Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADA CASA DE MARÍA MADRE PAULISTA, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Como Señora y Celadora de la Eucaristía, en este día de Piedad y de Misericordia para el mundo entero, quisiera que una vez más Mi Hijo sea reconocido por todos, a través del Pan y del Vino consagrados; a fin de que, a través de la adoración de las almas buenas, los errores y los ultrajes, que sigue recibiendo el Corazón del Creador, puedan ser reparados.

Por eso, Mis hijos, a través de este gesto de amor misericordioso de sus corazones y vidas, los Sagrarios de la Tierra que son destruidos por las guerras o profanados por las almas ignorantes, espacios que son bendecidos por Mi Hijo, también deberán ser reparados y contemplados, así como lo hacen los ángeles del coro de la reparación.

Quisiera decirles, hijos Míos, que los lugares santos, así como es la Eucaristía que santifica todo lo que toca e irradia, son espacios fundamentales para la elevación de las almas y especialmente del planeta que necesitan mucha Luz y Misericordia en estos tiempos.

El primer paso es que las almas adoren y valoren el Sacramento, para que la humanidad no siga perdiendo su auténtica unión espiritual con el Creador.

Como Señora y Celadora de la Eucaristía, les agradezco a todos Mis hijos que fielmente ejercitan todos los días la santa adoración al Cuerpo Eucarístico y Celestial del Redentor.

Unida en oración por todas las causas imposibles y urgentes, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADO CIELO, BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos y amados hijos:

Hoy, teniéndolos a todos en Mi regazo, Yo los invito a seguir orando y adorando al Cuerpo Eucarístico de Jesús, a fin de que aquí se cumpla el tiempo que está previsto en los Planes del Padre.

A través del Monasterio de la Puerta de la Misericordia, quisiera que, en este nuevo ciclo del Núcleo-Luz, abrieran esa puerta de Misericordia para los que más la necesitan; pero que principalmente ustedes, Mis amados hijos, aprendan en esta etapa a abrir la puerta del corazón para que todos puedan tener un lugar en ustedes, así como Dios, el Creador, tiene un lugar predilecto para Sus Hijos.

A través de la Sagrada Fuente de Jesús que abrirán aquí, en esta casa, para todas las almas, recuerden que desde los más pecadores hasta los más rescatados podrán servirse de la Fuente de Jesús para purificar su vida y, así, lavar de su rostro las marcas del pasado.

Hoy, una vez más, vengo a bendecirlos, vengo a animarlos y a impulsarlos para que Mi Sagrado Cielo siga expandiendo la Luz de la Eucaristía en esta necesitada ciudad de Belo Horizonte.

En nombre de Mi Hijo, Yo les agradezco por estos días que fueron compartidos.

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora del Sagrado Cielo de Dios

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA FRONTERA ENTRE RUSIA Y FINLANDIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ríos de sangre inundan la superficie de la Tierra; así como este océano, frente a sus ojos, inunda la vida.

¿Quién se hará cargo del precio de la inocencia que fue destruida?

¿Quién se hará cargo, hijos Míos, después de que la Preciosa Sangre de Mi Hijo fue derramada, gota a gota, para poder redimir y salvar al mundo?

Hoy, Yo vengo hasta Rusia, también como la Madre de esta nación, que tiene otro Propósito Espiritual y no el que está manifestando en estos tiempos.

Si todas las naciones del mundo hubieran cumplido su Propósito Espiritual desde el principio, les aseguro, hijos Míos, que no existiría la guerra, el hambre, el exilio ni la impunidad.

Pero este Proyecto de Dios, en la superficie de la Tierra, se desvió del camino que estaba previsto. Por eso, Dios Padre nos envía al mundo como Sus Mensajeros a despertar la consciencia de la humanidad.

¿Cuánto más deberá suceder en esta superficie, hijos Míos, para que algo cambie en el ser humano?

Aunque la mayoría no tiene la responsabilidad de las decisiones equivocadas que toman muy pocos y que repercuten en millones de almas en el mundo, Yo les pido, Mis amados hijos, que su escuela profunda de oración, en estos tiempos críticos y desafiantes, se profundice aún más, para que esta escuela de oración, que es una invocación permanente al Reino de los Cielos, pueda tocar el Corazón de Dios, un Corazón ofendido y lastimado por Sus Hijos.

Pero Yo vengo a ofrecerle al mundo el Relicario de Mi Corazón Inmaculado para que las almas ingresen a Dios a través de Mi Corazón, y las situaciones difíciles y complejas que se viven en estos tiempos puedan ser reparadas por la oferta de las almas buenas, de las almas que buscan a Dios incesantemente, de las almas que viven el don del Temor de Dios, no como una justicia, sino como la imperiosa necesidad de estar en Él y por Él, sirviendo en esta superficie de la Tierra.

Aún las armas siguen siendo activadas. Aún los hombres viven en la guerra, y las almas que, en esta superficie, están bajo esas difíciles condiciones de vida, se atemorizan y se aterrorizan por lo que escuchan y por lo que ven, día a día; desde Mis hijos más pequeños que son los más inocentes y puros, hasta Mis hijos más adultos y ancianos que están sometidos por la soberbia y por el poder de unos pocos.

Infelizmente, en este mundo existe una red infernal que condiciona a muchas poblaciones del planeta; pero esto no podrá seguir así, hijos Míos, porque los signos del parto planetario siguen aumentando. La Tierra seguirá temblando, los volcanes seguirán erupcionando, la naturaleza mostrará su furia y su poder por no haber sido cuidada y respetada.

¿Ustedes se imaginan, hijos Míos, tan solo por un momento, cuántos estarán bajo esta condición?

Solo nos resta orar de corazón y de verdad, sin permitir que ni un solo día deje de ser permeado por la luz de la oración.

Como Madre de la oración perpetua, que reza por todos Sus hijos del mundo; como Madre de la Misericordia, ante tantas injusticias y errores; como Reina de la Paz, ante tantos conflictos y guerras que son cometidos; Yo vengo a pedirles, hijos Míos, una vez más, que atiendan al apelo de Mi Corazón, porque les aseguro, queridos hijos, que muy pocos están preparados para el final de los tiempos; tan pocos están preparados como el número de ángeles que hoy Me acompañan.

¿Comprenden la urgencia de estos tiempos?

No vengo a darles temor ni miedo, porque eso no es de Dios. Hoy, vengo a rogar, de rodillas, para que Rusia se convierta a Mi Corazón Inmaculado, para que no se cumpla el Tercer Secreto de Fátima, para que la maldad y la impunidad no se siga expandiendo en el mundo.

Mi Corazón Espinado es presionado por las espinas del dolor de Mis hijos y Mi Corazón derrama la Sangre en este día, así como Mi Hijo derramó Su Sangre en la Cruz.
Que esta Sangre, que derrama el Corazón Inmaculado de María, sea reparada por la oración sincera de Sus hijos, los que ya saben que orar no es una obligación, los que ya saben que orar es una necesidad y una emergencia, porque bajo la luz de la oración estarán protegidos y amparados por Mi Manto de Luz inmaterial y universal.

Mis Manos hoy no dan abasto para ayudar a todos los que necesitan. Las huestes de Luz, sagrados ángeles del Padre Eterno, tampoco dan abasto para atender tantas emergencias y necesidades que no son solo físicas, sino también son espirituales, porque las necesidades espirituales son las más urgentes.

¿Quién se decidirá a dar el paso para asumir, junto con la Madre de los Dolores, esta cruz planetaria?

¿Quién ya no se distanciará más de la cruz y será el nuevo cireneo que, a través del silencio, de la persistencia y de la fe, cargará junto con Mi Hijo todos los pecados del mundo, con la ardiente aspiración de ayudar al Señor?

¿Quién se decidirá, de una vez y para siempre, a ser un espejo de la oración en la Tierra, a entender que ya no es el tiempo del egoísmo y del individualismo, a entender que ya es el tiempo y ya es la hora del “nosotros”, en los que vibra toda la Hermandad Celestial?

Con pesar, los errores seguirán siendo cometidos en el mundo, y esto será así hasta que Mi Hijo retorne. Él lo sabe. Él lo observa en Su más absoluto silencio; pero Su Amor no juzga, Su Mente no cuestiona, Su Gobierno Espiritual no presiona, Su Luz irradia, Su Compasión se establece más allá de las fronteras de este plano material.

Pero no pierdan la fe, afirmen en ustedes la Divina Esperanza. El mundo necesitará, cada día más, que existan buenos instrumentos de Dios, para que Su Amor se deposite y Su Luz se derrame en todos los tabernáculos de la Tierra, que son las almas sinceras que se ofrecen para entrar en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en la ciencia sagrada de los Sacramentos y de la sublime adoración al Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús.

Que todos los Santísimos se abran, en estos tiempos, para que la Luz de Cristo se multiplique en el mundo, para que el equilibrio se establezca, para que la paz colme los espacios y las consciencias.

Como Madre de Rusia, les pido que oren por la religión de este país, tristemente condicionada, vacía de espíritu por sus compromisos que no son con Dios. Muchas, pero muchas almas dependen de esto.

Ahora, ¿entienden Mi aflicción? Ahora, ¿sienten Mi Corazón?

Les agradeceré por atender a Mis pedidos espirituales, porque no tienen que hacer nada diferente de lo que ya hacen. Solo deben ser más conscientes de la realidad y del tiempo de emergencia, para que las naciones no se sigan comprometiendo con el mal y para que millones de personas no estén bajo esta condición.

Yo vengo a pedirles, una vez más, que oren por la consagración de Rusia a Mi Corazón Inmaculado.

Hoy, vengo aquí a dar este Mensaje especial porque Dios Me lo ha permitido. Haré todo lo que sea posible y un poco más por Mis hijos, a fin de que no pierdan la paz y la unidad con el Padre Eterno.

Ahora, su Madre Celeste se recogerá en el silencio y, así, invita a Sus hijos a recogerse en el sagrado silencio, para que Mis Palabras no pasen desapercibidas ni las almas las olviden de un momento para otro, porque es Dios que Me envía a dar este Mensaje, es la Voz de Dios que resuena a través de Mis Palabras y de Mis Labios, para que Su Amor haga eco en el mundo.

Les agradezco por estar hoy aquí Conmigo, en este lugar, rezando de rodillas junto con la Madre de Dios.

Que el Amor y la Luz de Mi Hijo los bendiga a todos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL NÚCLEO-LUZ SAGRADO CIELO, EN BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me alegra reencontrarme con Mis fieles y amados hijos, en este Sagrado Cielo azul, en donde muchas experiencias fueron vividas por ustedes, Mis hijos. Noches oscuras fueron atravesadas, momentos de alegría fueron vividos y compartidos y, hoy, están aquí Conmigo, en fidelidad y en amor.

Quisiera que sepan que los tiempos que llegarán no serán buenos, pero si las almas se arrepienten de corazón y se entregan con fe al Inmaculado Corazón, todo se podría evitar.

Ahora, que sus pies están cansados de esta trayectoria y de este camino, renuévense. 

Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre que nunca los abandonará, la Madre que siempre los recibirá y les entregará la Paz que tanto necesita el mundo entero.

Alégrense, porque estoy aquí para concederles una vez más Mis Gracias, para otorgarles el Perdón de Dios y la renovación de sus vidas en este ciclo definitivo, en el que el esfuerzo será la gran llave maestra entre todas las llaves; la llave que abrirá la puerta para el descenso de la Misericordia de Dios.

Por eso, hijos Míos, que sus mentes se expandan, que sus corazones se abran mucho más de lo que están abiertos, para que las consciencias que se han autoconvocado puedan llegar aquí, como está previsto en la Aspiración del Padre Eterno.

Todo lo que aprendieron, a través de los tiempos, ha sido para este momento, hijos Míos, para esta hora definitiva, en la que deben aprender a caminar en el sacrificio por amor a Dios y por amor a Mi Hijo; porque Él nunca les entregará una cruz tan pesada que no la puedan llevar por sí mismos.

Él les entregará la cruz de la liberación y de la redención, así como la cargó de forma valiente hace mucho tiempo, por cada uno de ustedes. Por eso, sigan participando en esa fidelidad a Dios y a Mi Corazón Inmaculado.

Agradezco desde siempre, el canal ofrecido en este lugar, para la Vigilia y la Adoración.

Hijos Míos, es hora de reconstruir las bases espirituales de esta humanidad, a través de ese importante ejercicio de Adoración al Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, porque mientras eso no sucede ustedes saben que las almas se pierden y se pierden; y Mi deseo es llevar a todos hacia Dios, no solo a los que ustedes desconocen, sino también a sus familias, a sus seres queridos, a todos los que están próximos a sus vidas. 

Todos necesitan conocer la Misericordia de Dios. Y ese Misterio se reveló y fue entregado en la Cruz a través de la Sangre derramada de Mi Hijo, en cada gota que Él derramó por el mundo. 

Hoy, para esta renovación, Mis Gracias les traen los Códigos de la Sangre de Cristo para que, después de lo vivido en estos últimos años, sus consciencias se puedan sentir curadas y renovadas, puedan asumir con madurez y entusiasmo la cruz que Mi Hijo les entrega, por amor a la humanidad y al planeta.

Y desde ahora, hijos Míos, su Madre Celeste ya sabe, todo los que ustedes harán para poder recibirme el próximo 13 de octubre, porque ustedes ya aprendieron a servir y a donarse.

Quiero que, a los pies de Mi Altar que elevarán en ofrenda a Mi Inmaculado Corazón, no solo estén las flores que siempre Me colocan a los pies, sino que sus vidas, en estos próximos días y en los tiempos que vendrán, sean esas bellas flores de la conversión, del perdón, del amor y de la redención, que Yo podré recoger con Mis propias Manos para entregárselas a Dios y confirmar que el Plan de Mi Hijo en este mundo es posible.

Hoy, abrazo con Mi Manto a todos los que lo necesitan. Hoy, coloco sobre Mi Pecho a todos los que necesitan sentir el latir de Mi Corazón, para que recuerden que la Madre Consoladora y Corredentora está siempre aquí presente, en Espíritu y en Divinidad.

Alégrense, porque el fin del cautiverio llegará no solo para ustedes, sino también para el mundo entero; porque cuando Mi Hijo retorne, Él todo lo renovará y lo transformará por los méritos alcanzados en Su Pasión, Muerte y Resurrección.

Que este día, sus almas resuciten en espíritu bajo el Amor de Dios, bajo la Presencia de la Madre del Espíritu Santo y ofrézcanle a Dios lo mejor que puedan darle, por más pequeño que parezca que sea verdadero y sincero; porque es en lo pequeño y no en lo grande, en donde Dios obra, a través de las almas y de los corazones abiertos a Su Amor Consolador.

Y así, como he hecho en estos últimos días, en estas últimas semanas, en esta especial Peregrinación de reencuentro con Mis queridos hijos, volveré a ofrecerles el Sacramento de la Unción, para que la señal de la Cruz de Emmanuel los santifique, los proteja, los sane y los acompañe en esta nueva etapa de renovación y de refundación de las bases del Propósito de este Núcleo y de este punto de Luz Espiritual en esta parte del planeta.

Hijos, no le tengan miedo a la cruz, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre de toda la humanidad y del planeta. Recuerden que aquí Yo encuentro la fuerza interior en los que adoran, oran, vigilan y sirven a Dios.

No solo Mi Hijo busca un lugar donde reposar y repararse, su Madre Celeste también busca ese lugar en los corazones que sirven a la Obra de Dios en este planeta.

Coloquen a Mis Pies sus intenciones en el silencio del corazón, que Yo se las llevaré a Dios.

Oren y no dejen de hacerlo, por su protección y por la protección de sus familias. Únanse a Dios a través de la oración.

Hagamos la oferta a Dios, desde lo más profundo de Mi Corazón, en este momento.

Padre Celestial, 
que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos, por el Camino del Amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado, de forma tan inmediata, porque cuando eso sucede, hijos Míos, la humanidad deja de sufrir.

Y ahora, vayamos a los pies del Altar de Cristo, ustedes como Sus compañeros y apóstoles, y ofrezcamos no solo el pan y el vino para que se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, sino también ofrezcan sus corazones, para que esta renovación llegue a sus vidas y a sus familias, a través de la bendición del Espíritu Santo.

Estén en paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

A medida que la Iglesia Celestial se aproxima espiritualmente al planeta, mayores serán los movimientos internos y físicos en la humanidad.

Es como una gran Luz que ingresa en el abismo y en la oscuridad de la humanidad para convertir la noche en día.

En este momento de inflexión mundial es cuando aún más las almas deberán aspirar, con todo el corazón, a que la Iglesia Celestial las libere de las cadenas de los errores y del sufrimiento.

La Iglesia Celestial descenderá con el Poder Creador e impulsará a los que la acojan para que profesen su fe y confianza en el Eterno Dios.

Mientras que la Iglesia Celestial comienza a abrir sus puertas principales, los ángeles salen de su interior, descienden a la Tierra y preparan su solemne llegada. 

Pero ustedes, hijos Míos, también deberán sostener este momento, ya que la Luz y la oscuridad se encontrarán y, a partir de allí, se abrirá el último ciclo de la batalla que definirá el amor o la indiferencia en la humanidad.

Cuantas más obras de oración y de bien se realicen en el mundo, mayor será el efecto espiritual e interno de la Iglesia Celestial; y las almas que no tenían posibilidades de salvación serán consideradas.

En este momento, todos los que adoran al Santísimo del Altar estarán colaborando, conscientemente, para que la Iglesia Celestial llegue a todos los corazones posibles.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL PARA LA 83.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El Sagrario de Mi Corazón desea estar presente en todos los Centros Marianos y Monasterios de esta Orden.

En el Sagrario Me podrán encontrar, así como en la Adoración al Santísimo. 

Mi Presencia en el Sagrario es eterna, y es allí en donde las almas deben buscarme y reconocerme para poder sentirme en su interior.

La Luz de Mi Sagrario no es reconocida por muchas almas en el mundo. 

En el Tabernáculo de Mi Corazón, tengo un espacio preparado para cada alma: un propósito.

Antes de partir y dejar el mundo, deseo que cumplan este pedido, porque no es solo por su religiosidad, sino también por las almas del mundo que, en este momento, necesitan descubrir el misterio que guarda el Sagrario de Mi Corazón.

En esta Ermita, que ha sido erguida en Mi Nombre, también deseo ver un Sagrario; así como en todas las casas religiosas de su Orden y en los Centros Marianos, porque el Sagrario de Mi Corazón es la señal visible del ecumenismo y de la paz entre las religiones.

Ante el Sagrario de Mi Corazón, podrán recogerse en los momentos más difíciles, así como en el Santísimo Sacramento. 

El Santísimo y el Sagrario de Mi Corazón son el mayor legado que he dejado para la humanidad a lo largo de los tiempos. 

Muchas almas buenas se han convertido ante el Sagrario de Mi Corazón, y Yo Me he comunicado con ellas a lo largo de los tiempos, en presencia del Sagrario de Mi Espíritu y de Mi Divinidad.

