El divino diálogo entre María Santísima y Jesucristo, Su Hijo Amado
María Santísima: Hijo, sabes que las almas en su naufragio necesitan de Tu ayuda. Te pido, Adorable Hijo de Dios, que Te aproximes a los más débiles, que por sus errores y faltas pierden la Gracia de conocerte.
Mira, Querido Hijo, cuántos siguen Tus caminos y se esfuerzan por vivirlos.
Jesucristo: Clementísima Madre, escucho con atención y gracia Tu dulce y amorosa voz, así como la escuchaba cuando aún era muy pequeño y estaba en Tus brazos.
¿Cuándo será el momento en que los hombres se abrirán para conocer el poder de Tu Amor?
Mi Corazón se avergüenza cuando las almas no son dignas de proclamarte y reconocerte como la Madre del Mesías y la Corredentora, porque en este misterio, Tú siempre fuiste la silenciosa mujer de Nazaret que soportó todos los martirios junto a Su Hijo, en profundo silencio.
María Santísima: Sí, Hijo Amado, en Tus palabras se trasluce la verdad y la importancia del mensaje. Mi Paz todo lo alcanza, y no Te aflijas, Santo Rey, porque aún existen corazones verdaderos y santos que Me viven y Me glorifican; en ellos están las bases de la obra que el Padre Me ha confiado, en ellos edifico la verdadera iglesia celestial, libre de bienes y de poderes humanos.
Jesucristo: Es esa iglesia interior que Yo espero proclamar en honor a Mi Padre y por cada criatura de la Tierra que día a día pierde su filiación con Dios.
Santísima Reina de los Cielos, es por esa divina causa que Te he confiado, en Tus manos y Corazón, a toda la humanidad para que Tú, Arca Sagrada del Espíritu Santo, seas el portal por donde todos Tus hijos puedan pasar.
María Santísima: Por eso te ruego, Divino Hijo, que ayudes a Tus rebaños dispersos por el mundo, para que se unifiquen y solo exista un único propósito en cada corazón humano.
Desearía, Amable Señor, que Tú pudieras erguir en cada espíritu Tu verdadera iglesia celestial para que, fundando miles de ellas en los corazones, las criaturas reconozcan que Tú eres el Rey del Universo.
Jesucristo: Amada Madre del Mundo, Tus súplicas son para Mí caricias y ternuras celestiales de una Madre bondadosa e incansable, que nunca descansará hasta ver a todas las almas en el Paraíso.
Tu divina intercesión, Querida Madre, es motivo de Gracia, de Misericordia y de Gloria. Responderé al llamado de Tu Corazón Purísimo, pues Tus santos ángeles Me han hecho saber que en la Tierra tienes ejércitos orantes que están despertando por Tu Amor.
María Santísima: Sí, Glorioso Hijo, en la Tierra están despertando nuevos ejércitos, rebaños Tuyos que estoy congregando para que finalmente sigan un único camino: el camino del amor.
Por eso, Precioso Rey, estoy pidiendo a todos los ángeles y, especialmente al Ángel de Portugal, que reúnan a todas las consciencias angélicas para que la divina obra de redención se realice en todos los corazones aún no redimidos.
Por eso, revisto con Mi manto celeste a cuantos aceptan Mi convocatoria, pues Mi más íntimo deseo es que Tu Corazón sea glorificado para que el Padre sea glorificado y los acontecimientos cambien.
Jesucristo: Comprendo, Santísima Madre, el propósito que llevas adelante, por eso reforzaré Tus ejércitos angélicos para que las almas sean retiradas de la ilusión y del engaño terrenal.
Enviaré a más consciencias ultraterrestres para que los corazones despierten y sean portadores del Proyecto de Dios, el que Nuestro Amado Padre ha pedido que sea realizado en este tiempo.
María Santísima: Por eso, Hijo Primogénito, sembraré flores en jardines internos para que las almas sientan la existencia de su pureza original.
Verteré gracias inexplicables en corazones que no las merecerían, para que ellos se reconozcan dignos hijos de Dios. No dejaré, Bendito Hijo, que nadie parta de este mundo sin tener consciencia de que el amor todo lo puede cuando el corazón se abre para experimentarlo.
Jesucristo: Es ese misericordioso amor, Divina Madre del Cielo y del Universo, que aún no es vivido ni aceptado. Es el amor de Mi Corazón manso, que derrama Su Sangre de luz sobre el planeta y que todavía espera ser apreciado por todos los hombres.
Es ese amor celestial que espera ser aceptado por cada consciencia, especialmente por aquellas almas que nunca conocieron el amor. Mi Corazón se glorifica cuando los corazones viven los sacramentos y, más aún, Mi Corazón se llena de gratitud cuando las criaturas responden al llamado del Cielo, sea cual sea.
María Santísima: En Tu divina plenitud, Amado Jesús, las almas encuentran su fortaleza y las puertas a la redención se abren tantas veces intentando que las consciencias terrestres las puedan cruzar.
Por eso te ruego, Queridísimo Hijo de Dios, que ayudes con Tu bondad y Misericordia a todos los que las necesitan, para que se animen a dar el paso y ya no pierdan tiempo ni espacio en la superficialidad de la vida.
Prometo, Santo Hijo, que Mi donación y amor abrirán los caminos para que Tus rebaños puedan pasar.
Jesucristo: Es una infinita gracia escuchar Tu casta y dulce voz, la que proclama sin cansancio el triunfo de la esperanza y del amor que tanto necesita el mundo.
Tu Corazón amoroso se entrega por entero en las manos de los imperfectos y Él no teme ser rechazado porque Tu confianza en el Padre no tiene límites ni barreras.
Haz, Santa Madre Mía, que cada hijo Tuyo se anime a cruzar el portal, para que finalmente Yo encuentre en Tu regazo a los que tienen sed de Mí. Calma cada corazón y resucita en espíritu a los que aún deben elevarse al resplandor del Reino de Dios.
María Santísima: Apreciado y honrado Hijo Mío, es una gracia cumplir con Tus designios, porque en Tu Corazón se guarda la máxima Voluntad de Dios, la que los corazones de la Tierra deben aprender a vivir para que el Propósito divino se cumpla.
Por último Te suplico, Amado Hijo, que cada criatura de este enfermo planeta pueda despertar al Propósito, que los velos caigan de la consciencia y que todos los que están ciegos espiritualmente puedan ver y así cumplir con Tus sagradas peticiones.
Jesucristo: Haz saber al mundo, Madre Querida, que ya estoy retornando y que Mi hora se aproxima. Haz saber que las almas deben arrepentirse y perdonarse las unas a las otras, para que abandonen la soberbia y la indiferencia humana.
Haz saber que Me complazco, Santa Madre, en los que se esfuerzan y cumplen en obediencia Mis pedidos, porque así Yo construyo Mi iglesia interior en los corazones.
Haz saber al mundo, que el gran y esperado Juicio de la humanidad está cerca y que todos deben rezar por las agresiones causadas en el transcurso de los tiempos a toda la raza y a los Reinos de la Naturaleza.
Haz saber, Madre Celestial, que pondré fin a muchas cosas.
Queridos hijos, este segundo diálogo fue vivido en el Reino Celestial con Mi Amado Hijo y hoy lo comparto con todos para que lo estudien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Lánzate a lo imposible, si así te lo pide el Señor. Vence cualquier temor natural o sobrenatural y responde a la Voluntad divina, aun sin comprenderla.
¿Qué parecerá más imposible para un hombre que aceptar que su virgen esposa gesta, en sí, al Hijo de Dios, traído y fecundado por el Espíritu Santo? Y entre tanto, hijo, delante de ese y de tantos otros misterios de Mi vida, jamás negué la Voluntad del Señor.
Fue por esa obediencia irrestricta que el Creador concedió, a Su simple siervo, la Gracia de compartir Su Poder y Su Gloria, aunque Yo estuviera en vida, en un cuerpo, una mente, un alma y un corazón humano.
El Señor siempre Me pidió cosas imposibles, y lo más imposible de todo fue que Me pidió, un día, que fuera tan semejante a Él como lo era Su Hijo, en la humanidad de aquel pequeño Niño que por años cargué en Mis brazos.
Era tan inmensa la grandeza de aquel Niño e infinitas Su Santidad y Majestad, incluso estando en un cuerpo tan pequeño, que asemejarme a tal amor manifestado Me parecía imposible. Pero no Me negué a ese pedido divino y solo Me abrí a amar a Mi Hijo y a Dios como única cosa. Me dejé impregnar por la Presencia divina en Mi vida y abrí cada célula de Mi cuerpo para vivir en sí el despertar al amor y a la semejanza con Dios.
Poco a poco, fui descubriendo que ser semejante al Padre, como lo era Mi Hijo, era amar al Padre tal como Mi Hijo lo amaba y amar a todo tal como el Padre amaba. La esencia del amor era el comienzo, el medio y el fin de todas las cosas, de todos los caminos.
Y observando al pequeño Jesús fue como descubrí que la evolución es eterna, y que la unión con Dios debe ser permanente, constante. Fue así como, aun después de la muerte, seguí contemplando los pasos y el triunfo de Mi Hijo amado y cada vez más Me adentraba en la vivencia del amor y de la semejanza con Dios.
Te digo esto porque el Creador pide cosas imposibles a todos Sus hijos. Incluso, de la misma forma como Me lo pidió, Él también te pedirá que ames como ama Su Hijo Primogénito y que seas semejante a Él, como es Su Hijo amado.
Sabe, hijo, que la esencia de todo se encuentra en perder el miedo de lanzarse al amor.
Aunque te atormenten la duda, el temor, el orgullo y la falta de paz, jamás dejes de cumplir con la Voluntad del Padre. Cuando respondas a Su Llamado, verás que se manifiestan en tu vida Sus Prodigios.
Yo te amo y con Mi ejemplo, te inspiro siempre.
Tu padre y amigo,
San José Castísimo
El arte de aprender a ser prudente
En este tiempo final y en esta vida, la prudencia deberá volverse un arte permanente en la vida espiritual. Actuando con prudencia, impedirán que se lleven adelante muchas situaciones generadas por Mi adversario, a través de los estímulos que reciben las consciencias.
Ser prudente en este tiempo ayudará a prevenir el destino de los acontecimientos, para que así sean evitadas ciertas experiencias surgidas de la imprudencia.
La imprudencia es lo opuesto a la precisión y al ritmo. En este tiempo, en el que la humanidad se coloca en dimensiones paralelas a través de sus acciones, las imprudencias de los discípulos de Cristo no se podrán pasar más por alto.
Las consecuencias de la imprudencia llevan a la inestabilidad emocional y mental de la consciencia humana, porque es así que la humanidad se enfrenta a situaciones imprevistas sin preparación para superarlas.
Por ejemplo, las guerras como también el hambre que se viven en algunas naciones en este momento, no solo son por falta de prudencia, sino también por el resultado de una elección que va más allá del plano material del planeta.
La imprudencia genera en la consciencia diferentes grados de desconfianza e, inevitablemente, fortalece la desobediencia a la Ley de la Jerarquía, lo que genera un aprendizaje que también es imprevisto en su destino evolutivo.
Hijos, es muy importante que aprendan, en este ciclo, a ser prudentes con cierto grado de consciencia, porque la actitud de prudencia los llevará a estar siempre en paz.
La imprudencia ha despertado, en la humanidad, el dominio de las acciones de la vida, como del destino de las naciones. La imprudencia podría ser fatal, porque una acción insignificante impregnada por un impulso personal o grupal, como sucede en estos tiempos, podría cambiar el rumbo del Proyecto que el Padre ha pensado, tenga que ver con un grupo de consciencias o con el planeta entero.
La humanidad en esta era se basa no solo en la indiferencia, sino también en los complejos estados de imprudencia que llevan al desarrollo de acontecimientos inusitados e innecesarios.
En esta hora, tan aguda y crucial de la humanidad y del planeta, los actos conscientes de prudencia corregirán los excesivos impulsos de concretar, espontáneamente, acciones personales, grupales y heroicas.
Desde ahora, deben actuar como lo hace la Jerarquía, midiendo los plazos de los acontecimientos y de las decisiones con observación, neutralidad y paciencia. La cadena de imprudencias debe ser cortada por los actos prudentes de verdaderos seres espirituales al servicio del Plan de Dios.
Mientras aún hay tiempo material, aprovechen, hijos Míos, para percibir y aprender sobre la verdadera prudencia espiritual, basada en la Ley de la Obediencia y en la Ley de la Jerarquía. Para que sus consciencias puedan alcanzar ese propósito de la prudencia espiritual, deberán esforzarse todos los días para estar más atentos a sus propias motivaciones, ideas y expectativas, porque el Plan de la Jerarquía en este tiempo se trata con precaución y con mucho discernimiento.
La tarea que es desarrollada por la Jerarquía Celestial no puede ser tratada de forma imprudente y superficial. Es en ese punto que sus consciencias y corazones deben colocar la atención.
Tampoco es muy recomendable, hijos, que sus vidas y consciencias en este serio ciclo de la humanidad sean imprudentes, con expresiones impulsivas y egoicas.
Ser prudente en el Plan previsto y con la Jerarquía determinará, en este tiempo final, poder quitar de sus mentes toda idea personal, grupal, regional o mundial.
La imprudencia es la segunda enfermedad espiritual de la humanidad. Por eso, hijos, es hora y es momento de que puedan crecer, no solamente por los impulsos que trae la oración del corazón, sino también por una mayor atención que a partir de ahora deberán tener. Eso los liberará de ser deudores del Plan por los actos de imprudencia o de negligencia.
Es un esfuerzo mayor para toda la Jerarquía Espiritual de la Luz acompañar la realidad de este planeta. En este momento, Ella premedita antes de tomar decisiones. Esto es así, queridos hijos, porque estamos en tiempos de batalla y de profundas definiciones; por eso los alerto con todo el Amor de Mi Corazón de Madre para que cada día estén menos distraídos, más silenciosos y atentos a los acontecimientos finales que se avecinan.
Esa actitud, de un verdadero ser pensante y consciente de todo lo que debe cumplir ante el Plan, ayudará también a disolver el hipnotismo global de indiferencia humana, situación que no le permite a las almas percibir el sufrimiento planetario que existe en cada pueblo, en cada nación.
Pidan con fe para que, todos los días, el Santo y Divino Espíritu los ayude a construir las bases de una verdadera y consciente prudencia espiritual; así estarán reformando la consciencia mental del planeta, que está bastante alterada y cargada.
Me uno a cada corazón orante que se abra para crecer interiormente y sin distracción.
¡Les agradezco por ser prudentes y atentos de corazón!
