En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy vengo a un lugar, a una ciudad, a un país que está viviendo los primeros momentos agudos de la humanidad. Por esa razón, Yo estoy aquí entre Mis compañeros, amigos y servidores.
Vengo para consolar al corazón afligido. Vengo para traer cura al corazón enfermo. Vengo para traer alegría al corazón que perdió la esperanza. Porque estos son tiempos cruciales para la humanidad, resultado de sus elecciones y decisiones de vida. Con nada de esto tiene que ver vuestro Dios, Nuestro Padre Celestial. Él envía a Su Hijo para auxiliarlos y socorrerlos porque ustedes, compañeros y servidores Míos, han dado testimonio de Mi Presencia en sus corazones y en las acciones de la vida. Por esa razón, también estoy aquí para que, unidos en la fe, aprendan a trascender el fin de los tiempos, primero dentro de ustedes, y para después ayudar a la humanidad, a todos sus hermanos y conocidos.
Estos son tiempos inexplicables, en los que las naciones están definiendo su destino y en ese destino hay millones de almas, muchas pero muchas almas inocentes, especialmente almas que deberían estar en este tiempo y en esta humanidad, y que no las quieren dejar estar debido a la libertad que hoy asume la mujer en la humanidad. Esto también es una aflicción para Dios, porque los hombres y mujeres de la Tierra no quieren vivir Sus Leyes, sino alterarlas. Es no tener consciencia de la Verdad y del resultado de lo que esto significa para la vida en la superficie de la Tierra.
Por eso, también son tiempos de Misericordia, porque la Misericordia concederá milagros, llevará a las almas hacia Dios y permitirá que los corazones se reconcilien, unos con otros, sabiendo que es necesario aún curar muchas heridas en los corazones y también en las naciones. Por eso, Nuestro peregrinar por las naciones del mundo se volverá, cada día más exigente, desafiante y diría, de una gran osadía, porque son tiempos en los que las fuerzas retrógradas del planeta quieren mantenerse en la humanidad para tenerla presa y oprimida. Pero la Luz y el Poder del Cetro de Dios llegará, de la Mano del Hijo del Hombre, para liberar a los corazones y a las almas de la Tierra que viven las prisiones de la vida, que viven la opresión, que viven la perdición.
No puedo prometerles, compañeros, tiempos de alegría porque lo que hoy vive la humanidad es por su propia elección. Pero si están Conmigo, Yo les puedo prometer tiempos de júbilo, de milagros, de conquistas internas y espirituales, tiempos de trascendencia y de cura, momentos de perdón, de reconciliación y de paz, aunque el mundo en su superficie esté en constante batalla.
Toda la Creación está llegando al momento de su Juicio Universal y, cada día que pasa, ese momento se aproxima a la consciencia humana. Nadie estará excluido de ese acontecimiento. No será un Juicio para castigar, sino que será un Juicio para rever, para reflexionar y madurar y, especialmente un Juicio para corregir.
El Padre Celestial Me ha enviado a la Argentina, en esta situación y circunstancia, y también Me envía por el mundo entero, por todas las almas, por todos los pueblos y todas las culturas, por todas las religiones, para que Yo les anuncie la Buena Nueva que debe despertar en sus corazones la oportunidad de volver a Dios y de estar ante Su Presencia; sabiendo que el Padre Celestial espera entregarles Su Amor y Su Bondad, Su Misericordia y Su Perdón para que, verdaderamente, compañeros Míos, aprendan a ser felices en la vida espiritual y material, uniéndose todos los días a la Fuente de Dios, sabiendo mantener, dentro de sí, el contacto interior.
Mas, lo que Me mueve a venir a las naciones del mundo es la adhesión de Mis compañeros, servidores y colaboradores, de los peregrinos, de los que intentan seguir fielmente el Camino de Cristo. Esto es lo que Me motiva a venir aquí, especialmente a la Argentina, porque sé que existe el potencial para gestar, dentro de cada corazón argentino, su proceso de redención y de perdón, para que vuelvan a ser como en los tiempos pasados, los apóstoles de Cristo.
Dentro de cada uno de ustedes, dentro de cada uno de Mis hijos de Argentina, existe una luz desconocida que aún no han descubierto. Argentina tiene una tarea importante como país y como pueblo, como una parte de la humanidad que preparará, por su compromiso, el Retorno de Cristo. Y esto ayudará, beneficiará y favorecerá a las demás naciones del mundo, como por ejemplo a Uruguay que no se está abriendo para escuchar la Voz del Padre Eterno.
Este es el tiempo, compañeros, de saber luchar por medio del amor y sin espadas, porque el triunfo de Mi corazón se dará en la concreción del Plan Divino en sus vidas, con sus ejemplos, en su fidelidad Conmigo. Esto es lo que Yo necesito, algo tan simple pero profundo, algo que nace del corazón de aquel que comprende, más allá de Mis Palabras, el Propósito de su Maestro y Señor.
Vengo a colocar en Argentina un bálsamo de paz y de reconciliación, sabiendo que Dios, su Padre Celestial, no puede estar ausente de la consciencia de Argentina y no puede ser sustituido por las formas de vida y por las elecciones, tan inconscientes, de los hombres y mujeres de este país.
No pueden entrar, compañeros, en la misma corriente de conflicto, de adversidad o de caos. Por medio de la oración, activen el Rayo de la inteligencia, del discernimiento y de la ciencia; y tendrán fe y conocimiento para poder superar el fin de los tiempos y así poder ayudar a sus hermanos, a los más ignorantes, a los más perdidos, a los que no tienen a Dios y a los que lo niegan completamente.
Pero los tiempos más difíciles llegarán y no será necesario que los vivan. Aún tienen tiempo para poder recapacitar y reconciliarse con Dios, así como Mi Madre lo pidió una vez en Fátima a toda Europa, después de que Europa fue completamente destruida por la adversidad y el caos. Pero, en la Argentina, a pesar de sus tiempos difíciles, existe una pureza que aún es desconocida, una pureza especial que les ha dado Dios para que por medio de su Rayo de Voluntad-Poder aprendan a alinearse con el Propósito y a manifestar Su Voluntad. Sé que aún no alcanzaron esto, pero mantengan firmes sus aspiraciones para poder gestar, sobre la superficie de la Tierra, una verdadera familia espiritual que es parte de la Hermandad Divina de Nuestros Corazones y que, más allá de todo y de cualquier acontecimiento, se une a Dios de corazón y en fidelidad.
Hablo tanto de fidelidad, compañeros, porque es lo que los protegerá de ustedes mismos, no solo a Mis compañeros de Argentina, sino a todos Mis seguidores, servidores, colaboradores y consagrados. El mal no conoce la fidelidad, la fidelidad a Dios, a Su Propósito, a Su infinita Voluntad y Sabiduría. Si ustedes conocen la fidelidad, se volverán verdaderamente libres de las cadenas, de las amarras, de las opresiones de la vida y del caos planetario; porque la fidelidad siempre los podrá llevar a la paz, a la confianza y a la certeza absoluta de que Dios está en ustedes y en todo.
Argentina es el preámbulo de grandes acontecimientos que se avecinan y que se aproximan. La adhesión de los corazones, por poco que parezca, representa mucho para Dios. Por eso, Su aproximación a la consciencia de los argentinos se dará en estos meses de agosto y de septiembre de una forma especial, porque será la preparación para una nueva etapa de desafíos, de exigencias y de entregas cada vez más profundas y definitivas.
Sé que muchos podrían no sentirse preparados, aptos ni disponibles para lo que les estoy diciendo y pidiendo, pero crean y confíen que si siempre están Conmigo y Me llaman, lo podrán lograr porque conozco a sus personas, a sus almas, a sus espíritus y a toda su vida interna. No pediría algo que nunca pudieran alcanzar, pero hay una parte que ahora le corresponde a cada uno de Mis compañeros, servidores, colaboradores y consagrados.
Cada uno tendrá su momento de entrega y de profunda definición, que será entre el alma y Dios, para que la Gracia Divina siga descendiendo al planeta y a la humanidad. Y, a pesar de que en la superficie de la Tierra ya nada tenga sentido ni motivo, habrá una razón de seguir estando aquí, en este planeta azul, por esta creación y por esta sagrada naturaleza que les ha dado el Padre Celestial para que aprendan a contemplarlo, a adorarlo y a amarlo en todo lo que vive y vibra.
Sé que quisieran escuchar palabras preciosas, agradables y que consuelen a sus corazones, pero yo nací en la superficie de este planeta no solo para anunciarles la Buena Nueva, sino también para decirles siempre la Verdad que los hará madurar y crecer interiormente.
Que esta Maratón, tan importante para Mí, sea una Maratón de madurez y de crecimiento en la consciencia y en las acciones, para que nuevas responsabilidades puedan ser entregadas en sus manos y puedan seguir representándome en este tiempo crítico, en el que la mayoría de las almas no quiere ver a Dios.
Le pido al mundo entero que ya no culpe más al Padre Celestial por lo que le sucede, que asuman la responsabilidad de lo que hacen, día a día, sabiendo que el Universo les dió leyes y mandamientos para estar alineados con el Propósito y para saber seguirlo sin necesidad de perderse ni confundirse.
Coloquen sus consciencias en lo que es vertical, en lo que va hacia lo Alto, en lo que los une al Universo y así encontrarán la paz y la fuerza interior para seguir adelante, para seguir Mis pasos, de pies descalzos y humildes que los llevarán al encuentro de la Vida Crística.
Que esta Maratón sea un motivo de renovación, de conmemoración, porque se cumplen más de seis años desde que Yo les pedí, compañeros, ofrecer la Maratón de la Divina Misericordia en estos tiempos difíciles, para sostener el Plan de Dios en la humanidad y soportar las corrientes de la adversidad y del caos, aprendiendo a transmutarlas y a liberarlas con la fuerza y el poder que tiene el verbo en la oración.
En la confianza de Dios, Yo les doy la paz y la gratitud infinita por haber preparado cada detalle con amor, consciencia y entrega para su Señor, su Maestro y Redentor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Nada impedirá que Mi Propósito se cumpla en la Argentina, porque si es la Voluntad de Dios se cumplirá.
Cuando enfrenten alguna dificultad o demora por Mí, agradezcan y no se cansen de hacerlo porque les aseguro que estarán muy cerca de Mí.
En los momentos difíciles es cuando Yo cuento más con Mis amigos y compañeros, porque no Me agradan los servidores acomodados y descansados.
Deseo que Mis compañeros no dejen de arder en el amor y en el servicio por Mí, porque esa actitud representará mucho más que estar años caminando a Mi lado.
Mi Corazón se llena de esperanza y de motivos para regresar al mundo cuando Mis compañeros dan el todo por el todo y no son tibios ni quieren resolver todo rápido.
Me alegro al ver cómo Mis compañeros, día a día, se esfuerzan verdaderamente para cumplir lo imposible por Mí.
Cuando alguno de los Míos esté pensando mucho en sí mismo o no tenga la actitud correcta para servir y solo se queje todo el tiempo, que se pregunte si Me está sirviendo verdaderamente y si no está muy cómodo en su situación y en su bienestar.
Yo los llamé, uno a uno, para que fueran Mis guerreros del amor sin condiciones, capaces de ir detrás de Mí hasta los infiernos más impenetrables de la Tierra para ayudarme a redimir y a salvar a los que necesitan urgentemente Mi Misericordia.
Nunca se olviden que Yo los llamé a este sacrificado camino, pleno de bendiciones, de dádivas, pleno del Amor de Mi Corazón, el que no tiene la mayoría de la humanidad.
¡Les agradezco por ser cada día más conscientes de lo que están viviendo y del tiempo en el que están viviendo!
Los bendice y les agradece por asumir, una a una, Mis Palabras de Instrucción,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Iré al encuentro de Mis hijos y compañeros de Argentina para que puedan curar las heridas del pasado, las que aún permanecen abiertas en muchos corazones.
Pero también iré al encuentro de los más pequeños y valientes niños, los que en su inocencia ofrecen a Dios sus sacrificios, para compensar los errores de los adultos.
No todos los niños son felices por estar aquí, en este tiempo final de la transición.
Muchos de ellos se ofrecen a Dios por aquellos corazones que aún no se arrepienten y no piden perdón a Dios.
Mi Corazón irá a Argentina por los niños más inofensivos y pequeños, porque ellos son el futuro de la nación y no pueden perder la pureza que trajeron aquí como servicio de amor a la humanidad, la que perdió su inocencia y su pureza.
En este tiempo, en Argentina existen niños que son grandes consciencias que vinieron en este ciclo de la humanidad para servir y ayudar al planeta; para que los valores de la fe, de la familia, de la unidad y del bien no se desvanezcan de la consciencia de la raza humana, más allá de los acontecimientos y de las situaciones que viva la humanidad como aprendizaje.
Los niños de Argentina y del mundo entero viven para que los adultos los amen y aprendan a cuidarlos y a ampararlos, para que a través de la unidad de la familia, los más pequeños tengan la oportunidad de crecer y de expresar los valores y las virtudes que ayudarán para la renovación del planeta.
