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Yo estoy presente en el interior de los que tienen confianza y creen en Mí.
Así, a pesar de todo, ilumino sus almas, y los espacios profundos del ser son colmados por la Luz Crística.
Yo les traigo, compañeros, la Luz de Mi Reino para que toda oscuridad sea disipada y los corazones alcancen la paz y la estabilidad espiritual que necesitan.
Yo les traigo, del Universo, el poder de la Luz de Dios e imparto Misericordia en todos los lugares y espacios.
Compañeros, mantengan la calma. Toda prueba pasará.
Yo estoy aquí para sostenerlos y para apoyarlos a través de Mi misericordioso y bondadoso Corazón.
Les dejo Mi Paz y la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Estoy con ustedes en cada sintonía y en la oración que brota de sus corazones.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Aprende hoy a calmar tu mente y tu corazón a través de la oración, del canto y del silencio que, unidos al ejercicio de respirar con consciencia, te conducen al estado de paz en el cual debes estar.
Aprende a estar manso delante de los tiempos que se presentan, para que, así, tu mente se una al corazón y juntos puedan atraer la sabiduría y el discernimiento divino.
Que, en calma y en paz, puedas estar delante de todas las pruebas, dentro y fuera de ti, y aun al escuchar con tus oídos internos las trompetas de la Justicia Divina, que tu corazón sepa percibir que una Gracia se aproxima y que el Nuevo Tiempo está más cerca de ser una realidad.
Coloca tu corazón siempre en la Gracia y en el Propósito de Dios para que siempre encuentres en todo la fe y la esperanza. No son tiempos fáciles los que se aproximan a la Tierra, pero no por eso en tu corazón debe haber desesperanza.
Colma tu mundo interior con la fe, consolida en tu corazón la fortaleza de saber que eres parte de una Voluntad Mayor. Y no temas. Deja que tu espíritu aprenda a buscar la paz y a enviar esta paz a tus cuerpos más humanos.
Para eso, hijo, necesitas crear un vínculo con tu ser superior, y eso se da con la intención y con la oración sincera, que te permite entrar en un estado de elevación.
Prepara, ahora, tu consciencia para lo que vendrá y esto no es solo externamente. Prepara tu mundo interior, tu corazón y tu mente, porque este momento es desconocido y despertará en ti reacciones, también desconocidas, que podrán desestabilizarte si no aprendes ahora a estar en paz.
Ora y fortalece tu corazón.
Ora y únete a tu espíritu.
Ora y encuentra el camino hacia el Corazón de Dios; así, estarás preparado para soportar todas las cosas.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Nunca te canses de fijar tu consciencia en Dios, más allá de todo lo que suceda dentro de ti o a tu alrededor.
Esa actitud espiritual permitirá que las Leyes superiores vengan en auxilio de tu consciencia y que cualquier situación, espiritual o interior, sea resuelta.
Confía absolutamente en el propósito inmaterial que Dios creó para tu existencia y con base en esa verdad lleva adelante esta vida colmada de desafíos y de pruebas.
Pero nunca te desanimes ni tampoco te duermas. Haz valer cada momento como si fuera el último; haz que cada etapa de la vida tenga como resultado un aprendizaje de amor y de perdón.
Dios no busca las cosas perfectas dentro de ti, porque Él ya lo sabe todo, Él ya conoce todo lo que tú desconoces dentro de ti.
Por eso, el Padre Celestial espera el momento justo para pedirle a Sus hijos nuevos pasos. Pero esos pasos serán dados y entregados en la medida que amen el desapego en sus vidas.
Porque, en verdad, pocos serán los que le entregarán todo al Señor para la constitución de Su Propósito y para la realización divina de Su Voluntad.
Por eso, como Madre, sé lo que significa despojarse de uno mismo y cuánto eso ocasiona dolores, retrasos y estancamientos. Pero la luz del espíritu de la fe prevalecerá. Ten calma y confía, no existe obstáculo o barrera de la consciencia que no pueda ser superado.
No dejes de remar hasta poder encontrar el puerto seguro del Corazón del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No permitas que, por ninguna causa o motivo, el árbol de los frutos de la Sabiduría de Dios se seque y sus raíces dejen de penetrar en lo profundo de la tierra, para que, así, el árbol mantenga su fortaleza.
De tiempo en tiempo vendrán tempestades, desiertos, sequías o fuertes lluvias; pero Yo nunca permitiré que algo te derribe.