Los ayuda extraordinariamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Prudencia: cualidad o virtud que consiste en actuar con reflexión y discernimiento para distinguir entre lo bueno y lo malo, y así evitar peligros y daños innecesarios.
Queridos hijos:
La duda es la energía opuesta a la confianza y cuando ella emerge, Mi adversario aprovecha para sembrarla en la consciencia que tiene débil su fe.
Pero la duda es más nociva cuando se transmite a otras consciencias que no deberían ser contagiadas por ella.
Cuando la energía de la duda es colocada en otros corazones sin juicio ni control, la consciencia instantáneamente se vuelve un instrumento del adversario, porque Mi enemigo le gusta alimentarse sin mucho trabajo de todo lo que los dudosos emanan.
La energía de la duda aparece en lo profundo de la consciencia cuando la misma recuerda todo el tiempo su pasado y lo revela a los demás corazones. Es en ese momento que, abriendo una puerta incierta al pasado, la consciencia que duda es astutamente colocada por Mi adversario en un lugar y espacio de consciencia donde ya no debería estar, y esto es más comprometido para quien ya camina en el sendero de Mi Hijo.
Es como retroceder muchos pasos hacia atrás y no poder salir de ese espacio.
Después de la duda, aparecen otros aspectos que son parte de la condición humana, que la propia consciencia debe transformar y trascender.
No es apropiado para un discípulo de Cristo, satisfacer su vida recordando todo el tiempo el pasado y ver esos acontecimientos como algo genial.
La duda es sembrada cuando la consciencia tiene grandes dificultades de amar la obediencia a Dios y a sus semejantes, como también de vivirla.
La duda se instala en la consciencia cuando la verborragia desune lo que cuesta tanto construir y cuando los comentarios no elevados salen de la boca del discípulo.
Todas las raíces de la condición humana se transmutan con determinación. Quien sigue a Mi Hijo no puede ir y venir por dos caminos, porque un día se enfrentará a su realidad de forma desconocida.
La transparencia, la humildad y el silencio evitan que ciertos aspectos mantengan amarrada la consciencia a todos los aspectos destructivos que irradia Mi adversario.
Cuando esta realidad de la consciencia no es tratada con seriedad y transparencia, por Ley de Jerarquía, la Divinidad solo puede observar y orar, así como lo hace con la mayoría de la humanidad.
Cada discípulo de Cristo debe tener claro que no puede ser un imán que por sus acciones atraiga el caos del mundo. Todos son llamados a purificarse en la verdad y sin mentiras, porque cuando la consciencia llegue a otro plano de consciencia, después de haber pasado por este, se dará cuenta de que no está en donde siempre ha creído estar.
Es así como hoy, miles de consciencias están en el purgatorio, después de haber tomado consciencia de sus acciones.
Solo debemos orar y callar.
¡Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado!
Los ayuda a crecer interiormente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aunque la presión es grande, Mi Gracia es infinita y puede salvar a las almas. Por eso, he venido desde el universo, en este día, para traerles la paz; la paz que falta en el mundo y que se disipa por las tinieblas. Pero Mi Reino se puede hacer visible en los corazones mansos y pacíficos que lleven esta paz por el mundo como un emblema de unión con el Padre Celestial.
He pedido que todos vinieran aquí, a este Centro Sagrado, para establecer un propósito en vuestras consciencias que va más allá de vuestras comprensiones y que se vive en el espíritu.
Hoy he venido de un lugar en el planeta muy especial, en donde vivo un recogimiento y un silencio profundo para meditar delante de los próximos pasos que la humanidad debe dar. Quisiera poder elevarlos hacia ese lugar, pero primero deberán orar para poder ingresar en él. Ese lugar del cual hoy les hablo es el desierto de Shambhala, en donde la verdadera realidad interior existe, en donde todo se originó, en el principio de la Creación de Mi Padre, para este planeta y para esta humanidad.
Hoy los coloco en ese lugar para que busquen a Shambhala y así recuerden cuál es vuestro propósito para estos tiempos que llegan. Pero este pedido Yo se lo haré a muy pocos, porque no puedo hacérselo a todo el mundo. El mundo está muy distraído y así no podrá ver a Shambhala, pero ustedes que sí lo saben y que lo han conocido, revivan esos principios. Ingresen Conmigo en el desierto, desierto adentro, para encontrar el templo en vuestro interior y así poder aferrarse a esos dones durante el tiempo de la tribulación que aún vivirá el mundo; tribulación que no ha terminado y que recién ha comenzado.
Yo Soy vuestro Pastor y guío los rebaños de Mi Padre. Por eso los llamo a ingresar en Shambhala interior, para que no olviden vuestra verdadera faz, aquella que viene de tiempo en tiempo para vivir esta experiencia de amor y de perdón que la humanidad ha olvidado.
Si Yo Me encuentro en el desierto de Shambhala meditando y en recogimiento, ¿por qué ustedes no lo harán? Después de la decisión que Mi Padre ha tomado, nuevas cosas deberán pensarse desde el corazón para que los espíritus puedan nacer en las obras y realizar los Designios de Dios. Por eso, el retiro es importante, vuestro retiro interior ante tanta demanda de la humanidad, ante tanto servicio y necesidad espiritual y material. Los invito a estar en retiro interior para que puedan percibir las cosas desde otro punto, así como Yo las veo.
Los llevo a todos hacia el desierto de Shambhala para que puedan abrir vuestros ojos y en esa realidad de Shambhala interior puedan descubrir y comprender lo que la Jerarquía necesita. Si vuestros corazones están unidos a ese misterio, podrán estar en Shambhala, pues Shambhala es la fuente principal del Amor que surgió en este planeta para establecer en el mundo el espíritu de la confraternidad y de la unidad con el universo que la humanidad hoy no vive por estar muy separada entre hermanos y naciones. Por eso todo lo que hagan debe ser en el nombre del Señor, cada acción que cometan, cada obra que realicen, cada palabra que proclamen debe ser en el nombre de la paz y no de la desunión.
Los tiempos aún están difíciles y muchos no quieren creerlo. Necesito que los autoconvocados vean en la comodidad en la que están y cuán grande es el llamado del Cielo que convoca a las almas a servir, a entregarse y a renunciar a todo.
Yo les prometí que volvería, primero en Mi Divinidad para que después Me pudieran ver resplandecer entre las nubes como el Sol del universo, que establecerá la nueva humanidad para todos los mundos. Ese momento ha llegado compañeros, Yo estoy retornando, aunque no me vean. Si en meses pasados, en encuentros de oración anteriores Yo los llevé a conocer la Ley y a adoptarla en vuestras vidas, Yo los hice recorrer Medio Oriente para poder refugiar a las almas en vuestros corazones, ¿por qué ahora no Me siguen hacia Shambhala interior en donde todo comenzó para este planeta?
Los invito al desierto para que se puedan ver vacíos de todo y de cualquier circunstancia, pues no podré poner Mis nuevos Principios en almas llenas de otras cosas. Por eso los invito al retiro interior, a la oración y al silencio para que el mundo se pueda salvar. Eso es lo más simple que les pido compañeros, no necesito que Me entreguen vuestras familias, vuestros trabajos, vuestra vida material. Necesito que se eleven en consciencia para poder abandonar esas cosas, que deben estar en segundo plano para que Mi Obra primordial se pueda cumplir. No estoy diciendo, compañeros, que vuestras familias sean abandonadas ni que vuestros empleos dejen de ser atendidos. Necesito que vuestras consciencias sepan estar en la prioridad que Mi Padre necesita en estos tiempos finales. Si Yo estoy retornando es para llamarlos, para formarlos como el ejército de los 144 000 que deben estar dispuestos a responder a la necesidad planetaria, al llamado del Plan y de la Obra de Dios en todo el universo.
Queridos compañeros, estamos hablando de cosas grandes y no de cosas minúsculas. El terror se expande en el mundo y el dolor se agudiza, y alguien debe aliviarlo para que nada se pierda en esta humanidad. Por eso vengo como vuestro Pastor en este día, para llevarlos a descubrir, en Shambhala, vuestro vacío interior y todo lo que siempre lo ha llenado, una y otra vez, tiempo tras tiempo. Pero no teman, Quien les habla no los abandonará, no los dejará de lado, porque Yo compartiré con ustedes vuestra purificación, así como comparto la purificación de esta humanidad no redimida, que está lejos de Dios y principalmente lejos del amor, del amor verdadero del universo.
Estamos haciendo lo imposible para que el mundo no se siga desviando camino al abismo. Por eso, los esfuerzos serán extremos y serán conscientes de eso. Y cuando llegue la hora para cada uno de ustedes de poder dar lo máximo, de poder entregarse totalmente a Mi Padre, no podrán decir que no sabían. Así como una vez les dije a Mis apóstoles que los esperaba para acompañarme en el Calvario y en la Pasión, así hoy Yo les digo a ustedes que no retrocedan, pues Mi Corazón Glorificado será vuestro sustento en la hora más aguda.
Mi Corazón los podrá hacer renacer porque Mi Misericordia lo permite. Y si están en Mi Misericordia, abrazarán Mi Gracia. Mi Gracia los colmará y así estarán en Mi Divinidad; la Divinidad de Cristo que aún la humanidad no ha conocido ni alcanzado en ningún tiempo. Por eso Yo les demuestro Mi Gloria para que puedan conocer Mi Gracia y en Mi Gracia puedan ser divinizados en el nombre de Mi Padre, en honra a Adonai y a Su Reino Eterno, que siempre espera a todas Sus criaturas para derramarles Su Amor y Su Paz de tiempo en tiempo, de época en época.
No se frustren, no se perturben. Respondan en obediencia y conocerán el porqué. Abracen Mi Llamado y sentirán Mi Divinidad que siempre los espera para guiarlos y conducirlos hacia el Reino de Mi Padre.
A través de este llamado al retiro interior de Shambhala, estoy invitando a todas las almas para que maduren conscientemente y dejen de hacer lo que ya no es necesario en este tiempo. Porque cuando están ocupados en cosas inútiles, Yo solo los observo y espero que puedan despertar para sentir Mi Voz en vuestros corazones, la Voz que clama, ante el Padre Celestial, por este Proyecto de la humanidad.
Que esta Maratón sea la profundización de la vida espiritual de cada uno de los seres y así se establezca la reconfirmación de sus votos ante este Proyecto definitivo que se debe cumplir. Que esta Maratón no solo pase por Aurora, sino también que pase por cada uno de ustedes para que puedan percibir lo que Yo les digo.
A los que ya Me responden, no les puedo seguir entregando más responsabilidades. Las almas tienen un punto de tensión para soportar Mis Designios, ahora llegó el tiempo de que ustedes abandonen vuestras cosas insignificantes, que todo se equilibre y que abracen Mi Llamado y cumplan una parte del Plan que aún espera concretarse. De esa forma nacerán los 144 000 y dejarán de estar escritos en el libro sagrado de la Biblia para pasar a ser una realidad en este tiempo. Esas 144 000 consciencias están en todo el planeta en diferentes regiones, naciones, culturas, lenguas y creencias dentro del cristianismo espiritual del planeta. Así establezco el símbolo de Mi Divinidad a través de Mi Gracia, pues si aman el poder de Mi Gracia viviendo Mi Divina Misericordia, comprenderán la magnitud de esta propuesta y así responderán a tiempo.
Vean vuestro Shambhala interior que los llama a unirse a los Maestros y así reconfigurar el Plan bajo el reinado de Cristo, vuestro Amado Señor. Las puertas del desierto de Shambhala están abiertas no para hacerlos sufrir, sino para que ingresar en el camino del vacío que necesitan vivir sus corazones, y estando libres de todo eso realizar las Obras del Maestro en la simplicidad del espíritu y en la humildad del alma a través del servicio a los demás.
Que vuestros corazones se reenciendan en esta propuesta, que vuestras voces clamen verdaderamente por Mi Misericordia después de tantas Maratones de oración. Que sus almas pidan lo que necesitan, pues Yo se los entregaré. No tengan miedo al vacío, porque en el vacío el alma alcanza su libertad. El alma se diviniza en la presencia de Mi Espíritu Sacerdotal.
Los espero en consciencia y en amor por el Plan,
Cristo Jesús Glorificado
La madurez a la hora de servir surge de la comprensión de que un servicio que se presta respondiendo a un pedido de Dios trasciende la materia y tiene su verdadero propósito en el espíritu.
Cuando el Creador los envía a servir, deben tener consciencia de que son meros instrumentos en Sus Manos, ya que, para equilibrar el gran karma humano, es necesario que sean los propios miembros de la humanidad los ejecutantes e intercesores de este acto de equilibrio.
¿Qué temen cuando los enviamos a servir? ¿Acaso están pensando que serán sus manos las que van a actuar?
No pierdan más tiempo con expectativas, ansiedades ni tampoco con orgullos ni vanidades. Concéntrense en ser verdaderos y simples, obedientes, mansos, vigilantes y pacíficos. Concéntrense en estar unidos a Dios y en pensar en Él todo el tiempo y no en sí mismos.
Cuando estén delante de un acto de servicio, no se confundan. La confusión proviene de la falta de claridad del propósito de sus acciones. Si concentran su atención en Dios, en seguida verán cómo Él abrirá los caminos y les mostrará la mayor necesidad que, de repente, no era aquella en la que pensaban.
Tanto en Medio Oriente como en Chaco, sus hermanos necesitan ser escuchados y encontrar en ustedes un puente para algo superior. Donen aliento, donen esperanza, donen paz de corazón.
No se muestren inmaduros, inseguros ni sin propósito, porque están siendo guiados de cerca tanto por Nuestras palabras como por la intuición y por el corazón, vehículos que siempre usamos para conducirlos. Por eso, déjense guiar internamente.
Confíen en los que elegimos para coordinarlos y dirigirlos en cada misión, porque a esos corazones estamos unidos de una forma especial. No tengan grandes ideas ni quieran realizar servicios heroicos para contar al final, porque la verdadera misión, que sucede en el espíritu, será conocida por pocos y, será admirada solo por Dios, porque la humanidad aún no aprendió a amar la vida del espíritu y, por más que conozca los hechos espirituales, poco le interesará si no hay resultado material.
Por este motivo les pido otra vez que sean más humildes y obedientes, más unidos de corazón los unos con los otros y todos con el Dios Altísimo. Así se cumplirá el Propósito de Dios.
Aquel que los ama y los guía,
San José Castísimo
Que todos aquellos que aspiran a ser misioneros del Plan de Dios escuchen estas palabras y aprendan a servir. Los espíritus verdaderamente atentos nunca piensan que Yo hablo para otros, sino que toman todo para sí; por eso, crecen y maduran como Dios espera.
Calma tu corazón, entregándolo a Dios.
Aquieta tu mente, rindiéndote a los pies del Creador y lanzándote firmemente al cumplimiento de Su Voluntad y no de la tuya.
