MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Después de que Jesús curó la ceguera de una pobre y simple mujer, acordó con las doce santas mujeres que acompañaban a Mi Divina Consciencia, que se encontrarían el domingo de noche en la casa de una de ellas, para terminar de preparar la gran tarea que Él realizaría por la humanidad: Su Divina Pasión.

Las doce santas mujeres, después de haberse desposado con Jesús en Betania, salieron en peregrinación por otro camino que las conducía hasta Jerusalén. Con oraciones, ayunos y sacrificios, las santas mujeres, junto con María y durante el camino a Jerusalén, comenzaron a vivir éxtasis inexplicables, lo que las hacía más conscientes de la Pasión que viviría su Santo Esposo Espiritual.

Mi Divina Consciencia fue relatando a lo largo de la peregrinación, las visiones que el Padre Eterno, a través del Arcángel Gabriel, Me enviaba sobre el duro momento y sobre la agonía que viviría Cristo.

Sin saberlo, las doce santas mujeres, que caminaban rezando y ayunando hacia Jerusalén, comenzaron a vivir de una forma anticipada la Pasión de Jesús.

El día domingo por la noche, ellas recibieron del propio Jesús, y a través del legado que dejaría Mi Divina Consciencia, todos los detalles sobre la preparación de la Última Cena. Percibieron las indicaciones para esa ceremonia por intermedio de sueños y por directa orientación de sus ángeles de la guarda.

Eso permitió que estuvieran en comunión perpetua con el Sagrado Corazón de Jesús, hecho que, en el final de los tiempos, repercutiría en todo el género femenino.

Antes de llegar a Jerusalén, las santas mujeres le declararon a María la unión interna con Su Corazón de Madre y le confirmaron que compartirían, con Ella y por Ella, todos los martirios y dolores que la Santa Madre viviría con el fin de aliviar a Su Amadísimo Hijo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los unifica,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Los códigos divinos guardados en el Santo Grial o en el Sagrado Cáliz ayudarían a revertir muchas situaciones en la humanidad; solo que aún no está en la consciencia de la humanidad lo que significó para el universo el momento de la Última Cena.

Ese evento, que fue sublime, le dio al planeta la oportunidad de reconectarse con el Padre y de recordarlo continuamente como el momento de la redención de la humanidad a través de Su amado Hijo.

En estos tiempos, el contacto interno con el Santo Grial podría llevar las situaciones irreversibles a otro estado de consciencia y poner a la vida humana en el momento de dar un salto en su evolución.

El Santo Grial es ahora un instrumento divino que Dios utiliza para que Sus hijos puedan reconectar sus esencias con la Fuente.

Para eso, el ejercicio de pensar y de meditar en la Última Cena ayudará a los orantes a ingresar en otro estado de consciencia y a generar en el propio espíritu la comunión con el Creador y con toda Su Creación.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los despierta a la vida divina,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN FRANCISCO, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El Santo Grial: Instrumento de la Divinidad y de una Legendaria Hermandad

Desde el momento en que Cristo tomó en Sus Manos el Santo Grial, para que el mismo fuera el depositario de todos los códigos crísticos de la redención, desde ese momento la Consciencia Arcangélica de Miguel estableció de manera definitiva entre las almas y Dios, una unión espiritual, capaz de sostenerse interiormente a lo largo de los tiempos, sin poder ser quebrantada por ninguna otra fuerza contraria.

Esta alianza espiritual, esta comunión celestial, que fue celebrada por el propio Arcángel Miguel con todas las almas a través del potentísimo Hijo Primogénito, cerró un ciclo decadente e involutivo de la humanidad.

Fue así que a través del Santo Grial se establecieron en la Última Cena siete nuevos principios que todas las almas en redención, y sobre todo las que buscarían esta comunión con Cristo, podrían vivir conscientemente.

El primer principio que el Santo Arcángel Miguel estableció fue el principio de la Reparación, que es la Gracia de poder restaurar, por medio de la comunión, la alianza de las almas con Dios.

Segundo, el principio de la Redención, la oportunidad de saldar todos los pecados a través de una confesión sincera con Cristo.

Tercero, el principio de la Liberación, oportunidad de desprenderse para siempre de todas las cadenas que atan a las almas a los abismos de la Tierra y a todos los infiernos.

Cuarto, el principio de la Cura, el momento culminante para restaurarse espiritualmente a través del amor y de la unidad con Dios.

