Queridos hijos:
Como la Madre de la Justicia, a través de Mis pedidos, Yo les hago conocer la Ley de Dios y los efectos positivos que tiene en esta humanidad.
Para encontrar el camino de la Ley y vivir en ella, Yo les enseñé, hijos Míos, el verbo de la oración, porque la oración del corazón es una Ley poco conocida. Aquel que se une a ella, descubre y sabe cómo estar dentro de la Ley del Creador.
Hoy, la humanidad está lejos de la Ley del Equilibrio, de la Armonía y, principalmente y, principalmente de la Ley del Amor Divino, todo esto es consecuencia de que el hombre crea sus propias leyes y las lleva adelante ignorando por completo que la verdadera Ley es la del Amor y la de la Unidad Interior.
Las leyes de la Tierra dominan consciencias y regiones distantes y esto recae siempre sobre los más desprotegidos. Por eso, como su Madre de la Justicia, les enseño en este tiempo cómo deben buscar y encontrar la Ley Interior a través de los actos de amor y de caridad.
De esa manera, hijos amados, estarán camino del encuentro de las Leyes de Dios. Recuerden, queridos hijos, que las primeras Leyes que Dios les entregó a través de Moisés fueron los Mandamientos, que en estos tiempos están completamente olvidados y no son cumplidos.
Las Leyes Divinas perduran y actúan a través de los tiempos, de los universos y de la humanidad. Cuando las Leyes no son cumplidas y son alteradas por la humanidad, se padece el resultado y la consecuencia de ello.
A través de los Mandamientos que Dios transmitió por medio de Moisés, toda la raza debía ser educada y preparada para encontrar el camino de la rehabilitación y de la paz. Ahora, que todos pueden ver cómo la humanidad transgrede la Ley, Yo los invito, hijos, de forma especial e inmediata, a vivir en las Leyes de Dios antes de que sea demasiado tarde.
La primera Ley que deberán practicar e implantar en sus vidas, es la Ley del Perdón y de la Reconciliación; solo con esos dos principios tendrán trabajo y esfuerzo para conseguirlo. Y recuerden, Mis amados, que su Madre de la Ley siempre está presente para ayudarlos a crecer desde el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva al conocimiento de las Leyes de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Desde el Cielo contemplo las necesidades de redención del mundo y las causas que impiden a la humanidad alcanzar esa redención.
Por eso, queridos hijos, día y noche rezo por todos ustedes, para que los que más transgreden la Ley de Dios, al menos reciban su redención en el día definitivo.
A través del apostolado, que es el verdadero testimonio del amor a Cristo, la humanidad nuevamente recibe un llamado para que recuerde la Misericordia y el Amor del Creador; así las puertas de la conversión y de la reconciliación se abrirán para guiar a las almas por los caminos de la Santa Paz.
Ahora hijos, día a día los fundamentos del Evangelio de Mi Hijo y de Su Santa Palabra son el camino urgente para reencontrar la unión con el Padre Celestial, antes de que el mundo desencadene el tiempo de su purificación más aguda, en el que toda la Tierra se liberará de las deudas que durante siglos la oprimieron.
En este tiempo, en el cual Mi adversario despierta en las almas pecadoras ambiciones de conquista, aniquilación y muerte, Yo los llamo a buscar la serenidad, la oración y la paz. De esa forma hijos, permitirán que la Divina Justicia pueda actuar como el Universo lo prevé.
Hijos, recen Conmigo, quedándose todo el tiempo a Mi lado, así reconstruiremos esta vieja humanidad en una raza de esperanza y de perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado a la perpetua oración!
Los une al Amor Universal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Que en vuestro tiempo de purificación solo exista el motivo de servir a Dios y a Su Plan universal por encima de ustedes mismos.
Hoy los invito, pequeños Míos, a ver los brotes que dieron las semillas de luz crística que con tanto amor y esfuerzo fueron colocadas en el tabernáculo de vuestros corazones.
No dejen de mirar la grandeza y la transformación que Mi Hijo ha realizado en ustedes. Con espíritu de fe y determinación vivan el ciclo de vuestra purificación, ofreciendo al Padre Eterno todos vuestros dolores e incomodidades por aquellas almas que están aquí en la Tierra y que no se dignan siquiera mirar a Dios ni recordarlo como algo primordial para este tiempo.
Por eso les digo, hijos Míos, compadézcanse de aquellos corazones que, sometidos por el lujo y la modernidad, pierden el camino que los lleva a creer en Dios. Dios Padre les confía ciertas pruebas para que, entregándolas a Su Corazón de Amor vivo, el mundo pueda ser nuevamente aliviado.
Aquellos corazones que no escuchen a la Madre Celeste solo les restará vivir y padecer el resultado de sus propias elecciones de vida.
Hijos, el camino es único, ya no existen dos; es con Cristo o es en contra de Su Voluntad Mayor. Sean para este ciclo portadores de la Gracia, representen el nuevo apostolado redentor de Mi Hijo y den testimonio de Su próxima y segunda venida al mundo.
