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No dejaré de irme sin antes marcar Mi Huella de Luz en vuestros pasos, porque aquel que se anima a seguirme sin comprender nada, sin tener conocimiento divino de Mi Voluntad Suprema no perecerá, sino que seguirá firme caminando a Mi lado, porque Mi Voz se hará eco en vuestros corazones para indicarles los pasos de Luz, aquellos pasos que muchos deberán dar hacia Mí. Porque será necesario, amigos Míos, que muchos se consagren para revertir el mal que existe en el mundo.
Conságrense a Mí en el servicio, en la oración, en la vida diaria, en el diálogo entre sus hermanos y también en los gestos de amor y de paz.
Porque así, Yo podré estar presente silenciosamente, marcando los nuevos tiempos y aproximando a todos Mis amigos muy cerca del umbral de la paz, del portal que lleva al Paraíso, a la vida de la nueva consciencia que muchos en estos tiempos desconocen porque sus pequeños corazones están llenos de otras cosas y Mi Luz no puede entrar. Pero aquel que quiera cambiar su vida, primero Me la deberá entregar, así Yo le proporcionaré Mi cura, liberación, Mi paz y Mi Amor.
En estos tiempos tan difíciles, solo vean el camino de la Luz, permitan que decaigan las cosas a vuestros lados, manténganse firmes sin mirar hacia atrás, solo miren hacia el frente, hacia Mi Corazón misericordioso, vislumbren vuestras miradas a través de Mis Ojos de Luz y acepten, en esta última hora, Mi abrazo interior.
Bendigo estas estatuas que Me han traído, pero el verdadero símbolo se encuentra en la unión de vuestras esencias Conmigo.
Que este símbolo de las estatuas pueda ser el fiel símbolo que refleje Mi Luz y Mi Paz en vuestros hogares y corazones.
Si le abren la puerta a Mi Madre, enseguida Yo entraré y cenaré con ustedes, les hablaré de cosas nuevas para nutrir vuestros espíritus, así nada los perturbará y nadie deberá temer, porque estarán Conmigo en el Templo de Mi Corazón.
Les agradezco, hermanos Míos, viejos compañeros de camino, por seguir Mis Pasos y especialmente por orar por esta humanidad que necesita de mucha ayuda.
Si ustedes Me abren la puerta, el Cielo descenderá y enseguida podrán identificar Mis Rayos y vendrán a Mi encuentro para estar unidos en un solo Corazón, en una sola unidad que es Dios, vuestro Padre, que es ofendido por este mundo.
Alivien Su Corazón a través de su amor por Mí, porque Yo derramaré en ustedes Mi Gracia suprema, Mi Amor eterno.
Bendigo todos los elementos que están aquí y los que no están aquí, porque en este día tan especial Mis apóstoles se lavarán los pies para borrar el pasado y comenzar nuevamente en la fe, renovados por el Espíritu Santo y por la Luz que proviene de Dios.
Después de este lavado, también recibirán Mi Cuerpo y Mi Sangre como un símbolo de la alianza con Mi Consciencia Mayor.
Comulguen con alegría de Mis códigos redentores, acepten la cruz que Yo les entrego y síganme, como una vez Yo ya les dije, síganme en la fe.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando un alma siente verdadera sed de Mí, reconoce que ha llegado la hora de cambiar y nunca temerá transformar aquello que no le sirve más.
Esa alma se atreve a buscar la liberación de sí escuchando con atención la voz de sus semejantes porque entre tantas palabras y dichos podrá estar presente la voz instructora del corazón.
Si el alma se decide plenamente a recorrer el camino de la santidad, el Cielo le proveerá de todas las pruebas posibles para que se confirme.
Si el alma busca la consagración al servicio, llegará a su vida tanta caridad para realizar y tanto amor para donar, que no tendrá tiempo para sí.
Si el alma no busca ningún camino y decide caminar en el mundo por sí sola y sin instrucción, rápido perderá el sentido de su vida y apartará el espíritu sagrado de la morada del corazón.
A las almas que nacen de la Fuente y vienen a este mundo para vivir el perdón y la redención, no les puede faltar la instrucción, porque se perderían entre las cosas materiales sin tener orientación ni discernimiento. Pero el alma que se sostiene mediante la oración misericordiosa siempre recibirá la Gracia de entender, de aceptar y de comprender todas las cosas.
Dios prevé el camino para cada uno de Sus hijos; por eso, Él siempre mostrará a los Suyos lo que deberán aprender y en lo que prontamente deberán crecer.
En esta escuela de la Tierra existen maestros y discípulos, y todos tienen lecciones pendientes que aprender, pues el despertar al Amor Absoluto y Único tiene un solo camino. Por eso hoy les digo que, más que nunca, estén atentos a las señales de autocorrección en sus vidas. Para todas las almas será una oportunidad de madurar en consciencia y de trascender las barreras que el egoísmo de este mundo impone.
