MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Hijitos Míos:

Gracias, porque en este día recogí con Mis manos de Misericordia cada una de vuestras plegarias hechas por esta necesitada humanidad. Gracias también, queridos hijos, por haberme aguardado para recibir Mi Mensaje de Paz en este día 25 de abril.

Quiero decirles que estuve en Medjugorje porque allí, en ese Reino de Oración y Devoción, Mis otros hijos Me esperaban. Así, hijos Míos, pueden saber cómo es la Omnipresencia de Mi Inmaculado Corazón y cómo en Mi Misión de Paz para el mundo, todos ustedes Me acompañan por los senderos de la oración del corazón que en este tiempo debe ser una llama que los guíe y los ampare.

Como Madre de las Gracias, derramo Mi Espíritu Inmaculado sobre las naciones que más necesitan de Dios, del Perdón y de la Misericordia de Mi Hijo.

Hoy quiero invitarlos a continuar en el camino de la oración porque si ella es verdadera y nace del corazón, los podrá transformar.

Queridos hijos, los acompaño por este camino que ustedes están recorriendo, un camino de consagración a Dios que los llevará hacia el Infinito.

Hijos Míos, guarden, en especial, la presencia de Mi Corazón y del Corazón de Cristo durante estos días de encuentro Conmigo para que Ella los ayude en los momentos que vendrán.

Les agradezco, queridos hijos, por acompañarme en este camino de oración que despierta a través de Mi Presencia Maternal en el mundo.

Les agradezco también por acompañarme en las Apariciones en Portugal, pues Dios tiene algo preparado para cada corazón que se abre y que confía en Mi llamado.

De nuevo hoy les digo: ¡Les agradezco!

Desde la Luz del Inmaculado Corazón,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad