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En un día como este, hace más de cien años,sobre este cielo reposaba Mi Inmaculado Corazón, advirtiendo al mundo sobre las pruebas de todos los tiempos, llamando a los hombres a la penitencia y a la oración para consagrar a este mundo a Mi Corazón y para que la humanidad viviera un tiempo mayor de paz.
En un día como este, hace más de cien años, Mi Corazón abría un nuevo ciclo para el mundo, atrayendo Leyes universales y divinas que, con la presencia de Mis ángeles y arcángeles, hacían descender sobre este planeta la pureza original, manifestando aquí su morada.
En un día como este, hace más de cien años, Yo traje a la Tierra los Espejos de la Pureza que irradian hacia toda la vida la esencia más pura del Amor y de la Gracia Divina, el pensamiento que Dios emanó al crear a Su Madre Celestial, al emanar el Vientre Divino del que surgirían todas las cosas, del que algún día nacería Su Hijo Primogénito en este planeta.
En un día como este, hace más de cien años, Dios concedió una Gracia única para el planeta y la llave para acceder a ella es el poder de la oración sincera y la pureza del corazón.
El Padre Creador les entregó a Sus hijos los dones que les permitirían retornar a la Fuente y, además, santificar y consagrar a la humanidad a través del código crístico de amor y de sabiduría.
El Sol que brilló aquí, disipando las nubes que había en el cielo, trajo una luz eterna a la Tierra, removiendo las raíces milenarias del error y del mal en el corazón de los hombres, las que los instigaban a las guerras y a la autodestrucción.
Hoy, hijos, vengo con un nuevo Sol, un Sol espiritual y profundo que desciende a la Tierra con nuevas Leyes, instituyendo y abriendo un nuevo tiempo y un nuevo ciclo. La oración continuará siendo la llave para que encuentren lo que les digo.
Hoy vengo a advertirles que el mundo aún necesita paz, pero no solo la paz que disipa las guerras, sino una paz espiritual e interna que les devuelva la vida a aquellos que la perdieron, aunque circulen por este mundo como si estuvieran vivos.
Los seres humanos están perdiendo su esencia original, su pureza divina. Y hoy vengo con un nuevo Cielo para impedir y detener el avance de las tinieblas sobre Mis hijos. Mi Reino se debe revelar a este mundo. La Verdad Universal se debe convertir en una realidad en la vida de todos los seres para que recobren el sentido de su existencia.
No tengan miedo de acompañar Mis pasos. No tengan miedo de entregar sus vidas por amor a Dios y de perder el control y el poder humanos para que Dios reine en ustedes.
En este tiempo urge que las almas despierten y que el Reino de Dios se establezca. Urge que la Verdad suprema venga a la luz, que los seres reciban los Dones de Dios, que las naciones se rediman y que los espíritus retornen a sus orígenes con el aprendizaje del Amor crístico.
Solo les pido que Me acompañen con la oración, pero también con la acción, con la instrucción y con la transformación de sus vidas.
Las flores de Dios, que son las almas preciosas de Sus hijos, se están secando en este mundo por no conocer la Verdad y el Amor del Padre.
Por eso, ya no teman anunciar lo nuevo. Ya no teman ingresar en otras Leyes. Ya no teman percibir que están en este mundo para anunciar, atraer y vivir algo diferente y, por más que sean perseguidos, humillados y rechazados, no teman.
El amor y la mansedumbre de sus corazones deben hablar más alto que las críticas de los hombres. La verdad espejada en el testimonio y en el ejemplo de sus vidas debe ser la señal de la santidad que le hable al mundo sobre la presencia de los Mensajeros Divinos.
Una nueva realidad se debe establecer en las consciencias, una nueva instrucción debe descender a la Tierra. Y para eso, no bastará que las almas instructoras enviadas por Dios le hablen al mundo, sino que todos ustedes, Mis hijos, deberán acompañar sin miedo este nuevo ciclo.
Sean los precursores de un nuevo tiempo. Sean los santos de los últimos días, los que se vencen a sí mismos por amor a un Plan y a un Propósito Mayor.
Hoy bendigo y amparo a Mi querida hija, la que envié para representar a Mi Maternidad ante todos ustedes. Y les digo que no bastará que ella dé todo de sí, cada uno de ustedes deberá acompañar y amparar esa entrega.
Sean un solo cuerpo y una sola Obra que, en nombre de la humanidad, responde a la Voluntad y a los Designios de Dios.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Su Madre, María, Rosa de la Paz y Señora del Santo Rosario de Fátima
Primer Mensaje
Que estar Conmigo no sea un compromiso, sino una necesidad esencial para estos tiempos.
Yo no vengo a pedir lo imposible, sino lo que en verdad Me pueden dar, porque lo veo y lo siento.
Al igual que Mi Madre del Cielo, hoy piso con Mis Pies la cabeza de la serpiente de la maldición, la serpiente usurpadora e invasora, y así libero los infiernos, a las almas y, sobre todo, a los pueblos.
Hoy Mi Obra comienza aquí, en este lugar de Portugal, porque también necesita de Mi Misericordia; a pesar de todos los hechos que hayan sucedido en otros tiempos y de todas las Gracias que hayan descendido sobre este país.
Pero ahora estamos en un momento definitivo, en el que la participación de cada uno de Mis compañeros es esencial.
Esa es la respuesta que Yo recibiré de ustedes para seguir llevando adelante Mi Obra, esta vez en esta parte del mundo, en Europa, pero también en otros lugares en donde se necesita Mi Divina Misericordia para poder seguir adelante.
Ahora le llegó el momento a Mis compañeros de darlo todo por amor, y este mensaje es para todos.
Llegó el momento de que se igualen a Mí, que sean tan semejantes a Mí, no solo en el espíritu sino también en las obras.
Mientras estoy con ustedes descomprimo a la humanidad del mal, y permito que las almas se sumerjan en el Océano Infinito de Mi Misericordia.
Será importante que todos puedan entrar a ella, porque la Fuente se está cerrando mientras se aproxima la Justicia Divina.
Será importante que todos los que puedan estén a salvo, porque así podré dar testimonio ante Mi Padre, de que las almas responden a Mis pedidos y a Mis comandos.
Estoy aquí no solo por Portugal, sino también por toda Europa que debe despertar a la esencia de Mi Divina Misericordia; y para poder despertar a la esencia de Mi Misericordia deberá comprenderla y, sobre todo, vivirla en estos tiempos tan cruciales en los que luchan el amor y la indiferencia.
Necesito que sean parte de esa Fuente de la Misericordia mientras estén aquí, en este planeta y formando parte de esta humanidad.
Que cada acto o cada sentir sea parte de Mi Divina Misericordia.
Que cada ofrecimiento o donación de ustedes sea parte de Mi Divina Misericordia para que Mi Cruz Redentora pueda triunfar una vez más.
Ya estamos en el tiempo y, por medio de esta Peregrinación, estamos ingresando al momento más culminante de la humanidad, en el que ya no habrá más qué escoger, sino un solo camino que seguir, que es el camino hacia Mi Corazón, el que Yo le ofrezco incansablemente al mundo, para que las almas se sirvan de Mis méritos y de todos los tesoros que el propio Padre le ha concedido a Mi Consciencia Divina.
