En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En este tiempo de Armagedón, compañeros, Yo los llamo a cruzar con sus pies los océanos desconocidos para que los límites de la ignorancia sean superados, para que la voz de Mi Corazón resuene en cada uno de ustedes.
Al igual que el apóstol Pedro, pisen con sus pies los océanos desconocidos que hoy les presento, así descubrirán dentro de sí lo que verdaderamente son y lo que vinieron a cumplir en el nombre de Mi Padre.
Yo Soy el Pescador que llama a sus compañeros a altamar, a los profundos océanos del infinito, para que se sumerjan en la esencia de la vida, para que dentro de la Fuente de Luz encuentren la Verdad, aquella Verdad que le falta al mundo por su indiferencia e ignorancia, por la falta de búsqueda de la Verdad superior.
Yo Soy el Señor de los Océanos, los invito a caminar sobre las aguas y, en este tiempo de Armagedón, su fe será la que les permitirá cruzar los océanos tan extensos que hoy les presento.
Así ustedes también, con su oferta, elevarán la consciencia de la humanidad y ayudarán a retirarla de los grandes abismos de estos tiempos, en donde el sufrimiento y la desolación reinan en los corazones.
Yo los llamo a cruzar los océanos desconocidos del infinito, en confianza, encendiendo la llama de la fe en este momento planetario, porque la fe y la confianza les permitirá comprenderlo todo, aceptarlo todo y no sufrir más.
Yo los invito a cruzar los océanos desconocidos con coraje, con la valentía de un servidor de Cristo, con un alma en desapego y en abnegación al servicio de los demás, al encuentro de la gran necesidad planetaria.
Cuando pisen sobre los océanos con sus propios pies no duden, porque si dudan se hundirán. Y allí su fe estará debilitada, será una fe pobre por no creer.
Si Yo los llamo a cruzar los océanos es porque pueden creer en Mí. Yo sigo siendo el Camino, la Verdad y la Vida. Soy el Camino para llegar a Dios. Soy la Verdad para encontrarla dentro de cada uno de ustedes. Soy la Vida que nunca morirá porque es una Vida Eterna, la Vida del Espíritu.
Ahora crucen los océanos sobre las aguas, sintiendo la firmeza de lo que les digo. ¿Saben cómo podrán cruzar estos océanos desconocidos e infinitos? No mirando hacia sus pies, hacia su imperfección ni hacia sus dudas, sino mirando hacia el horizonte en donde Yo Me encuentro, esperándolos como el Sol Eucarístico de la Adoración. Hacia allí deben mirar.
Sus ojos deben penetrar el misterio para poder cruzar los grandes océanos de la consciencia y traspasar los umbrales de la ignorancia y de la indiferencia para encontrar, más allá de ustedes mismos, Mi Espíritu de la Verdad.
Hoy, estoy sobre los océanos del mundo e invito a cada uno de ustedes a estarlo también, porque es en los grandes océanos en donde encontrarán su vacío interior y estarán libres de las expectativas del fin de estos tiempos, de todo lo que podría suceder.
Aunque el panorama mundial sea algo más que una crisis grave y dolorosa, como Mis apóstoles del fin de los tiempos, los llamo para cruzar los océanos desconocidos del infinito con sus propios pies, pisando fuerte sobre las aguas, sintiendo la elevación de la consciencia, saliendo de lo material y de lo terrenal, de lo superfluo y de lo mezquino; caminando sobre la base de la fe y de la confianza, de la dignidad espiritual y de la oración hasta que encuentren en el horizonte de los océanos a Mi Consciencia solar y cósmica abriéndoles Sus brazos para recibirlos y acogerlos en el Corazón.
Si las almas se animaran a atravesar los océanos que Yo les ofrezco, esos océanos desconocidos e infinitos, el mundo entero no estaría en esta situación.
Los océanos, que deben pisar con sus propios pies, los invitan a superar sus propios miedos, sus inseguridades y sus dudas.
