MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras las almas peregrinan por los Centros Marianos, confortan el Corazón de Dios y alivian las llagas que la indiferencia humana provoca en lo profundo de ese Sagrado Corazón.

Las almas que peregrinan por los Centros Marianos también son almas reparadoras, porque no solo están curando y reparando su propio ser y su espíritu, sino que también están curando y reparando la consciencia humana, muchas veces distante del Corazón del Padre.

Peregrinar a los Centros Marianos es como caminar hacia la Casa del Señor, subir los escalones de Su Iglesia Celestial y estar ante Su Divino Altar para vivir la redención y, así, abrir las puertas para que otros también puedan vivirla.

En estos tiempos de caos y de indiferencia en el mundo, el Corazón de Dios encuentra Su aliento y Su alegría en las almas que peregrinan a los Centros Marianos, porque, a pesar de sus vidas y de sus responsabilidades, ellas reconocen la importancia y la urgencia de crear un vínculo verdadero con Dios en su interior.

Este mundo, hijos, necesita de almas reparadoras que peregrinen a los Centros Marianos, no solo para encontrar la paz, sino también para abrir la Fuente de la Paz al mundo.

Las almas que peregrinan a los Centros Marianos también son sembradoras, porque, como pájaros de luz, buscan en la Fuente las semillas de la nueva vida y las llevan a sus casas, ciudades, naciones, fecundando ese principio de lo nuevo en la consciencia humana.

Los peregrinos que llegan a los Centros Marianos reciben del Padre Su Gracia y la llevan para multiplicarla al mundo, dondequiera que estén.

La importancia de peregrinar a los Centros Marianos aún es desconocida para muchos, porque los misterios que se guardan como tesoros espirituales en la contraparte interna de los Centros Marianos todavía no fueron revelados a los hombres.

Felices los que peregrinan a los Centros Marianos, porque se tornan instrumentos del Señor y portadores de la nueva vida sobre la Tierra, aunque no lo sepan.

Hoy, hijos, les agradezco por ser peregrinos y por llegar a los Centros Marianos buscando la paz.

Felices aquellos que los reciben con amor y dejan en sus corazones el Amor de la Jerarquía. Multipliquen lo que recibieron. Sean pacificadores en este mundo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS PARA LA 64.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Segundo Mensaje

Si las almas creyeran que Yo ya estoy aquí y entre ustedes, el mundo cambiaría.

Si las almas creyeran que Yo ya estoy retornando y que vengo del Universo con todo el poder de Mi Gracia, el mundo ya cambiaría.

Por eso, la confianza de los corazones en Mi Presencia será imprescindible para poder llevar adelante la Obra de la Redención.

Hoy vengo por un mundo que está sufriendo y que, día a día, abre nuevas llagas en los Reinos de la Naturaleza, en la humanidad y en la consciencia del planeta.

Muchas de esas llagas la humanidad no las puede ver ni sentir, porque son internas. En eso trabaja la Jerarquía, incansablemente, para que el caos no se reproduzca ni tampoco se regenere por la acción de los hombres.

Vengo por un Brasil que necesita mucho de Mí, así como de Mi Madre y de San José, y porque, a pesar del caos reinante, la presencia interna y espiritual de Nuestros Corazones permite sostener a las almas que tienen fe en Mí.

Por medio de los Sacramentos que impartiremos en estos días las almas podrán ser renovadas y curadas espiritualmente; pero hay una parte que le corresponde a cada ser, hay una parte que la consciencia deberá asumir para su transformación y redención.

La Gracia de Dios, a través de los Sacramentos, viene a auxiliarlos, como una base espiritual, para generar y conceder esa transformación tan esperada por el Padre Eterno en cada uno de Sus hijos.

De la misma forma, por medio de los Sacramentos que impartiremos en estos días, el legado que Yo le dejé a la humanidad será nuevamente renovado.

Y no solo las almas se verán beneficiadas, sino también Mi Iglesia Celestial descenderá a la Tierra para unir a las almas con Dios, en esencia y en espíritu.

Los Sacramentos que Yo puedo impartirles a las almas que los solicitan, son medios para llegar a Mi Iglesia Celestial, son caminos para llegar al Centro de Mi Ser, al Templo de Mi Espíritu; de este Espíritu Divino, Puro e Inmaculado, creado por Dios, que descendió a la Tierra para traerle al mundo una oportunidad de amor, una oportunidad de luz y una oportunidad de esperanza.

A pesar de que Mi Iglesia en la Tierra esté muy disminuida, revivo el legado espiritual, entregado una vez a los Apóstoles, a través de los Nuevos Cristos, de los últimos apóstoles de los últimos días que Yo estoy llamando para servirme.

Porque Mi Mirada no está colocada en las miserias, en las imperfecciones o en las faltas.

Mi Mirada está colocada en la transparencia que Me puede dar cada corazón servidor.

Esa transparencia que ustedes Me pueden dar y esa confianza que ustedes Me pueden entregar, son las que harán realizar la Obra de la Misericordia y de la Redención en el Brasil y en la humanidad.

Ya no existe lugar en la Tierra que esté libre del mal o del pecado; ustedes eso lo saben, porque lo pueden ver.

Solo en ciertos espacios sagrados, en donde se concentra la Jerarquía Espiritual en su profundo silencio y contemplación, es que encontrarán las puertas para poder cruzar hacia la consciencia del gran Universo y comulgar de la Fuente Suprema.

En estos espacios de Sudamérica existen recintos sagrados en donde la humanidad, silenciosamente y en oración, puede volver a encontrarse consigo misma, con su esencia, con su origen, con su estado de luz y de trascendencia.

Pero si esos espacios sagrados, que no son visibles a los ojos físicos, no son protegidos ni respetados, esa Fuente se cerrará.

De ese alimento espiritual necesitan todas las almas del mundo, aunque no conozcan esos recintos sagrados.

Ustedes que son conscientes de esa realidad, promuevan, a través de la Misericordia, esa aproximación de las almas hacia ese estado de consciencia que es algo interno y sublime, en donde podrán estar en comunión con la Jerarquía y reencontrar ese camino que la humanidad ha perdido hacia la Verdad.

Por eso, Mi Corazón Misericordioso no deja de derramar gracias, bondad y luz, a pesar de que él esté en silencio y en reflexión, así como lo está el Padre Eterno en este momento.

El Universo contempla este momento en el que Dios se recoge en la Creación.

Un nuevo tiempo llega, una nueva revelación se manifestará.

Todos los Universos están concentrados en ese estado en el que Dios ha entrado desde hace algunos días.

Ustedes, por medio de la oración y de la misericordia, deben formar parte de ese movimiento para que puedan percibir lo que el Universo hará descender en el próximo ciclo, cuando las Jerarquías de la Luz estén en un mayor silencio, en un silencio más profundo y más interno.

Como ustedes saben, compañeros, no realizaré Mi Obra de redención con multitudes, sino con pocos discípulos, así como fue en el pasado.

Si tan solo once consciencias, a pesar de sus imperfecciones, consiguieron llevar adelante Mi Plan y testimoniar Mi Presencia como Hijo de Dios, en el mundo y en los cuatro puntos de la Tierra, ¿qué es lo que podrían hacer más de once consciencias en este tiempo final?

Toda la vida espiritual se está congregando y uniendo.

Toda la fuerza del Universo Inmaterial y Divino se está uniendo para impulsar en los espíritus la concreción del Plan, para que al menos una parte de la Tierra se torne rescatable y se convierta en una Isla de Salvación.

Podría decir en esta tarde muchas más cosas para sus corazones, pero sé que aún el ser humano necesita un tiempo para comprender a la Jerarquía.

Sepan que Nuestra confianza, como Hermandad Celestial, está colocada en todo lo que hacemos, porque Nuestra misión, en el nombre del Padre Celestial, va más allá de las formas y de la humanidad, abraza infinidad de espacios y de consciencias universales, porque existe un Proyecto por cumplirse y manifestarse.

Tengo la esperanza de que con la consciencia y el discernimiento del Brasil, que algún día podrían despertar, esta tierra vuelva a ser parte del Edén de Dios, y así la nueva raza se pueda expresar como Dios tanto lo ha querido.

Los invito a vivir esta Maratón como un paso de sus consciencias, sin dejar atrás ninguna Palabra de la Jerarquía, sabiendo que todo lo que decimos tiene un objetivo, un principio y una misión, sabiendo que es hora de comprender a la Creación, así como Dios lo necesita y no como los hombres lo creen.

Si la humanidad comenzara a respetar las Leyes de la Creación, muchas situaciones no sucederían.

Las transgresiones y las fallas son muy grandes delante de la Ley de la Divina Justicia, pero Yo vengo a colocar Mi Corazón como intercesor y no como un juez, como mediador y como abogado de todas las almas que en verdad se quieran arrepentir y transformar.

Porque lo más bello que puede sucederle a sus vidas es vivir en Dios, es sentir a Dios y es comulgar de Dios, todo el tiempo.

Que Mi Pasión vivida una vez en la Cruz, en el Calvario, en cada momento que sufrió su Maestro y Señor, sea revivida como un medio para la salvación y la redención de la humanidad.

Hemos venido al sur del Brasil porque Brasil lo necesita mucho. Es el país, es la nación, es el pueblo que deberá mantener su corazón abierto para que siempre sepan escuchar a Dios.

Yo los bendigo y los invito a la reconsagración de su patria a Mi Sagrado Corazón, los días 5 y 6, durante seis meses.

Si esa consagración fuera verdadera, en respuesta y adhesión, Me darán la autoridad de poder interceder en situaciones gravísimas de su pueblo.

Los amo y los bendigo con la Luz de Mi Espíritu, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE GENERAL ROCA HACIA VIEDMA, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La sangre inocente derramada por los mártires del fin de los tiempos tiene un valor espiritual incalculable, ya que representa un acto de valentía y de amor tan semejante al que vivió su Señor Jesucristo en la Cruz.

Por esa razón, la sangre derramada por los mártires del fin de los tiempos es reconocida en el Cielo como un acto de salvación del Proyecto de Redención de la humanidad.

Al mismo tiempo, esa sangre inocente que es derramada por amor a Cristo queda impregnada de potentísimos Códigos Crísticos, los cuales espiritualmente, por el acto de salvar a otras almas, son irradiados de una forma directa hacia las esencias de la humanidad y, especialmente, hacia el lugar en donde ese inesperado acontecimiento sucedió.

Así como Mi Hijo en el Huerto Getsemaní vio el triunfo de Su Iglesia Celestial en el corazón de los hombres del fin de los tiempos, de la misma forma, Cristo, a través de la visión dada por el Padre, testimonió el triunfo que los mártires de los últimos días vivirían por amor al Señor.

En todo este misterio se revela la existencia de un paso que da la consciencia que, siendo víctima del Amor de Dios, se ofrece espontáneamente en sacrificio por los demás, entregando su vida en manos de la Voluntad Divina.

Los mártires del fin de los tiempos aún no saben que lo serán, solo lo sabrán cuando el Universo les presente el momento de poder vivirlo por amor a Cristo y por la expiación de los grandes pecadores.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Santos Inocentes

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oren para que el Reino de Dios descienda a la Tierra y Su Iglesia Celestial se plasme y se manifieste sobre todas las iglesias del mundo, revelando la espiritualidad divina y renovando a los espíritus que perseveran en busca de una fe verdadera.

Oren para elevar sus consciencias y sus corazones hacia el Corazón de Dios y encontrar allí las maravillas de Su Reino, para que no pierdan el amor en sus corazones.

Oren por los sacerdotes de este mundo, por aquellos que perdieron la Gracia de Dios y que ya no atraían Su Presencia, sino que se tornaron instrumentos de la oscuridad y de la perdición, destruyendo los tesoros celestiales que el Padre les concedió para su redención y salvación.

Oren por los sacerdotes que se esfuerzan para alcanzar la gracia de mantenerse firmes en su vocación y que día y noche son probados para no servirle a Dios, sino para caer en las tentaciones del mundo.

Oren por los religiosos y las religiosas de esta Tierra, consagrados al Plan del Creador en las diferentes congregaciones y líneas espirituales verdaderas, con la esperanza de ser una luz en la oscuridad del mundo, para que él no se pierda y un día pueda ser digno de la presencia del Reino Celestial.

Oren, hijos Míos, porque hoy ha llegado el tiempo de que salgan a la luz los pecados más arraigados en la consciencia humana, y muchos sucumbirán a la oscuridad dejando de lado las gracias que un día recibieron para manifestar el Reino de Dios.

Ha llegado el momento de lavarse en las aguas puras del final de los tiempos, las que los dejan transparentes delante de Dios y delante del mundo, para que reconociendo sus debilidades y pecados se arrepientan y retomen sus caminos.

Ha llegado el momento de la definición del planeta, porque pronto solo habrá dos leyes actuando en la Tierra: la Justicia y la Misericordia. Recibirán Justicia los que en ella se definan y Misericordia los que a ella se abran, rendidos en la verdad de su corazón.

Oren para que las almas no tengan miedo o vergüenza del arrepentimiento, para que no tengan miedo o vergüenza de pedir o de conceder el perdón.

Oren para que todos tengan el valor de verse transparentes y, aun así, rendirse ante Dios, para que Él los torne nuevos y los renueve en Su Gracia para que sean testimonios de Su Piedad para el mundo y portando en sus corazones la Misericordia Divina, la multipliquen en el servicio abnegado hacia otros.

Oren por las misiones humanitarias y por todos los que se abrirán de corazón al espíritu misionero, para que reciban la oportunidad de despertar y de redimir sus faltas a través del servicio. Y oren por todos los que serán servidos y recibirán el auxilio de Dios a través de sus semejantes, para que vean encenderse nuevamente en sus corazones las llamas del amor, de la esperanza y de la fe que el sufrimiento y la oscuridad hacían desaparecer de sus espíritus.

Oren, hijos Míos, por este planeta, para que a pesar de toda purificación y de toda prueba estos tiempos sean la preparación de un nuevo tiempo.

Así como los hombres se purificarán y se limpiarán para ser otros, rendidos a Dios en Su Gracia, que este planeta también se purifique y se limpie, y cuente siempre con espíritus firmes que en oración lo sustentarán, para que un día se torne digno de ser la cuna de una nueva vida, vida que expresará la verdad y la semejanza con el Reino de Dios.

Después de que todo se cumpla la Tierra será digna de recibir un nuevo nombre, renacida en Cristo y bajo la Gracia del Espíritu de Dios. Todo el planeta ingresará en el tiempo de la eternidad, en el que las horas no serán contadas.

Cuando todo haya pasado, hijos Míos, y el amor triunfe en el corazón de los que perseveraron siendo portadores de la paz, esta paz se expandirá más allá de sus corazones y alcanzará el horizonte de las estrellas, el firmamento en el Universo, restableciéndose en donde ustedes ni siquiera sabían que estaba perdida. 

Oren, entonces, para que las almas tengan en sus corazones esta meta y delante de todas las pruebas no la olviden y no la pierdan de vista.

Verán en el mundo hechos y acontecimientos increíbles, pero hoy les digo, hijos Míos, que mayor que todo eso será el triunfo del Plan de Dios que sucederá a estos acontecimientos. Por eso tengan fe, oren y perseveren. 

Mientras Mi Voz se pronuncie en el mundo Yo los ayudaré y los acompañaré siempre y, revelándoles los misterios celestiales, les enseñaré a atraer la Verdad hacia la Tierra y a vivirla.

Yo los bendigo y les agradezco por llevar adelante este Plan de Amor y de Paz.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Prólogo del Libro de Poemas de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús

Que algún día, seguidores Míos, puedan animarse plenamente a imitar a esa alma, no solo en la dulzura de sus palabras, sino también en el modo de vivirlas, una a una.

Quisiera que ustedes fuesen tan semejantes a esa alma, en devoción, pureza y sinceridad, porque, más allá de las imperfecciones de la vida y de las apariencias humanas, en lo profundo de cada ser existe un Cristo interno capaz  de conducir sus vidas y sus almas hacia Mi Iglesia Celestial.

Espero escuchar poemas muy semejantes y, a su vez, simples y verdaderos, que broten de sus corazones para que, un día, Yo pueda rescatar lo que interiormente sus almas podrían darme al orar y hablarme con la transparencia del corazón.

Los animo a formar parte de ese legado de los redimidos que, habiendo pasado por grandes confirmaciones, inesperados desafíos y amplias pruebas, se confirmaron día a día a Mi Sagrado Corazón.

Necesito que, finalmente, el nuevo legado crístico de cada corazón en transformación esté disponible para su Maestro y Señor.

Que cada corazón, que se anime a hablarme como esta preciosa alma, pueda expresar el amor y la reverencia interior que siente por Mí. Así, yo podré ir manifestando sobre la superficie de la Tierra la nueva hermandad de Cristos.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en sus corazones!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BAD VOSLÄU, AUSTRIA, HACIA MÚNICH, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Octavo día de la Novena

Llevando hacia Mi infinita Misericordia a las almas que agonizan o padecen penas en sus espíritus, Yo podré ayudarlas y repararlas en la Fuente de Mi Amor.

Las almas que enferman su cuerpo o que viven penas internas son las que más necesitan Mi insondable Misericordia, porque dentro del Océano de la Misericordia de Dios encontrarán el consuelo espiritual que necesitan.

Es de esa forma que por intermedio de los que invocan la Misericordia de Mi Corazón puedo llegar hasta las consciencias que menos imaginan y, así, los prodigios de Mi Espíritu se pueden realizar en todas esas almas.

Tener devoción por la Divina Misericordia es aceptar la tabla primordial de salvación a fin de que el Reino de Dios se manifieste en la humanidad y este sagrado Reino manifieste los designios de la Voluntad Divina.

Amar la Misericordia Mía es sellar el compromiso verdadero con Mi Corazón, a pesar de las circunstancias.

Noveno día de la Novena

Y después de haber implorado de corazón por la Divina Misericordia, el Señor del Universo, con todo el poder de Su Gracia y de Su Piedad, deberá derramar la Misericordia insondable en toda la Iglesia de la Tierra, especialmente en aquellas almas que por diferentes razones, experiencias y circunstancias han ofendido el Nombre del Señor con sus acciones cometidas.

A todos ellos los seguirás colocando dentro del Universo de la Misericordia de Mi Corazón, para que Me representen como verdaderos y pulcros embajadores y apóstoles de la paz en estos tiempos.

El poder de Mi Misericordia, en la plenitud de la Justicia, hará revelar lo que permanece oculto dentro de Mi Iglesia, para que, finalmente, por la fuerza de la oración de todos, sea purificada y digna ante la Presencia del Padre Celestial.

Durante estos nueve días el Señor de la Misericordia no solo trabajó con Polonia, sino que también llegó a las almas que padecían muchas formas de sufrimiento moral e interior.

Es así que el poder de Mi Misericordia concedió la salvación a todos los que la necesitaban con máxima urgencia.

¡Les agradezco por rezar a la Misericordia de Mi Corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Entren en Mi Corazón de Paz

Entren en Mi Corazón de Paz para que les revele en este tiempo la Gracia de Mi Presencia y que, a través de los testimonios de sus vidas, le hable al mundo.

Tomen con sus manos el rosario para clamar por la paz y verán establecerse la paz en el interior de sus corazones y en todos los que se aproximen a ustedes. Esa será la señal viva de aquellos que responden a Mi llamado.

Sepan amar y comprender a pesar de los juzgamientos humanos, y la pacificación de sus corazones hablará más alto que todas las críticas emitidas por el mundo.

Vivan en Mi Iglesia Celestial y en Mi Corazón de Paz; ingresen en Mi Reino y aprendan allí sobre los misterios divinos que el Creador les revela a los corazones puros.

De esta forma, la sabiduría de sus espíritus, adquirida en el Reino Celestial, será impregnada por una Verdad que no proviene de este mundo, y ni el más sabio de los sabios ni el más letrado de los doctores de las ciencias y de las filosofías de este mundo sabrá explicar la ciencia divina que habita en el corazón de Mis hijos.

Respondan a Mi llamado sin miedo y déjense guiar.

No teman romper dentro de ustedes los preconceptos y las resistencias, porque Yo no los estoy conduciendo hacia lo viejo. Yo vengo a renovar sus vidas y a la consciencia humana.

Vengo para enseñarles a renacer en espíritu y a profundizar en la Presencia de Dios que, desde el principio de Su Creación, intenta conducirlos a la Verdad.

Yo vengo para ayudarles a encontrar el camino de la cura del pecado original, para que conviertan no solo en sus espíritus, sino también en su más profunda condición humana, aquello que les impide llegar a Dios.

Dejen de lado, hijos Míos, por un instante, todos los conceptos de sus mentes y sientan en Mis Palabras la Presencia de Dios.

La humanidad está en su último tiempo de despertar y de arrepentimiento; ahora es el momento de rendirse a los Pies de Dios y clamar por perdón, porque Su Espíritu Consolador aún está sobre el mundo, atento a las súplicas de la humanidad, para limpiarlos de toda mancha y prepararlos para un nuevo tiempo.

Porque pronto llegará el día en que los Cielos se abrirán con toda su potencia por segunda vez, para que el Hijo del Hombre retorne a la Tierra y, mirando a los ojos de Sus compañeros, traiga la Justicia para unos y la Gracia para otros que, siendo consecuentes con Su Evangelio y fieles a Sus promesas, aguardaron con amor Su llegada.

Las profecías se cumplirán, como se cumplieron a lo largo de toda la historia de la humanidad, y Yo estoy aquí, más brillante que el sol y tan viva como sus corazones, para enseñarles a elevar, no solo sus súplicas, sino también sus almas, a través de una oración verdadera que los transforma y los conduce al Reino de Dios, aun estando en vida.

Cada misterio que Yo revelo, cada espacio divino que Yo les doy a conocer, es para que aspiren a algo más allá de este mundo; es para que sus almas renueven la esperanza de llegar a Dios; es para que sus corazones, en la eterna aspiración de conocer el Cielo, puedan llegar a él y atraerlo hacia la Tierra.

En sus oraciones, hijos Míos, contemplen con amor lo que Yo les muestro y dejen que su Madre Divina despierte en su interior la pureza que los hace dignos de estar en Dios y participar de Su Verdad.

Con estas palabras los bendigo y les agradezco profundamente por responder a Mi llamado.

Oren por la paz y eleven sus corazones a Dios, pues el mundo así lo necesita.

Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO PARA LA 59.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN MONCHIQUE, ALGARVE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Segundo Mensaje

Quisiera que el mundo comprendiera lo que Yo vivo y lo que siento, pero sé que es muy desconocido para la mayoría de Mis compañeros poder comprender lo que verdaderamente necesito para este ciclo, en el que la humanidad agoniza hora tras hora, tiempo tras tiempo.

He venido aquí para compartir lo que Soy y todo lo que tengo.

No vengo a pedir lo que el mundo no Me puede dar, sino que vengo a pedir lo que el mundo Me puede entregar.

Cuando están vacíos, todo Yo lo puedo hacer y aún más Mi Misericordia se puede derramar en aquellos que escuchan Mi Voz y Mi Palabra y la hacen parte de sí en cada momento de la vida, como en cada oportunidad de servir para ampliar la consciencia en los grados del amor y del perdón.

Lo que Dios Nos ha enviado a hacer aquí, a Portugal, y en Europa, es muy grande, algo que no será palpable a la vista de muchos, sino que será conocido por los que abran su corazón para poder comprender la Obra de la Jerarquía y cómo la Jerarquía Espiritual la construye, de ciclo en ciclo y por intermedio de los servidores.

Que no les falten ganas de poder conocer Mis Misterios.

Que no les falte motivación de poder cumplir Mis designios.

Que no les falte ánimo de poder llevar adelante Mi Voluntad.

Porque todo lo que Yo tengo pensado, Pensamiento que proviene de la Mente Divina del Padre, se deberá cumplir, para que, por medio del amor a la cruz que muchos viven la humanidad pueda redimirse de verdad y sin prejuicios.

Por eso Mi Misericordia es la Fuente que todo lo concede y que todo lo realiza.

Recuerden que no pueden llegar al Padre sino a través de Mí.

Y para llegar al Padre a través de Mí, deben pasar por la Fuente de Mi Divina Misericordia, para que se den cuenta y perciban que se deben perdonar a sí mismos y deben perdonar a los demás.

Deben perdonar el pasado y perdonar el presente.

Deben perdonar todo lo que es interno y también lo que es externo.

Deben perdonar lo que no aceptan y deben perdonar lo que les duele.

Así el mundo podrá cambiar y no será necesario sufrir más, no será necesario que algunas almas se ofrezcan al sufrimiento y a ese estado tan desconocido por el mundo.

Cruzar la puerta del sufrimiento por el mundo es cruzar la Puerta hacia Mi Corazón, hacia un espacio en donde muchos, en estos tiempos, no quieren ver la realidad por temer conocerla profundamente.

Pero si Yo Me ofrecí a la Cruz por ustedes, no habrá nada que temer.

Yo les ofrezco incansablemente que Me ayuden a cargar con esa cruz que es la cruz del mundo, la cruz de la Redención y de la Misericordia, la cruz del despertar y de la elevación de la consciencia.

Pero esa cruz que Yo les ofrezco a cada una de sus vidas es una cruz que debe ser liberada, y eso comienza en ustedes mismos, para que después se pueda dar en el mundo y especialmente en la humanidad.

Liberar a la humanidad de sus sufrimientos es algo muy grande y desconocido.

Por eso muy pocos son los convocados para esa tarea, para esa misión especial, de la que no se tiene total consciencia de lo que significa y de lo que representa; pero sí se tiene consciencia al poder sentir y percibir lo que se vive, paso a paso.

Por medio de Mi Misericordia necesito reparar el mundo y sustituir las corrientes negativas que aprisionan a la humanidad cada vez más.

Con su sí Yo podré hacer muchas más cosas.

Con su donación Yo podré conceder muchas más Gracias.

Con su incondicionalidad Yo podré socorrer y auxiliar al mundo y a los que Me dan las espaldas, a los que Me niegan, a los que ofenden a Dios por medio de sus ejemplos y modos de vida.

Hasta que la humanidad no aprenda a amar verdaderamente, deberá pasar por la Ley del Sufrimiento. Yo vine al mundo para poder enseñarles cómo liberarse de ella e ingresar en la Ley de Mi Gracia y de Mi Misericordia.

Aún de Mi Costado sigue brotando la Sangre Preciosa de su Maestro y Señor. Esa Sangre se derrama sobre el mundo y sobre la consciencia de la humanidad para poder justificar, por medio de todos los orantes que invocan Mi Divina Misericordia, los gravísimos errores y ultrajes que el mundo comete hoy, en estos tiempos críticos.

Por medio de la Sangre que brota de Mi Costado vengo a justificar los errores de las naciones, de los pueblos y de toda la humanidad, de cada uno de los seres que vive sobre la superficie de este planeta.

Por medio de Mi Sangre vengo a justificar y a reparar las cosas ante Dios, los hechos que someten y condenan el corazón de los hombres y la vida de todas las criaturas.

Porque desde el Huerto Getsemaní, en ese momento tan agudo para la Vida de su Señor, Yo ya sabía que este momento llegaría y que debería estar presente para testimoniar lo que Mi Padre, una vez, allí Me mostró.

Pero también vengo a testimoniar la Obra de Mi Misericordia que trasciende los tiempos y las formas, los modos de vida y las costumbres.

Vengo a testimoniar a los que en estos tiempos Me siguen y se congregan en torno a su Señor para confirmar Su Presencia en el mundo y especialmente en los corazones, en la esencia divina de cada ser, a pesar de la corrupción de estos tiempos y de las injurias de muchos, de muchos hijos de Dios.

Vengo, por medio de la sangre que brota en Mi Costado en este momento, a reparar Mi Iglesia, que como ven se está derrumbando.

Por eso, son llamados a estar adheridos a este momento junto a su Maestro y Señor; a hacer algo por los demás, algo más verdadero y profundo que pueda traer cura a las almas y los corazones heridos que una vez creyeron en Mi Iglesia y la han desahuciado por sus hechos y experiencias.

Vengo a renovar, en este día, el Sacrificio del Cordero de Dios para que no existan más corderos inmolados en este tiempo final.

Porque la Sangre que derramó su Señor de Su Costado ha sido suficiente, a fin de que ese testimonio de amor perdurara a lo largo de los tiempos y hasta el momento de Su Retorno por segunda vez a la humanidad.

Renueven el Sacrificio del Cordero de Dios todos los días.

No se olviden que el pan y el vino siempre deben estar en la mesa de su Redentor para que día tras día, momento tras momento, comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Así la vida será renovada a pesar de los acontecimientos y de las crueldades de este tiempo final.

Quisiera que comprendieran, compañeros Míos, de forma universal y de una manera más profunda y abierta, que el legado que testimonió su Maestro y Señor junto a Sus apóstoles en la Última Cena no puede perderse, no podrá desaparecer ni desvanecerse del corazón de los hombres.

Hasta ahora no he revelado lo que verdaderamente pasó en la Última Cena a nivel de la Consciencia del Espíritu y del Universo Celestial, pero ese momento se aproxima, esa hora está llegando, es el último Don que Yo le entregaré al mundo para la verdadera expresión de la vida sacerdotal y crística en las almas.

Sepan que ese legado siempre deberá ser su tesoro, su inspiración y su vida.

Que la comunión con Cristo no sea olvidada, ni un solo día, aunque sus cuerpos ya no puedan más.

Refúgiense en Mi Corazón y todo pasará.

La Llama de Mi Amor es más fuerte que todas las maldades del mundo y que todos los agravios.

Yo puedo transformar lo que ustedes no consiguen, si Me lo permiten. Pero mientras no Me lo permitan, como el mundo en su mayoría no Me lo permite, Mi sed aún será muy grande y amarga.

Sentiré la amargura, en este tiempo, más grande que cuando Me dieron de beber hiel en la Cruz. Ese es el símbolo de la indiferencia de la humanidad que deberá ser extirpada de la consciencia de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para que exista una extraordinaria Gracia de despertar y de tener consciencia de lo que en verdad es vivir el Plan de Dios sobre la Tierra. Por eso, su valentía será imprescindible en estos tiempos.

Que su fuego interior nunca se apague y que su llama interior encandile las tinieblas que permean la Tierra por su inseguridad y su ofensa.

Por eso he dicho que esta será la Maratón del sacrificio, el momento de poder entregar el corazón en Mis Manos para que Yo lo pueda ofrecer como testimonio justificable ante Mi Padre y Su Reino por los agravios del mundo y la indiferencia.

Que nadie pierda la oportunidad de comprender lo que estoy diciendo y expresando.

Que nadie pierda la oportunidad de recordar Mis Palabras y de hacerlas parte de sí, porque estas son las últimas palabras que le estoy diciendo al mundo antes de que todo suceda.

Esa es la razón por la cual vengo con Mi Divina Misericordia, intentando expandirla y extenderla en el tiempo, aunque no haya tiempo, para que las almas ingresen en el Océano de Mi Amor y de la reparación, para que la cura se conceda en todos los espíritus.

No dejen de ayudarme en esta Peregrinación por la Paz, porque no será solo la paz que les daremos, sino también la consciencia de saber que es tiempo de cambiar y de vivir los Mandamientos de Dios como fueron escritos en el principio.

Eso renovará Mi Iglesia, eso le concederá a las almas la Gracia de volver a vivirme plenamente.

Que la Sangre de Mi Costado lave sus mundos internos.

Que la Sangre de Mi Costado lave sus almas.

Que la Sangre de Mi Costado se derrame completamente sobre ustedes, para que el Sacrificio del Cordero sea aún más justificable ante la Creación.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Frutos de la Cristificación - Parte 1

Después de muchos esfuerzos, renuncias y sacrificios, verán surgir en Occidente a los Nuevos Cristos, llenos de un gozo peculiar y bendecidos por un gran poder espiritual. Ellos serán frutos vivos de la cristificación concedida por el propio Cristo.

En ese momento, los Nuevos Cristos moverán multitudes y reunirán consciencias para preparar el Retorno del Señor.

En todo esto no habrá fanatismo ni extrema devoción y, a pesar de que también aparecerán los falsos cristos, los que estén atentos y dispuestos a trascenderse a sí mismos sabrán qué hacer y con quién estar.

Los falsos cristos harán promesas, supuestos milagros e invocarán el nombre de Mi Hijo; pero aunque las leyes se muevan y algunos hechos se concreten, esos falsos cristos no podrán aprisionar el corazón de las personas por más que llamen la atención de las almas.

Los Nuevos Cristos llegarán silenciosos y anónimos para desmitificar, dentro y fuera de la Iglesia, todas las causas que llevaron a los hombres a la perdición, como también al debilitamiento de la fe de los creyentes.

La propia Energía Divina en los Nuevos Cristos revelará y moverá de lugar lo que durante siglos se mantuvo oculto a los ojos de millones de personas. Será el momento de que cada uno sostenga la fe interior y la confianza en el único Cristo, nuestro Maestro y Señor.

El Universo Espiritual permitirá que todo se manifieste para que finalmente la Iglesia de estos tiempos sea transparente y pura, así como el Padre lo desea.

Esa es la razón por la cual el Maestro despertará a los Nuevos Cristos, dentro y fuera de Su Iglesia, a fin de corregir y de solventar los graves desencuentros y hechos vividos por muchos sacerdotes.

Por intermedio del Espíritu Santo, Cristo les concederá a los nuevos y últimos apóstoles Suyos, el impulso interior que necesitarán para llevar adelante la transición de la vieja Iglesia hacia una verdadera y transparente Iglesia, que estará unida a la única y resplandeciente Iglesia Celestial.

Todo este movimiento provendrá de los impulsos universales de las poderosas corrientes del Cosmos que estarán descendiendo a la Tierra para corregir varios aspectos negativos de la actual humanidad.

Por eso, antes de que lleguen los Nuevos Cristos, que serán enviados por Mi Hijo, que sus corazones se limpien y se purifiquen de todo sentimiento maligno, que sus acciones correspondan a los Designios del Padre y que, sobre todo, sus pasos sean dados en dirección a Cristo.

Esto los ayudará a no envolverse con todo lo que se desencadenará en el mundo y especialmente en el universo interno de cada ser.

Los próximos tiempos que llegarán aún no fueron vividos ni experimentados por ninguna otra civilización sobre la superficie de la Tierra. Ustedes son la primera y la última raza que está en transición hacia el nacimiento de una nueva raza.

Los Nuevos Cristos llegarán finalmente, a pedido de Cristo, para poner fin a muchos acontecimientos y, sobre todo, para sembrar la Tierra antes de Su segunda Venida.

Nadie podrá cambiar lo que está escrito o modificar el acontecimiento que llegará, porque es Voluntad de Dios que la Iglesia de Su Hijo sea purificada y exorcizada antes de que el Maestro y Señor vuelva a poner Sus Pies en ella para disipar las tinieblas.

Recen por los Nuevos Cristos, porque tendrán una misión muy exigente.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que el Soplo Divino del Espíritu Santo ilumine hoy los mundos internos de los seres, para que se establezca, ante tanta adversidad, el principio inmaculado de la Paz.

Que el Soplo Divino del Espíritu Santo derrame sus dones, para que las almas servidoras de Cristo tengan herramientas para poder llevar adelante los Sagrados Designios de Dios.

Que el Soplo Divino del Espíritu Santo renueve los tiempos y atraiga hacia la consciencia del planeta todos los atributos sublimes de la Creación.

Que el Soplo Divino del Espíritu Santo transforme las consciencias por completo, para que en el mundo haya un tiempo más de paz.

Que el Soplo Divino del Espíritu Santo reúna a los apóstoles de Cristo, a los que en los últimos días deberán sostener, en la humanidad, la existencia de Su Iglesia Celestial.

Que el Soplo Divino del Espíritu Santo eleve el planeta y su humanidad, de plano y de realidad, para que todo sea sublimado y trasformado por el Fuego inextinguible del Espíritu de Dios.

Que así sea.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

Amados hijos del Altísimo:

Durante la Pasión de Mi Señor, su Redentor, el Arcángel Gabriel, en los planos internos de Mi Consciencia, Me mostró que en el final de los tiempos, en lugares lejanos de este mundo, unas comunidades de seguidores de Mi Hijo se reunirían para orar, Me recibirían en espíritu y serían instruidos por Mí.

Ellos prepararían la segunda venida del Cordero de Dios al mundo.

Luego de esa visión, Mi Amado Hijo, mientras agonizaba en la Cruz, anunció que Me entregaba a la humanidad para que cuidara de ella hasta Su retorno.

Hoy veo plasmadas sobre la superficie de este mundo, en tierras lejanas a Tierra Santa, en otra tierra que también es santa, aquellas comunidades, hoy cristianas, que preparan la segunda venida de Cristo.

Hoy veo ante Mí aquellas consciencias que el Gran Anunciador Gabriel Me mostró, y escucho nuevamente Sus palabras: esos serán los fieles, los que le abrirán la puerta a cientos, miles, millones y que serán los nuevos compañeros del Redentor.

En ese momento de tanto dolor, esa visión y esas palabras calmaron Mi Corazón y Me llené de esperanza.

Hoy que están delante de Mí esforzándose por cumplir cada uno de Mis pedidos, enfrentando difíciles pruebas, muchas veces sin comprender totalmente los Designios del Padre, quiero agradecerles la fidelidad y el compromiso que nos entregan, y quiero anunciarles que estaré con ustedes hasta el último día de sus vidas, acompañándolos y guiándolos desde los mundos internos.

Llegará un día en que ya no apareceré más públicamente, no hablaré a través de ustedes a sus hermanos; pero sepan que dentro de sus almas se ha construido un amoroso lugar para su Madre Celeste, en donde Yo habito y siempre habitaré.

En ese lugar nos encontraremos hasta que Dios los llame a Su lado.

Hoy, que es un día especial para este mundo, día que Dios eligió para entregarles a una de Sus hijas, la que realizaría una tarea dura y esforzada, quiero entregarles a todos Mis hijos el Don de la Fidelidad, Don imprescindible en estos tiempos, que es una columna de luz sobre la cual Mi Hijo está construyendo Su Iglesia Celestial dentro de sus espíritus.

Hoy, sobre el suelo de este grandioso Reino de Aurora los bendigo y elevo sus almas hasta los Pies del Creador.

La promesa de Gabriel Arcángel se cumplió hasta aquí. Esfuércense y lleguen hasta el final, porque allí será cuando el Cielo, definitivamente, descenderá a la Tierra.

Los amo, los bendigo y reverencio a sus espíritus en nombre de Mi Hijo, Cristo Jesús.

Gracias por estar hoy Conmigo, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si en verdad Mi Presencia entre ustedes solo fueran visiones, nunca hubiera sido posible construir la Obra por los hombres del mundo.

Una obra es verdadera cuando es sostenida por la propia Presencia Divina, y esa Obra perdura porque la Presencia Divina así lo desea y así todo lo manifiesta.

A veces, ciertos religiosos y sacerdotes ofenden más con sus comentarios la Obra que Dios realiza en el mundo y menos lo agradan con sus acciones litúrgicas.

En verdad, cuando ciertos sacerdotes, religiosos o incluso obispos, ofenden la Obra que Dios realiza en las almas, lejos del control y de la potestad de la Iglesia, eso es más grave que todas las faltas cometidas por los pobres pecadores.

Se debe tener cuidado con todo lo que un representante de Cristo en la Tierra dice o le manifiesta al pueblo de Dios, poniendo en contra a los corazones, llenándolos de más y más dudas.

Eso es mucho más grave porque podría estar condenando con su palabra la salvación de todas esas almas que lo escuchan.

La única Verdad la tiene el Padre Celestial y ante todo lo que Él haga con Su Obra independientemente del poder de los hombres de la Iglesia, debemos inclinar nuestra cabeza y respetarlo; porque el ser humano nunca podrá comprender profundamente todo lo que Dios quiere hacer.

Por eso, le pido a todos los sacerdotes, religiosos y representantes de iglesias cristianas que guarden su lengua para no seguir ofendiendo la Obra de Dios, que es infinita y eterna, y para no manchar con sus comentarios irónicos a las almas que colocan su fe en Cristo.

Cada uno cumple con su parte en esta misión de evangelizar en la Presencia del Señor, por medio del ejemplo, del amor y de la verdad más que con las palabras.

No olviden la fraternidad y el ecumenismo que todavía no ha sido comprendido por ustedes, ya que la verdadera alianza que se deberá establecer entre las diferentes creencias se basa en el amor y en la transparencia.

Que los sacerdotes sean verdaderos intercesores de Cristo entre el Cielo y la Tierra, y no verdugos vestidos de santos que condenan a sus semejantes y no miran hacia su interior, olvidando la penitencia.

Quien piense que sobrevivirá solo, estará perdido. La unidad y el respeto entre los pueblos y las religiones es lo que vencerá a la bestia que saldrá del abismo.

La fe no se mide por los actos o por los juicios.

La fe es bálsamo de luz en los corazones simples. 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Por medio de la formación espiritual, educacional y académica de Mi Orden, consagrada hace ya casi nueve años, Yo podré civilizadamente ser aceptado por el mundo y por los hombres cultos, los que no creen que en Mis nuevos apóstoles exista fuente de instrucción.

Cuando le pedí a Pedro que fundara Mi Iglesia para los tiempos futuros, también le pedí que se formara, eso fue con el propósito de que Me representara en la Tierra como sucesor de Cristo.

Hoy, en estos tiempos tan acelerados, vengo para pedir la continuidad de la formación espiritual, educacional y académica de toda la Orden, a fin de que cuando Yo ya no pueda estar más presente entre ustedes, las naciones, los gobiernos, los diplomáticos, los presidentes y las religiones del mundo den un espacio espiritual y físico para que los Míos puedan testimoniar Mi Presencia y que exista, dentro de las leyes de la Tierra, una real aceptación de la misión espiritual que Yo he venido a cumplir durante estos años entre ustedes.

Por eso, es de gran importancia para Mí, que Mis fieles colaboradores y seguidores ayuden en este tiempo en la formación de los consagrados y, sobre todo, faciliten los medios y los recursos materiales para que estos hermanos suyos puedan representarme dignamente en el futuro que llegará.

Eso ayudará de gran manera para que la Obra de la Misericordia que llevo adelante en este lugar del mundo, y por medio de los Centros Marianos, pueda ser reconocida como un lugar propicio y seguro para la devoción, la oración y la comunión de las almas con Mi Sagrado y Glorificado Corazón.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LIMA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He aquí el Sol radiante de Dios

He aquí el Sol radiante de Dios, la Mujer Vestida de Sol, la que anuncia la llegada de un nuevo y esperado tiempo.

He aquí la Gobernanta de los corazones y la Madre Auxiliadora de los cristianos, la que vigila y ora por los que son más marginados y miserables.

He aquí la Señora de Guadalupe, la Madre que une lo que está separado entre las consciencias, la Señora de la Luz que gesta en Su Vientre sagrado una nueva humanidad.

He aquí la Madre de la Reconciliación, la que gesta la alianza entre las culturas y los pueblos, la Madre que intercede por los que son explotados.

He aquí la Madre Guerrera de las Siete Espadas, la Blanca Mujer que pisa con Sus Pies a la serpiente del mal haciendo triunfar el Amor de Dios en los corazones oprimidos.

He aquí la Madre de la Iglesia Celestial de Cristo, la que cuida y acompaña a los que son verdaderos de corazón, la Madre que reza por la misión de los sacerdotes y de los siervos de Cristo.

He aquí la Madre de los Andes y de los Pueblos del Desierto, de los que viven en las alturas, como de los que viven en las llanuras, la Madre de los pobres y de los simples, de los humildes y de los obreros de Dios, de los que cultivan la árida tierra para hacer florecer la Vida de la Creación.

He aquí la Madre de los ofendidos y de los discriminados, la Madre de los enfermos y de los desamparados, la Señora de la Cura que guía el caminar de los no redimidos, de los que buscan la cura interior.

He aquí la Madre de las Américas, la Señora de todas las culturas andinas, la Madre de la Naturaleza, la Pachamama, la que está en su parto sagrado a punto de dar a luz al Nuevo Hombre, a la nueva consciencia de la humanidad.

He aquí la Madre de los Ejércitos de Cristo, de los soldados que solo batallan con la oración sincera del corazón, la Madre de los que suplican por Misericordia.

He aquí la Madre de los emigrantes, de los que abandonaron sus tierras y sus orígenes por buscar un lugar de paz y de esperanza.

He aquí la Madre de la Divina Justicia, la Madre que intercede por Sus hijos a pesar de cualquier situación espiritual e interior, la Madre que socorre a los que padecen los castigos de los hombres.

He aquí la Señora de la Evangelización, la Madre que instruye con los ejemplos, la Señora que instruye por medio de sagradas palabras de Amor.

He aquí la Madre del Perú y de todo este pueblo, la Madre que reza por la igualdad y la justicia, por la equidad y por la higiene de los que sobreviven en medio de la desesperación y del caos.

He aquí la Madre de los enfermos de espíritu y de cuerpo, de los que no son ayudados y de los que son olvidados en las calles de este mundo.

He aquí la Madre de los niños, de los que venden en las calles, Madre de los que corren muchos peligros, Madre de los que son vendidos y están perdidos.

He aquí la Madre de la Divina Misericordia, la Madre que implora al Pueblo de Dios y a los gobernantes por igualdad y sana justicia, la Madre que intenta evitar mayores sufrimientos.

He aquí la Madre de la moralidad, Madre de una sana educación y de una digna enseñanza, Madre de los analfabetos.

He aquí la Madre del Amor y Madre de la Esperanza, Señora que impulsa el despertar.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de la Evangelización

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Declaración del Divino Amor

¡Escuchen, hijos de Dios!

¡Escuchen, compañeros de Cristo!

¡Les habla la Voz maternal, la Madre del Arca de la Santa Alianza!

¡Levántense ahora de su muerte, porque el Gran Espíritu de la Resurrección de Cristo ha llegado!

¡Que se rompan las cadenas milenarias!

¡Que este pueblo de Chile se levante de donde ha caído, porque hoy llegó la hora de la verdadera libertad!

¡La Voz de la Madre del Mundo hoy clama por su despertar!

La Voz de la Dama Blanca de la Paz hoy los congrega en espíritu, para que todo este pueblo acepte con gratitud la Redención que es ofrecida por Nuestro Señor.

¡Escuchen, soldados Míos, su naufragio ya terminó!

¡Que sus corazones se abran para sentir de nuevo la poderosa energía divina!

