MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que estaba despierta y dispuesta a adentrarse en los misterios celestiales, todos los días le oraba a Dios y le pedía Su auxilio para desapegarse del mundo y no temerle al Cielo. Esa alma le temía al sufrimiento, a la transición de los tiempos y al cambio del planeta, porque todo eso le era desconocido.

Entonces, un día, cuestionando al Señor, ella le dijo: “Señor, creo que Tú eres Dios y que, más allá de esta vida, hay una Vida Mayor. Sé que estamos viviendo una gran ilusión, pero inmersa en ella, no consigo comprender la verdad. Le temo al cambio de los tiempos, le temo al sufrimiento del mundo y le temo a todo lo que tendremos que vivir antes del Retorno de Cristo. ¿Tú podrás vencer esos temores en mi corazón?”.

Y el Señor, contemplando a esa pequeña alma con una mirada de compasión, le respondió: “Cuando un corazón está en Mí, vive todo de forma diferente. Para él, el sufrimiento se transforma en oferta y pierde su peso, el dolor se convierte en un Amor Mayor.

La transición de los tiempos y todo lo que la humanidad tendrá que vivir será vivido de una forma diferente por aquel que está en Mí. Sus ojos verán la confusión del mundo y en su interior habrá sabiduría. Porque te digo, alma amada, que no serán las pestes, los movimientos de la naturaleza o las señales del cielo que harán que las almas en la Tierra sufran. Serán la ignorancia y su desconexión con la vida superior lo que las tornarán perdidas.

Las bases en las cuales se sustentaban, buscando incansablemente una vida de placeres y de comodidades, no existirán, y ese será el mayor pesar de la humanidad, la raíz de todo sufrimiento.

Aquel corazón que esté en Mí no temerá, porque Yo le daré paz y fortaleceré su fe. Y cuanto más oren, más estarán en Mí y Yo les concederé sabiduría. Y, dentro de la confusión y de la oscuridad del mundo, sus almas serán como faroles indicándoles el camino y, entonces, serán la sal de la Tierra y la luz del mundo. Mis Palabras se cumplirán, y el cumplimiento de las profecías también les traerá paz. Por eso, no temas, pero ora y sé persistente en tu fidelidad, porque Yo te escogí para ser luz sobre la mesa y este es tu destino”.

Que esta historia los fortalezca, disipe sus temores y los coloque en la dirección correcta para que oren y no dejen de orar, y así encuentren la paz.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo