Queridos hijos Míos:
Con Gracia y Misericordia elevo sus corazones al Cielo, para ofertarle al Padre Celestial la hermosura y la belleza de sus vidas.
Hoy, por última vez, envío Mis Mensajes de Paz al mundo. Hoy se cierra un ciclo en el que la humanidad debió haber atendido a Mi llamado y escuchado Mi Mensaje de advertencia.
En esta noche de Gracias y de redenciones, he rezado por todos ustedes y he recibido en Mi regazo a sus esencias, que son de verdadera importancia evolutiva para su Padre Celestial.
Mientras el mundo coloca su atención en las cosas de la vida material, Yo vengo aquí con el objetivo y con la divina misión de que me lleven a sus casas como corredentora y Madre de todos los corazones. De esa forma ustedes, Mis queridos hijos, permitirán que Yo pueda interceder por sus semejantes para que también alcancen la redención del corazón.
Les pido, en nombre del bendito Amor de Dios, que lleven Mi Palabra sagrada a todos los lugares a donde vayan, así Yo también podré realizar Mis planes en las almas que día y noche se pierden en este mundo de ilusión.
Como Madre del Verbo Divino, Me anuncio a todos ustedes como una vez Me anuncié en Fátima, en Lourdes y recientemente en Medjugorje, porque Dios Me ha permitido aparecerme en todos los lugares que corren un verdadero riesgo espiritual.
Con este fin, en esta noche abro Mis brazos, los elevo al Cielo e imploro por la humanidad y por todos los Reinos de la Naturaleza que son ultrajados por esta raza. Vengo para retirarles la ceguera de sus ojos y para que a través de Mi cura universal y de Mi maternidad, ustedes puedan despertar al Retorno de Cristo, Nuestro Señor.
Mis ojos iluminarán sus caminos cuando tan solo oren Conmigo por los sacerdotes y consagrados, para que ellos consigan ser el espejo luminoso de la Faz de Mi Hijo Jesús; porque, hijos amados, esta humanidad se cierra a escuchar lo que viene del Cielo, para corregirlos y colocarlos en el camino de la paz.
Como Reina del Santo Rosario, les pido que recen Conmigo por Mis planes, antes de que el enemigo consiga convencerlos de vivir una vida de ilusión material.
Mis hijos, deseo que, desde aquí como desde todo el mundo, nazcan los apóstoles del amor y de la redención que podrán dar el fiel testimonio del regreso de Cristo.
Por eso, les pido que se consagren a Mi Inmaculado Corazón para que estén protegidos y resguardados de todo mal, porque cuando todos ustedes consigan abrir las puertas del corazón, Dios podrá entregarles Su Amor reparador y misericordioso.
Están a tiempo de tomar el rosario y de ponerse a orar por la paz, paz que no existe en el hombre ni en ninguna alma. Ustedes tienen la verdad entre sus manos. Recen con devoción, pidan perdón, reconcíliense a tiempo y serán dignos de vivir la cena redentora con Mi Hijo, el Sacerdote Mayor.
A través de Mi Inmaculado Corazón, les abro las puertas del Reino de Dios para que pronto se eleven en espíritu y disipen los códigos del mal de sus vidas.
Por su sí, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Agradezco la compañía grandiosa de todos Mis hijos durante estos tres últimos años de Gracias y de conversiones.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y de toda la humanidad
Queridos Hijos:
Del Cielo les traigo el Santísimo Cuerpo de Mi Hijo, para que siempre recuerden adorarlo en todos los momentos de la vida.
Como su Madre y Madre del Mundo, hoy les anuncio un principal llamado a la oración inmediata por las almas buenas e inocentes que trabajan injustamente en la esclavitud de los campos de refugiados y de las minas de oro, que se encuentran en su mayoría dentro del continente africano.
Por eso, hoy me presento ante ustedes como la Madre y Señora del Verbo Divino, Faz que Yo misma manifesté en Ruanda para evitar una gran catástrofe social y material. A pesar de Mis anuncios, la mayoría de Mis pobres almas no me escucharon y ahora, nuevamente, llego a ustedes, Mis queridos hijos, para que también tomen consciencia de los cambios que sucederán.
Hoy, deseo profundamente que ustedes, los que responden a Mi llamado, puedan responder con sus oraciones, bajo la intercesión de San José Castísimo, por todas la almas que se encuentran en estos campos de sufrimiento y en las minas del dolor y la indignación.
Quiero ayudar, a través de Mi Misericordia bendita, a todos los que padecen día y noche en enfermedad. El mundo sufre por las acciones que se cometen injustamente entre hermanos de una misma raza, creada por el Dios del Amor.
Mi Hijo, a través de Mis plegarias, Me ha permitido llegar en consciencia y omnipresencia a los submundos del sufrimiento, que son realidad y existen en toda la superficie de la Tierra.
Quiero desterrar la injusticia que muchos viven sin salida y sin aliento. Quiero derramar Mi aliento y Mi esperanza a través de su oferta sincera y verdadera.
Yo encuentro en muchos de sus corazones el potencial para poder servir y amar en este tiempo de caos.
Mi Consciencia promete liberaciones profundas y espirituales por medio de su oración mediadora, así Yo podré interceder y auxiliar como Madre de todos los cristianos y de los no cristianos, a cuantos necesitan en este tiempo de la Misericordia de Dios.
Hijos Míos, los grupos de almas, que viven en los campos de refugiados y trabajan en las minas de oro esparcidas por varios puntos de África y el mundo, son el resultado miserable de la condición que el mal sembró en la humanidad.
Yo soy la Luz del Cielo, que viene en honor a Dios, a desatar los nudos que oprimen el camino de las almas y de la santidad.
Yo vengo a establecer el Amor de Dios y la serenidad interior en todos los que sufren injustamente.
Si la humanidad no cambia esta gravísima actitud de esclavitud y muerte a tiempo, muchos padecerán el precio de lo que otros hicieron y, en consecuencia, en amplias regiones el mundo podría perder la paz.
Para que esto no suceda, Yo vengo a pedir urgentemente la devoción a Mi Corazón Inmaculado, así impediré que el mundo pierda la paz y la Gracia de Dios.
Yo no Me cansaré de trabajar por ustedes. Mi Espíritu Inmaculado es inquebrantable y poderoso, él tiene la potestad maternal de transformar lo intransformable, de levantar del suelo lo que está caído y perdido, de amar lo que nunca nadie podría amar.
Yo amo a sus seres, más allá de las miserias que hacen sucumbir al mundo de hoy. Mis ángeles sirven plenamente a Dios Padre para ayudar a los ángeles de la guarda de muchos de Mis hijos, que se mantienen presos con amarras de tentación y deseo.
Yo vengo nuevamente para pisar con Mis pies la impura cabeza del mal y para resucitar en espíritu a las almas que, en esta vida, mueren perdiendo el Amor y la Misericordia de Dios.
Para que Yo pueda ayudar a África y así cumplir Mis Designios de salvación, Yo deseo que, en este 13 de agosto de 2014, los corazones dispuestos a servirme, veneren la Sagrada Faz de la Señora de Kibeho, la Madre del Verbo Divino. De esa forma, Yo podré interceder a través del estado de Gracia que muchos viven.
¡Les agradezco por prestar atención a este importante llamado!
La necesidad planetaria es cada día más profunda en este mundo y en la humanidad.
Los ama, los bendice y los cura,
Vuestra Madre María, Señora de Kibeho
Queridos hijos Míos:
Mi Corazón se llena de Gozo y Mi Espíritu se regocija cuando las almas responden a Mi llamado.
Con este fin, hoy deseo consagrar a todos los hogares del mundo a Mi Inmaculado Corazón; para eso vengo a pedirles que una imagen de la Reina de la Paz sea colocada en la entrada de cada casa, con el fin de proteger y amparar a todas las familias. Si así lo hacen, le estarán diciendo al enemigo que vuestras moradas pertenecen a Dios y que nada que no fuese semejante al amor del Padre podrá reinar allí.
Queridos hijos, no saben cuánto anhelo tenerlos cerca de Mi Corazón y escuchar vuestras oraciones. Por vuestra amorosa respuesta, Dios me ha permitido seguir guiándolos, como así lo hacen muchas madres en el mundo.
Para eso Yo deseo, queridos hijos, que todas las madres que ya tuvieron hijos, al igual que Yo tuve a Jesús, se consagren al Espíritu de Mi Maternidad. Así en vuestros hogares reinará la paz y la unidad en los tiempos que vendrán.
Hijos Míos, no saben cuánta destrucción y desespero existe en el seno de las familias. El enemigo y sus modernidades han conseguido sustituir la Palabra de Vida, la Biblia, por Internet, la oración por la palabra desenfrenada, el ayuno por la gula incesante y, principalmente, el amor verdadero del corazón fue cambiado por la mentira y la falsedad.
Para evitar la ley de Dios sobre muchos de Mis hijos, Yo vengo para pedir que todas las mamás miren hacia Mi Corazón y puedan sentir Mi ejemplo de paz y de humildad.
Ustedes Mis queridos, ni se imaginan cuánta maldad infunde el enemigo sobre las familias, hasta el punto de alcanzar la destrucción y la desunión entre los seres. Pero Mi espada de luz desciende desde el Cielo para cortar todo el mal y para establecer el Amor de Dios, que es Ley y es Vida.
Mientras los Centros Marianos en el mundo, los cuales Yo he fundado de tiempo en tiempo, son islas de salvación, Yo les pido que sean una verdadera familia espiritual; familia que busque todo el tiempo vivir los mandamientos de Dios y una vida de amor y de oración, de esa forma aliviarán Mi Corazón Inmaculado.
Pero recuerden hijos Míos, que la adoración al Santísimo Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, establecerá, sobre el reino de la Tierra, una oportunidad de poder recibir una Gracia Mayor.
Cuando decidan colocar la sagrada imagen de la Reina de la Paz en la puerta de sus casas, Yo les prometo:
Para que las promesas de la Reina de la Paz se cumplan, Yo les pido amorosamente a todas las mamás del mundo que Me reciten la siguiente oración, para alcanzar Mi Espíritu Maternal.
Oración para alcanzar el Espíritu Maternal de María
Sagrada Virgen María,
que gestaste en Tu Vientre el Amor de Dios
y que de Tu Vientre nació la Vida Suprema
que fue donada a nosotros en Misericordia y Redención.
¡Oh Sagrada Madre!
Reina entre todas las madres de la Tierra,
permite que vivamos Tu Maternidad
para que en los días que vendrán
reconozcamos el rostro de Tu Amado Hijo Jesús,
en todos los rostros de nuestros hijos.
Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice, los adora y los ama,
María, Reina de la Paz y de todas las mamás del mundo
Queridos hijos:
Mi voz maternal es inconfundible entre los universos. Por eso, Yo siempre vengo del Cielo para anunciarles el estado eterno de Mi Paz.
Con alegría y bendiciones, hoy quiero que suenen las campanas y los cuencos durante tres minutos de su tiempo y antes del comienzo de la vigilia de oración, porque este gesto de celebración anunciará la venida del Cristo interior a sus pequeños corazones.
Hoy Mi Inmaculado Corazón regresa a Su segunda casa de oración en el mundo, pues la primera casa de oración en el mundo es el Reino de Medjugorje.
En verdad, Mis amados, en Mi Corazón no existen diferencias, solo existe una gran misión por cumplir, misión que Yo amorosamente comparto con algunos de los autoconvocados al servicio planetario, porque por esta sagrada respuesta el mundo aún se está pudiendo sostener.
Queridos hijos, hoy llego a su encuentro como la Señora de Belén, quiero que todos Mis queridos hijos, durante esta noche, regresen internamente de corazón y de alma al gran momento del nacimiento de Cristo.
Si ustedes consiguieran vivir este misterio como verdadero e importante, sus almas abrirán las puertas del corazón para que los códigos crísticos se cultiven preciosamente en sus corazones.
Dios quiere rescatar el día del Nacimiento de Su Hijo predilecto en el corazón espiritual de la humanidad, pues el enemigo no ha podido destruir el amor verdadero que ella creó a través de las buenas acciones, porque algunos atributos, que una parte de la humanidad expresa hoy sobre la Tierra, permitieron salvaguardar al mundo de su autodestrucción.
Hijos queridos, deseo que Mi mensaje llegue al corazón de todos los que escuchan. Mi Hijo espera que hoy lo puedan vivir como algo sagrado y devoto.
Cada vez que en el mundo se celebra fraternalmente una fecha sobre algún hecho de la Sagrada Familia, oportunidades de Gracias especiales se abren en el Cielo para ser derramadas sobre el mundo como un manantial.
Que esta noche sea de Paz para todos y que ofrezcan a Dios esta inusitada paz de fin de tiempo por los que no viven en paz y por los que viven grandes sufrimientos en sus vidas.
Les agradezco el gesto de amor y de reverencia ante el Pesebre de Belén.
Agradezco la buena respuesta interior de los peregrinos para poder concretar la misión del ómnibus peregrino de Divina Madre, porque detrás de todo pedido celestial, se encuentra la santa Voluntad del Padre.
Alégrense y canten amorosamente a Cristo, porque Él hoy los escuchará en todo el mundo. Revirtamos así el mal sobre la Tierra a través del amor del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en este día especial,
Vuestra Santa Madre María, Reina de la Estrella de Belén
¡Paz! ¡Paz! ¡Paz! Que solo exista la paz en sus corazones, queridos hijos Míos.
Que la paz sea el motivo primordial para vivir en la fe y en el amor de Mi Hijo. Yo soy su Madre de la Paz Eterna, Yo soy la Gran Estrella del Universo que, en este tiempo crítico, viene al mundo para iluminar los caminos de los que están a oscuras.
Por la paz alcanzarán sabiduría y entendimiento sobre las cosas, que no falte paz en su interior, para que así no desaparezca la paz en el mundo.
Hijos amados, que nada los perturbe ni los incomode, que nada los inquiete. El mundo está en una crisis espiritual, pero Mis soldados no podrán estar sin paz.
Afírmense en el Santo Rosario, porque él será el instrumento que los separará de las acciones del mal.
Que sus esencias vivan en Mi océano de Paz, no preocupen más a sus consciencias por las cosas externas, que solo en el silencio se fortalezca su paz.
Que exista paz entre los seres, y entre los seres y Dios. Que ningún hijo Mío pierda la esperanza de redimirse y liberarse de las consecuencias que trae este mundo.
Sean portadores de la paz del corazón, sean como antorchas de luz que indiquen el sendero hacia la paz para su prójimo. Unan sus corazones a la Vida Mayor, ingresen amorosamente en el Reino del Padre para que, desde allí, nada más los perturbe ni les quite las fuerzas para poder caminar.
Que la oración del Rosario sea su escudo permanente, para que las asechanzas sean liberadas ante su presencia de paz y de amor.
Queridos hijos, es hora de que sus manos se aferren fuerte a Mi Manto protector, así nada los derrotará ni los destruirá, porque Mi amparo será eterno para sus corazones.
La guerra espiritual para la redención del mal ya ha comenzado en el universo. Sus oraciones purísimas y amorosas definirán el próximo acontecimiento planetario.
Solo recen, recen mucho, para que sus labios solamente emanen sagradas palabras de oración. Ya no pierdan tiempo en conversaciones superfluas, dediquen su concentración en el arte poderoso de la oración del corazón, para que nada opuesto a la luz los pueda atacar.
Yo vengo al mundo para despertarlo del sueño y de las ilusiones que dominan ampliamente el corazón y el espíritu de muchos de Mis hijos.
Que sus ojos solo miren la luz del infinito. Que sus oídos solo escuchen la melodía de la naturaleza. Que sus bocas solo pronuncien sagradas oraciones de luz. Que sus manos solamente sirvan y se donen al necesitado.
Es tiempo de preparación, el fin se aproxima y Mis hijos del mundo entero no podrán estar ajenos a los eventos universales. Que sus espíritus se fortalezcan en los sagrados Sacramentos, en la oración, en el ayuno, la comunión y la lectura del Evangelio. Todos los días reconcíliense con Dios, porque así estarán unidos a Su bendito Espíritu.
Queridos hijos, hoy 24 de septiembre, Yo vengo con la misión de que, a través de este importante Mensaje de paz, ustedes puedan abrir los ojos para retirar de sus seres el sueño por las ilusiones, porque es hora de luchar con el Rosario en mano por la paz y la protección de todos.
Mi Espíritu Inmaculado siempre los protegerá. ¡Adelante, sigan Mis pasos sin miedo!
¡Les agradezco por estar en vigilia hoy Conmigo de corazón!
Que la paz reverbere en sus seres para siempre.
María, Madre y Reina de la Paz
En la Hora de Mi Misericordia, todo el mal que existe en el mundo es transmutado y liberado por el poder y los Méritos Divinos que Mi Sagrado Corazón una vez alcanzó en la Cruz.
Ese mal es extirpado también cuando a las tres de la tarde, en el mundo entero, Mis Rayos de Piedad y Misericordia se propagan a todos los que oran la Coronilla a la Divina Misericordia. Y por Gracia Especial, todas aquellas almas que no adoran, no aman, ni reverencian a Dios, y los pecadores más empedernidos son liberados de la condenación final en el Infierno.
Todos los días a las tres de la tarde, Mi Corazón Misericordioso tiene el permiso de librar del Purgatorio y del Infierno a un alma, la más ignorante, y esto es posible porque un alma sobre la faz de la Tierra está orando a Mi Corazón Sagrado la Coronilla a la Misericordia.
Durante una hora Mi Consciencia Universal, a partir de las tres de la tarde, desciende para alumbrar al mundo y recorre rápidamente en Espíritu y Esencia Divina todos los espacios del planeta.
Aquellos que oran la Coronilla a la Divina Misericordia entregada a la Hermana Faustina Kowalska, reciben también la Gracia de la liberación de procesos internos y espirituales; más aún, aquellas almas que confían en cada palabra orada con el corazón también serán buscadas por Mí en la hora de la sublime elevación de la verdadera consciencia.
Por todos Mis compañeros que dedican un espacio a Mi Corazón Bendito y Sacerdotal a las tres de la tarde, Mi Consciencia recorre el mundo para auxiliar a las almas que más necesitan, dando vida a lo que esté por morir, resucitando el alma que todavía necesita permanecer en este mundo.
Mi Poder de Amor resuelve la falta de unidad en la familia que la necesita, el poder de Mi Fe da vida divina a la familia que haya perdido el amor. Todo es posible porque Mis soldados Me llaman todos los días a las tres de la tarde.
Mi promesa de misericordia aún está vigente porque en poco tiempo el mundo, por las cuentas que generó, será tocado por la Divina Justicia y aquellos que Me hayan esperado recibirán una Gracia Especial. Para las almas que Me hayan buscado Yo seré su Salvador, no seré el Juez.
Vivan Mi Misericordia y rediman sus corazones; Mi Corazón Amadísimo los espera.
Bajo la Divina Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Salvador de las Esencias
Queridos hijos Míos:
Hoy les hablo a vuestros corazones para que, reunidos en este día en el Amor de Cristo, recemos por la paz en el corazón.
Hijos Míos, ayer les hablé de la importancia de apoyar con el corazón a los obreros de Dios en la Tierra, obreros que ayudan a los rebaños de Mi Hijo para que sean conducidos por el camino de la eternidad.
Queridos hijos, hoy les pido que, en este día de decisiones espirituales que sucederán en la Iglesia de Mi Hijo, ustedes como verdaderos hermanos de camino se renueven en la oración y en la fraternidad, apoyando los importantes planes de Mi Hijo Jesús.
El Señor que está en el Cielo aguarda su honesta y humilde colaboración con los designios de la Iglesia de Mi Hijo, mediante la oferta de su oración.
Hijos Míos, sepan que millones de hermanos en el mundo dependerán del nuevo obrero de Dios, obrero que deberá sentirse acompañado por los corazones fraternos que irradien paz y que vivan la verdadera faz del Propósito Divino.
Ustedes, a través de la oración, no solo estarán reconstruyendo el mundo, al igual que con el ayuno; sino que también podrán ser fieles servidores y guardianes que vigilan el caminar de muchas almas. Este es uno de los motivos de tantas Apariciones Marianas en Medjugorje, como ahora en su casa, mes a mes.
Queridos hijos, por eso, Mi llamado en Medjugorje es para reavivar la vida de los Sacramentos como la Confesión y la Comunión; y también la vivencia del ayuno, del evangelio y de la oración que Yo les he revelado como las cinco piedritas de la salvación.
Ahora presente ya casi siete años consecutivos con ustedes, Mi Corazón Inmaculado llama a los cristianos y a los creyentes en Dios para que, en fraterna unidad, apoyen a los acontecimientos en el mundo. Esta tarea requiere de ustedes todo el amor, la fe y la fidelidad para que el mundo no se vea tan perjudicado espiritualmente, como lo está ahora.
Por eso, hijos Míos, Mi Corazón Materno en este mes de marzo especialmente bendecido, acompañará, al igual que en Medjugorje y en Salta, a los grandes momentos espirituales y cristianos que la Iglesia de Cristo vivirá.
Aquí, queridos, estaremos reuniendo en el amor a los rebaños, como está escrito en la Sagrada Escritura: “la paja comenzará a separarse del trigo” y para esa instancia sus corazones deberán estar prontos en la oración.
Si la humanidad escuchara Mi llamado, rezara y viviera Mi mensaje, el Espíritu Santo de Dios convertiría y salvaría al mundo.
Como ha dicho Mi Amado Hijo, contaré con muchos devotos, pero Me enfrentaré al mal para vencerlo con pocos soldados, así será la Ley para este tiempo.
¿Quién querrá arriesgar la vida por amor al Plan de Dios?
¿Qué hijo Mío lo aceptará vivir, en confianza y fe, como lo vivió la Virgen María?
Queridos hijos, sobre todas las cosas estoy con sus corazones y lo estaré por más tiempo mediante las Apariciones, hasta que Dios me lo pida. Yo los amo, por eso Mi Amor quiere estar presente todo el tiempo en ustedes.
¡Agradezco a Mis hijos de Figueira por haberme esperado todos estos meses, pues Mi Inmaculado Corazón retorna a casa!
Les agradezco, queridos hijos.
¡Alabado sea Jesús!
María, Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más