Sé que pasarán por esos sentimientos y pensamientos, porque caminar sobre los océanos no solo significa tener un espíritu de determinación y de confianza, sino ir más allá de la fe, de lo que está más allá de la fe y de lo que viene desde lo eterno, desde lo inmutable, desde lo incondicional.
Los océanos desconocidos de la Consciencia Crística se abren ante ustedes para que los puedan cruzar en este momento crítico de la humanidad, ya que será a través del camino de los océanos que podrán encontrar la paz y la serenidad emocional que necesitan en este momento, ante toda la situación planetaria.
Pero si en el transcurso de su caminata sobre los océanos llegaran a sentir dudas, incertidumbre o inseguridad, sepan que Yo estaré allí para ayudarlos. Yo los ayudaré a caminar sobre las aguas de la turbulencia propia de estos tiempos.
Confíen, más allá de lo que viven y de lo que saben. Confíen, porque Yo les extenderé Mi Mano, se tomarán fuerte y si llegaran a caer en los océanos que desconocen por ignorancia, Yo los elevaré y los llevaré Conmigo hasta el final del camino, en donde Mi Padre los necesita en este momento.
Si muchos más se dejaran conducir por Mí y guiar por Mí no vivirían este momento que hoy vive la humanidad.
Aunque estén en este planeta y dentro de esta escuela que el universo les ha dado para aprender a amar y a servir, Yo tengo tesoros preciosos para cada una de las almas, pero esos tesoros están atravesando los grandes océanos de la consciencia interior y espiritual.
Si su confianza estuviera fortalecida y no tibia, cruzarán con sus propios pies los océanos que Yo les ofrezco y no le temerán a lo que es desconocido, porque al final, en el horizonte, encontrarán el portal, un umbral que los llevará hacia algo más profundo que aún no conocen.
Es así que, cuando lleguen a ese momento, percibirán que estarán perdiendo el control y el poder que creen tener desde siempre. Por eso, les hablo de la confianza y de la fe en este momento planetario.
No teman cruzar los océanos que desconocen, porque ellos nunca les harán daño.
Hoy véanse ante los océanos que Yo les ofrezco, a la orilla del mar, sobre la arena, escuchando Mi Mensaje, oyendo Mis Palabras, viendo Mi Presencia en el horizonte sideral.
Yo los llamo a cruzar los océanos con sus propios pies, sin temer a poder fallar. Atrás quedará su historia y su pasado, el viento de los océanos de Mi Consciencia Crística los impulsará para llegar a la meta que hoy les propongo, que es una meta interna.
Si cruzan los océanos con sus propios pies podrán tomar consciencia de los talentos que les deposité en sus corazones, en sus almas y espíritus.
Este es el tiempo de lanzarse hacia lo desconocido, a lo que no pueden controlar ni dirigir con el poder, sino a lo que pueden vivir en el despojamiento y en vacío, en la humildad y en la entrega.
Aún muchos se encuentran en la orilla del mar, descalzos sobre la arena, pensando si cruzarán o no los océanos que Yo les ofrezco hacia lo desconocido e infinito; pero ellos Me ven, muchos Me ven en el horizonte de los océanos. Escuchan el ruido de las aguas, ven el movimiento de las olas, sienten la brisa del viento en sus rostros, pero aún no dieron el último paso. Porque no habrá una barca que los lleve, su propia barca será la confianza y la fe que los sostendrá en este momento y en este tiempo.
Y cuando crucen los océanos con sus propios pies y pisen sobre las aguas, si confían, sabrán quiénes son y de dónde han venido, qué fue lo que vivieron y hace cuánto tiempo que están aquí, esperando este gran momento del reencuentro con su Señor; el Señor de los Océanos, el Señor del Camino, de la Verdad y de la Vida.
Mientras tanto, Yo rezo por ustedes y por el mundo para que el océano de la ignorancia ya no los abarque ni los haga naufragar; para que el océano de la indiferencia no los arrastre hacia lugares desconocidos, sin un puerto seguro, sin una tierra firme.
Rezo por el mundo y por ustedes, para que los pueda inundar el Océano de Mi Amor y de Mi Misericordia; y para que algún día, libres de sus prisiones internas y externas, corporales y espirituales, pueda renacer el verdadero ser que una vez surgió de la Fuente, de los sagrados Lagos de Luz del universo, para cumplir con la Divina Voluntad.
Los océanos preparan el Retorno de Cristo.
Este es el tiempo de superar sus propios miedos. Es el tiempo de no temerle a lo desconocido.
Es el momento de perder el control y el poder, que creen tener, por medio del vacío y del despojamiento.
Yo los llamo a pisar con sus pies sobre las aguas, en donde la duda, la inseguridad o la falta de fe no pueden hacerlos fallar.
Yo estoy allí para ayudarlos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mientras creas que no conseguirás superarte y trascenderte, no te superarás ni te trascenderás, porque la forma de entregarse al Universo comienza con un acto de determinación interior.
Sé que esa superación y esa trascendencia no son fáciles para el ser humano de hoy, pero cuanto más amor y más fe coloques en cada nuevo intento podrás ir dando pequeños pasos hacia la meta total de la consagración de la vida.
Quiero que sepas que comprendo tus debilidades y las pruebas en las que te coloca el Universo. Pero hay algo dentro de ti que ya se construyó, y es eso lo que te sostiene y te compromete a seguir adelante, más allá de toda dificultad y de toda prueba.
Acepta el ejemplo de Mi Vida y de Mi Victoria, y deja que esa experiencia de amor incondicional sea la base espiritual en tu vida que, una y otra vez, confirme la victoria de Mi Consciencia en ti.
Sostente en este tiempo de tempestades por medio de todo el amor verdadero que tú puedas sentir y expresar por Mí.
No quiero hacerte santo en pocos días, solo quiero que puedas imitarme y espejarme en la bondad, en la caridad y en la fuerza que te da el Amor que proviene de Mi Corazón y que solo te eleva y te eleva.
Confía en que lo conseguirás.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Abro las puertas de Mi Consciencia para que la Misericordia pueda descender y actuar en los seres.
Hoy recibo la oferta más sincera de sus corazones, mientras que otra parte de la humanidad está distraída por las modernidades de los tiempos de hoy.
Por esa razón, mantengo para todos el Templo Sagrado de Mi Corazón, sabiendo que será necesario y urgente para las almas contar con un apoyo inmediato cuando Yo ya no esté entre ustedes como antes.
Ese será el momento de esforzarse más para poder alcanzar la Misericordia y la Gracia, la Gracia de poder cicatrizar las secuelas más profundas e internas.
Yo les daré el permiso para poder hacerlo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Vengo a purificar tu templo para que Mi Consciencia pueda habitar en ti.
Deseo que todo en tu interior sea removido y, de la misma forma, contemplado por la inmensidad de Mi Luz.
No espero la perfección inmediata ni tampoco la transformación temprana.
Conozco tus virtudes, pero también sé de tus errores.
Vengo para despertar en ti el don de Mi Humildad, el que te hará libre de ti y del mundo. Así podrás participar de Mi Presencia inmutable y eterna, podrás ser parte de Mi Espíritu estando en comunión Conmigo.
Sé que todo tiene un tiempo para poder suceder y concretarse.
Aquiétate en Mi Presencia y no perturbes tu corazón por las posibles crisis de la vida.
Acepta la realidad que vives, carga con la cruz que Mi Padre te ha confiado y vivifica Mi Consciencia, una y otra vez, por medio de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
No dejes de sonreírle a la vida, el mundo necesita de la verdadera felicidad de los apóstoles de Cristo para que, así, sea colmado de un alivio que hasta ahora no ha conocido.
Sigue aspirando a la transformación. Las pruebas son los grandes puentes y abismos que por el resto de tu vida deberás cruzar.
Anímate a decirme “sí” y todo estará resuelto.
