MENSAJE DIARIO EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mientras las Puertas del Cielo se abren por la oración de todos Mis hijos, otras puertas se abren hacia los abismos para hacer que las almas se pierdan.

Las puertas del mal son abiertas por las alianzas de los enemigos con otras consciencias, lo que cambia abruptamente el destino de la humanidad.

Todos los seres de la Tierra son responsables de que eso suceda, pero el poderoso caudal de la oración no permite que esas realidades se expandan por el mundo. La oración, la comunión reparadora y la adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo evitan que muchas más almas se comprometan con esa realidad que hace perder al mundo su espíritu de pureza.

Mi Corazón clama todos los días a todos los orantes para que Me ayuden amorosamente a cerrar las puertas de la mentira, de la superstición, del falso poder y de una conquista del planeta que es desmedida y mezquina.

Quisiera, hijos amados, reconocer en cada orante la llama interior que, a pesar de los tiempos difíciles, nunca deberá apagarse. Desearía que a partir de ahora fueran Mis soldados de la paz, que sus vidas ejemplifiquen las enseñanzas de Cristo y que ya no siendo los mismos, sean depositarios del caudal de la Misericordia del Redentor.

Si tal respuesta no se diera, la propia humanidad, la raza misma deberá aprender y comenzar de nuevo, después de testimoniar su propia autodestrucción. La bomba atómica en aquel tiempo, fue el resultado más grave de la falta de consciencia, de amor y de piedad para con la humanidad.

La crisis de Medio Oriente, a los ojos del mundo, es la más grave situación de aniquilación y de destrucción del espíritu de las familias.

¿Y hasta cuándo sucederá esto?

Por ese motivo Yo vengo nuevamente para interceder delante de Dios por el mundo. Pero esta vez vengo para interceder por los inocentes y no por los injustos. El castigo de Dios será grande para aquellos que siguen modificando la Creación.

El mundo como totalidad no conoce el poder del Universo, no conoce el descenso de la Ley sobre la Tierra. Antes de que eso suceda, Yo vengo para intentar que la humanidad no se vuelva a autodestruir; lo que dejaría al planeta en otro estado.

Quisiera que todos, sin excepción de credo, raza o nación, pudieran apoyar esta convocatoria celestial por la paz.

Espero que hayan comprendido el clamor de Mi Corazón. La copa ya no solo está rebasando, sino que ahora su veneno compromete a otras naciones.

¡Les agradezco por buscar la Paz!

En petición y ruego permanente,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz