Martes, 2 de noviembre de 2021

Mensaje extraordinario
MENSAJE DEL PADRE ETERNO TRANSMITIDO EN ALGARVE, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 97.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Refúgiate en Mí.

Soy parte de tu respiración y de todos tus sentidos, más aún, de todos tus sentidos internos. 

No temas, anímate a cruzar los océanos de Mi Consciencia.

Surgiste de un espacio, tan bendito y sagrado para Mí, que debes aspirar a recordarlo. 

¿Lo sabes?

Ten fe, porque Yo siempre te sostendré.

Estás como una pequeña e inofensiva ave sobre Mis Manos. Te acaricio y te consuelo con la Luz de Mi Eterno Corazón.

Despierta, hijo. Es hora de que te abras internamente para poder conocer Mis más profundos misterios. No dudes de lo que te digo, sé valiente y lo conseguirás.

Todo lo que te di fue para que Me hicieras feliz. Cada parte de Mi Creación fue perfectamente pensada para agradarte y hacerte sentir muy cerca de Mí.

En el silencio, allí estoy. En cada Reino Menor de la Naturaleza, allí estoy. En los elementos, allí estoy. Te pido, búscame y Me encontrarás.

Estoy más allá de lo que es concreto. Estoy muy cerca de ti, más cerca de lo que te puedas imaginar. 

Aproxímate a Mi Creación. Todo lo que ves, en este planeta y en todo el universo, está con los brazos abiertos para recibirte.

Sé fuerte, pero también sé paciente. Como nadie más, tu Padre Celestial sabe sobre el momento que tú y Sus demás hijos están atravesando. Mas, donde está Mi Amor, está Mi Creación.

Abre tu mente e imagíname. Soy más que lo que se ha escrito sobre Mí. 

Mi Ciencia es Sabiduría y les doy a Mis criaturas esa Sabiduría para que Me puedan representar.

Mi Amor es Compasión. Les doy a Mis criaturas Mi Misericordia para que se puedan perdonar a sí mismas y a los demás.

Debes saber que no estoy lejos de todo lo que esta humanidad y este planeta viven. Yo también sufro el pesar de Mis criaturas, pero muchos de Mis hijos se apartaron de Mi Amor y, al apartarse de Mi Amor, se alejaron de Mi Verdad.

Aún estoy con los Brazos abiertos y, en silencio, espero a cada uno de Mis hijos para que esté a Mi lado, junto a un Padre que lo ama desde siempre, con un Amor que no cambia, con un Amor que lo lleva hacia la Verdad.

Hoy, estoy emitiendo este Mensaje al universo interior de todos Mis hijos, porque todos son Mis hijos, sin distinción. 

Este es el tiempo de preparar la llegada de Mi Amado Sucesor, el Cristo. En Él, Yo les di la Vida, Yo les enseñé el Camino y Yo les entregué la Suprema Verdad del Corazón.

Hijos, no se dejen confundir por el mundo, miren hacia su interior. Yo estoy allí, porque allí está Mi Iglesia. En ese espacio sagrado, estoy para escucharlos, estoy para atenderlos; puedo verlos, puedo sentirlos, puedo saber sobre cada pensamiento.

No tengan miedo. Vacíense un poco más para que Mi Amor y Mi Luz los puedan gobernar.

Bienaventurados los que padecen injusticia, porque serán consolados.

Bienaventurados los que son esclavizados, explotados y exiliados, porque en el último día serán reconocidos y serán llamados benditos santos del Padre.

Alégrense los que reciben Mi Misericordia, porque las cadenas y las prisiones se romperán y la Luz de Emmanuel vencerá.

Que tus manos siempre estén en oración Conmigo para que, más allá de todo, estemos comunicados en espíritu.

Vengan a Mí los desahuciados, vengan a Mí los oprimidos y los que están cansados; porque Yo los consolaré y los bendeciré con Mi Espíritu, así como Mi Bendito Hijo Jesús fue bendecido en el río Jordán.

Que tu vida aspire a ser un nuevo sacramento. Te ofrezco Mi Reconciliación para que sepas que Yo Soy la Paz.

Con tus pies, camina seguro de que sigues la senda de retorno hacia la Casa de tu Padre, que está en los Cielos y que está dentro de ti. 

Sacia la sed en Mi Fuente Divina.

Aquí está Mi Nombre, alabado y exaltado, para poder erguir de las ruinas a la consciencia de Mis hijos. 

Quédate en Mí, porque escucho tus palabras.

Tu Padre Celestial,

Adonai