Quinto, el principio de la Ascensión, la oportunidad de elevar la consciencia de dimensión y de vibración por medio de la fusión interior con el Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo.

Sexto, el principio del Perdón, la posibilidad de cerrar ciclos pasados y de permanecer en el eterno presente para vivir la reconciliación de la propia consciencia con el Universo Celestial.

Séptimo, el principio de la Rehabilitación, la capacidad de aceptar por completo el servicio al Plan Divino y el cumplimiento por medio de todas las fases del Propósito Mayor.

A través de estos siete principios, el Arcángel Miguel por medio del Santo Grial que fue transfigurado con la Sangre Preciosa de Cristo, Sangre que fue derramada en aquel momento. El Arcángel quiso mostrarle a la humanidad el valor incalculable que tendría la Pasión de Jesús y todos los beneficios espirituales que el mismo acontecimiento le aportaría a través de los tiempos.

Es así que el Santo Grial es un instrumento universal, un símbolo cósmico y divino, capaz de despertar en nosotros los códigos crísticos, aquellas emanaciones de amor-sabiduría que surgieron de la Fuente de donde provienen todas las criaturas del Universo.

Es hacia esa poderosa Fuente que el Santo Grial, este poderoso instrumento, nos conduce y nos comunica en esencia y que, en este momento, los santos ángeles y las elevadas consciencias del Universo Espiritual lo están transportando reverentemente por cada una de las naciones de América, hasta llegar a los Estados Unidos; con el fin de atraer hacia la humanidad el recuerdo de retornar a los principios de la cristiandad y de la pacificación, delante de los acontecimientos planetarios que la raza humana está viviendo.

El Santo Grial que es divino y espiritual, es trasladado amorosamente por una Hermandad Angélica, la misma que en el momento culminante de la Última Cena de Jesús con Sus apóstoles, presenció la tarea oculta y positiva que el Santo Arcángel Miguel realizó en el propio Jesús.

Esto le proporcionó al mundo, desde aquel momento, la oportunidad de recuperar la comunión con todos los santos y ángeles, para que un equilibrio mayor se estableciera en la consciencia de la humanidad.

El Santo Grial trae esos tipos de corrientes celestiales para una humanidad que en estos tiempos despertará de forma intensa por lo que le tocará vivir.

El Santo Grial nos recuerda que debemos ser como Espejos capaces de reflejar, en el planeta y en toda la raza humana, los principios que la Fuente Divina proporciona a la humanidad.

El Santo Grial continúa desde hace algunos días, en una sagrada peregrinación espiritual por las Américas, para que algunos sucesos no se precipiten y todo se pueda equilibrar.

Este acontecimiento, que no solo es universal sino también divino, permitirá abrir las puertas para que los estados corruptos de la consciencia puedan ser liberados, curados y redimidos, y así la consciencia planetaria pueda recuperar ciertos valores que ya están perdidos.

En su totalidad este acontecimiento puramente espiritual e interior es amparado por el Santo Arcángel Miguel.

Y ahora que los Mensajeros Celestiales esperan la llegada del Santo Grial a los Estados Unidos, los corazones de esta nación se preparan para recibir este último y gran impulso de Luz y Redención.

Su Madre Santísima agradece la comunión que las almas han tenido en estos últimos días con este Santo Instrumento de la Hermandad.

En Unidad y Amor, les agradece por responder al llamado final,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE ENTRE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA Y LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren para que el Plan de Dios se cumpla, contemplando, en el Universo, el Propósito perfecto que el Creador tiene para cada una de Sus criaturas.

Reencontrarse con los Mensajeros Divinos y estar en presencia del Padre Eterno, a través de la Puerta de Luz y de Paz que abrimos para el mundo, significa recobrar la pureza y el potencial de amor que les fue entregado a las criaturas en el comienzo de todo y que, un día, se perdieron en los corazones de muchos.

La tarea de los Mensajeros Divinos en este tiempo es más profunda y a veces incomprensible e invisible para la mente humana; porque llegó el momento definitivo para el planeta, cuando la evolución de todos se definirá según las respuestas dadas a las oportunidades recibidas.

Muchos se abren de corazón, aunque sea por un pequeño instante y eso ya es suficiente para que la semilla de un nuevo ser sea sembrada en su interior. Ahí está la eterna esperanza de Dios y de Sus Mensajeros: saber que, a pesar de que la humanidad está tan adormecida, también existe la posibilidad de que despierte de forma más simple de lo que imaginan.