Pero ustedes saben, compañeros, que por más que Yo esté en el Cielo, Yo Soy igual que ustedes, como hombre, como alma y espíritu; que Mi Cuerpo resucitado y toda Mi Consciencia subieron a los Cielos para estar protegidos de estos tiempos y, especialmente, para prepararse para el momento del gran retorno a la humanidad.
Estamos en esa transición y en ese camino, estamos a la espera de ese gran momento en el que todo se desencadenará, dentro y fuera de las criaturas.
Mientras tanto, beban de la Fuente de Mi Misericordia para que se puedan purificar y limpiar.
Que sus actos estén llenos de amor.
Que sus palabras estén llenas de sabiduría y no de vibraciones bajas.
Que sus obras estén llenas de caridad y de Misericordia.
Que sus gestos sean gestos de luz y de elevación de su consciencia y de la consciencia de toda la humanidad, para que cuando Yo vuelva los pueda encontrar transformados, sin necesidad de purificarlos un poco más ni de pedirles que permanezcan un tiempo más en la Tierra y no puedan volver Conmigo al Cielo.
Lo que Yo les digo en este momento no es simbólico, es una verdad que emana Mi Corazón.
Cuando Yo retorne al mundo, a muchas, a muchas almas les costará reconocerme porque retornaré diferente a cómo Yo Me fui al Universo.
Pero Mi Voz sí será reconocida. Mi Corazón Glorificado y vivo sí será visto, y todos podrán ser testigos de Mis cinco principales Llagas de Luz, que Yo impartiré como la luz de más que cientos de soles para bendecir a la Tierra y convertirla en redención.
Cuando todo eso esté por suceder los corazones ya deberán estar limpios, sin arrogancia, sin orgullo, sin soberbia y, sobre todo, sin maldad; porque para que el Reino de Dios entre en ustedes, ustedes deberán ser dignos del Reino de Dios.
Y el Reino de Dios podrá entrar en ustedes cuando sus corazones estén limpios de sí y llenos de la entrega que compartirán con su Maestro y Señor, transmutando y liberando el dolor del mundo y el sufrimiento que aprisiona y hace agonizar a las almas.
Esta es la cruz que Yo les ofrezco a muy pocos, porque la recompensa, que no será de este mundo, es muy grande para quien la cargue junto Conmigo y con valentía.
Llegó el momento de que la cruz de esta humanidad, que ha sido pervertida y ultrajada, se redima y resplandezca como victoria de Luz y de Amor, de Unidad y de Hermandad, tan semejante a la Cruz en la cual Yo fui clavado en lo alto del Monte Calvario; en esa redención se unirán a la Esencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pero aún hay mucho por hacer, hay mucho por hacer con tan pocos.
Sin embargo, la Fuerza de Mi Espíritu no les faltará; porque quien está en Mí, Mi Espíritu lo tornará invencible y le dará la fuerza para poder hacerlo todo, según Mis designios y Mi Voluntad.
Es así que hoy les digo, compañeros, especialmente a los que escuchan este mensaje en este primer día de Maratón, que se han esforzado y han madrugado para recibirme en sus corazones del otro lado del mundo, que con esos Yo contaré, porque no serán corazones tibios ni fríos, serán corazones en los que Yo podré confiar infinitamente y sin excepciones, sin justificaciones y sin reclamos.
Les vuelvo a decir que es hora de darlo todo por los que no lo dan; y cuando llegue el tiempo de Mi regreso, serán bienaventurados como los que están en los Cielos, serán reconocidos a causa de haber sufrido y padecido por Mí, al igual que tantos santos y tantos servidores de los últimos tiempos.
Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea la maratón del sacrificio y de la institución del Divino Perdón entre los pueblos y las naciones que se conquistaron y se lastimaron, transgrediendo las Leyes de Dios y los atributos de la evolución.
Que, por medio de la Fuente y del Océano de Mi Divina e Insondable Misericordia, las heridas más profundas del sufrimiento humano sean cerradas, desde el momento de Mi Ascensión hasta el presente.
Confío, confío en lo que Me podrán dar, porque lo que Me han dado hasta ahora ha concedido esta Gracia tan importante de que ustedes estén aquí, junto a Mí, para seguir los caminos del perdón y de la redención.
Escucha, Padre, la voz de los que siempre están Contigo.
Escucha la voz de los que claman por Tu Voluntad y por Tu Gracia.
Que todo sea renovado, Padre, desde lo más íntimo hasta lo más superficial.
Que todo sea curado, Padre, desde lo más pequeño hasta lo más grande.
Porque en todo Tú Te encuentras, Adonai.
Porque en todo Tú vibras, Emmanuel.
Y Tu Espíritu está presente, Abba, en todas las dimensiones.
Que las almas más sedientas y perdidas encuentren Tu Luz por medio de esta oferta a la Divina Misericordia de Mi Corazón, y así estaré cumpliendo, amado Padre, junto a Mis hermanos, la promesa de volver a hacer triunfar Mi Cruz en el mundo. Amén.
Que la Luz del Espíritu Santo los bendiga y que el Espíritu Santo los guíe por medio del Don de Su Sabiduría y Discernimiento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hermanos confederados:
Su Maestro y Señor de la Misericordia toca nuevamente, con Sus Pies de humildad, tierras portuguesas a fin de que sus corazones se preparen para las diferentes fases de la liberación que el Señor del Universo realizará dentro de la Comunidad Europea.
Esa es la razón por la cual vuestra Madre, y la Mía, ha escogido esta nación para comenzar, porque desde aquí podrán recibir los impulsos necesarios para que toda la misión se desarrolle como está prevista.
Por eso, todo lo que le ofrezcan a Dios, por más pequeño que parezca, ayudará y contribuirá mucho para que no solo las naciones que visitaremos, sino también toda Europa, reciban la ayuda espiritual que está pensada por lo Alto desde el principio.
Ahora, su Maestro y Señor, en un lugar tan semejante al Huerto Getsemaní, se prepara para comenzar inmediatamente con la misión encomendada por el Divino Padre.
Es así que he escogido retirarme estos días, dentro de los valles de la región de Algarve para que, entre los olivos, pueda reflexionar sobre los próximos pasos de la operación de rescate para Europa.
Desde ahora, agradezco su compañía y unión Conmigo en esta sagrada misión.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice con Su Luz eterna,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
En este día, primero de junio, comienza una nueva etapa de luz y de redención por medio de la Peregrinación por la Paz en Europa, momento en el cual su Madre Celeste se prepara, al igual que ustedes, para recorrer los lugares que ya fueron citados y en donde podrán suceder importantes trabajos espirituales, no solo en la región que los Mensajeros Divinos visitarán, sino también en las almas muy necesitadas que allí se encuentran.
Portugal siempre es escogido, no solamente por su dogma de fe a Mi Materno Corazón, sino también como el preámbulo para que, por medio del Reino de Fátima, se lleve adelante la gran operación rescate de esa parte de la humanidad y así muchas situaciones sean evitadas.
Esa es la razón por la cual su llegada a Portugal será para recibir el impulso interior de Fátima a fin de que, etapa tras etapa, se concreten los Designios del Creador.
Hoy estoy con ustedes, a su lado, acompañándolos y protegiéndolos.