Por esa razón Mi Sagrado Corazón irá a la Argentina por los más pequeños, los pequeños e inocentes que vienen de las estrellas para traer y expresar un mensaje de amor para aquellos que lo olvidaron.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Así como en Mi Corazón espiritual guardo a cada una de las almas, de la misma forma guardo a las naciones del mundo, especialmente a aquellas que en el fin de los tiempos tendrán una importante misión.
En este sentido Argentina será la cuna espiritual de los nuevos tiempos, tiempos que vendrán llenos de la Gracia de Dios y que permitirán que ciertos acontecimientos se presenten a fin de impulsar el despertar de las almas.
Argentina es un pueblo y una nación con muchas oportunidades que sus propios habitantes reconocerán, si viven el camino de la redención y del perdón.
Argentina es un país no solo repleto de bellezas naturales, sino que también es una tierra que guarda sus heridas, heridas muy difíciles que Yo mismo iré a cicatrizar a través de Mi Presencia.
Para que la cura llegue a los corazones de Argentina y a todo su pasado, el pueblo argentino y la humanidad deberán invocar verdaderamente por Mi Misericordia, para que desde lo más alto del Universo pueda descender el rayo inmaterial de la liberación y sea ese rayo el que transmute y redima a la consciencia argentina, y así un nuevo ciclo podrá comenzar.
Estaré atento a la voz de las suplicas de cada uno de Mis compañeros.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
De Mi Corazón está surgiendo la Luz que durante el mes de agosto iluminará y bendecirá a la Argentina.
Por esa razón, compañeros, su Maestro y Señor está dirigiendo la Luz de Su Corazón sobre la nación Argentina, para que ella durante el mes de agosto reciba una expiación extraordinaria y las almas más perdidas puedan vislumbrar, por un momento, la Luz Redentora que está surgiendo de Mi Corazón.
Esa Luz, que brota de Mi Corazón y que está emanándose sobre la Argentina, proviene del hecho en el que su Señor y Maestro, cuando estuvo en la Cruz, fue traspasado por la lanza en Su Costado y allí broto Agua y Sangre.
Dios, en ese hecho y por medio de ese acontecimiento, hizo expandir la Luz poderosa de Su Misericordia sobre toda la Tierra, para que el mal fuera vencido y las almas fueran perdonadas.
Hoy, Argentina estará recibiendo la Luz poderosa de Dios a través de Su amado Hijo, y todo lo que, en este presente, esté sucediendo con Argentina, será por un momento contemplado por Dios, para que Sus hijos reciban la Gracia de la redención y del perdón de todos los hechos cometidos.
Argentina deberá ser el sol del Corazón del Señor, que brille en los tiempos difíciles, para que las almas encuentren la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Así como Argentina recibirá en el próximo ciclo la revelación de los tesoros espirituales que guarda desde Tierra del Fuego hasta La Quiaca, Argentina como pueblo también será testigo de acontecimientos nunca vistos por nadie.
Por esa razón estoy preparando el interno de Mis hijos de Argentina para ese tiempo en el que se mostrarán cosas inimaginables para la mente humana.
Argentina verá por sí misma el tiempo de su purificación para que después de ese tiempo todo vuelva a renovarse y a florecer.
Una tierra no puede dar buenos frutos si está contaminada, toda tierra fructífera debe ser fértil y fuerte para dar los mejores frutos.
Lo mismo será con Argentina, su tierra se limpiará de cosas que la maltratan y la contaminan.
Si ves el cielo nublado, podrías decir: vendrá lluvia. Si ves el cielo estrellado y sin rocío podrías decir: mañana será un día de sol.
Todas las señales del tiempo y de los elementos existen para ser interpretados y así aprender a leer en los acontecimientos.
Solo deberán creer en las señales que habrá en el cielo, en las estrellas, en la luna, en el sol, en la Tierra, en los océanos y en la naturaleza.
No crean en todo lo que dirán porque podrían no ser señales verdaderas. Crean en lo que les mostrará la Creación y sabrán tener ciencia sobre el fin de los tiempos.
Argentina será la cuna de importantes acontecimientos, y eso está cerca.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Los tesoros no develados de Argentina, que no son físicos sino espirituales, se encuentran guardados y extendidos desde El Calafate pasando por San Carlos de Bariloche, Villa La Angostura, Mendoza hasta las cumbres preciosas de Jujuy.
