Mensaje extraordinario
MENSAJE PARA LA APARICIÓN ANUAL, TRANSMITIDO POR MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS, CON MOTIVO DEL 12.º ANIVERSARIO DE LAS APARICIONES DE LA MADRE DIVINA

Como un sol, que nació del más puro Amor de Dios, se manifestó la aspiración del Creador de estar entre Sus hijos.

Fue para revelarle a la humanidad la Verdad Celestial para que, a través de la oración, los corazones encontraran un camino seguro hacia Dios.

Fue para que las maravillas del Universo no permanecieran ocultas a los ojos de los hombres y para que los espejos de sus corazones estuvieran encendidos, para que sus espíritus estuvieran despiertos, para que su pasado fuera redimido y para que el nuevo futuro fuera construido sobre las bases del amor.

Fue para revelar el Tiempo de Dios y la realidad universal, de la cual los seres humanos se distanciaron hace tanto tiempo; para que comprendieran y experimentaran la Divina Concepción que no fue vivida solo por Mí, sino por todo lo que emanó del Corazón del Padre: todos ustedes, Sus hijos.

Fue para que la ignorancia fuera disipada, para que la indiferencia fuera vencida por el poder del amor, para que el perdón triunfara sobre todos los errores humanos y universales, para que el camino de retorno fuera trazado y revelado a todos los hijos de Dios.

Fue para unir a todos los pueblos, para unir a los corazones en el espíritu del amor y de la unidad, para que las criaturas descubrieran que en esencia son iguales, hijos de un mismo Padre y de una misma Madre, emanaciones de un mismo Creador.

Fue para disipar el engaño y lo que separa a los corazones entre sí y a todos de Dios, para que pudieran comprender y vivir el poder de la unidad y fueran dignos de recibir Misericordia, Piedad y Compasión para enfrentar las pruebas del planeta.

Fue para detener la Justicia Divina y para permitir que los seres aprendieran a través del amor y de la Gracia del perdón.

Fue para que Mis hijos no se sintieran perdidos y solitarios, sino para que supieran que una Madre Celestial los ampara y los conduce a los Brazos de Dios y de Su Divino y Supremo Hijo.

Fue para que los corazones encontraran la paz, la paz de estar en Dios, la paz de saber la Verdad, la paz de cumplir con su propia parte, la paz de servir a este mundo y de hacer todo lo que es posible por el rescate del amor en la esencia humana; la paz de saber que están retornando a Dios, la paz de saber que también están preparando Su Retorno al mundo.

Fue para despertarlos y para recordarles el compromiso que hicieron con el Creador desde el principio, desde el Origen de sus vidas.

Fue para renovar su "sí" y Mi "sí" que Yo vine al mundo, hijos Míos.

Fue para estar a su lado, para abrir las puertas y para mostrarles el camino que, hace doce años, Yo estoy aquí y aquí seguiré mientras Me lo permitan.

Mientras oren de corazón y mientras tengan sed de la Verdad, mientras sigan sirviendo, entregando sus vidas, transformándose y generando méritos para la transformación del mundo, Me permitirán, hijos amados, que Yo esté aquí y los guíe.

Fue por todos estos motivos y muchos más que el Creador Me envió como Su Sierva y Mensajera para guiar a sus corazones y establecer la paz.

Estoy construyendo con sus vidas un Plan perfecto que proviene del más puro Pensamiento Divino.

Sientan Mi Presencia, renuévense ante Mi amor y permitan, hijos Míos, que muchos más reciban la Gracia de estar delante de Dios y de Sus Mensajeros.

Aún hay mucho por venir, mucho por revelarse al mundo, hay mucho por servir, mucho por rendir, mucho por amar y mucho por hacer en este mundo hasta que retornen al Corazón de Dios. Yo los acompañaré.

Hoy les agradezco y, con un Corazón pleno de Amor, los bendigo por estar a Mi lado, por ser este ejército que lucha a través de la oración para establecer la paz.

Yo los amo.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE PAYSANDÚ, URUGUAY, HACIA BUENOS AIRES, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los corazones oran por los pueblos y por las culturas, por las naciones y por las religiones del mundo, rescatan con su intención lo que hay de más puro en el interior de los seres y atraen hacia la Tierra el Pensamiento Original de Dios para la expresión de los pueblos.

Cuando oran para que las diferentes religiones sean verdaderos caminos que conduzcan los corazones hacia Dios, están rescatando los principios originales que inspiraron a las religiones para existir, como una forma de ser una guía para los seres humanos y, de esa manera, hijos, ayudan a aquellos que están perdidos en su ignorancia y que hacen de los caminos que deberían llevar a Dios, el camino para su propia perdición.

Orar por los pueblos y por las naciones es muy importante en este tiempo, es colocar el propósito de sus oraciones en algo superior e incluir a toda la humanidad en sus plegarias.

