MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Hoy los llamo a preparar de nuevo y con alegría Mi llegada misericordiosa a la ciudad de San Pablo. Ustedes, hijos Míos, pueden ayudarme en esta misión de paz a través del sincero acto de la oración.

Quiero de ustedes la mayor apertura para que, como instrumentos de Mi Luz Maternal, Mi Corazón Inmaculado alcance espacios de esta ciudad que necesitan de mucha compasión y amor. Aún, queridísimos hijos, son pocos los servidores de Cristo que, mirando alrededor, pueden ver con claridad cuánta oración es necesaria para sus semejantes pobres y enfermos.

Por eso, queridos hijos, como almas orantes que recibirán una vez más la Gracia de Mi visita, les pido que preparen sus corazones en la oración y que en ese ejercicio alcen sus manos para rogar a Dios por la Gracia de la Conversión de muchos de Mis hijos en el Brasil.

Amo con predilección a esta nación que Me acogió como la única Madre para todos, pero aún es necesario un poco más de esfuerzo, amor y dedicación por los más necesitados y los más alejados de Dios.

Saben que existen formas infinitas de ser siervo de Cristo; hoy Yo los invito a que ustedes sean guardianes constantes de la oración para que ella nunca falte en sus hogares. Los tiempos que vendrán y que fueron descriptos a Mi hija Lucía, de Fátima, están cerca. Pero todo dependerá de la actitud de las almas delante de la simple vida de oración que Yo les pido que vivan como algo primordial.

Vuestros corazones ya están envueltos en Mi Alegría Maternal por visitarlos una vez más en esta necesitada ciudad de San Pablo. Que esta visita sea para ustedes un nuevo motivo para encontrarse con el Único Rey de la Vida, de la Verdad y de los Nuevos Caminos: Mi Hijo Jesús, el Sumo Sacerdote.

¡Les agradezco por la respuesta de todos!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Recen todos los días con la voz amorosa del corazón y, así, queridos hijos, estarán respondiendo al llamado de Dios.

Recen con amor y devoción porque así, hijos Míos, los Cielos Misericordiosos podrán salvar a muchas almas que sufren y viven inmersas en el dolor de la vida y del corazón.

Recen por la conversión y el perdón total del mundo para que Dios Altísimo los escuche y Él sepa que ustedes quieren, como humanidad, estar en Su Gracia Celestial.

Queridos hijos, recen por amor a todos los pequeños niños que, desamparados, necesitan de la fuerza de todas las oraciones para dirigir de nuevo los ojos hacia el Dios Creador, Dios de Amor y Verdad.

Recen por todas las causas que, día a día, son injustas para con los Cielos y que comprometen el caminar libre de los corazones.

Recen por la paz para que los Ángeles del Señor socorran a todas las almas que, perdidas, deben tener la esperanza de entrar al Reino de los Cielos.

Recen por el planeta y por todos los pequeñísimos reinos que pertenecen a Dios Creador y son ultrajados por las manos de la humanidad.

Recen por la venida del Espíritu Santo para que, a través del Corazón de Dios, este bendito Espíritu mude y transforme la consciencia de todas las almas para la Gloria y el Bien de Dios.

Recen por la presencia de la Divina Misericordia, necesaria y urgente para la vida de muchos hijos que, paso a paso, se alejan del Amor de Dios. Las propias decisiones en la vida desvían a las almas y el enemigo las aprisiona como en una cárcel de eternidad.

Recen por la llegada inmediata de Cristo a la Tierra y a la humanidad para que se cumpla la Voluntad del Padre. Así vuestros corazones se preparan para cuando el Hijo de Dios vuelva entre las nubes.

Recen por la conversión de los que hace tanto tiempo ofenden a Dios y por los que no oran a Mi Inmaculado Corazón.

Por tantas oraciones y ofertas por parte de Mis hijos que Me escuchan, Yo estaré eternamente agradecida.

Gracias por responder a Mi llamado.

La Luz de Dios esté sobre todos los corazones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como Señora de los Dolores, pido a Dios por todos Mis hijos para que Mi Inmaculado Corazón pueda interceder por ellos. Hoy les pido más oración con el corazón para que Dios Padre escuche Mis súplicas por el mundo.

Quien no vive la conversión de la vida, ¿cómo podrá sobrellevar los cambios que llegarán para la purificación de las almas?

Recuerden, hijos Míos, que en la contemplación y en la renuncia desde el corazón encontrarán los verdaderos misterios de la Voluntad del Padre que aún la humanidad no puede vivir.

Mi Corazón los quiere llevar cada día hasta la Presencia de Mi Hijo para que ustedes, imitando las bienaventuranzas del Pastor, puedan disolver a través del amor fraterno el gran mal que vive este mundo.

De época en época, Mi Inmaculado Corazón trae un mensaje para la conversión de todos. Por eso, en este tiempo, la conversión y el desprendimiento de todas las faltas –a través de la oración verdadera del corazón– les permitirán vivir la reconciliación con el Señor.

Queridos hijos, traigo en Mi Rostro una lágrima que muestra el dolor por esta humanidad; aguardo en la esperanza que Mis hijos distantes de Dios se puedan aproximar a Él. Oro por todos ellos y los coloco más cerca de Mi Espíritu Maternal para que alcancen la redención y la conversión.

Aún la humanidad deberá vivir actos de profunda humildad para poder aliviar las ofensas que recibe el Corazón de Dios. Por esto, Mis hijos orantes podrán aliviar el Corazón del Padre a través de la unidad entre las almas, el amor entre los corazones y la paz en todos los hogares de la Tierra; esto ayudará en la conversión de muchos hijos que la necesitan.

El tiempo del llamado es ahora, por eso, hijitos, ¡redímanse! ¡redímanse! Rediman lo que aún no han redimido para poder así desagraviar al Padre por tantas ofensas que Él recibe del mundo.

Sean alegres para que sus corazones se aproximen a la pureza.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

El mundo ofende a Cristo y aún son pocos los hijos que reparan Su Divino Corazón en la oración. Es la hora de la conversión de todas las vidas que todavía en estos tiempos no han vivido la reconciliación.

Queridos hijos, que nunca falte en sus rostros la alegría de estar Conmigo. Yo los amo y los acompaño en todos los cambios que vuestros corazones deben vivir. Pidan el auxilio de Mi Hijo porque Él en Su Misericordioso Poder los salvará y los perdonará.

Quiero dejarles hoy la fuente del perdón porque es el único camino que los llevará hacia el encuentro con Dios. Permitan que cada una de vuestras vidas se reconcilie día a día con Dios, con lo Alto y lo Supremo.

Queridos hijos, actúen como almas del Padre que en el ejercicio de la oración encuentran fortaleza y fe para los cambios. Aún la humanidad debe orar mucho más para que reciba la Gracia del Perdón Misericordioso.

Si ustedes están en Mi Hijo y adoran Su Corazón podrán dar los pasos hacia los tiempos que llegarán para el mundo. Por eso, vivan de la alegría del corazón para que sus corazones reciban el gozo del perdón y de la reconciliación con el Padre Supremo.

La gratitud por cada paso que sus vidas están dando les revelará con sabiduría el próximo camino que Mi Hijo les alumbrará con el poder de la Luz de Su Sagrado Corazón.

Para que sus corazones se fortalezcan, repitan con amor y humildad:

ORACIÓN A LA MISERICORDIA DE CRISTO

Señor, dame ojos misericordiosos

para que mi mirada

pueda ver la necesidad en cada lugar.

Señor, dame una boca silenciosa para que solo pronuncie

palabras de Amor y de Luz.

Señor, dame un camino humilde

para que mis pies caminen por el sendero de la simplicidad.

Señor, dame oídos cristalinos

para que solo oiga

Tus palabras en todo lugar.

Señor, dame un corazón puro

para que guarde la esperanza

y, en Tu Divina Misericordia,

alcance la Redención.

Señor, dame manos prodigiosas

para que solo done y sirva

a los necesitados de Ti.

Amén.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

El enemigo quiere derribar Mis Planes de Paz. Por eso, queridos hijos, cuento con cada una de sus oraciones. Eso permitirá que la Luz de Mi Inmaculado Corazón siga siendo derramada sobre el mundo. Vivan en Mi Paz, hijos Míos, y no se permitan más ofender a Dios. Abran sus corazones para que Mis Rayos de Gracia y de Misericordia los purifiquen.

Mis pequeños niños, no teman por cuanto aún no pueden resolver; si confían en el Propósito del Padre podrán ser conducidos hacia la Luz de Dios.

Queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón debe ser el puente, para sus vidas, que los acerque más hacia Mi Hijo. Mientras el mundo aún no escucha la voz de la Sierva Fiel de Dios, Yo les pido que oren. Oren con la verdad y la transparencia de vuestros corazones, porque si así fuera, Dios se servirá de cada uno de ustedes.

Hijos Míos, solo les basta vivir dentro de Mi Inmaculado Corazón porque así sus vidas se transformarán en llamas de paz que Mi Corazón esparcirá sobre el mundo. Para que eso suceda, queridos hijos, solo es necesario que sus corazones busquen vivir en la Pureza y en el Amor absoluto que Mi Hijo irradia a sus vidas.

Sepan, hijos Míos, que ya es tiempo de la conversión de sus corazones, corazones que forman parte de esta humanidad.

Conversión es vivir en oración. Conversión es redimirse. Conversión es aceptar el llamado de Dios.

Cuando caigan en falta con Dios, solo repitan con sus corazones:

Pedido de Redención al Padre Celestial

Señor Mío,
Dios Mío,
Padre del Universo Celestial,
redime mi corazón y purifica mi vida
para que absuelto por Tu Perdón,
reconozca que Tu Amor nos protege
y Tu Misericordiosa Paz nos reconcilia
con la Luz de Tu Glorificado Hijo.

Amén.

Queridos hijos, los acompaño desde cerca en esta Pascua Redentora de Cristo.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Alegren sus corazones por la Presencia Eterna de Mi Hijo y porque cada una de sus vidas está siendo partícipe de la Mesa del Señor, de esta Pascua de Cristo.

Queridos hijos, por eso hoy los invito a que preparen sus vidas a través de la verdadera oración hecha con el corazón; esto les permitirá vivir una Pascua de comunión interior con Cristo Jesús.

Este camino de reconciliación y perdón misericordioso que están siendo llamados a vivir, deberá ser vivido en nombre de toda la humanidad que a lo largo de los tiempos ofende a Dios. Para aliviar el Corazón del Amadísimo Padre Celestial, Yo los invito a experimentar, durante esta semana de la Pascua, un estado desconocido de paz y de reconciliación a través de la oración diaria.

De esta manera, hijos Míos, sus corazones comulgarán en la mesa con Mi Hijo, pudiendo así presenciar Su Sublime Corazón de Paz.

Los invito a vivir de nuevo la Pascua porque ustedes, como almas de la humanidad, necesitan de una rápida conversión del corazón para que el Padre, en Su Infinita Gracia Celestial, manifieste Su Voluntad a través de los instrumentos donados y transformados por Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, si en verdad supieran cuán importante es esta Pascua de la Nueva Era, sus corazones vivirían en un profundo gozo y alabanza. La Presencia de Mi Hijo, a través de los Misterios Dolorosos, los llevará a comprender y a vivir los pasajes que hicieron eco en el universo a través de la entrega y del sacrificio de Jesús.

Hijos Míos, que la Pascua les despierte el ánimo de querer estar en Mi Hijo, en Sus brazos de Misericordia.

Queridos hijos, el compromiso de cada uno de ustedes es vivir esta Pascua con el corazón pudiendo transmitir así la importancia de este momento de perdón y de reconciliación a cada uno de Mis hijos.

Confiesen vuestros corazones con Mi Hijo. Vivan en vuestras vidas el Sagrado Corazón de Cristo. Canten en gloria la venida del Redentor.

Gracias por responder a Mi llamado.

Luz Eterna para las vidas de todos Mis hijos.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Mis hijos:

Nunca debe pasar un día en sus vidas sin orar con mi Hijo y por Mi Hijo.

Ustedes saben, queridos hijos, que la humanidad necesita de muchas vertientes de Misericordia y de Gracia. Pero si Mis hijos dejan para después el precioso momento con Mi Hijo, ¿cómo se convertirá el mundo? Por eso, hijos Míos, todos ustedes son llamados no solo al sacrificio diario, sino también son llamados, por amor, a la reflexión. Es necesario, hijos Míos, que despierten delante de lo que hoy vive el mundo.

Mi Inmaculado Corazón, ¿cuenta con sus corazones a cualquier hora?

Queridos hijos, para los Cielos, el tiempo es precioso tanto para las almas como para el mundo ya que ambos deben alcanzar la redención. Una de las razones por la que Mi Inmaculado Corazón llora, hijos Míos, es por la falta de consciencia delante de la emergencia de las almas y, sobre todo, por la falta de paz en el mundo.

Por eso, Mi Corazón permanece entre ustedes para animarlos y conducirlos por el camino de la conversión tan necesaria para este ciclo de cierre en cada una de sus vidas.

Queridos hijos, aguardo, en Mi esperanza, la respuesta de todos. De esta manera lo estarán haciendo por amor a sus semejantes, por los hermanos que están dispersos por todo el mundo.

Queridos hijos, alivien el Corazón Divino de Mi Hijo que es ofendido por las incomprensiones y los desvíos de los grandes grupos de almas. Para aliviar esta situación, queridos Míos, una aspiración verdadera de querer estar en Mi Hijo debe emanar de ustedes al despertar en cada amanecer.

Hijos Míos, la Gracia de la Conversión es para todos; es momento de despertar con el corazón y con la vida delante del llamado de Dios.

Mi Paz Inmaculada sea en sus corazones.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Las Cinco Llaves de la Conversión

Queridos hijos:

Vuestras almas son como caminantes peregrinos que siempre deben buscar a Dios. Vuestros pies los conducen en busca del camino de Dios. Vuestras manos, siempre en oración, los elevan para hablar con Dios. Vuestros corazones son como el fuego que hace brotar la luz de la llama para que ella les alumbre el camino.

Por eso, queridos hijos, Yo soy el Ave de la Paz que viene desde el Cielo para indicarles el sendero correcto hacia Mi Hijo. Mi Inmaculado Corazón Se ha entregado al mundo para que las almas se fortalezcan en la fe y en el amor del corazón. Mi Pureza les muestra que es posible estar eternamente en Dios, así como vuestras vidas están aquí en la Tierra. El camino para cada uno de Mis hijos debe ser la constante aspiración a vivir en el Corazón de Mi Hijo, quien también Se ofreció en vida y en espíritu por la redención del mundo.

En Cristo se puede encontrar la fortaleza para que las vidas se liberen de los obstáculos y puedan ser permeadas por la Luz Victoriosa de Dios.

Con este mensaje quiero decirles, queridos Míos, que vuestros corazones viven y vivirán más en Mi Hijo cuando, en la fe de cada corazón, puedan ver que el camino al Paraíso es posible para todos.

Para entrar en el Reino de Mi Hijo deben vivir día a día la conversión del corazón. Para eso, queridos hijos, quiero decirles que deben practicar estas cinco llaves para la Redención y el Perdón:

- El ayuno hecho por amor

- La caridad hacia el prójimo

- La oración como fuente de renovación

- La lectura del Sagrado Evangelio

- La confesión con Mi Hijo.

Este ejercicio les permitirá saber, hijos Míos, en qué lugar y momento está la conversión de sus corazones. Así, queridos Míos, cada uno de ustedes podrá mostrarse como una verdadera alma de Dios, como un digno hijo o una digna hija de Dios.

¡Es hora de reparar el corazón!

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Abracen Mi Corazón para que puedan estar protegidos y puedan estar siempre debajo de Mi Manto.

Amados hijos, hoy los invito a vivir con honor la conversión de cada corazón, así podrán ver a Mi Hijo en sus vidas y encontrarán reposo en Su Sagrado Corazón. Mi alegría se encuentra en la respuesta diaria de sus corazones. Por eso, hijos Míos, Yo los llamo a la reparación total de lo que no está bien para Nuestro Señor, el Dios del Universo. Para que sus corazones vivan la reparación, deberán orar con constancia y aguardar en confianza la respuesta de Mi Reino de Amor y de Paz.

Queridos hijos, Mi Corazón está dolorido por las injusticias que acontecen en el mundo y que ofenden mucho a Dios. Por eso, ustedes ya saben que solo la oración ayudará a las almas que más necesitan de la Misericordia de Mi Hijo. También, hoy los invito a concentrar sus corazones en el misterio sagrado de la Pascua que llega. Así, queridos hijos, vivirán la Pascua en la renovación con Mi Hijo y en la comunión con Su Corazón.

La paz sea para todos en estos tiempos. Que ninguno de Mis hijos pierda la fortaleza y la esperanza de su corazón.

Queridos Míos, solo les pido que donen la fe del corazón para que otros tantos hijos Míos puedan aprender de ustedes a través del ejemplo del amor, el perdón y la reconciliación.

En este día en especial, preparo Mi venida como Corredentora de las almas y como Sierva Fiel de Mi Hijo, el Redentor. La venida de Mi presencia para fin de mes les debería traer regocijo y alegría porque Dios Me está enviando a ustedes, a sus vidas y a sus corazones.

Gracias por responder a Mi llamado.

Oremos por los que están ciegos y por los que aún no ven la Luz de Mi Corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

A diario, muchas almas viven sin la oración, y sus pequeños corazones se distancian de Dios. En esta Gracia de Conversión que algunos de Mis Hijos están recibiendo hoy, Yo les pido que oren por todas las almas que se apagan por la falta de Dios.

Queridos hijos, el camino que hoy recorre el mundo separa a las almas de Mi Padre. Hijos Míos, sostengan en sus manos las cuentas de la oración para que, con cada una de sus plegarias, ayuden a elevar a Mis hijos que no viven a Cristo Vivo. Así, Mi Inmaculado Corazón se anuncia en sus vidas, queridos hijos. Así, ustedes junto a Mí, unidos en el misterio divino de la oración, estarán socorriendo al mundo que necesita cada día más de Dios.

El Reino de Mi Inmaculado Corazón está abierto para que todos Mis hijos puedan entrar. No pierdan la fe de sus corazones y serán conducidos hacia el Corazón de Mi Hijo. Es hora de caminar hacia el Reino del Padre Celestial para preparar los corazones hacia el nuevo tiempo.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz para sus vidas.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

¡Paz, Paz, Paz en la Tierra! ¡Paz!

Mis hijos necesitan de redención, conversión y reconciliación con Dios. El Padre Supremo los llama a la penitencia del corazón. Él los llama a la hora de la reflexión como almas de la humanidad. Quien escucha el llamado se salvará, y la Misericordia abrazará su alma. Pero aún muchos corazones no escuchan cuán importante es la conversión del corazón en estos tiempos. Si Mi Corazón Inmaculado les habla de la conversión es porque aún no han purificado suficientemente el corazón.

Por eso, queridos hijos, Yo los invito a la oración grupal para que la comunión con Mi Hijo se manifieste en sus vidas. Muchas almas deben recuperar la alianza con Cristo, más aún aquellas que se unen a los principios del mundo. Yo llamo a la hora de la reconciliación a todos aquellos corazones perdidos en los vicios del mundo. Ellos no tienen fuerzas en el corazón para salir del camino que están recorriendo. Por eso, Yo los invito a orar por todos ellos para que Dios, en Su Misericordia, los pueda rescatar.

Queridos hijos, el mundo está en un tiempo final de cambios; es una verdad universal que aún muchos corazones no quieren ver. Por eso, llegó el momento de ejercitar todo lo que fue enseñado para que sus corazones, como instrumentos del Padre, sean la emanación de la paz para el mundo.

Queridos hijos, en esta reflexión y llamado a la reconciliación estarán construyendo el puente hacia la fraternidad entre los corazones de todos los hombres.

Yo los guardo dentro de Mi Corazón. Oremos y clamemos por la presencia de Mi Hijo para que Él, al enviar Su Misericordia al mundo, despierte los corazones al llamado.

Gracias por responder a Mi llamado.

Amor: vertiente divina de Luz para los corazones.

Que así sea.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Yo los espero. Yo los aguardo. Yo los amo. Yo conozco a cada uno de ustedes más allá de sus corazones aún en Redención. Yo los contemplo en oración perpetua. Yo los vigilo con Mi Inmaculado Corazón. Yo los busco en cada camino para que cada alma se reencuentre con Cristo.

Ya llegó el momento de la verdadera consagración para algunas almas y de la constante donación para muchas otras. El tiempo marca la hora de la permanente oración para la reparación del mundo y de la humanidad dormida.

Hoy vengo a alzar Mi voz sobre sus corazones para que además de ustedes, otros hijos escuchen Mi llamado divino. Por eso, queridos hijos, el Señor contempla a todos con Su poderoso Corazón de Amor; Él aguarda la conversión de cada alma en este tiempo. Dicha conversión ayudará a los Planes de Paz que Mi Inmaculado Corazón propone emanar para todas las almas, más aún para aquellas distantes del Amor de Dios.

Mis hijos, sepan que todos deberán rendirse al Amor victorioso de Mi Corazón para que el mundo encuentre así el reposo que tanto busca. Para que la humanidad acompañe los cambios en el mundo deberá orar siempre, como un voto eterno. Ello permitirá revertir el dolor constante del mundo. Así, pequeños corazones, la consagración verdadera de cada uno de sus espíritus podrá unirse a la Luz del Espíritu Santo que en el final de los tiempos obrará como un emblema de paz para muchos y como una llama de fe y esperanza para otros.

Queridos hijos, el mundo está en emergencia de oración. Por ello, si viven día a día los atributos de Mi Corazón Universal ayudarán a que la Ley Divina ampare y rescate a muchos corazones que se han apartado de Dios. Las almas arden en las llamas del dolor y del sufrimiento. Mi llamado anuncia el alivio que aún muchos desconfían poder vivir; pero, al final de todo, Mi Inmaculado Corazón triunfará en cada esencia que Me busque y en la que no Me busque.

El verdadero espíritu de la oración mantendrá la barca en el océano hasta que ella se eleve a los Cielos.

Yo los invito a permanecer con el corazón en el Cielo.

Los venera,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

En la sintonía de la mañana, durante la oración del avemaría, la Madre Divina apareció para transmitir Su mensaje a las almas.

Ella se presentó como el Inmaculado Corazón, con una mirada cristalina, paciente y serena. Durante la aparición, que hoy duró más tiempo de lo habitual, nos mostró un rostro triste, bañado en lágrimas que le corrían por Su Faz.

En ese momento, abriendo Sus brazos nos dijo:

Queridos hijos:

Cuando un corazón duele es porque está lleno de tristeza, y la oración real permitirá aliviarlo. Hoy quiero, queridos hijos, que alivien Mi Inmaculado Corazón porque Él vive el sufrimiento del mundo y de todas las almas. El Señor de los Cielos los invita a participar de la hora de la reparación a través del sincero acto de la oración y del ayuno.

Queridos hijos, el mundo y la humanidad ya han pasado por muchas pruebas y hoy viven la prueba de la definición. Por eso, Mis pequeños, a través de la oración fervorosa y amorosa, muchas almas que están muy lejos de Dios podrán ser conducidas hasta cerca de Mi Inmaculado Corazón.

Queridos hijos, lleven en sus corazones la señal de Mi Presencia Maternal para que, como siervos de Dios, proclamen Mi Paz desde sus corazones. Este es Mi llamado para cada uno de ustedes; nada le faltará a quien está en Mí y será bendecido por la Luz de Mi Eterno Corazón.