Argentina es la cuna espiritual de la Hermandad interna de la Jerarquía, y una gran confraternidad trabaja silenciosamente en estos espacios a fin de sostener a la humanidad.
Argentina es la región del planeta con más seres-contacto presentes en la superficie de la Tierra y que, en muchos casos, fueron miembros de la Hermandad interna de la Jerarquía. La mayoría de esos seres-contacto se colocarán al servicio de la Jerarquía espiritual en este ciclo agudo de la humanidad.
Esos soles y estrellas, en la Tierra, se conocerán por sus frutos y no por sus habilidades y destrezas, porque solo el Amor Crístico los despertará y ningún otro movimiento lo conseguirá.
Son consciencias que llegarán de experiencias de vida inimaginables y que, en su interior, tienen una devoción ardiente por la Jerarquía.
Ellos no ostentarán absolutamente nada para sí mismos y no recibirán reconocimiento ni tendrán protagonismo alguno. Su servicio silencioso, anónimo e incondicional, los identificará.
Así, Argentina contará con almas fortalecidas y amparadas en la oración que ofrecerán sus vidas y sus corazones al servicio del Plan Mayor.
Esos espacios sagrados, presentes en los diferentes puntos de la Cordillera de los Andes, serán su referencia y su espiritualidad en los momentos más agudos de la Tierra, y los ayudarán a mantener su fe en el Amor de Cristo.
Esos seres-contacto serán semejantes o iguales a los Padres del desierto, que donaban sus vidas para sostener a la humanidad.
Pero ellos no estarán aislados de la sociedad, sino que su ejemplo de amor, de bien y de servicio, impulsará a los acontecimientos y mantendrá a los corazones abiertos para que todos puedan sobrevivir en este tiempo final.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Argentina es parte de un continente muy antiguo del planeta y esa parte del continente, en tiempos remotos, fue testigo de importantes acontecimientos para la civilización humana.
Argentina fue una región muy cercana a la Antártida y una parte de las llamadas Islas Malvinas perteneció al congelado continente austral que fue receptáculo de una de las primeras humanidades.
Toda la región sur, área del planeta muy bella por su naturaleza, desde Tierra del Fuego hasta Puerto Madryn, fue un espacio antiguamente consagrado al desarrollo de una forma de vida avanzada y civilizada.
En esa región austral, la Antártida era el centro primordial de una humanidad que alcanzó altos grados de aprendizaje a través de la escuela del amor y de la hermandad.
Esa civilización, desde Tierra del Fuego hasta Puerto Madryn, fue creciendo y sus habitantes fueron remanentes de una cultura avanzada en el ámbito del contacto espiritual, y también fueron antecesores de los primeros pueblos indígenas que habitaron la Argentina hasta las primeras cumbres del desierto de Jujuy.
Es así que Argentina es una de las regiones del planeta que presenció y testimonió la posibilidad de que una humanidad civilizada guardara en su consciencia patrones y valores de conducta que mantuvieron una comunión verdadera con la naturaleza y con el Universo.
Esos valores de vida espiritual son los que la Jerarquía Divina intentará reintegrar para que, al menos una parte de la población actual de Argentina, sea portadora de atributos que ayuden en los momentos más agudos de la transición planetaria, y que esos valores que son profundamente espirituales, y que están unidos a la Fuente Creadora, sean los que dentro de los argentinos mantengan la presencia de la fe, de la confianza y del amor en los corazones.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Argentina es una tierra llena de tradición y cultura. Es un pueblo procedente de importantes raíces indígenas que dieron origen, desde Tierra del Fuego hasta La Quiaca, a innumerables formas de relacionarse y de comunicarse con Dios.
Por eso, Argentina es uno de los pueblos que mantiene su cultura, más allá del tiempo y de las tendencias. En el corazón de los argentinos está la memoria de la Confraternidad y de la Hermandad.
Por ser una nación con temperamento de primer rayo, Argentina ha tenido que aprender a moderar sus reacciones por medio del amor para que así se mantenga, en su consciencia y en su cultura, el empeño esforzado por el trabajo diario y una devoción peculiar que nace de esa fuerza y de ese amor que la nación guarda por la Divinidad.
Las tradiciones de Argentina, con el tiempo, fueron desviadas. Una de las razones por la cual su Señor regresará a la Argentina será para reintegrar, en la consciencia de ese pueblo, los valores que la hicieron una nación fortalecida en el trabajo y devota en la forma de unirse a Dios.