Ustedes están en el momento de profundizar su unión con Dios y de pasar a sentir Su Amor por cada uno de Sus hijos, de sentir la importancia de los pueblos, la importancia de la existencia de cada criatura de la Tierra.

Por eso, hijos, hoy vengo a decirles que no se cansen de orar por la vida, por los seres humanos y por los Reinos menores. No se cansen de orar sinceramente por las naciones, por las religiones y finalmente por este proyecto humano. Porque ha llegado la hora de que los tiempos cambien y la vida se renueve. Ha llegado el momento del ciclo definitivo que incluye a toda la existencia.

Por eso, oren para que haya paz, oren para que haya amor y oren, sobre todo, para que la Verdad los una en un único camino, que es la puerta estrecha hacia el Corazón de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que hoy reine la paz en todos los corazones y entre todos los pueblos.

Que, por sus oraciones, el amor y el respeto para con todas las naciones y culturas sean gestados en la consciencia humana.

Expresen con alegría la gratitud por la diversidad de este planeta, que lo hace único en el Universo por la amplia posibilidad que los seres tienen de aprender a amar.

Que, unidos a Nuestra Señora de Guadalupe, sus corazones aprendan a darle la debida importancia a todos los pueblos y que amen y celen por la expresión pura de cada uno de ellos.

Cada pueblo, como cada cultura, tiene un propósito superior para manifestar. Hoy, hijos, oren por este propósito para que las naciones recobren su pureza y encuentren el principio perfecto de la Voluntad Divina para sí mismas.

Oren para que cada nación exprese en este mundo lo mejor que tiene. Ya no juzguen las culturas y las religiones, en su lugar oren para que todas ellas encuentren la Voluntad de Dios y que esa Voluntad conduzca a los seres a expresar, a vivir y a ser el Amor de Dios, renovado constantemente en Sus criaturas.

Hoy es un día para agradecer la existencia de los pueblos, de las culturas y de las naciones.

Hoy es un día para clamar al Padre para que, en Su Corazón de Amor, una todos los caminos que llevan a Él.

Hoy es un día para colocar el corazón dentro del Corazón Sagrado de Nuestra Señora de Guadalupe y aprender con Ella a establecer la paz.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y VIRGEN DE SCHOENSTATT, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE EINSIEDELN, SCHWYZ, SUIZA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Igualdad entre los Pueblos

Queridos hijos:

Mi finalidad de venir a Suiza, en nombre de Mi Hijo, es para pedirles a los representantes de este país un acto de la igualdad entre las naciones más ricas y las naciones más pobres.

Por eso, vengo para donar Mi Corazón-Espejo para que en Suiza se refleje la Voluntad de Dios y no el uso desmedido del poder y la superstición de los soberbios.

Vengo para pedir un verdadero espíritu de caridad y de igualdad, a fin de poder salvar a este pueblo del sendero que recorre por la riqueza desmedida y el descontrol material de la vida.

Aquí, y dentro de esta nación, existen almas que tienen el deber de promover la equidad sin condiciones y el equilibrio por los que ni siquiera tienen un hogar para poder refugiarse.

Vengo como Madre y Virgen de Schoenstatt para pedir consideración y atención a Mis palabras, antes de que llegue el tiempo en el que no quedará piedra sobre piedra, así como lo dijo Mi Amado Hijo.

Deseo despertar en Suiza el espíritu del olvido de sí, para que las almas aprendan a ver y a contemplar las necesidades en los semejantes, en los más pobres entre los pobres.

Quisiera salir de Suiza con una esperanza en Mi Corazón, capaz de tener fe en que Mis hijos harán el esfuerzo necesario para salir de la comodidad pervertida y del confort.

Necesito, hijos de Suiza, que se sirvan del espíritu de la pobreza y de la abnegación que la Madre y Virgen de Schoenstatt les ofrece, a fin de que más allá de su pueblo y de su “propio mundo” puedan contemplar el sufrimiento, el hambre y la necesidad de millones de almas en el mundo, como sucede en África y en América.

Sé que no nacerá de los líderes el afecto necesario para percibir y reconocer que aquí no se vive en la Ley de Dios, ni mucho menos en lo que Mi Hijo les enseñó.

Por eso, antes de que todo se desencadene, dentro y fuera de sus consciencias, Yo los invito a vivir una vida de oración y de diálogo con Dios, para que puedan salir de la reinante ilusión de estos tiempos y perciban que es urgente cambiar, primero saliendo de sí para darle espacio y lugar en sus corazones a los que más sufren y no tienen nada.

Con este mensaje los llamo a la reflexión, ya que aún queda un poco de tiempo para poder transformar lo que el Universo necesita transformar de su pueblo.

Yo les doy las gracias por escucharme, porque, como Madre, los amo y deseo el bien y la igualdad para todos Mis hijos.

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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