Vengo del Cielo para liberarlos de las cadenas de otrora. Vengo para hacer aparecer a los que han estado desaparecidos. Vengo para dar Justicia Divina ante tanta injusticia.

Hijos Míos, ¡miren a Dios!, ¡sientan resonar en ustedes el eco de Su Amor Misericordioso!

¡Oh, amado pueblo chileno! ¡Oh, antiguo pueblo de los Andes, hoy estoy aquí!

¡Soy su Madre del Cielo, Soy el Ave Cóndor, Soy el Espíritu Sagrado de la Paz que los reúne para comulgar en reconciliación y en fe!

¡Crean, hijos Míos, que existe su verdadera Iglesia Espiritual y Celestial! ¡Busquen dentro de ustedes al Cristo Interior, llámenlo por Su Nombre y así todos ustedes se salvarán!

¡Hagan de su pueblo un jardín del Paraíso!

¡Hagan de su patria, una patria celestial!

¡Que su fe hoy pueda ser renovada! ¡Que el hipnotismo nacional hoy termine aquí, para que los corazones reconozcan dentro de sí el valor de su filiación con Dios!

¡Levántense, ejércitos de Cristo!

¡Que se levanten ahora los Guardianes, Vigilantes y Comandantes del Plan!

¡Que eleven sus banderas hacia el Universo! ¡Que vuelvan a formar las filas de los ejércitos del tiempo final!

Vengo aquí para que se unan de nuevo a Cristo y así abandonen esta cruel inercia.

¡Que despierte Chile de Norte a Sur, desde las montañas hasta el mar!

¡Que los corazones chilenos se eleven como trofeos a los Pies del Redentor!

¡Que nadie tema abandonar este ciego cautiverio, porque Yo estoy aquí, Soy su Divina Madre, la que los quiere volver a conducir hacia el Corazón de Dios!

¡Que se enciendan los Espejos de sus corazones!

¡Que se abran las puertas a la reconciliación interior!

¡Que los corazones de Chile se arrepientan de verdad, para que la Gracia del Universo descienda aquí y haga de todo este pueblo la cuna de una patria beata!

¡Ahora, que se eleven los Soles de sus corazones y vean surgir, en el firmamento de este Universo, sus orígenes como grandes estrellas de luz!

¡Que los Comandantes de otrora se postren en el suelo y se despojen de sus espadas y de sus capas para que el Rey del Universo pueda pasar entre ellos y así bendecirlos!

¡Que llegue la cura a sus corazones!

¡Que exista un amor verdadero y pleno, para que esta nación se pueda reconstruir, y en lugar de tener espadas, Yo le daré a cada chileno Mi Santo Rosario para que, a partir de ahora, recen a Mi Corazón y Yo los pueda libertar!

¡Que hoy sea el día de su alegría, porque el Todopoderoso envió a Su Sierva Fiel para que los autoconvocados se postren ante el Altar del Redentor!

¡Que se cumpla en ustedes la gran Profecía!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El Gran Milagro del Sol

Hace cien años, en la Cova da Iria, en Fátima, Portugal, sucedió la última y definitiva Aparición de la Madre de Dios, la que trajo para el mundo el fin de una terrible guerra y un prolongado período de paz. En aquel tiempo, la humanidad estaba al borde de su propia perdición.

Aunque el mensaje de Fátima haya sido claro y contundente con la revelación de los tres secretos de Fátima, la Santísima Madre advirtió a Sus hijos que era urgente e inmediata una verdadera penitencia, ya que el arrepentimiento de los corazones concedería al mundo una significativa expiación.

El Milagro del Sol, o el llamado fenómeno estelar, fue el acontecimiento culminante cuando, el 13 de octubre de 1917, este Universo local, del cual este planeta forma parte, vivió un corte en el tiempo y en el espacio.

El Milagro del Sol, o fenómeno estelar, consistió en movilizar a grandes consciencias del Universo Material y a Regentes Cósmicos que permitieran, a nivel planetario, poner fin al ciclo interminable del asedio, de la destrucción y de la conquista en que la humanidad estaba inmersa por la Primera Guerra Mundial.

Este fenómeno, comprendido por la humanidad como el giro constante y aleatorio del Sol, significó la reunión de ciertas corrientes cósmicas del Universo Material, que tienen sus bases en el Sol Central de esta galaxia.

Quisiera, queridos hijos, que ustedes comprendieran que de no haber existido durante el 13 de octubre de 1917 esta intervención evolutiva del Universo Mayor, la humanidad ya se hubiera autodestruido.

Fue necesario, a nivel universal y divino, llevar adelante este movimiento de los elementos solares y estelares del Universo.

Eso permitió detener en el planeta y en su humanidad la idea de una conquista y de un poder desmedidos, que llevaría al desarrollo de otros acontecimientos.

El Milagro del Sol, o el fenómeno estelar, limpió y purificó el psíquico de todo el planeta en menos de quince minutos, tiempo en que los elementos solares y estelares, que fueron operados por los Regentes del Universo, desvanecieron del éter de la Tierra una gran cantidad de registros de sufrimiento y de muerte que habían sido generados.

El milagro global del Sol, con la reunión de Ángeles y Jerarquías, a pesar de haber tenido su epicentro en Fátima, abrazó a todo el planeta aliviándolo de su cadena de grandes errores humanos y terrestres.

El 13 de octubre de 1917 fue el cierre de la misión que su Madre Celeste vino a desempeñar durante seis meses seguidos, en los que la humanidad fue preparada para vivir el Milagro del Sol.

A pesar de que la Santísima Madre había anunciado que de no haber un verdadero arrepentimiento podría venir una segunda guerra peor a la sucedida, la humanidad pudo conocer, después de la bomba atómica, que era capaz de autodestruirse y hacerse daños irreversibles a sí misma, aun en estos tiempos actuales.

Por eso, este 13 de octubre de 2017, después de 100 años de Mis Apariciones en Fátima, su Madre Celeste viene para rogarle al mundo que no se olvide de vivir un profundo y verdadero arrepentimiento, porque esa falta de penitencia en los seres humanos de hoy está llevando a generar ideas y proyectos de guerras peores a las ya sucedidas; está llevando a querer destruir la vida y la evolución de los Reinos de la Naturaleza como ya viene sucediendo en los últimos 50 años, y está llevando a perder la lógica y el discernimiento de los seres humanos que dirigen y gobiernan este planeta.

Vengo para pedir el arrepentimiento de corazón, para que recuerden que existe un solo Dios presente en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; vengo para pedir que no olviden de ser considerados, misericordiosos y fraternos los unos para con los otros; vengo para pedir que proclamen su fe en la existencia infinita de la Iglesia Celestial de Cristo; vengo para pedir que den ejemplos entre ustedes de igualdad, de compasión, de amor y de respeto, ya que, después de todas las ayudas recibidas, la humanidad continúa lastimándose a sí misma de formas nunca antes vistas.

Como la Señora del Santísimo Rosario les recuerdo, queridos hijos, que recen todos los días un Misterio del Rosario y que ya no se engañen más a ustedes mismos cambiando esta importante oración por las tecnologías o por sus constantes problemas.

Háganlo de corazón y verán los poderosos resultados de esta herramienta espiritual que les proporcionará la paz y la cura espiritual de sus vidas.

Si al menos solo algunos cumplieran todos estos pedidos, Yo podré seguir intercediendo ante el Padre Celestial a pesar de que la balanza esté en una gran desigualdad. Iré incansablemente al encuentro de todos Mis hijos y los podré ayudar, uno a uno.

Si la humanidad no reza y no se detiene a pensar antes de actuar impulsivamente, una crisis peor abrazará al planeta y, como hasta los días de hoy, vidas inocentes pagarán injustamente por los otros.

Para evitar todo eso, vengo a pedir nuevamente la consagración de sus vidas y hogares del mundo a Mi Materno e Inmaculado Corazón, así triunfaré pudiendo vivir entre ustedes de forma verdadera y solemne.

¡Les agradezco por responder a este importante llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, María Rosa de la Paz

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE MARÍA, MADRE UNIVERSAL, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT

El descenso del Reino Celestial

Amados Míos:

Hoy cumplo la promesa que hice a vuestros corazones y desciendo nuevamente a este mundo con toda Mi Consciencia Celestial y Universal, ingresando a esta, una de Mis Casas en la Tierra, para traer el Reino Celestial.

Este Reino, que pertenece a todos Mis fieles hijos, reúne a los Pies del Padre Eterno y a los Pies de Mi Hijo, el Redentor, a aquellos que desde el corazón pueden vivir la fidelidad al Amor de Dios, la transparencia de ese amor, la libertad interior de haber elegido con el alma seguir el camino del bien, de la fraternidad y de la Misericordia que Cristo trajo a esta humanidad.

Esta Iglesia Celestial, que está compuesta por todos los corazones sinceros en el amor a Dios, no hace distinción de razas, pueblos, religiones, ni dogmas. Ella está formada por todos los que buscan el bien, la luz, el amor y la vida fraterna para sí mismos, para sus hermanos en todo el mundo; que buscan respeto, consideración y reconocimiento de todos los Reinos de la Naturaleza, como parte preciosa y fundamental de la vida en este planeta, frutos de la Creación Divina del Padre.

Esta Iglesia Celestial que Mi Hijo ha reunido como ofrenda al Padre Eterno, hoy desciende y se une a Mí, a Mi Inmaculado Corazón, para que así Yo la pueda cuidar, proteger, orientar y conducir hasta que Mi Hijo retorne al mundo, el único Rey, el Salvador.

A partir de este nuevo ciclo, hijos Míos, todo quedará expuesto para ser purificado. Nada quedará oculto a los ojos de los hombres, nada quedará para otra oportunidad.

Aquellos que se definan por el bien, lucharán todos los días para encaminar sus vidas por la senda que los conduce al Amor de Dios y lo harán con alegría, sabiendo que los mil años de paz están llegando, se esforzarán y prepararán el Retorno de Cristo con pequeñas y grandes acciones. Todos los verán y sabrán quiénes son.

Aquellos que se engañen y que elijan mantener los poderes falsos de este mundo, ya no se ocultarán y serán vistos por todos en todo el mundo. Ellos se burlarán de los corazones sinceros que buscan el bien y su infidelidad será vista y oída por todos. Ellos perseguirán a los corazones buenos y querrán destruir la Iglesia Celestial por no poder apoderarse de ella.

Pero nada deben temer, porque Yo estaré con ustedes y en ustedes, y ya nada los podrá hacer sufrir.

Yo guardaré la verdadera Iglesia de Mi Hijo hasta que Él retorne, colocando bajo Mi Manto de protección a los puros y simples de corazón, a los fieles y verdaderos, a los justos y obedientes de las Leyes del Cielo, a los caritativos y bondadosos con sus semejantes y con los Reinos, a los valientes que buscan el amor por encima de la mezquindad de este mundo, a los que sufren por la maldad de los crueles y pecadores, y a los inocentes, esos que nadie puede proteger.

Y así, la Iglesia Celestial de Mi Hijo crecerá, nación por nación, región por región, continente tras continente de este mundo, y nada la detendrá, porque el verdadero amor, la verdadera luz y la verdadera paz llegarán a cada alma sedienta de esta Tierra.

Recuerden, es Mi Hijo el que llama a las almas en los mundos internos, y también es Mi Amor maternal el que los reúne para llevarlos a Cristo, más allá de cualquier acción en la superficie de la Tierra.

Por eso, sucederán cosas que no podrán comprender cuando los hijos de la Iglesia Celestial comiencen a congregarse, y desde los más lejanos lugares del mundo clamen por el Amor de su Madre Celeste y por su Señor, y cuando empiecen a llegar a los espacios en donde los Mensajeros Divinos descenderán para traer paz.

Los grandes milagros de luz, cura y conversión comenzarán a manifestarse a lo largo y ancho del mundo, porque las almas se encenderán, estén donde estén, respondiendo al llamado de su Pastor.

El mal los querrá confundir, pero el Amor redentor de Cristo es poderoso e inconfundible y nada lo detendrá.

Prepárense, hijos amados, para recorrer junto Conmigo aquellos lugares perdidos del mundo en busca de sus hermanos, para que, definitivamente, puedan formar parte de esta, nuestra Iglesia Celestial.

Y así, en este ciclo que hoy se inicia, despertarán los 144 000 y nada lo impedirá. Esa tarea que ellos cumplirán, de preparar el Retorno de Cristo, le pertenece a cada alma comprometida con el advenimiento de la Nueva Humanidad, a cada uno de los que escuchan Mis palabras a través de sus oídos o en sus mundos internos.

Y ya no serán solo 144 000, serán muchos más los que, con el amor ardiente encendido por Mi Hijo en sus corazones, caminarán a Su lado para vivir junto a Él el amor y la fraternidad que esta raza siempre estuvo destinada a vivir.

Hoy, desciendo aquí y también sobre la superficie del desierto en Perú, en donde, en los mundos internos del planeta, los Maestros y Ancianos de otrora y de siempre, cuidan de este mundo. Allí es donde la Blanca Hermandad ha seguido fielmente el Plan de Dios para este mundo.

Ellos han estado incondicionalmente unidos al Eterno Padre y a todos Sus Designios, siendo el puente entre el Cósmico Universo y la Tierra desde antes de Adán y Eva, tarea que Dios les entregó y que permitió que, a pesar de todos los errores de ustedes, Mis hijos de superficie, aún hoy tengamos este bendito planeta para seguir adelante con el Proyecto divino.

Por eso, también he descendido en el desierto de Chilca, al igual que Mi Hijo descendió hace un año atrás, para llevar también hasta allí la Iglesia Celestial, porque todos ellos, como amantes silenciosos de Mi Hijo, pertenecen a esta reunión de consciencias que, desde los planos internos, nos ayudan a mantener y a preservar este amado planeta.

Amados Míos, hoy los invito amorosamente, como Madre, a dar un paso en sus espíritus y almas, para ingresar junto a Mí en la escuela del verdadero conocimiento sobre esta civilización, que son ustedes y este planeta, conocimiento que les pertenece y que ha estado oculto de las consciencias de todos.

Ahora, que ya son jóvenes que están alcanzando la madurez espiritual, les corresponde vivir las grandes verdades con apertura y también tomados de la mano de su Madre Celeste, la que los conducirá por estos nuevos caminos con amor, cuidando de cada una de sus almas.

Este nuevo ciclo estará pleno de revelaciones que los harán fuertes y les permitirán comprender muchas cosas que antes eran nombradas como “misterios”, porque el tiempo para saber de ellas todavía no había llegado para todos.

Amados Míos, hoy Mi Corazón está en júbilo y llego a ustedes como la novia que llega al altar para iniciar la etapa más importante de su vida, etapa en la que formará definitivamente la gran familia, la Familia Universal, la que esperará con fervor la llegada de su Rey, Cristo Jesús Glorificado.

Los amo, y los bendigo en este día inolvidable de júbilo.

Gracias por estar hoy acompañándome, siendo parte de esta victoria celestial.

Vuestra Madre María, Madre Universal

Mensajes diarios
MENSAJE EXTRAORDINARIO PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DEL MUNDO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE GONDOMAR, OPORTO, PORTUGAL, A LA VIDENTE MADRE MARÍA SHIMANI DE MONTSERRAT, CON MOTIVO DE SU ANIVERSARIO

Que el Manto de la Madre del Mundo cubra y proteja a todas Sus criaturas, bajo la Gracia infinita del Redentor.

Hoy, un nuevo ciclo despunta en esta Obra Sagrada que llevo adelante junto a Mi Hijo, el Cristo, y a San José Castísimo, por el rescate de este planeta y de su humanidad.

Hoy, junto a Mi Reino Celestial en la Tierra, el Reino de Lys-Fátima, celebro con todos Mis hijos un nuevo amanecer, aquel que prepara definitivamente a sus espíritus y almas para dar el último gran paso en la consagración de sus vidas a la Voluntad de Dios.

Muchas veces, han escuchado estas palabras que parecen repetirse cada tanto, y es verdad. Cada nuevo paso que la Divinidad propone a Sus servidores, en este Plan de redención y de rescate, es un ciclo que finaliza y uno nuevo que comienza, pleno de desafíos, de pruebas y de responsabilidades.

Esta es la propuesta para ustedes, en el nivel en que cada uno se encuentra en esta escuela de amor, perdón y redención que es este planeta y esta humanidad.

A cada uno de Mis hijos presentes en el mundo, aquellos que son parte de la Iglesia Celestial de Mi Hijo, aquellos que lo siguen de corazón y de verdad, hoy les entregaré una nueva meta, un sendero más profundo para recorrer y en el cual servir.

Aquellos que son parte de esta Iglesia Celestial solo por afinidad, los invito a convertirse en colaboradores efectivos de este Plan de redención. Colaborar significa acciones concretas, significa estar disponibles para realizar las tareas que sean necesarias para llevar la Obra adelante.

A los que ya colaboran, los invito a levantar el estandarte de los servidores de Cristo; aquellos que siempre están listos, dispuestos a ayudar y asistir a los Mensajeros Divinos cuando es necesario.

A los que hace tiempo sirven en este Plan de Amor, les abro la puerta de la consagración interior, aquella que los llevará a vivir por y para servir a Mi Hijo, el Cristo Redentor, y a permitir que Él los prepare para acompañarlo en este final de los tiempos, en Su Retorno.

A los que ya cruzaron el portal de la consagración y caminan por el sendero del apostolado, coloco ante sus almas, espíritus y esencias, la gran posibilidad de dar la vida por Cristo, con la alegría de entregarla, en servicio incondicional, por la redención total de las almas.

Y para los que ya no sienten temor de dar sus vidas, aquellos que viven con Mi Hijo en sus corazones, los que serán capaces de seguirlo hasta el final, sea cual sea, los invito a caminar Conmigo por el sendero de ser nada, solo esclavos de Su Amor y de aquellos que Él ama como ama al Padre Eterno.

Por eso, este ciclo es de gran renovación para cada uno de los que escuchan Mi voz.

Existe y siempre existirá, para cada criatura que ansíe de alguna forma servir a Dios y a este Plan de Amor, un lugar para realizar ese servicio. Servicio que debe realizarse con el mayor de los esfuerzos, el que cada uno pueda dar y un poco más. Porque este es el tiempo en que todo está por suceder, y del esfuerzo de cada uno dependerá el destino del planeta y de la humanidad, lo que significa también su propio destino.

Desde Fátima hacia el mundo entero, Me preparo para entregarle una Gracia a cada uno de Mis hijos, aquellos que de forma sincera, desde cada lugar del mundo, Me presenten sus corazones, en este mayo de renovación total.

Nos preparamos para entregar la Gracia de recuperar los códigos de la Pureza original que se guardan en los planos internos de este Reino Espiritual, aquella Pureza original que sus esencias perdieron hace tanto tiempo por errores cometidos en el pasado.