A través de los encuentros que sucederán en el mes de agosto, cada uno de los argentinos estará ante la oportunidad de estar en Dios y, más allá de todo, de celebrar con una especial victoria, el regreso del Amor Divino a sus consciencias.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Con la Luz de Mis Llagas cicatrizaré las llagas internas de los familiares de los desaparecidos.
Y a pesar de que, después de tantos años, no existan respuestas de dónde están sus seres queridos, los familiares de los desaparecidos sentirán en su corazón que todos los desaparecidos ya están en un lugar seguro, que están en el Corazón de Dios, en la gran Consciencia Divina.
Así, Argentina podrá recuperar, durante el mes de agosto, el impulso que trae el Don de la fe.
Y a pesar del empuje que muchas almas tienen contra la vida y la evolución para conseguir la aprobación de leyes humanas, en el corazón de muchos argentinos se recuperará la confianza en el Señor porque Argentina seguirá siendo un pueblo bendecido por lugares sagrados de la naturaleza, en donde la Jerarquía espiritual está presente, lugares desde donde se seguirán enviando los impulsos y las señales de contacto hacia la humanidad.
A pesar de los errores de estos tiempos y de las desigualdades, que Mis hijos de Argentina recuerden que serán testigos del Retorno de Cristo, y en esa hora será cuando el llamado al despertar de la consciencia deberá escucharse más fuerte para que más almas se puedan arrepentir de sus actos y se puedan redimir de su pasado.
Estamos en camino de un importante acontecimiento planetario.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy por primera vez, Me envuelve el manto de la bandera Argentina y por medio de este símbolo quiero anunciarles que Mi propósito para con ese pueblo aún es desconocido para la mayoría de las almas.
Por esta razón, para que las almas comprendan el sentido por el cual su Maestro y Señor regresará a la Argentina en el mes de agosto, que será la meta más osada de todos los tiempos, porque en ese pueblo Yo depositaré una de Mis siete aspiraciones a fin de que se cumpla, por la adhesión y la unión perfecta de todos Mis servidores.
Este es el tiempo de concederle al mundo la concreción de muchos milagros, así como también es el tiempo en el que la humanidad vea la realidad que siempre quiso ocultar de su vista.
Argentina es un pueblo obrero y trabajador, una virtud que también se refleja en la vida espiritual con la misma fuerza y determinación.
Por eso, Me serviré del poder interior del corazón de los argentinos para preparar Mi retorno y así cumplir en la humanidad con la promesa que una vez fue hecha para todos, que Yo regresaría en el momento más culminante de la Tierra.
Y como es el tiempo, y esa hora se aproxima, Yo visitaré nuevamente a Mis compañeros de Argentina para que en Sudamérica se terminen de fundar las bases de una Colonia-Luz de almas que, en el nombre de muchas más, cumplirán con la Voluntad de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A partir del comienzo del primer Encuentro de Oración en Buenos Aires, Argentina, durante los primeros días del mes de agosto y a continuación del ejercicio espiritual de los Sacramentos, ya estará preparada la condición interna y espiritual para que su Redentor regrese a Sudamérica y desde Argentina lleve adelante, no solo la tarea de liberación y de perdón, sino también el gran momento de la Celebración Eucarística con las almas.
Es de esa forma, compañeros, que en los primeros días de agosto el Universo Espiritual de Dios estará concediendo a la Argentina, y también a la región, una amnistía, la que de manera inexplicable abrirá la puerta de la redención y del perdón para aquellas almas que no los merecerían.
Por la acción sublime de la Divina Misericordia, por los cantos y oraciones que serán ofrecidos, un período de paz interior podrá establecerse en la consciencia espiritual de Argentina para que, colmados por el Fuego del Espíritu Santo, los argentinos tomen su gran y última decisión, la que colocará a su pueblo y nación en la Misericordia Eterna o en la Justicia Divina.
Será la fe del corazón de los argentinos la que llevará a Su Maestro y Señor a poder interceder y obrar milagros en muchas más almas. Así se construirá el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En Argentina, compañeros, su Maestro y Señor reunirá todos los poderes celestiales para derramarlos como luz interior divina en las esencias.
Para que ese movimiento espiritual sea posible, su Redentor atraerá, de antiguos recintos de la Tierra, los principios y los atributos que conformaron a la primera Hermandad Jerárquica.
Eso significa que la humanidad de Argentina entrará en comunión interior con patrones de conducta que estuvieron presentes en los orígenes de la Tierra, patrones que formaron el sagrado espíritu de la Hermandad entre la Jerarquía Celeste y la humanidad anterior.
Pero el acontecimiento más importante de todos es que los corazones devotos de Argentina, al recibir y reconocer la llegada del Redentor, podrán recordar dentro de sí la unión interna con el Amor Crístico y de allí sacar la fortaleza para poder atravesar y vivir estos tiempos definitivos.
Por esta razón, en el mes de agosto, el Padre Celestial escogió estar presente en Argentina, más allá de una razón material y espiritual. Él decidió congregar, por una razón divina, a uno de los primeros rebaños de Cristo.
Todo lo que amorosamente sea preparado, difundido y anunciado sobre la próxima Peregrinación por la Paz como también todos los esfuerzos que hagan los servidores de Argentina, para poder estar presentes en algunos de los encuentros, representará la adhesión absoluta a la propuesta y a la intención de la Divina Jerarquía.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hijos:
A medida que transcurren los días, se aproxima más el momento especial, en el que su Redentor volverá a poner Sus Pies en el suelo sagrado de Sudamérica y entrará a una de las regiones destinadas a la Nueva Tierra, Argentina.
Más allá de la decadencia social, política y humana, Argentina es un país bendecido por la belleza de la Creación de Dios y los más preciosos paisajes, desde Tierra del Fuego hasta las cumbres de Jujuy, sirven de recintos inmaculados e internos para que allí esté siempre presente la Jerarquía.
El Padre Celestial sabe que la mayoría de Sus hijos de Argentina y de toda Sudamérica atraviesan el primer ciclo de la transición de la Tierra. Pero más allá de lo que cometan los dirigentes y responsables en la equidad de las naciones sudamericanas, en la querida Argentina existen almas con un gran corazón que palpita y se mueve ante la llegada del Redentor.
Es como un impulso interior que nunca acaba, es un amor de argentinos que va madurando al pasar el tiempo y las experiencias.
Es Mi deseo ardiente ser recibido una vez más por el amor que palpita en cada corazón de Argentina, para que las puertas del Cielo se mantengan abiertas y todos sean colmados por el Amor del Señor, un Amor que siempre los renovará y los impulsará a seguir adelante.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El propósito primordial de Mi Corazón, al volver a Argentina, será que las almas no pierdan la fe y la confianza en Dios, y que a pesar de que el plano material sea manipulado corruptamente por las manos de los que dirigen la nación, que los corazones orantes solo coloquen su amor y su confianza en el Padre Celestial, porque eso librará a muchas consciencias de quedar presas de posibles acontecimientos sociales y de revoluciones humanas que coloquen en riesgo la espiritualidad y la fe de los hijos de Dios.
Por esa razón, antes de que todo se presente inesperadamente, iré a la Argentina para que, a partir de agosto y durante los próximos seis meses, ofrezcan su país y su población para que vuelvan a ser consagrados a Mi Sagrado Corazón así como fue consagrado el Brasil por medio del empeño y del esfuerzo de los orantes.
Por ese motivo iré a la Argentina para que, a partir de la próxima Maratón de la Divina Misericordia y durante seis meses continuos, ofrezcan con devoción la Coronilla a la Divina Misericordia en español, para que los rayos de la Gracia y del Amor de Dios desciendan sobre Argentina y aplaquen cualquier indicio de revolución e injusticia en las almas protestantes e inocentes.
Acogeré con toda la Fe de Mi Corazón las oraciones de todos los argentinos y de las demás naciones hermanas.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
Para manifestar Mi Plan de Redención sobre la superficie de la Tierra deben corresponder a la Ley “Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”.
Piensen en la concreción y en la manifestación de lo que todavía no existe y que se materializará, porque si es Voluntad del Padre es Ley, y eso se cumple en el Universo.
Desde ahora, vean realizado el Plan de su Redentor en Argentina y no piensen en lo que aún no se ha concretado.
Cada uno de Mis colaboradores ya sabe que deberá ayudar a manifestar la Voluntad de Dios, en el plano material, a través de las peregrinaciones.
Es el deseo ardiente de Dios dedicar un espacio especial, durante todo el mes de agosto, a Argentina.
Dios sabe cómo se encuentran y cómo están Sus hijos de Argentina. Por esa razón, Su Amor y Su Misericordia irán hacia ellos para que, en los tiempos de pruebas, se puedan fortalecer como hasta ahora y así permanecer en Su Corazón paternal.
Pero si ustedes, servidores inteligentes y dispuestos a ayudar en el Plan del Redentor, desde ahora comienzan a ejercitar la Ley de la Correspondencia y la Ley del Mentalismo, lo que está en el Universo se manifestará para que así se cumpla la Voluntad y el Deseo del Padre de que los Tres Sagrados Corazones estén en Argentina.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi Sagrado Corazón tiene un lugar especial para Argentina como también para todo su pueblo, el que deberá alcanzar en este tiempo de redención, por medio de la oración constante y del servicio, el impulso de la Luz Crística.
En cada corazón de Argentina existe el potencial de poder preparar y anunciar Mi Segundo Retorno a la humanidad.
Por esa razón, este próximo mes de agosto deberán dejar preparadas las bases que su Maestro y Señor utilizará, a través de cada corazón de Argentina, para poder llegar en el momento más agudo de la humanidad.
Su Maestro y Señor tiene un lugar especial en Su Corazón para Argentina, porque es un pueblo que fue muy lastimado y agredido durante las represiones de las últimas décadas.
Por la devoción y la fe de Mis servidores de Argentina, en el mes de agosto, Yo también podré interceder por los desaparecidos y, en los planos espirituales, llevar hacia Mi Reino a las almas más inocentes que quedaron presas en las manos de sus opresores políticos.
Iré nuevamente a la Argentina para celebrar la victoria de Mi Sagrado Corazón, en la esencia de luz de Mis compañeros.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Todos los encuentros de oración del mes de julio, que serán ofrecidos amorosamente a la Jerarquía Celestial, serán aceptados y reconocidos como importantes momentos para la preparación de la próxima misión en Argentina.
En este sentido, los encuentros de oración serán los momentos más especiales para que las almas, como una única consciencia grupal, construyan los puentes de luz que las elevarán hacia el cumplimiento de la próxima meta en Sudamérica.
Con especial gozo y alegría, los Sagrados Corazones ya se preparan para que en agosto, mes especial para toda la Jerarquía Divina, se vuelva a establecer una comunión interna con todos los hijos de Argentina, los que nuevamente estarán reunidos en el nombre del Amor para recibir la Luz y la Misericordia de los Sagrados Corazones.
Los encuentros, que serán realizados por primera vez en Argentina durante el mes de agosto, generarán un impulso espiritual definitivo para que no solo en Argentina, sino también en las naciones hermanas se pueda mantener el puente de contacto con la Divinidad.
Es así que toda la preparación interior, orante y organizativa, que desde ahora será llevada adelante por cada servidor del Plan, ayudará en la profundización y en la ampliación de la Obra de la Jerarquía Divina en Argentina.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
Desde ahora Mi Consciencia Universal se prepara para llevar adelante la próxima etapa del Plan de Redención y también la próxima asistencia a la humanidad a través del auxilio que la Divina Jerarquía prestará en Argentina.
Por eso este momento de pausa y de quietud también es importante para la Jerarquía, ya que teniendo un panorama más claro y preciso de la situación espiritual de cada nación, la Jerarquía sabe qué situación enfrentará en el próximo ciclo.
En este sentido, Sudamérica está destinada a ser la cuna de algo nuevo, pero para que eso suceda a través de las naciones que la conforman, la situación demandará que la propia Ley, como principio y energía, limpie y purifique varios aspectos del pueblo y de la sociedad, para que la misma humanidad perciba que el camino que escogió seguir no es el correcto.
Es así que la Jerarquía recalcula el Plan con base en las decisiones que toma equivocadamente la humanidad, porque la finalidad de la Jerarquía es proteger y amparar, en la consciencia, el surgimiento de una nueva humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Que la llama de la fe se mantenga encendida en el corazón de Mis hijos de Argentina para que sobre esta nación descienda la Gracia infinita del Reino de Dios.
Que la llama de la fe se mantenga encendida en el espíritu de esta patria para que las almas reconozcan su filiación con Dios y vivan en la Ley Divina.
Que la llama de la fe construya los nuevos tiempos y que, a pesar de la purificación de la Tierra, los corazones sientan absoluta confianza en Dios.
Que la llama de la fe, presente en el corazón de Mis hijos de Argentina, establezca la Sagrada Unidad para que más vidas en este país se animen a encontrarse con Dios y, así, sientan Su Amor Paternal.
Que la llama de la fe, presente en el corazón de Mis hijos de Argentina, atraiga sobre la nación la Misericordia de Dios, a fin de que más almas sean rescatadas y despierten al camino de la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más