A través de la Coronilla a la Divina Misericordia todo se resolverá cuando el alma tan solo dé un sí verdadero y humilde. Los tiempos en este ciclo hablarán al mundo por medio de señales internas y externas, estén atentos.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús
La consciencia verdadera de lo que es la Vida solo llega al hombre a través del Espíritu Santo. Mi Espíritu Inmaculado y el Espíritu Sacratísimo de Mi Hijo provienen del Espíritu Santo. Pero hoy, quiero revelarles que no es necesario que sean originalmente concebidos por el Santo Espíritu para vivir las Gracias infinitas que vivimos Jesús y Yo hace 2013 años.
El Espíritu Santo transforma todo lo que toca, Su Fuego purifica en Luz todo lo que se aproxima a Él. Un alma que fue tocada por el Espíritu Santo jamás será la misma, aun durante otras existencias en el Reino de los Cielos.
El Espíritu de Dios transforma incluso el destino espiritual de los seres, porque aquel que se abre a recibir un toque glorioso del Espíritu Santo, asume con el Creador el compromiso de servirlo eternamente.
El Espíritu Santo es un misterio para el mundo porque está en todo, y todos lo buscan sin saber cómo encontrarlo. El Espíritu Santo se manifiesta como Fuego vivificador y Don sobrehumano, se manifiesta como Amor que a todo ilumina, como Perdón que a todo perdona, como Paz que a todos irradia.
El Espíritu Santo llega cuando menos se espera, porque en el momento en el que menos se lo busca, sin perder la permanente aspiración a encontrarlo, es cuando el corazón abre espacio para que el Espíritu Santo ingrese.
Para que la morada del Espíritu Santo sea eterna en el interior de los seres, la consagración del alma también debe ser eterna, la oferta del corazón debe ser eterna, la aspiración a servir a un único Dios también debe ser eterna.
El Señor conoce profundamente el corazón de Sus criaturas y sabe cuándo un hijo Suyo se confirma de forma perpetua en la unión con Su Corazón Sacratísimo. Y es en ese momento que el Señor envía Su Espíritu omnipresente para encontrar esa nueva morada.
Como el corazón de los hombres es imprevisible, incluso para ellos mismos, solo Dios conoce la verdad sobre las intenciones y sentimientos humanos, sobre las ofertas y las aspiraciones. Por eso, la única cosa que deben hacer sus seres es estar en oferta permanente y reconsagrarse todos los días ante el Universo de Dios, con el corazón puro y sincero.
Busquen sin buscar, porque así van a ser sin percibirlo; y la humildad, que es el primer Don del Espíritu de Dios, llegará a los que no la conocen y no la conocieron jamás. Solo conoce el Don de la humildad aquel que la reconoce en el prójimo, porque el corazón que está verdaderamente pleno del Espíritu Santo está tan próximo a Dios que no percibe los propios avances y las propias virtudes.
Así fue como Jesús, María y José vivieron el Espíritu Santo. Uno reconocía a ese Santo Espíritu en el otro y percibía cuántos Dones Dios había manifestado en aquella familia, plena de caridad y de humildad; pero ninguno de Nosotros observaba en sí mismo la presencia de ese Espíritu. Admirábamos, en silencio y en oración, las virtudes de los demás; y cuanto más percibíamos el Amor que el otro manifestaba por Dios, más plenos de ese Espíritu quedaban nuestros corazones. Y, en Nuestra vida simple, sin embargo llena de misterios, el Espíritu Santo fue manifestándose.
Por eso, hoy les digo que una llave para avanzar es pensar solo en Dios y fortalecer la virtud del prójimo, para que crezca y se desarrolle siempre. Así, aún sin darse cuenta, sus espíritus se irán preparando para recibir al Espíritu de Dios.
Que la paz y la armonía reinen en cada corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Yo contemplo a los corazones cansados y a los corazones que descansan en los demás corazones.
En Mi Obra existen los sacrificados y los que intentan vivir el sacrificio.
En Mi Obra existe el servidor y el que es servido por una razón mayor.
Todos pasan por la escuela de la entrega y del sacrificio, así Me relaciono con Mis amigos: a algunos Yo les doy Mi Voluntad y a otros Yo les entrego Mis Aspiraciones de algo bueno y mejor. Todos tienen el mismo lugar en Mi Corazón, porque no existen dos caminos para llegar a Mí, sino solo uno: un camino de renuncia y sacrificio que les permitirá alcanzar el estado de humildad.
Por eso, los que están Conmigo son los que más trabajan por los que están cómodos y por los que están ciegos sin poder encontrar la vida del espíritu. Me sirvo siempre de los mismos; Mi Corazón se ennoblece y se alegra cuando algún discípulo presta un servicio extraordinario, amoroso y abnegado; así Yo estoy viendo los frutos maduros de las semillas misericordiosas que he sembrado en cada ser.