Los Mensajeros Divinos se dirigen hacia Centroamérica para que los que perdieron su vínculo con Dios puedan recuperarlo. Que aquellos que, en el principio, se comprometieron a manifestar Su Plan puedan cumplirlo. Que aquellos que deben convertirse en Nuevos Cristos y que caminan detrás del Señor en todos los tiempos, puedan recordar su misión.

Existen misioneros dispersos en el mundo entero y llegó la hora de llamarlos por el nombre, uno por uno, para que cumplan con su misión.

Nuevos y potenciales Cristos despertarán en este tiempo: consciencias que vivirán el amor y la unidad con Dios más allá de sí mismos; que amarán al prójimo y que darán sinceramente la vida por sus amigos. Consciencias que repartirán el Pan junto a Cristo y que se unirán a ustedes en esta mesa para compartir el Cáliz del sacrificio y de la entrega a Dios, y así hacer que el plan del enemigo se desintegre y que las almas ya no se pierdan de Dios.

Les advierto sobre estos acontecimientos y les agradezco por orar para que este Plan se cumpla.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En este día jueves en donde recordamos la Última Cena del Señor, vengo para pedirles que a través de su ofrecimiento sincero y simple, el Corazón de Mi Hijo sea reparado de todo lo que Él ve de este mundo infiel.

Es así, Mis hijos, que estando ustedes postrados como los ángeles a los pies del altar de la Última Cena, rememoren ese momento dando gracias a Dios por Su insondable e infinita Misericordia.

Queridos hijos, les pido que en este acto coloquen al mundo entero, sin olvidarse de cada consciencia que necesita de la Gracia de Mi Hijo.

Con sus ojos en Mi Corazón vean a través de él cómo se encuentra el mundo, totalmente olvidado de la Faz de Dios, la que mira todos los días a la Tierra para encontrar algún corazón receptivo a Su sagrada convocatoria.

Los invito, a pesar de todo, a buscar a Dios y a Su bendito Reino, para que sus almas sean partícipes de esa perfecta comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Mis amados, tengo esperanza de que con cada acto de reparación el Padre derrame Su inmaculada Gracia sobre todo el planeta y sobre quien necesita en esta hora de amor y de salvación.

Los acompaño, en adoración a Mi Hijo, en este día en donde junto al Señor del Universo celebramos la memoria de la Última Cena.

El Padre por siempre y para siempre sea alabado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los contempla,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN ESTEVE, MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En el séptimo cielo del universo espiritual se manifiesta la Iglesia Celestial de Cristo, que muchos ángeles veneran. Es un espacio que reúne los dones y los verdaderos dogmas de la fe a través de la vivencia de los Sacramentos espirituales.

En la Iglesia Celestial de Cristo se viven estados de profunda ceremonia, religiosidad y sacerdocio entre las almas ya santificadas y Cristo. Es un principio ya establecido como ley de comunión permanente con la sublime Divinidad de Jesucristo.

En la Iglesia Celestial de Cristo se veneran los tres aspectos principales de Cristo.

El primer aspecto venerado es el Sagrado Corazón de Jesús, que es el principal símbolo vivo del Amor de Dios expresado para toda la Creación.

El segundo aspecto venerado es el Alma de Cristo, que es la manifestación suprema que permite la unión entre las criaturas y Dios.

El tercer aspecto venerado es la Divinidad de Cristo, que es el estado que alcanzó la total realización de la obra redentora de la humanidad.

En la Iglesia Celestial de Cristo la consciencia angélica participa y promueve para las almas bienaventuradas la constante plenitud de permanecer en Cristo eternamente.

Esta Iglesia Espiritual y Divina fue la misma que Jesús intentó instituir en la Última Cena. Él quiso que la humanidad fuera un espejo de consciencia que pudiera atraer del universo los valores del plano álmico y espiritual.

La ciencia de esta Iglesia Celestial se basa en el amor verdadero, que es parte de la experiencia divina de todos los bienaventurados.

La Iglesia Celestial de Cristo se establece en el recinto interior de Su Sacratísimo Corazón y expresa, para todos los adoradores de Su divino Espíritu, los dones provenientes de Su Patriarcado universal.

