Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Recuerda, en este último tiempo, Mis Palabras de Luz y abrázate fuerte a Mí para que Mi Amor disipe las confusas ideas del mal.

Por eso, te pido que cada día confíes un poco más en Mí y que recuerdes estos últimos momentos de amor que, en Mi Gloria Celestial, has compartido Conmigo.

No demores, el tiempo pasa y Mi campanario sideral está llamando a las últimas ovejas antes de que llegue el tiempo de la Justicia Divina.

Anímate y entrégate. Mi absoluta confianza ha descendido sobre tu ser. Y en todo este precioso misterio se guarda Mi Amor por las almas.

Por eso, con determinación y vacío de tus propias voluntades y expectativas, pon atención a lo que Yo te digo, pues tienes la Gracia suprema de ser digno ante Mi Padre y de recibir todos los días Mi infinita Misericordia.

Si caminas hacia Mí, la oscuridad del sendero no te tocará ni te abrazará.

Sé inteligente y decídete a buscar las cosas que vienen de Mi Voluntad. Así sabrás qué camino correcto seguir y te librarás, por Mi Gracia, de que tus semejantes se pierdan.

Abre tu corazón, pues aún no lo has hecho. Abrirme tu corazón significa renunciar todo el tiempo a tus propios deseos. Cuídate de ti mismo más que de tus opositores. El puro sendero es construido con base en la unidad perfecta que establezcas con Mi Reino.

A lo largo del tiempo, Yo te he dado Mi Paz y Mi Misericordia. Sé agradecido y bueno. Escucha Mis Palabras a través de tus hermanos.

Recuerda que Yo estoy presente en los sagrarios y en todos los templos orantes de los seres. Si aún no has reconocido Mi sabia y pura Voluntad, hoy te la muestro y esta es Mi petición espiritual: sígueme y renuncia a tus proyectos. 

Yo Soy el único portal hacia la salvación y la redención de tu pequeñísima vida terrestre. 

Ya no es tiempo ni momento de que tus pies estén en dos barcas. Deja de naufragar en tu propio mundo y reconoce humildemente a Quien ha venido a llamarte y a redimirte.

Cuando abras tu pequeño corazón ya estarás amando las cosas del Cielo. Mientras busques tu propia realización solo serás para Mí una parte del pecado de este mundo cruel.

Resígnate e implora Mi Misericordia. Las Tablas de la Ley ya están a los Pies del Creador y ellas pronto serán reveladas por los coros celestiales antes de Mi Retorno.

He venido durante tanto tiempo y tantos días, para que algún día puedas renunciar y unirte al espíritu de Mi santa Humildad.

Que esta Maratón misericordiosa, después de tantas realizadas, sea el momento de que cada ser recapacite por todo lo que recibió directamente de Mi Sagrado Corazón de Luz.

Cuando hayan recapacitado, meditando sobre Mi Pasión, les aseguro que se darán cuenta de todo lo que les he dicho en nombre de Dios.

Recen y no busquen otra cosa que rezar. Pidan perdón por vuestra inmensa soberbia y decídanse a ser, ahora y siempre, dignos en el Señor.

Por vuestro gesto de humillación y reverencia, les agradezco.

Bajo el perdón infinito de Dios, sean bienaventurados.

Gracias a los que Me adoraron, de corazón, en el Santísimo Cuerpo de Cristo.

Vuestro Maestro, Cristo Jesús