Amadísimos hijos y pequeñas almas, los Cielos les envían una Gracia Especial en estos tiempos que es Mi Presencia Maternal entre sus pequeños corazones. Por eso Yo los llamo a la profunda oración por el mundo que arde en llamas al igual que muchas almas que se han perdido.

Mi voz les anuncia que ya es el momento de la conversión del corazón, la conversión de la vida, la conversión del pensamiento y la conversión de todas las almas. Yo Me anuncio a sus corazones para que reconozcan la Voluntad de Dios.

Mi Gracia Interior es el último camino que Mi Corazón está mostrando a las almas.

¡Paz! ¡Paz! ¡Paz para todos los seres humanos!

Que nadie pierda la Luz de su corazón. Si las almas desesperan, es porque aún no saben vivir en Dios. Es necesaria mucha oración para que todos Mis hijos vean el camino hacia el Reino de los Cielos. 

Queridos hijos, hoy les dejo Mi Esperanza como Madre de todos en este mundo. Ustedes deben buscar la única revelación para sus vidas y también la única Gracia que los convertirá en este camino que cada alma ha elegido, y esa Gracia es la Paz.

Dios Padre los está llamando a la pronta renuncia de sí y al perdón entre los hombres; así todo podrá cambiar. Mi Inmaculado Corazón está abierto para cada uno de ustedes; vengan hacia Mí y clamen por Mi Corazón de Paz.

Aún en el desierto de la vida, todos deben estar en paz, en la paz del corazón.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Al final de la aparición, la Madre Divina se fue elevando hacia los Cielos y en un cierto punto, se detuvo y allí aparecieron Ángeles del Señor que llevaban en Sus manos unas pequeñas vasijas que parecían de bronce. Ellos las colocaron a los pies de Nuestra Señora para recoger las lágrimas que Ella derramaba sobre el mundo. Después de eso la Madre Divina continuó elevándose.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Busquen a Dios en sus corazones. Unan de nuevo los lazos de amor con Él para que sus almas estén en la paz. Vivan bajo la Luz de Cristo; encuentren el camino de conversión a Su lado. Así, sus pies caminarán al mismo paso que Su Sagrado Corazón.

No teman a los cambios; el mundo está en el ciclo de la Redención. Por eso, Mis pequeños hijos, no se alteren por las faltas cometidas contra Dios; busquen más bien unir sus almas con el Creador para que Su Mirada y Su Corazón les irradien Amor.

Hoy vengo a pedirles que recen con el corazón para que los Dones del Padre puedan hacerse visibles en todos ustedes. El Verdadero Amor es un Don de Dios al que siempre deberán corresponder para que la vida sea permeada por la Luz de los Cielos.

Queridos hijos, Yo los llamo con Mi Gran Corazón de Madre para que, en el día a día, ustedes puedan vivir en la reconciliación. El mundo ofende a Dios sin percibirlo. Por eso, queridos hijos, ustedes son llamados a irradiar paz. Sus corazones deben ser como el Mío: manantiales de paz para el mundo. Conviertan sus corazones en una fuente de vida para que, a través de la oración, ellos irradien los frutos que el amor les traerá.

Queridos hijos, agradezco por la respuesta de sus oraciones. Debemos continuar en oración porque todas las almas necesitan de conversión y de esperanza. Vivan en la ley de Mi Inmaculado Corazón.

Gracias por responder a Mi llamado.

En la paz del Corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Con alegría preparo Mi inmaculado Corazón para los días 25 y 26 de este mes, momentos en que Yo apareceré para toda la nación de Brasil. El Señor les estará concediendo, en esos días, la Gracia especial del perdón y de la conversión del corazón. Todo esto comenzará, queridos hijos, con la práctica de la oración diaria. De esta forma, pequeños niños, más Gracias serán derramadas en varias naciones que están nece-sitadas de paz. Mi llamado a la paz es para toda la humanidad. Pero este estado de paz, primeramente deberá comenzar en lo profundo de sus corazones.

Alegren sus corazones en este día, Mis queridos hijos; brillen como las estrellas en una perpetua oración para el mundo y por todas las almas. Ustedes saben que Yo he aparecido a muchos corazones y en diferentes tiempos del mundo; hoy estoy llegando de nuevo al mundo y desde los Cielos a través de distintas pero unidas apariciones. Mi Corazón quiere permear a todos los hijos, porque Mi reclamo a todos ustedes es el llamado de atención a la tarea diaria de la oración.

Queridos hijos, sus corazones están a tiempo de convertir el dolor en alegría y el sufrimiento en donación para Dios. Sus esfuerzos como almas entregadas a la Voluntad del Supremo los ayudarán en la transformación real de sus corazones. Amen la Voluntad Divina. Amen la Voluntad Infinita que viene desde nuestro Padre Celestial.