Estaré junto a Mi hijo Francisco concelebrando la Ceremonia de la Eucaristía. Oren por su protección y por su tarea. Él trae la renovación de la fe para todos en este tiempo.

Los amo y los bendigo.

Gracias por estar hoy Conmigo.

Vuestra Madre María, Madre del Mundo y de todas sus criaturas

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Esperé hasta este día para decirles que Mi Corazón Materno ya se encuentra palpitando espiritualmente en Centroamérica, aguardando que más almas colaboren con la concreción de los designios de su Madre Celeste.

Por esta causa Mi Consciencia Divina está reuniendo a todos los poderes de Su Gracia para derramarlos como potentísimos rayos de misericordia y redención sobre las naciones que durante el mes de noviembre Yo visitaré.

Su Santísima Madre así prepara el campo de las consciencias humanas para poder sembrar las nuevas y últimas semillas que nacerán en los jardines internos de Mi Amadísimo Hijo; aquellas que Yo vengo a sembrar y cultivar en Centroamérica para que, cuando retorne Cristo en Su Divina Gloria, Él pueda encontrar un lugar dentro de la humanidad en donde refundar Su Santa Iglesia Celestial.

Mi misión mariana con el mundo y con todas las almas es preparatoria y corredentora, es una misión que después de tanto tiempo acoge a todos los que son marginados espiritualmente y a los que, muchas veces, perdieron la oportunidad de retornar al Padre Celestial.

Queridos hijos, por eso hoy vengo para anunciar que las oraciones con los hermanos de las diferentes naciones y los videntes de la Orden continuarán por tiempo indefinido, ya que los frutos de esta tarea han colmado de alegría y gratitud a Mi Inmaculado Corazón.

Es así, queridos hijos, que esa tarea se expandirá hacia todo ser orante que cada quince días, en el mundo, quiera unirse Conmigo a esa red de oración por la paz.

Ahora para Europa, África y Asia nuevos consagrados destinarán sus vidas para ejercitar esa cadena de oración, así constituiremos una red de oración por el planeta y por la humanidad a través del Misterio del Santo Rosario.

Agradezco a todos los orantes por haber acompañado este último ciclo de preparación, ahora se abre una puerta más grande para acoger a todos.

Les agradezco por acompañarme.

Los ama y los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CIUDAD DE OPORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El divino diálogo entre María Santísima y Jesucristo, Su Hijo Amado

María Santísima: Hijo, sabes que las almas en su naufragio necesitan de Tu ayuda. Te pido, Adorable Hijo de Dios, que Te aproximes a los más débiles, que por sus errores y faltas pierden la Gracia de conocerte.

Mira, Querido Hijo, cuántos siguen Tus caminos y se esfuerzan por vivirlos.

Jesucristo: Clementísima Madre, escucho con atención y gracia Tu dulce y amorosa voz, así como la escuchaba cuando aún era muy pequeño y estaba en Tus brazos.

¿Cuándo será el momento en que los hombres se abrirán para conocer el poder de Tu Amor?

Mi Corazón se avergüenza cuando las almas no son dignas de proclamarte y reconocerte como la Madre del Mesías y la Corredentora, porque en este misterio, Tú siempre fuiste la silenciosa mujer de Nazaret que soportó todos los martirios junto a Su Hijo, en profundo silencio.

María Santísima: Sí, Hijo Amado, en Tus palabras se trasluce la verdad y la importancia del mensaje. Mi Paz todo lo alcanza, y no Te aflijas, Santo Rey, porque aún existen corazones verdaderos y santos que Me viven y Me glorifican; en ellos están las bases de la obra que el Padre Me ha confiado, en ellos edifico la verdadera iglesia celestial, libre de bienes y de poderes humanos.

Jesucristo: Es esa iglesia interior que Yo espero proclamar en honor a Mi Padre y por cada criatura de la Tierra que día a día pierde su filiación con Dios.

Santísima Reina de los Cielos, es por esa divina causa que Te he confiado, en Tus manos y Corazón, a toda la humanidad para que Tú, Arca Sagrada del Espíritu Santo, seas el portal por donde todos Tus hijos puedan pasar.

María Santísima: Por eso te ruego, Divino Hijo, que ayudes a Tus rebaños dispersos por el mundo, para que se unifiquen y solo exista un único propósito en cada corazón humano.

Desearía, Amable Señor, que Tú pudieras erguir en cada espíritu Tu verdadera iglesia celestial para que, fundando miles de ellas en los corazones, las criaturas reconozcan que Tú eres el Rey del Universo.

Jesucristo: Amada Madre del Mundo, Tus súplicas son para Mí caricias y ternuras celestiales de una Madre bondadosa e incansable, que nunca descansará hasta ver a todas las almas en el Paraíso.

Tu divina intercesión, Querida Madre, es motivo de Gracia, de Misericordia y de Gloria. Responderé al llamado de Tu Corazón Purísimo, pues Tus santos ángeles Me han hecho saber que en la Tierra tienes ejércitos orantes que están despertando por Tu Amor.

María Santísima: Sí, Glorioso Hijo, en la Tierra están despertando nuevos ejércitos, rebaños Tuyos que estoy congregando para que finalmente sigan un único camino: el camino del amor.

Por eso, Precioso Rey, estoy pidiendo a todos los ángeles y, especialmente al Ángel de Portugal, que reúnan a todas las consciencias angélicas para que la divina obra de redención se realice en todos los corazones aún no redimidos.

Por eso, revisto con Mi manto celeste a cuantos aceptan Mi convocatoria, pues Mi más íntimo deseo es que Tu Corazón sea glorificado para que el Padre sea glorificado y los acontecimientos cambien.

Jesucristo: Comprendo, Santísima Madre, el propósito que llevas adelante, por eso reforzaré Tus ejércitos angélicos para que las almas sean retiradas de la ilusión y del engaño terrenal.

Enviaré a más consciencias ultraterrestres para que los corazones despierten y sean portadores del Proyecto de Dios, el que Nuestro Amado Padre ha pedido que sea realizado en este tiempo.

María Santísima: Por eso, Hijo Primogénito, sembraré flores en jardines internos para que las almas sientan la existencia de su pureza original.

Verteré gracias inexplicables en corazones que no las merecerían, para que ellos se reconozcan dignos hijos de Dios. No dejaré, Bendito Hijo, que nadie parta de este mundo sin tener consciencia de que el amor todo lo puede cuando el corazón se abre para experimentarlo.

Jesucristo: Es ese misericordioso amor, Divina Madre del Cielo y del Universo, que aún no es vivido ni aceptado. Es el amor de Mi Corazón manso, que derrama Su Sangre de luz sobre el planeta y que todavía espera ser apreciado por todos los hombres.

Es ese amor celestial que espera ser aceptado por cada consciencia, especialmente por aquellas almas que nunca conocieron el amor. Mi Corazón se glorifica cuando los corazones viven los sacramentos y, más aún, Mi Corazón se llena de gratitud cuando las criaturas responden al llamado del Cielo, sea cual sea.

María Santísima: En Tu divina plenitud, Amado Jesús, las almas encuentran su fortaleza y las puertas a la redención se abren tantas veces intentando que las consciencias terrestres las puedan cruzar.

Por eso te ruego, Queridísimo Hijo de Dios, que ayudes con Tu bondad y Misericordia a todos los que las necesitan, para que se animen a dar el paso y ya no pierdan tiempo ni espacio en la superficialidad de la vida.

Prometo, Santo Hijo, que Mi donación y amor abrirán los caminos para que Tus rebaños puedan pasar.

Jesucristo: Es una infinita gracia escuchar Tu casta y dulce voz, la que proclama sin cansancio el triunfo de la esperanza y del amor que tanto necesita el mundo.

Tu Corazón amoroso se entrega por entero en las manos de los imperfectos y Él no teme ser rechazado porque Tu confianza en el Padre no tiene límites ni barreras.

Haz, Santa Madre Mía, que cada hijo Tuyo se anime a cruzar el portal, para que finalmente Yo encuentre en Tu regazo a los que tienen sed de Mí. Calma cada corazón y resucita en espíritu a los que aún deben elevarse al resplandor del Reino de Dios.

María Santísima: Apreciado y honrado Hijo Mío, es una gracia cumplir con Tus designios, porque en Tu Corazón se guarda la máxima Voluntad de Dios, la que los corazones de la Tierra deben aprender a vivir para que el Propósito divino se cumpla.

Por último Te suplico, Amado Hijo, que cada criatura de este enfermo planeta pueda despertar al Propósito, que los velos caigan de la consciencia y que todos los que están ciegos espiritualmente puedan ver y así cumplir con Tus sagradas peticiones.

Jesucristo: Haz saber al mundo, Madre Querida, que ya estoy retornando y que Mi hora se aproxima. Haz saber que las almas deben arrepentirse y perdonarse las unas a las otras, para que abandonen la soberbia y la indiferencia humana.

Haz saber que Me complazco, Santa Madre, en los que se esfuerzan y cumplen en obediencia Mis pedidos, porque así Yo construyo Mi iglesia interior en los corazones.

Haz saber al mundo, que el gran y esperado Juicio de la humanidad está cerca y que todos deben rezar por las agresiones causadas en el transcurso de los tiempos a toda la raza y a los Reinos de la Naturaleza.

Haz saber, Madre Celestial, que pondré fin a muchas cosas.

Queridos hijos, este segundo diálogo fue vivido en el Reino Celestial con Mi Amado Hijo y hoy lo comparto con todos para que lo estudien.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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