serán un aporte importante e imprescindible, diría, una gran tarea espiritual e interior que cada alma podrá donar para Dios con la plenitud de su corazón y de su vida, donándose constantemente al Creador en entrega, en servicio y en sacrificio.

Este compromiso de cada ser de la Tierra es vital para estos tiempos. Es por esa razón, queridos hijos, que las grandes Jerarquías de la Luz, hoy reunidas alrededor de su Madre Celeste, contemplan la gran oportunidad que tienen las almas del mundo, en esta coyuntura universal y cósmica, en donde las almas más despiertas y más disponibles para este nuevo año que comenzará, tendrán la gracia de dar un nuevo paso bajo la bendición de Dios y de Su Divina Confianza, concretando así Sus Principios y Voluntades, materializando Sus Proyectos y viviendo plenamente Su Plan.

No deben perder la oportunidad de comprender lo que Dios necesita, porque Sus Palabras no se desperdician, son agua de Fuente Viva para todas las almas de la Tierra, para todos los congregados por Su Amor.

De universos superiores viene el auxilio para el mundo. Lo desconocido se torna conocido, los Misterios se develan y las puertas se abren, para que el Sagrado Conocimiento de Dios descienda una vez más a la Tierra y esto fortalezca a las almas en su compromiso con el Plan y la vivencia de los Principios de Dios y del Propósito que el Padre tiene para cada ser.

Por eso hablo de que es una oportunidad única e irrepetible, para que este nuevo año que comienza no solo sea permeado por la consciencia y por la sabiduría, sino por la concienciación de todos, sobre lo que verdaderamente deberá suceder para este nuevo ciclo, con el aporte y la colaboración de todas las criaturas de Dios, de todos los servidores de Cristo, de los que quieren plenamente vivir en el Señor, para así, siempre encontrar Su Reino.

En los silencios de Mi Alma es cuando descienden los más importantes códigos y las almas se pueden nutrir de la Verdad.

De esa nutrición espiritual el alma encuentra su camino, retorna a su origen y despierta a la Consciencia Divina, encontrando el sentido de su existencia y la capacidad, cada vez más, de poder amar de verdad y sin condiciones, transcendiendo los límites, las fronteras y las dificultades.

Porque será el amor de cada uno de ustedes al Plan de Dios lo que permitirá que Sus Obras sigan aconteciendo; permitirá que todo pueda suceder y que nada, absolutamente nada, sea alterado por la indiferencia de los hombres o por la mediocre colaboración de las almas.

Para concretar el Plan de Dios y su próxima meta, es necesario de colaboración y de adhesión, de una adhesión verdaderamente interior, para que después sea una adhesión exterior y verdadera que pueda cumplir los preceptos de Dios, según como Él lo ha pensado y lo ha destinado para el mundo.

Pero mientras eso no suceda, hijos Míos, Dios esperará en Su Reino por las respuestas de Sus hijos. Su Reino Celestial debe descender a la Tierra en este tiempo crítico, porque de lo contrario el planeta no sobrevivirá.

Es necesario, hijos Míos, que comprendan más allá de las formas, de la mente, más allá del corazón. Que se puedan unir a la Fuente para encontrar el sentido de Sus principios y la manifestación de Sus Proyectos para estos tiempos agudos de la Tierra.

Todo el conocimiento que ya fue entregado debe ser la base para su reflexión y despertar, para su próximo paso en este año que comenzará, esperando una respuesta sincera y honesta de todos los corazones para con el Padre Celestial, y una respuesta que comprende más allá del conocimiento, que entiende más allá de la sabiduría, que acepta más allá de las formas y que se adhiere de corazón y de forma incondicional a lo que Dios necesita.

Todos esos cambios y todas esas vivencias formarán esa gran respuesta de parte de la consciencia humana, la que concederá de parte de la humanidad, la continuidad de Plan y la manifestación para estos tiempos.

Pero es importante que en este ciclo que termina, cada uno de sus corazones, cada una de sus consciencias, haga una síntesis interior, perciba la realidad, despierte a la verdad y tome conocimiento de lo que necesita tomar conocimiento, no perdiendo la Palabra de la Jerarquía, no perdiendo el sentido del Mensaje, para encontrar las próximas llaves que necesitarán, que abrirán las puertas a las nuevas oportunidades y al descenso de las nuevas gracias que tanto necesita el mundo, y también la humanidad.

No quisiera que en este año terminaran con alguna ignorancia, con alguna incomprensión o con alguna duda.

Deseo que en este año que termina su respuesta sea sincera y verdaderamente honesta para con Dios.

Lo vuelvo a repetir para que lo comprendan y lo acepten, para que lo vivan y especialmente, para que lo practiquen, sabiendo que aún hay mucho para hacer en esta humanidad que está doliente, que está enferma por apartarse del Amor de Dios, por creer en el amor propio, en las fantasías, en las ilusiones, en los espejismos que todo el mundo ofrece día a día, tiempo después de tiempo.

Pero su recapacitación para con la Jerarquía, la concienciación de su respuesta honesta y verdadera, creará nuevas oportunidades, nuevas condiciones de que la Gracia Universal y la Misericordia Cósmica llegue a más corazones de la Tierra y a más naciones.

Recuerden que aún espero poder llegar a Asia y Oceanía y esa meta deberá concretarse por todos para este nuevo año que comenzará.

No  dejaré de venir al mundo hasta poder concretar esta misión espiritual, junto a la unión con todos Mis hijos y bajo la respuesta de todos.

Esto permitirá expandir la Obra en la humanidad, las misiones de servicio y de caridad en regiones tan lejanas del planeta, en donde existe la verdadera desesperación, el caos, la enfermedad, la indiferencia y la soledad de muchos corazones.

Pero ahora, hijos Míos, ustedes que son portadores de la Gracia y de la Misericordia de Dios a través de los tiempos, tienen todas las posibilidades y todos los medios para poder realizarlo, y así también poder duplicar  y difundir este llamado a más corazones en el mundo, que deben despertar a la concienciación de estos tiempos, a la emergencia de estos tiempos, a la necesidad de la vida fraterna y de servicio para con las almas del mundo.

La cura del planeta está en sus manos. El cambio de la consciencia está en su interior y la elevación de esta humanidad está por medio de su oración.

Cumplan con Mis pedidos para estos próximos meses. Sean obedientes y vayan a los Centros Marianos. No dejen que la comodidad los sumerja. Hagan el esfuerzo que es necesario, que es justo, del cual merece Dios, de cada uno de ustedes por todo lo que Él les ha dado en estos últimos once años.

Así, hijos Míos, por más de que esté la tempestad en la humanidad, la oscuridad en el planeta, la tribulación en los corazones perdidos, no Me cansaré de venir al mundo una y otra vez, porque llevaré en Mi Corazón de Madre la respuesta sincera de Mis hijos para poder mostrarle a Dios y así continuar adelante con Su Plan, de que el Reino del Padre viva y more en todos los corazones para que triunfe Su Amor y Su Plan.

Tal vez en esta noche esperaban escuchar grandes cosas, más revelaciones que puede impulsar Mi Corazón. Pero eso será posible, hijos Míos, cuando su respuesta se amplíe, supere las barreras, trascienda los miedos y que ustedes se puedan adherir absolutamente a lo que les digo, sabiendo que por detrás de cada una de Mis Palabras existe un propósito, un sentido y un objetivo espiritual que aún no alcanzan sus consciencias.

Por eso, hijos Míos, abran los sentidos internos, abran el corazón y acojan Mis Palabras con la dulzura del amor por la cual las entrego, para que sus vidas se enriquezcan en Dios y vivan la plenitud de Su Sabiduría. Aún queda tiempo para poder cambiar.

Gran parte del mundo llorará por no haber cambiado, pero si el cambio nace de muy pocos, todos en la mayoría, se sentirán impulsados a cambiar, hasta en lo más pequeño que parezca.

Por eso, hijos Míos, en esta noche de gloria, de júbilo y de amor, en donde los portales del Universo están abiertos para elevar sus consciencias y a todo el planeta, la consagración de los Hijos de María en esta noche especial, es un compromiso irrefutable, intransferible e inmediato. Un compromiso de orar por los Planes de la Santísima Trinidad y de comprometerse en la vida material de espejar esta Voluntad Superior por medio de los actos, de las virtudes, del servicio y de la entrega, que serán los medios que transformarán sus consciencias para poder vivir algún día el Amor Crístico.

Que los que hoy se consagrarán se coloquen a la derecha del altar, y vengan aquí con el ánimo que Yo les entrego, que le entrego a todas las almas, a todos los que Me escuchan y a todos los que Me viven, porque la unidad de nuestras consciencias es donde se construirá el Plan de Dios y se manifestará, y sus bendiciones serán ilimitadas.

Sus Gracias se expandirán en sus consciencias y corazones, y así sus vidas se transformarán completamente conforme a lo que Él ha pensado para cada una de sus esencias.

Por eso, hijos Míos, hoy los consagro para que puedan vivir el compromiso con Dios, en nombre de millones de almas que no lo viven, que están sumergidas al hipnotismo y en la ilusión mundial y que despertarán de golpe a su realidad y vivencia, cuando Mi Hijo retorne por segunda vez a la Tierra.

Pero ustedes tendrán la oportunidad, hijos que hoy se consagrarán, de poder ayudar a esas almas que desconocen, colocándolas en la oración en cada acto de amor y de servicio, para que la Gracia Divina toque esas consciencias y más almas se puedan transformar según Cristo, según Sus Principios de Amor y de Verdad.

Escuchando el himno de su consagración, que la Fuente de la Gracia Suprema se aproxime sobre esta amada Aurora, para que los corazones sientan el gozo de vivir en el Amor de Dios, en la Gracia de Su Sabiduría, la que cura los corazones heridos, cicatriza a las consciencias que fueron lastimadas por el mal, disipa todas las dolencias espirituales e internas.

Aurora, en el Nombre de Dios, les concede la cura interior y la absolución de sus deudas, para que ese compromiso sea verdadero y transparente, amoroso y humilde, siguiendo los pasos de Nuestro Redentor, Jesucristo, el Salvador.

Colocando su mano sobre el corazón reciban la Luz de Mi Espíritu, reafirmando el compromiso con Dios y la meta de materializar Su Propósito para estos tiempos, a fin de que más almas alcancen la cura, la redención y el perdón, así como hoy ustedes, hijos Míos, ante el Universo de Dios lo alcanzan por una Gracia extraordinaria y por una expiación infinita, frutos de la Obra de la Misericordia.

Y hoy los ángeles del Santísimo Hijo transustanciarán los elementos ofrecidos a los pies de la Madre de Dios, los que se convertirán en el Cuerpo Vivo y la Sangre Viva de Cristo, para que las almas se alimenten de la comunión reparadora con Dios y de Su Esencia Sublime, la que es eterna en todo el Universo Creador.

Así como lavo sus almas, lavo sus cabezas, sus manos y sus pies, con la Fuente del Espíritu Santo, para que sus vidas se reparen en la comunión con Nuestro Salvador.

Que la Sangre Divina de Cristo sea vertida como Código de Luz en las almas sedientas del Amor de Dios.

Que el Agua que brotó del Costado de Cristo descienda como cura a los corazones.

En esta noche donde el mundo no vigila ni adora, que el Cordero de Dios, que fue inmolado y llevado al matadero, sea reconocido y adorado por sus fieles seguidores en el mundo entero, para que sus atributos de Gracia y de Misericordia, fuentes de cura y renovación, se expandan en la humanidad para tornarla algún día rescatable y sagrada, así como el Padre Celestial necesita por los siglos de los siglos. Amén.

Coman del Cuerpo de Cristo, beban de la Sangre del Señor y confíen que todo se reparará y se curará conforme como Dios lo ha pensado.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices serán los que en esta noche se sirvan del Señor, Amén.

Padre Nuestro...

Y ahora que fueron consagrados con el Espíritu, sean consagrados con Mi Paz, en la Esperanza, en la Fe y en el Amor de que comprenderán para los próximos meses lo que Dios necesita de ustedes, para que Su Voluntad se cumpla en toda la Tierra y en toda la humanidad.

Yo los consagro, hijos, y los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

En alegría y en júbilo, en nombre de Mi Hijo, se darán el saludo de la paz, para que la paz permee  la Tierra.

¡Les agradezco!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE ÁVILA, ESPANHA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN E HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu mirada en Mi Corazón para que encuentres el Universo de Mi Paz.

En este día Yo soy la Señora del Monte Carmelo, la que cuida de la vida religiosa y también de la evolución de las almas.

Por eso hoy he venido con el Reino de Mi Paz, para que tú te animes a ingresar a él y sentir, en confianza, tu verdadero origen.

Esta es la Casa del Padre, en donde todo se crea y se recrea.

Este es el plano y la dimensión en donde todo existe y nunca nada está separado; porque aquí, en este lugar, surge la Fuente Primordial desde donde todo este Universo que fue creado proviene, desde el momento en que el Padre emitió Su Pensamiento y Su Sentimiento de Amor para que todo existiera, así como también Sus criaturas, tan semejantes a Su Consciencia Divina.

Es de este Cielo Superior desde donde hoy provengo como Madre y Señora del Monte Carmelo, para fortalecer la espiritualidad de las almas.

Hoy Me muestro así, ante sus ojos internos y ante sus corazones, para que puedan ver que existe algo mayor y que para muchos es desconocido.

En este lugar también está Cristo, vuestro Señor, vuestro Maestro y Soberano.

Desde allí Él rige con las Leyes del Padre los Universos y los comanda, para que existan la fraternidad, el amor y la unidad.

En este Cielo no todos pueden entrar, pero existen otros Cielos que están abiertos para recibirlos.

Les muestro este Cielo del cual hoy provengo, porque es hacia donde llevaré a los que Me he aparecido a través de esta Obra, para que junto a Mí, y en el próximo mundo que no será material, Me sigan sirviendo y sigan respondiendo al llamado, que no solo es por la humanidad futura, por la próxima humanidad, por la próxima raza, sino por todo lo que vendrá después, para este Universo y más allá de él.

Cada una de las almas tiene un lugar en el Cielo que debe conquistar con su sacrificio, con su entrega, con su renuncia, y sobre todo, con la oración.

Si no existen estas bases en sus vidas, ¿cómo podrán ingresar hacia esos Cielos, donde su vida espiritual e infinita continuará junto a los ángeles bienaventurados, junto a los Sagrados Corazones, que desde ese lugar claman al Padre por una Gracia mayor para la humanidad?

Aunque para muchos parezca que en esta vida material muchas cosas no tienen sentido, o no tienen importancia de ser vividas o experimentadas como sacrificio y entrega, hoy les digo, queridos hijos, que todo eso tiene mucha importancia para Dios; porque es el testimonio y la forma de que paguen sus deudas del pasado, y que a través de la Divina Misericordia que surge de esa Fuente Primordial, pueden ingresar en el próximo mundo a los Universos que hoy les ofrezco con tanta misericordia, gracia y amor.

Hoy, todo lo que rodea Mi aura celestial es sublime e infinito, es cósmico y superior, porque en ese lugar se vive la igualdad, la justicia, la hermandad y el equilibrio.

Todo está en su lugar para que pueda despertar y evolucionar, así como Dios lo piensa y lo siente. Solo que el mundo y la humanidad está con su mirada hacia otras cosas, y el tiempo de la definición se aproxima, y dependerá de cada uno de Mis hijos que puedan dar ese gran paso hacia su misión espiritual y hacia su camino, que continuará en las estrellas.

Mientras tanto, vengo hacia ustedes a llamarlos, para que Me sigan en confianza y fe, porque de esa forma en los planos internos podré llamar a toda la humanidad, y sobre todo, a la que está más dormida y lejos de Dios, sin conocer el verdadero amor, la verdadera existencia, y el verdadero sentido de estar encarnados en este tiempo, y en este ciclo final.

Todas las pruebas que vivan los fortalecerán.

Todas las dificultades que experimenten los harán crecer, para que puedan encontrar el camino y el sentido de estar respondiendo a algo mayor y sublime.

Desde este lugar de donde hoy provengo, desde uno de los siete Cielos del Creador, vengo a llamarlos para que puedan ampliar la consciencia de su caridad y servicio para con los demás, porque es necesario ayudar a un mundo que sufre y que agoniza, día a día.

Vengo a enseñarles a generar, a través de los buenos ejemplos y no de las resistencias, los méritos necesarios para poder ingresar hacia los Universos que Dios tanto espera en el próximo mundo.

Adquieran prontamente un espíritu de caridad y de servicio para con los demás, y aprendan, en estos tiempos, a cuidar de la Obra de Dios en todos los detalles, porque cada cosa que hagan en este tiempo influenciará mucho en el Plan.

Ayuden a que el destino de este Plan se cumpla como está pensado.

Ayúdense a ustedes mismos para que pueda concretarse el Plan.

En este Universo del cual hoy provengo suceden muchas cosas que son desconocidas para la humanidad consciente.

Aquí se guardan proyectos, ideas y tesoros que emana el Creador directamente de Su Fuente, de forma permanente y continua.

De lo que les hablo son los designios que nacen de Su Corazón Eterno, para que en todas las manifestaciones de Su Creación se puedan cumplir, y las almas finalmente conozcan la esencia del Amor, que en este tiempo deben conquistar con esfuerzo y sacrificio.

Eso, al menos, por tan simple que parezca, hará de esta humanidad una humanidad redimible; generará una posibilidad para que nuevas Leyes del Universo puedan actuar en un mundo infernal e indiferente.

Pero a pesar de todo, queridos hijos, Mi Corazón es incansable, Mi paciencia es infinita y Mi propósito por ustedes es aún mayor, y trabajo por ello.

Quisiera que Mis palabras no pasaran, como han pasado otras palabras u otros mensajes.

Necesito que interioricen Mis mensajes y que puedan comprender, a través de sus corazones, todos los símbolos que Yo les revelo, porque de esa forma estarán conscientemente preparados para poder ver las señales que el Universo mostrará en poco tiempo.

Y a pesar de eso, el planeta no dejará de sufrir.

Necesito que Mis siervos y que los apóstoles de Cristo correspondan a cada necesidad que se presenta en estos tiempos, por más simple que parezca. Si no lo hacen, queridos hijos, no estarán creciendo interiormente sino que se estarán estacionando evolutivamente.

Y ustedes deben seguir creciendo para poder abrazar nuevos principios y nuevos propósitos que Dios les mostrará en los próximos años.

Sus vidas, ya no son sus vidas; sus caminos, ya no son sus caminos; sus decisiones, ya no son sus decisiones.

Aprendan a ser en Cristo, para que Él pueda estar en ustedes, y así, actuar. Y tengan consciencia, discernimiento y sabiduría para no equivocarse, ni errar.

Los invito a ser celadores de un Propósito desconocido.

Los invito a ser columnas de una Obra infinita, que no solo comienza y termina en una aparición, en un mensaje, o en una liberación de una región, de un país, de un pueblo, de un sufrimiento, o de una cultura.

Necesito que con las bases de instrucción que han recibido en los últimos treinta años y en los últimos tiempos, puedan actuar así como Dios lo necesita.

La exigencia será mayor, pero el consuelo será muy grande.

Mi Corazón Inmaculado será la fortaleza de los consecuentes, de los que dicen "sí", sin pensarlo tanto, y de los que responden espontáneamente, sin ninguna resistencia a vivir lo nuevo, lo renovador y lo transformador.

Quisiera que acogieran en sus corazones los Designios de Dios, así como Mi Corazón Inmaculado los acoge en esta hora, como la Sagrada Señora del Monte Carmelo, que vuelve a entregarles el símbolo del escapulario de la paz, para que las almas puedan tener sobre sus cuerpos la unión entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y las almas, entre este Universo y el Paraíso.

Vengo así, hijos Míos, a prepararlos para un tiempo en el cual solo podré observarlos.

Vengo para que maduren rápidamente, que puedan sentir y comprender lo que vivirán en el futuro y que tengan como fortaleza para las pruebas que llegarán los misterios del Infinito, del Universo que los aguarda y los aguardará siempre, porque ellos son sustentados por la Fe y la Esperanza del mismo Dios, su Padre Creador.

Vengo a prepararlos para un tiempo en el cual Mi voz ya no resonará sobre el mundo, pero el eco de Mis palabras deberá estar dentro de ustedes.

Todo lo que les dije a lo largo de estos años y de los años que vendrán, debe quedar impreso en sus consciencias y reflejarse en sus vidas como acciones puras y simples, de corazones que están despiertos para cumplir el Plan de Dios.

Hoy los coloco delante de un portal que la humanidad desconoce, porque los corazones están mucho más dispuestos hacia las cosas del mundo, que para los Misterios de Dios.

Por eso vengo hasta aquí, para renovar la fe de la humanidad, para renovar su compromiso con el Plan Superior, para renovar la espiritualidad de este mundo, que está tan degenerado, por los pocos Principios Divinos que aún resuenan en los corazones.

Vengo, hijos, para renovar las religiones, para renovar las almas en una unidad con Dios, con Su Plan; para retirar de los templos y de las iglesias la voluntad humana, para que reine, finalmente, la Voluntad Divina, como debería ser desde el principio.

Vengo para ayudar a retirar del templo de sus corazones su propia voluntad, para que reencuentren el propósito que los hizo llegar a este mundo.

Y es con las cosas simples, hijos Míos, aunque puras y verdaderas, que conseguirán cumplir con lo que les pido y vivir lo que les digo.

Muchos quieren encontrar los Misterios Celestiales solo con el rebusque de la mente, pero se olvidan de la simplicidad del corazón, de construir este camino con los escalones de una oración verdadera, del servicio al prójimo, de la comprensión de las miserias de sus hermanos, para curar, en sí, lo que esperan ver curado en el otro.

Este Reino sublime que hoy tienen delante de sus ojos es solo uno de los muchos Reinos que están disponibles para que el corazón humano ingrese.

Pero ese corazón no puede estar impuro, debe curarse, para expresar aquel pensamiento perfecto que Dios emanó al crear Sus criaturas, Sus hijos, que deberían ser la esperanza para la evolución universal.

Este proyecto es un gran desafío para la Consciencia Divina; tanto como lo es para cada uno de ustedes. Pero acuérdense, hijos, que si la Esperanza de Dios aún está sobre la humanidad, y aún en silencio Sus Ojos continúan colocados sobre el mundo, aún está al alcance de cada uno de ustedes vivir esta pureza de la cual les hablo, y esta verdad que les presento.

Hoy vengo a preparar sus espíritus para una misión más amplia, más profunda, en la cual conduciré la consciencia humana a Universos desconocidos.

Pero para eso, hijos Míos, necesito que comprendan y que vivan, definitivamente, los primeros pasos de su consagración al Plan Divino.

Quiero llevarlos a Universos Superiores, a realidades mayores, para que la humanidad ya no esté ignorante de lo que es real.