La Iglesia Celestial de Cristo es un centro de devoción, de plenitud y de espiritualidad, en donde las almas enriquecen sus consciencias para así formarse y prepararse para nuevos servicios al Plan del Creador.

En el séptimo cielo del universo espiritual, la Iglesia Celestial de Cristo presenta una entrada principal que ilumina a la consciencia que la atraviesa, es el portal que se abre hacia el interior del Divino Corazón de Jesús.

La Iglesia está apoyada en las columnas de la fe, de la devoción y del amor ardiente, su cúpula o bóveda principal irradia la luz de la unidad espiritual, y su altar manifiesta la Presencia de Dios en Sus tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Trinidad que se establece permite a los bienaventurados estar en comunión eterna con la Consciencia mística de Cristo.

El coro principal de la Iglesia Celestial está formado por siete legiones angélicas o coros mayores, son ángeles que cantan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en siete planos de consciencia. La sagrada vibración que los coros angélicos emiten, permanentemente, ayuda a las almas del purgatorio y a las almas del infierno para que, cada siete ciclos y por la ofrenda de un bienaventurado, un alma reciba la liberación y enseguida sea elevada su consciencia.

Los siete coros angélicos de la Iglesia Celestial de Cristo protegen los tesoros celestiales que allí se guardan, los ángeles también son sabios custodios de las reliquias espirituales de la Iglesia Celestial para las almas. Estas reliquias espirituales las podemos comprender como los actos de Amor y de Misericordia realizados y alcanzados por las consciencias bienaventuradas durante su vida en la Tierra.

En la Iglesia Celestial de Cristo existe un momento importante para las almas, que es la confirmación interior ante el Plan de rescate de Cristo, previo a Su segunda venida.

La Iglesia Espiritual de Jesús prepara un espacio en la consciencia celestial del universo para recibir a todos los que, en algún momento de sus vidas, serán elevados al Paraíso.

Por la presencia espiritual de la Iglesia Celestial de Cristo, el Padre concede la total y libre acción de la Misericordia y de la Piedad para las almas bienaventuradas que viven en ese espacio del Paraíso. Son estas almas, ya iluminadas por el Espíritu Santo y formadas en las bases de esa Iglesia Celestial, las que imploran y oran por las almas de la Tierra que están perdidas y necesitan de redención.

Cuando un alma aún encarnada en la Tierra crea el puente hacia Dios por medio del universo de la oración, el alma bienaventurada recoge la luz de esa plegaria y la presenta como ofrenda inmaterial en los altares de la Iglesia Celestial de Cristo; es de esa forma que se establece un estado de Gracia especial y el Padre concede una expiación o milagro, cuando está dentro del Propósito del amor y del bien común para el mundo.

A la Iglesia Celestial, Cristo la creó para que las almas encuentren el sentido de vivir la eternidad, el servicio permanente y, sobre todo, para que sean mediadoras de la humanidad de superficie.

Algunos de los bienaventurados, ya santos dentro de la Iglesia Celestial, actúan como mediadores y eso permite que las almas de la Tierra cuenten con la ayuda de consciencias cristificadas y veneradas en toda la humanidad.

En esta Iglesia Celestial se impulsa a las almas de la Tierra a vivir el apostolado y la misión, cuando las mismas están en sintonía con ese principio de amor y de unidad que nace del interior de la Iglesia Celestial de Cristo.

Este espacio de consciencia se amplía en siete planos de consciencia, y la nave principal de la Iglesia se expande en siete largos brazos para recibir en sus siete Templos a las almas que llegan y a las que egresan hacia otras escuelas de instrucción.

En la Iglesia Celestial de Cristo, el Padre reúne a Sus nuevos apóstoles para que desde el universo espiritual ellos irradien los atributos de la paz, de la unidad y del amor hacia otras dimensiones de consciencia.

El ingreso a la Iglesia Celestial de Cristo es posible cuando el orante adora al Sagrado Corazón de Jesús y, a través de esa unión perfecta, es llevado a descubrir la comunión interna con Cristo. Cada vez que un alma comulga del Cuerpo y de la Sangre de Cristo ingresa en ese estado de iniciación y de formación para el espíritu.

Que esta Instrucción Divina los motive para abandonar la vida común y para estar en contacto con la riqueza de Cristo, que surge y emana de lo más profundo de Su Sagrado Corazón.

En unión a todos los argentinos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos Míos:

En cualquier parte de la Tierra en donde un alma celebre hoy junto a Mi Hijo la Última Cena, recibirá la Gracia de la transformación de su ser. Así evitará, en los tiempos que vendrán, desviarse del camino que Mi Hijo le ofreció desde el principio.

Por eso, en este día, sean testigos del gran acontecimiento universal al cual son llamados a participar y, de esa forma, dar el “sí” al Padre Celestial.

Es importante, hijos, comprender que cuando todos los años se celebra la memoria de la Última Cena de Jesús con Sus Apóstoles, nuevas puertas de redención, de misericordia y de rehabilitación espiritual se abren para todos aquellos que desean de alma y de corazón atravesarlas; detrás de ellas hallarán el sendero de la reinserción en el camino de la cristificación.

Por eso, queridos hijos, una vez al año, cuando es celebrada la Sagrada Cena del Señor, el Universo se dona por entero y todas las leyes universales se detienen para que la Misericordia alcanzada por Mi Hijo pueda derramarse sobre todo aquello muy impuro y que parece irreversible.

Despierten a este momento en el cual, todos ustedes, como dignos Hijos de Dios, serán depositarios de los mismos dones que permitieron cumplir la misión redentora del Hijo de Dios.

Hoy abro Mis brazos y vuestra Madre Celeste los recibe en Su Corazón Inmaculado, invitándolos a renovarse y a confirmarse en la misión que el Padre Eterno les confió por medio de la vivificación de la Pasión de Mi Hijo.

En este tiempo, ustedes son llevados a comprender los misterios del Universo a través de la voz de los Mensajeros Celestes. Por eso, con espíritu de regocijo, eleven vuestras súplicas a Dios y reciban en este día de la Sagrada Cena las llaves que el Maestro les dejará para que, cuando llegue la hora, ustedes abran las puertas que los conducirán al Paraíso de Dios.

Mientras estén en este mundo, mucho deberá ser hecho en nombre del Señor para que al menos algún alma más reciba la oportunidad de despertar al Universo Infinito que la aguarda. Eso, hijos Míos, será posible a través de vuestra consagración y búsqueda constante de permanecer fundidos dentro de ese Gran Infinito que es la esencia del Amor de Adonai.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los reúne en este día en torno a la Mesa Sacra de Jesús,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En el inicio de esta Sagrada Semana, en la que juntos recordaremos el mayor sacrificio de amor de Nuestro Señor, Yo los invito  a revivir internamente la Pasión de Cristo como un atributo de amor y de sacrificio absoluto por la humanidad y por el planeta.

Así, hijos Míos, ustedes extraerán de esa experiencia de amor la fortaleza para recibir los dones que transformarán vuestras vidas en soldados de Su Sagrado Corazón.

En este día en el que juntos iniciamos la Sagrada Semana de Nuestro Señor, ofrezcan a Dios esta Pasión de Jesús por el mundo y, principalmente, por aquellos que siguen hiriendo el Corazón Bendito de Mi Hijo.

Por eso, hijos, renuévense durante esta semana que llegará y que, este año, ustedes puedan despertar las virtudes de las que Mi Hijo espera servirse para cumplir el proyecto de Su segunda venida al mundo.

En este tiempo, la humanidad enfrenta su propia Pasión y, en muchos casos, son situaciones graves que afectan a sociedades y a pueblos sumergidos en la desesperación que transmite Mi adversario.

Pero recuerden, hijos queridos, que Mi Amado Jesús venció el temor y la tentación durante Su confirmación interna la noche de la última cena y, después, en el Huerto Getsemaní, cuando finalmente bebió del cáliz del sacrificio que Adonai le ofreció. En ese momento, la humanidad fue redimida.

Por eso, glorifiquemos al Señor y acompañémoslo bien despiertos por este calvario que comenzará a vivir por ustedes.

Despierten a la vida de los códigos divinos que Cristo alcanzó por medio de Su sagrada entrega en la cruz. No pierdan tiempo porque la hora de vuestra purificación manifestará el gran momento de aceptar o no el camino de los nuevos Cristos, de los nuevos Apóstoles de Mi Hijo.

Les pido, hijos Míos, que tengan un corazón manso, lleno del amor universal y divino para que así Mi Hijo pueda encontrar un refugio en donde poder reposar.

Quien ingrese en la Pasión de Jesús durante estos días ayudará espiritualmente a que las almas presas, las que están en las mismas condiciones que las que Jesús redimió hace más de dos mil años, reciban la Gracia de la Misericordia de Cristo.