Con vuestros pequeños espíritus en lo más alto del Cielo, hoy reciban hijos la consolación y la paz de vivir vuestra purificación como una oferta de constante sacrificio y reparación. No se cansen antes del esperado tiempo, el Cielo espera por vuestra madurez y redención para que el Reino de Dios al menos se establezca en las almas transformadas por Cristo.
En la paz encontrarán las fuerzas internas para enfrentar el término de un tiempo destruido y deteriorado por la consciencia de la humanidad.
Ustedes Mis queridos, volviéndose apóstoles de Mi Hijo y profesando vuestra constante fe, alcanzarán la Gracia de siempre tenerme a vuestro lado, hasta en los momentos de mayor tribulación.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los protege vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
Así como Mi Corazón jamás se cansa de venir a vuestro encuentro, también ustedes deberán ser incansables en la búsqueda de la consagración de la vida a Mi Inmaculado Corazón.
Ha llegado la hora de consolidar los pasos que ya se construyen en sus almas y, para eso, solo les pido que recuerden día a día la simplicidad del corazón.
Mi presencia ya vertió Gracias infinitas sobre vuestros pequeños corazones. La cura que existe en Mi Reino ya fue derramada sobre vuestras almas, curando así todo aquello que les impedía aproximarse a una realidad Divina. Deben ahora confiar en la grandeza de estos milagros que llegan al mundo y sobre ellos construir una morada segura en la cual recibirán a Mi Hijo.
Mis queridos, Mi Corazón se alegra porque llegó el momento que las almas se confirmen en este sagrado camino. Todas las puertas que conducen a Mi Reino hoy están abiertas y, a todos aquellos que necesiten de auxilio para ingresar en este Reino, les será concedida la ayuda que necesiten.
Es por eso, Mis amados, que contemplo con alegría el momento de pruebas que muchos de Mis hijos están viviendo, porque este momento no es nada más que una oportunidad de madurez y fortalecimiento del espíritu que el Señor entrega a Sus pequeñas criaturas.
En este tiempo quiero ver relucir una sonrisa en el rostro de Mis hijos y que, de esta forma, demuestren al mundo que les fue entregada la Alegría Divina de estar al lado de la Sierva fiel de Dios.
Mis amados, una vez más les digo que vengan sin demora a Mis brazos y que no esperen los pasos de otros para entregar vuestras vidas. Sean pioneros en el descubrimiento de un amor que nutre y hace renacer los espíritus que están caídos y, a través del ejemplo de vida, den al mundo el testimonio de Mi presencia.
El mayor milagro que realizaré al final de este tiempo es el milagro de la conversión de los pecadores más perdidos; es el milagro de enseñar a amar a los corazones que se sentían más cerrados; es el milagro de curar y redimir a todos los espíritus que jamás creyeron que podrían retornar a Mi Reino.
Hijos Míos, estar a Mi lado no es una Gracia concedida a pocos, es una oportunidad universal que el Señor entrega al mundo. Por eso, vengan a Mí todas las criaturas de la Tierra, los que se sienten dignos y los que se sienten indignos de acompañarme, porque para Mí no existe predilección. Las almas son todas iguales delante de Dios: criaturas salidas de una misma Fuente para la cual deben retornar en este tiempo, así como están.
Yo los bendigo y los recibo en Mis brazos.
Que la Divina Alegría que irradia Mi Corazón se exprese en vuestras vidas.
María, Madre y Reina de la Paz
En las doce estrellas de Mi corona encontrarán la guía que Yo vengo a anunciar al mundo. Ellas son como la estrella guía de Belén para cada uno de Mis hijos. Las estrellas son como el amanecer y el lucero en el Cielo para todos aquellos que deben resucitar a la vida en Cristo.
Queridos hijos, con inmenso gozo los llevo hacia el Corazón de Mi Hijo quien debe ser amado y venerado diariamente por esta humanidad. Esta preparación les permitirá recibir al Redentor por segunda vez.
Queridos hijos, hoy los quiero invitar a que contemplen el Rostro Misericordioso de Dios Vivo a través de la presencia de Mi Hijo. Que ustedes también testimonien la Presencia del Corazón Amadísimo de Dios por medio de Mi Corazón Inmaculado.
Sepan, hijos Míos, que en Mis estrellas podrán ver el nuevo amanecer, los largos años de paz, aquella promesa escrita en el Corazón de Dios Padre para todos Mis hijos.
En el adorable y venerable Corazón de Cristo ustedes hallarán el camino seguro que los conducirá hacia el Reino de Dios.
La humanidad puede, con la oración, remediar el pasado y el sufrimiento que ella misma ha gestado desde hace tiempo. Ahora, Mis soldados marianos deben expresar la esperanza y la redención para todos los que aún no las tienen.
También, hoy les anuncio, queridos hijos, que Mi presencia mensual los días 12 y 13 de mayo, nuevamente en la resurgida y amada Portugal, se extenderá hasta el día 14 de mayo en una peregrinación de todos los presentes en las apariciones hacia el Santuario de Fátima y Aljustrel. En ese ejercicio ustedes estarán, como tantos otros hijos, aliviando Mi Inmaculado Corazón y aliviando la Justicia prometida para Europa. El Ángel del Señor los ayudará y Él considerará esa oferta humilde de parte de todos.
Gracias, hijos, por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más