Serena tu espíritu con la certeza del triunfo de Dios en la Tierra.
Fortalece tu interior con la simple oración y descubre qué fácil es vivir en paz y en armonía con toda la Creación.
Busca dentro de ti la unidad con el Todo y sé parte consciente del Plan de Dios.
Si quieres ser humilde de verdad para que se cumpla en ti el Pensamiento de Dios, resígnate a ser servidor de todos y deja que en todo sean mejores los demás.
Obedece, entonces, con el corazón y con la rendición de la mente, porque si el corazón trata de obedecer, pero la mente no se rinde, podrás incluso aparentar ser obediente y bueno, pero nunca alcanzarás la paz. La mente podrá llevarte a aparentar muchas cosas, aunque solo encontrará la paz el día de su rendición.
Dejar la mente rendida delante de Dios es entregarle las propias potencialidades y no tenerlas en cuenta, a no ser que el mismo Dios disponga las situaciones de la vida en las cuales ellas sean necesarias.
Rendirse mentalmente es renunciar a la propia forma de pensar, de actuar y de ser. Renunciar a todo lo que se asimiló como aprendizaje, para estar vacío y dispuesto al permanente cambio, característico de estos tiempos.
Rendirse de corazón es simple, porque el corazón es la mente del alma y cuando el alma aspira ardientemente a encontrar a Dios, el corazón no teme lanzarse en esa aventura. Pero la mente, que es la reina de los sentidos y de la materia, jamás querrá perder su reinado y le costará mucho entregar el trono para ser sierva de un Rey tan incomprensible y poco alcanzable para ella y sus capacidades.
Comienza por el corazón, que ya conoce la verdad que el alma le imprimió y, poco a poco, anímate a dar pasos aún mayores, para alcanzar aquello para lo que viniste al mundo; aquello que necesita que seas lo que nunca fuiste en apariencia, pero que siempre fuiste como esencia que proviene de Dios.
Te amo y te dejo Mi bendición paternal.
San José Castísimo
Florece en los jardines de la Creación, así como Dios hace florecer delante de tus ojos un vasto jardín de pequeñas y grandes flores.
Trae al mundo el tiempo de la eterna primavera, en la que cada ser puede expresar lo mejor que hay dentro de sí y, así, ofrecer a Dios aquello que a Él pertenece y que fue entregado a los hombres, para que pudiesen dar vida y forma al Pensamiento Divino con perfección.
Deja que los Jardineros del Universo, que vienen a tu encuentro con vestiduras divinas, puedan cultivar en tu interior aquello que es perfecto y que desconoces, porque es aún una pequeña semilla que tus ojos no pueden ver.
Que los principios de Dios, en el interior de los hombres, crezcan y den flores y frutos, para sembrar en otros corazones la vida universal, la perfección de Dios y la eterna obediencia a Sus Leyes.
Aquel que, en la simplicidad de Mis palabras, encuentre los más grandiosos misterios será dichoso y llamado bienaventurado en el Reino de Dios, porque habrá cumplido con Su Plan de Amor.
Yo los bendigo hoy y siempre.
San José Castísimo
Queridos compañeros y siervos de Cristo:
Hoy les pido que reflexionen sobre todo lo que les dije en los últimos tiempos y que traten, dentro de ustedes, de percibir si están intentando vivir las instrucciones transmitidas por los Sagrados Corazones.
Con la simplicidad propia de la Consciencia de Dios, los Sagrados Corazones de Jesús, José y María están conduciendo a la humanidad hacia un grandioso despertar; sin embargo, dependerá de cada uno que ese despertar pueda salir de las hojas de papel y del verbo que los videntes pronuncian parael mundo al repetir Nuestras palabras, y que se vuelvan vida y fuente del despertar de otros seres de este mundo.
En este momento del planeta, intentamos despertar no solamente seres orantes, sino soldados de la oración: consciencias que sean capaces de obedecer las indicaciones de Dios inmediatamente y que comprendan que el amor, el perdón, la unidad y la fraternidad, que se alcanzan cuando el corazón ora, son las armas más poderosas de los tiempos actuales.
Que, provistos con el Poder de Dios, Sus Ejércitos puedan hacer triunfar la Luz por medio del descenso de la Luz Divina en el corazón que ora.
Los ejércitos del adversario no se cansan, no se detienen y no se distraen ni por un solo minuto; pero la Victoria de Dios debe ser la única certeza de los corazones que responden al llamado celestial. Con esta convicción interior, animarán a otras almas para que transformen sus vidas y se conviertan en pacificadores de este tiempo de caos y de perdición planetaria.
Mis queridos, despierten a la transformación inmediata y nunca piensen que ya están en un buen punto, que alcanzaron la meta y que ahora pueden descansar, pues el descanso del soldado de Dios no será en esta vida.
Ustedes están aquí, ahora, para que se transformen permanentemente, todos los días un poco más, hasta que puedan fundirse con Cristo en corazón, alma y espíritu. Hagan esto por los que ignoran la existencia de Dios y de Su Plan y que están entregando sus almas al abismo de este mundo, creyendo que viven lo mejor que la Tierra les puede ofrecer.
Yo los amo y los aguardo en oración.
San José Castísimo
Ha llegado la era de la fe, era en que los corazones serán probados por la Justicia de Dios. Aprenderán entonces, a confiar en el Creador y serán conocedores de la esencia de la Obediencia Divina, esta que responde a los designios superiores, más allá de la comprensión o de la adhesión mental e interior a todo lo que ocurre alrededor.
Aquel que abra los ojos del espíritu y del corazón podrá ver la intención de Dios guardada en lo íntimo de los acontecimientos, y comprenderá lo que nadie podrá comprender; encontrará la Sabiduría y la Justicia Divina, en aquello que para los ojos humanos será injusticia y maldición.
Ha llegado la era de la Fe, porque Mi adversario atacará los corazones por la duda y por la incomprensión. Muchos buscarán fuera de sí, en los fenómenos, las confirmaciones que solo encontrarán dentro de sí mismos.
Será la paz inquebrantable en el corazón de Mis hijos, la única confirmación de que la Presencia de Dios en Sus Mensajeros es verdadera. Por eso, Mis amados, lo que construyo dentro de cada uno es puramente espiritual y se debe consolidar por medio de la transformación definitiva de sus vidas.
Lo que se construye en el corazón humano por medio de los fenómenos puede ser destruido con la misma facilidad y rapidez, que la manifestación de los mismos. Pero lo que construyo dentro de Mis soldados tiene una clara finalidad, que se manifestará a los ojos del mundo en el final de los tiempos.
La primera señal será la confirmación de Mis palabras en los acontecimientos que vendrán. Y la señal más importante, tanto para los hombres, como para Dios, será la fe en el corazón de Mis hijos y la paz que les permitirá guiar a aquellos que están perdidos.
La clareza de propósito les permitirá ver los acontecimientos desde un punto de vista superior y entonces no se involucrarán con lo que sucede en el mundo. Pero sabrán que todo eso ocurre por un fin mayor, que es la purificación del planeta y el surgimiento de una nueva raza.
Esa raza que surgirá, Mis amados, nacerá de la semilla que hice brotar en sus corazones y no será formada de nuevos seres humanos que surgirán de repente. Serán ustedes y sus hijos renovados por Mi espíritu de amor y por el retorno de Cristo Redentor, los que conformarán el nuevo mundo.
Así se cumplirá el Proyecto Sacratísimo de Dios, en el cual Sus creaturas serán capaces de vencer la oscuridad que habita dentro y fuera de sí y, por medio del amor, harán triunfar el Espíritu de Dios en el mundo y el propósito crístico de esta creación.
Mis amados, guarden en sus internos Mis palabras, estúdienlas y permitan que ellas impregnen sus consciencias, porque ellas traerán la certeza del triunfo de Dios en el corazón humano y será con esas palabras en la consciencia que podrán vivir en estados plenos de paz, en los tiempos que se aproximan y en los tiempos que ya viven.
Manténganse firmes en la vida de oración y no permitan que las demandas del mundo venzan la imperiosa necesidad de fortalecerse internamente. Con sabiduría, den prioridad a las cosas de Dios; así estarán transitando caminos seguros, que conducen al Señor.
Yo los amo y les agradezco eternamente por responde a Mi llamado.
Que ninguna duda venza la fe en sus corazones. Que ninguna inquietud los haga perder la paz.
Yo los bendigo, bajo el Espíritu Pacificador de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy le traigo al mundo la Luz de Mi Inmaculado Corazón, principalmente para develar los misterios más profundos del universo.
Sé que para muchos de ustedes es muy difícil comprender la amplitud de Mi tarea en el mundo, que realizo a través de Mis instrumentos, los videntes.
Hoy, Yo les digo, hijos, que eso es así y siempre ha sido así. Vean y crean, con ojos de humildad y de confianza, que la Madre de Dios llegó a Aurora para difundir un importante Mensaje de Paz fuera de la tradicional Iglesia de Mi Hijo.
Su Padre necesita que Mi Presencia sea más conocida, tanto por los creyentes como por los no creyentes. Así es que su Madre Celeste se aproxima a ustedes, desde hace varios años, para entregar al mundo la última llave de salvación, que es la oración del corazón.
Si en verdad muchos de ustedes ya orasen de corazón, no colocando ningún impedimento mental, podrían sentir en su interior que ocho años de trabajo no serían realizados por obra de ningún ser de esta Tierra, por más santidad que manifestara.
Hijos, el único poder lo tiene su Padre Celestial y es a partir de Él que se manifiestan las obras para todo el universo; sin Su permiso y sin Su consentimiento divino nada sería posible.
Así, Yo les muestro que a través de la obediencia se encuentra la guía y la protección, sobre todo ante los engaños de Mi adversario, que siempre intentará hacerlos indiferentes a todo lo que es divino y puro.
Pero no teman, queridos hijos; reciban con Mi Paz el tiempo de su purificación, que los colocará delante de todo lo que se debe transformar a tiempo. Así, estarán limpios de todo y libres de toda mancha.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce a la consciencia de la Verdad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La mayor expresión del amor es la aceptación y después, la comprensión de la Sagrada Voluntad de Dios, que se manifiesta en la adhesión definitiva a ese Sagrado Propósito, por el que fueron creados a imagen y semejanza del Padre.
Por eso, hijos, en estos tiempos, reconocer la verdadera Voluntad y vivirla los colocará siempre en el camino correcto y así evitarán sufrir por los errores. Pero reconocer la Voluntad y no vivirla, sería dejarse someter por los modelos de vida que la humanidad construyó, alejando sus vidas de Dios una y otra vez.
Queridos hijos, por eso deseo que todos los días imiten la experiencia de Mi vida, aquella que Yo viví en este mundo a través de la obediencia y de la fidelidad, algo que la humanidad aún no aprendió con firmeza.
Si ustedes aman la obediencia, las puertas se abrirán para conducirlos por experiencias nuevas y para ayudarlos a resolver lo que por inercia hasta ahora no resolvieron. Cada indicación que muestra el universo es única. Dios espera que vivan Su Voluntad naturalmente y que no solo pasen por Su Voluntad, para entender que existe una meta mayor para cada vida.
El Padre espera reflejar Su Divina Voluntad en la vida de todas Sus criaturas, pero la libertad que caracteriza a todos ha demostrado, ampliamente, el abandono y la elección que ha hecho la humanidad por sí misma.
Por eso, hijos Míos, sean como su Madre Celeste; que cada uno de ustedes viva, comprenda y aplique la Divina Voluntad como mejor pueda. Ahora, eso ya no bastará porque la urgencia es grande en este mundo, mundo que vive de colapso en colapso por sus propias voluntades que llevan a la pérdida de muchas almas.
Queridos hijos, los próximos tiempos serán de mayor exigencia para todos, sin importar la escuela que estén cursando en este último ciclo. Su unión sincera con el gran Propósito, sin cláusulas ni términos medios, determinará que el mundo pueda recibir la Gracia Infinita que tanto necesita para no sucumbir.
Hijos, cada uno de sus corazones sabe, ante el universo, lo que vino a cumplir y no quiere escapar de una misión tan importante, a la que amorosamente fueron llamados a vivir en este tiempo.
Hasta el día en el que ustedes, Mis hijos, no tomen consciencia de lo que están haciendo y por quién están siendo guiados, entre tantos millones de almas; hasta ese día, su Madre Santísima estará rezando y esperando una determinada postura de ustedes ante el Plan de todo el universo.
Eso los hará madurar y, si no despiertan, los hará estacionarse en el tiempo. El Cielo espera depositar sus tesoros en los corazones abiertos; si eso aún no ha sucedido es porque la Divinidad está esperando que todos puedan dar un poco más a este Plan y a este Proyecto Divino, y guarden menos espacio para sus propios planes.
El verdadero servidor de Dios es aquel que vive en base a la instrucción y la aplica independientemente de la escuela que esté cursando.
El universo espera hacerlos dignos de recibir las llaves que abrirán las puertas para el surgimiento de la nueva consciencia de la humanidad.
Hijos Míos, en ustedes está la decisión. Nosotros, sus Mensajeros, estamos aquí para guiarlos e indicarles el mejor camino interno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva a la verdadera Consciencia del Pensamiento de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha Mi voz en el silencio de tu corazón y reconoce junto a Mí cuánto aún te falta cambiar. Eso no será una limitación para alcanzar la meta; ese es el primer paso de una consciencia que madura en el camino que escogió.
De la noche a la mañana no te santificarás, pero sí descubrirás las barreras que dejan presa al alma de cada ser. Dichas barreras son la vida superficial y mental que no llevan a ningún resultado.
Si tu aspiración a rendirte a Mi Hijo es fiel y constante, te aseguro que grande será la prueba, pero no habrá nada que disuelva la unión sincera que has construido. Por eso te indico nuevos caminos, para que los puedas recorrer en obediencia y alegría.
Cuando dices no a Mis planes, nada puedo hacer, solo mirarte y rezar. El Universo siempre busca la mejor opción para ayudarte, pero cuando el camino que se te propone no es aceptado, será en la siguiente vuelta del ciclo universal que algo podrá ser resuelto.
Cuando no hay correspondencia con lo que se indica, se desperdicia la Instrucción de la Jerarquía. A pesar del tiempo de vuestra purificación, ciertas voluntades propias o las decisiones personales, pueden modificar el destino espiritual de una consciencia.
¿Qué hacer?
Solo esperar, Dios nunca deja de mostrar el verdadero sentido y motivo de Su Voluntad, y Su Infinita Misericordia reordena todas las cosas y las coloca en el equilibrio necesario para que Sus Sagradas Aspiraciones se puedan cumplir.