Esta Sagrada Semana será definitiva para muchos, y los valientes contarán con la ayuda que necesitan para proseguir.

Queridos hijos, los que estarán presentes en el Reino de Aurora ¡alégrense! porque Yo les envío nuevos sacerdotes para que pueda ser revivida la Pasión de Mi Hijo hasta en vuestras células.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los prepara para vivir la Pasión de Nuestro Señor,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Quiero que celebren en este sábado, la cena con Mi Hijo Jesús. Recuerden que los días sábado son de especial reparación y Gracia para todos aquellos hijos que, unidos a Cristo, comulgan con Él en Su Corazón y Su Divino Espíritu.

El día sábado los ayuda a meditar en el misterio de la comunión que Mi Hijo instauró en la última cena. Este hecho preciosísimo que Jesús realizó junto a los apóstoles, permitió la gran liberación de la humanidad en el sacrificio de la crucifixión de Jesús. Toda la Pasión que Jesús vivió los invita, durante los días sábado, a contemplar los hechos como sagrados y como un principio de la victoria del Reino de Dios sobre la Tierra, a través del Amor Misericordioso de Jesús.

Con esto, queridos hijos, hoy los invito a que sus corazones tengan presente que el día sábado, con el ayuno y la oración en comunidad, podrá detener efectos mundiales irreparables, con el simple acto de donarse a Dios por amor a los que no se donan, no Lo aman y no Lo adoran.

A lo largo del tiempo, todo este ejercicio les demandará más esfuerzo. Por eso, vuestros corazones deberán estar en constante oración para corresponder a Mi llamado.

Hijos Míos, sepan que los niños de Fátima cultivaron la pureza y la entrega siendo muy inocentes. Hoy Yo solo les pido que recuerden el niño interior que cada uno guarda en el corazón y que les permitirá dar los pasos hacia la Luz del Creador.

Que los días sábado sean una fiesta de Misericordia para vuestros corazones. Aunque no todos puedan cumplir con Mis pedidos, recuerden la importancia de este día en la semana; tan solo esto ayudará en la conversión del mundo.

Que en Jesús puedan hallar la alegría de servir a Dios, el Amor.

¡Les agradezco!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijos Míos:

Bendigan a Cristo en sus oraciones porque en el próximo mes estarán como humanidad preparando el advenimiento de la Pascua. Celebren con alegría el misterio de la Pasión que Mi Hijo ofreció por Amor al mundo. Que esta Pascua venidera, queridos hijos, sea un encuentro de oración entre sus corazones y sus vidas para que así acompañen al Pastor de las ovejas hacia la Faz Misericordiosa del Padre.

Que esta Pascua prepare sus corazones en la oración para que una vez más el mundo reciba la Gracia del Perdón. Queridos hijos, la Pascua durante este próximo mes los debe llevar a la reflexión y meditación sobre los misterios de entrega que Cristo hizo a la humanidad. Cada pasaje de la vida de Jesús los prepara para el tiempo que llegará fortaleciendo la unión con Mi Hijo en sus corazones.

Deben preparar sus moradas, hijos Míos, para que Cristo comparta Su Buena Nueva en la última cena, la que todos están invitados a presenciar.

Queridos hijos, este camino hacia la Pascua les permitirá recordar cuán importante es la confesión de cada uno de ustedes con Mi Hijo para que así puedan llegar hasta Su mesa con pureza y amor.

Amados hijos, el camino de la Pascua los prepara como almas para vivir en Cristo día a día. Por eso, pequeños Míos, la Pascua les permite crecer como corazones y como almas delante de la Misericordia del Redentor. Permitan, hijitos, ser conducidos hacia la vivencia de la Pascua, en este año de fin de tiempo, para que sus corazones puedan renovar los votos que muchas de sus almas han hecho delante de Cristo. Todos Mis hijos deben saber que el misterio de la Pascua de Cristo es un motivo verdadero para reconciliarse con el Padre Celestial.

Queridos hijos, como la humanidad necesita de una gran Fuente de Misericordia, Yo les pido que recen con el corazón y que vivan cada uno de los misterios que Mi Hijo vivenció por amor a ustedes.

Sean verdaderas vertientes de gratitud porque Mi Corazón quiere llevarlos, en esta Pascua, hasta el Divino Corazón de Mi Hijo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz en sus vidas.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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