Pequeños niños, hoy los invito a preparar sus corazones para el encuentro Conmigo en este mes. La alegría y la gratitud serán las llaves que abrirán las puertas para lo nuevo.

Queridos hijos, Dios Padre bondadoso Me concedió la Gracia de que nos encontremos en Figueira los días 25 y 26 del próximo mes de febrero. Allí, Mi Inmaculado Corazón les dará la paz a través de Mi voz.

Estamos en tiempo de Redención, Mis pequeños niños. Sus corazones no podrán perder el llamado que Yo hago a cada corazón.

El mundo podrá vivir en paz cuando todas las almas busquen a diario la oración. Así Mi Inmaculada Paz será vida y esperanza para muchos.

Gracias por responder a Mi llamado.

Escucho sus oraciones.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Recuerden con humildad que Yo soy la Madre Universal de todos sus corazones y que comparto en especial el camino con ustedes a través de la oración.

En estos tiempos, encontrarán fuerza y amparo para cada una de sus vidas en el espíritu de la oración que los llevará por el correcto camino al encuentro con Mi Hijo, el Redentor de almas. Por eso, hoy Yo los invito a reencontrar el Corazón Bondadoso de Mi Hijo en la oración. Así podrán sentir las Misericordias que serán derramadas desde Su Amadísimo Corazón sobre cada uno de ustedes.

Queridos hijos, mientras muchas almas caminan en la desesperación por la falta de Luz y de Paz, Yo los llamo a la conversión mediante la oración. Los necesito, como siervos fieles a Mi llamado, porque cada momento de oración podrá salvar un alma que está perdida.

Mis pequeños hijos, el mundo está en el ápice de su propia prueba y el tiempo de las abundancias humanas está acabando. Si las almas no se convierten por Mi llamado a la paz y a la conversión del corazón, ¿qué más podrán hacer los Cielos?

Dios Padre los ama profundamente y los contempla desde las Alturas.

Queridos hijos, el mundo está en emergencia como Tierra y por las almas que viven sobre él. Por eso, no pierdan ni un momento de la vida sin estar colmados por el fuego de la oración. Yo quiero hacerles reconocer la nueva venida del Espíritu Santo que tocará a algunos corazones.

Las almas necesitan de la oración de todos ustedes para que ellas tengan ánimo de orar, necesitan de un Amor Divino y sincero para que vuelvan a confiar. El mundo también necesita de oración para que la Misericordia sea una realidad para todos los corazones.

Amados hijos, Yo soy verdadera con cada uno de sus corazones. Este es Mi último llamado a la consciencia. Dios Me ha concedido la Gracia de la Fe para todos aquellos que Me escuchen. Podrán sentirme en lo profundo de sus corazones. Allí Yo estaré.

Gracias por responder a Mi llamado.

Paz para todos. ¡Paz!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Todos ustedes y todas las almas necesitan vivir en la oración. El mundo, como corazón dolorido, les pide la Luz de sus oraciones. Mi Inmaculado Corazón los ayudará cuando, en confianza, ustedes caminen por el sendero de Mi Amor.

Queridos hijos, a todos los tengo presentes en Mis oraciones y pido a nuestro Altísimo Padre que las Gracias puedan ser derramadas sobre los corazones que están distantes de Dios. Vivan a diario en el Amor del Padre Celestial, Mis niños; confíen plenamente en Sus designios. Yo vengo a sus corazones para invitarlos a contemplar uno de Sus Designios: la Paz.

Pequeños Míos, la oración es el escudo que los protegerá contra el mal del mundo. Mi Luz Glorificada debe descender sobre todas las criaturas. Yo aguardo la alianza de todos ustedes con la oración restauradora para cada uno de sus corazones.

Mis amados hijos, los llamo a construir con la oración las torres que están en los Cielos para que ellas desciendan sobre la Tierra. Así, el Reino de la Paz será más vivo para las almas que con sinceridad y amor Me busquen.

Queridos hijos, no teman por la transformación y por la conversión diaria de sus corazones; el Señor quiere hacer nacer Su Tierra Prometida en todas las criaturas. Yo estoy a diario con cada uno de ustedes. Los contemplo en Mi oración. Los busco en Mi adoración a Dios. Los espero en oración.

Los Amo.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

Plena es Mi Gracia para todos los corazones.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Despierten la paz en sus corazones. Comulguen a diario de la presencia redentora de Mi Hijo. Aguarden en paz Su retorno desde las nubes. Ofrezcan a Dios toda donación que irradie el corazón. Encuentren fortaleza en la oración para que ella les ilumine el camino.