Por eso preparo hoy sus corazones, por eso les revelo y les anuncio los símbolos que se manifestarán en el futuro, para disipar la incredulidad de los corazones y que puedan guiar a otros en el momento en que todo acontezca.

Confíen en Mis palabras y esfuércense para despertar la fe, la simplicidad y la humildad en sus espíritus.

Si tan solo oraran conmigo, la misma oración de sus corazones, unidos al Mío, los libertará del pasado que aún los oprime y les impide vivir lo que les hablo.

Hoy, hijos Míos, como Nuestra Señora del Carmelo, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Señora y Madre de todos los espíritus consagrados, concedo una Gracia especial a todos Mis hijos religiosos de este mundo, para que puedan liberarse de los atavismos del pasado y que su consagración sea verdadera; para que todas las cofradías, monasterios, conventos, templos, de verdadera unión con Dios, se tornen esas columnas de luz que sustentarán el mundo, y que allí se viva la Verdad y no la mediocridad humana.

De esa forma, hijos, hoy les pido que se unan a Mí, en una oración verdadera, por la consagración de la humanidad; para que los corazones estén listos para que, en un futuro próximo, encuentren a Cristo, cara a Cara, sin culpas y sin miedo, por no haber ehcho lo que Él esperaba de Sus compañeros.

Prepárense y esfuércense, para que su Señor los encuentre cristalinos, perseverantes en su meta y dispuestos a despertar el amor que hace valer cada gota de Su Sangre derramada en la Cruz; que hace valer cada Sacrificio Suyo que se hizo eterno, a lo largo de los siglos, en el Universo y que hace valer Su Retorno a la Tierra para enfrentar el mal con la potencia de Su Amor y rescatar los corazones humanos.

Dejo para ustedes este mensaje como una preparación para lo que vendrá, en poco tiempo.

Todos los símbolos posibles son revelados, para que la humanidad tome consciencia y de el paso.

No sientan frustración por lo que no pueden hacer.

Sientan alegría y júbilo por lo que son llamados a vivir en estos tiempos, sabiendo que el beneficio de su sacrificio y entrega, de su renuncia y de su donación, es para los demás; para los que son desgraciados por no tener la Gracia de Dios, como ustedes así la tienen, y deben cuidar, preciosamente, a cada momento y sin abusar de ella, porque todo esto es parte de un misterio del cual ustedes participan, y que proviene de este Cielo Mayor que hoy les traje para que conocieran, en simplicidad y amor.

Que sus ojos se puedan abrir a lo que deben descubrir de ustedes mismos y seguir transformando, con valentía y sin miedos a enfrentarlo, porque la fuerza de Mi Divino Espíritu siempre los ayudará.

Siempre estoy fuera, frente a la puerta de su mundo interno para poder ingresar; solo les pido que la abran para que Mi Luz y Mi Maternidad todo lo pueda transformar.

Que el Señor escuche nuestras súplicas por una humanidad futura.

Que los Reinos de la Naturaleza puedan ser restaurados.

Que el planeta, como consciencia, alcance su evolución y que los mil años de paz finalmente desciendan, para que las almas vivan en el gozo de encontrar a Cristo, en su interior.

Que nadie pierda la oportunidad de vivir este misterio.

Que los no redimidos se puedan redimir pronto, y que los que ya se redimieron puedan avanzar, sin tener miedo de perder el control, el poder o su propia soberanía.

Que las riendas y las amarras del pasado sean liberadas.

Que los apóstoles que son autoconvocados puedan caminar libres hacia el portal del infinito, en donde los espera, en el otro lado, una nueva etapa, que será preparar el Retorno de Cristo.

Que sus labios nunca se cansen de orar.

Que sus mentes nunca se cansen de elevar.

Que sus sentimientos sean cada vez más puros y que permitan que la Luz Divina pueda ingresar, para que cada partícula, cada átomo y cada célula se transfiguren, en Cristo.

Les agradezco por responder a Mi convocatoria y desde las puertas del Castillo Interior en Ávila, los bendigo y les doy la Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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