Mi victoria celestial está dentro de cada uno de ustedes y en ningún otro lugar.
Aquellos que se hayan decidido a entregar su vida a Mí, sepan desde ahora y para siempre, que a Mí pertenecerán y no pertenecerán a ninguna otra presencia, porque Mi Presencia es insondable e infinita.
Quiero hacer de sus vidas corazones humildes y pacíficos, que puedan testimoniar la Presencia del Hijo de Dios en la Tierra para estos tiempos difíciles y críticos.
Por eso he venido nuevamente al mundo con el Rayo de la Transfiguración, porque aún la consciencia humana deberá sublimarse, para que sus cadenas y todas sus prisiones se puedan liberar y el espíritu vuelva a ser libre como lo fue en el principio, como lo fue desde su origen, desde su existencia. Que pueda volver a obrar y a vivir en Dios sin estar dentro de la cadena del sufrimiento y de la agonía.
Lo que Yo les ofrezco en este tiempo, compañeros, es un gran sacrificio y un gran servicio por la humanidad, porque como ustedes saben, la humanidad está desequilibrada no solo desde el punto de vista psíquico, también desde el punto de vista material. Y ese equilibrio que la humanidad perdió, deberá volver a recuperarse a través de instrumentos de Mi Misericordia y de Mi Gracia.
Por eso estos tiempos son difíciles y definitivos, tanto en el júbilo como en la alegría, tanto en la batalla como en el desafío.
Atravesarán muchos puentes y muchos desafíos, pero también atravesarán muchos abismos, dentro y fuera de ustedes y también lo verán en toda la consciencia humana.
No bastará que hoy relate lo que sucede en la humanidad, porque lo están viendo día a día.
El Fuego de Mi convicción debe llegar a ustedes todo el tiempo. Eso permitirá que las Leyes Superiores puedan actuar a la Tierra y ese equilibrio tan esperado se pueda generar y presentar en la humanidad.
Mientras estoy aquí estoy también con los que sufren, con los que agonizan y con los que se desesperan, día a día.
Por medio del canal de la Divina Misericordia que fue abierto es que hoy puedo interceder por cada una de esas almas, tan necesitadas del Amor de Dios, tan necesitadas de la cura y de la redención.
Lo único que hoy les puedo ofrecer, compañeros, es la persistencia que Yo alcancé en la Cruz, persistencia que necesitarán para este tiempo crítico, para este tiempo definitivo, en donde las pruebas serán las escuelas y los aprendizajes para todos. Grandes momentos de definición de su consciencia y de poder dar saltos seguros y firmes en la evolución del amor y de la verdad.
Las pruebas no llegarán para amedrentarlos, sino para fortalecerlos, para que sigan firmes el camino que Yo les ofrezco. Eso los hará más verdaderos y simples, porque es lo que Dios espera de todas sus criaturas, que puedan penetrar el Misterio de Su Amor y la Infinidad de Su Gracia, principios que aún están disponibles para la humanidad y el planeta.
Pero dependerá de la adhesión de Mis compañeros y de Mis seguidores para que esas Fuentes de Dios puedan descender a la Tierra y las cosas no se desestabilicen tan rápidamente como el pasar de las agujas del reloj.
Necesito que el mundo pueda recuperarse y redimirse.
Necesito sobre la superficie de la Tierra espejos de la oración que puedan reflejar hacia todo el planeta todo el amor que Yo les entrego hacia sus esencias y espíritus, porque eso no permitirá que el caos pueda ganar, sino que el amor pueda vencer como siempre ha vencido a través de los tiempos, más allá de los errores, de las fallas y de todas las acciones humanas, que han transgredido una y otra vez el Plan de Dios.
Pero ahora llegó el momento muy importante para el mundo, en donde esa definición interior será clara para todos y eso dependerá de ustedes y de Dios; de Él, no como un Juez, sino como un Padre de Misericordia y de Gracia que tiene sed de Sus hijos, del amor de sus criaturas, de la transparencia de todas las vidas de la Tierra, porque derrotará los principios que ha sembrado el mal en la humanidad y llevan a la perdición y a la desesperación de las almas.
Pero ustedes saben, compañeros, que a través de estos encuentros Yo los preparo para Mi retorno, porque primero debe prepararse su espíritu, para que toda su consciencia esté lista para poder verme y reconocerme.
En el momento más difícil de la humanidad es cuando Yo retornaré y revelaré Mi Faz a todos.
No daré hora, ni fecha. Llegaré en el momento más culminante de la humanidad, cuando todo esté en su gran agonía.
Por eso los necesito firmes, claros y conscientes, para poder reconocer Mis comandos y para que aún las puertas a la Divina Misericordia estén abiertas.
Mientras tanto, persistan a través de Mi Corazón y no vuelvan sus vidas como son las vidas de los demás, las que han perdido el sentido de la misión y del propósito, hasta de la propia experiencia de la vida sobre la Tierra.
Esto va más allá de algo espiritual. Es estar en el camino correcto que el alma vino a cumplir en este planeta para ser merecedora de la Gracia y de la Misericordia de Dios, para poder corresponder al Divino Propósito que la ha traído a la Tierra, más allá de los errores cometidos en otros tiempos.
Hoy no vengo a hablar de las fallas o de los errores, sino de los talentos que aún deben ofrecerme y darme; talentos que esperan despertar dentro de ustedes y sus almas gritan por poner en servicio.
Por eso, compañeros, perciban el fin de los tiempos en una profunda claridad y sabiduría.
Sepan diferenciar las situaciones y las formas. No es para que las omitan, ni tampoco para que las rechacen, porque la transformación es eterna e infinita.
Pero en esa transformación la consciencia se eleva y despierta y encuentra cada vez más el sentido y la razón de haber existido en este Universo y dentro del Universo Espiritual.
Todo tiene su comunicación y su reflejo interno y externo; eso va más allá de la mente o de la intelectualidad.
El sentido del alma debe ser profundo y verdadero. Ella debe poder expresar su tarea en este tiempo final. No puede ser perturbada por sus miserias, por sus dudas o incomprensiones.
Deben permitir que sus almas tengan la oportunidad de servir y de amar y de conseguir expresar el valor que ellas tienen para que puedan cumplir la Voluntad de Dios.
Mientras esa situación en las almas del mundo no se defina, limitadas serán las oportunidades de la intervención universal.
Por eso traigo el bálsamo de Mi Luz para el mundo entero y la cura profunda de Mi Corazón, para que las almas se animen a dar los pasos que necesitan dar, sabiendo que el compromiso definitivo aún es desconocido por todos y que aún están a camino de poder encontrarlo y de verlo.
Anímense a definir sus vidas en la manera simple de la vida, en el amor en el servicio y en la caridad; en la consideración de los otros y del prójimo, como de los Reinos de la Naturaleza.
La escuela que fue enseñada aquí debe permanecer eternamente en la consciencia humana.
Los atributos que fueron sembrados aquí por medio de la instrucción y el camino de la vida grupal deberán ser los pilares para sostener la gran transición planetaria y toda la crisis de la humanidad, sabiendo que, a pesar de los errores, de los sufrimientos o de las guerras, de la ignorancia o de la indiferencia, existe un lugar en el mundo donde se viven los Atributos de Dios de una manera simple pero verdadera, así como los vivieron cada uno de los representantes de los pueblos del desierto junto a Moisés.
Ustedes son el puente, queridos compañeros, para que el Proyecto Sagrado de Dios, reflejado y manifestado en la consciencia humana por medio de la intervención divina y cósmica, pueda tener su continuidad y sobre todo, su porvenir.
Pero depende de la decisión de las almas de estos tiempos, de la consciencia y de la atención ante el llamado que es proclamado desde el Universo Mayor, del interés de cada uno de los corazones del mundo y sobre todo de la unidad que pueda ser gestada entre sus consciencias, a pesar de las diferencias o de las escuelas, más allá de todos los aprendizajes.
Porque donde está el amor, está presente Dios y su Proyecto Divino, está presente Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre y el de cada Jerarquía Universal que contempla y observa la humanidad en estos tiempos, y cómo pierde sus códigos y sus experiencias de amor por haberse sumergido en la modernidad actual y en la indiferencia global, raíces de la gran ilusión mundial.
Pero ustedes, compañeros, como cada uno de los que me escucha, no tienen esos velos en la consciencia; han despertado y han sentido el llamado de la Jerarquía.
Espero que puedan aprovechar Mis Palabras, porque Mi ciclo está finalizando con ustedes. Y cuando finalice todo sucederá y no serán solo mensajes o palabras, o cosas invisibles o lejanas a su realidad material.
Deberán volver a buscar la Fuente que aquí se abrió por medio de la instrucción y del conocimiento, para ayudar a sostener a los que no se sostienen, a los que son más ignorantes y necios, para ayudar a curar y a redimir, abriendo sus brazos y corazones para acoger al mundo, a las naciones y a sus pueblos, más allá de sus culturas y de sus creencias.
De nuevo se volverá a repetir el gran desafío de Noé en su Arca Espiritual.
Aquí se congregarán los pueblos si las puertas están abiertas.
Aquí se acogerán los que sufren si el amor está presente.
Aquí estará la Jerarquía si la adhesión y la respuesta fueran sinceras y verdaderas.
Eso permitirá que nuestro Fuego nunca les falte, que nuestra Luz siempre los guíe, que nuestra Consciencia siempre les refleje discernimiento y sabiduría.
Pero llegó el momento, compañeros, de vivir definitivamente el nuevo ciclo para que todo lo que está en el Universo Espiritual pueda descender al Universo Material y así, se lleve adelante el Plan de Rescate en el fin de estos tiempos.
Acepto sus ofertas, escucho sus corazones y acojo sus intenciones en unión a la Jerarquía.
Que se cumpla en ustedes la sagrada misión que han venido a realizar.
Que sus sentidos internos se abran para poder percibir la emergencia de estos tiempos y el llamado inmediato que viene del Cielo, para elevar la consciencia humana de estado y de condición.
Celebremos entonces en esta hora la comunión con el alma de cada ser, y ante la Presencia de Mi Iglesia Celestial, que no solo llega al Corazón del Padre bendiciendo los elementos de este Altar que hoy son ofrecidos y las intenciones más profundas e internas de sus espíritus, en esa donación que sus almas pueden hacer para estos tiempos por muchas, muchas almas más que en este tiempo no lo hacen, ni lo viven. Así también aliviarán Mi Corazón de la gran ceguera humana que estoy viendo en la humanidad y cómo eso sumerge a las almas en la ilusión y en la indiferencia.
Que el amor que ofrecerán hoy sus corazones ante el Rey Universal pueda disolver las corrientes contrarias, y las almas puedan renacer a la vida en el encuentro perfecto con la Esencia Divina.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestro Señor escucharemos el Padrenuestro cantado en latín, para que las Puertas de Su Iglesia Celestial se abran y Su Gracia descienda en todos los corazones.
Nos ponernos de pie para la consagración.
Pater Noster...
Cristo Jesús:
En aquel tiempo Yo les di Mi Cuerpo para que resucitaran.
En aquel tiempo Yo les di Mi Sangre para que pudieran purificarse, consagrarse a Mí, para consagrarse al Plan de Dios.
En esta hora y en este momento se vuelve a revivir el sacrificio del Cordero de Dios, cuando en aquel tiempo tomé el pan dando gracias a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron, se lo entregué a Mis Apóstoles diciéndoles, para que le transmitan a la humanidad, que "este es Mi Cuerpo que fue entregado por todos para el perdón de los pecados".
Tomé el Cáliz y elevándolo a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron. Lo pasé a Mis Apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban todos de Él, este es el Cáliz de Mi Sangre, que a través de los tiempos y de las generaciones derramará la preciosísima Sangre del Cordero de Dios, para que todos reciban Sus Códigos de Luz y se rediman".
Este es el Cuerpo y la Sangre de quien dio la vida por ustedes hasta lo alto del Monte Calvario y sufrió por la humanidad para que ella no perdiera el sentido de su existencia y el camino perfecto de su alma.
Gloria a Dios en las Alturas, paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.
Y ahora que el Padre recibió la oferta de los elementos en el Altar y la oferta de los corazones, ha llegado el momento de la bendición a través de la infusión divina que el Padre propaga para todas las almas de la Tierra, y a través de la Obra, de la Ciencia del Espíritu Santo.
Que la Paz de Mi Corazón esté en ustedes y esté en todos los seres de la Tierra para que sean portadores de la paz y de la Misericordia de Dios, a fin de que terminen las guerras, el hambre, el sufrimiento y la desesperación de los corazones.
Por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús en este país y en el mundo, Yo los declaro Mis apóstoles y Mis compañeros, y les doy Mi bendición espiritual y paternal.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. (x 3)
En fraternidad y en compasión se darán el saludo de la paz.
¡Les agradezco!
Primer Mensaje
El Sagrado Jardinero del Espacio hoy viene mostrando Su Faz de Transfiguración para anunciarle al mundo el tiempo de los grandes cambios.
Esa hora se está aproximando, ese momento se está acercando. Por eso, hoy vengo a la Tierra a través del portal del gran Sol que rige a este Universo Local y a este sistema de vida.
Vengo a traerles a ustedes las Leyes de la Transfiguración, aquellas Leyes que fueron aplicadas durante la Transfiguración del Divino Hijo en el Monte Tabor.
Ustedes necesitarán de esos principios para poder vivir los cambios y todo lo que anunciará el nuevo tiempo.
Como están en un momento de transición, esos principios vienen en su auxilio, porque ellos harán de sus consciencias seres en un mayor contacto con la Divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Esto es parte de una intervención divina, de una posibilidad y de una oportunidad que trae el caudal de Mi Misericordia para las almas de este mundo.
Y aunque todo se esté precipitando en todos los espacios de la Tierra, aún deben confiar en Mí, porque Yo les daré el sostén que necesitan para poder atravesar estos tiempos de tribulación y de grandes definiciones.
Yo les traigo la oportunidad de elevar la consciencia y, en esa elevación, alcanzar el propósito que cada uno vino a cumplir en esta humanidad y dentro de este planeta.
Se está aproximando el tiempo de anunciar Mi verdadera Faz, aquella Faz que una vez Yo le mostré a algunos de Mis Apóstoles y que, en verdad, hasta los días de hoy solo es un misterio. Pero la puerta a la gran revelación se está abriendo de a poco. El tiempo está forjando ese momento y también la necesidad planetaria.
El despertar de las consciencias será imprescindible, a través de ese impulso que Yo mismo daré desde el Universo hacia la Tierra.
La transfiguración de sus consciencias les permitirá simplificar sus vidas, ordenar sus movimientos y estar en sintonía con lo Alto, que es lo más importante para estos tiempos.
Tal vez sentirán lo que hoy les hablo como algo abstracto, pero será algo próximo para sus vidas y consciencias; porque, al estar más próximo de la humanidad, las almas podrán captar Mis impulsos y manifestarlos en la Tierra por medio de vivencias de amor y de servicio.
El cambio de la consciencia no será una fórmula ni una práctica; él se dará a través de los grados de amor y de la constancia en la vivencia de los mismos.
Así, Yo podré reflejar sobre la superficie de la Tierra a los Nuevos Cristos, aquellos que deberán gobernar junto Conmigo con amor y con humildad, con base en la simplicidad de la vida.
Muchos, de a poco, se están aproximando hacia ese camino, pero aún serán necesarios más esfuerzos para poder equilibrar los desajustes de la humanidad y del planeta, de todo lo violento que ejecuta el ser humano de estos tiempos y de todas las transgresiones que se llevan adelante, día tras día, a la vida y a los Reinos de la Naturaleza.
El despertar de esos Cristos del nuevo tiempo comenzará dentro de ustedes por medio de la intervención de la Ley de la Transfiguración y de todos sus principios, los que intentarán transformar la consciencia humana llevándola hacia un estado de una nueva consciencia que comenzará con la vivencia del mensaje de la Jerarquía y de todos sus atributos.
El portal hacia esa oportunidad se está abriendo para todos, pero alguien lo deberá cruzar. O al menos algunos deberán cruzarlo.
Cuando ese momento se acerque será un momento definitivo, no solo para esas consciencias que darán ese paso por muchos más, sino también para el planeta que estará en el mayor auge de su definición y de su transición.
En verdad, no importa quien de ese paso, sino que el paso sea dado por todos, así como una vez Yo lo di por cada uno de ustedes.
Deben tener presente que este es el momento tan esperado por todos los seres internos; el momento de poder, en verdad, hacer lo que vinieron a hacer y lo que vinieron a cumplir, más allá de las circunstancias y de las pruebas, de los enfrentamientos o de los desafíos.
El Señor del Universo viene con Su Ley de Transfiguración para poder cambiarlo todo y para que, definitivamente, se cumpla el Plan, al menos en algunos seres.
Por eso, el Universo se conjuga para un gran movimiento y se une para una gran tarea, para llevar adelante una misión en el planeta y en la humanidad, que irá más allá de cualquier situación humana o de cualquier acontecimiento.
Ese acontecimiento no será anunciado, solo sucederá y muchos podrán beneficiarse de él, porque será un auxilio que vendrá de lo Divino y de la Fuente para poder reforzar los compromisos de los apóstoles de Cristo y de los últimos apóstoles de los últimos días.
Hoy el Jardinero del Espacio Universal vuelve a regar con Su Agua de Vida al Árbol Sagrado, para que sus raíces se adentren aún más en la tierra y su copa de luz se fortalezca con los frutos del conocimiento y de la Instrucción.
Porque, una vez más, el Árbol Sagrado dará sus frutos para que todos se puedan servir de él y se alimenten, espiritualmente, de sus impulsos y de sus dádivas.
Aquellos que comieron del Árbol y de sus frutos y no lo supieron aprovechar tendrán pena en sus corazones por no haber sido humildes, por no haberse humillado, por no haber reconocido su ignorancia y no haber pedido ayuda, de verdad.
Pero los que quedaron atrás Yo los encaminaré, así como encamino a las ovejas que no están prontas para dar los pasos que Yo exijo en este tiempo.
Porque todo tiene un sentido, más allá de lo material y de lo espiritual. Todo es parte de un Propósito y de un plan de manifestación para esta humanidad.
Que este Rayo de Transfiguración los impulse al cambio en lo cotidiano para que el espíritu de cada uno de ustedes pueda adentrarse en sus consciencias y lleve adelante su tarea y su misión para estos tiempos, dejando atrás la inestabilidad y la desarmonía, viviendo el eterno presente y la misión operativa junto a la Jerarquía de la Luz.
Así, los portales del Universo se mantendrán abiertos y, a pesar de los embates, la ayuda universal no faltará. Porque todo lo que sucede tiene un sentido, forma parte de una escuela y de un aprendizaje; eso hace despertar a los Nuevos Cristos al camino del amor y del servicio, a la experiencia incondicional por los demás.
Que esta Maratón represente esa oportunidad de transfigurar sus consciencias y sus vidas y de hacerlo de verdad, comprometiéndose en cada momento de oración y de ofrenda que le harán al Universo; sabiendo que todo esto también repercutirá en el Brasil que tanto lo necesita para los próximos meses.
Y todo ese momento de oración hará detener acontecimientos innecesarios y pruebas difíciles para este querido pueblo que está vivo en el centro de Mi Corazón.
Agradeceré, desde ahora, la oferta de cada brasilero y también de cada orante de la Tierra; porque esto no solo se circunscribe a un país o a un pueblo.
Cada situación que se vive en cada lugar de la Tierra es parte de toda la humanidad, porque la humanidad es una sola, es una misma familia que se ha enfermando y se ha alejado de Dios por diferentes razones, y hacia todo eso, y hacia todas las consciencias, deberá llegar el Rayo de la Transfiguración y de la Cura, tan prometedor para estos tiempos críticos.
Celebren Conmigo esta Maratón, en alegría y en júbilo.
Que los rostros de los que viven sobre este Santuario Interior sean de alegría y no de tristeza, porque quien acepta la convocatoria será ayudado y se transformará.
Abracen, entonces, Mi gran llamado y la ayuda del Universo, la que vendrá a la Tierra y estará a su alcance.
Yo les ofrezco Mi Experiencia como una muestra de que es posible vivir la Transfiguración, y de que esa Transfiguración comienza en lo pequeño y también en lo invisible; desde allí se construye el verdadero templo interior que es ofrecido a Dios como un acto de gran entrega.
Les deseo una bellísima Maratón y una alegre jornada, porque los apóstoles, incansablemente, deberán anunciar el triunfo de Cristo en cada corazón humano.
Desde el gran Sol que rige a esta Vía Láctea, en unión al centro del Universo y a la gran Estrella de la Hermandad que gobierna a todos los mundos, y en unión al Universo Espiritual, Mental y Material, en donde se encuentra Dios y es invencible, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No afirmes en tu vida lo imperfecto que eres, sino más bien cree en lo que esencialmente eres; porque sabes que provienes de una Fuente Primordial que haciéndote surgir como espíritu te envió por el Universo para aprender a amar y a perdonar.
Concentra tu consciencia en todo lo que el Padre depositó en lo profundo de tu ser y, a partir de allí, permite que el impulso de tu esencia te haga recordar quién eres y de dónde vienes, a fin de que, de una vez, puedas redimir el pasado y disolver toda secuela de dolor interior.
Alégrate, porque al estar ante la Madre del Altísimo tu consciencia interior será purificada y todo será transfigurado.
Ten fe de que algún día serás merecedor de la Gracia de Dios, porque, en verdad, la Gracia de Dios ha tocado tu consciencia muchas veces.
Quisiera que recordaras el valor de tu esencia, porque allí se guardará toda tu experiencia de fe, de amor y de perdón; experiencias que te ayudarán a alcanzar nuevos escalones en la Escuela del amor incondicional.
Afirma que estás ante una oportunidad única y que todo es conducido.
El amor vencerá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por medio de la Oración por la Paz en las Naciones vengo a instituir en la humanidad la Nueva Alianza entre los hombres y Dios y a través de ese ejercicio espiritual, vengo a conceder a las almas muchas más oportunidades para sus vidas, a fin de que más consciencias se puedan redimir.
Una gran red planetaria de luz se establece entre los mundos internos de todos los que se adhieren a ese ejercicio. Situaciones difíciles y caóticas en el fin de estos tiempos son resueltas y la Jerarquía espiritual, por medio de ese impulso que dan las almas hacia el Universo, puede interceder en una gran operación de rescate planetario.
A través de ese ejercicio espiritual de Oración por la Paz en las Naciones, la fe y la convicción de los corazones en el Universo Espiritual permite derrotar grandes fuerzas involutivas y consciencias que oprimen a grandes naciones del mundo, así como todas sus poblaciones y culturas.
Este es el preámbulo de la preparación para Mi segundo Retorno al mundo.
Será a través de todos los seres conscientes y disponibles al Plan de Dios que se comenzará a remover lo más impuro que existe en la humanidad y el planeta; así, las almas también se purificarán y sin percibirlo, trascenderán sus miedos, dificultades y dudas, porque contarán con el apoyo supremo de la Jerarquía Universal.
Cada vez que este trabajo se fortalezca y sea asumido conscientemente por cada orante y colaborador, se ampliarán aún más las oportunidades en la humanidad y aunque no lo puedan creer, ni afirmar, ese ejercicio tendrá repercusiones en varios lugares del mundo, en lugares más lejanos de la humanidad.
Por eso, la Jerarquía cuenta con el apoyo de todos los servidores de la Obra. Porque ellos siempre y para siempre, serán la base para que todo eso suceda y permitirán que más almas se aproximen a esta corriente poderosa de la oración, que va más allá de cualquier religión o cultura.
Porque las almas, en el fin de estos tiempos, uniéndose al propósito del rescate y de la redención de las naciones, permitirán descubrir a través del poder de la oración, muchos más atributos y sus vidas cambiarán de la noche a la mañana. Ya no serán forjados por las fuerzas del caos, porque su fe se fortalecerá en Cristo y por Cristo, y serán señalados por el Sacerdote Mayor cuando Él retorne al mundo por segunda vez.
Pero primero deberán prepararse desde el mundo interno, para poder conocer la verdadera Faz de vuestro Señor, que vendrá entre las nubes anunciando el retorno del Reino de Dios.