Queridos hijos:

En la alianza con Cristo, emblema de amor que brota de sus corazones, existe el amor que ustedes deberán buscar para que el espíritu sea permeado por la Misericordia de Mi Hijo. Eleven sus plegarias hasta el trono de Dios, queridos hijos, para que los oídos celestiales del Padre escuchen el llamado de todos sus hijos. Así cada uno de sus corazones estará obrando por amor a la conversión verdadera de la vida, y en esos momentos estarán liberando la culpa que tal vez pueda sentir algún corazón. La falta hacia Dios no es lo grave; lo importante para el alma que ha errado es el retorno hacia Su Corazón.

Toda la vida del mundo es un aprendizaje; ya ha llegado el tiempo de redimir el pasado.

Queridos Míos, amen a Dios. Él los espera todos los días como Sus dignos hijos. El Amor Universal de nuestro Padre abre las puertas para la Luz que vendrá. Para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo y en las almas, la adoración a Mi Hijo Glorificado les permitirá disolver el sufrimiento en muchos corazones perdidos. Todo rescate comienza en la apertura interior del corazón; de esta manera, queridos hijos, el Señor contemplará a cada uno de ustedes como almas.

Sus corazones y el corazón de todos Mis hijos deberán reconciliarse con Dios; Sus Prodigios de Paz y de Conversión aguardan ser derramados desde Mis manos de Amor. Yo los ayudaré a encontrar el camino.

Gracias por responder a Mi llamado.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Es así, siempre orando, como cada una de sus almas debe estar, impregnada por la Luz de Mi Corazón.

Día a día, caminando en la confianza en Dios y en Su victoriosa Voluntad, todos ustedes, Mis pequeños, podrán encontrar la paz, porque amando se encuentra la paz y donándose se halla la paz en cada interior.

Queridos hijos, como la humanidad continúa ofendiendo los preceptos de Dios, Yo los invito a realizar y contemplar la oración del corazón. Así sus corazones podrán limpiarse de todo resto de dolor y el mundo será conducido hacia un nuevo rumbo de paz.

El Señor conoce el grado de sus debilidades y de sus imperfecciones; Yo les digo que no teman por eso. Ya llegó la hora de la conversión de las faltas y esto comenzará a partir de la entrega de toda circunstancia interior.

Mis pequeños, la hora de la transformación está llegando para todos Mis hijos. Por eso, pequeños niños, les estoy enseñando cómo deberán dar los primeros pasos en la reconciliación con Dios. Que nadie perturbe su vida si aún le debe mucho a Dios.

Por eso, queridos hijos, el verdadero Juicio comenzará con la renuncia a sus faltas. Si han ofendido por alguna razón a Dios, les digo que caminen hacia Mí para que Yo los presente delante de Mi Hijo. Todo ya fue dado a la humanidad; por eso Yo vengo desde los Cielos trayéndoles Mi Paz Eterna.

Deberán dejar morir todo el pasado para que ya nazca la nueva alma que el Señor espera. Vivan perpetuamente en la Gracia de la Paz. La paz puede curar la vida. La paz brota desde los corazones valientes.

Yo los acompaño desde cerca.

Los protegeré.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

En Su Gracia, el Señor los convoca para obrar por todos los hermanos en el mundo bajo el espíritu de la paz.

En estos tiempos en los que el mundo no descansa por sus sufrimientos, Yo los llamo a la perpetua oración por la paz en todos los corazones. Por este camino, ustedes podrán construir sólidas columnas de Mi Paz de modo que ellas irradien al mundo entero. Sepan, pequeños Míos, que el Señor aguarda la redención y la conversión del mundo; por eso, Yo vengo desde los Cielos hacia ustedes para enseñarles cómo perdonar y amar a pesar de las diferencias humanas entre los corazones.

Queridos hijos: la verdadera Paz es un estado de Gracia; la Paz es divina e inmaculada. Yo vengo al mundo a recordarles que la humanidad tiene una puerta por donde encontrar Mi Luz Maternal. Cada día que pasa, el mundo se apaga; por ello, Mis queridos hijos, el acto de la oración debe ser constante hasta el punto de sentirla como parte de cada una de sus células.

De esta forma, pequeños Míos, muchas Gracias podrán ser derramadas para abrir los corazones que aún permanecen cerrados. Ustedes, pequeños niños, solo recuerden y vivan cada momento de oración; así sus corazoncitos brillarán en medio de la noche que llegará a todos. Vean la Luz de Mi Inmaculado Corazón para que sus almas tengan fortaleza y sientan la Paz que desde los Cielos Yo les estoy irradiando mes a mes, aparición tras aparición.

Alegren sus corazones por el camino presente que están recorriendo. Será importante sembrar la unidad para que el estado de Mi Divina Paz sea un fuego ardiente en cada uno de ustedes.

Vivan en paz y sientan Mi Inmaculada Paz. Ámense los unos a los otros, como lo ha dicho Mi Hijo; es hora de vivir estos misterios.

Gracias por responder a Mi llamado.

Los contempla con el Corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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