En el Sagrario de Mi Corazón, las almas se podrán consagrar, aunque no vivan una vida religiosa, porque quien se consagra es el alma de ustedes. Esa debe ser la aspiración de sus vidas dentro del universo de la consagración.

Muchas situaciones difíciles, que vive el mundo, podrían estar resueltas si las almas veneraran el Sagrario de Mi Corazón, en donde Yo también los podré sacramentar con Mi Espíritu y con Mi Paz.

Hoy les revelo, a través de Mi Pecho, el Sagrario de Mi Corazón, la Luz de la Gracia que desciende al mundo por los méritos de la Pasión de Su Señor y Redentor.

En el Sagrario de Mi Corazón está la síntesis de Mi experiencia y de Mi vida en la Tierra, desde que nací hasta que ascendí a los Cielos.

Sé que las almas, a veces, no colocan su atención en el significado del Sagrario de Mi Corazón; pues hoy se los revelo y se los comparto, porque en los Centros Marianos y en sus casas religiosas será en donde podrán encontrarme.

El Sagrario de Mi Corazón es un puente hacia los Cielos, hacia el Universo, hacia la Vida Mayor. 

En el Sagrario de Mi Corazón no vivirán la adversidad ni tampoco la perturbación.

Ante el Sagrario de Mi Corazón sus ideas quedarán claras y tendrán discernimiento por el impulso de Mi Gracia y de Mi Sabiduría.

Yo necesito que el mundo comprenda el significado del Sagrario de Mi Corazón, porque aún las almas no saben lo que guardo dentro de él. Allí no solo está Mi Cuerpo y Mi Sangre, sino también está la vida espiritual de Su Señor, que es una vida omnipresente y eterna. 

Juan, el Apóstol, conoció el Sagrario de Mi Corazón en la Cruz. Mi Madre permitió que él lo supiera en el momento más culminante de Mi agonía, cuando en las entrañas más profundas de Mi Ser estaba la soledad y el abandono de los hombres. 

En la mayor oscuridad y sufrimiento en la Cruz, emergió el Sagrario de Mi Corazón como una forma espiritual y divina. Y eso irguió de los abismos a las almas caídas y muchas almas alcanzaron la victoria de la redención por el precio de Mi Sangre. Aunque eso sucedió hace más de dos mil años, aún está vivo.

El Sagrario de Mi Corazón hoy está aquí para que sea venerado y adorado por las almas buenas y humildes. 

En el Sagrario de Mi Corazón podrán encontrar la humildad y la entrega que necesitan para vivir y atravesar estos tiempos tan desconocidos e impredecibles.

Alrededor del Sagrario de Mi Corazón, que podrá estar presente en los Centros Marianos y en sus casas religiosas, así como está presente en las iglesias del mundo, es en donde los ángeles contemplan a Dios en Su segunda persona, el Hijo, el que dona a las almas y a los corazones la filiación con el Padre Eterno, la reconciliación y el perdón.

Quien tenga fe y Me adore en el Sagrario de Mi Corazón se curará espiritualmente y las enfermedades del cuerpo desaparecerán de forma inexplicable. 

Hay almas en el mundo que vinieron a servirme a través de su sufrimiento. El alma de las personas tiene miedo de vivir esa experiencia porque es algo semejante a lo que Yo viví, desde el Huerto Getsemaní hasta la muerte en la Cruz. 

No descansaré hasta que aprendan a superarme en el amor y en el servicio.

Antes de cerrar Mi ciclo con ustedes, les dejo el mayor legado del universo espiritual, que es el Sagrario de Mi Corazón, para que la Santa Eucaristía no solo sea adorada, sino también reconocida y amada por los hombres.

El Sagrario de Mi Corazón es el refugio para sus penas, el alivio de sus agonías, la cura de sus heridas, el amor para sus consciencias, la sabiduría en sus confusiones, la claridad en sus caminos, la entrega eterna de sus almas.

En el Sagrario de Mi Corazón está toda Mi vida y Mi existencia.

El Sagrario de Mi Corazón está lleno de Misericordia para las almas.

Mi Ser está lleno de Luz para los corazones, pero muchos no la aceptan.

Que esta última Maratón que vivirán Conmigo no solo sea una síntesis, sino una oportunidad de recordar lo que vivieron Conmigo durante estos años, desde los sagrados pinos de Aurora, pasando por todas las ciudades que visitó la Peregrinación por la Paz.

En cada momento, este misterio del Sagrario de Mi Corazón estuvo presente, acompañándolos y sirviendo a las almas más necesitadas, especialmente aquellas que, aparentemente, no lo necesitaban.

Ante el Sagrario de Mi Corazón, ustedes son cristalinos. Todo lo puedo ver y reconocer, no existen límites ni apariencias.

Ante el Sagrario de Mi Corazón, sus almas los pueden gobernar y aprender a hacerlo en estos tiempos críticos.

Ante el Sagrario de Mi Corazón, ustedes no olvidarán el compromiso en los momentos de mayor prueba, porque Yo mismo Les haré recordar que vinieron a servirme y lo que vinieron a ofrecerme.

Es a través del Sagrario de Mi Corazón que dejaré a Mis representantes en la Tierra, todos los adoradores y los que veneran Mi Sagrado Cuerpo en la Eucaristía. 

A través del Sagrario de Mi Corazón, encontrarán el Reino Celestial y se fortalecerán en la paz, para los momentos de mayor tribulación.

Ahora, deseo tener dentro del Sagrario de Mi Corazón sus experiencias de amor y de perdón, porque eso hará recrear a la Creación en esta escuela del Amor Divino y a la expansión de la consciencia por medio del impulso que trae el Amor de Dios al mundo. 

Lo último que quiero decirles, compañeros, es que den valor a todo lo que han recibido de Mi Persona y de Mi Divinidad, durante estos últimos tiempos.

Que este momento de despedida de Su Maestro y Señor sea una oportunidad de asumir definitivamente su compromiso Conmigo, en el trabajo del servicio y de la oración, porque el ejercicio espiritual de la oración de la Misericordia continuará.

Ahora, ha llegado el momento de asumir y de responsabilizarse como adultos en el camino espiritual. Hasta ahora, todo fue una preparación.

No solo Me retiraré porque Mi Padre Me ha llamado para prepararme para Mi Retorno, sino porque ustedes ya aprendieron a cómo sostener Mi Plan de Amor en la humanidad.

Definitivamente, sean el Amor que Yo les he entregado en los Sacramentos y a través de cada palabra, de cada mensaje e instrucción. Así, desde los Cielos, tendré un lugar y un espacio en sus almas en donde poder espejarme y refractar la Luz de Mi Misericordia.

Les agradezco a los que se comprometieron Conmigo durante estos años de oración misericordiosa, y a los que lo seguirán haciendo, comprendiendo más allá de sí mismos, lo que esto significa para este momento del planeta y de la humanidad.

Yo solo puedo estar en lo que es simple, austero y humilde. Es a donde puedo retornar, para que las almas Me encuentren y Me vivan. 

La donación de Su Maestro es eterna e incondicional, así deben ser sus vidas y consciencias, porque hoy no comprenderán lo que esto significa, pero mañana lo sabrán. Es una promesa. 

Que sus vidas, experiencias y oraciones sigan siendo escritas en los Libros de la Sabiduría de Dios, para que la humanidad aún tenga la chance de redimirse. Que así sea. 

Oremos en esta Maratón como si fuera la primera vez, sabiendo que Yo estaré atento a cada uno de ustedes y esperando que Me respondan de la misma forma que cuando los llamé por primera vez para este ejercicio espiritual, sabiendo que Me serviré de este momento de oración para ayudar al planeta y a las almas, a fin de que se cumpla la salvación de los corazones. 

Que Mi Paz se refleje en ustedes. Que sean portadores de Mi Paz. Que Mi Paz se multiplique y se expanda por el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Compañeros, hoy traigo para ustedes el Santísimo Cuerpo de su Señor y el Sagrado Cáliz del Redentor para que, en este mes de mayo, ofrezcan la Comunión Reparadora todos los días, a fin de que Dios escuche el corazón de Sus hijos y las súplicas de los que oran de verdad, pidiendo por esta humanidad y por este planeta para que, en este tiempo final, las almas se fortalezcan y aprendan a transitar el fin de estos tiempos, tiempos reveladores y definitivos, tiempos en los que la humanidad conocerá la Verdad en este ciclo del Apocalipsis.

Derramo los Rayos de Mi Corazón sobre la Sagrada Eucaristía que hoy llevo en Mi Mano y sobre el Sagrado Cáliz del Redentor, para que el Cuerpo y la Sangre de Cristo sean esa unidad divina, perpetua y eterna, que las almas necesitan en este tiempo final.

Es allí, en esa fuerza divina, en esa unión esencial con el Sacramento del Altar en donde encontrarán la fuerza, el coraje y la valentía para sobrellevar estos tiempos y no en otro lugar.

Por eso, la Luz de Mi Espíritu hoy no solo se derrama sobre el Santísimo Cuerpo de su Señor y el Santo Cáliz, sino también sobre el mundo y, en especial sobre la humanidad, sobre aquellas regiones de la Tierra en donde el conflicto, la pandemia y el terror azota a los corazones inocentes.

En esa unión divina que cada uno de ustedes puede alcanzar, por medio de este ofrecimiento especial durante el mes de mayo, estarán unidos verdaderamente a Mí y, en consecuencia, estarán unidos a la Vida Superior y Cósmica.

De esa forma, a pesar de lo que suceda, la ayuda vendrá del universo por medio de sus corrientes poderosas, por medio de sus energías sublimes, a través de los sagrados rayos materiales e inmateriales que deben colmar a las almas para que puedan concretar, finalmente, la realización de su misión y de su compromiso Conmigo, para que toda la raza humana aprenda a superar estos tiempos y, sobre todo, aprenda a transitarlos.

Es fundamental que, para este ofrecimiento especial durante el mes de mayo, la vida sacerdotal sea la que infunda, con la fuerza y el ímpetu del corazón y del amor, la ayuda que necesitan las almas por medio de los Sacramentos que Yo les he entregado.

Ahora, que para millones de almas es imposible comulgar con la sagrada forma del Cuerpo de Cristo y con la preciosa Sangre, es el tiempo de vivir la Comunión espiritual, tan verdadera como la Comunión habitual que siempre vivían.

Es en esa unión espiritual en donde su compromiso se fortalecerá, y aquellas adversidades, tinieblas e incertidumbres no prevalecerán, porque cada día que trabajen y vivan esa unión Conmigo permitirá que Yo también pueda actuar y obrar a través de ustedes.

Dedico mi Mensaje, especialmente, a todas las almas, a los buenos corazones silenciosos y anónimos que rezan por los sacerdotes, todos los días, porque el espíritu de la oración, el poder de la oración les hará comprender, más allá de las apariencias, la esencia espiritual de los sacerdotes en este tiempo final, en donde la cura, la redención, la reconciliación y la Misericordia para el mundo entero se alcanzarán a través de la vida sacerdotal.

De ese compromiso y de esa unión que cada uno pueda vivir Conmigo, verdaderamente, a través de Mi Corazón espiritual y de la Luz que emana de los Rayos de la Misericordia Divina, es que Yo podré derramar y depositar en los corazones de los sacerdotes los atributos y, sobre todo, los designios que Yo tengo pensados desde el principio para cada uno de ellos.

Mientras la humanidad está preocupada y agitada por no saber cómo continuará el próximo tiempo, Yo los invito cada día a profundizar más en esa unión Conmigo por medio del Sacramento espiritual con Mi Cuerpo y con Mi Sangre.

También estoy considerando en este tiempo las adoraciones que son ofrecidas a la Santa Eucaristía, porque mientras más adoraciones se realicen, más ejercicios se llevan adelante espiritualmente, y las almas también son beneficiadas por medio de ese ejercicio espiritual que permitirá mantener a los corazones en equilibrio, en ese equilibrio fundamental que la humanidad hoy no tiene por todo lo que se preocupa y por la incertidumbre que siente en este tiempo.

Todo lo que le dejé, hace más de dos mil años al mundo entero, son importantes llaves para hoy. Esa es la razón de la vivencia espiritual de los Sacramentos y de la fuerza inmutable y permanente que ellos tienen a través de los tiempos.

De esa forma, por medio de los Sacramentos, de manera espiritual encontrarán la fuerza de la renovación y de la fe, y las almas, a pesar de todo lo que suceda en el mundo, se sentirán seguras porque no se enfermarán; sus almas se regocijarán y celebrarán Conmigo la victoria de Mi Corazón en cada una de ellas.

Necesito que comprendan, en una visión más amplia, lo que esto significa para Mí: que la vivencia del Sacramento espiritual en cada uno de ustedes le podrá demostrar al Padre Eterno que los tesoros que Yo les entregué están en lugares seguros y que esos mismos tesoros que Yo les entregué dan frutos en la redención y en la conversión.

Este es el tiempo en el que por medio de la Comunión espiritual Conmigo, que a través de la Maratón de la Divina Misericordia todos podrán vivir, se fortalecerán y podrán comprender, más allá de todo, la esencia de lo que Yo he realizado a través de los últimos años.

Porque todo lo que he hecho, hasta ahora y desde el principio, solo ha sido una preparación en sus vidas y espíritus para que sus consciencias no tuvieran miedo ni tampoco dudas de poder enfrentar estos tiempos y de llevar a la humanidad constantemente a la elevación de la consciencia, porque por más que tan pocos hagan ese esfuerzo y esa entrega; todo eso siempre beneficiará al resto de la humanidad y aquellos que tal vez no merecerían nada ni siquiera una Gracia, la recibirán.

Es así que el Amor de Mi Corazón se multiplica en todos los corazones que se ofrecen no solo para rezar por el ministerio sacerdotal y la vida sacerdotal, sino también para que la Obra de Mi Misericordia y Redención sea llevada adelante por los compañeros que Yo he convocado para vivir esta vida y este principio espiritual, entre tantos otros.

Quiero que estén atentos y tengan una clara visión de que este es el tiempo y el momento de vivir lo que Yo tanto he esperado a través de los tiempos y de las generaciones.

He obrado y Me he presentado con el mismo fin y propósito, y eso no cambiará hasta que Yo retorne al mundo, en donde su Sacerdote Mayor y Señor de señores llevará adelante la institución y el advenimiento del nuevo tiempo, de la nueva vida, de la nueva humanidad.

Si sus espíritus y almas están fuertes en la Comunión Conmigo en este tiempo crucial, nada les sucederá, al contrario, ayudarán a los que más lo necesitan, a los que son débiles de espíritu, a los que son tibios de corazón, a los que no son pobres en sus vidas, a los que han perdido la fe, a los que no son humildes, a los que no Me aceptan.

Todos sus ofrecimientos se multiplicarán y Yo los aceptaré, porque los devolveré en Gracia y en Misericordia para los que no merecen nada.

Es así que, poco a poco, los invito a vivir la misma escuela de superación, de entrega y de fe que Yo viví por ustedes hasta la Cruz, para que su última espiración, en el último minuto de su vida, también sea un ofrecimiento.

Piensen y mediten en lo que les digo. No les pediré cosas imposibles, sino les pediré lo que verdaderamente Me pueden dar, porque necesito estar en los corazones, necesito ser consolado por las almas, debo tener un espacio y un lugar en el templo de cada corazón para que puedan sufrir Conmigo, en silencio, por la liberación y la trasmutación de la humanidad por no haber correspondido a la Ley y ni siquiera a Mi Padre Eterno.

Deben comprender lo que les estoy diciendo, porque estas ya son Mis últimas Palabras, en este tiempo final. Y no podrán olvidar todo lo que les he dicho, porque necesito estar vivo en los corazones y en las almas que se ofrecen para vivir esa gran entrega por Mi Corazón y Mi Consciencia. 

Es así que, a través de ese camino, alcanzarán la Vida Mayor y la Vida Cósmica. Pero primero tienen que rendirse para que Yo pueda triunfar en el mundo a través de ustedes.

Por eso, hoy les traigo el Santísimo Cuerpo y el Sagrado Cáliz, frutos de la entrega y de los méritos de la Pasión de Jesús, para que el mundo no se olvide que, antes de todo esto, existió un Hombre de Nazaret, Hijo de carpintero y de una humilde Madre, que cumplió y llevó adelante una importante tarea por la humanidad, derramando Su Sangre por los pecadores, derramando Su Agua por los que estaban perdidos, liberando a todo el planeta hasta las entrañas más profundas de este mundo.

Que el poder de Mi Sangre los justifique ante Dios. Que el poder de Mi Agua los purifique ante Dios, porque esperaré su gran y definitivo paso, todo lo que sea necesario, hasta que cada uno de ustedes comprenda que si Yo he venido aquí, para encontrarlos, hablarles e instruirlos durante tanto tiempo, hay una razón y un propósito, porque nada es por acaso.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia despierte en ustedes la llama de la cura que necesita la humanidad y, sobre todo, el planeta que agoniza no solo por esta pandemia.

La humanidad tuvo que enfermarse para comprender cómo está el planeta desde hace tanto tiempo y, aun así, cómo todo el planeta y su naturaleza ha respondido y se ha expresado ante la quietud de la humanidad.

Vean, a través de los Reinos de la Naturaleza, el mensaje que les deja el universo, y ya no se resistan más. Anímense a vivir el gran cambio de consciencia para que todo se pueda revertir y curar. 

Mientras eso no suceda, el mundo seguirá sufriendo y su Maestro también sufrirá en los corazones que se abran para recibir la Cruz que su Maestro vive en este tiempo actual. Cruz que quiere ser compartida con los perseverantes, con los abnegados, con los que son incondicionales, con los que trabajan, día y noche, en humildad y por la paz, por un único fin y una única meta de que se cumpla la Divina Voluntad. 

Por medio del Sacramento de la Comunión y de la Sangre de Cristo, Yo los bendigo para que esta tarea de la Maratón de la Divina Misericordia sea profunda y verdadera, para que no sea un pasar del tiempo, sino una necesidad imperiosa y definitiva de responder a Dios hasta que duela.

Les agradezco por la unión, la perseverancia y la fuerza de determinación en estos tiempos.

Recuerden el ofrecimiento espiritual durante todo este mes de mayo para que, junto a la consagración de sus vidas al Inmaculado Corazón de María, sus amados Mensajeros Celestiales lleven a Dios, una vez más, los frutos de la redención.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL MUNICIPIO DE MILLE-ISLES, QUEBEC, CANADÁ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy vengo a pedirles a todos los monasterios, casas religiosas, iglesias, santuarios y lugares de sagrado culto cristiano y ecuménico, que expongan el Santísimo Cuerpo de su Señor para que no solo sea contemplado por las almas adoradoras, sino para que, en los planos espirituales, el Santísimo Cuerpo de su Señor realice una tarea interna a fin de aliviar el actual proceso global y sanitario que vive toda la humanidad y para que, especialmente, las almas se unan a los divinos misterios guardados en la Sagrada Eucaristía y, así, las almas sean fortalecidas y protegidas por la poderosa inmunidad del Glorificado Cuerpo de Cristo, en donde ningún mal puede prevalecer ni reinar.

Por esa razón, llamo a todos los lugares religiosos para que diariamente y durante quince minutos, el Santísimo Cuerpo de su Señor sea expuesto como una medida y un ejercicio espiritual de protección y de cura para las almas, para que cualquier idea o pensamiento en contra del bienestar y de la sanidad de la humanidad sea desactivado.

Este pedido lo llevarán adelante hasta el día 15 de abril de 2020, y si fuera necesario más tiempo, Yo se los comunicaré.

Desde ahora, agradezco la respuesta de los que cumplirán con Mi Llamado.

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Para que las órdenes religiosas en el mundo y, especialmente, los consagrados en este tiempo puedan superar y trascender los tiempos definitivos en sí mismos, Yo vengo a pedirle a la Orden Gracia Misericordia la reparación del Corazón Eucarístico de Jesús, los días sábados; para que Mi adversario no siga empujando con su cola a Mis discípulos para hacerlos caer en los abismos y para que el Corazón de su Dulcísimo Redentor sea consolado por todos los que, en la vida religiosa y sacerdotal, perdieron los Dones de Dios por las influencias de las pruebas de estos tiempos.

Al menos, espero que en el mundo la vida consagrada siga siendo un puente que lleve a las almas hacia Dios y no un chiquero de bajezas y de adversidades.

Deseo que, por los divinos méritos de Mi Dolorosa y Extrema Pasión, su Orden religiosa ofrezca el día sábado, a las tres de la tarde, la oración grupal a la Divina Misericordia, no importando en qué lugar o momento se encuentren.

Si responden a este pedido de su Señor por tiempo indeterminado, la Gracia Salvadora del Padre descenderá sobre cientos de religiosos en el mundo, y las grandes tentaciones y desobediencias de estos tiempos se disolverán, porque Yo colocaré Mis Manos sobre aquel que implore en Mi Nombre y ya no será un instrumento de distorsión espiritual, sino un bálsamo de amor para Mi Corazón.

Vengo a pedirles, en los sábados de reparación, una adoración colectiva con todos los miembros de su Orden; que también calmará la indignación de Dios por tantos desvíos que muchos religiosos viven en este ciclo.

Si ese pedido se realizara y nadie faltara en cumplirlo, les prometo, por los frutos insondables de Mi Misericordia, rescatar a los religiosos y religiosas que cayeron en tentación y están perdidos.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que un alma retorne a Dios, ella debe recibir impulsos constantes que la inspiren y la conduzcan en su elevación, en su búsqueda del Corazón del Padre.

Encuentra estos impulsos, hijo, en la Palabra Viva de tu Creador, en Su Evangelio y en las incontables instrucciones que Él te entregó a través de Sus Mensajeros. Alimenta tu espíritu con aquello que te lleva a buscar más a Dios. Nutre tu consciencia con lo que proviene del Padre para que, así, recuerdes de dónde viniste y hacia dónde debes retornar.

Medita diariamente, con atención y paz en el corazón, sobre las Palabras de tu Señor para que ellas ingresen en lo profundo de tu condición humana y desde allí comiencen a transformarte.

Antes de todo, recuerda a tu Creador, recuerda el amor que Él tiene por ti y cómo espera tu regreso a Su morada.

Antes de todo, recuerda al Hijo de Dios, recuerda el amor que Él tiene por ti y que no solo se expresó en la Cruz, sino en todos los constantes sacrificios que Cristo realiza, ofreciéndose a Sí mismo como Cordero ante Dios para reparar las faltas humanas.

Recuerda al Santo Espíritu de Dios, habitando silencioso en todo lo que eres. Concédele un espacio para que Él se exprese. Silencia tu corazón para escucharlo. Deja que lo sagrado que habita en ti pueda ser, para el mundo, la expresión verdadera de tu ser.

Vive en Dios y emana paz. Vive en Dios y emana respeto, amor, comprensión, caridad. Deja que el Padre demuestre al mundo que, a través de ti, Él habita en Sus hijos.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE DÜSSELDORF, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contempla el Corazón Eucarístico de tu Señor y encuentra en Él el alivio de tu corazón y de tu consciencia.

Contempla, en la Eucaristía, la entrega constante del Hijo de Dios por ti. Sabe que no solo estás delante de un pedazo de pan, sino, hijo, de un sacrificio eterno que perduró más allá de la Cruz y que se renueva todos los días para que tu espíritu tenga siempre una nueva oportunidad de redención y de perdón. 

La Eucaristía es el fruto de la Misericordia de Dios. En ella se guarda Su misterio universal, la llave para la renovación de Su Amor Divino, la llave para la superación constante, para el vacío de sí y para la plenitud en Dios, para que, a pesar de la soledad, del desaliento y de la agonía que vive aquel que carga la cruz de estos tiempos, el Amor siempre hable más alto, el perdón siempre este vivo y la Misericordia se renueve, constantemente, más allá de los errores y de los ultrajes humanos.

Hoy, hijo, contempla delante de ti el Corazón Eucarístico de tu Señor y renueva tu corazón, reconociendo en la Eucaristía el Amor de Dios.

Tu Creador te llama al sacrificio y a la entrega, a la renuncia, al vacío y, muchas veces, a la soledad; pero Él también vive esto por ti todos los días, en cada instante de tu existencia. Esta entrega se consuma en todos los altares consagrados a Dios, en todos los Sagrarios del mundo.

Por eso, cuando sientas el peso de la cruz de estos tiempos sobre tu corazón y sobre tu consciencia, quédate delante de la Eucaristía y agradece a tu Señor la Gracia que te concede de compartir con Él no solo Su Cruz, sino sobre todo, la revelación de Su Amor.

El Amor de Dios se está revelando en lo oculto de tu corazón y por más que a veces solo sientas desconsuelo y vacío, llegará el tiempo en el que el árbol del sacrificio dará sus frutos y ese será el Amor de Dios en ti. Entonces, ya no contemplarás la Eucaristía delante de tus ojos, sino que la encontrarás viva en tu corazón.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA ADORACIÓN AL SANTÍSIMO

Hijo:

Le hablo directamente a tu corazón, porque sé que él siempre Me sabrá responder.