Y eso será escuchado como centenas de trompetas y el ser escuchará en su interior el llamado de la Palabra de Dios, que lo sostendrá en el fin de los tiempos y atraerá a su consciencia lo que en verdad existe en todo el Universo Mayor.
Por eso, compañeros, asuman ese compromiso como algo esencial e imprescindible. Así permitirán que muchas más cosas sucedan en la humanidad y en el planeta, y la energía de la Divina Gracia y el poder del Divino Amor pueda seguir convirtiendo los corazones perdidos, y reencontrarán su origen; no se sentirán solos, sino dentro de la gran familia espiritual de la Jerarquía.
Yo los invito a atravesar estos tiempos a través de ese ejercicio de Oración por la Paz en las Naciones, porque la unidad entre las almas y los corazones creará una protección invencible, que surgirá primero desde sus consciencias, porque será impulsado por sus espíritus superiores que finalmente despertarán a la vida cósmica.
Los velos de la consciencia caerán de sus rostros, reconocerán sus errores y reconocerán sus aciertos.
Pero la Ley de la Misericordia que todavía actuará por un tiempo más, equilibrará todas las deudas y todos los cometidos, porque el sincero servicio incondicional de sus corazones abrirá las puertas para la redención y la cura de sus consciencias; despertarán para sus atributos y dones, reconocerán sus talentos y linajes, y en esa unión perfecta con la Jerarquía Espiritual y Divina, ya no perderán el tiempo en esta humanidad, porque caminarán conscientes hacia un mismo propósito y hacia una misma meta, sabiendo que desde las Esferas sublimes del Universo vendrá la ayuda y sus corazones, su mundo interno, se unirán en esa perfecta alianza espiritual con la Jerarquía.
Aún los tiempos más difíciles no llegaron. Pero tienen en sus manos el poder de la oración para poder transformarlo todo.
Ustedes son consciencias impredecibles como humanidad. Aún están a tiempo de cambiar los acontecimientos del planeta. Y aunque el planeta se purifique ampliamente, los espíritus sobre la Tierra que estén coligados con la Jerarquía no perderán la fe, no se disolverá la confianza. Vivirán la fortaleza por medio de los impulsos del Espíritu Santo.
Y finalmente, compañeros, en esa verdad que vivirán a partir del nuevo ciclo, estarán cumpliendo su misión y su tarea en esta humanidad y sirviendo a este planeta dentro de esta escuela de redención y de perdón.
Deben conseguir espejar lo que en verdad ustedes son, en esencia. Por eso deben abandonar los hábitos y las costumbres de la vida humana para que las energías sublimes del Universo que impulsa la Jerarquía, por medio de su presencia y de sus herramientas, pueda transustanciar y transfigurar a sus consciencias completamente, sabiendo que la materia seguirá siendo materia; pero la materia humana, especialmente sus células y átomos, se pueden volver a iluminar.
Si ustedes buscan la trascendencia interior, ayudarán a elevar la consciencia de la humanidad perdida. Los tiempos del caos, por más que sean difíciles, se podrán transmutar y purificar, porque corresponderá a todos la purificación del planeta y de la consciencia humana.
Y como las grandes estrellas del Universo, llegará la Jerarquía a la Tierra, en Su Consciencia sublime de Luz, para volver a restablecer el Proyecto de Dios como fue en el principio.
Pero están en un tiempo aún de vencer la dualidad y de poder atraer hacia la Tierra los atributos que la humanidad tanto necesita para estos tiempos.
Ustedes son una humanidad actual en transición y en redención, pero sepan que cuentan con el apoyo de la Consciencia Universal del Único, del Todo Poderoso, del Altísimo, de Adonai, Abba y Emmanuel, como ustedes lo puedan identificar y sentir.
La Fuente Primordial vendrá al auxilio de la consciencia humana en el fin de los tiempos y todos tendrán la oportunidad y la Gracia de reencontrarse con su verdadero y profundo ser.
Mientras estoy aquí, con ustedes, también les hablo a los mundos internos de todas las almas de la Tierra y Mi Espíritu Divino abraza a muchas consciencias.
En este momento desciende la Divinidad para poder transformar a todos los seres, que en sinceridad y en honestidad se abran para poder vivirlo.
Por eso también los elementos de la naturaleza también Me acompañan en este día, porque todo forma parte de una sublime purificación de la consciencia, hasta que finalmente, se puedan consagrar.
Que sus almas reciban este impulso de Cristo como uno de los últimos y que puedan recibir de la Fuente lo que en verdad necesitan a fin de que sigan creciendo interiormente y no exteriormente.
Hoy, no estoy solo aquí. La Jerarquía Espiritual está contemplando este momento, momento en el cual los mundos internos se postulan para dar un nuevo paso en la consciencia delante del escenario del fin de los tiempos y de los próximos acontecimientos que llegarán al planeta.
Toda la Jerarquía evalúa este momento y la sensibilidad de los corazones delante del Reino de Dios.
La Jerarquía Espiritual reflexiona y acompaña este momento a pedido de Dios, sabiendo que esto no sucede solo aquí sino también en el mundo, en todas las naciones y en todos los pueblos, en los que se han postulado para vivir el Plan.
Mis impulsos removerán muchas cosas, pero susténtense en la Divina Misericordia de Mi Corazón, porque lo que tengo pensado y diseñado para cada uno es perfecto, solo deben abrirme la puerta de su corazón para que la Energía Divina pueda entrar y ser parte de sus espíritus, de su esencia y de sus almas.
Reciban entonces, colocando sus manos en señal de recepción, esta Gracia, que hoy no será comprendida ni entendida, sino que el tiempo la revelará cuando cumplan los Designios de Dios: que vinieron a vivir como almas, como eternos servidores en la superficie de la Tierra dentro de esta gran hermandad universal.
Mi Silencio también atrae a las almas hacia la Redención y curo infinidad de almas miserables, que después de tanto tiempo reciben esta oportunidad, efecto insondable de la Divina Misericordia.
Pueden colocar las manos sobre el corazón.
En esta comunión con la Vida Infinita, que intenta regenerar la vida humana, la consciencia planetaria y todos los Reinos de la Naturaleza, gravemente ultrajados por el hombre y hoy siendo curados por Mi Espíritu, que nazca de sus corazones una nueva oferta para Dios, que en el silencio de su templo interno podrán proclamar para el Creador, por medio de la bendición y de la consagración de todos estos elementos, que no solo transustanciarán una vez más al Brasil, sino también al mundo y a muchos más que esperan por esa Gracia.
Todo esto es generado por el Amor de Mi Corazón, que abre las puertas a millones de almas miserables que necesitan de la compasión de Mi Corazón para sobrevivir, para que puedan vivir la cura y el perdón.
En este momento, compañeros, he recibido en Mis Manos, desde sus mundos internos, su ofertorio, para que sea contemplado por la Fuente de la Creación y él sea elevado al Cielo por el impulso de trascendencia de todos los ángeles.
Que en esta comunión con la Vida, la vida humana sea respetada y sobre todo, los que nacerán sean respetados, para que el mundo tome consciencia algún día, que la vida de cada ser es el mayor Proyecto de Amor de Dios.
Hoy, Me apiado por los madres que han abortado, por los hijos que nunca nacieron, por las almas que fueron ultrajadas.
La Misericordia de Mi Corazón llega a todas las vidas, también en los planos internos, para que esas almas tengan una nueva oportunidad dentro de este Universo y se sientan amadas, así como Mi Madre los ama en todo momento y a cada instante.
Por esa razón, hoy he venido especialmente para pedir a las madres del mundo la oración por los no nacidos, a fin de que el Padre derrame Su Gracia y no Su Justicia, y las madres que no han comprendido lo que tenían en su vientre, tengan la oportunidad de volver a amar y de perdonar, así como hoy Yo los perdono y los absuelvo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Esa oración será realizada dos veces a la semana: los días lunes, en honor a los Misterios de la Alegría, por el nacimiento y el renacimiento del Cristo interno en todos los seres, especialmente en las madres del mundo que se deshicieron de sus hijos; y los días viernes, para recordar el sacrificio y el dolor de su Señor por este pecado, tan grande en el mundo, que intenta esparcirse por las naciones como si fuera una nueva moda.
Que la vida espiritual sea respetada para que la vida material sea amada. Que así sea.
Oración del Ángel de la Paz:
Mi Dios, yo creo en Ti... (x3)
Así como Mi Energía transustancia sus consciencias, que estos elementos que fueron colocados a los pies de Mi Altar sean transustanciados para el beneficio de las almas y la Luz en el planeta.
Que así sea.
Padre Celestial, que a todos conduces... (x3)
Por el agua que fue derramada en la Cruz, hoy todos los que serán sacramentados reciban la energía de Mi Gracia, a fin de que esta Gracia se expanda en la humanidad y las almas se sientan atraídas hacia Mi Corazón. Que así sea.
Cuántas Gracias hoy derrama Mi Espíritu sobre todos los que la necesitan, a fin de que encuentren, verdaderamente, la alegría de vivir en Dios.
Bendice Padre, estos elementos, a fin de que sirvan de ayuda a todas las almas y los corazones puedan elevarse en espíritu hacia Tu Reino. Amén.
Que con el mismo poder del Amor que fue ungido por las mujeres de Jerusalén en el Santo Sepulcro, hoy sean ungidos los hijos de Dios, para que encuentren el camino del propósito y de la eterna vida. Amén.
Fray Elías:
Nos ponemos de pie.
Hoy, los ángeles del Universo recuerdan especialmente la Pasión y Muerte de Su Señor.
En este momento y a través de todos estos elementos, del pan y del vino, se vuelve a constituir el gran misterio de este Amor que dio la vida por todos los hombres de la Tierra.
En aquel tiempo tomé el pan y conociendo el mayor dolor que sufriría por el mundo, le ofrecí al Todopoderoso este sacrificio y Él, en Su nombre Trino lo bendijo.
Lo entregué a Mis Apóstoles, diciéndoles que "este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para la expiación de todas las faltas".
De la misma manera, tomé el cáliz y conociendo el padecimiento, la flagelación, el calvario y la Cruz, por medio de la Sangre que derramaría ofrecí este sacrificio a Dios, y Él lo bendijo en Su Consciencia Trina.
Y les dije a Mis apóstoles, como a muchos presentes más: "Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, de la nueva alianza entre las almas y Dios hasta el fin de los tiempos".
En el nombre de la Santísima Trinidad sean constituidos y transustanciados estos elementos en el nombre del Señor, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Padre Nuestro...
Y con el Soplo de Mi Espíritu dejo en la Tierra muchas oportunidades para las almas, dejándoles Mi Corazón como testimonio vivo de Mi Amor, que proviene del Corazón de Dios.
¡Que sean bienaventurados los que serán sacramentados y se servirán del Cuerpo y la Sangre de Cristo!
Hoy, de nuevo les dejo Mi Paz y Mi Paz les doy, para que sean paz en la Tierra y en todas las naciones del mundo.
¡Que el Universo Celestial y el poder infinito del Amor, representado en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, los bendiga y los colme!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
En el nombre del bien, de la caridad y de la compasión, se darán fraternalmente el saludo de la paz.
Les agradezco por haberme acompañado estos días, porque ha sido muy importante para Mí.
¡Les agradezco!
Cánticos de Figueira - “Devoción”
"Devoción" es un cántico de Figueira que implora e invoca por la Misericordia cósmica y por una gracia universal, permeada por el único y absoluto Espíritu Divino Creador.
"Devoción" es un llamado, un pedido de los mundos más internos y profundos del alma de quien, en entrega y resignación, se ofrece al Creador para ser transformado, redimido y bendecido por la Ley Superior del Amor.
El cántico "Devoción" se nos presenta como llave de acceso a los Dones que ofrece Cristo; como es el Agua espiritual, uno de los alimentos milenarios de la Creación que santifica y quita la sed de los hombres.
A través de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad encontramos a Cristo, como el principal modelo salvífico para la humanidad y el planeta; lo encontramos en el mundo interno de cada ser, como el Redentor e Intercesor universal entre la humanidad y Dios.
Por esa razón, Cristo se presenta en el cántico "Devoción" con Su verdadera Faz, algo aún no reconocido por Su Iglesia en la Tierra, pero testimoniado en los diferentes Evangelios y, así como la Transfiguración de Jesús, un misterio aún por revelarse.
En este sentido, el cántico apela para que la vida de superficie sea corregida del desvío que ha vivido una y otra vez por ignorancia, soberbia y poder humano.
De esa forma, el cántico invita al devoto de Cristo a beber de la Fuente verdadera y pura que el Maestro le ofrece a todos los seres, para que cada alma sea completamente saciada por el Amor Redentor que brinda en este cántico la Divina Persona de Cristo en fusión con Su Divinidad.
El Agua que Él ofrece no solo purifica y limpia, sino que también redime y eleva a la consciencia de estado y de plano, a fin de encontrar el sentido espiritual de su existencia.
Así el Maestro apela a que todos se amen como hermanos, para que no existan confrontaciones y luchas entre los seres y los pueblos.
En el cántico "Devoción" se profetiza, en simples palabras, la importancia de que prevalezca el amor, a fin de disolver los conflictos y, posteriormente, las guerras.
Después de treinta años de la creación de estos cánticos y poemas de devoción a la Jerarquía, especialmente en este cántico "Devoción", se revela una advertencia para evitar catástrofes humanas.
Y, en verdad, sucedió todo lo contrario, porque el ser humano se dejó vencer por el poder y la arrogancia por conquistar el mundo, olvidándose de las reglas del amor y dejándose sumergir por el error.
Renovando el apelo de esta sagrada profecía expresada en este cántico, los últimos Cristos serán los que colocarán nuevamente en el sendero correcto a la vida humana, la que se ha pervertido, separándose de la verdadera razón de su existencia.
Los últimos Cristos serán los que darán su vida por los demás.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Quédate delante de la escena espiritual del Huerto Getsemaní y presencia, ahora, el Huerto de la Resurrección.
Contempla el momento de la Resurrección del Divino Hijo y confía en que tú también resucitarás en esencia y en espíritu.
Que todo sea transformado y que las cadenas se rompan para darle lugar a la expresión del espíritu.
Contempla el Sagrado Huerto de la Resurrección y elévate como consciencia, así como se elevó Cristo hasta el Reino de Dios.
Vive esa transfiguración interior, paso a paso, muriendo para el mundo y naciendo en la esplendorosa Fuente Primordial.
Que tu sacrificio y que tu esfuerzo sean parte del legado de la transformación de la humanidad.
Que tu corazón palpite en la elevación del espíritu y de la consciencia.
Contempla el Huerto de la Resurrección y afirma que todo será posible, que alcanzarás la meta y que purificarás los sentidos para que todo tu ser contacte y se una a la Consciencia Divina.
Contempla el Huerto de la Resurrección como una oportunidad de renovación y de fe.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Segunda Serie de Poemas
Sexto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que sea purificado de mis errores.
Escóndeme, Señor,
dentro de Tus Llagas
para que reciba los Códigos Divinos
de la Transfiguración.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que la Luz espiritual
me invada completamente.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que sea protegido de todo mal
a fin de que reine Tu poderosa Paz.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que reciba toda Tu Gracia
y sea merecedor de Tu insondable Misericordia.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que mi alma sea partícipe
de la comunión interna
con Tu Divino Espíritu
y todas las dificultades se disipen.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que conozca la esencia profunda
de Tu Amor y de Tu Compasión.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
y haz de mi un nuevo instrumento,
vacío de todo y entregado completamente
a Tu Sagrado Corazón.
Señor,
escóndeme dentro de Tus Llagas
para que despierte en mí
Tu sagrada Humildad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hoy vengo a su encuentro como la Esencia Solar de Dios, como aquella Inmaculada Parte nacida de la Fuente de la Creación; la Esencia que bajo el Espíritu Femenino regenera la vida y la consciencia.
Mi Esencia Solar es la que ilumina los mundos internos, es la Esencia que impulsa a las almas a dar sus pasos en el Plan de Dios. Esta Esencia es capaz de recuperar a las esencias perdidas y ayudar en la transfiguración de la consciencia.
Mi Esencia Solar proviene de una Fuente espiritual sagrada, creada y diseñada por los grandes Padres Creadores, los llamados Arcángeles o Elohim.
Mi Esencia Solar es la que siempre ingresa en los planos terrestres para purificarlos y redimirlos.
Quien se une a Mi Corazón Inmaculado se une a Mi Esencia Solar y, de esa forma, entra en comunión con la Creación y con todo el Universo.
Mi Esencia Solar les trae el poder de la transformación y del cambio, como también el ingreso a la consagración total de la vida, de la mente y del espíritu.
Mi Esencia Solar los lleva a encontrar el sentido interior durante la caminata por la senda del espíritu, hasta poder encontrar a Cristo, como el gran Maestro interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dejen que Mi Espíritu los invada completamente, para que puedan comprender lo que hoy necesito.
Dejen que Mi Corazón los colme y los transforme, a fin de que en ustedes se pueda crear un nuevo ser.
Yo vengo a estar sobre Argentina porque lo necesita para este tiempo final y sus corazones también lo necesitan, para que puedan aprender a vivir en Dios y así saber cumplir Su Propósito, que llega en estos tiempos a llamar a todos los corazones, a todas las vidas que se abran para unificarse Conmigo en el Amor y en la Verdad.
Pero hoy, no solo vengo por ustedes, compañeros; también vengo por los que ya Me siguen, por los que están viviendo sus pruebas, por los que están enfrentando su transformación.
Pero sepan que todo está en su lugar, tanto lo que vive el mundo como lo que ahora viven ustedes en este tiempo de transición, en donde las almas y los corazones deben aprender a amar, como nunca antes han amado.
Por eso sean fuertes, sean valientes y den los pasos definitivos hacia Mi Corazón, Yo los ayudaré compañeros.
Yo estoy aquí extendiéndoles Mi Mano para que la tomen fuerte y sepan caminar Conmigo en este tiempo de tinieblas, en este tiempo de desafíos; en el que ni siquiera ustedes saben que es lo que sucederá de aquí a un segundo.
Por eso vivan en la Fe, vivan en el Amor y aspiren todos lo días por la Divina Unidad, para que Mi Padre los pueda recibir con Sus Brazos abiertos; para que Él les pueda entregar sus Gracias y para que en este tiempo se forje en ustedes el nuevo hombre, aquel hombre que está libre de amarras, de cadenas y de prisiones.
Permitan que el Fuego de Mi Corazón los traspase profundamente.
Permitan que Mi Luz los compenetre desde la esencia, hasta el espíritu: que todo sea modificado, que nada se cristalice, que todo se transfigure y que todo se polarice hacia la Luz, para que puedan conocer en el próximo tiempo Mi Reino; aquel Reino que Yo he hablado en tiempos pasados a los apóstoles y a todos los que tuvieron la Gracia de escuchar Mi Voz en el Nombre de Dios.
Vengo para entregarles lo mismo, Vengo para darles Mi Legado.
Necesitan aprender a vivir en la Ley y a no salir de ella. Si están en la Ley, estarán protegidos y no tendrán que sufrir compañeros.
Acepten este tiempo de transformación como algo único y ya no hagan sufrir a sus hermanos; al contrario, que ellos puedan sentir su amor, su transparencia y su humildad que deben hacer de sus corazones, que debe surgir de sus esencias, para que el viejo hombre muera y surja el verdadero espíritu; aquel espíritu que recibirá los dones de Dios, aquel espíritu que formará parte de la nueva humanidad y de la nueva Tierra.
Mientras tanto, transfórmense, transfórmense mucho, pero de verdad, háganlo por Mí y por sus hermanos.
Demuestren a Dios que están comprendiendo y ya no pierdan tiempo, porque Mi Retorno está próximo y Yo los necesitaré verdaderos; tan verdaderos, tan cristalinos como el agua que surge de las entrañas de la tierra y que les da beber de la vida, que les quita la sed, que los cura y los redime.
Compañeros Míos, sean el bálsamo de Dios; sean curadores del nuevo tiempo por medio de la oración y no de las palabras; sean servidores del ejemplo y de la caridad; que los corazones del mundo puedan sentir las expresiones de su amor, para que todo se vivifique y se redima como Dios, nuestro Padre, que está en los Cielos lo necesita.
Atraviesen, compañeros, el puente sobre los abismos y únanse en lazos de amor y de unidad para que puedan atravesarlo sin miedo y sin dudas.
Porque si su Fe es fuerte, nada les atormentará, y tendrán firmeza y coraje para poder atravesar muchos puentes más; puentes que los esperan mas adelante, en el próximo tiempo, cuando todo termine de definirse.
Hoy vengo aquí por ustedes y por el mundo, con este mensaje para despertar en cada corazón humano la consciencia del Amor; un Amor que los hará libres, un Amor que los quitará y los sacará del cautiverio en el cual puedan estar en este tiempo.
Pero sigan confiando en Mi Divina Misericordia porque así Yo siempre los ayudaré.
Mientras les hablo vengo a liberarlos de las prisiones de aquello que los acongoja, de todo lo que perturba el corazón. El tiempo que se aproxima no será fácil. No puedo prometerles la vida eterna sobre este planeta en llamas y en tribulación; pero puedo prometerles Mi Reino, mientras estén aquí, sirviéndome incansablemente.
Les pido que crezcan no solo de corazón, sino también en consciencia, sabiendo en este tiempo discernir con sabiduría; para que cada prueba que vivan compañeros, la sepan superar y no se coloquen ustedes mismos en un constante naufragio que no existe, que solo vive en la mente.
Permitan en este tiempo que la Jerarquía espiritual abra las puertas a lo desconocido y los secretos puedan ser develados, porque así sus espíritus se elevarán y no estarán tan inmersos en esta materia que los ata a la perdición y que no les permite dar el paso a la verdadera entrega.
Como a Mis apóstoles, Yo les vengo a pedir lo que es simple, lo que nace del corazón; por eso crean en lo que les digo, porque así se cumplirá.
Ya no se dejen engañar, abran los ojos para poder mirar hacia el infinito y encontrar así su verdadero origen.
Vinieron aquí a este mundo para experimentar el amor y el perdón, la aceptación, la compasión, la entrega y la consideración con el semejante.
Si el mundo no se une en este tiempo, no podrá sobrevivir; así como ustedes hoy se unieron en Mí y Yo me puedo unir a ustedes compañeros.
Hagan vivir este ejemplo a sus hermanos y a sus familias, porque lo necesitarán. En esa hora ya no podrán existir divisiones, conflictos, ni dudas. En la hora más culminante de la Tierra, deberá prevalecer la Sagrada Unidad. Eso los hará fuertes los hará invencibles y sabrán de esa forma esperarme, hasta el último segundo cuando Yo ponga Mis pies sobre este planeta.
Vengo a Argentina porque la amo y necesito de su respuesta incondicional, para poder llevar adelante Mi Obra Redentora en esta parte del mundo.
Les envié a la Mensajera fiel de Dios, para que la pudieran escuchar, ahora Yo vengo a su encuentro para que también Me escuchen con el sagrado ardor del corazón y con la devoción plena de Dios.
Vengo a traerles lo nuevo y lo que aún no conocen, Vengo a traerles lo que nunca han vivido en esta vida. Les ofrezco la comunión con Mi Sagrado Corazón, para que se animen todos los días a amar un poco más de lo que creen que aman.
Sean compasivos con los que sufren y no le reclamen, sean compasivos con los que sustentan Mi Obra y no les reclamen; porque en ellos He puesto el peso de Mi Cruz, para que la carguen Conmigo hasta el final, aunque nadie lo comprenda.
Pero Yo no dejaré solos a los que les he confiado Mi Reino, así como hoy les confío a ustedes el Reino, compañeros Míos.
Vivir para Dios es una responsabilidad máxima, pero en su fondo está lleno de Su Gloria , de Su felicidad celestial.
No quiero que en este tiempo, pierdan la oportunidad de crecer interiormente y de hacer todas las cosas por amor y no por fuerza humana. Unan sus manos y sean una sola familia, para que Nuestros Sagrados Corazones puedan estar aquí, entre ustedes, todo el tiempo.
Quisiera que fueran un espejo de Mi Corazón sobre este planeta que está agonizando y muchos no lo quieren ver.
Salgan de sus casas, crucen las puertas de sus hogares y encontrarán la realidad de la cual Yo les hablo en este mismo momento. El sufrimiento y el dolor se ha expandido sobre el mundo y en todos los seres.
Ustedes deben ayudarme a aliviarlo y a no generarlo. Ustedes deben ayudarme a extirparlo y a no crearlo. Sean generadores en este tiempo de la Divina Misericordia de Mi Corazón para que Yo pueda estar presente en los que más necesitan de la Cura y de la Redención.
A los que ya Me siguen desde hace tiempo les digo: Usen las herramientas que Dios les entregó y podrán superar todos los tiempos y todas las pruebas.
Honren el Legado que les fue entregado en sus manos durante tantos años y pónganlo en práctica, así Me ayudarán a que Mi Obra y Mi Misión se expanda en el mundo y no se restrinja por sus formas.
Beban en esta hora, de la fuente del conocimiento que les traigo y se podrán transformar; pero permítanme compañeros, que Yo pueda entrar en sus corazones y vidas y así Yo podré borrar lo que los hace sufrir y lo que los perturba.
Si el mundo escuchara Mis Palabras ya sería otro. Si el mundo viviera Mis Palabras, ya sería otro. Pero sé que eso dependerá de Mis compañeros y de Mis servidores.
Que esta misma Gracia que Yo les traigo, de forma incondicional pueda llegar a los que más la necesitan.
Hoy tendré la Gracia de bendecir una familia, en nombre de muchas más, para que la cura de Mi Sagrado Corazón se establezca en los que aspiran algún día encontrar la paz.
Hoy las ungiré con el aceite de la reparación, de la misma forma que las santas mujeres ungieron Mi Cuerpo en el sepulcro, para dar honra y gloria a su Redentor.
Hoy consagrando a esta familia, consagraré a las familias del mundo para esta Natividad; para que esta misma oportunidad de redención, de perdón y de reconciliación compañeros, llegue a las almas que desesperan y que no tienen Luz interior.
Que se puedan abrir las puertas para la cura de las almas y que todo se pueda renovar.
Que se puedan abrir las puertas a la reconciliación y que todos se puedan perdonar.
Porque Mi deseo es poder vivirlos plenamente y sin restricciones; así como lo pude vivir en muchos corazones de hombres y mujeres imperfectos, pero santos, que vivieron Mi dolorosa Pasión.
Hoy establezco, por intermedio de este aceite, la consagración divina de esta familia que he escogido a pedido de Mi Padre, para que muchas familias más despierten al verdadero amor y al perdón.
Ofrezco esta consagración por la gran familia de la Comunidad de la Nueva Tierra, y deseo, que este aceite pueda ungir a los que están enfermos en ese lugar; y deseo que sepan que no Me he olvidado de nadie y que llegaré hacia ellos a su tiempo, para llevarlos Conmigo a una nueva vida, libres de sufrimiento, libres de la perturbación, del dolor y de la angustia.
Que las alas de esas almas que están enfermas en la Comunidad Nueva Tierra se puedan abrir, porque les ha llegado la hora de dar grandes vuelos hasta Dios, el Creador.
Mi último deseo compañeros, antes de esta unción especial por las familias del mundo y por los niños, es que sepan que esperaré a Mis compañeros, a Mis seguidores y a las familias en el Reino de Aurora durante este mes de diciembre; para que puedan ver a su Señor caminando entre los naranjos, viviendo y sintiendo en los corazones que creen en la cura interior y en la redención; para que brote en ellos la Nueva Aurora, el nuevo amanecer en cada ser.
Señor Todopoderoso, que te dignaste estar presente en el Cuerpo y la Sangre de Tu Hijo, por medio de la Pasión, la Muerte y la Resurrección, Te pido, Padre, en esta noche que bendigas a la Argentina para que ella ingrese en el proyecto de Tu Tierra Prometida. Amén.
Yo les doy la paz para que la vivan, la experimenten, y la den todo el tiempo a sus hermanos.
Deseo que también lleven medallas de Mi Glorificado Corazón para la Comunidad Nueva Tierra; porque Mi aspiración es estar sobre el pecho y los corazones de Mis hijos para protegerlos y acompañarlos más de cerca.
Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Y les agradezco en esta noche por haber buscado Mi paz y Mi consuelo.
Queridos hijos:
Hoy, los llevo Conmigo hasta el Monte Tabor para que recordemos, en este día, la sublime Transfiguración de Jesús, una revelación divina y al mismo tiempo cósmica,que el Sagrado Hijo le trajo a los apóstoles.
La Transfiguración de Jesús fue el símbolo perfecto y cósmico de que, viviendo los cambios de la consciencia, es posible alcanzar altísimos estados de iluminación.
Jesús, por medio de la Transfiguración de Su Divina Persona, no solo mostró la realidad espiritual que los seres humanos de esta superficie guardan, sino también Él dio continuidad a la anterior iluminación del Maestro Siddharta.
Es así que Siddharta, en tiempos pasados, por medio de Su iluminación le demostró al mundo el primer paso para trascender el sufrimiento. Jesús, el Cristo, por medio de la Transfiguración, le trajo al mundo el conocimiento divino de que es posible trascender el estado del sufrimiento y alcanzar la elevación sublime de la consciencia a través de la perfecta comunión e integración con la Fuente Divina.
En el Monte Tabor, Mi amado Hijo reveló el conocimiento de las Leyes inmateriales que vibran y actúan en este Universo Material.
Fue así que Jesús les enseñó a Sus apóstoles sobre la verdadera consciencia espiritual que adquirimos en el momento de nuestra concepción en los sagrados Estanques de la Fuente, y cómo desde allí comienzan a cultivarse en nuestra esencia los primeros pasos de las experiencias de amor y de redención que este Universo Material nos ofrece.
Pero Jesús, en el Monte Tabor, también enseñó cómo situarse por encima de todo sufrimiento o experiencia, colocando la consciencia en un estado objetivo y la mirada constante en el Divino Propósito.
Por medio de la Transfiguración de Jesús, Mi Hijo le aportó a la raza humana la posibilidad de caminar por encima del sufrimiento sin ingresar dentro de él, a través de la consciencia del amor que abre la puerta para la cura de las consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No vengo a prometer la victoria aquí en la Tierra a ningún ser humano, sino un sacrificio que es desconocido por la mayoría. Es parte de Mi Obra de Misericordia, la que Yo intento que vivan Mis apóstoles en estos tiempos de transición.
Hoy vengo con Mis cinco principales Llagas encendidas.
Necesito que sientan las Llagas de Mis Manos, las Llagas de Mis Pies y la Llaga de Mi Costado, a fin de que compartan Conmigo lo que estoy viviendo por esta humanidad y por la que vendrá.
Mi Pasión no terminó en la Cruz, ella continúa viva en el eterno silencio de Mi Corazón.
Pero hoy también les muestro Mi Corazón resplandeciente; este Corazón que ha dado la vida por ustedes, que se entregó por ustedes para que estuvieran en comunión con el Padre a través de los tiempos y de los siglos.
Vean Mi Corazón Glorificado, que aún arde de Amor por las almas.
Este Amor consume como un Fuego a Mi Corazón, es un Amor que a veces duele, por estar tan limitado para poder entregarlo a las almas que tienen mucha sed de Dios.
Este es el Fuego Divino que Me permite estar aquí con ustedes y el que a través de los tiempos ha acompañado a esta humanidad, desde el momento en que Yo estuve encarnado aquí, en la Tierra.
No deseo que este Fuego de Amor Me consuma. Aspiro poder derramarlo, entregarlo y compartirlo con las almas que están más vacías de Dios, que no tienen salida, que no encuentran un sentido para la realización del Plan de Dios en este tiempo definitivo.
Con la Luz de Mis cinco Llagas y con Mi Corazón ardiendo de Amor en el Amor infinito de Dios, hoy deseo que coloquen su mano sobre Mi Corazón, para que puedan sentir Mi Presencia, que es eterna y perpetua.
Amado Mío: coloca tu mano sobre Mi Corazón y siente la fuerza de Mi Amor inextinguible, este Amor que repara y que cura a las heridas más profundas de la consciencia, el desasosiego de los espíritus, la tristeza de los inocentes, el dolor por los que claman por una oportunidad.
Coloca tu mano sobre Mi Corazón Glorificado y siente Mi Presencia. Yo estoy aquí y si estoy aquí, nada semejante a Mí puede estarlo, porque Mi Fuerza es indestructible, Mi Poder es invencible.
A Mi Amor nadie lo puede derrotar; porque es un Amor que proviene de Dios, de Su Infinita Fuente, de la emanación más profunda de Su Corazón eterno y sublime.
Siente, a través de Mis Palabras, tocando con tu mano Mi Corazón, este Fuego Divino de Amor y de Gracia, de Cura y de Redención, que hoy derramo sobre ti para renovar tus células, tus sentidos y toda tu consciencia, que es bañada por Mi Espíritu, es colmada por Mi Consciencia, es elevada por Mi Divinidad.
Hoy deseo que todos toquen Mi Glorificado Corazón.
Recuesta ahora tu cabeza sobre Mi Pecho y siente la paz. La paz que conforta, la paz que renueva: Mi Paz, que restaura. Mi Paz, que cicatriza. Mi Paz, que consume cualquier dolor, cualquier angustia.
Ríndete a Mis Brazos; ingresa en lo profundo de Mi Corazón, en donde está Dios a la espera de tu espíritu, junto a Sus ángeles.
Recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siéntete completamente vacío; lejos del mal, y cerca de la Fuente renovadora de Mi Corazón.
Ríndete a Mis Brazos, para que Yo te pueda cubrir con el Manto Sagrado de Mi Divina Alma, de Mi Sublime Compasión.
Ríndete y ya no te resistas.
Abre tu corazón, dime qué es lo que sientes en tu interior.
Yo conozco tus misterios y los rincones más profundos de tu consciencia. No hay ningún obstáculo para Mí, ni ninguna barrera que Me pueda impedir llegar a ti.
Entrégate al Fuego de Mi Corazón y déjate consumir por la Sagrada Adoración de Mi Corazón Eucarístico.
Bebe del cáliz que hoy te estoy ofreciendo y vive el sacrificio por Mí, por todas las almas, por todos los Reinos, por este planeta que agoniza por la falta de tanto amor.
Consúmete dentro de Mi Fuego y que Mis profundas Llamas de Amor transfiguren tus sentidos, transfiguren tus células y eleven tu alma a través de Mi Corazón, al Sagrado Reino de Dios.
Siente los Rayos de la Cura, para que lo más imposible se pueda curar.
Siente Mis Rayos de reparación, para que lo que está restaurado se pueda volver a transformar en el Divino Proyecto que Yo tengo para ti.
Ríndete a Mis Brazos y déjame obrar.
En Mi Corazón está el refugio para estos tiempos, la fortaleza para las almas, la fuerza y el poder que derrotarán el mal.
Ahora deja que Mis Llagas toquen tu cuerpo y coloque Mis Manos en donde tú más lo necesitas. Siente la Luz de Mis Llagas, siente Mis Manos, las humildes Manos de un Obrador de Dios, que se entregó a ti, por Amor y Redención.
Siente las Manos de tu Rey, las que fueron traspasadas; Manos que soportaron el dolor del mundo, la indiferencia de la humanidad, hasta los tiempos de hoy.
Siente el calor de Mis Manos, que irradian la cura y la restauración para tus células, para cada rincón de tu ser.
Ríndete ante tu Maestro Celestial.
Acepta a tu Señor, acepta a tu Esposo y vive Conmigo la alianza eterna con Mi Corazón.
Ahora observa cómo toda amargura se disipa y el poder de Mis Llagas todo lo transforma, para que algún día, amada alma de Mi Corazón, alcances la Luz y la Ascensión,
Rindete a Mis Brazos. Ríndete ante Mi Presencia. Porque ahora debes ser nada para que Yo sea en ti y tú en Mi Padre, que está sediento del amor de las almas; que está lleno de Misericordia para todos tus defectos, para todas tus heridas, para todo lo que nadie puede curar en este planeta.
Y ahora, siente Mi Abrazo, siente el refugio de Mi Espíritu y sumérgete en el océano de Mi Paz, en donde ya nada más importa, solo estar en Dios y en Su Divina Presencia.
Quédate en Mis Brazos como un pequeño ser y sé tan insignificante como todo lo creado. Sé pequeño entre los más pequeños. Sé el último entre los primeros.
Te invito a ser nada, en el sagrado vacío de Mi infinito Amor.
No busques resultados, sino constantes esfuerzos.
Complace a Mi Corazón por todas las Llagas que el mundo me genera día a día.
Así como te entrego Mi Ser, entrégate en rendición a Mí, para que puedas salir de ti y puedas estar ahora en el sufrimiento de tus semejantes; curando como Yo he curado, amando como he amado, entregándote completamente, como Me entregué en la Cruz por cada uno de ustedes.
Haz de Mis Palabras el Fuego de tu vida, la Llama infinita que todo ilumina en estos tiempos de oscuridad.
Toma Mi Corazón como una nueva alianza y bebe de Mi Sangre Divina, para renovar tu ser, y así, transfigurarte de la noche a la mañana.
Quédate en Mis Brazos tan solo por un momento y ya no pienses en nada.
Estás dentro de Mi Reino, viviendo de Mi Verdad.
Estás en la realidad del Universo y, en este mismo momento, lejos de la ilusión.
Ríndete a Mis Brazos, para que puedas sentir el Fuego de Mi Amor, y así, aprendas, en este tiempo, a amar cada vez más, sin condiciones, sin barreras, sin defensas, sin apariencias.
Ama como Yo he amado a todo el mundo cuando estaba en la Cruz, en la mayor agonía.
Ama más que el dolor y que todo sufrimiento, porque el amor vencerá y algún día serás lo que Yo tanto aspiro, desde el surgimiento de tu consciencia.
No pienses en el pasado, sino en el eterno presente que hoy te ofrendo con Amor, para que puedas comulgar Conmigo en la plenitud de Mi Espíritu y en la Gracia de Mi Consciencia.
Ama por los que no aman.
Ama por los que no saben amar.
Ama por tus enemigos.
Ama delante de tanta indiferencia, y que encuentres en tu prójimo el Amor de Dios, que está vivo, pero herido, en tu semejante.
Ama como los ángeles aman a Dios. Que este Amor pueda arrebatarte, el Amor que hoy te entrego, el Amor que proviene de Mis Llagas y de lo profundo de Mi Corazón.
Ríndete a Mis Brazos y aprenderás a amar como Yo lo espero para este tiempo de crisis.
Que este amor surja de ti como un espíritu verdadero, como una Gracia incondicional que pueda superar tus límites y todas tus imperfecciones.
Ahora que estás rendido a Mis Brazos, rodeado por el Fuego de Mi Amor, por la Divina Luz de Mis Llagas, acepta Mi Llamado: curar a este planeta bajo el Amor de Mi Corazón, para que muchas almas más se salven, para que millones de consciencias despierten a la vida del espíritu.
Está llegando del Universo la fuerza imperiosa de Mi Amor, que quiere traspasar muchos corazones más que hoy agonizan.
Siente los Rayos de Mi Amor y libérate del cautiverio.
Siente los Rayos de Mi Amor y, en el sagrado silencio, entra en comunión Conmigo para entrar en comunión con Dios, a fin de que se establezca la sagrada reparación.
Ahora guarda en tu corazón lo que hoy te he donado de una forma incondicional, porque te estoy ayudando a cargar la cruz de estos tiempos difíciles, Yo Soy el nuevo Cirineo.
Yo vengo a hacer de tu vida una nueva vida, algo que tú desconoces, algo que está lejos de tu control y de tu pequeño poder, vengo a hacer de tu vida lo que Dios espera.
Hoy solo vengo a cumplir Mi Voluntad. Amén.
Lleven las manos hacia al corazón y comulguen Conmigo, en el calor interno que hoy los une, en la Comunión renovadora que hoy nos congrega para que, algún día, nos tornemos libres, libres de la cadenas, libres de las prisiones y de todos los atavismos, tan libres como lo fueron los apóstoles.
Solo les pido que no teman cruzar el desierto porque Yo siempre estaré allí, para extenderles Mi Mano y levantarlos del suelo, dándoles fuerza y coraje, templanza y esperanza para poder caminar hasta el fin de la meta, hasta el Reino de Dios.
Hoy vengo con Mi dulce Fuego de Amor y con la suavidad de Mi Espíritu, con Mi Amor-Sabiduría, para curar al mundo de los núcleos más internos que aún no se pueden transformar, por temer a vivir el gran Amor que Yo tengo por todos, eternamente.
Siente tu corazón vacío de toda secuela; y ahora, contempla en tu corazón cómo se abre la flor de la redención, tan bella como las rosas y todas las flores del Universo.
Este es el toque de tu esencia.
Este es el resurgimiento de tu pureza que se ha entregado a Mis Brazos para poder despuntar como el Sol de Mi Corazón, en este Universo, para siempre.
En los tiempos de oscuridad vendré a dar fuerza a los que Me sigan, a los que Me escuchan abiertos de corazón, a los que Me adoran y a los que aún esperan Mi llegada al mundo, aunque no Me puedan ver.
Yo quiero que se rindan a Mis Brazos los que aún no se han rendido.
Yo vengo a buscar de ustedes lo que es verdadero y justo.
Vengo a traspasar las capas más profundas de la miseria, los muros más rígidos de la consciencia por medio del Rayo Poderoso de Mi Amor, y así los hago resurgir bajo Mi Espíritu, que es el Espíritu de Mi Padre.
Y ahora, en Mis Brazos, sientan el Sacramento de la Reconciliación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Vengo a hacer de sus vidas nuevas cosas.
Vengo a concretar lo que parecería imposible.
Vengo para manifestar en este tiempo la Gracia de Dios, una Gracia que aún no es comprendida ni valorada por la humanidad.
Vengo a entregarles lo que viene de Dios, a través del Corazón Amadísimo de Su Hijo.
Vengo a santificar este aceite con la emanación más profunda de Mi Espíritu,para consagrar a nuevas auxiliadoras de Mi Divina Misericordia, que serán a partir de esta noche, Mis Brazos y Mis Manos, para llevar al mundo, por medio de los Sacramentos y del Ceremonial, la Misericordia de Dios para las almas, para las almas más moribundas.
Hoy contemplaré esta consagración con regocijo, como lo fue en Santiago de Compostela, en donde pude ver en esas almas la verdadera misión de sus esencias, manifestada en la vida material por el simple hecho de adorar y de amar Mi Corazón.
Hoy vengo a entregarles esta Gracia que va más allá de sus almas, de todas sus condiciones, de todas sus imperfecciones.
Hoy vengo a liberarlas para que estén en Mí y Yo en ustedes, en comunión perpetua con las esposas del Señor.
Que el Señor bendiga este elemento, que surgió en los principios de este planeta para santificar a las almas y para quitarles la sed de Dios, con el fin de que se reconcilien con la Santísima Trinidad, presente en el elemento agua, fuente de gracia y de reparación,
Este es el símbolo1 que las unirá a Mí. Aquí está la unión con Mi Sagrado Corazón, fuente de gracia y de cura.
Y así, en momentos de alegría como de tristeza, en momentos de desafíos como de pruebas, así Yo siempre las quiero ver. hijas Mías, fortalecidas por el coraje del espíritu, la templanza del alma, por el fuego de sus corazones unidos al Fuego de Mi Corazón.
Bendigo a todos y al mundo entero, con la señal luminosa de la Redención: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1Fray Elías exhibe el pan y el vino.
Hora de salir de la ilusión mundial
Ha llegado la hora, hijos Míos, de salir de la ilusión mundial y de comenzar a enfrentar la realidad, primero dentro de ustedes, para después reconocerla afuera.
El mundo no esperará a que maduren para que él viva su purificación y la transición de los tiempos, que marcará el antes y el después entre el viejo y el nuevo hombre. Los cambios ya se precipitan sobre la Tierra y se expresan a través del desequilibrio de los elementos de la naturaleza, de los hombres, de los jóvenes, de las guerras entre naciones, razas y religiones. Así, hijos, se diseña el "fin" que muchos no quieren ver, porque creen que todo está en donde debe estar.
Hoy, como ayer, vengo como la Madre de la Verdad, la Señora de la Sinceridad Divina, para que nada más esté oculto ante sus ojos y que les sean dichas todas las advertencias a tiempo, para que transformen sus vidas y despierten sus almas.
Mis amados, en medio de un mundo que se pierde en su propia ignorancia, Yo vengo a construir un ejemplo de transformación en este lugar. Si Me abren la puerta y Me dicen “sí”, le demostraré al mundo que es posible convertir la ignorancia en sabiduría y la ingenuidad en verdadera pureza del corazón.
Quisiera que todos Mis hijos de esta ciudad vinieran a Mi encuentro, para que Yo pueda despertarlos a la Voluntad que Dios tiene para este pueblo.
Hijos, aquí quiero construir un modelo de respeto, de igualdad y de esperanza; un lugar en donde las almas lleguen para reencontrar la dignidad que perdieron por entregarse a la ilusión.
Sé que el enemigo de Dios lo hará todo para que este Plan no se cumpla y para que las almas no se unan para construir este propósito. Pero hoy, Yo les pido, hijos amados, que sólo coloquen sus corazones en la meta de expresar para el mundo una esperanza de vida, que él perdió.
Quiero ayudarles a reconstruir sus familias; quiero enseñarles a crecer y a respetar las diferentes expresiones del corazón humano. Quiero que las religiones se unan aquí en el servicio y en la oración, por un mundo de paz. Que el respeto y la consciencia de que existe un Dios Único que los congrega, permita borrar de sus corazones el prejuicio y el sentimiento de superioridad en relación a sus hermanos. Quiero que se vean los unos a los otros como esencias únicas de Dios, amadas profundamente por Aquel que las creó. Y de esa forma, se abran para aprender los unos con los otros.
No es mucho lo que les pido, hijos Míos. Quiero extirpar la violencia con el despertar del espíritu. Pues un corazón que se entrega a la oscuridad, es aquel que no conoce verdaderamente a Dios y que no ha encontrado un sentido para su vida. Yo vengo para darles este sentido y para abrir en sus corazones aquel espacio que le corresponde ocupar al Creador, para que un día, Mis amados, puedan expresar la semejanza con el Padre.
Para las naciones del mundo, esa es una meta distante y casi imposible, pero para aquel que está en Mí y se deja guiar por Mi Corazón, nada es imposible. Dejen, hijos, que Yo establezca la paz a través de sus corazones. Dejen que Yo construya lo imposible en sus vidas.
Sólo quiero que se respeten, que se sirvan mutuamente y colaboren para la construcción de un mundo en mayor paz. Porque el planeta agoniza y las guerras ultrajan los corazones de Mis hijos, por la incapacidad de los hombres de vivir el verdadero amor y el respeto consciente.
Por eso, hijos, les pediré que Me acompañen y que Me dejen transformar este lugar en un ejemplo de una nueva vida, en donde es posible respetar, colaborar, admirar lo mejor del prójimo y así, vivir en comunión.
Si Me permiten hacerlo y se dejan guiar por Mí, en poco tiempo verán Mis palabras manifestadas en la transformación de sus vidas.
Lleven Mi mensaje a los cuatro puntos de esta ciudad y dejen que él resuene en los corazones. Llamen a Mis hijos para que vengan a Mi encuentro. Es hora de despertar y de salir de la ilusión mundial.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Relicario de Mi Corazón debe ser contemplado en simplicidad por aquellos que aspiran a descubrir y a vivir los misterios del Plan de Dios y que tienen fe en el cumplimiento de Su Voluntad.
El Relicario de Mi Corazón está guardado espiritualmente en la Casa del Peregrino, en donde los caminantes que buscan la Verdad y la transformación del espíritu, pueden encontrarlo.
Este Relicario debe despertar en los seres la reverencia a Dios, a Su Misericordia, a Su Plan y a Su Amor por la humanidad.
En este Relicario no solo se guarda el Corazón de un pobre hombre, Servidor de Dios y Padre adoptivo de Jesús. En él se guarda toda Mi trayectoria como Consciencia, desde el Origen hasta el retorno al Origen, hasta la unidad con Dios, que un día viví por Su plena Gracia.
La Casa del Peregrino recibió la Gracia de Dios de tener una conexión especial con un Recinto Sagrado, en donde se guarda el Relicario de Mi Corazón, que es tan misterioso para la humanidad, como ella misma y como la Voluntad de Dios para este mundo.
La Casa del Peregrino debe representar un paso hacia la nueva consciencia, hacia la nueva humanidad; y es por eso que Mi Casto Corazón se encuentra allí, puro, simple y en oferta a la humanidad, para que los corazones de los hombres puedan encontrar en él, un espejo que les refleje la verdad sobre sí mismos.
El Relicario de Mi Corazón representa el despertar de la consciencia. Aspiro a que se le dedique un lugar simple, humilde y silencioso; en donde las almas puedan vigilar y encontrar a Dios, así como este Corazón lo encontró, en el silencio de una carpintería.
Quiero que allí se construya, entonces, un espacio simple, como la carpintería de Nazaret, en donde las almas se transformen, como la madera bruta, en un instrumento de Dios, al contemplar el Relicario de Mi Corazón. Concederé, así, infinitas Gracias para que la humanidad, como un todo, viva el despertar.
Les dejo la bendición de Mi Corazón.
Vuestro Padre y Amigo
San José Castísimo
Como un Gran Espejo de Luz ilumino sus consciencias, para que se puedan trascender y de esa forma se puedan fortalecer durante el tiempo de la purificación.
Como un Gran Espejo de Luz reflejo la Vida Divina, para que sea reconocida y amada por los seres de superficie.
Como un Gran Espejo de Luz, le traigo al mundo la posibilidad de reencontrar el camino perdido hacia el Reino de Dios.
Como un Gran Espejo de Luz, elevo la consciencia mental del planeta, para que conciba en sus ideas y proyectos cosas evolutivas.
Como un Gran Espejo de Luz, reúno a sus almas para que reciban los Dones y las Gracias que harán nacer a una Nueva Humanidad.
Como un Gran Espejo de Luz, purifico, trasciendo y sublimo todo lo que es arcaico y, así, concreto el Plan de Dios, estableciendo la paz en el corazón humano.
Únanse a Mi Gran Espejo de Luz y la Tierra será transfigurada.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el Amor de Jesús se puede todo, aun las cosas imposibles, porque en Su Amor está la llave maestra para todo.
En Su Amor está la cura y, al mismo tiempo, la salida de las dificultades que se presenten.
Confíen en ese Divino Amor y vivan todos los días a través de él; porque así, harán de esta Tierra un verdadero refugio, en donde el Hijo de Dios encontrará descanso y refugio a través de Sus compañeros.
Los invito a valorar el Amor de Jesús por ustedes, porque la Tierra entera precisará ser transfigurada y elevada hacia otro estado de consciencia más evolutivo.
Los invito, queridos hijos, a que Mi Hijo haga de cada alma el instrumento para Su Obra en la Tierra. Quisiera que pudieran percibir lo que esto significa en este momento planetario, en el que el amor verdadero entre los seres está en juego.
Coloquen el Amor de Jesús en primer lugar y verán, por sus propios medios, que todo cambiará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
El Corazón de María: Un Portal hacia Dios
Queridos hijos:
Poco a poco les enseño a estar en contacto con Dios permanentemente. Por eso, en este tiempo, Mi Corazón se comportará como el Portal hacia Dios para cada uno de ustedes.
Necesito que den un paso hacia la madurez espiritual y que no pierdan tiempo buscando la felicidad humana lejos de Dios.
Yo les ofrezco un único camino, Yo les entrego todos los días y por un tiempo más la posibilidad de poder reencontrarse con el Padre Celestial.
Espero que sus ojos se abran, y especialmente que sus oídos internos escuchen con atención y concentración los Misterios de Dios que en este tiempo Yo les estoy revelando.
Queridos hijos, el Portal de Mi Corazón los conducirá a la Casa del Padre, y en la Casa del Padre serán uno en esencia, en espíritu y en vida.
Es hora, queridos hijos, de que ustedes penetren las revelaciones de estos tiempos y que a partir de este ciclo puedan comprender y vivir el tesoro divino que se les entrega.
Ninguna consciencia en este planeta, en este ni en ningún otro tiempo, llegó a conocer y a penetrar el misterio de los Aspectos de Dios.
En ese sentido, queridos hijos, la llegada y el descenso de los Aspectos del Padre sobre ciertas áreas del planeta se deben primero a la necesidad planetaria y, en segundo lugar, a la unión interna de las diferentes Faces de Cristo.
Después de la Ascensión de Jesús, nunca en la humanidad ni en el mundo se conocieron las Faces cósmicas de Cristo, es decir, los aspectos espiritual y divino del Redentor.
Por eso, queridos hijos, esta unión de los Aspectos divinos de Cristo es parte de la etapa previa a Su segunda y última venida.
La consciencia humana de hoy, la que está sumergida en las apariencias de la ilusión y está apartada del alma, vivirá los próximos acontecimientos como algo renovador y al mismo tiempo como un ciclo de profunda definición espiritual e interna.
Esta unión o fusión espiritual de los aspectos o de las Faces divinas de Cristo, después de las revelaciones realizadas por Mi propio Hijo, como el Sagrado Corazón, el Cristo Misericordioso y el Cristo Glorificado, marcan en esta etapa aguda de la Tierra un antes y un después en la ciencia humana, algo que no tiene explicación mental.
Después de las tres importantes revelaciones sobre las Faces de Cristo, Mi Hijo viene a unirlas en este tiempo para que un importante impulso universal sea dado y, en esa coyuntura, la unión espiritual de los Aspectos divinos de Cristo abra las puertas de los Universos espiritual, mental y material para que la Consciencia Única, llamada Dios, se manifieste esta vez a través de los Aspectos del Hijo y del Espíritu Santo.
Es así que en este acontecimiento único que preparará el apocalipsis de la humanidad, cientos de almas serán tocadas inesperadamente, y de la noche a la mañana se consagrarán al Plan de Dios de una forma nunca antes vista.
Es por eso que ese impulso espiritual, que está dando Cristo en los niveles superiores a la séptima dimensión de consciencia, trae como resultado la transfiguración del estado corrupto humano en un estado incorrupto, libre de deudas y de retrocesos.
La llegada espiritual y autónoma de los Aspectos de Dios a los Centros Marianos, promete en primer lugar ayudar a esa parte de la consciencia humana que está en un grave peligro de comprometerse con fuerzas del caos planetario.
En este ciclo, la unión y la adhesión de cada alma con los Aspectos sublimes de Dios, permitirá restablecer ciertos principios evolutivos que estaban perdidos.
Es hora de cruzar el Portal de Mi Corazón Materno para poder conocer en profundidad los Misterios divinos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Espejo del corazón tiene la capacidad de irradiar lo más sutil y puro que existe dentro de cada ser. Es decir, todo lo que proviene de la Fuente Creadora.
El Espejo del corazón en esencia puede potenciar y al mismo tiempo atraer corrientes de cura y de amor del Universo. Porque el Espejo del corazón puede estar en el vacío y en ese estado mantener la neutralidad necesaria para poder enfrentar cada nueva etapa.
El Espejo del corazón es humilde, y en esa humildad puede recibir los Dones y los Rayos que le permitirán cumplir con su tarea en este planeta. Porque en el Espejo del corazón se guarda un vacío, el que permite ser llenado por nuevos principios de redención y de transfiguración.
El Espejo del corazón corresponde al área de la región de nuestro pecho en donde habita el tesoro más importante de la vida: el corazón. Allí el Espejo del corazón se desarrolla espiritualmente siempre y cuando la consciencia, el alma encarnada, refleje en su vida los requisitos o los patrones necesarios para llevar adelante una tarea de amor por el planeta y la humanidad.
El Espejo del corazón es invencible y al mismo tiempo abierto a los cambios que la consciencia necesite vivir.
Les agradezco por activar el Espejo de sus corazones.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un alma despierta, es como una rosa que se abre para recibir la Gracia de la Fuente. Entonces, una Ley cambia profundamente un estado por otro y la consciencia participa del principio de la Transfiguración.
Es así, queridos hijos, que la reintegración de un ser en el camino de la Jerarquía confirma el cumplimiento de una parte del Plan.
En esta hora definitiva, todos aquellos que están despertando participan de una ciencia espiritual que está cambiando el viejo ser en un nuevo ser.
De esa forma las consciencias que despiertan son amparadas por una Ley a la cual antes no accedían por estar ligadas a las cosas del mundo. Es como un fluido diferente que comienza a actuar en las consciencias que adquieren conocimiento de la verdad.
Para que el proceso del despertar ocurra de forma armoniosa, la consciencia no puede perder la aspiración de servir y de obrar en nombre del Amor Mayor, es así que todo estará protegido y los autoconvocados serán impregnados por una nueva Luz.
La hora indica el momento de un gran despertar a la verdadera tarea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ampara,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Coloquen su mano izquierda sobre el corazón y ante Mi Padre reverencien este momento, este tercer encuentro Conmigo. Que en este mes de agosto concluye una etapa y el comienzo de una nueva para todos los misioneros de la Tierra, para todos los congregados en Mi Plan de Redención y de Luz.
Una etapa en este día se cierra y una puerta nueva se abre, para que la puedan cruzar en consciencia y hermandad.
He venido con los Seres Celestiales, los Elohim, todos los Seres Resplandecientes. Una parte de Ellos ha descendido para encontrarlos en este desierto sagrado y terminar de instituir el Plan que una vez comenzó y aún no pudo terminar, el Plan de establecer la Luz de los Centros Sagrados sobre la superficie del planeta, y para una humanidad, aún muy dormida.
Es esta Luz interior, que nace desde los Recintos Sagrados, que ayudará en la transición de la Tierra, y de todas las consciencias que duermen en el sueño de la ilusión.
Así, en este tercer encuentro, compañeros, vengo a abrir un poco más los ojos de sus consciencias. Vengo a traerles la síntesis de todo lo que ha sucedido en este encuentro de oración, de las posibilidades que tuvieron de dar nuevos pasos a través de este ejercicio espiritual, de este comando universal que Yo los invito a vivir.
Vengo a traerles la síntesis de la experiencia de amor en cada uno de ustedes, de lo que después de tres años y en este encuentro, Me pudieron dar con todos sus corazones, con todas sus almas y espíritus unidos a Mí.
Vengo a traerles la síntesis y la respuesta de esta tarea realizada, durante los dos días de esta fusión divina que se vivió entre el Desierto Sagrado, en el cual Yo Me encuentro, y Aurora.
Esa unión se irradió para todos, esa puerta fue abierta para todos, y no importa donde hayan estado. Mas, si sus corazones estuvieron aquí, así como Yo traje a sus almas para este encuentro, para esta nueva etapa que en este agosto se inicia, una parte de la Misión está cumplida.
La respuesta de los servidores es importante; eso hace que el Plan evolucione y se concrete en la humanidad, a pesar de lo que suceda a su alrededor, o en todo el mundo.
Este encuentro está marcado por un Rayo importante, que separa el viejo ciclo del nuevo ciclo. Este es el Rayo de la Transfiguración, el Rayo que Yo viví por ustedes, y así les pude demostrar Mi verdadera Faz.
Es esa faz espiritual que Yo quiero que busquen, su verdadera faz, lo que realmente son y han venido a cumplir en este planeta.
Así Yo formo a Mis discípulos, así Yo creo a Mis soldados: en la fortaleza de la oración y en la vivencia del servicio para con el prójimo.
Hoy vengo a sintetizar esta experiencia que han vivido en el desierto Conmigo, nombrándome como el Hijo del Sol, de la emanación de la Fuente Única, de la Sabiduría y de la Comprensión Absoluta sobre la Verdad del Universo.
Quise que pasaran por este desierto, compañeros, para que cuando les toque volver a cruzarlo, sepan cómo hacerlo, sin temor, y con mucha valentía.
Esta tarea aquí, con todos ustedes en Perú, en la consciencia y el espíritu, Me permitió retirar a algunos de Mis discípulos de sus desiertos bien profundos, en los cuales estaban perdidos; porque con Mi Gracia todo es posible, y cuando las almas invocan Mi Divina Misericordia, también lo es.
Así, les vuelvo a decir compañeros, que no dejo a nadie para atrás. Pero respeto el tiempo de cada amado Mío, hasta que finalmente cumpla el servicio que Me ha venido a prestar, en nombre de Dios.
Desde este desierto hoy parte una Luz Mayor, una Luz que asciende e ilumina la Consciencia Planetaria; es la Luz Solar, es el Fuego Divino, es la súplica, la aspiración, la devoción ardiente de los corazones que clamaron por esta humanidad y por este planeta en redención.
Así, Yo los preparo para ese gran momento en que Me verán venir entre las nubes con la Faz de Mi Gloria y de Mi Divina Misericordia. Vendré con la Consciencia que muchos no conocen. Por eso envío a algunos de los Míos a los desiertos, para que se preparen como Yo Me preparé para vivir la Pasión, y así, vivir Mi Resurrección, que era retirar de la muerte espiritual a toda la raza, en el pasado.
Este Sol que Yo Soy, alumbra el Universo y trae la Buena Nueva, el mensaje de esperanza y el camino nuevo que los que se han perdido, podrán volver a recorrer.
Es ese Sol que Yo Soy, que alumbra y calienta el espíritu y el cuerpo, trayéndole restauro y cura para todas las heridas.
Hoy les digo, especialmente a todos aquellos que estaban en sus desiertos, que vengan a Mí. Yo Soy ese Sol que alumbra sus caminos, y que les da la vida eterna.
Las tinieblas pasarán, mas Mi Palabra permanecerá. No hay nada que separe a los que están unidos a Mí. Este Sol alumbra a todas las estrellas y a las consciencias que se unen al Propósito de Mi Padre, en donde cada uno cumple su parte.
Yo Soy ese Sol de las constelaciones; Soy el Gobernante Mayor, el Cristo, que estuvo aquí en el planeta para enseñarles la Verdad, para enseñarles del Amor y de la Misericordia.
Ahora, compañeros, que han cruzado Conmigo en estos tres días este Desierto Sagrado, en donde las tinieblas no pudieron triunfar, sino la Luz de Mi Amor, les pido: brillen, como este Sol que los alumbra. Sean Soles en la Tierra. Sean el Amor de Dios que ilumina dentro y fuera, y cada espacio de este planeta. Soles de Mi Padre, ¡levántense!
La mañana ya ha comenzado, y una nueva noche se aproxima. Pero no teman, quien está en Mi Corazón todo lo sabe y será guiado hasta cumplir su misión.
Soles: ¡despierten y no duerman! Es hora de brillar desde su interior, es hora de alumbrar los abismos y de disipar el mal en el nombre del Amor de Mi Corazón. Alumbren y sean lo que nunca fueron, sean dignos hijos de Dios, y estarán haciendo feliz a Mi Corazón. Sean como Yo fui, aunque no lo sean. Sean Soles que alumbran desde el corazón y que traen la paz para un tiempo de caos.
La hora más difícil se aproxima, pero no los abandonaré. Dichoso de aquel que Me haya escuchado con atención, porque será recompensado por Mi Padre.
Que ahora, la oración que han vivido durante estos dos días sea vida, sea amor, sea unidad y hermandad. No busquen las semejanzas en sus hermanos, busquen la belleza en los corazones de sus prójimos que así la maldición terminará, la maldición que hace sufrir al mundo todos los días.
Vean lo mejor que hay de cada uno, y ayúdense lo unos a los otros, porque así Me ayudarán. Sustenten y apoyen al que está caído, porque ustedes también caerán y Yo no los negaré, porque Mi Padre no los niega.
Si las almas vieran la esencia de estas cosas, no tendría sentido que el mundo se purificara.
No sean lo que no tienen que ser. Parezcan más de lo que viven, y vívanlo de verdad.
Los bendigo con Mi Consciencia Divina, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Compañeros, que quede guardado este momento en ustedes, porque el Hijo del Sol vino a su encuentro para traerles la Paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Relato del tercer encuentro con Cristo, aquí en el desierto de Chilca, en Perú.
Cuando nos reunimos a orar la Coronilla de la Divina Misericordia, al final, la Consciencia de Cristo comenzó a aproximarse aquí la región del desierto de Chilca, como hizo las dos veces anteriores.
El cielo, que estaba nublado, se fue abriendo y el sol comenzó a irradiar su luz y su calor aquí en las montañas. Enseguida, Cristo nos mostró, vimos que Él se aproximaba a nosotros de una forma bien diferente a las que Él ha mostrado en otras instancias, y veíamos que el Maestro venía posando Sus Pies sobre una plataforma triangular azul que levitaba.
Él venía sobre esta plataforma. Era de un color azul bien intenso y fuerte, y comenzó a descender. A medida que iba descendiendo, los Universos, los Cielos, se abrían hacia otros planos, hasta llegar al plano espiritual, donde entendíamos comprendíamos que estaba la Consciencia del Padre, Adonai, y así abrió ese camino cuando descendió, Él estaba, en esta tercera Aparición, estaba vestido de Blanco, tenía una sutileza, era algo bien leve, delicado, sobre todo, muy amoroso; con los mismos rasgos que el Cristo Glorificado, pero esta vez, vestido todo de blanco.
Cuando Él apareció, cuando Él se aproximó en esa plataforma triangular azul, lo primero que sacó de Su Pecho fue Su Corazón, y nos lo ofertó. El Corazón estaba sobre Su palma de la Mano derecha ofertándolo, y cuando lo ofertaba para nosotros, percibíamos que lo hacía para todas las consciencias del planeta, sobretodo para aquellas que Él dice que son indiferentes. Y Él Ofrendaba esta Corazón para la Creación, ofertaba este Corazón para los Reinos de la Naturaleza, para la Consciencia de los Reinos; era algo que se expandía para todos, sin distinción.
Y así Él comenzó a dirigir Sus Palabras, en el Mensaje que dio en ese encuentro. Y cuando habló, en cierto momento de los Elohim, cuando aún estábamos viendo los Cielos abiertos, las dimensiones, hasta el plano espiritual, ejércitos, era eso lo que veíamos, ejércitos de los Elohim, comenzaron a colocarse a posesionarse a la derecha y a la izquierda de Cristo, por encima de las montañas, aquí, en el desierto.
Eran muchos, todos vestían túnicas hasta los pies. Eran seres resplandecientes, como ángeles, pero no tenían alas. Estaban ahí presentes, y veíamos que ellos estaban haciendo una tarea. En un momento, Los Elohim acompañaron todo el trabajo que Cristo hizo a través del mensaje; porque a medida que Él iba hablando iba mostrando muchas cosas, sobre todo, por ejemplo, lo que tenía que ver con la Consciencia Solar, o lo que nosotros conocemos como el Sol.
En un momento, cuando Él comenzó a hablar de ese Sol que nosotros deberíamos ser o que deberíamos en la superficie de la Tierra representar, como misioneros, Él trajo, no sé cómo lo hizo, una copia de otro Sol, que nos alumbraba.
Entonces, entre Cristo y el Sol que nos alumbraba, el sol físico, había otro Sol, potentísimo, y en el núcleo, en el centro de ese Sol, estaba la Consciencia de Dios. Por decirlo de alguna forma, cósmicamente, nos vimos representados, delante de una representación, mejor dicho, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de una forma universal y espiritual, que nunca habíamos visto, algo bien fuerte de ver.
En el momento en que Él hace esa representación a través del Sol como la Consciencia fundamental de Dios, de Él como el Hijo, y del Espíritu Santo, Él se eleva, aún cuando estaba dando el mensaje, se elevó e ingresó dentro de este sol físico, del cual nos alumbra todos los días.
Comenzó a transfigurarse y quedó como un Ser Solar, que era todo un Ser de mucha luz. Era una luz que encandilaba ver, que era una Luz que se concentraba y que se generaba dentro de este sol físico que nos alumbra.
No sé lo que Él nos quiso mostrar con eso, qué fue lo que nos quiso decir, como ejemplo, como símbolo, pero en ese momento Él nos estaba representando, Él se mostró así, como transfigurado a los apóstoles en el Monte Tabor.
Por último, cuando descendió nuevamente de ese Sol, más resplandeciente, más iluminado, nombrándose como el Hijo del Sol, porque el Hijo del Sol, Él decía que es el Hijo de Dios, del Dios vivo. En ese momento, volvió a esa plataforma azul, y entre ese sol físico que nos alumbraba y el Sol que Él había traído, esa copia de ese Sol, digamos así, de ese Sol más inmaterial, Él hizo aparecer a Su derecha y a Su izquierda, todas las constelaciones dentro de la bóveda celeste, que estaban en perfecta armonía y en equilibrio.
Esa fue la experiencia y relato de la Aparición.
El alma: belleza de la Creación de Dios
Queridos hijos:
Cada vez que un alma consciente de su misión y de su camino en Cristo celebra un nuevo aniversario se establece, en ese día, un puente de unión entre el espíritu y el alma de ese ser.
El alma que celebra el día de su aniversario en la Tierra tiene la Gracia de recibir un impulso de expansión en la consciencia para que la personalidad dé un paso más grande en la transformación.
Mi adversario, con su astucia e inteligencia, borró de la consciencia humana este importante acontecimiento, en que el alma recibe la Gracia de poder emitir un impulso para todo el ser y de expresar el potencial de su belleza. Es así que Mi enemigo creó las fiestas y las diversiones en el día del aniversario de cada alma para que eso no pudiera realizarse.
Los millones de consciencias que existen y que pasan por esas festividades no permiten que un nuevo impulso espiritual descienda a partir del movimiento que lleva adelante el alma de cada una.
Ese impulso que es gestado interiormente por la propia alma en el tiempo que transcurre entre un aniversario y el siguiente, puede traer a cada ser, si la consciencia recibe esa Gracia, los siguientes beneficios espirituales:
Primero, el alma recibe la oportunidad de reposicionar el estado de su encarnación y como consecuencia esto repercute en la vida material.
Segundo, el alma puede concebir estados de expansión de la consciencia a través de cada nuevo aniversario.
Tercero, el alma puede determinar una entrega y una profundización de su camino espiritual dentro del Plan de Dios y así definirse.
Cuarto, el alma puede disponerse para recibir nuevas revelaciones de su consciencia y tomar conocimiento de su origen.
Quinto, el alma puede equilibrar los estados de sus deudas universales y puede recibir impulsos espirituales de la Misericordia.
Sexto, el alma percibe en todo su ser el propósito que la ha colocado en el camino espiritual y el cual vino a cumplir.
Séptimo, el alma tiene la Gracia en su día de aniversario de estar ante Dios y de contemplarlo en Su belleza, recibiendo así un importante impulso que la llevará a vivir grados de amor y de entrega cada vez mayores.
Si cada alma tomara consciencia de esto y, sobre todo, esperara ese sagrado momento, la Divinidad reconocería la verdadera honestidad de cada ser.
Cuando el alma celebra su aniversario, espiritualmente recibe el impulso divino de poder madurar y crecer en consciencia.
Para Dios el alma es una de las principales bellezas de la Creación, porque de ella parten las experiencias de vivir el amor y la escuela del perdón. Todas las almas son emanaciones principales de ese Amor Divino y el alma por sí misma vive su madurez en diferentes etapas, dependiendo de los pasos de la consciencia humana.
Por eso el alma tiene un valor incalculable y es ese tesoro divino que concibe cada alma, el que es buscado todo el tiempo por Mi adversario hasta generar la decadencia de las almas.
Pero como la Madre de todas las almas, Yo establezco Mi legado de amor en cada una de ellas, en todos los corazones que siguen Mis pasos y lucho sin demora para que todas las almas alcancen la iluminación interior y se transfiguren en Cristo.
Hoy derramo Mi Amor en Mi hija Lucía de Jesús, que representa ese ejemplo vivo de conversión para todas las jóvenes almas que en este tiempo encarnan para cumplir su misión.
En Mi hija Lucía de Jesús derramo Mi Luz y la fortalezco para los nuevos tiempos, en unión a Mi santo esposo San José.
¡Cuiden, hijos Míos, la belleza de sus almas!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al día de esta alma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más