Estoy preparándome interiormente para esta próxima misión de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aún gobierno espiritualmente a este mundo, a fin de que se establezcan los mil años de paz y de cura, después de la intensa purificación de la Tierra.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, obedezco, en suprema humildad, a los designios de Mi amado Hijo y así cumplo con las Sagradas Promesas realizadas ante nuestro Eterno Creador.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, impulso un cambio en la consciencia humana, a fin de que esta raza participe de un nuevo ciclo y de un nuevo estado de mayor consideración con el planeta, con sus Reinos Menores y con todo lo que en él existe.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo hacia el mundo el Principio de la Renovación, para que despierten los Nuevos Cristos y, finalmente, abandonen la resistencia de otrora. Así, todo podrá transformarse.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, decreto los Designios de la Divinidad y, de este modo, Mi Consciencia actúa entre los Universos mayores y menores, para que todo se mantenga en la sagrada armonía.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aparto de Mis hijos a las fuerzas capitales de la perdición, de la ignorancia y de la indiferencia, permitiendo que reine el Reino del Amor y de la Verdad.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los 144.000 y los llamo por su nombre, a pedido de Mi Hijo, para que preparen sus moradas internas para el gran momento del Retorno del Señor.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, convoco, en esta hora, a todos los ángeles, devas y elementales del planeta para que se unan como una única fuerza positiva y espiritual, y así, ayuden al mundo entero en su agonía y purifiquen pronto a la humanidad.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, su Madre Celeste moviliza la Luz de los Espejos de los Universos para que ellos capten los códigos sublimes e irradien, a los grandes océanos del planeta, las corrientes positivas de la purificación y de la paz a fin de que se establezca la conversión mundial.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, hago descender la Luz de Dios; y así, disuelvo, poco a poco, los espacios oscuros del planeta, en donde millones de almas se pierden y se sumergen en la ilusión.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, retiro de los infiernos de la Tierra a las almas caídas que han recibido la sagrada expiación de poder ser perdonadas y elevadas a los Cielos.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, atraigo el poder de los doce Rayos y uno estos impulsos cósmicos con los espíritus. Así, establezco los Dones, misiones y tareas en las almas que despiertan al poder infinito de la Vida Universal.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, abro las puertas de los Cielos para que los ángeles solares desciendan y anuncien interiormente a la humanidad que es urgente, preciso e inmediato, un cambio en la consciencia.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, elevo a los orantes hacia estados divinos de paz, para que así, Me ayuden a concretar la Obra corredentora junto a Mi amado Hijo, el Cristo.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, ayudo a las consciencias para que ellas se liberen de la eterna cadena de sus errores cósmicos y así nazca, en esos espíritus, el Principio de la Redención.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, uno la consciencia de todas las naciones y preparo a los continentes y a las razas para recibir la llegada del gran Hijo Solar.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, santifico lo imperfecto, consagro lo no redimido y vivifico el espíritu que estaba muerto.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, aproximo a Mis hijos hacia la verdad celestial.
Con el Cetro de Dios en Mi Mano, reúno a los Arcángeles para revaluar el Plan del Creador y hacer todo lo posible para que Su Divino Plan de Amor se cumpla, pues mientras existan dos o más almas que respondan a este Plan, el Plan continuará adelante, sea como sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los alienta, siempre, en la Divina Fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ahora, su Madre Celeste se dirige hacia Lourdes, dando pasos firmes en esta misión de redención del planeta.
Sus hijos también la siguen con pasos firmes hasta que Ella llegue y ponga Sus pies en lo alto de los Pirineos, en donde nuevamente, como en 1858, dará la bendición necesaria para una nación francesa muy dormida e hipnotizada por la realidad mundial.
Nuevamente, su Madre Celeste llegará a Lourdes, Su casa especial, para que desde allí, el pueblo francés pueda recibir un poco más de Misericordia y que todo lo que hoy vive sea más equilibrado y justo.
Por eso, su Madre Celeste solo usará el gran espejo de la oración para irradiar, desde Sus manos simples, nuevas cosas que hagan de este momento una oportunidad de mayor despertar.
Llegó el momento de que Mis hijos de Francia tengan la Gracia de recibir los mismos impulsos que Portugal, Italia y España.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El soplo del Divino Espíritu
Queridos hijos:
Que en este día el soplo del Espíritu esté en todos ustedes a fin de que, en estos tiempos, los Dones y las Gracias que ha perdido la humanidad puedan retornar al mundo.
Con esto, deseo ardientemente que, en este día, Mis hijos recuperen lo que perdieron por la acción de la vida material y superficial.
Hoy, su Madre Celeste ofrece para todos el soplo del Espíritu de Dios para que, en esta hora, la consciencia planetaria y la raza humana sean restauradas y así recuperen los códigos de la esencia divina.
Su Majestad y Señora llega a Europa por las almas que viven presas bajo la condición de la vida material; almas que, ni siquiera, se aproximan a la incondicionalidad de la vida del espíritu.
Activando el gran Espejo de Su Corazón humilde, Su Madre Celeste irradia, para esta parte de la humanidad, los códigos de luz y de redención que permitirán, en estos tiempos, que la raza reintegre a su consciencia lo que, algún día, la tornará digna y merecedora del Reino de Dios.
En esta hora, la humanidad de superficie debe tener consciencia de la necesidad de cambiar su forma de vida, buscando el bien común y fraterno, entre los semejantes y entre las naciones.
De esa forma, no solo Portugal sino también toda Europa saldrán de esa indiferencia regional y podrán conquistar, a través de la fe y de la Gracia, un estado de mayor pureza y solidaridad para con el prójimo.
Si Europa, o al menos una parte de sus naciones, consiguiera vivir lo que Yo les pido, con toda la súplica de Mi Corazón, el Padre concederá, por intercesión de Su Señora, la Gracia profunda de un mayor despertar y un tiempo más de paz, tan necesario para los mundos internos, que aún no están preparados para vivir su propia purificación.
He venido en este día a traer para Europa el soplo del Espíritu de Dios, para que la consciencia de los europeos ingrese, definitivamente, en un grado de mayor caridad, servicio e incondicionalidad para con toda la necesidad planetaria.
Esto preparará las condiciones para que los Mensajeros de Dios lleguen a África en el próximo tiempo y para que, a través del amor y de la Gracia, las heridas que ha dejado Europa en el continente y en el pueblo africano sean misericordiosamente sanadas por el bálsamo de cura que podrían derramar los Ángeles del Padre sobre Mis hijos de África.
Espero, siempre espero, que cada corazón orante y que cada alma servidora acompañe a su Madre Celeste en esta sagrada misión.
Desde ahora, y antes de tiempo, agradezco a todos los que colaborarán para conceder Mi tan ansiada y divina visita a África.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Estrella Guía de la noche, que alumbra los caminos para conducir a Mis hijos hacia el portal del Amor.
Su Madre Celeste, como prometió, está retornando a Portugal por medio de Su grupo peregrino, a fin de que se lleve adelante la gran expansión de consciencia del Reino de Lys-Fátima.
A todos ustedes, como también a sus hermanos que vendrán en sagrada peregrinación, los conduzco hacia los jardines internos de Lys, para que en cada alma se establezca, una vez más, la pureza original.
Hoy, con alegría, regocijo y devoción interior, su Madre Celeste prepara Su llegada a Portugal, para que más corazones puedan encenderse de nuevo en el amor, en la verdad y en la pureza Original.
Así, los invito, Mis queridos hijos, a estar alegres y disponibles en cada momento de la peregrinación por Portugal porque, de esa forma, ustedes tendrán la Gracia y la Misericordia, como tantos hermanos peregrinos, de recibir la bendición de su Madre Celestial.
Seguimos en la fe, en la confianza y en la alegría porque nuevamente en Europa, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco responder a Mi llamado!
Los bendice y los protege debajo de Su Divino Manto,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En Su peregrinación, Mis pasos de Madre se dirigen hacia Portugal, en donde reencontraré hijos queridos, dispuestos a servirme.
De esa forma, su Madre Celeste ingresará por la puerta mayor de Fátima, para concelebrar la Eucaristía junto al Santo Padre y a todos los ángeles.
Así, su Madre Celeste realizará una gran tarea universal en todo el continente europeo, a fin de que muchas situaciones se puedan evitar en el próximo tiempo.
Los ángeles se han dispuesto, a través de su espíritu incondicional, a acompañar con su protección cada momento para que, cada etapa de la celebración en Fátima sea un motivo de júbilo y de alegría, un momento en que se reabrirán las puertas a la Misericordia de Dios.
Por eso, su Madre Celeste, prepara Su llegada el próximo 13 de mayo, en el que las consciencias podrán contactar nuevamente su estado de pureza original.
En este camino nos encontramos y por este camino todos nos dirigimos hacia las puertas de Fátima, el Gran Santuario Interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La próxima Peregrinación por la Paz en el continente europeo será considerada el nuevo semillero de la luz, porque, a través del gran campo de la instrucción interna, las almas con mayor grado de resistencia encontrarán el portal donde poder cruzar hacia un nuevo nivel de consciencia.
Es así que, esta próxima peregrinación será la sembradora de nuevas semillas de instrucción en el campo de la consciencia europea, con el fin de que las almas no solo despierten al reencuentro con Dios, sino que también se sientan motivadas a formar parte de las Islas de Salvación que están siendo levantadas dentro del continente europeo, y así, toda la consciencia europea dé un paso hacia la vida de servicio, dejando atrás la superficialidad de las cosas.
Quiero que Mis hijos que colaborarán en la manifestación de esta próxima peregrinación, sepan que tendrán la posibilidad de contribuir ampliamente en el proceso del Plan de Salvación de Mi Hijo.
Las bases de la Campaña por la Paz en el continente europeo motivarán a las consciencias a despertar a la colaboración y a la concreción de este Propósito divino para Europa.
Esta es la razón por la cual dicha peregrinación comenzará en Portugal, para que todos los impulsos que se recibirán favorezcan y ayuden al mayor número de consciencias que, en estos tiempos, estarán retomando los caminos que otrora dejaron atrás, caminos que conducen a la Hermandad Celeste.
Les agradezco por concretar Mis planes de Paz en el mundo.
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
El divino diálogo entre María Santísima y Jesucristo, Su Hijo Amado
María Santísima: Hijo, sabes que las almas en su naufragio necesitan de Tu ayuda. Te pido, Adorable Hijo de Dios, que Te aproximes a los más débiles, que por sus errores y faltas pierden la Gracia de conocerte.
Mira, Querido Hijo, cuántos siguen Tus caminos y se esfuerzan por vivirlos.
Jesucristo: Clementísima Madre, escucho con atención y gracia Tu dulce y amorosa voz, así como la escuchaba cuando aún era muy pequeño y estaba en Tus brazos.
¿Cuándo será el momento en que los hombres se abrirán para conocer el poder de Tu Amor?
Mi Corazón se avergüenza cuando las almas no son dignas de proclamarte y reconocerte como la Madre del Mesías y la Corredentora, porque en este misterio, Tú siempre fuiste la silenciosa mujer de Nazaret que soportó todos los martirios junto a Su Hijo, en profundo silencio.
María Santísima: Sí, Hijo Amado, en Tus palabras se trasluce la verdad y la importancia del mensaje. Mi Paz todo lo alcanza, y no Te aflijas, Santo Rey, porque aún existen corazones verdaderos y santos que Me viven y Me glorifican; en ellos están las bases de la obra que el Padre Me ha confiado, en ellos edifico la verdadera iglesia celestial, libre de bienes y de poderes humanos.
Jesucristo: Es esa iglesia interior que Yo espero proclamar en honor a Mi Padre y por cada criatura de la Tierra que día a día pierde su filiación con Dios.
Santísima Reina de los Cielos, es por esa divina causa que Te he confiado, en Tus manos y Corazón, a toda la humanidad para que Tú, Arca Sagrada del Espíritu Santo, seas el portal por donde todos Tus hijos puedan pasar.
María Santísima: Por eso te ruego, Divino Hijo, que ayudes a Tus rebaños dispersos por el mundo, para que se unifiquen y solo exista un único propósito en cada corazón humano.
Desearía, Amable Señor, que Tú pudieras erguir en cada espíritu Tu verdadera iglesia celestial para que, fundando miles de ellas en los corazones, las criaturas reconozcan que Tú eres el Rey del Universo.
Jesucristo: Amada Madre del Mundo, Tus súplicas son para Mí caricias y ternuras celestiales de una Madre bondadosa e incansable, que nunca descansará hasta ver a todas las almas en el Paraíso.
Tu divina intercesión, Querida Madre, es motivo de Gracia, de Misericordia y de Gloria. Responderé al llamado de Tu Corazón Purísimo, pues Tus santos ángeles Me han hecho saber que en la Tierra tienes ejércitos orantes que están despertando por Tu Amor.
María Santísima: Sí, Glorioso Hijo, en la Tierra están despertando nuevos ejércitos, rebaños Tuyos que estoy congregando para que finalmente sigan un único camino: el camino del amor.
Por eso, Precioso Rey, estoy pidiendo a todos los ángeles y, especialmente al Ángel de Portugal, que reúnan a todas las consciencias angélicas para que la divina obra de redención se realice en todos los corazones aún no redimidos.
Por eso, revisto con Mi manto celeste a cuantos aceptan Mi convocatoria, pues Mi más íntimo deseo es que Tu Corazón sea glorificado para que el Padre sea glorificado y los acontecimientos cambien.
Jesucristo: Comprendo, Santísima Madre, el propósito que llevas adelante, por eso reforzaré Tus ejércitos angélicos para que las almas sean retiradas de la ilusión y del engaño terrenal.
Enviaré a más consciencias ultraterrestres para que los corazones despierten y sean portadores del Proyecto de Dios, el que Nuestro Amado Padre ha pedido que sea realizado en este tiempo.
María Santísima: Por eso, Hijo Primogénito, sembraré flores en jardines internos para que las almas sientan la existencia de su pureza original.
Verteré gracias inexplicables en corazones que no las merecerían, para que ellos se reconozcan dignos hijos de Dios. No dejaré, Bendito Hijo, que nadie parta de este mundo sin tener consciencia de que el amor todo lo puede cuando el corazón se abre para experimentarlo.
Jesucristo: Es ese misericordioso amor, Divina Madre del Cielo y del Universo, que aún no es vivido ni aceptado. Es el amor de Mi Corazón manso, que derrama Su Sangre de luz sobre el planeta y que todavía espera ser apreciado por todos los hombres.
Es ese amor celestial que espera ser aceptado por cada consciencia, especialmente por aquellas almas que nunca conocieron el amor. Mi Corazón se glorifica cuando los corazones viven los sacramentos y, más aún, Mi Corazón se llena de gratitud cuando las criaturas responden al llamado del Cielo, sea cual sea.
María Santísima: En Tu divina plenitud, Amado Jesús, las almas encuentran su fortaleza y las puertas a la redención se abren tantas veces intentando que las consciencias terrestres las puedan cruzar.
Por eso te ruego, Queridísimo Hijo de Dios, que ayudes con Tu bondad y Misericordia a todos los que las necesitan, para que se animen a dar el paso y ya no pierdan tiempo ni espacio en la superficialidad de la vida.
Prometo, Santo Hijo, que Mi donación y amor abrirán los caminos para que Tus rebaños puedan pasar.
Jesucristo: Es una infinita gracia escuchar Tu casta y dulce voz, la que proclama sin cansancio el triunfo de la esperanza y del amor que tanto necesita el mundo.
Tu Corazón amoroso se entrega por entero en las manos de los imperfectos y Él no teme ser rechazado porque Tu confianza en el Padre no tiene límites ni barreras.
Haz, Santa Madre Mía, que cada hijo Tuyo se anime a cruzar el portal, para que finalmente Yo encuentre en Tu regazo a los que tienen sed de Mí. Calma cada corazón y resucita en espíritu a los que aún deben elevarse al resplandor del Reino de Dios.
María Santísima: Apreciado y honrado Hijo Mío, es una gracia cumplir con Tus designios, porque en Tu Corazón se guarda la máxima Voluntad de Dios, la que los corazones de la Tierra deben aprender a vivir para que el Propósito divino se cumpla.
Por último Te suplico, Amado Hijo, que cada criatura de este enfermo planeta pueda despertar al Propósito, que los velos caigan de la consciencia y que todos los que están ciegos espiritualmente puedan ver y así cumplir con Tus sagradas peticiones.
Jesucristo: Haz saber al mundo, Madre Querida, que ya estoy retornando y que Mi hora se aproxima. Haz saber que las almas deben arrepentirse y perdonarse las unas a las otras, para que abandonen la soberbia y la indiferencia humana.
Haz saber que Me complazco, Santa Madre, en los que se esfuerzan y cumplen en obediencia Mis pedidos, porque así Yo construyo Mi iglesia interior en los corazones.
Haz saber al mundo, que el gran y esperado Juicio de la humanidad está cerca y que todos deben rezar por las agresiones causadas en el transcurso de los tiempos a toda la raza y a los Reinos de la Naturaleza.
Haz saber, Madre Celestial, que pondré fin a muchas cosas.
Queridos hijos, este segundo diálogo fue vivido en el Reino Celestial con Mi Amado Hijo y hoy lo comparto con todos para que lo estudien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Es tiempo de reconocer la Verdad de Dios, hijos Míos, de retirar de la consciencia la ignorancia de sí misma y de vivir, todos los días, la filiación divina como principio.
Es tiempo de reconocer la propia esencia y, con humildad, dirigirse al Creador de todas las cosas que habita en el su interior, y dejar que Él se expanda y establezca definitivamente Su Reinado.
Yo he venido al Reino de Lys, hijos amados, por un Propósito universal y no por un propósito humano. Yo he venido porque este es Mi Reino espiritual y divino, donde se guarda lo más puro de cada consciencia. Es desde el Reino de Lys que resguardo las esencias y protejo a todos Mis hijos, de sí mismos y de Mi adversario.
Las llaves que abren las puertas de este Reino son la fe y la devoción ardiente; y es esa fe y esa devoción que vine a renovar en el interior de Mis hijos para que, a través de su despertar, las puertas del Reino de Lys estén abiertas a toda la humanidad y a todos los Reinos de la Naturaleza, que también tienen su pureza resguardada en Lys.
Mientras los tiempos más graves se inician y muchos de Mis hijos están perdidos en las tinieblas, sobre todo en el norte del planeta, es necesario que las puertas de Lys estén abiertas para que, al reconocer la propia esencia, al descubrir y vivenciar la filiación con Dios, las almas no se extingan ni se desanimen ante los desafíos y los abismos a los cuales las lanza Mi adversario.
Hijos, estamos en una gran batalla por el triunfo de la Paz y ustedes deben ser conscientes de eso. El Reino de Lys debe contar con soldados despiertos en la superficie de la Tierra para que, conscientes de la situación espiritual y física del planeta, sean guardianes del manantial que fluye de Lys para sustentar a las almas en la verdad y el amor, y para que ellas no se dejen perder ni engañar por la confusión de estos tiempos.
Hijos Míos, la pureza irradiada por los Espejos de Lys es imprescindible en estos tiempos de oscuridad y de tinieblas, para una gran parte de la humanidad. Y, cuando les hablo de las tinieblas, no Me refiero solo a las guerras, al hambre, a la violencia, sino también hablo de la ignorancia, de la indiferencia hacia Dios y del crecimiento de las energías capitales que ciegan los ojos de los que se comprometieron con Mi Hijo y con el Creador a vivir los principios crísticos y despertar un amor que abre las puertas del infinito para la unión con Dios.
Los Espejos de Lys, con su potencia divina, deben disolver las tinieblas que no permiten que Mis hijos encuentren la verdad sobre sí mismos y sobre la vida en la Tierra. Para que esos Espejos estén activos, hijos, debe haber columnas de oración y de fe que los sustenten, y con pureza de intención y humildad ofrezcan al Padre su despertar y su entrega, para ser instrumentos Suyos en el mundo.
Es por un motivo universal y divino, hijos Míos, que despierto al Reino de Lys y que instituyo una nueva Casa en la superficie de la Tierra; no porque no sea suficiente lo que ya alcancé como Divinidad en Europa a través de Fátima, de Lourdes o de Medjugorje; sino que cada una de Mis Casas tiene una función única, despertar a ciertas almas y manifestar un principio divino.
Ahora, es tiempo de un despertar más profundoen Europa, como en América. Es hora de que Mis hijos sean más conscientes de la batalla de estos tiempos y que se unan, a través del ecumenismo universal, para sustentar espiritualmente al planeta y preparar, en el suelo de la Tierra, la fecundación de una nueva vida.
Hijos, con el simple motivo de elevarlos y despertarlos es que estoy aquí. Como Madre Celeste y Universal, pretendo conducirlos a la Verdad del Creador.
Que en esta noche, los Espejos de Lys se enciendan en su interior y reflejen, en sus esencias, Su pureza y Su paz, para que sientan y vivan el despertar a la vida superior; y que sus almas, que están sedientas de servir al Padre, encuentren finalmente su camino.
Yo los amo y los bendigo, colocando en sus esencias la Flor de Lys, Flor que despierta la pureza y la verdad en su interior.
Aquella que los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El divino diálogo entre María Santísima y el Ángel de Portugal
Ángel de Portugal: Dulce Reina de las Estrellas, Gobernanta Espiritual de todas las almas perdidas y no perdidas, dígnate, Majestad Celestial, elevar a cada uno de Tus hijos a los Brazos del Padre Celestial.
Virgen Santa y Adorable, haz resplandecer con Tu Amor Divino a cada esencia para que finalmente encuentre a Dios, el Supremo Señor.
María Santísima: Cálido Ángel de Portugal, legionario y siervo de San Rafael Arcángel, Te envío a ti y a todos tus benditos ejércitos, para que liberes en honor de San Miguel Arcángel, a todas las consciencias que están encadenadas por Mi adversario.
Disipa con tu paz, Ángel de Portugal, toda ilusión de la consciencia y Te pido, servicial ángel de Dios, que reces por todos Mis hijos, especialmente por aquellos que creen vivir su espiritualidad y no tienen a Dios, por su gran soberbia.
Ángel de la Paz, protege sin descanso a Mi amada Portugal, como también hazle saber interiormente que todo ese pueblo aún debe saldar las faltas cometidas contra Mis pueblos originarios.
Ángel de Portugal: Sí, Señora Mía, Piadosísima Madre que consuelas a los afligidos, que traes esperanza y renovación a los que están hambrientos espiritualmente.
Sí, Madre, esa es Mi humilde respuesta ante Tu precioso pedido de misericordia. Recuerda, Santa Madre Celestial, a los que blasfeman el Corazón de Tu Amado Hijo; implora, Virgen Santa, por cada consciencia de este mundo, para que nadie pierda la Paz del Señor.
María Santísima: Siervo de Mi Padre, que estás al servicio de los Universos Superiores, apreciado Ángel de Portugal, responderé a tus santas peticiones, pediré a Mi Amado Hijo que aplaque la Justicia de Dios y que Su Sagrado Corazón ayude a disolver la indiferencia humana, actitud que hace cometer todos los errores del mundo.
¡Oh Santo Ángel de la Paz!, ayuda a los ángeles de todas las naciones, impulsa al ángel regente de cada nación para que se muestre al mundo. Santo Ángel de Portugal, consciencia que adora el Cuerpo Santo de Mi Hijo en la eucaristía, irradia los códigos de luz que brotan del incansable Corazón de Cristo y haz conocer a cada alma la dulzura del Amor de Mi Hijo.
Hazlo conocer en la perfecta comunión con Su Cuerpo y Su Sangre, hazlo amar en primer lugar en la vida de cada ser, para que así Mis hijos abandonen el abismo de su gran ignorancia.
Ángel de Portugal: Amada Madre y Reina del Júbilo de Cristo, haremos conocer la majestad piadosísima de Tu Hijo, para que los corazones encuentren a Cristo y nunca más se separen de Él.
Enviaré a los ejércitos de San Rafael Arcángel, para que trabajen en la cura de todas las almas y especialmente de los corazones omisos que todavía niegan el poder de Tu Hijo.
¡No llores, Santa Estrella de la Paz!. De Tus lágrimas brota el apelo de una misericordiosa salvación para cada uno de Tus hijos. Déjame, Madre del Sol, secar con mis lienzos de luz cada lágrima de Tu purísimo rostro, para ofrecerlas al Padre Amado como pétalos de flores eternas de Tu Corazón.
María Santísima: Si las almas supieran, amado Ángel de la Paz, lo que siente Mi Corazón bondadoso, no dejarían de estar en Mis brazos, así como lo estuvo Jesús.
No dejaré ni un segundo de tender Mis brazos hacia el mundo y de ofrecer Mis consoladoras manos, como cura y remedio para cualquier dolor.
Me agrada escuchar de tu boca, Santo Ángel de Portugal, la ofrenda de tu consciencia angélica. Así aliviaremos al Padre, viviendo por todos el dolor del mundo. Así los corazones ofendidos podrán encontrar el camino de la esperanza.
Ángel de Portugal: Sabes, Madre Piadosa y Reina de la Paz, que estamos a Tu eterno servicio, pues Tu nombre, que es santo, resuena en nuestros corazones como una melodía de amor y de redención.
Escucharemos Tu llamado y responderemos de inmediato; todos los ángeles de la guarda de Tus hijos te ayudarán para que los hombres y mujeres de la Tierra respondan a la voz de Tus súplicas.
María Santísima: Entonces, Ángel de la Paz, emite desde tu corazón ese don de la Gracia, que la paz no solo abrace a Portugal para que algún día se redima, sino que la Paz de Dios, del Altísimo, llegue a todos los que la necesitan.
Invocaré tu nombre y tú, santo ángel, darás a conocer al mundo la falta de su inocencia. Refúgiate en la oración de todos Mis hijos y así, junto a tus legiones, redimirás a la Tierra, preparándola para el retorno de Cristo.
Ángel de Portugal: Sí, Madre Misericordiosa, cumpliremos con Tus dulcísimas peticiones, que Tu Santo e Inmaculado Corazón sea el refugio para cada ángel. Elevamos junto a Ti, Madre Adorable, todas las súplicas para que esta humanidad ciega despierte de su sueño profundo.
Te agradecemos y te alabamos, Madre Universal.
María Santísima: Es así, Ángel de la Paz, que en este día haré conocer nuestro divino diálogo a todo el mundo, para que las almas se conmuevan y sientan la verdad y el clamor de Mis benditas palabras. Por eso hoy lo revelo a todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al Ángel de Portugal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los coralistas e instrumentistas de los grupos de oración de Europa
Mis queridos hijos:
En la víspera del gran encuentro de la juventud en Cracovia, Polonia, hoy espero ardientemente que sus corazones se unan a este importante Jubileo de la Misericordia de Dios para que desde aquí, de la ciudad de Oporto, pueda surgir el primer impulso espiritual de la humanidad despierta, la que implorará de todo corazón por la Misericordia de Dios.
Desearía que en este encuentro que hoy sucederá aquí, en la víspera de la esperada Jornada Mundial de la Juventud en Polonia y del primer festival de la Juventud por la Paz en Brasil, partiera la invocación interior de cada coralista pidiendo la paz y la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, desde cerca acompañé toda la preparación y entusiasmo de ustedes por dar lo mejor en honor al Padre Celestial.
En esta noche de gala espiritual, en donde Mis ángeles del Cielo presenciarán este encuentro, quisiera que cada uno de Mis hijos de Europa pidiera perdón y misericordia en nombre de todos los europeos por todos los hechos cometidos desde la colonización y depredación moral, humana, espiritual y de la Naturaleza de toda América.
Espero, queridos hijos coralistas de Europa, que de sus voces brote ese profundo pedido de piedad, para que así Mis ángeles tengan la dicha de presentar al Padre Celestial la ofrenda musical e instrumental que hoy brindarán a la humanidad.
Hijos, cada uno de sus espíritus tiene a Dios en su interior, por eso con plena confianza en la Misericordia de Dios y por los dos encuentros de la juventud que sucederán, en Polonia y en Brasil, unan sus manos e invoquen el poder de esa Gracia infinita que todo concede, redime y cura.
Que en la noche de hoy, el encuentro de música sea para expandir desde Europa el potentísimo caudal de la Misericordia de Mi Hijo.
Que desde toda la península ibérica se abran las puertas de la redención para todas las consciencias que en esta hora deberán cruzarlas.
Queridos hijos, desde el Reino de los Cielos estaré con cada uno de ustedes, acompañando este impulso espiritual y divino que hoy se dará para Portugal y toda Europa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al canto de los santos ángeles y de Mis hijos de Europa,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Acta espiritual y fundacional de la Comunidad-Luz “Flor de Lys”
Queridos hijos:
A los diecinueve días del mes de julio de 2016, en el año del Señor de la Misericordia, Vuestra Madre y Abogada hace la primera fundación espiritual e institucional de la esperada Comunidad-Luz de Lys, “Flor de Lys”.
En este sagrado día, Dios Todopoderoso deposita Su Amor, Su Piedad y Misericordia para que este sagrado proyecto, que trabajará a través de la oración por las almas de toda Europa, pueda tener su esperado despertar.
En este camino que está siendo construido a partir de este día, la Divinidad derrama Sus Dones para que en la consciencia de los que integran este proyecto florezcan los principios del Centro Sagrado de Lys en la superficie.
Es así, que Vuestra Madre Santísima declara, que, en este lugar, en donde hoy nos reunimos, se encuentra la primera semilla para esta Comunidad-Luz. También queda fundado oficialmente el Centro Mariano de la Purísima Virgen Madre, centro que así mismo nacerá de la mano de la Comunidad, y que tendrá su casa materna en el futuro, al igual que la Comunidad, en la villa de Dornes, a orillas de los lagos del Centro Sagrado de Lys.
Para ese momento, los siete primeros residentes de esta Comunidad-Luz ya estarán impulsando para toda Europa una convocatoria para la formación y la expansión de las bases de este trabajo espiritual y mariano.
Dejando por escrito la institución de esta quinta Comunidad-Luz sobre un Centro[ST1] Planetario, invito a todos los presentes y miembros de la Red-Luz de Europa a que firmen esta acta, con la razón de dejar registrada su adhesión a este llamado y como testigos oficiales de que una sagrada semilla de luz volvió a brotar desde Lys para toda Europa.
Enriqueciendo sus pequeños espíritus, queridos hijos, dejo también por escrito la consagración de la primera residente, de los primeros guardianes y celadores de este inicial proyecto de amor, de paz y de redención, agradeciendo al Padre que está en los Cielos, porque todas Sus Obras son simples pero verdaderas, llenas de Amor y de Misericordia para el mundo.
Es por esta razón que, con el nacimiento de esta Comunidad-Luz, a los diecinueve días del mes de julio de 2016, dejo el testimonio por escrito de que este proyecto del Núcleo Corazón Sagrado en la ciudad de Fátima, desde hoy será considerado una Comunidad-Luz, formando parte oficial de la quinta mano de trabajo de la Fraternidad Federación Humanitaria Internacional, ubicada sobre los Centros Planetarios.
Con cantos de alegría, queridos hijos, Yo instauro aquí dos importantes espacios para desarrollar en poco tiempo: la Comunidad-Luz Flor de Lys y el Centro Mariano de la Purísima Virgen Madre para Portugal, España y el resto de Europa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo la señal luminosa de la Santa Cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy esa fuente de Gracias del Universo, más potente y poderosa que todas las fuentes del mundo.
Soy más sutil que todas las cascadas del mundo, porque a través de Mi Corazón Materno hago florecer y dar vida al alma que antes estaba muerta.
Soy esa agua que todo lava y redime, porque soy ese divino código de luz que puede penetrar más allá de la consciencia y así establecer el propósito espiritual para cada ser.
Soy esa fuente misericordiosa que todo restaura e intercede por Sus hijos para que nunca pierdan el camino que los llevará al amor.
Soy ese manantial vivo y resplandeciente que trae para el espíritu la esencia de la unidad y de la paz.
Soy ese Sagrado Espíritu de Dios que fue gestado en el vientre purísimo de la Creación, que trajo para el mundo la verdad de Dios encarnada a través del Amado Hijo.
Soy ese camino que siempre los llevará a encontrar la gran y única fuente de amor que saciará su sed: Jesucristo.
Por eso, queridos hijos, cada vez que ustedes se unen a Mi fuente de amor, se estarán uniendo a la fuente luminosa de Mi Hijo y a la fuente del Padre Celestial.
Quisiera que de sus corazones brotara ese sentimiento de buscar siempre la unidad entre los seres por encima de todo, porque así sus corazones se curarán y nacerán a través de Mi fuente de paz a la vida renovada en Cristo.
Hijos Míos, dejo esta Mi aspiración: que vivan en la única Fuente de Dios y que sigan un solo camino. Mi Corazón Puro e Inmaculado se ofrece para llevarlos a la revelación del gran misterio del amor.
Estoy feliz por hoy ver a Mis hijos de Europa, reunidos en torno a Mi fuente plena de Gracias.
Los amo y siempre los contemplo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice bajo el Espíritu Santo de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, cuando el Universo de Dios toca la Tierra y derrama Su Misericordia sobre todo el planeta, vuestra Madre del Santísimo Rosario, desde América unida al corazón del Reino de Fátima, proclamará la palabra de vida, la que Su Amado Hijo Jesús le pidió que pronunciara en este día sacro.
Por esta razón vuestra Madre Celestial hoy estará unida a todas las esencias del mundo, las que en este 13 de mayo declaren a Dios y a Jesucristo que el mundo acepta y reconoce a la Madre de Dios como la Madre de todos y como la Reina de la Paz.
De esa forma el Universo Angelical estará irradiando desde Fátima, corazón de la pureza esencial, un mar de Gracias, principalmente sobre los corazones y almas que han quedado presos de la ilusión y de las garras del adversario.
Hoy desde el corazón del Reino de Fátima será declarada la Paz para el mundo y esta llegará especialmente a los corazones que comulguen en este día y recen al menos un misterio del Santo Rosario.
Así, queridos hijos, la Iglesia de Cristo, aquella que mora en eternidad dentro de los corazones simples, volverá a despertar. Y el Santo Padre recibirá una ayuda interior con la que será capaz de mantener al mundo espiritual en equilibrio un tiempo más.
Por eso hijos, la Reina del Santo Rosario hoy descenderá en América del Sur, en espíritu de paz y de renovación, para que todas las almas del mundo recojan los últimos frutos que la Madre del Cielo entregará en las manos de los simples y verdaderos.
Hoy desde Fátima, los sacerdotes del mundo entero y todos los predilectos hijos de Nuestra Señora, los consagrados a la vida sacerdotal, entregarán al pueblo de Dios una llave que abrirá la puerta para la liberación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María. Desde esa puerta las almas más pecadoras podrán dirigirse hacia el camino de la rehabilitación interior y espiritual.
Doce ángeles celestiales en el Universo estarán celebrando junto a Nuestra Señora esta comunión de reparación y de expiación del mundo entero, evento que sucederá al mismo tiempo en todos los sagrarios de la Tierra.
Pero si existiera un mayor espíritu de fe y de devoción a Nuestra Señora del Santísimo Rosario, la Madre de Dios, San Miguel Arcángel y San Gabriel Arcángel prometerán a las almas buenas socorro durante la hora de la muerte y, principalmente, la conversión espiritual de la familia. Esto será así si hoy rezan el Rosario de corazón, sin pedir nada a cambio, solo que el Plan de Dios se cumpla en las almas ingratas.