Aquel que lo da todo por Mí y por el cumplimiento de Mi Plan recibirá los dones de Mi Amor. También le entregaré Mi Sacrificio, aquel que Yo viví en la Cruz por todos; le daré una cruz semejante para que la sepa llevar en sus espaldas por aquellos que abruptamente se pierden sin dejar huellas de la presencia de sus pequeñísimos espíritus.
Todo lo que reciban en Mi Nombre les dará la fuerza para amar el poder de la entrega y del sacrificio ofrecido por amor y por la redención de la humanidad; así ustedes verán los frutos y os méritos de su obra en la salvación de los que estaban muertos en vida, apartados de Mi Luz y que por Gracia alcanzarán eternidad y misericordia.
Guarden en sus corazones la esperanza de encontrar, en el Reino de los Cielos, el verdadero tesoro para sus espíritus, porque allá descansarán en Mis Brazos como buenas ovejas redimidas.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados de alma y de corazón.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Cuando tus ojos se cansen de ver el infinito camino de la transformación, vuelve tu mirada hacia Mi Sagrado Corazón y confirma, en Mi Nombre, tu continuidad en Mi Senda Crística.
Guarda cada momento que vives Conmigo como un tesoro que acumularás en el Cielo y lo donarás, como bendición, a los corazones que más necesitan de redención.
Cada pequeño sacrificio que se realiza en la vida tiene proporciones mayores en el Cielo, porque cada vez que un alma se dona la Gracia Infinita toca un corazón herido para curarlo.
Vean cuán grande es el Amor de Dios por el mundo que, en cada servicio realizado con el amor del corazón, derrama prodigios sobre todos aquellos que deben recibir una celestial oportunidad de conversión.
Es necesario ánimo para proseguir; los tiempos cambian, y el corazón deberá madurar a través de la entrega por lo que hace por amor y en honor a Dios.
Estoy como un puente uniendo tu corazón con el Corazón de Dios. Prosigue andando, sigue Mis Huellas de luz.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Las almas que más Me sirven y más veneran Mi Sagrado Corazón serán las que, en el servicio al mundo, sentirán más el cambio brusco de los tiempos que descienden desde el Universo hacia la Tierra.
Las almas que más oran Conmigo fueron las escogidas para sobrellevar el tiempo ardiente de los cambios, porque la oración de todas ellas aliviará la necesidad de los que no oran y fácilmente se han olvidado de Mí.
En todos estos abnegados instrumentos Yo erguiré de nuevo Mi Templo de redención y nadie quedará sin la oportunidad de reconocer que, sin Mi Padre, nada se podrá hacer.
Retorno al mundo en Gloria para derramar Mis Rayos de Amor sobre aquellos que desde hace años se han distanciado de la Luz de Mi Corazón Misericordioso. Vengo a despertar a los que duermen bajo la lluvia de las ilusiones y mostrar la Verdad que el Universo Me ha mostrado desde el origen de Mi Santa Resurrección.
A nadie le quedará duda alguna de que el Mesías retornará a la Tierra cumpliendo con Su Promesa Original anunciada una vez en el pasado. Por eso, a los que más están en Mí e intentan seguir Mis Pasos, les pido: ¡perseveren, perseveren, perseveren! Y dejen que Mis Rayos Renovadores liberen del pasado sus esencias, para que la tarea de los apóstoles del fin de los tiempos pueda cumplirse en Gloria a Mi Nombre.
Si se unen día a día a través de Mí les mostraré el camino, porque esta vez y en este ciclo Yo no dejaré que ningún alma se eleve sin antes conocer Mi Amor Redentor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados de corazón.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice y los redime,
Cristo Jesús
Los ojos que se abren por medio de la oración ven con entendimiento y con sabiduría, porque quien persevera por intermedio de Mi Corazón, caminará en la fe por toda la Eternidad.
Queridos Míos:
Que unidos en Mi Espíritu, sus corazones irradien todo lo bueno y amoroso que ellos viven, así esa luz podrá llegar al mundo, que urgentemente la necesita para saciar la sed de amor y de paz.
Los conduzco hacia Mi Reino; que nadie pierda las fuerzas internas para seguirme y unirse a Mi Camino Redentor.
Queridos, estoy a su lado para acompañarlos por esta senda que debe ser guiada por la sabiduría de Mi Corazón.
Compañeros, sigan el camino trazado para su conversión y redención. Ahora todas las almas son llamadas a reconocer Mi Bendito Corazón; necesito de verdaderos siervos que transmitan Mi único y verdadero Mensaje por intermedio de los ejemplos sabios de la vida y mediante la importante fuente que representa el servicio para todos Mis seguidores.
Queridos, los preparo día a día para algo mayor, algo que aún no conocen, pero que pronto sabrán cuando tan solo oren y vigilen Conmigo.
Queridos, aguarden un momento para que Mi Presencia esté entre ustedes, porque pronto el Pastor vendrá a cenar a su mesa y llamará a la puerta de sus corazones.
Espérenme con ardiente amor y devoción.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Queridos hijos:
Adoren las misiones de San José en el mundo a través de sus corazones.
Lleven en ustedes el amor al servicio pleno por Dios y por Sus planes predilectos para las almas.
Quiero que hoy puedan servir para reparar las causas que oprimen a muchos corazones que están olvidados hace mucho tiempo.
Elevo, con Mi Corazón, las ofertas sinceras de todos los peregrinos que se animen a obrar por amor a la Misericordia de Mi Hijo.
Queridos hijos, hoy estoy aquí para agradecerles por su respuesta de estar aquí en Salta.
Ahora, a partir del nuevo ciclo anunciado por San José Castísimo, preparen el instrumento que representa al corazón de cada uno de ustedes, porque el Señor los está llamando a obrar a través de los medios de servicio, de fraternidad y de humildad, atributos que deberán nacer primero en ustedes para después vivirlos como luz en otros hijos Míos.
Detengo hoy Mi mirada para observar la sinceridad de sus corazones. Es hora de seguir caminando en la fe del corazón.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado en Salta!
María, Reina de la Paz
Oración de San José transmitida durante la vigilia de oración del 26 de febrero de 2013 en la ciudad de Salta, Argentina. Oración que deberá ser repetida siete veces al comienzo y al final del Devocionario al Castísimo Corazón de San José.
Oración de San José Castísimo
¡Oh, amado mediador e intercesor San José!,
pide por nosotros ante Cristo
por toda la eternidad.
Amén.
Sus oraciones son las flores en Mi jardín de redención. Sus gestos de amor son la sabiduría que permite el entendimiento de las cosas. Su caridad y servicio son la puerta del Cielo, la que se abre para dar salvación a todos.
Hoy descansen en Mis Brazos y confíen que toda purificación los elevará prontamente al igual que el vuelo de las aves; lo que se elevará será el espíritu, el que recibirá los Dones del Espíritu Santo para consagrarse a la Voluntad de Mi Padre.
Reparto entre ustedes Mis Dones y Mis Gracias para que ellos, con reverencia, puedan ser presentados ante el Trono de Mi Padre. No olviden cargar con la cruz que el aprendizaje de la vida les dio, porque cargar con la propia cruz y seguirme significará el rescate de otras consciencias, de las consciencias que se pierden por la falta de fe y de amor.
Hasta hace poco tiempo estuve entre ustedes para revelarles los Misterios de Mi Señor; ahora han conocido una parte de Mi Reino. Retornando sobre las nubes, enciendo con Mi Luz a los corazones que necesitan del fuego de la redención. Algunos discípulos están preparados, aún falta que den el sí los que se han distanciado.
Guarden el regalo y la Gracia de Mis Palabras porque llegará un día en el que ellas no resonarán más y solo se escucharán con el oído interno del corazón. Han recibido tanto que ahora cada alma deberá dar su testimonio de vida en estos tiempos definitivos. Mirando hacia la Ley Mayor de Mi Padre, confíen en ella y dispónganse para perder un poco más de sí y entrar en el Reino esperado del Paraíso.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Paz Infinita para todos,
Cristo Jesús, vuestro Amado Instructor
Queridos hijos:
Como Señora de la Divina Defensa, hoy los llamo a orar por la protección de los Centros Marianos, y en especial por Mi Centro Mariano Nacional de Luján que en estos días ha vivido situaciones límite.
Por eso, hijos Míos, con la bandera de la paz en Mis manos, Yo los invito a peregrinar, por amor, hacia los hogares más necesitados de esa región y, a través del servicio y la donación, suplir lo que Mis hijos de la región de Luján necesiten.
Queridos hijos, Mis Centros Marianos están en vuestras manos, y Dios contempla la honorable Gracia que todos Mis hijos pueden ofrecer y realizar a través del servicio de ayuda y de oración a los más necesitados. Hoy no solo los invito a la oración, también a servir en el final de estos tiempos.
Mi Hijo los llama a ser misericordiosos y ya llegó la hora de entregar todo al Señor por la salvación de las almas.
Hijos de Mi Hijo Jesús, ovejas de Su amoroso rebaño, como Madre Universal y Madre del Perpetuo Socorro los estoy llamando a orar por los Centros de Paz y también a servir, de manera abnegada y verdadera, a Mis hijos que, durante estos días, han sufrido las consecuencias de la inundación en sus hogares y familias, pero sobre todo en el interior del corazón.
Con reverencia, los llamo a tomar consciencia y a colaborar con Mi tarea universal de salvación.
Queridos hijos, Mi Manto Protector de Misericordia y Amor está sobre ustedes. Oro por ustedes perpetuamente. Oro por ustedes pidiendo a Dios por vuestra salvación, pidiendo Su Misericordia. El tiempo corre rápido y la humanidad debe orar más para impedir acontecimientos irreparables.
Por eso, hijos Míos, estoy con ustedes caminando como Madre, paso a paso, a vuestro lado y como Guardiana de la Fe para vuestros corazones.
Queridos hijos, estamos en el tiempo de la purificación de la mente y del corazón, por eso, los invito a orar sinceramente porque así estarán resguardados bajo Mi Luz Maternal.
Queridos hijos, abriendo Mis brazos para socorrer a todas las almas, en especial al Santuario de Luján, les pido, en este día, que peregrinen sirviendo a Dios y donando vuestro amor a los hermanos, fieles devotos de Mi Inmaculado Corazón.
Les pido que vayan en estos días a Luján a llevar el Amor de Mi Hijo Resucitado y también para que vuestras manos donen caridad y humildad a los que han sido afectados por el temporal que se desencadenó sobre esa región.
Queridos hijos, dos tareas tendrán para cumplir ante Dios:
- Servir a los hermanos de Luján y orar con ellos para que los corazones de Mis hijos sean reparados. Les agradeceré por contestar a este importante llamado.
- Encontrarse Conmigo en Mi Aparición mensual que se realizará, este mes, en la ciudad de Buenos Aires, el día 3 a las 19.30, cuando Mi Corazón Maternal preparará vuestros corazones y vuestras manos para que vayan a servir a Luján en nombre de Cristo. Esta tarea de servicio se extenderá hasta que vuestro corazón se los indique.
Queridos hijos, ¿Me ayudarán?
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Señora de la Divina Defensa
Como la Estrella del Cielo y del Universo, vuestros pasos son guiados bajo la Luz de Mi Inmaculado Corazón. Así vuestros pies caminan por el sendero hacia el encuentro con Mi Hijo. Este es un sendero que se construye en la pacificación y en la fe del corazón.
Queridos hijos, hoy los llamo a alegrar vuestros corazones y a no temer por nada, porque vuestra Madre Celestial está con ustedes, está a vuestro lado observando el caminar de cada alma, observando la definición de cada corazón ante los Planes de Dios. Porque cada uno de ustedes guarda en el corazón algo que es reverenciado por los ángeles del Cielo. Eso tan preciado que ustedes guardan, se llama: pureza del corazón.
Aunque el mundo olvida, día a día, fortalecer el espíritu mediante la oración y el Amor a Dios Creador, hoy los invito a que busquen dentro de vosotros la pureza inmaculada del corazón. Por amor, Dios les ha entregado a Su Hijo Predilecto, quien lesdejó el camino de la verdad y de la salvación.
Por eso, queridos hijos, hoy reverencien, adoren y glorifiquen la Presencia del Hijo de Dios en vuestras vidas.
En este día de importante reparación del Corazón de Cristo les pido que, por amor, entreguen vuestras vidas a Jesús y que encuentren, en el Amor Misericordioso de Cristo, la puerta para vuestra salvación y redención.
Hijos Míos, nuevos instrumentos de Cristo, nuevos fuegos de Su Misericordioso Amor deben despertar en este tiempo porque las almas, como chispas del Amor de Cristo, ayudarán en la salvación de las esencias mediante el servicio y la consagración.
Hoy, queridos hijos, quiero que recuerden que ustedes son esencias preciosas de Dios y que más allá de vuestra comprensión y de vuestra razón existe la expresión del Amor del Padre en cada una de Sus criaturas. Si al menos las almas recordaran que son esencias creadas por Dios, los pasos en la consciencia podrían estar unidos a Su Voluntad.
Queridos hijos, como Madre de la Redención, dejo hoy a cada uno de vuestros corazones Mi corona de estrellas, para que, guiados por Mi Amor Inmaculado, reconozcan el valor de vuestra fe y de vuestra confianza absoluta en Dios Creador.
Hoy también les digo que por nada teman y caminen, caminen en la oración porque ella será vuestro escudo para los momentos importantes. Uniendo, día a día, vuestros corazones en la fraternidad ustedes podrán llevar grabado en vuestros seres la Eterna Paz Celestial del Señor.
Difundan el poder misericordioso de la oración y que vuestras vidas revelen, a los que están distantes de Dios, las enseñanzas y las transformaciones que Cristo ha hecho en vuestras consciencias.
Sean nuevos pastores de la oración y, mediante el ejercicio orante, sean Conmigo guardianes de todas las almas. Recemos por la presencia de la Misericordia de Dios en el mundo.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Por la conmemoración de Mis apariciones mensuales en los días 25 en Medjugorje, hoy los invito y los reúno en nombre de Jesús para que vuestros corazones contemplen la existencia del Centro Mariano de Figueira.
Al cabo de veinticinco años de instrucción, necesaria para vuestras vidas y amorosa para vuestras almas, hoy les anuncio que la Bienaventurada Madre Universal, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, caminó silenciosamente junto a ustedes por esta senda de enseñanzas y aprendizajes.
Queridísimos hijos, quiero que hoy comprendan en vuestros corazones que Dios Padre se manifiesta no solo a través de Mi Inmaculada Voz, sino también a través de todos los que de corazón se donan para concretar el Plan Divino en la Tierra.
Por eso, hijos Míos, Dios Padre es el Gran Árbol de la Sabiduría, sus raíces y sus ramas son la expresión del Infinito Universo y sus hojas son la emanación de las almas sobre este amado planeta.
Queridos hijos, para que eso exista en toda la vida creadora, existe en vuestras vidas la presencia de la Madre Universal, de la Reina de la Paz, de la Estrella de la Mañana que anuncia el nuevo tiempo antes de la llegada de Su Hijo.
Queridos hijos, por eso, vuestras vidas y vuestras esencias siempre están unidas a la esencia del Corazón de Dios. Como Madre del Mundo, como Señora de los Cielos vengo a vuestro encuentro para revelarles el verdadero misterio de vuestra fe y de vuestras vidas; ese misterio se llama Amor al Todo, Amor al Único, Amor a la Voluntad de Dios.
Por eso hoy, con el Rosario de la Paz entre Mis benditas manos, de nuevo los invito a la oración porque, día a día, muchas almas se pierden y no encuentran el camino hacia la Luz.
A ustedes, Mis queridos hijos, que están despiertos a la vida del espíritu, solo les bastará en este tiempo servir: servir al donarse, servir al amar, servir para reparar el Corazón de Mi Hijo.
Mediante vuestra madurez interior y con la oración como ejercicio primordial, ustedes estarán dando pasos seguros hacia la consagración de vuestros pequeños corazones.
Hijos Míos, en este 25 de octubre, y después de muchos acontecimientos ya sucedidos por la presencia de Mi Inmaculado Corazón, los llamo al despertar de vuestra consciencia para que, bajo la Voluntad de Dios, surjan nuevos y donados servidores marianos de la paz. Estos soldados de la paz tienen el espíritu de amar la oración, de estar en servicio interno por las almas y de encontrar, en la Voluntad de Dios, la aspiración de alcanzar la Eternidad.
Hijos Míos, despierten al llamado y escuchen en vuestros corazones la Voz del Único y Gran Señor.
¡Les agradezco!
Gracias por contestar a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos y amados hijos del Padre:
Todas las ofensas que se generan en el mundo son perdonadas día a día a través de la Insondable y Poderosa Divina Misericordia que brota como manantial desde el Sagrado Corazón de Jesús.
Por eso hoy, Mis pequeños, ustedes deben entregarse en la fe a ese infinito misterio de perdón y de reparación para los corazones que han caído en faltas que ofenden a Dios.
Para que el mundo y las almas alcancen la paz y la armonía universal, necesarias en este final de tiempo, Mi Hijo precisa de humildes y espontáneos soldados de la Misericordia.
Queridos hijos, el Rey Universal del Amor de Dios, Jesús Cristo, aguarda diariamente que nuevos soldados, a través de la oración, el servicio y la fraternidad puedan ser Sus instrumentos para que Su Misericordia se difunda por el mundo. Los corazones aún no han comprendido el verdadero misterio de los Rayos misericordiosos de Jesús; por eso, hoy los invito a difundir esta importante Gracia que Mi Hijo está derramando sobre el mundo entero.
Mis niños, en Su Dolorosa Pasión se irradiaron los más altos Estados de Amor que brotaron desde el Corazón herido de Jesús. Ahora, resucitado, Él los llama a la conversión de vuestras vidas y a beber de la propia Fuente de Cristo, la cual todo lo sana y todo lo cura.
Queridos hijos, es hora de despertar ante esa magnífica y esplendorosa Gracia de Redención y de Perdón a la que Mi Hijo los está llamando a ser partícipes.
Que vuestras vidas solo sean Misericordia. Que vuestros actos sean misericordiosos. Que vuestras palabras y pensamientos sean impregnados por la Divina Misericordia. Que el Fuego del Amor de Jesús los convierta en instrumentos de Su Insondable Misericordia.
Queridos hijos, ¡aún están a tiempo!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
En este tiempo importante recuerden la única Estrella Guía que los ilumina, que los rige, que los ama, que los conduce hacia el Universo Infinito de Dios. Recuerden al Maestro de los maestros. Recuerden en vuestras vidas al Instructor, al Pastor, a la Esencia del Amor de Dios.
¡Hijos Míos, amen a Jesús Cristo, vivan en Jesús Cristo y por Jesús Cristo!
Queridos hijos, hoy los llamo a orar por la paz, paz que es urgente en las esencias y en las almas de todos Mis hijos. Hoy los invito a servir al Creador con el corazón, a donarse a Dios con el corazón y a permanecer en los brazos de Dios, vuestro Omnipresente y Eterno Padre.
Queridos hijos, pequeños hijos, ¡no teman!, ¡por nada teman! Abracen a Jesús. Sientan Su Insondable y Magnificente Corazón de Misericordia. Sostengan vuestra vida bajo Sus Rayos y vigilen en oración por la existencia cada hermano.
Hijos Míos, si ustedes aceptan dar la vida, el alma y la existencia a Cristo, ¿qué perderán?, ¿qué encontrarán en vuestros corazones? Hoy Yo les diré. Queridos hijos, vuestras vidas en Cristo, en Mi Hijo, hallarán el consuelo, el alivio, el amor, la confianza en Dios, la eternidad.
Queridos hijos, como Madre de la Divina Eternidad les pido: ¡confíen!, ¡confíen en Mi Llamado Maternal y Universal! Porque Dios solo Me pide que vuestros corazones estén resplandecientes y consagrados a los pies del Creador.
Mi alma materna busca almas que aspiren a encontrar la paz, el perdón y la redención. Hijos Míos, Mi voz reverbera silenciosamente en vuestros corazones por un solo motivo: vivir en Cristo aguardando Su llegada celestial.
En unión a todos Mis hijos les agradezco por vuestra respuesta a lo largo de este último año.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy, una vez más, en Mi visita espiritual a Medjugorje, Yo les pido que reconozcan la presencia de Mi Paz en vuestros corazones. Mi Amor quiere convertir vuestras almas en un jardín de rosas y en un inagotable manantial de paz.
Hijos Míos, aceptando este llamado de Mi Corazón Materno, en ustedes no existirá más dolor, para que así nazca de nuevo el Amor del Redentor.
Queridos hijos, quiero que vuestras consciencias ya no reclamen más por las dificultades y por las pruebas de la vida. Yo los invito a permanecer en Mis brazos Maternales para que caminen en el sacrificio.
Pequeños Míos, el mundo está cargando con mucho dolor, por eso, ustedes deben ser verdaderas emanaciones de Mi Paz sobre la faz de la Tierra.
Queridos hijos, para corregir el pasado, las pruebas o el dolor, deben entregar vuestras vidas a las Manos del Creador. De esa manera, en nombre de todos los que no oran, no adoran y no aman a Dios, ustedes estarán haciendo una importante entrega de vuestros corazones al Altísimo.
Caminen, en este tiempo, bajo la Valentía y el Amor de Cristo, porque vuestros corazones misioneros ahora deben darlo todo por la humanidad.
Sonrían a la vida que Dios les ha dado con tanto amor; agradezcan desde el corazón y sirvan en paz a los más necesitados mediante la oración y el servicio del corazón. De esa forma, las torres de la paz se erguirán desde la Luz de vuestros corazones.
¡Les agradezco por estar viviendo Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Sigamos juntos por el camino de la paz y de la unidad, porque de esa manera, pequeños míos, estarán en Mi Reino, el Reino de Mi Hijo Jesús, el Paraíso, lugar en el que sus corazones deben aspirar a estar junto a Dios.
Queridos hijos, abran el portal del corazón para que Mi Luz Inmaculada los pueda colmar e impregnar con la Presencia del Espíritu Santo. Abran los brazos para que el corazón de paz que existe en cada uno de ustedes pueda emerger desde lo profundo del alma y allí siempre pueda reinar Dios.
Hijos Míos, esparzan la paz que Yo les estoy entregando, paz que es necesaria en el corazón de todos Mis hijos de este mundo.
Para que la paz prevalezca, ustedes deben ser como el agua que brota desde el manantial de Mi Corazón Maternal.
Ustedes deben ser fuente de oración para así renovar la vida bajo el Espíritu Divino del Señor. Ustedes deben ser expresión de la fe para este mundo. Deben ser el Fuego del Espíritu Santo que pueda, a través de la oración, despertar y curar el dolorido corazón de la humanidad.
Ustedes, hijos Míos, son parte de esta Creación, y Dios los creó para servir en caridad y en amor a los semejantes, instaurando así, la Nueva Fraternidad en toda la humanidad.
Sientan que todo lo que Yo les digo y lo que emana de Mi Corazón, día a día, es verdadero. Con la oración y el amor, sus corazones permitirán convertir sus almas en simples instrumentos al servicio del Divino Padre Creador.
Abran nuevamente sus corazones y sólo encuentren descanso en las Manos de Dios.
Dejo para ustedes una misión: orar para que el Manantial de Paz que se encuentra en el Cielo descienda sobre la Tierra.
De esta forma, hijos Míos, sus vidas corresponderán a los Planes de Dios.
Caminen en la fe; todo está bajo la mirada de Mi Reino Maternal.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
¡Alabado sea Jesús en sus corazones y en los corazones de todos Mis hijos en el mundo!
Hijitos Míos, hoy los llamo a practicar la humildad del corazón, humildad que puede ser ejercitada a través de la oración diaria y que los llevará a encontrar la paz y la mansedumbre que es necesario vivir en el final de estos tiempos.
Por eso, unidos a Mi Corazón Inmaculado podrán encontrar la Luz de Mi Hijo para el camino que desde ahora los invito a recorrer: el camino de la humildad. Un corazón humilde es un corazón manso, abierto y receptivo a todos los pedidos de servicio y de donación que puedan llegar a sus vidas.
Vivan de los ejemplos que el pequeño Jesús manifestó en cada uno de sus pasajes, aquí en la Tierra. Hoy los invito a recordar, Mis pequeños, el nacimiento de Jesús en Belén, la presentación al Padre del niño Jesús en Mis brazos, como también el hallazgo de Jesús en el templo. Queridos hijos, Yo los quiero entrenar en el camino de la humildad, y cada uno de estos vivos ejemplos que Jesús transmitió a toda la humanidad puede ser un valioso instrumento espiritual de conversión.
Queridos hijos, ustedes saben que la humanidad aún no es humilde delante de Dios. Por eso Él Me envía, mediante Jesús, hacia ustedes, para que recuerden que ya es el momento de renunciar a sí mismos, de trascenderse y de encontrar el verdadero Reino de Dios.
Yo los acojo a todos en Mis brazos de maternidad.
Sepan hijos Míos, que Mi Inmaculado Corazón se consagró a Dios por todos ustedes. Por eso Yo los amo y los encamino hacia el nuevo tiempo de la Eterna Paz, Paz que debe vivir el mundo para poder estar dentro del Reino Eterno de Dios.
En Jesús, ¡alabado sea el Rey del Universo!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Bienaventurados los pequeños y humildes de espíritu, porque de ellos brotará el Amor de Mi Amado Hijo.
Queridos hijos:
Hoy los invito a plasmar, a través de la oración del corazón, un espíritu humilde de servicio y de donación a la Voluntad de Dios.
El día a día de sus vidas les proporcionará un espíritu humilde a través de la caridad y del servicio a los semejantes.
Queridos hijos, si ustedes tuvieran un espíritu humilde la humanidad ya podría ser otra y sería permeada por una Gracia Mayor. Sé que muchos de Mis amados hijos, que se han entregado en las manos de Mi Hijo, buscan a diario ese propósito y ese Don Interior Divino; pero Yo hoy les digo, Mis pequeños niños, que para los espíritus humildes todo pasará, mas el verdadero Reino de Mi Inmaculado Corazón prevalecerá en la vida de cada uno de Mis hijos.
Hijos Míos, cada pequeña alma que se consagra a Dios es una victoria en el Reino de los Cielos porque es un alma más necesitada de Luz y de Redención, que se incluye en el Propósito de Salvación.
Queridos hijos, que Mi Corazón Maternal sea un refugio y unreparo interior para cada uno de ustedes. Así Mi Luz universal los podrá auxiliar a cualquier hora cuando solo se unan a Mi Amor Maternal.
Recojo hoy del mundo a muchas almas de Dios que, gracias a la respuesta a Mi llamado, han podido ser elevadas hacia un Reino más cercano a la Faz del Señor.
Hijos Míos, hoy les entrego esta llave del espíritu humilde para que sea el verdadero motivo de renovar sus vidas de oración y de donación a Dios.
Sepan, queridos hijos, que cada acto de Amor verdadero repercute sobre el mundo necesitado de Luz.
Por todo esto, la Misericordia de Dios es grande en estos tiempos, y así Mi Faz de Misericordia estará con ustedes los días 25 y 26 de mayo en Fátima, Portugal.
Gracias por responder a Mi llamado.
Mi Amor Maternal para todos.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Cuando las almas se abren para responder a Mi llamado de paz, la Voluntad de Dios se manifiesta en todo lo que es creación y vida. Los corazones reciben la Ley del Amor y de la Gracia porque sus vidas son tocadas por el Amor Misericordioso de Dios a través de Mi Hijo.
Cristo les enseña a caminar en la verdad, en la pureza y en la transparencia porque vuestras vidas, en este tiempo, deben ser cristalinas como el agua, puras como el alma y alegres como el corazón.
Hijos Míos, por la respuesta de todos ustedes a Mi Llamado Maternal, hoy les agradezco por la perseverancia y por la fe de todos. Mientras continúan imitando el camino de Mi Hijo amado podrán auxiliar a la humanidad, no solo a través de la oración del corazón, sino también a través del servicio humilde de cada uno de sus corazones ofrecido a todos Mis hijos que están expandidos sobre la faz de la Tierra.
Por eso, queridos hijos, permitan que desde ustedes brille Mi esperanza por la conversión de todos; de esta manera Mi Paz y Mi Corazón Maternal estarán por más tiempo auxiliando a todos y los conflictos desaparecerán ante la presencia de Mi Inmaculado Amor.
Hoy les entrego la Luz de la Fuente de las Gracias de Dios Padre para que todos, como uno, puedan caminar hacia la redención de la vida y del corazón.
Sepan, hijos Míos, y recuerden que cuentan con la amorosa ayuda de los ángeles de la guarda. Ellos son el suspiro del Amor de Dios sobre la Tierra y ellos esperan ser acogidos y recibidos en cada una de sus pequeñas vidas.
Los llevo siempre hacia Mi Hijo, el Cristo Resucitado, para que en comunión y en oración con Él encuentren el nuevo camino hacia Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
¡Luz para toda la Tierra!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más