Ya no hay tiempo para repensar las cosas; el impulso divino desciende para movilizar las estructuras y liberarlas. Cuando alguien detiene ese impulso, es como intentar sostener con las manos una avalancha de luz.
La Voluntad Divina no es imposición, ella es el espíritu de la concreción de un Plan que debe alcanzar la más alta experiencia de amor y de perdón. Cuando un alma se opone a que esto suceda, la misma ciencia universal reposiciona a la consciencia en el escalón del aprendizaje que tenía antes de ser elevada al Reino Mayor.
Nadie pierde su lugar en el Corazón de Dios, Dios es Compasión y Justicia; y esta Justicia en este tiempo será severa, no por ser Justicia, sino porque la propia Ley de la Divinidad encontrará resistencia en muchos espacios de la consciencia.
Por eso, queridos hijos, vengo para advertirles, para que no sufran innecesariamente las consecuencias de seguir bajo el control humano. Busquen estar en la Ley y estarán protegidos de ustedes mismos. Algo mayor debe cumplirse en el Pensamiento de Dios y es la expresión de la Nueva Humanidad.
Están a tiempo de recapacitar y de comenzar de nuevo como Dios manda, en armonía y sin desorden interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye a través de la Sabiduría de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Guarda Mi Corazón en tu pequeño corazón. Que esta pueda ser una aspiración profunda en tu vida.
Nútrete a través de Mi Amor. Que esta sea la meta permanente para que encuentres el Reino de Dios.
Busca la Luz de Mi Corazón, para que ella se irradie en tu vida, renueve tus caminos y venza las acciones del mal.
Déjame entrar en tu corazón, para que sientas las cosas verdaderas que te harán comprender lo que nunca comprendiste y que te harán saber lo que nunca has sabido.
Para eso, no necesito nada de ti, solo tu fidelidad absoluta de saber que estás donde tienes que estar y que vives lo que debes vivir, así como el Padre lo ha pensado.
Para reconocer lo que te digo, es importante vivir y escuchar humildemente. Así, los universos de la sabiduría y de la fe colmarán tu vida y ya no serás tú quien vive, sino Cristo quien obra simplemente a través de ti.
Deja, en este día, el espíritu de trabajo por el vacío interior. Quien no esté vacío de sí, podrá entender muy poco de la Voluntad de Dios, porque en verdad no la conocerá.
Los ejércitos se forman en la obediencia a los comandos y es esto lo que construye las bases de la manifestación de la vida espiritual y crística.
Arriésguense ya a no ser nada y en poco tiempo se darán cuenta de que perdieron tiempo en asuntos superficiales, por el simple hecho de controlar algo que no los colmaba.
La vida y sus vidas le pertenecen a Dios y, en ellas, Él puede diseñar nuevos caminos.
Estén atentos para cultivar la humildad, así también se salvarán de sus errores y serán las verdaderas columnas del Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los educa en la ciencia espiritual del corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
No pediré que en poco tiempo sean diferentes a lo que son hoy; para el Padre, su hora de purificación y ascensión está marcada.
Por eso, permitan transformarse así como su Padre lo previó desde el principio.
Vivan en Cristo y sean en Cristo, pues el único camino que les resta recorrer es el camino de la redención.
Si no están unidos, ¿cómo proseguirán?
La Gracia ha tocado sus vidas y ustedes deben ser consecuentes con esa Gracia que los unifica y los renueva todo el tiempo.
Queridos hijos, estén Conmigo y no del otro lado del camino. Yo los necesito siempre fieles a los que los guían por amor. Eso los protegerá mientras estén en la Tierra.
La obediencia es el don que los colmará y los librará, todo el tiempo, de equivocarse.
Por eso, hijos, que en estos tiempos ustedes puedan observar el verdadero camino, porque los desánimos y las crisis internas serán las barreras que deberán superar a través del amor y de la unidad.
A las puertas del Armagedón humano, sean conscientes y agradecidos por lo que reciben, al menos vívanlo por aquellos que no reciben ni siquiera la mitad de todo lo que les dona el universo.
Sumérjanse en Mi Corazón y así serán libres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Hoy los bendigo a todos en el nombre de Mi Hijo, porque en verdad les digo que será a través de Él que encontrarán la salida y la solución inmediata para los asuntos de la vida material.
No hay nada más especial que vivir en el Amor del Reino de Dios, pues en el recorrido de ese sendero se encuentran las llaves maestras para la transformación, que son las llaves de la purificación y de la redención.
Ustedes, siguiendo con obediencia el camino que les indica Mi Hijo podrán descubrir a tiempo cada aspecto de la vida que necesita de rehabilitación. Por esta causa Yo vengo todos los días desde el Cielo, para que vuestras vidas puedan testimoniar la transformación que Mi Corazón Inmaculado ha hecho en cada uno de ustedes.
Mis pequeños, ahora, con la mirada en el horizonte del renacimiento de la esperanza hallarán la fuerza interior necesaria para seguir adelante. Hoy les digo, hijos Míos, que cada uno de ustedes es una parte de Mi plan de redención, plan que prepara la próxima venida de Cristo al mundo.
Y si vuestros corazones dan el testimonio verdadero del amor por Mi Hijo, tendrán la posibilidad de que vuestras almas sean llevadas al descubrimiento de la misión espiritual. Todo lo que suceda en vuestras mentes y corazones son estados y tiempos de purificación, por eso ofrézcanlo con amor al Padre Eterno, para que Él en Su Gloria Suprema se apiade de todos los que no quieren escuchar Su último llamado.
Yo les traigo la oportunidad de recapacitar, por eso como vuestra Madre Celeste les prometo siempre mostrarles la verdad para que puedan crecer en humildad y en fe.
¡Les agradezco hijos por haber respondido a Mi llamado en Brasilia!
Una nueva luz despertó en los corazones simples y fervorosos.
Los une al cenáculo del Corazón de Jesús,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy Nuestra Madre Divina se acercó a nosotros como la Reina de la Paz.
Antes de que Ella llegara sucedió algo importante. Muchos ángeles querubines formaron un círculo de luz y comenzaron a descender sobre la casa del grupo de oración. Al mismo tiempo que los ángeles creaban ese círculo de luz, danzaban en el aire de una manera reverente y alegre, con una alegría que era bastante peculiar.
Los ángeles transmitían ese amor que tienen por la Virgen María, que es algo puro y verdadero. Ellos derramaron esos códigos sobre nosotros y prepararon el camino por donde llegó Nuestra Señora.
Cuando la Virgen apareció por encima de un árbol lleno de flores, que se encuentra fuera de la casa de los orantes, Ella nos dijo que le encantó el árbol y sus flores, posando Sus pies con firmeza sobre él. Así se manifestó un punto de luz para esta parte de la ciudad de San Pablo.
Durante la Aparición, Nuestra Señora veía el mal que rodeaba a la ciudad y cómo ese mal influía en las personas. Pero Ella no desafiaba a nadie, estaba allí presente, serena y humilde, con esa sonrisa que la caracteriza, que era una sonrisa de paz, de serenidad y de amor. Esa energía irradiaba con Su mirada; Su luz se expandió por esta parte de la ciudad y ese mal se disipó quedando todo más sereno. Más tarde, nos pidió que escribiéramos Su mensaje.
Queridos hijos Míos:
Mi Corazón Inmaculado prosigue Su caminar entre las moradas sagradas de todos los grupos de oración, los que de alguna forma responden a Mi llamado maternal, a veces sin comprenderlo.
Agradezco a todos por perseverar en el camino de la fe a Mi llamado y, principalmente, por responder de manera inmediata a los pedidos especiales del Señor Jesucristo.
Hoy viernes, día de los misterios dolorosos, Yo les pido Mis queridos, que recen todos los días para que Mis planes de paz prevalezcan y ellos se cumplan en la vida actual de todos Mis hijos. Es tan importante obedecer a Mi llamado, que el Padre me permitió llegar hasta los hogares de Mis orantes; así comprenderán cuán grande es la necesidad de que sean evitados algunos acontecimientos en las grandes ciudades del mundo, lo que será posible mediante vuestra honesta colaboración interior.
El Señor hoy les revela, a través de Mi Corazón, que este grupo siempre fue movido espiritualmente por medio de la obediencia a la Jerarquía Mayor. Que este don, al cual ustedes sin percibirlo responden desde hace ya 25 años, sea el nuevo impulso que les permita caminar con espíritu de confianza ante todos los cambios que Yo he hecho.
Para que ustedes, Mis amados, puedan estar en el próximo tiempo sentados a la derecha de Mi Hijo, en Su Reino de Paz, primero deberán abrir vuestros corazones verdaderamente al llamado del Cielo, porque así responderán a la Voluntad de Dios.
Que vuestras consciencias, que ya recibieron tantas Gracias especiales, no se involucren con los asuntos de la vida material, sino que vuestros corazones sean mediadores de la paz entre el Cielo y la Tierra.
Ahora que los acontecimientos cambian y la humanidad enfrenta el fin de los tiempos, del cual no entiende ni sabe, Yo les pido Mis queridos, que recen; que recen para que todas las almas obedezcan en la fe así como ustedes obedecieron, porque todo lo que han aprendido por intermedio de la divina instrucción no se perderá.
Llegó la hora y el momento de ejercitar lo que fue aprendido; si así lo hacen, serán testimonios vivos ante la humanidad, la que cada día está más enferma.
Como Madre que siempre los ampara y reza por ustedes, Yo los invito en esta noche de bendiciones celestiales al camino de la reflexión, para que pronto puedan percibir el amor de Dios en todas las cosas, en las buenas y en las tristes. El universo espera verlos maduros, más dispuestos a guiar a nuevos rebaños que están perdidos y no tienen la gracia de la instrucción.
Por eso en este día Yo vengo a pedir a todos los orantes que recen por Mis planes, especialmente por los que Yo deseo realizar en el fin de este año en Ruanda y Angola. Así con vuestra ayuda, como siempre lo ha sido, ¡Mi Inmaculado Corazón triunfará!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los guía,
Vuestra Madre, María Reina de la Paz
Querida alma Mía:
Acepta con alegría todos los esfuerzos que Yo te pido que realices, porque así generarás méritos ante Dios en el Cielo. Vacía tu ser de todo parecer, vive en la sublime secuencia de Mis Pasos para encontrar en cada lugar la enseñanza que Yo te quiero revelar.
Alma Mía, deja a Mis Pies todos tus desconsuelos y mírame a los Ojos directamente, entonces Yo podré decirte qué deberás cambiar dentro de ti. No permitas que la tristeza te arrastre como la fuerte corriente de un río; despréndete de aquello que te parece mejor y entrégate en confianza a Mi Voluntad, porque en la obediencia a lo más pequeño se reflejará el grado en que se encuentra tu consagración.
Acude rápido a Mis Brazos y déjame actuar como está previsto desde el principio. Si en verdad, alma Mía, quieres escucharme, abre tus ojos y observa el universo de mensajes que Yo te envío todos los días. No quieras ahora comprender el motivo de todas las cosas, cásate con la hermana Humildad para poder sentir que nada te pertenece.
Entrégame todo lo que guardas y que controlas como un tesoro; ante la gloria de Mi Misericordia, el despojamiento de ti cuenta mucho para poder iniciar un nuevo camino. Sé que esperas que Me aparezca frente a ti y te diga: Querida alma, te estoy esperando hace mucho tiempo.
Aquellos que dan pasos hacia Cristo serán los únicos que se animarán a vestir los nuevos trajes de la consagración; pero aún tu traje está guardado en el armario del Cielo, esperando que tu alma dé el sí final para después cantar en gloria y júbilo su consagración.
Ya te he avisado de varias formas; quédate atenta y percibirás lo que Yo te digo. Todas las almas son preciosas y posibles vertientes de Mi Amor.
Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Corazón.
Cristo Jesús
En el Universo Celestial todo tiene una Jerarquía, y en la Tierra debe existir una prolongación de ese Comando Divino.
Aquel que sigue las reglas estará amparado de sí mismo y evitará inútiles y constantes caídas que lo llevarán a la condenación del alma. Solo basta, Mis queridos amigos, que observen a su lado para percibir en qué punto se encuentran las almas del mundo.
Un buen discípulo está atento a las reglas y ellas siempre serán el lucero para su camino; si en verdad el Padre Eterno no hubiera creado la obediencia, habría sido difícil la venida de Cristo.
Desde el principio, cuando estuve en el mundo, reuní a los doce para que ellos fueran el ejemplo vivo de la transformación y de la obediencia a Mi Sacerdocio Interior. Así fue como, a lo largo de los tiempos, surgieron las órdenes monásticas, las que preservarían el espíritu de la regla y de la vida consagrada.
Es necesario aceptar los comandos porque ellos siempre los llevarán a una profunda reflexión sobre los aspectos de la vida. Necesito discípulos dispuestos a encarnar la obediencia interior que los llevará a encontrarse con el verdadero ser y así ascender en consciencia hacia el Espíritu de Mi Padre.
Mediten respecto de los votos que han hecho Conmigo, pues ellos los resguardarán en los momentos críticos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
La Gran Transformación Crística
Aquel que se disponga y decida seguir Mi Camino de Consagración a Dios, recuerde que las pruebas que enfrentará serán como piedras en su camino y servirán de confirmación permanente para que algún día cruce el umbral hacia la Eternidad.
Por eso nunca teman encontrarse con todo lo que fueron alguna vez en el pasado, porque eso forma parte del arte de la constante purificación para alcanzar la Paz Purísima.
El discípulo es como un gran libro que guarda un pasado completamente desconocido para su pequeña consciencia dentro de este universo.
Para acceder a la realidad de su vida y de toda su existencia, el aprendiz deberá, con estricta obediencia, hacer todo aquello que en ciertos casos podrá parecerle absurdo.
Este es el gran paso para la Transformación Crística: reconocer que, en consciencia, el discípulo sabe muy poco de la vida, de la verdadera Voluntad del Señor, y que solo le resta seguir desde el corazón las señales que le son indicadas.
En este tiempo de apostolado, los aprendices deberán cruzar con sus propios pies el gran y extenso lago de las impurezas de esta humanidad, las que no permiten que el sentido existencial de la esencia brille en cada alma.
Por la Ley de la Gracia, la Divina Misericordia, la Fuente Purísima de redención y de compasión, que lava, nutre, limpia y purifica esos grandes lagos de lamentaciones, es el remedio que disolverá estas cargas y renovará las vidas preciosas de todos los seres.
Como discípulos, anímense a experimentar Mi Camino porque nunca les fallaré, incluso en las horas de grandes pruebas de confirmación y de fe.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por purificar día a día sus vidas a través de Mi Corazón Misericordioso.
Cristo Jesús, el Agua de la Nueva Vida
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más