Como Madre de las culturas, Madre de las naciones, Madre de todos los pueblos, Madre de todos los Reinos, Madre de las montañas, Madre de las aguas, Madre de la naturaleza, vengo a su encuentro, hijos Míos, para establecer Mi Paz en los corazones de los que sufren por no encontrar su lugar y su propósito en el mundo.
Vengo por los pueblos que fueron forzados a abandonar sus tierras y, con ellas, su historia, su cultura, su propósito espiritual, y que hoy luchan por encontrar en sí la fortaleza que les permite permanecer en la vida con un sentido humano e interior.
Vengo como la Señora de la Paz, la Señora de la Luz de Roraima, porque desde este Sagrado Tepui irradio la Luz al mundo y sobre todo a los Reinos de la Naturaleza.
En el interior de Roraima, su Madre Celestial encuentra morada, silencio, reparación y restauración de la vida.
En el interior de Roraima, su Madre Divina tiene Su Recinto Interno, desde donde intercede por el don de la vida para todas las criaturas.
Desde el interior de Roraima, oro constantemente, en unidad con seres de luz, bienaventurados de Dios, que permanecieron en espíritu y consciencia en el planeta para auxiliar a la evolución humana hasta que la humanidad despierte su potencial y pueda ser capaz de sustentar este mundo por sí misma, con grados de amor, unidad y fraternidad verdaderos.
La Luz silenciosa de Roraima sigue sustentando gran parte del planeta y sobre todo de las Américas. Su canal de intercesión concede a los seres la posibilidad de reencontrar a Dios y a toda la naturaleza la restauración y la renovación de su esencia primordial y original.
Desde el corazón silencioso de Roraima, su Madre Divina sustenta el don de la consagración de las almas e intercede incesantemente por los que aspiran a encontrar a Dios. Y cuando les hablo de consagración, no hablo solo de la consagración religiosa, sino de la consagración de la consciencia, del corazón, que puede ser vivida en todas las culturas, en todos los pueblos, en todas las religiones que buscan, de forma sincera, el Amor y la Verdad del Padre.
Desde el corazón silencioso de Roraima, su Madre Divina ora por la consagración de la Tierra y sus criaturas, y hoy les vengo a pedir que Me acompañen en esta misión de irradiar la Luz de Roraima al mundo, a través de la fundación y de la manifestación del Centro Mariano Luz de Roraima, que deberá erguir su casa de oración en medio de la naturaleza de este lugar sagrado, desde donde clamará e intercederá junto a Mí por toda la vida, por todos los Reinos, por todos los pueblos.
Es primordial, hijos Míos, y hasta les diría urgente, que el Centro Mariano Luz de Roraima esté con sus portales abiertos a las almas, creando un puente entre la vida interior de la Tierra, la vida de superficie y la vida inmaterial y espiritual.
Así como su Madre Divina encuentra morada en el interior del Monte Roraima, construirá la contraparte física de esta morada en el corazón de la Comunidad-Luz Flor del Sagrado Tepui de Roraima, para que su Centro de Luz sea irradiado al mundo entero.
Que aquí los pueblos originarios encuentren no solo alivio, sino también reparación, restauración e inspiración espiritual.
Que aquí reencuentren su propósito y la fortaleza interior para que no se pierdan.
Que aquí los Reinos de la Naturaleza encuentren paz y sustentación interna para seguir su camino evolutivo siempre en ascensión.
Que aquí la vida consagrada encuentre el Agua de Vida para nutrir su propósito interior.
Yo estaré unida y agradecida a cada hijo Mío que ayude a construir las bases de este sagrado recinto de Luz, Luz de Roraima.
Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Su Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimoseptimo poema
Querida Señora de la Luz,
Virgen protectora de las vocaciones,
despierta en nosotros la alegría inmutable de servir a Dios,
despierta en nosotros la fe inquebrantable
que Tú viviste por el Plan del Creador.
Señora de la Esperanza,
despierta en nosotros la convicción permanente
de estar cumpliendo con la Voluntad de Dios,
despierta en nosotros la renovación interior
para servir incansablemente a Tu amado Hijo.
Señora de la Luz y del Amor incondicional,
despierta en nosotros actos de Amor y de Misericordia
cada vez más profundos,
para que también seamos merecedores de la Paz.
Señora de la Luz y de la Confianza,
enséñanos la misma confianza que Tú viviste con humildad
para que, podamos sentir, más allá de todo,
que Dios está en cada momento,
participando de la vida de Sus hijos.
Señora de la Luz y de la Obediencia,
ayúdanos a despojarnos y a desprendernos
de todo lo que consideramos propio.
Que, en entrega, nos abramos
para aprender a obedecer sin reclamar,
solo siguiendo amorosamente los pasos
que indique Tu Hijo.
Madre, destierra de nuestra consciencia,
la voluntad propia para que vivamos en paz.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Yo siempre triunfaré por encima de todo mal, porque la humildad y el cariño de la Sierva de Dios por todos Sus hijos es muy grande y desconocido.
Así seguiré pisando con Mis Pies a la astuta serpiente y la haré sucumbir en su propio infierno porque, así, nunca lastimará a Mis hijos.
Soy la Guardiana de las Puertas de los Cielos y en Mi Corazón proclamo la Voluntad de Dios y el advenimiento del retorno de Mi Hijo.
Soy la Sierva de Dios, incansable, la Señora de la Luz que con Sus siete espadas derrota al mal y no deja que él se aproxime a los corazones simples.
Porque la humildad de los corazones también salvará al mundo y hará triunfar en la Tierra al Reino de Dios, así como es victorioso en los Cielos.
Nunca piensen que los abandonaré. Al contrario, hijos, soy la Madre de todos, la que con Sus simples pies pisa la cabeza de la maldad y del engaño.
Deseo que más corazones estén Conmigo en este tiempo, que más almas despierten a su realidad espiritual.
Por esa causa están Conmigo al frente de la batalla para que, como Mis soldados, hagamos triunfar el poder del perdón y de la Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Señora de la Luz y con esta Luz, que proviene de Dios, ilumino los caminos de Mis hijos.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz guío los caminos de los servidores de Cristo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz deposito y derramo los Dones de Dios en las almas más necesitadas del mundo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz establezco el Reino de los Cielos, primero en el mundo interno de cada ser y luego en la consciencia del mundo.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz les indico a Mis hijos el camino de ascensión y de redención, porque así las consciencias se liberarán del pasado.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz cumplo la promesa del surgimiento de la Nueva Humanidad.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz atraigo desde el Universo Celeste lo que más necesita la humanidad, con el fin de que surjan los nuevos patrones que harán cambiar la consciencia del mundo.
Soy la Señora de la Luz y elevo a Mis hijos hacia la Fuente del Amor. Esa Fuente puede estar más próxima del mundo cuando los corazones se rinden a Mí.
Soy la Señora de la Luz y con esta Luz decreto el comienzo de un nuevo ciclo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Soy la Señora de la Luz y, con la Luz que traigo al mundo, disipo y purifico completamente todas las fuerzas del caos.
Soy la Señora de la Luz y, con la Luz que traigo al mundo, despierto en las esencias la Gracia de la redención.
Soy la Señora de la Luz para poder iluminar sus caminos y consciencias hasta que, por sí solos, encuentren la puerta de ingreso a la Casa Celestial del Señor.
Soy la Señora de la Luz y, con la Luz que traigo al mundo, aparto a Mis hijos del peligro inminente para que todos despierten a la verdad.
Soy la Señora de la Luz y dejo en evidencia todo lo que precisa ser liberado, hasta que se cumpla la venida de Mi amado Hijo.
Soy la Señora de la Luz y reflejo en el mundo la Luz de Mis Espejos, para que la raza reciba los códigos de Mi Asunción y de Mi Divinidad, códigos que ayudarán a las almas a sentirse dignas ante el Señor.
Soy la Señora de la Luz y concibo en Mi Vientre de Luz a una Nueva Humanidad, con el fin de que se cumpla el Proyecto pensado por el Creador.
¡Les agradezco por beber de la Fuente de Mi Luz Maternal!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más