MENSAJE MENSUAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA COMUNIDAD-LUZ FLOR DEL SAGRADO TEPUI DE RORAIMA, BOA VISTA, RORAIMA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la oración sea siempre su instrumento de elevación, de reparación y de vida.

Que la oración sea el bálsamo que los mantiene unidos a Dios y el soplo que les concede la vida espiritual.

Que en oración, hijos Míos, reciban y sustenten los dones y la presencia del Espíritu Santo de Dios.

Que en oración busquen el discernimiento, la sabiduría, las respuestas a cada una de las cuestiones que hoy angustian a sus corazones.

No busquen en sí mismos, en sus mentes, en sus sentimientos ni en su discernimiento humano, porque este es superficial y, por más que a veces sea convincente y parezca correcto, podrá no llevarlos hacia la manifestación de la Voluntad Superior.

Que antes de cualquier decisión, como de cualquier actitud, sus corazones busquen la respuesta en la oración, en una oración verdadera y constante que los mantendrá en conexión con Dios, aun en los tiempos más disociativos del planeta.

En este ciclo del mundo, hijos Míos, el adversario siembra en los corazones el deseo de autosuficiencia y autorrealización para que sientan que solos pueden tomar cualquier decisión y dar cualquier paso, y que este será evolutivo y correcto.

Pero hoy Yo les digo que un corazón que no ora y una mente que no está en conexión con Dios y con las dimensiones superiores solo absorberán del colectivo de la humanidad lo que es obvio y aceptable para las mentes humanas, lo que es sembrado por el príncipe del mundo y que quiere conducir a las consciencias a permanecer en la superficialidad.

Por eso, hijos Míos, aún estoy aquí e insisto todos los días en que estén y permanezcan en oración, para mantener encendida dentro de ustedes la conexión con las dimensiones superiores de la existencia, y que esa conexión no sea solo una memoria de una experiencia vivida en algún ciclo de sus vidas, sino que sea la realidad en cada instante.

Estos tiempos los llaman a un esfuerzo trascendente, mientras que el mundo los lleva en la dirección de esforzarse por lo que está delante de sus ojos: promesas superficiales de crecimiento, de prestigio, que se disolverán como el polvo, cuando llegue el tiempo. 

Su mayor esfuerzo, hijos, debe estar en la trascendencia de la vida, en la conexión con lo que es inmaterial, con los Rayos del Universo, con las Leyes Superiores, con la Vida Mayor que es el próximo paso de los que se dispongan a vivirlo.

No permitan que el mundo los llame y los impulse solo hacia sus promesas, porque estas pasarán, pero lo que es verdadero y eterno no pasará. Están en un tiempo crucial en el que deben estar atentos a la próxima etapa de su evolución, al próximo paso que darán después de esta vida.

Es tiempo de construir y consolidar al nuevo ser con todo lo que ya recibieron y ya saben; y la oración, hijos Míos, por más simple que les parezca, será la protección y la puerta segura hacia la constante elevación de la consciencia.

La oración es la base que les dará la posibilidad de alcanzar mayores grados de trascendencia y de elevación, pero es necesario orar y orar de verdad y de corazón.

Que los impulsos de su Madre Celeste los recoloquen, día a día, en el verdadero propósito de sus vidas.

Tómense de Mis Manos, estoy aquí para guiarlos al Padre.

Yo los bendigo y les agradezco por estar hoy Conmigo.

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz