Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 84.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Inesperadamente, hoy Me presento a la humanidad para llamarla al arrepentimiento.

Antes la copa estaba casi llena, ahora la copa está desbordando. Tengan consciencia de lo que están haciendo, detengan las agresiones de hermanos contra hermanos.

Las naciones y algunos de sus dirigentes ya son más que títeres en las manos de Mi enemigo. Una red oculta y maligna somete a los inocentes: niños son abandonados, seres humanos son despreciados y repudiados en las fronteras porque intentan escapar del hambre y de la persecución. 

Ya no jueguen con las armas nucleares. Ustedes, seres humanos de la Tierra, no tienen consciencia de lo que un acto fallido generaría en todo el planeta.

A mediados de los años 40 fueron avisados sobre las consecuencias del uso de la energía nuclear y no escucharon a nuestros mensajeros. Ahora corren y compiten, amenazan al mundo y hacen pruebas escondidas en lugares de la Tierra que ya están altamente contaminados por tanta radiación.

¿Cuándo percibirán que el poder no les pertenece?

Deténganse y escuchen la Voz que viene del Corazón del Universo. 

Ya no tienen nada más que experimentar y que procrear. Reconozcan, en este momento, que fallaron con sus experiencias en laboratorios y con seres humanos; y que la actual pandemia es el resultado de una mala praxis.

¿Qué más desean tener?

Ya hubo humanidades anteriores que transgredieron a la Creación y que se lastimaron a sí mismas.

Ustedes son la quinta y última raza. El peligro ya dejó de estar en sus caminos, ahora él está en sus manos y no lo pueden controlar.

Abandonen la carrera armamentista, social y conquistadora que todavía promueven en muchas naciones. Ya no agredan a los mares y a los océanos. El planeta camina rumbo a una salinidad inesperada.

La Tierra ya no puede más y ella reflejará su agonía. No pueden imaginar este mundo sin agua dulce o en largos días oscuros por las expansiones de las cenizas de todos los volcanes.

¿Qué harán si eso sucede?

Mientras los Reinos de la Naturaleza siguen siendo el foco de una explotación desmedida, seguirá corriendo sangre en el mundo, y continuará siendo noticia.

Perdieron la intuición de sus almas, ya no tienen sensibilidad para escuchar a Dios dentro de sí mismos. 

Sus vidas se oscurecieron por la ambición y por la injusticia, mientras que miles de personas en el mundo son golpeadas por la marginación, el exilio y la explotación.

Las mismas manos de siempre se enriquecen a través del sufrimiento global, pero eso terminará. Será una de las primeras correcciones que impondré a la humanidad.

Hoy le hablo al mundo entero, no le hablo a una sola religión. Les hablo a todos los creyentes y no creyentes, a los que desperdiciaron sus vidas por los placeres y por los deseos del mundo, les hablo a los que sienten satisfacción por hacer el mal.

No hay ángel ni Jerarquía que detenga la copa rebasada. Están ante los pies del gran abismo.

Mi Corazón no solo sostiene al mundo sufriente y agonizante; Mi Alma soporta las injusticias y los desprecios de los que me abandonaron y no creyeron en Mí. Ellos no escucharon Mi mensaje. Ellos juzgaron Mi trabajo y Mi dedicación, y Mi enemigo los engañó.

Por eso, estén atentos. Todo lo que les di en estos años fue para prepararlos para este tiempo, y la mayoría dejó pasar Mis Palabras y las perdieron.

Ahora, que resta poco tiempo, recapaciten, enmienden sus errores y pidan por Misericordia, porque nadie conoce la Justicia y, aun así, las almas la desafían por ignorancia y por indiferencia.

En verdad les digo que ya no tengo cómo justificar ante Mi Padre todo lo que hacen. Llegó el momento de que todo se defina entre ustedes y Dios. 

Pero si en sus vidas se viviera el amor, la tolerancia, el respeto y el cuidado, no sufrirán más; porque todo lo que llegará será resultado de la soberbia, de la explotación y de la maldad de los que las siguen viviendo.

Solo les puedo decir que se arrepientan, para que en estos tiempos agudos no les falte la paz.

Aférrense a Mis Palabras. Sean el Nuevo Testamento para que el mundo entero deje de sufrir sus propias consecuencias.

Al cumplirse 12 años, junto a la Madre de Dios y por un periodo indeterminado, les entregaremos Nuestras últimas Palabras, para que las escuchen con atención y sus consciencias comprendan el mensaje.

Por eso, respondiendo a la Voluntad y a la Justicia del Universo y por todo lo recibido en cada nuevo encuentro, escucharán después de las oraciones nuestros Mensajes, los que serán entregados con anterioridad, ya que por un tiempo indeterminado resguardaré al vidente para que Me ayude a sostener este momento, en oración y en silencio, para que Mis Gracias lleguen a otros lugares del mundo.

Es tiempo de que vivan Mis Mensajes, sobre todo los últimos.

Mi Corazón ha soportado ofensas de compañeros muy cercanos, algo que abrió la Llaga de Mi Costado. Las ofensas de los que se van lastiman Mi Corazón, porque Yo les doy la vida y, en vez de vivir en Mí, se dejan morir a sí mismos.

Que el discernimiento y la paz los guíen en estos tiempos difíciles. 

Que está Maratón sea la síntesis y la confirmación de sus vidas ante el Sagrado Corazón del Señor.

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Mensaje extraordinario
MENSAJE ESPECIAL PARA LA 80.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN NIAGARA ON THE LAKE, ONTARIO, CANADÁ, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Los bendigo a todos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Es en el silencio de los mundos internos y en la quietud de las almas en donde se pueden revelar y en donde se pueden mostrar los Misterios de Dios. Esa parte de los misterios que están guardados en la gran consciencia del planeta, en el alma del planeta, en toda la órbita de esta humanidad.

Es allí hacia donde hoy los quiero llevar, para compartir con ustedes esa parte de los misterios que Dios conoce y sabe sobre toda la existencia humana.

Les hablamos, en días pasados, sobre las sagradas civilizaciones de la Tierra que habitaron en este planeta y que convivieron, en armonía y en paz, con toda la naturaleza, alcanzando altos niveles de contacto, y de consciencia con el Universo divino, cósmico e interior; así como también esa unión tan pura y profunda con cada uno de los Reinos de la Naturaleza.

Es por ese camino hacia donde hoy los quiero llevar como preparación para esta próxima Maratón de la Divina Misericordia, en la que como grupo de almas, como grupo de esencias, como apóstoles Míos, deberán seguir orando con toda la convicción del corazón, así como lo hacen hasta ahora, para atraer hacia la humanidad los Divinos Atributos que están guardados en los Libros Sagrados de Dios, y que se reflejan hacia los mundos internos de la gran consciencia de la humanidad.

Es por esa razón, compañeros, que hoy tengo entre Mis Manos el Libro Sagrado de Dios, uno de los tantos libros que guardan los registros de la historia de esta humanidad, dando continuidad al conocimiento sagrado y a las revelaciones que ustedes necesitan, en este tiempo, para poder dar los pasos hacia el Corazón de Dios. Hoy les traigo estos impulsos para que sus corazones se enciendan aún más en el Amor de Dios y en Su Divina Presencia.

En ese recogimiento es en donde se muestra la Verdad, es en donde sus consciencias se pueden enriquecer por el conocimiento que viene del Universo; pero que también viene del planeta, de tiempos remotos, de momentos muy antiguos, en los que la humanidad vivía un momento tan verdadero y profundo en su proceso de contacto con la Creación, algo que no sucede en este tiempo, pero que se da en una minoría de esta humanidad encarnada sobre la superficie de la Tierra.

Este impulso, como los impulsos anteriores, vienen para colocar a cada ser de este planeta, a cada orante y a cada consciencia que confía en Mí, en el camino de retorno hacia el sagrado Proyecto Creador del Padre Celestial.

Yo les traigo la oportunidad de encontrar el camino hacia sus orígenes, no solo desde donde ustedes una vez surgieron de los Sagrados Lagos del Universo, en donde sus esencias prevalecían y mostraban la verdad de la pureza original y del amor original que Dios concibió en ustedes como consciencias, antes de partir hacia las escuelas del Universo y hacia estas escuelas de la vida en la Tierra.

En ese libro, que hoy llevo entre Mis Manos, se encuentra el origen de una civilización, de un pueblo sagrado que habitó en esta región de Canadá y que, muy cerca del Círculo Polar Ártico, estuvo en la mayor soledad, encontrando la unión profunda con Dios, escuchando la Palabra de Dios que venía por intermedio de Sus Mensajeros del Cosmos y recibiendo, conscientemente, los impulsos que abrieron espacio y camino para que la humanidad, mucho pero mucho antes que el pueblo de Israel, pudiera vivir el contacto con lo superior, lo cósmico y lo divino.

Así podrán comprender, compañeros, lo que les estoy hablando en este momento, y desde dónde proviene esa sagrada información que surgió en este planeta, espontáneamente, mucho tiempo después de Adán y Eva; en el que esa civilización, que estaba en Norteamérica, encontró el camino, de una manera espontánea y natural, de vivir ese encuentro permanente con el Universo y con la Creación.

Fue ese pueblo de Norteamérica, anterior a la gran civilización indígena, el que habitó las lejanas tierras de Canadá. Ese pueblo vivió el Proyecto de Dios, lo cumplió, lo realizó paso a paso, siguiendo la guía que venía directamente del Universo a través de los Mensajeros del Cosmos. Y en ese proceso, también ellos evolucionaron y alcanzaron el séptimo grado de evolución de la consciencia.

Podrán comprender, de esa forma, qué fue lo que sucedió en aquel tiempo y cómo la humanidad de hoy no tenía consciencia de esa historia, pero sí el Padre eterno, desde el principio, lo sabía todo.

Esas consciencias, que evolucionaron naturalmente por su condición interior y espiritual, abrieron en aquellos tiempos una gran puerta para que las próximas generaciones de la humanidad, los próximos pueblos y civilizaciones, también tuvieran la oportunidad y la Gracia de tomar consciencia de la realidad invisible y superior que los rodea.

Es así que el Padre le encomendó a uno de Sus Arcángeles acompañar de cerca a ese pueblo y a esa civilización. El Arcángel Uriel envió uno de sus aspectos sublimes y eternos, hacia la dimensión material del planeta. En un estado de consciencia espiritual, álmica y divina, Él se aproximó a ese pueblo para traerles un mensaje y una revelación, ya que ese pueblo no tenía total consciencia de todo lo que existía más allá de su Universo material.

Los gobernantes de las diferentes civilizaciones, de los diferentes pueblos, siempre existieron para guiar a todos los pueblos hacia el camino de la realización del Plan de Dios y, en este caso, en ese pueblo de Norteamérica, que vivía y permanecía próximo al Círculo Polar Ártico, existió un gobernante especial, un hombre sabio pero también humilde, desinteresado del poder, de la autoridad y de la conquista, porque en él y en su pueblo no existían esas energías.

La protección de ese pueblo era la unión con la naturaleza y con el Universo, aunque no lo conocieran todo.

Su sensibilidad despertaba altos grados de amor y les permitía ampliar su consciencia en el servicio recíproco y compasivo entre hermanos.

Fue un pueblo que testimonió la llegada de ese gran Mensajero Celestial, el Arcángel Uriel. Él cultivó en ese pueblo y en sus generaciones futuras el principio fundamental para los mundos internos, que es la fortaleza del espíritu. Ese pueblo alcanzó la fortaleza del espíritu y aprendió cómo sostener esa fortaleza interior por medio de una gran y única llave, que era la fe. En esa fe, el pueblo despertó la confianza en lo desconocido y no tuvo miedo de abrirse a descubrir, a conocer y a comprender lo que estaba más allá de los límites de su consciencia material.

Ese gobernante fue una consciencia que estuvo presente en ese pueblo, pero que en espíritu vino desde el Universo. Uno de los importantes Maestros, que aún acompaña a la humanidad hasta los días de hoy, guió a ese pueblo, tan semejante a un patriarca.

En verdad, el linaje del patriarca comenzó en ese momento para la humanidad, para que después los siguientes patriarcas llegaran a este mundo para guiarlo y gobernarlo con lealtad y sin poder humano.

Allí, en ese pueblo como en ese gran patriarca de la civilización de Norteamérica, del Círculo Polar Ártico, no hubo interferencias, no hubo límites, no hubo obstáculos ni impedimentos, porque la pureza que surgía de sus corazones era tan simple, pero tan profunda, que los hacía humildes ante los Ojos de Dios.

Ese pueblo fue una de las razones principales para que el Padre y todo lo que está debajo de Él, de Su Ley de Jerarquía, pudieran confiar en Sus criaturas, en Sus hijos, y dar continuidad al Proyecto que falló en Adán y Eva. 

Fue así que, milagrosamente y sin explicaciones, ese pueblo no tuvo tentaciones, engaños o desvíos; ya que ese grupo de almas de ese pueblo vivía su primera experiencia en este planeta como seres humanos.

Así, podrán comprender lo que les dije al principio, cómo sus esencias surgieron de los Lagos del Universo, las esencias de ese pueblo de Norteamérica también surgieron de Lagos Sagrados.

Así, ellos surgieron de Lagos Sagrados y llegaron a la Tierra en una condición original y de pureza altísima, semejante a la que encarnó María, Mi Madre.

Los grandes arcángeles, en los tiempos remotos de la Tierra, acompañaron al proyecto de la humanidad porque sabían del valor y de la importancia de su significado.

Así, en este tiempo actual, los arcángeles se aproximarán a la humanidad para poder proteger y cuidar una parte del Proyecto del Padre Eterno, aunque la humanidad esté desviada completamente del camino y de la Ley.

Pero hoy, a todos los que escuchen; más allá de su condición espiritual, interna o material; más allá de su purificación, de sus errores o de sus pruebas; más allá de todo; más allá de cualquier condición o situación que parezca inalcanzable para ustedes; y por medio de esta Maratón de la Divina Misericordia, con este impulso para sus consciencias, corazones y vidas, vengo a hacerles reconocer y a valorar lo que verdaderamente son, para que los obstáculos, las interferencias y los desvíos se disuelvan en la poderosa energía del Amor-Sabiduría, proveniente de Mi Consciencia Crística.

De esa forma, les traigo esta historia que no conocían, pero por la cual hoy despiertan para elevar sus consciencias en la ardiente aspiración de encontrar ese camino algún día, de vivir esa pureza y esa unión tan perfecta con el Creador, así como la vivió ese pueblo en el pasado.

Es de esa forma que, por medio de esa historia y de esta revelación, hoy espejo y hago refractar esos mismos principios, que vivió ese pueblo sagrado de Norteamérica, para toda la vida grupal de las Comunidades-Luz, para todos los que son participantes y seguidores de la Obra redentora de su Señor Jesucristo.

Que sus corazones sean tabernáculos del conocimiento sagrado que también existió en la Tierra, porque en la Tierra no todo fue error ni maldad. Es así que, abriendo sus corazones hacia ese conocimiento, comulguen con el Espíritu Santo y con la Fuente de Sus Dones para que, renovados por la Gracia que proviene del Universo y de la Fuente, se levanten y continúen adelante; así como Yo lo hice por ustedes hasta la Cruz, hasta la última espiración, hasta cerrar Mis Ojos, por cada uno de ustedes y entregar Mi Espíritu en las Manos de Dios; así como Yo entrego sus espíritus y vidas en las Manos del Padre.

Reafirmen ese compromiso con la fe. Expresen esa misma fe que tuvo ese pueblo sagrado, y den continuidad a esa historia, que deberá ser reescrita para la redención y la transformación de sus vidas y de toda la humanidad, a fin de que más consciencias y almas sean partícipes del camino de la redención y de la Misericordia.

Reciban el bálsamo de este sagrado conocimiento y sean bendecidos por él, para que en ustedes despierte el mismo impulso que despertó en ese pueblo, en la simplicidad del espíritu y en la pureza del alma.

Que gobierne en ustedes el Amor de Dios. Que el Amor de Dios los haga partícipes de la Vida Divina y que en la Vida Divina se abran las puertas hacia la Verdad Universal, en la que todos los seres encontrarán no solo sus orígenes, sino también la síntesis de sus existencias y la razón de haber llegado aquí, a este planeta, para vivir esta escuela de perdón.

Con estas palabras los preparo para la oración misericordiosa para que, a través de la oración misericordiosa, reciban los impulsos de Luz que vienen a través del conocimiento y de la Fuente.

Crean que nadie les hará perder esa conexión con lo superior, siempre y cuando ustedes la protejan de ustedes mismos. Abran sus corazones, y sus consciencias se expandirán en el Universo y, así, serán colmados por la Paz.

Confíen, porque la redención está próxima para aquellos que se abran a vivirla interiormente; no será difícil alcanzarla; no será un obstáculo poder aproximarse a esa redención; será una Gracia, un impulso, una bendición, una oportunidad, que traerá Mi Corazón para todos cuando Yo retorne al mundo.

Yo los bendigo y les entrego la Luz de este conocimiento a fin de que esta raza actual de la humanidad dé continuidad a la Obra de Cristo en la superficie de la Tierra, por el triunfo del amor, de la paz y de la unidad entre las almas. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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