Desde el Reino de Fátima, las esferas angelicales brillarán y encomendarán a todos los ángeles de la guarda del mundo que celebren junto a Nuestra Señora la comunión universal por la Paz. Por eso hoy, vuestra Madre Celeste viene para pedir a todos Sus hijos que comulguen del Cuerpo y la Sangre de Cristo; esta expiación que será concedida por la Virgen María durará hasta el 14 de mayo de 2015, momento en el que se cerrará la última puerta de la conversión.
Queridos hijos, hoy los invito a adorar a Jesús y a que todos se sientan unidos al Santuario de Fátima, Portugal, para que esta sagrada tarea de vuestra Madre se cumpla como está previsto.
¡Agradezco a los grupos de oración de América, de Estados Unidos y de Europa por ya estar respondiendo a Mi llamado!
La Obra se cumplirá, pues estas ya son las últimas misiones de la Virgen Santísima antes del retorno de Cristo.
Les agradece y los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Recuerden, en este tiempo, el Portal hacia el Cielo que Mi Inmaculado Corazón una vez abrió en Fátima; un Portal de Paz y Redención para toda la humanidad; un Portal de Fe y Esperanza para todos Mis hijos.
Por eso hoy, hijos Míos, delante de tantos cambios en la humanidad,Yo les pido que retornen en consciencia y con el corazón hacia el Santuario Mariano de Fátima, Portugal, y que desde allí vean surgir nuevamente Mi Paz para todo el mundo.
Cada Centro Mariano consagrado a Mi Inmaculado Corazón es visto desde el Cielo como un pedacito de Mi Morada Maternal sobre la Tierra, como la Presencia del Altísimo entre Sus amados hijos, las criaturas.
Por este motivo, queridos hijos, eleven vuestros ojos hacia el Portal de la Paz, que representa a Mi Inmaculado Corazón y vean nacer en ustedes el Amor del Redentor.
Que cada uno de Mis hijos sea un nuevo y renovado portal hacia la paz y la fraternidad. Que cada pequeño hijo afirme en su vida la presencia Misericordiosa de Jesús.
Hoy celebren una vez más el aniversario de las Apariciones en Fátima.
Les pido, a todos Mis hijos, que eleven sus oraciones por todos los peregrinos y los no peregrinos, por todos los que viven en la fe y por los que la han perdido, por todos los que comulgan de Mi Hijo y por todos aquellos que se olvidan de Él.
Queridos hijos, que hoy cada uno de ustedes lleve a Fátima, el Santuario Mariano Interior, en cada uno de vuestros corazones. Que vuestras vidas se vuelvan a erguir delante de la Luz del Padre para que las esencias encuentren el camino del perdón y del amor.
Hijos Míos, en este día, lleven la Paz que Mi Corazón Maternal derramó una vez en Fátima y que este encuentro con vuestro santuario interior, con la Casa de Dios, les permita reconocer cuál es el verdadero estado que Mi Amor quiere que cada uno de ustedes viva en este tiempo.
Hijos Míos, con reverencia les digo: despierten ante este último llamado que Mi voz pronuncia al mundo, un llamado que les habla de la oportunidad de redención que vuestros corazones pueden vivir y un llamado celestial que les promete un encuentro verdadero con Mi Inmaculada Paz.
Como Señora del Santísimo Rosario, los bendigo todos los días y les digo a Mis pequeños: ¡Oremos por la paz en el interior de cada uno de Mis hijos!
Celebren Conmigo la presencia de Fátima: el Centro Mariano de Amor.
¡Les agradezco por contestar a Mi llamado todos los días!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En las doce estrellas de Mi corona encontrarán la guía que Yo vengo a anunciar al mundo. Ellas son como la estrella guía de Belén para cada uno de Mis hijos. Las estrellas son como el amanecer y el lucero en el Cielo para todos aquellos que deben resucitar a la vida en Cristo.
Queridos hijos, con inmenso gozo los llevo hacia el Corazón de Mi Hijo quien debe ser amado y venerado diariamente por esta humanidad. Esta preparación les permitirá recibir al Redentor por segunda vez.
Queridos hijos, hoy los quiero invitar a que contemplen el Rostro Misericordioso de Dios Vivo a través de la presencia de Mi Hijo. Que ustedes también testimonien la Presencia del Corazón Amadísimo de Dios por medio de Mi Corazón Inmaculado.
Sepan, hijos Míos, que en Mis estrellas podrán ver el nuevo amanecer, los largos años de paz, aquella promesa escrita en el Corazón de Dios Padre para todos Mis hijos.
En el adorable y venerable Corazón de Cristo ustedes hallarán el camino seguro que los conducirá hacia el Reino de Dios.
La humanidad puede, con la oración, remediar el pasado y el sufrimiento que ella misma ha gestado desde hace tiempo. Ahora, Mis soldados marianos deben expresar la esperanza y la redención para todos los que aún no las tienen.
También, hoy les anuncio, queridos hijos, que Mi presencia mensual los días 12 y 13 de mayo, nuevamente en la resurgida y amada Portugal, se extenderá hasta el día 14 de mayo en una peregrinación de todos los presentes en las apariciones hacia el Santuario de Fátima y Aljustrel. En ese ejercicio ustedes estarán, como tantos otros hijos, aliviando Mi Inmaculado Corazón y aliviando la Justicia prometida para Europa. El Ángel del Señor los ayudará y Él considerará esa oferta humilde de parte de todos.
Gracias, hijos, por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijitos Míos:
Gracias, porque en este día recogí con Mis manos de Misericordia cada una de vuestras plegarias hechas por esta necesitada humanidad. Gracias también, queridos hijos, por haberme aguardado para recibir Mi Mensaje de Paz en este día 25 de abril.
Quiero decirles que estuve en Medjugorje porque allí, en ese Reino de Oración y Devoción, Mis otros hijos Me esperaban. Así, hijos Míos, pueden saber cómo es la Omnipresencia de Mi Inmaculado Corazón y cómo en Mi Misión de Paz para el mundo, todos ustedes Me acompañan por los senderos de la oración del corazón que en este tiempo debe ser una llama que los guíe y los ampare.
Como Madre de las Gracias, derramo Mi Espíritu Inmaculado sobre las naciones que más necesitan de Dios, del Perdón y de la Misericordia de Mi Hijo.
Hoy quiero invitarlos a continuar en el camino de la oración porque si ella es verdadera y nace del corazón, los podrá transformar.
Queridos hijos, los acompaño por este camino que ustedes están recorriendo, un camino de consagración a Dios que los llevará hacia el Infinito.
Hijos Míos, guarden, en especial, la presencia de Mi Corazón y del Corazón de Cristo durante estos días de encuentro Conmigo para que Ella los ayude en los momentos que vendrán.
Les agradezco, queridos hijos, por acompañarme en este camino de oración que despierta a través de Mi Presencia Maternal en el mundo.
Les agradezco también por acompañarme en las Apariciones en Portugal, pues Dios tiene algo preparado para cada corazón que se abre y que confía en Mi llamado.
De nuevo hoy les digo: ¡Les agradezco!
Desde la Luz del Inmaculado Corazón,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más