Confía en Mí. Yo Soy el Árbol de la Vida y quien vive en Mí no perecerá.
Tengo todo para darte, así como tengo el poder para quitarte todo.
A través de los tiempos te colocaré en escenarios nunca antes vividos, porque necesitaré que sufras por Mí, o que te alegres por Mí, en cada momento.
Deja que la savia de Mi Sabiduría recorra cada parte de tu ser, como agua que purifica, pero que al mismo tiempo calma.
No te desesperes ni tampoco te angusties, porque en el mayor vacío interior, así como en el mayor desierto, allí Yo estoy. Tómate fuerte de Mi Mano y solo dime: “Ven, Señor Jesús”, y allí Yo estaré.
Yo Soy el refugio para los angustiados. Soy la esperanza para los desesperanzados. Soy el motivo y la razón de cada etapa de la vida.
No dejes de decirme: “Señor, yo confío en Ti”, y Yo te daré Mi Confianza, una y otra vez, como ya te la he dado, para que te sientas reconfortado y firme para los próximos pasos que vendrán.
Aliméntate del Árbol de la Vida y sírvete de los frutos y de los dones que te entrega Mi Corazón.
Ven hacia Mí y todo estará en paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A pesar de los tiempos de oscuridad y de apremios, Yo siempre vendré, como el Sol del atardecer, para anunciarle al mundo la hora de su salvación.
Seré más fuerte e intenso que los océanos, porque en ellos las almas encuentran la paz.
Seré más fuerte que el viento, porque a través de él las almas pueden sentir la caricia perpetua de Mi Amor.
No los abandonaré cuando los tiempos estén difíciles. Estaré allí, entre ustedes, en el silencio de la noche, para escucharlos y para que escuchen Mis consejos.
El tiempo que se aproxima será conmovedor para todos. Por eso, quien se una a Mí no perecerá, encontrará el alivio y la calma que tanto espera.
Yo solo les pido una cosa, que persistan y que se sostengan a través de Mi Fe, porque Cielo y Tierra pasarán, pero Mis Palabras permanecerán en los corazones valientes.
Reciban, de Mí, toda la fuerza interior necesaria para atravesar el fin de los tiempos por amor a Mí; así Yo siempre les tenderé Mis Manos para llevarlos hacia la Casa de Mi Padre, lugar en donde una nueva etapa comenzará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Coloca tu corazón en el Corazón de Dios para comenzar un nuevo ciclo. Ábrete para que la vida se manifieste para ti de una forma diferente.
En estos tiempos, hijo, en que la Tierra comienza a ingresar en el Tiempo Real del Universo, vivirás y sentirás cosas a veces incomprensibles e inexplicables. Los sentimientos del pasado emergerán en tu consciencia al mismo tiempo que se manifiestan las sensaciones del presente.
De la misma forma, la aspiración por lo que vivirás en el futuro estará presente en tu interior con intensidad y, suspendido en esa transición entre lo que fuiste y lo que serás, la única cosa que podrás hacer será calmar tu corazón en oración y colocarlo en el Corazón de Dios.
No hay cómo no participar de las pruebas del planeta. No hay cómo no vivir las consecuencias de esta transición. Pero, sí, hay una forma de vivir todo eso y no perder la paz: colocando tu corazón en el Corazón de Dios y permaneciendo allí en oración.
Deja que tu ser se purifique y viva lo que necesites vivir internamente para cruzar este umbral. No será tan simple trascender una condición humana retrógrada milenaria, pero siempre acuérdate de colocar tu corazón en el Corazón del Padre, porque en Él tendrás alivio, tendrás respiro, tendrás paz.
Yo te bendigo, hoy y siempre, para que, inmerso en estos ciclos tan acelerados de continua transformación, tu ser se sumerja profundamente en estas aguas y se abra a lo nuevo, pero que siempre encuentre en el Corazón de Dios el espacio en donde poder respirar, para permanecer en paz en las pruebas propias de estos tiempos.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Entra en Mi Materno Corazón para que Yo te pueda calmar.
Entra en Mi Corazón para que sientas y descubras la maravilla del Amor de Dios.
Entra en Mi Corazón a fin de que emerja tu pureza original.
Entra en Mi Corazón y siente el alivio de una Madre.
Entra en Mi Corazón y renovarás la confianza en Dios.
Entra en Mi Corazón y hallarás el camino del servicio y de la fe.
Entra en Mi Corazón a fin de que tu pequeño ser se despoje completamente de sí mismo.
Entra en Mi Corazón y las estructuras del ego y de la mente se desmoronarán por sí mismas.
Entra en Mi Corazón y conocerás la dulzura de estar en la Madre de Dios.
Entra en Mi Corazón y tu rendición estará próxima.
Entra en Mi Corazón para que descubras el sentido de hoy estar aquí.
Entra en Mi Corazón y encontrarás la respuesta que tanto buscas.
Entra en Mi Corazón que se ofrece como refugio a los que están oprimidos y perturbados.
Entra en Mi Corazón y sanarás las heridas internas, una a una.
Entra en Mi Corazón y siempre Me dirás sí.
Entra en Mi Corazón y estarás totalmente entregado a la Voluntad de Dios.
Entra en Mi Corazón y todo cambiará.
Entra en Mi Corazón y alcanzarás la paz.
Entra en Mi Corazón y un nuevo tiempo llegará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En Mi Corazón misericordioso existe un lugar para cada alma. Solo deben recordar que ese lugar, ese refugio, estará siempre disponible.
Eso los llevará a comprender los misterios del Amor de Dios basados en las verdades de la fe y de la confianza.
Vivan en Mi Corazón para poder encontrar en cada momento la paz y, así, irradiar ese manantial a las almas del mundo.
En Mi Corazón existe un espacio para cada ser, capaz de generar armonía y confianza, capaz de despertar las virtudes internas, las que en estos tiempos servirán de auxilio para la manifestación del Plan Divino.
Por eso, en Mi Corazón encontrarás la calma y la mansedumbre que necesitas para aprender a dar los pasos hacia Mí.
En Mi Corazón de servicio su fe se fortalecerá y el amor de sus corazones se expandirá para que, en humildad y en servicio, las almas sean tocadas por el Amor de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En verdad, hijos Míos, no existe nada que Me impida acercarme a ustedes, porque cuando Yo vengo, el Cielo viene detrás de Mí con todas las Gracias del universo, especialmente esas Gracias que los más pecadores necesitan para alcanzar el perdón y la conversión.
Por eso, ante el caos o la calma, ante la agitación o el más profundo silencio, no existe nada ni nadie que Me pueda impedir estar cerca de Mis hijos, porque Mi deseo de Madre es que todos los días, hasta la eternidad, ustedes aprendan a estar en Dios, a pesar de cualquier circunstancia o acontecimiento, así como Yo lo estoy.
Los animo, mediante la oración y la Comunión con Cristo, a superar y trascender el caos mundial del fin de los tiempos; pero no con indiferencia, sino con inteligencia, a fin de que, en la Inteligencia de Dios, sus vidas alcancen la posibilidad de atraer la Paz a la Tierra a pesar de todas las circunstancias.
Anímense a atravesar ese umbral de caos para ingresar al refugio perfecto del Corazón de Dios, porque así muchos más serán llevados por el mismo camino de liberación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El silencio promete la interiorización y la reflexión de la consciencia.
El silencio participa de la comunión con lo eterno y sublime.
El silencio repele lo superfluo y aparta al alma de la indiferencia y de lo que es mezquino.
El silencio es receptivo.
El silencio comparte con el alma de otros seres y es intuitivo ante los peligros.
Sumérgete en el silencio y descubrirás las llaves que abrirán las puertas de los Cielos, porque el silencio no mendiga ni tampoco ostenta nada.
El silencio es solemne pero también es respetuoso. Él atrae la tolerancia, la pacificación y la calma.
El silencio neutraliza y aparta a la consciencia del temor. Porque el silencio está en sintonía con lo Alto y protege al alma de las bajas liberaciones planetarias.
El silencio siempre construye lo reverente y nunca pierde lo devocional.
El silencio no critica con la palabra ni tampoco con la mente.
El silencio es elevado, porque fue el silencio lo primero que manifestó la Creación. La Palabra nació del silencio, porque el silencio penetró el Misterio Creador y de allí nació el Verbo, y del Verbo surgió la Vida.
Le debemos todo al silencio porque en el silencio se encuentra la resurrección y no se teme a la muerte, al contrario, el silencio impulsa a la vida eterna.
¡Les agradezco por guardar el silencio en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús, el Señor del Silencio
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más