Viernes, 14 de febrero de 2020

El Sagrado Llamado
Aparición reservada de Cristo Jesús Glorificado, en Tusayan, Gran Cañon del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el Sagrado Llamado del 21 de febrero de 2020

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la melodía del perdón resuene en sus corazones, para que pueda ingresar a este lugar sagrado a través del Gran Portal del Universo que hoy Mi Consciencia trae para el mundo entero y, especialmente, para todos los núcleos internos que deben encontrar el camino de la redención y el camino de la paz, para recuperar el sentido de estar en este planeta y en esta humanidad viviendo el Proyecto de Mi Padre tal cual Él lo ha escrito, para que se cumpla Su Voluntad y Su deseo ardiente de que Sus hijos alcancen, cada día más, las esferas celestiales.

Hoy abro lo más profundo de Mi Corazón en este lugar sagrado del Gran Cañón del Colorado, en donde el Reino Mineral es testigo de la diversidad de la historia de la humanidad, de todo lo que ha sucedido en este mundo y dentro de esta civilización, de todos los pueblos que pasaron por este planeta aprendiendo y viviendo el contacto con el Universo y con la Creación.

En cada una de estas piedras sagradas, en cada una de estas montañas, en cada rincón de este valle, está escrita una parte de la historia de la humanidad, y eso es lo que la Jerarquía necesita traer a la consciencia de los seres humanos de este tiempo, para que todos puedan reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de Dios que aún es desconocido por la mayoría, pero que comienza a resonar en el corazón de los que siguen la palabra de la Jerarquía Espiritual.

Hoy vengo como Sacerdote Mayor acompañado también por los grandes Maestros de las montañas de los Himalayas, por aquellas consciencias que experimentaron en cuerpo humano lo que significa este código genético y lo que este código genético humano debe alcanzar en este ciclo actual del planeta, en el que, dentro de una gran transición y dentro de un gran Armagedón, la humanidad deberá definir su próximo ciclo, su próxima etapa.

En el silencio de este lugar se revelan los sagrados tesoros de la humanidad, aquel legado que ha sido evolutivo, que ha construido la consciencia del hombre de superficie y la ha elevado hacia dimensiones superiores para poder encontrar la vida cósmica, que es la esencia, que es la existencia y el origen de la razón de estar aquí, en este planeta escuela viviendo este aprendizaje y esta experiencia que les ofrece todo el Universo. 

Sí, que les ofrece todo el Universo, porque todo el Universo es parte de la experiencia de este proyecto genético que se detuvo en el tiempo por la condición humana, la dualidad, la adversidad y el caos. Y que en este ciclo actual de la transición planetaria, la Jerarquía, la Hermandad Celestial, se aproxima a la humanidad para tornarla consciente de sus raíces, de sus atributos y de su legado, para que así se vuelva a conectar con la esencia de lo que verdaderamente es y con la razón por la cual vino aquí, a este planeta, a vivir esta experiencia.

Es de esa forma que esta experiencia actual de la humanidad, este momento de redención, de transición y de definición, también debe ser parte de la historia que se deberá escribir en estas sagradas montañas del Gran Cañón del Colorado.

Y así, como este río hace fluir su más pura agua, cristalina, casta y humilde, de la misma forma deberán fluir en la consciencia del ser humano los nuevos conocimientos que vienen de la Hermandad. Es hora de que todos sean conscientes de esa verdad, para que más y más velos de la consciencia puedan caer de sus rostros y puedan encontrar el sentido de estar aquí, viviendo una misión y un propósito en el nombre del Único, de la Fuente Suprema, del Amor Universal.

Es por esa razón que he traído hasta aquí a un pequeño grupo en representación de todos los hermanos y seguidores de la Obra de Cristo, vuestro Maestro y Señor, para que puedan recibir en sus corazones, almas y espíritus, los mismos impulsos que esta civilización sagrada de la consciencia indígena, que vivió aquí, una vez recibió y que aún sigue resonando, en el corazón de los indígenas, todo lo que ellos vivieron y alcanzaron en la simplicidad y en la humildad de su contacto.

Por esa razón, Me aproximo a este lugar para darles a conocer y para mostrarles lo que de verdad existe aquí, que son muchas herramientas, muchos tesoros, muchas informaciones que este sagrado y sufrido planeta guarda en el interior y en lo profundo de sus Recintos Sagrados.

Después de que toda esta información ha sido reunida, ha sido compartida entre las Jerarquías del Universo Espiritual y de toda la Hermandad, es momento de que los seres humanos, en la superficie, tomen consciencia de lo que verdaderamente ha pasado en este planeta y no de lo que fue interpretado por el hombre de superficie.

De esa forma podrán retomar el camino que Mi adversario, por medio de sus engaños e ilusiones, les quitó y los hizo ingresar en un camino incierto de dualidad, de sufrimiento, de enfermedad, de confusión y de caos.

Por medio de esta Luz que emerge a través de los tesoros sagrados que guarda el Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad de retomar el camino que perdió en lo más profundo de su consciencia y, así, tener el puente directo y perfecto para retomar el contacto interior que necesita. Un contacto que trae en este tiempo la Ley de la Jerarquía Espiritual, que es una única Ley, un único camino y un único Principio, que les permitirá unirse a lo Alto y a toda la Existencia Suprema.

De esa forma, como la civilización indígena que aquí se encuentra y que ingresó en otra dimensión y plano de consciencia, ustedes, servidores y amigos Míos, seres humanos en la superficie de la Tierra, de una humanidad en transición y en definición, podrán espejar lo que Dios tanto necesita que espejen hacia los Universos Sublimes, hacia este macrocosmos, hacia todas sus estrellas, soles y galaxias. 

Y será de esa forma, mediante un contacto interno, simple pero seguro, que las informaciones de sus aprendizajes, escuelas y de su proceso de redención serán reunidas para que una síntesis espiritual se vuelva a realizar y así se pueda cumplir, finalmente, este proyecto humano.

Para que todo eso suceda, deberán atravesar la transición, deberán despojarse de todo vestigio de dualidad, de soberbia, de competencia o de indiferencia, y más aún, de muchas más energías, raíces que han sido sembradas en lo profundo de la consciencia y de la mente del hombre de superficie.

Todas esas experiencias deberán ser desprendidas, liberadas y transmutadas; y la puerta directa que tienen para poder vivirlo y experimentarlo, como también para poder realizarlo, es la energía de los Recintos Sagrados.

Esas informaciones transformarán su consciencia espiritual y también su código genético. Y en esa transformación, cambio y trascendencia que vivirán, podrán ver con claridad el camino del retorno hacia el Origen y del Origen hacia la Fuente, en donde se reúne todo el Conocimiento, la Instrucción y la Voluntad de Dios.

Con este mensaje quiero traer a sus consciencias el momento que ustedes están atravesando y la oportunidad que pueden vivir para, finalmente, poder liberarse de las amarras, de las prisiones de la vida, de todo lo que compromete al hombre de superficie con el mal. Y, así, atravesando y perforando las capas más profundas de la resistencia humana podrán encontrar, al final del camino, la Luz que siempre brillará en el fondo del abismo.

Así, la consciencia saldrá de su noche oscura y volverá a ver nacer a la aurora, que traerá consigo ese gran momento de revelación y de reencuentro con lo superior y con sus orígenes.

Y así podrán, de una forma simple y verdadera, estar en la Hermandad y encontrar en esa Hermandad el camino para el cumplimiento de la Ley que es la Ley primera: el Amor, el Amor que une a todas las Leyes, a todos los principios y que impulsa a todos los atributos que las consciencias necesitan para poder vivir el Plan.

Desde este lugar emito este mensaje que resuena en el corazón de los justos y en el de los que deben despertar. También es un mensaje que hace eco en todo el Universo, porque su Sacerdote Mayor y Gobernante, Cristo Jesús, es quien les habla para que puedan estar conscientes de la realidad en este camino de transición.

Nuestros Corazones, el Corazón de toda la Jerarquía estará expandido sobre el mundo y tendremos nuestras manos extendidas hacia ustedes, para que se puedan tomar fuerte y caminar en este tiempo de transición hacia el encuentro del Gran Portal de la Hermandad, de la Hermandad que se revelará en el corazón de los hombres, en aquellos que siempre aspiraron a encontrar su estrella de origen y el sentido de su misión en este tiempo final.

Crean y confíen en la posibilidad y en la oportunidad que se le está presentando al mundo entero. Estamos en un tiempo de gran adversidad, pero también estamos en un tiempo de grandes revelaciones; y serán esas preciosas y sagradas revelaciones que harán trascender el límite y el umbral de la consciencia humana.

De esa forma, como los Maestros del Himalaya, ustedes también se podrán iluminar y toda la consciencia será colmada por la Gracia Suprema.

Desde el Gran Cañón del Colorado envío Mi Mensaje de Amor y de esperanza a la humanidad. Manténganse firmes y unidos en el amor y todo pasará, porque Nuestro Espíritu no se apartará, Nuestro Corazón no dejará de emanar el Amor que necesitan para poder fortalecerse y encontrar siempre el camino que los llevará hacia la eterna Luz.

Es de esa forma que su Maestro y Señor, Cristo Jesús, y todas las Jerarquías y Maestros Sagrados de los Himalayas, hoy se unen en una única consciencia y establecen el Poder y la Voluntad de Dios en este lugar, que alcanzó con su simplicidad, el más alto grado de amor y de expansión de la consciencia.

Que todo este impulso y esta revelación pueda resonar en los mundos internos de los que los escuchen y que, a partir de allí, retomen su fuerza interior, coraje y valentía para atravesar estos tiempos difíciles en los que, como les dije al principio, al final del camino encontrarán la Luz que siempre brillará en lo más oscuro del abismo.

Y será esa Luz que todo lo transfigurará, que todo lo transformará y que todo lo curará. Así, estarán en Dios y, estando en Dios, estarán en Mí y Yo estaré en ustedes. Y en ustedes, Yo podré realizar la última parte de la tarea que el Padre Eterno Me ha encomendado por medio de Mis apóstoles, seguidores y orantes.

Ahora, con mayor apertura de corazón y de consciencia, reciban este Legado que se transmite por medio de estas palabras y bajo el impulso del Amor Mayor.

Yo los bendigo y los impulso a tomar consciencia de la Verdad.

Desde el Gran Cañón del Colorado, el silencio emite el Amor de Dios para todas las almas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.