Sabes que para tu Señor no existe nada imposible.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Hoy Mis Palabras deben resonar en lo profundo de los seres para que los seres comprendan lo que está sucediendo.
Desde el Gran Consejo de la Jerarquía hoy vengo a visitarlos y a emitir Mi Mensaje para el mundo, para todos los que siguen Mis Pasos y también para los que han dejado de seguirme.
Hoy no vengo a hablar de nadie en particular ni de alguna situación específica que corresponda al planeta o a la humanidad.
Hoy vengo a hablar del Proyecto de Dios que deberá cumplirse por intermedio de todos los que son autoconvocados por la Jerarquía.
Como en otras ocasiones, vengo desde un lugar especial en donde el Gran Consejo de la Jerarquía está reunido en este momento por la evolución de este planeta y de esta humanidad.
Estamos a las puertas de un nuevo ciclo, estamos a las puertas de un próximo 8 de agosto, en el que el Cielo, el Universo, desciende a la Tierra y a la humanidad para volver a hacer su síntesis y para meditar en los próximos pasos.
La humanidad ha cambiado los acontecimientos, por eso hay que meditar para percibir qué es lo que está sucediendo verdaderamente.
Hoy vengo desde un lugar en el Desierto de Chilca, en Perú, en donde los grandes Consejeros del Universo están reunidos, preparándose para ese momento.
Como Maestro entre los maestros, como Guía entre los guías, como Mensajero entre los mensajeros de la Jerarquía vengo a anunciarles ese importante momento para que no solo sean conscientes, sino también responsables ante el Plan.
Cada uno sabe lo que Me puede dar. Cada uno sabe con lo que puede contribuir para que la manifestación se realice.
No busco lo perfecto ni lo imperfecto. No busco lo que es avanzado o moderno.
Busco la verdad de cada corazón humano, de cada servidor de esta Tierra, de cada autoconvocado que fue llamado a lo largo de los tiempos para servir y unirse a la Jerarquía.
Deben mantenerse en el camino para los próximos acontecimientos. No deben permitirse salir de la Jerarquía, porque la Jerarquía necesita estar en esos acontecimientos para poder acompañar a la humanidad y al planeta.
Los tiempos de hoy no son los mismos tiempos que han sucedido en el ayer.
Día a día los acontecimientos cambian, dentro y fuera de los seres.
Día a día son colocados ante una nueva definición, ante un nuevo paso.
La Jerarquía Espiritual no pide lo que es posible. La Jerarquía Espiritual les pide a todos lo que es simple y lo que nace del corazón, que es lo que ayuda a manifestar la Obra; los pilares de esa manifestación deben sostenerse con la colaboración de todos.
Como en el próximo 8 de agosto, tan importante y determinante, los autoconvocados deberán estar donde está la Jerarquía, donde el Universo ha escogido; el lugar para dar los impulsos tan necesarios para la humanidad por medio de la Instrucción y de la Gracia, por medio de la Misericordia y de la cura para todas las almas.
Quisiera saber dónde está la atención de los que dicen estar Conmigo.
Quisiera poder comprender, más allá de todo, el sentimiento de los seres humanos de esta época.
Ustedes saben, compañeros, que Mi Consciencia no tiene límites, pero aún después de todo lo vivido en este planeta y con esta humanidad, estoy aprendiendo con ustedes, de tiempo en tiempo.
Deben abrazar la Verdad que les revela el Plan de Dios, deben sostenerse en esa Verdad para poder seguir adelante.
No deben engañarse a ustedes mismos, no deben crear espejismos con ustedes mismos. Deben saber que cada nuevo ciclo que comienza a partir del 8 de agosto es una oportunidad de renovación y no de inercia.
La inestabilidad de estos tiempos será transmutada por la responsabilidad de todos, por la obediencia y, especialmente, por la adhesión.
Esas son las reflexiones que los Consejeros de la Jerarquía están estudiando y meditando, porque si en la esencia de los seres humanos el conocimiento no está claro, no lo estará en la manifestación.
Deben aprender a vivir como vive la Jerarquía.
Las Gracias del Cielo ya fueron entregadas. Méritos no merecidos fueron concebidos para muchos corazones.
Ahora es tiempo de recapacitar y de saber, verdaderamente, de lo que están participando junto a la Jerarquía.
La purificación no es solo un momento de dolor o de incomodidad. La purificación forja en los seres humanos una definición y una transformación constante.
Recuerden que la balanza de este planeta siempre deberá estar en equilibrio, ¿quién la sustentará?
No solo coloquen el empeño en buscar el bien. No coloquen el empeño en buscar la propia conveniencia o la propia satisfacción.
El apostolado de los Nuevos Cristos deberá ser tan cristalino como el agua y tan puro como la luz del Sol.
Deben construir en ustedes mismos lo que el Universo necesita para poder crear la nueva raza, para poder manifestar la Nueva Humanidad.
La necesidad de que los seres humanos de estos tiempos tomen consciencia es una preocupación de toda la Jerarquía.
El Plan de Dios no es algo que uno pueda usar por conveniencia o por el tiempo que lo necesite. Yo vine a enseñarles eso a Mis Apóstoles y a todos los que Me escucharon alguna vez.
El legado del Proyecto de Dios es inmaculado y sublime, y a él le debemos todo, porque fue el que nos creó y el que nos manifestó para estar presentes en estos tiempos.
Deben forjar en ustedes la determinación de persistir. Muchos seres humanos en estos tiempos están sobreviviendo, pero los que están con la Jerarquía no tienen que sobrevivir, tienen que persistir, tienen que construir y tienen que sostener junto a la Hermandad.
Así, el conocimiento sagrado no faltará y los impulsos divinos no dejarán de descender; porque cada ser recibe lo que necesita, según su momento y su tiempo.
Por esa razón, compañeros, estamos reunidos como Consejeros de la Jerarquía para reflexionar, aprender y meditar.
El Plan deberá seguir manifestándose como está previsto, por la adhesión de todos, por la constancia de todos y, principalmente, por el amor de todos.
El Plan de Dios no puede ser vivido con tibieza o con frialdad.
Deben buscar en ustedes ese fuego que una vez los despertó y los convocó para servir, y en ese fuego se deben renovar todo el tiempo.
Después de todo lo que ha sucedido en Europa, llegó el momento de que escuchen con claridad lo que siempre les he querido decir. Esperé sesenta encuentros para poder decirlo, para que en ustedes pudiera madurar esa semilla que una vez coloqué cuando todo esto comenzó.
Deben colocar su amor en lo que en verdad existe, más allá de todo esto, de todo lo que es físico o material.
El Universo espera que en ustedes se espeje una verdadera respuesta que sea conforme a lo que han recibido y vivido por intervención de la Jerarquía.
Así, el legado no será en vano y habrá receptáculos simples, pero verdaderos, que guardarán en su interior la esencia del Plan.
Sosténganse en las palabras que hoy les dicto, fortalezcan su fe en la vibración que hoy les traigo, y que sus corazones vivan la templanza; así como Yo la viví para llevar adelante lo que Mi Padre necesitaba que sucediera, cuando una vez estuve presente aquí en la Tierra, junto a ustedes y por ustedes.
El Plan de Dios no es una emoción pasajera ni es algo que las almas puedan rechazar por sí mismas. A su alrededor hay ejemplos de eso y vean cuánto están sufriendo, innecesariamente.
Las consciencias de este mundo no tienen noción de lo que es el Plan, no solo por su ignorancia, sino también porque no lo saben, aunque a veces crean que lo saben.
Los Consejos de la Jerarquía necesitan de su madurez y de su adhesión para que muchos más acontecimientos positivos que están previstos puedan suceder y no sean interferidos por nadie.
Mi Corazón Misericordioso esperó hasta este momento para poder decírselos.
Mi Corazón Misericordioso espera de ustedes una reflexión y no un caos.
Ahora llegó el momento de que cada uno asuma su parte con transparencia y madurez, sin culpar a nadie.
Cada uno de ustedes es una pieza preciosa dentro de este Plan y aunque no sepan lo que eso significa crean en lo que les digo, porque tienen ese valor y esa lealtad.
Sepan que todo lo que sucede es para que las consciencias y las almas maduren, para llevarlas algún día a vivir la soberanía que existe en el Universo y en toda la Hermandad. Eso hace recrear a la Creación, eso lleva siempre a tener consciencia y responsabilidad ante los acontecimientos.
Que para esta Maratón todos piensen en el paso que es necesario dar en este tiempo, sin esperar que eso suceda mucho tiempo después, porque ha llegado la hora para dar ese paso.
Los animo a vivir el Plan con mayor consciencia y responsabilidad.
Los animo a ser parte de una Jerarquía Espiritual de la cual la humanidad hasta ahora nunca formó parte, por estar siempre en la inmadurez.
Les vuelvo a decir, no necesito de seres perfectos, necesito de seres conscientes que se animen siempre a transformarlo todo y a vivirlo todo por amor a Dios.
Eso llevará el Plan hacia otra escala y hacia otro nivel; eso hará descender a la Tierra los tesoros que están guardados hace tanto tiempo en el Universo y que esperan para ser revelados por la Jerarquía.
Desde el Gran Consejo de la Jerarquía Espiritual en el Desierto de Chilca los bendecimos y esperamos, como guías y maestros, su correspondencia y lealtad, eso hará que el Universo les confíe nuevas cosas.
Tomen Mis Palabras como una oportunidad de crecimiento interior y no como un reclamo, porque Mi tiempo ya está terminando entre ustedes, así como Mi tiempo terminó con Mis Apóstoles en un momento.
Escuchen Mis Palabras cuantas veces sea necesario y extraigan de ellas todos los impulsos que necesitan para poder cambiar, antes de que todo esté por suceder en la humanidad.
Sean Espejos de la Luz del Plan para estos tiempos.
Sean lo que el Universo necesita que sean en este ciclo, porque así todo cambiará.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la fuerza del amor del corazón nunca se acabe, porque ella les dará la fuerza interior para llevar adelante los Planes de Dios.
Que la fuerza del amor del corazón los pacifique, para que en estos tiempos acepten y comprendan las situaciones más difíciles y complejas.
Que la fuerza del amor del corazón los reúna y los una como hermanos, porque así despertarán los dones y las virtudes de los nuevos apóstoles de Cristo.
Que la fuerza del amor del corazón los guíe e ilumine sus caminos, para que siempre reine la verdad y la transparencia entre las consciencias.
Que la fuerza del amor del corazón los congregue, para celebrar en estos tiempos la comunión con Cristo, el reencuentro único con la Misericordia de Dios.
Que la fuerza del amor del corazón los unifique, para que la Consciencia de Cristo los acompañe hasta el fin.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Que tu corazón se pacifique para que siempre alcance la mansedumbre y la luz interior que permitirán, en estos tiempos, atraer hacia este planeta la máxima Gracia de Dios.
Por eso, busca ese espíritu pacificador mediante el Corazón de Mi Hijo, porque así construirás dentro de tu consciencia una fortaleza inquebrantable, que también ayudará a que otras almas se animen a dar los mismos pasos que tu consciencia es invitada a dar.
Camina en dirección al Corazón de Mi Hijo, allí también encontrarás los Dones que harán de esta humanidad una posible humanidad santificada en el espíritu, en el alma y en el cuerpo.
De esa forma, todo estará bajo la guía y la compañía de Jesús, Quien te resguardará a cada nuevo paso.
El espíritu pacificador permitirá volver a erguir, en este planeta y dentro de esta humanidad, los valores espirituales que la propia raza humana está perdiendo en este tiempo. Así, se podrá abrir aún más el camino para que la consciencia crística actúe en los mundos internos de las esencias que, en este ciclo, deben despertar a mayores expresiones de amor y de unidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más