Estoy presente en todos los Santísimos de la Tierra, aguardando que muchos más se animen a conocerme en el silencio.

Si en verdad las almas se entregaran un poco más a Mi Corazón, Yo podría resolver todos los problemas que viven; pero el enemigo siempre articula su juego para confundir a los Míos, solo le basta tocar en la herida abierta para que las miserias, que muchos viven, comiencen a mostrarse.

Hijo, debes saber que en el Santísimo se expandirá tu consciencia y pronto sabrás distinguir, a través de la Adoración, a Mi Voluntad Infinita.

Sabrás sentir, por medio de la Adoración, el camino a ser recorrido.

Sabrás diferenciar cuándo deseo que hagas algunas cosas y no otras, cuando debes estar atento y silencioso.

Los que se arriesgaron a consagrarse a Mi Corazón de forma inmediata y se propusieron vivir los votos que, día y noche, reformulan la vida abnegada, todos ellos tendrán el doble trabajo de controlar, en sí mismos, las necesidades e ideas que surjan en sus consciencias, porque un ser totalmente consagrado aguarda todos los días la señal que proviene de lo Alto.

De todos ellos, siempre esperaré un poco más, al punto de estar preparados para buscarme y encontrarme en su corazón interior. En ellos, derramo Mis Gracias Celestiales. Por ellos y a través de ellos, cuando verdaderamente Me corresponden, Yo puedo obrar y hacer milagros de vida.

Ahora, que su foco se concentre en el poder de la Adoración, en ella muchas tempestades se disolverán y encontrarán el remedio para sanar los males espirituales.

Me hice Cuerpo Vivo y Glorificado para que las almas físicamente, a través de la Eucaristía, en la que Yo siempre estoy presente, pudieran unirse al universo y al manantial de Mi Misericordia.

En verdad, hoy padezco por aquellos que son engañados y pierden la fuerza de la santificación. Anhelo poder encontrar apóstoles formados para este último tiempo. Ellos serán buscados como ovejas entre lobos, pero Mi pastoreo es recto y los llevará por el camino de la redención.

Por eso, búsquenme a través de la Adoración; así estarán confirmando Mi Presencia en toda la Tierra, porque en la Adoración se establece un puente de unión con los Cielos y el alma comulga de Principios Divinos que desconoce, pero que son colocados en su corazón.

Cuando estés solo, inquieto o débil, encuéntrame en la Adoración. Mi Corazón es el Santísimo para el mundo y todos deben penetrar las dimensiones a través de la contemplación. Ella será el escudo que los librará de todo mal. Ella será el lucero que alumbrará la próxima noche oscura.

En verdad, la mayoría de las almas están adorando las modernidades y grandes descargas electromagnéticas hipnotizan la consciencia inferior. Por la influencia de estos medios involutivos, el Cielo no se puede abrir sobre la bóveda de cada espíritu y una distancia extensa se establece entre la materia y la propia divinidad de cada ser.

Yo estoy observando cómo muchos son engañados. La profecía del Apocalipsis se está desdoblando con fuerza y determinación sobre el planeta, pero solo los sabios de corazón percibirán estas cosas. Yo deposito el poder de Mi Confianza en ellos, pero sé que siempre serán más tentados que los hipnotizados.

Quien concentre su corazón y su mirada en el Santísimo no se perderá, sabrá distinguir lo parecido de lo verdadero y contará con herramientas espirituales para poder sobrellevar el tiempo de los engaños.

No será necesario sorprenderse por lo que les digo, esto es solo una pequeña muestra de la actual ilusión de la humanidad.

Por más confuso que el tiempo se presente, Yo estoy presente en todos los Sagrarios de la Tierra y el alma sedienta de Mí, solo vendrá a Mi encuentro; así, no se desviará del camino, se librará de ser tentada por los demonios de la sensualidad y del placer que en este ciclo estarán creando subniveles de maldad y de conquista en las buenas almas.

Pero quien observe con atención, podrá saber y sentir lo correcto y lo incorrecto. Yo tengo la Potestad Divina de disolver todas las crueldades del espacio; bastará que más corazones se postren ante Mi Santísimo Sacramento para que, en profunda honra y Adoración, Yo pueda extirpar las influencias del mal y más almas, que mueren por tan amarga sed, puedan resucitar por Mi Agua de Vida.

Estos ya no son tiempos remotos, son tiempos de batalla. El Cielo y el infierno se juegan el reinado de la Tierra. Cuanta más tentación, más será la debilidad; cuanta más Adoración, mayor será la fortaleza inquebrantable del espíritu.

Para los consagrados no existe otra sal que no sea Yo. Soy el único complemento de vida que no les fallará y no los hará sufrir. Por esta causa, de buscar la sal de este mundo, muchas ordenes se ven debiltadas y enterradas en las arenas áridas de la Tierra, sin encontrar salida.

Yo aspiro a que los que Me escuchan que sean inteligentes, les digo estas cosas para evitar nuevas caídas en ustedes.

La fe será el instrumento de su Adoración y elevación hacia Mi Reino. No se imaginan cuántas veces Yo He llamado a la puerta de los corazones y solo He visto el fruto de largas pasiones que ciegan y distancian a los Míos de Mi Eterno Corazón.

Dios, Su Padre, Me permitió darles estas advertencias, porque ya están prontos para que en el próximo mes se cumplan siete años de Gracias anormales e infinitas. Digo anormales porque solo la Pureza Virginal de Mi Madre permitió derramar semillas en desiertos sin agua.

Ahora que muchos florecieron por el Amor Divino, donen vuestro amor humano para que a través de Mi Corazón él sea purificado y sublimado en el Reino Mayor.

Estén atentos, no estoy pidiéndoles lo imposible; ahora, en esta era, esto no serviría de nada. Yo vengo a reactivar el Mensaje final que una vez di en Ruanda. Aurora, el amanecer interior, será el puente a la redención de todos los que una vez fueron deportados a la Tierra por Dios.

Vengo a rescatar lo irrescatable.

Vengo a dar vida a lo que ya está muerto.

¡Ay de aquellos que no se arrepientan! Será tarde para poder reconocer Mi Gloriosa Faz en el momento del Retorno.

Mientras todo sucede, busquen el espíritu de la santidad; así, Me agradarán todo el tiempo y Yo podré descansar en sus corazones.

En el Amor Crístico, siempre los bendigo.

No se desanimen, todo lo podrán a través de Mi Corazón de Paz.

Cristo Jesús Glorificado

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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